Anemia Fetal - Tesina
Anemia Fetal - Tesina
Anemia Fetal - Tesina
INDICE GENERAL
página
Prólogo ………………………………………………………...…………………………………………… 4
Introducción ……………………………………………………………………………………………… 5
Desarrollo ……………………………………………………………………………………………..…… 6
Definición …………………………………………………..……………………………………… 6
Etiología ……………………………………………………….…………………….……………. 6
Fisiopatología ………………………………………………………………………………...…… 7
Diagnóstico …………………………………………………………………………………..…….. 11
Evaluación y manejo de la anemia fetal ………………………………………………….……. 14
Conclusión ……………………………………………….……………………………………….……….. 24
Bibliografía ……………………………………………..…………………………………………...…….. 25
TABLAS:
Tabla 1: Rangos de referencia para concentración de hemoglobina en función de la edad gestacional
………………………………………………………………………………………… 6
Tabla 2: Causas de anemia fetal …………………………………………………………….. 7
Tabla 3: Causas de hidrops fetal ……………………………………………………………………. 12
Tabla 4: Principales exámenes de laboratorio que contribuyen a establecer el diagnóstico etiológico. …… 13
CUADROS:
Cuadro 1: Factores de riesgo para la isoinmunización materna …………………………………… 8
Cuadro 2: Antecedentes de importancia en la historia materna y familiar ………………………………. 11
Cuadro 3: Otros antecedentes de importancia en la historia materna y familiar en el desarrollo de
Hidrops……………………………………………………………………………………… 13
FIGURAS:
Figura 1: Manejo de la anemia con PVS-ACM ……………………………………………………….. 23
FOTOS:
Foto1: Hidrops. Edema de la porción superior de las piernas……………………………… 15
Foto 2: Hidrops, feto de 26 semanas. Edema subcutáneo………………………………….. 15
Foto 3: Ascitis fetal ………………………………………………………………………............ 16
Foto 4: Hidrotórax ………………………………………………………………………………... 16
Foto 5: Hidrotórax ……………………………………………………………………………….. 16
Foto 6: Ascitis grave ………………………………………………………………………..…… 16
Foto 7: Ascitis leve ………………………………………………………………………..…….. 16
Foto 8: Ascitis grave ………………………………………………………………………..…… 16
Foto 9: Polihidramnios ………………………………………………………………………..… 17
Foto 10: Corioangioma ………………………………………………………………………..…. 17
Foto 11: Corioangioma. Evaluación con Doppler color ……………………………..………. 17
Foto 12: Corioangioma. Evaluación con Doppler de energía ………………..…………….. 17
Foto 13: Cordocentesis …………..……………………………………………………………… 19
Foto 14: Polígono de Willis ……………………………………………………………………… 20
Foto 15: Doppler de arteria cerebral media ……………………………………….…………… 20
PRÓLOGO
La ultrasonografía ha sufrido importantes avances en los últimos años colaborando en la práctica diaria con el diagnóstico,
seguimiento, manejo y tratamiento de múltiples patologías prenatales y perinatales. Esto se ha logrado con el apoyo del desarrollo
tecnológico de equipos de última generación y el estudio e investigación constante de especialistas dedicados a aportar sus
hallazgos y conocimientos al progreso de la ecografía para transformarla en una de las herramientas utilizables para colaborar en
disminuir la morbimortalidad materno-fetal.
En este sentido, el diagnóstico, seguimiento, manejo y tratamiento de la anemia fetal ha experimentado uno de los avances más
importantes. En un principio, el diagnóstico y manejo de esta patología era indefectiblemente mediante procedimientos invasivos
guiados por ecografía para obtener fluídos o tejidos fetales para su estudio bioquímico, hematológico,etc. Actualmente estos
procedimientos pueden casi limitarse sólo al tratamiento, disminuyendo o evitando en algunos casos, los riesgos inherentes a este
tipo de técnicas.
Es mi deseo utilizar este espacio para agradecer a la Dra Cecilia Bacigalupo y Dra Marisa Mildemberger por ser mis tutores y
referentes en este camino de aprendizaje. También a mi familia y amigos por tolerar y comprender mi ausencia en pos de cumplir
con las exigencias que una formación adecuada requiere para la idónea práctica de nuestro trabajo diario.
Karina Di Tella
Marzo de 2012
INTRODUCCION
La amniocentésis y la cordocentésis se utilizaron durante muchos años para el diagnóstico de la anemia secundaria a
aloinmunización, sin embargo son procedimientos invasivos con riesgos asociados de infección, sangrados, hemorragias feto-
maternas que agravan la aloinmunización, o pueden desencadenar la muerte fetal (1-2% en el caso de la cordocentésis). Por ello la
utilización de la ecografía convencional y el Doppler han sido motivo exhaustivo de investigación durante los últimos años.
