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Tarea Gestion Educativa

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CENTRO TECNICO DE ESTUDIO SUPERIOR

CURSO: 
GESTION EDUCATIVA

PROF. VIELKA GUILLEN

TEMA:
MODELO DE GESTION EDUCATIVA EN PANAMA

INTEGRANTE:

GISSELLE GONZALEZ
9-711-1135

FECHA DE ENTREGA: 7 DE OCTUBRE de 2022


MODELO DE GESTIÓN EDUCATIVA EN PANAMÁ

Palabras Clave: Sistema educativo panameño, evaluación de los aprendizajes,


competencias educativas, formación inicial docente.

En el 2016 el Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, junto con la Ministra de


Educación Marcela Paredes instalaron, con el apoyo y la facilitación de Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), una
Mesa para el “Diálogo: Compromiso Nacional por la Educación”, invitando a los
ocho sectores indicados por todos los actores consultados durante la fase
exploratoria: Confederación Nacional de Padres de Familia de la República de
Panamá, Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Consejo de
Rectores de las Universidades Públicas y Privadas, Consejo Nacional de
Trabajadores Organizados (CONATO), Representantes Estudiantiles, Gremios de
Educadores, Ministerio de Educación (MEDUCA) y Organizaciones no
gubernamentales (ONG) del sector educativo. La elaboración de políticas
educativas y líneas de acción se llevó a cabo en base a cinco ejes temáticos:

 Calidad de la Educación
 Equidad Educativa
 Formación de Educadores
 Gestión de la Educación
 Inversión para la Educación

La Mesa del Diálogo inició sus sesiones en el mes de octubre de 2016, para
ofrecer lineamientos y analizar las propuestas presentadas por las 5 Mesas
temáticas que iniciaron sus reuniones en el mes de noviembre de 2016. En total,
se realizaron 117 reuniones de las Mesas Temáticas y 22 reuniones de la Mesa
Plenaria, donde se lograron consensuar un total de 37 políticas públicas
articuladas en 241 Líneas de Acción, plasmadas en el presente documento. La
Mesa Plenaria identificó la necesidad de crear un Consejo Permanente
Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional para la Educación
(COPEME) para realizar el seguimiento y monitoreo de la implementación de las
políticas y sus respectivas líneas de acción, consensuada entre todos sectores
durante el Dialogo. A partir de junio de 2017, los esfuerzos deben estar enfocados
la divulgación de los resultados esperados en todos los espacios ciudadanos y el
inicio de la planificación para hacer posibles los retos plasmados en las políticas y
líneas de acción propuestas.

La educación panameña está viviendo probablemente su momento más difícil en los


últimos años, vivimos hoy en día una grave crisis educacional que está lejos de ser
una eventualidad imprevista. La agenda de los educadores en los últimos tiempos
se ha limitado a maniobrar sobre la pretensión de un mejor reconocimiento
económico por el desempeño de su labor. El Ministerio de Educación, en ningún
Gobierno en los últimos 20 años, se ha comprometido a desarrollar y ejecutar una
agenda de Estado en el tema educacional que perdure y trascienda el tiempo de
‘vida política' de ‘n' administración. Por su parte los estudiantes, totalmente
obnubilados y abrumados por el tema, se segmentan entre quienes exigen cambios
en el modelo de educación, pero son muy pocos y pobremente organizados, y la
mayoría, a la que simplemente no le interesa el tema.

La juventud panameña se enfrenta a una época difícil por la cual debemos bregar
todos, en conjunto, para ver realizada nuestra aspiración de un desarrollo sostenible
garantizado para esta y futuras generaciones.

Primero veamos algunos componentes positivos que podemos exteriorizar de la


gestión de educación en los últimos años en vista a la meta del ‘Desarrollo
Sostenible'. Panamá, como sabemos, ha sido sujeto de un crecimiento económico
acelerado en los últimos años, acercándose a países de alto ingreso en
Latinoamérica como Chile o Uruguay. Estas altas tasas de crecimiento han sido
facilitadas por condiciones de inversión favorable en conjunto a una exponencial
disponibilidad de capital humano preparado. Esta aseveración se materializa al ver
que del 2001 al 2015 la tasa de formación académica formal aumentó de un
diecisiete a un veintiséis por ciento (17 % a 26 %, según datos procesados por el
BID). Ubicando a Panamá por encima del promedio de tasas de graduación en la
región (4 de cada 10 jóvenes panameños asiste a la universidad).

