Paradigma Conductista
Paradigma Conductista
Paradigma Conductista
El conductismo es un paradigma que ha sido muy criticado por el papel reproductivo que
le da al alumno en el aula, y por la importancia que le brinda a la conducta pasiva del
niño. Es cierto que el paradigma tiene sus lados negativos, pero no es justo catalogar del
todo malo al conductismo, ni del todo bueno, todo tiene que ver con el cristal en que se
miran las cosas, y qué aspectos tomamos en cuenta para mejorar la enseñanza en el
aula.
Con respecto a la forma de enseñanza y la concepción que se tiene del alumno y del
maestro, no me parecen idóneas para el tipo de alumno que yo pretendo fomentar,
reflexivos y con un grado de autonomía. Me parece incorrecto reducir la enseñanza sólo a
factores externos como la conducta; y a la transmisión y depósito de conocimientos en los
niños, no dándoles la oportunidad de interactuar con el objeto de conocimiento, haciendo
poco interesantes y dinámicas las clases, sin darles la oportunidad de maravillarse con un
descubrimiento que ellos mismos hagan. No veo fiable tener en el aula a los alumnos
como parte de la silla de madera, sin opinar y guardando una compostura que nosotros
mismos como adultos no soportaríamos, además que está comprobado por experiencia
propia, que en ocasiones aquel alumno que parece no comportarse y no poner atención,
es el que muestra mayor avance en su aprendizaje que aquel que está tranquilo en su
butaca y guardando silencio.
Uno de los puntos positivos que encuentro en este paradigma es que puede ser aplicable
para desarrollar o quitar conductas que no están siendo favorables en el aprendizaje del
alumno, ya que nos brinda estrategias que no están ligadas a regaños y castigos, y que
pueden resultar de agrado para el niño, como la economía de fichas, o reforzadores
verbales positivos. Es importante tomar en cuenta estas estrategias, pues hay que
recordar que para lograr una buena enseñanza es primordial fomentar un ambiente de
trabajo confortable, lo cual se puede lograr cuando los alumnos siguen ciertas reglas en el
salón de clases y tienen actitudes académicas adecuadas que permiten una interacción
positiva en el aula.
Es importante mencionar que las estrategias que se utilicen sólo resultarán positivas
siempre y cuando las contextualicemos de acuerdo al grupo y utilicemos un lenguaje
apropiado, sin necesidad de llegar a alzar la voz o al castigo.