La presencia de un feto severamente anémico por debajo de las 34 semanas justificará la práctica de una transfusión intrauterina. Su
realización comporta una mortalidad fetal asociada por procedimiento que oscila entre el 1,8 % y el 3,9% Es por ello que resulta
importante seleccionar de forma estricta qué fetos son los que realmente precisan ser transfundidos intraútero. Para ello será
trascendental conocer la tolerancia o no del feto a grados severos de anemia y la fiabilidad de los métodos incruentos de que
disponemos para valorar el grado de anemia fetal.
Son los objetivos de este trabajo:
1) Enumerar las causas más frecuentes de anemia fetal
2) Describir los procedimientos diagnósticos disponibles en la actualidad referidos a esta patología
3) Comparar los distintos flujogramas de manejo y seguimiento en la patología modelo para esta afección : la
isoinmunización Rh
4) Mencionar las ventajas de los nuevos procedimientos diagnósticos en el manejo y seguimiento de las anemias fetales no
hemolíticas
DESARROLLO
DEFINICIÓN
La anemia fetal consiste en una disminución de la masa eritrocitaria sanguínea o del contenido de hemoglobina en los eritrocitos
determinando una incapacidad para el transporte de oxígeno a los diferentes tejidos fetales. Esta patología incrementa de forma
notable la morbi-mortalidad fetal. (1)
La anemia fetal se clasifica en leve, moderada y severa en base al grado de desviación de la hemoglobina fetal media para la edad
gestacional. La anemia severa tiene un déficit mayor a 7 g/dl de hemoglobina, la cual aparece después de la semana 16 debido a la
inmadurez del sistema retículo-endotelial; se caracteriza por la presencia de circulación hiperdinámica, hidrops y muerte fetal. Los
diferentes rangos de hemoglobina han sido establecidos a través de muestras de sangre por cordocentesis (1) (Tabla N°1). (1)
ETIOLOGIA
Existen muchas causas de anemia fetal pudiéndose clasificar básicamente en inmunes y no inmunes (1) o bien, de acuerdo al
mecanismo de aparición de la anemia pueden identificarse aquellas debidas al aumento de la destrucción de GR (anemias
hemolíticas, que engloban causas inmunológicas y no inmunológicas), trastornos en la producción de eritrocitos y las provocadas
por hemorragia fetal (2) (Ver tabla 2)
c) Hemorragia fetal:
Intracraneana o intraventricular,
laceración hepática o subcapsular,
tumores (especialmente teratoma sacroccocígeo y corioangioma),
hemorragia feto-materna,
transfusión feto-fetal,
trombocitopenia fetal isoinmune.
FISIOPATOLOGÍA
Isoinmunización
Es la destrucción de glóbulos rojos fetales por anticuerpos maternos. Su principal causa es la sensibilización materna al antígeno D
del grupo Rh, en este caso, el feto portador de glóbulos rojos Rh positivo induce una respuesta inmunológica en la madre Rh
negativa que genera anticuerpos que cruzan la placenta causando aglutinación y hemólisis de los eritrocitos fetales. (1)
A pesar de la introducción de la inmunoglobulina anti-D, aún persiste un pequeño grupo de mujeres que se sensibilizan durante el
embarazo. Una de cada cinco mujeres sensibilizadas corresponde a este grupo y en un 80% de ellas se desarrolla hidrops fetal. Con
la reducción de la sensibilización Rh se hicieron más aparentes otras formas de anemias hemolíticas, algunas de ellas asociadas a
hidrops. Sin embargo, la destrucción de glóbulos rojos fetales por IgG materna transplacentaria da cuenta de aproximadamente el
10-15% de todos los fetos con hidrops. En estos casos, el diagnóstico precoz es importante porque la transfusión intravascular
intrauterina es eficaz como tratamiento y compatible con una vida post-parto normal (1).
La incompatibilidad ABO ocurre en aproximadamente un 20% de los embarazos, pero la hemólisis fetal ocurre en menos de un 2%
de los casos y generalmente es leve. Los anticuerpos son del tipo IgM y no cruzan la placenta por lo que no se necesitan medidas
especiales en el seguimiento de estos embarazos.
Si bien El antígeno D (Rhesus) es el causante más común de la hemólisis fetal severa, existen otros antígenos atípicos causantes de
hemólisis en el feto como el anti-C, anti Kell, anti E y muy raramente antígenos como el anti M, anti N y anti S.
Isoinmunización Rh
La isoinmunización materna a los Ags eritrocitarios puede explicarse por diferentes mecanismos : transfusiones previas,
hemorragias feto-maternas, transplantes o por compartir jeringas en casos de drogadicción endovenosa. Desde el punto de vista
obstétrico- perinatal se comentará la hemorragia fetomaterna.