A pesar de esto, el crecimiento económico al cual constantemente vemos


referenciado en prácticamente cada discurso de reivindicación política en este país,
no se ha traducido en una reducción significativa de la desigualdad. En promedio, el
crecimiento económico en Panamá ha generado una mayor demanda de capital
humano con bajo nivel educativo, a pesar de los importantes cambios que se han
dado en el núcleo productivo, las ocupaciones no han diversificado en dirección de
aquellas que requieren mayores niveles de habilidad técnica. Por lo que las plazas
de empleo de mayor margen lucrativo están siendo difíciles de llenar por falta de
personal capacitado.

Los indicadores de las pruebas PISA en Panamá, vislumbraron en el año 2009 que
solo 3 de cada 10 estudiantes de 15 años podían leer un texto y comprender su
significado, y solo 2 de cada 10 podían realizar un cálculo. Para que tengan una
idea de calidad de la educación istmeña. Poniendo en contexto, el nivel cualitativo
de nuestro modelo educacional en comparación a otros países de la región
latinoamericana es terrible. Los estudiantes de mejor desempeño en Panamá tienen
cifras de desempeño semejantes a los estudiantes de más bajo desempeño en
Chile. Además de ser el país con mayor brecha de desigualdad entre educación
pública y privada en la región, los estudiantes de colegios rurales están casi un año
rezagados en comparación a las escuelas urbanas. Y ni entramos a hablar de los
estudiantes pertenecientes a pueblos originarios, ya que ese tema merece un
análisis y redacción de otras proporciones.

Al analizar este escenario la pregunta más evidente es ¿por qué tenemos una
calidad de educación tan baja y perversa? ¿Será por la falta de recursos?, o ¿por la
calidad de la infraestructura educativa?, o ¿por la baja calificación de los docentes
en el sistema escolar? La realidad es que nos hace falta un poco de todo lo que he
señalado. El sistema de educación pública en Panamá es el que menos gasta en
comparación a otros países de la región en términos del PIB. Además de tener uno
de los niveles más bajo de gasto anual por alumno (1069 dólares, en comparación a
Chile, por ejemplo, que invierte 3055 dólares por estudiante).

Por otro lado, la calidad de los educadores es otro tema importante para discutir
dentro de la agenda educacional. Si bien los educadores panameños son de los de
mayor experiencia en la región en términos de años laborando en el sistema
educacional son de los menos preparados profesionalmente también. Y ante una
sociedad globalizada y competitiva, donde el estar al tanto de las nuevas
metodologías y prácticas pedagógicas, coadyuvadas por las distintas herramientas
que nos ofrece la tecnología, es algo clave, y hasta tácito, es irresponsable no tener
un plan que avizore este reto como una realidad. Esta carencia de iniciativa política
nos debe motivar a dar un empujón claro a tomar cartas sobre el asunto y empezar
a apostar por la profesionalización de la carrera docente, transformándola desde
sus cimientos para atraer, desarrollar, motivar y retener a los mejores educadores.
CONCLUSION

Fortalecer la comunidad de aprendizaje escolar. Significa renovar el interés en


hacer comunidades de aprendizajes, para que la escuela sea más que el aula de
clases, y así convocar a los docentes, directivos y supervisores, las familias y
autoridades del entorno, para trabajar mancomunadamente en beneficio de los
aprendizajes de los estudiantes, aprovechando al máximo los talentos y recursos.
Asumir la educación como un derecho humano de todas las personas. Este
desafío es inherente a todo ser humano de vivir, alimentarse, educarse y convivir
en libertad. Los seres humanos en la nación no pueden ser vistos solo como una
estadística en los informes gubernamentales, ellos deben ser tratados como
personas con derechos. La atención a la diversidad, de los grupos humanos
excluidos: las personas con discapacidad, los pobres, las mujeres y los indígenas,
representan parte de este reto de la educación panameña.

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