Durante el embarazo existe un pasaje continuo de eritrocitos fetales a través de las vellosidades coriales hacia el espacio
intervelloso (que se encuentra bañado por sangre materna), hecho que se denomina hemorragia feto-materna transplacentaria. Se
pueden detectar eritrocitos fetales en el 1° trimestre en el 6,7 % de las embarazadas, en el 15,7% en el 2° trimestre y en el 28,9 %
en el 3° trimestre. Este aumento gradual de la sangre fetal que atraviesa la barrera placentaria se debería al adelgazamiento
progresivo del espesor de la vellosidad corial, que se hace muy evidente después de las 36 semanas. Este hecho podría favorecer la
inmunización en el último trimestre, cuya incidencia llega al 1% (3). La cantidad del inóculo necesario para determinar reacción
inmune se calcula que es menor de 1 ml. Existen varias situaciones que exponen a un mayor riesgo de hemorragia feto-materna que
se resumen en el cuadro 1:
La exposición inicial al antígeno Rh conduce a la producción materna de inmunoglobulina M que, por su gran tamaño, no es capaz
de atravesar la placenta y que por tanto no produce hemólisis. Esta reacción puede tardar en aparecer hasta seis meses y su lento
desarrollo es debido a la respuesta inmune modificada de la mujer embarazada y a la destrucción de los eritrocitos fetales Rh
positivo en la circulación materna : Respuesta materna primaria
Las exposiciones posteriores al mismo antígeno generan la producción materna de inmunoglobulina G (IgG) que, a diferencia de la
M, es de menor tamaño y capaz de atravesar la placenta. Esta reacción es muy rápida y fuerte, incluso con pequeñas cantidades del
antígeno. Intervalos prolongados entre exposiciones a eritrocitos Rh positivo se asocian, a menudo, con respuestas secundarias muy
marcadas y una mayor avidez del anticuerpo por el antígeno Rh, lo cual condiciona que mayor cantidad del mismo se une a la
membrana eritrocitaria y produce una enfermedad más severa : Respuesta materna secundaria
La unión Ag-Ac sobre la superficie del glóbulo rojo determina su reconocimiento por el sistema retículo-endotelial localizado
principalmente a nivel del hígado y bazo fetal y activación del sistema de destrucción celular (hemólisis extravascular), cuya
consecuencia más importante son la anemia, retención hidrosalina y producción de bilirrubina indirecta (BI). (3)
La anemia estimula la eritropoyesis tanto medular como extramedular, que fundamentalmente es hepática. En los casos extremos
puede verse focos de eritropoyesis en el riñón, mucosa intestinal y/o cutáneos, comprometiendo la función original, con liberación
al torrente circulatorio de elementos formes inmaduros (eritroblastos), que presentan reducida capacidad de transporte de oxígeno y
que a su vez son destruídos. La anemia también puede determinar hipoxia tisular que determina falla miocárdica con insuficiencia
cardíaca, que se manifiesta con estasis venosa, aumento de la PVC y retención hidrosalina. Ésta también se ve favorecida por la
hipoproteinemia secundaria al fallo hepático y al aumento de la estasis venosa por compresión de la vena cava. La retención
hidrosalina aumenta la volemia, determinando poliuria fetal que se traduce en polihidramnios, pero en casos más graves termina
agravando la insuficiencia cardíaca, cerrando un círculo potencialmente letal (3).
Tanto la retención hidrosalina como la disminución de la presión oncótica favorecen el pasaje de líquido al tercer espacio, que
puede llevar en los casos graves a edema placentario, anasarca, hidrops y muerte fetal (3).
La hemólisis determina la liberación de grupos Hem que son transformados a bilirrubina indirecta (BI) o no conjugada, transportada
por la albúmina. Durante la etapa fetal la BI atraviesa la placenta y es conjugada y excretada por la madre. Dada su liposolubilidad
la BI difunde a través de los vasos umbilicales hacia el líquido amniótico (LA), por lo que su concentración en él es una medida
indirecta de la hemólisis fetal (3).
En el recién nacido la incapacidad de metabolizar la BI (por inmadurez enzimática hepática) determina elevación de su
concentración que se manifiesta por ictericia precoz, pero además, por ser muy liposoluble atraviesa fácilmente las barreras
celulares, entre ellas la barrera encefálica (en especial los núcleos grises de la base), determinando (con concentraciones superiores
a 20mg/dl y aún menores en casos de hipoxia e infección) una entidad grave actualmente poco frecuente denominada kernicterus
(3).
Infección por parvovirus B19
La infección por parvovirus B-19, es responsable de aproximadamente un 20-30% del total de casos de hidrops, especialmente en
épocas de mayor prevalencia de la infección (2). Parvovirus humano (VPH) B19 es el agente viral más común asociado con
erupciones en niños en edad escolar y puede manifestarse como eritema infeccioso (EI), o "quinta enfermedad" o "síndrome de la
cara abofetada". La transmisión del VPH B19 puede ser por gotitas respiratorias, transfusión de sangre y productos sanguíneos, o al
feto por pasaje transplacentario. Las infecciones siguen una variación estacional con una mayor prevalencia en climas templados
alrededor de fines de invierno a comienzo de primavera, (similar a la infección por el Virus de la varicela Zoster [VZV]).
La prevalencia de la enfermedad durante el embarazo es de un 1% y de éstas sólo en un 30% de los casos existe infección fetal . La
imprevisibilidad de la infección fetal es demostrada por los casos discordantes de infección VPH B19 en embarazos de gemelos.
El parvovirus B-19 se une a los receptores de los precursores celulares hematopoyéticos y produce una anemia aplásica, con
presencia de trombocitopenia en mayor o menor grado. Además produce afectación del hígado y del miocardio fetal y la afectación
de estos órganos causa la aparición del hidrops; los signos ecográficos más precoces son la presencia de ascitis y cardiomegalia y
posteriormente el desarrollo de edema fetal, derrame pericárdico y edema placentario.
La infección por Parvovirus humano B19 puede resultar en una resolución espontánea sin secuelas adversas. El riesgo de
desarrollar hidrops fetal entre fetos infectados varía durante el embarazo entre 0% y 12,5%, y la incidencia máxima es entre 17 y 24
semanas. El hidrops se presenta en un 10% de los casos cuando la infección materna se desarrolla antes de la semana 20 de
embarazo. En el segundo trimestre, el feto presenta significativamente mayor riesgo de infección y daños en los tejidos que en el
tercer trimestre. Esto es porque la transmisión transplacentaria es más probable que ocurra debido a la presencia del antígeno P, que
es un glucolípido presente en el trofoblasto. Este receptor es utilizado por VPH B19 para lograr la transferencia transplacentaria, y
presenta una alta expresión en el primer y segundo trimestre, pero prácticamente inexistente en el tercer trimestre. En el segundo
trimestre, la hemopoyesis se produce en el hígado fetal y debido a la creciente demanda del feto en crecimiento, hay un aumento en
el volumen de glóbulos rojos, concomitantemente con una reducción de vida a 45-70 días. Estas circunstancias únicas hacen al feto
especialmente vulnerables a cualquier insulto con respecto a la eritropoyesis. La relativamente baja tasa de complicaciones fetales
asociadas con la infección en el tercer trimestre puede provenir del hecho de que disminuye la necesidad de un alto número de
glóbulos rojos y aumenta la vida útil de estas células.
El fallo cardíaco puede ser debido a anemia severa, pero también puede estar asociado a miocarditis que puede causar arritmias o
incluso un paro cardíaco sin evidencia de anemia, insuficiencia cardíaca o hidrops. Se ha demostrado el daño directo a las células
del miocardio fetales por VPH B19 y el 15% de todas las biopsias del miocardio obtenidas de fetos muertos con diagnóstico de
miocardiopatía perinatal fueron asociadas con el VPH B19.
Otro órgano importante afectado por la respuesta inflamatoria a la infección por VPH B19 es la placenta. La placentitis puede
causar disfunción placentaria y resultado fetal adverso en ausencia de infección fetal.
El virus no afecta el desarrollo ni el crecimiento fetal y se asocia, en general, a buen pronóstico, especialmente cuando se trata la
anemia fetal con transfusión intrauterina (2) que en la mayoría de los casos es una única transfusión. La muerte fetal ocurre en el
5-10% de casos de infección fetal y puede ocurrir con o sin evidencia de hidrops fetal. De acuerdo con la edad gestacional, la
infección materna durante el primer trimestre, a las 13-20 semanas y después de 20 semanas está asociada con un riesgo de muerte
fetal de 19%, 15% y 6%, respectivamente.
Hemorragia fetal
La hemorragia fetal también es causa de anemia e hidrops y puede ser local o generalizada. Dentro de las causas más frecuentes
se encuentran la trombocitopenia isoinmune causada por anticuerpos antiplaquetarios maternos y el teratoma sacrococcígeo, tumor
fetal relativamente frecuente que causa hidrops por hemorragia o por secuestro, semejante a lo que ocurre en presencia de
corioangioma placentario. (2)
La hemorragia feto-materna puede ocurrir en presencia de tumores placentarios, trauma directo o desprendimiento placentario. Su
diagnóstico es generalmente tardío y la cuantificación de la magnitud de la hemorragia es de poca utilidad clínica como para
efectuar una transfusión intrauterina, ya que el fenómeno tiende a repetirse o hacerse masivo. (18)
La transfusión feto-fetal es consecuencia de anastomosis no balanceadas presentes en las placentas monocorionicas. Un 5-30% de
ellas presenta la clásica secuencia de feto hipovolémico (donante) y feto hipervolémico (receptor). Es interesante notar que el
gemelo receptor es el que generalmente desarrolla hidrops y, cuando fallece, el co-gemelo donante también puede desarrollar la
condición debido a la anemia importante que se produce. Las claves para el diagnóstico siguen siendo el hallazgo ultrasonográfico
de placenta monocoriónica, gemelos del mismo sexo y la secuencia oligoamnios/polihidroamnios en los sacos respectivos. Como se
sabe, esta situación es de mal pronóstico si no se instaura intervención prenatal (amniodrenaje seriado o endoscopía láser de
anastomosis placentarias), con mortalidad de hasta 80% y morbilidad en el gemelo sobreviviente, especialmente neurológicas, sobre
el 30% (2).
DIAGNÓSTICO
Podemos encontrarnos en distintos escenarios de acuerdo al momento o circunstancias referidas a la atención de la paciente:
1) La madre reúne condiciones surgidas de los resultados de estudios básicos y/o específicos prenatales, o antecedentes en su
historia personal o familiar, que nos indican que presenta mayor riesgo de que se desarrolle un cuadro de anemia fetal
durante su actual embarazo: factor RH(-), prueba de coombs indirecta positiva, anemia materna vinculable con
hemoglobinopatías, etc. En el cuadro 2 se enumeran antecedentes de importancia en la historia materna y familiar.
Se realizará el estudio, seguimiento y tratamiento de acuerdo a las normativas y consensos referidos a cada patología en particular
(por ejemplo, por ser la causa más frecuente de anemia fetal, la isoinmunización RH).
2) Hallazgo de un feto afectado (derrames serosos, hidrops, polihidramnios, engrosamiento placentario) en una paciente con
una causa de anemia fetal ya conocida, en cuyo caso se implementarán los procedimientos de diagnóstico y tratamiento
correspondientes de acuerdo a la etiología y la edad gestacional, en general, invasivos.
3) Hallazgo de un feto afectado (derrames serosos, hidrops, polihidramnios, engrosamiento placentario) sin factores de riesgo
conocidos hasta el momento, bien porque sean de baja incidencia y no se hayan sospechado y/o no surgieron de los
resultados del estudio prenatal, o bien porque no existió una buena anamnesis respecto a los antecedentes personales y
familiares, o se trata de un embarazo con insuficiente control o es su primer control. En este escenario debe hacerse el
diagnóstico diferencial entre las diferentes causas de hidrops fetal (tabla 3) acudiendo a la investigación de antecedentes
(cuadro 2 y cuadro 3) y exámenes complementarios partiendo de los análisis o pruebas más simples y menos invasivos a
los de mayor complejidad y/o menos invasivos (tabla 4) (2)
Tabla 3: causas de hidrops fetal (se han excluído las causas hematológicas por haber sido enumeradas en la tabla 2 (2)
CARDIACAS
Anomalías estructurales:
• Anomalías del tracto de salida izquierdo: Estenosis valvular aórtica, atresia valvular aórtica, coartación de la aorta, túnel aórtico ventricular izquierdo, canal
aurículo-ventricular, aneurisma ventricular izquierdo, tronco arterioso, hipoplasia de corazón izquierdo, fibroelastosis endocárdica.
• Anomalías del tracto de salida derecho: Atresia o insuficiencia de la válvula pulmonar, anomalía de Ebstein, malformación arteriovenosa,
hemangiomatosis difusa, hemangioma placentario, hemangioma de cordón umbilical, hemangioendotelioma hepático, hemangioma
abdominal, fístula arteriovenosa pulmonar, hemangioendotelioma cervical, hemangioma paratraqueal, hemangioma cavernososo cutáneo,
malformaciones arteriovenosas cerebrales.
Anomalías no estructurales:
Obstrucción del retorno venoso, oclusión de vena cava superior o inferior, ductus venoso ausente, torsión o várice del cordón umbilical,
tumores o masas intratorácicas o intraabdominales, trastornos del drenaje linfático, taquicardia supraventricular, bloqueo cardiaco congénito, cierre prenatal del
foramen oval del ductus arterioso, miocarditis, calcificación arterial idiopática o hipercalcemia.
INFECCIOSAS
Parvovirus B19, Citomegalovirus, Sífi lis, Herpes simples, Toxoplasmosis, Hepatitis B, Adenovirus, Ureaplasma urealyticum, Coxsackievirus tipo B, Listeria
monocytogenes
Cuadro 3 : Otros antecedentes de importancia en la historia materna y familiar en el desarrollo de hidrops (2)
• Colagenopatías y enfermedades del tiroides o diabetes
• Uso de indometacina, diclofenaco sódico o teratógenos potenciales durante el embarazo
• Mujeres <16 años ó >35 años
• Factores de riesgo para enfermedades de transmisión sexual
• Tener gatos
• Historia familiar de genopatías, anomalías cromosómicas o enfermedades metabólicas
• Malformaciones congénitas en hijo previo
• Cardiopatía congénita en hijo previo
La Tabla 4 muestra los principales exámenes de laboratorio que contribuyen a establecer el diagnóstico etiológico.
Grupo sanguíneo materno y estudio de Acs
Estimación cuali y cuantitativa de glóbulos rojos fetales en circulación materna
- Kleihauer-Betke
- Citometría de flujo
Estudio de infección materna:
- Sífilis
- Toxoplasma, rubéola, CMV, herpes simplex (TORCH)
- Hepatitis
Electroforesis de hemoglobina, cuando sea pertinente
El estudio del LA, sangre o colecciones fetales constituyen el elemento de diagnóstico definitivo, a la vez que permite vigilar el
tratamiento y optimizar el pronóstico fetal.
La elevación de los niveles de bilirrubina en LA permite evaluar indirectamente el grado de hemólisis en la isoinmunización. Sin
embargo su uso hoy está restringido por la elevación de α-bilirrubina fetal en casos de hemoglobinopatías maternas o hepatitis o una
menor deglución fetal producida por la obstrucción gastrointestinal o alteración del SNC.
Análisis de la velocimetría Doppler de arterias fetales, especialmente arteria cerebral media, método no invasivo muy sensible en los
casos de anemia fetal severa
Análisis enzimáticos directos o bioquímicos buscando metabolitos específicos cuando existe la sospechade defectos innatos del
metabolismo:
- Padre y madre: glóbulos rojos, suero, orina , tejidos
- Feto: cultivos de fibroblastos de piel o leucocitos desde el LA, glóbulos rojos y leucocitos de sangre por medio de cordocentesis
- Placenta: biopsia de vellosidades o placenta
Determinación de niveles de endotelina en feto receptor en caso del síndrome de transfusión feto-fetal (aumentan al doble)
Estudio fetal directo para parvovirus B19: tinción histológica de glóbulos rojos, virus marcados con digoxigenina, PCR, estudios
inmunuhistoquímicos e inmunofluorescentes
Cariograma fetal obligatorio para descartar cromosomopatías : pueden utilizarse células descamativas fetales del LA, biopsia de tejidos
fetales o placentarios, pero una información más precisa se obtiene del estudio de sangre fetal por cordocentesis
Serología para infecciones específicas en sangre fetal (cordocentesis)
El manejo obstetrico de la anemia fetal, habitualmente consecuencia de la isoinmunizacion Rh, se encuentra fuertemente
influenciado por un diagnostico certero y precoz del estado anemico. La anemia fetal puede causar hidrops y muerte fetal desde
muy temprano en el embarazo.(4)
Sin embargo, las tasas de sobrevida de fetos con anemia superan el 90% si la condicion es diagnosticada y tratada oportunamente.
(4)
El diagnostico de anemia fetal ha sido efectuado clasicamente mediante procedimientos invasivos, como son la espectrofotometria
del liquido amniótico y la cordocentesis.(4)
A finales de la década de los ochenta algunos investigadores se dieron a la tarea de buscar un método no invasivo para detectar
anemia fetal, entre los cuales se encuentran los trabajos del grupo de Nicolaides y cols., los cuales evaluaban mediante ecografía el
grosor placentario, volumen intraperitoneal, relación entre la circunferencia cefálica y abdominal etc, cuyos resultados no fueron
nada alentadores.(1).
Las mediciones mediante doppler de la velocidad del pico de velocidad sistólica de la arteria cerebral media (PVS-ACM) parecen
ser útiles para estimar la concentración de hemoglobina en los fetos con riesgo elevado de experimentar anemia y puede disminuir
la necesidad de realizar pruebas invasivas (amniocentesis, cordocentesis y sus riesgos potenciales.
EVALUACIÓN ECOGRÁFICA DE LA ANEMIA FETAL: la secuencia de aparición de los signos ecográficos puede variar
de acuerdo a la etiología y fisiopatología de la anemia fetal. En la isoinmunización Rh puede observarse la siguiente cronología:
1) Primer signo de compromiso fetal: exceso de líquido en la cavidad amniótica (polihidramnios)
2) Segundo signo: aumento del grosor placentario (mayor a 5 cm)
3) Tercer signo: aumento del tamaño hepático que ocupa entre 2/3 y 3/3 de la cavidad abdominal
4) Cuarto signo: aparición de derrames serosos inicialmente en un sector (derrame pericárdico, derrame pleural, ascitis)
5) Generalización de los derrames serosos y aparición de edema subcutáneo (grosor de la piel ≥ 5 mm)
Foto 1: Hidrops: edema de la porción superior de las piernas (7) Foto 2: Hidrops, feto de 26 semanas. Marcado edema subcutá-
neo con aumento del pliegue nucal y edema facial. (2)
Foto 7: Ascitis leve (6) Foto 8: Ascitis fetal grave- placenta engrosada (2)
Foto 9: Polihidramnios (6) Foto 10: Imagen hipoecogénica levemente heterogénea bien
delimitada sugestiva de Corioangioma (7)
Foto 11: Corioangioma. Evaluación con Doppler color (7) Foto 12: Corioangioma. Evaluación con Doppler de energía (7)
CORDOCENTESIS: Indicada hasta las 35.6 semanas, ante la sospecha de anemia fetal moderada o grave para realizar un
hemograma fetal (extracción de una muestra de sangre fetal para la determinación del hematocrito, concentración de hemoglobina y
grupo y factor RH) (4) y así evaluar la necesidad de TIU:
VS-ACM > 1.5 MoM
Feto hidrópico
Se identifica la inserción placentaria del cordón en la placenta y siempre bajo guía ecográfica y se introduce por vía transcutánea
una aguja de calibre 20-22 a través del abdomen materno, hasta ingresar en la vena umbilical a nivel del sitio de su inserción en la
placenta. La porción intrahepática fetal de la vena umbilical es una posible alternativa cuando la placenta es posterior y la posición
del feto limita el acceso al sitio de inserción placentaria del cordón. La elección de estos sitios de punción se debe a la relativa fijeza
del cordón en estos sitios lo cual facilita la técnica, en tanto que ésta sería muy dificultosa en un asa libre de cordón por su gran
movilidad. La elección de la vena se debe a su mayor calibre lo que permite acortar la duración del procedimiento; además, la
punción de una arteria de asocia con mayor probabilidad de producir bradicardia fetal.
La forma de medición antes descrita permite reproducibilidad inter e intraobservador. La arteria cerebral media proporciona el 80%
del volumen sanguíneo cerebral, se caracteriza por ser una onda de mediana-alta resistencia con índice sístole/diástole mayor a 3
con vasodilatación fisiológica entre las 15 y 20 semanas y hacia el termino reflejando alto grado de actividad metabólica.(1)
Mari y cols reportaron, en un estudio preliminar, que la velocidad sistólica máxima en la arteria cerebral media se encontraba más
elevada en fetos con anemia con relación a aquellos normales. En 1995 Mari y cols. informan que la velocidad de flujo de la arteria
cerebral media aumenta progresivamente durante la gestación y que constituye un método no invasivo para el diagnostico de
anemia fetal. Cinco años después el mismo autor publica los resultados de un estudio colaborativo que demuestran que la medición
de la velocidad máxima de la arteria cerebral media (PVS-ACM) constituye un método certero para el diagnostico de anemia fetal y
que mediante esa metodología se pueden evitar el 70% de los procedimientos invasivos. En ese estudio utilizando como punto de
corte 1.5 múltiplos de la mediana (MOM) de la PVS-ACM fueron detectados el 100% de los fetos con anemia moderada a severa.
La tasa de falsos positivos reportada fue del 12%. (1) (4)
Según los resultados de su estudio efectuado en 111 fetos con riesgo de anemia Mari y cols. elaboraron una curva de la
concentración de hemoglobina en función de la edad gestacional. En base a esos datos clasificaron los grados de anemia de la
siguiente manera: anemia leve (concentración de hemoglobina entre 0.84 y 0.65 veces la media), anemia moderada (concentración
de hemoglobina entre 0.65 y 0.55 veces la media) y anemia severa (concentración de hemoglobina menor de 0.55 veces la media).
Asimismo, se proponen los valores de referencia del PVS-ACM según la edad gestacional con los puntos de corte correspondientes
a la mediana y a 1.5 MOM. Utilizando como punto de corte 1.5 MOM en la muestra, se detectaron todos los casos de anemia
moderada y severa. (4). Los autores concluyeron que el Doppler de ACM tiene una buena sensibilidad y especificidad para anemia
moderada y severa antes de las 35 semanas. El método, según estos autores, no es útil después de las 35 semanas para detectar
anemia fetal (los fetos mayores de 35 con doppler de ACM alterado fueron inducidos y ninguno tenía anemia al nacer). (1)
La evaluación retrospectiva del PVS de ACM y el hematocrito previo a la primera transfusión entre las 15 y 35 semanas mostró una
relación significativa entre el aumento de la PVS de la ACM en más de una desviación estándar y el grado de anemia fetal.(1)
CONCLUSION
Las causas más importantes de anemia fetal son la isoinmunización por antígenos de los glóbulos rojos, las infecciones fetales como
el parvovirus B-19 que causan una aplasia medular y por tanto un freno en la producción de la serie hematológica en el feto y la
hemorragia feto-materna.
La respuesta fetal a la anemia crónica es progresiva y se manifiesta inicialmente con una hiperdinamia que condiciona una poliuria
fetal, manifiesta en forma de ligero polihidramnios. La puesta en marcha de focos de eritropoyesis extramedular compensatorios se
manifiesta en forma de hepatomegalia, esplenomegalia, y engrosamiento placentario. Si la situación continúa deteriorándose y la
anemia fetal se torna severa se inicia la descompensación en forma de ascitis incipiente, que evolucionará si no actuamos, hacia el
hídrops generalizado y finalmente la muerte fetal.
Pero tal vez lo más importante es conocer que la sensibilidad de la ecografía en la detección aumenta a medida que la anemia se
agrava y es casi constante la observación de algún signo ecográfico sugerente, cuando el déficit de hemoglobina es moderado.
El diagnóstico es principalmente ecográfico ya que el uso del Doppler para realizar la medida del pico de velocidad sistólica de la
arteria cerebral media (PVS-ACM) como medida de la circulación hiperdinámica fetal compensatoria a la anemia ha reemplazado
al procedimiento invasivo para medir concentración de bilirrubina en líquido amniótico como expresión de destrucción de los
hematíes en la anemia hemolítica por anticuerpos anti-D así como la valoración de la magnitud y gravedad de las anemias no
hemolíticas, en las cuales la espectrofotometría del LA no refleja la gravedad de las mismas ya que su origen no es hemolítico. Así
a mayor déficit de hemoglobina mayor será el pico sistólico de velocidad y esta correlación será mayor cuanto mayor sea el déficit
de hemoglobina.
La ventaja principal que aporta la medición de PVS-ACM es el seguimiento de fetos con riesgo de anemia de forma no invasiva.
La finalidad fundamental de esta técnica es identificar aquellos fetos con anemia moderada-severa que requieren TIU y someter
solamente a estos fetos a los riesgos de una técnica invasiva.
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO BIBLIOGRÁFICO
HIDROPS FETAL:
DIAGNÓSTICO ETIOLÓGICO Y MANEJO
doi: 10.4067/S0717-75262007000400006
REV CHIL OBSTET GINECOL 2007; 72(4): 229-235
Trabajos Originales
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Departamento de Obstetricia y Ginecología, Unidad de Medicina Materno-Fetal, Facultad de
Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile.
RESUMEN
La anemia fetal puede ser una condición devastadora para el feto. La principal causa de anemia fetal
es la sensibilización materna por el antígeno D. El estándar actual para la evaluación de los fetos en
riesgo de anemia es la espectrofotometría del líquido amniótico. Esta aproximación enfrenta
problemas como: la necesidad de extrapolación del análisis a edades gestacionales menores de 27
semanas y la evaluación de fetos en riesgo de anemia por otras causas, esto sumado al riesgo
propio de la amniocentesis. En los últimos 10 a 12 años ha surgido un método no invasivo para la
evaluación de los fetos en riesgo de anemia: la medición del peak sistólico de la velocidad del flujo
de la arteria cerebral media. La velocidad de flujo aumentada sería un reflejo de la anemia fetal,
justificando que esta técnica se esté incorporando en forma paulatina en el manejo de éstos
pacientes. En esta revisión presentamos la evidencia disponible para sustentar que el uso rutinario
de esta técnica no invasiva, reemplaza el manejo convencional con amniocentesis,
espectrofotometría del líquido amniótico y manejo según curvas de Liley, en pacientes Rh-negativas
sensibilizadas, o en otras situaciones de riesgo de anemia fetal.
SUMMARY
Fetal anemia could be a devastating condition to the fetus. The main cause of fetal anemia is red-
cell alloimmunization. The standard of care for this condition has been the serial amniocentesis to
measure bilirubin levels by spectrophotometry of the amniotic fluid. Amniotic fluid bilirubin
measurements are of limited value in the second trimester and in other causes of fetal anemia,
besides amniocentesis is an invasive method with fetal risk. During the last 10 to 12 years a non
invasive method to predict fetal anemia become available: measurement of the peak systolic
velocity of the middle cerebral artery. Increased velocity may reflect fetal anemia. Here we present
the evidence to support the use of this non invasive method to replace amniocentesis as the
standard care in the management of red-cell alloimmunization and other causes of fetal anemia.