Jorge Mario Pedro Vargas Llosa
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa
Jorge Mario
(Arequipa,
Vargas Pedro Vargas Llosa
28 de marzo de
Vargas Llosa en 2016
Como escritor, alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas como La ciudad y los perros
(1962), La casa verde (1965) y Conversación en La Catedral (1969). Continuó escribiendo
prolíficamente en varios géneros literarios, incluyendo la crítica literaria y el periodismo. Entre sus
libros se encuentran obras de teatro, novelas policiacas, históricas y políticas. Varias de sus
novelas, como Pantaleón y las visitadoras (1973) y La fiesta del Chivo (2000), han sido adaptadas y
llevadas al cine. Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción del escritor
sobre la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano; sin embargo, de forma
creciente ha tratado temas de otras partes del mundo. Desde que inició su carrera literaria en
1958 reside en Europa (entre España, Gran Bretaña, Suiza y Francia) la mayor parte del tiempo, de
modo que en su obra se percibe también una cierta influencia europea.
Biografía
Mario Vargas Llosa nació en una familia de clase media en la ciudad de Arequipa, en el sur del Perú
en 1936.3 Fue el único hijo de Ernesto Vargas Maldonado (Lima, 1905-1979) y de su esposa Dora
Llosa Ureta (Arequipa, 1914-1995), quienes se separaron meses antes de su nacimiento3 para
divorciarse tras el mismo, de mutuo acuerdo.4 Poco después de que Mario naciera, su padre
reveló que tenía una relación con una mujer alemana y como resultado de dicha unión, nacieron
dos medios hermanos menores del escritor: Enrique y Ernesto Vargas5 (el primero falleció de
leucemia a los once años de edad; el segundo es abogado y ciudadano estadounidense).6 Su padre
era el único hijo de Marcelino Vargas y de su primera mujer Zenobia Maldonado, fallecida en
1925. Su abuelo paterno se casó por segunda vez con Constanza Serpa y tuvieron ocho hijos e hijas
(Manuel Vargas Serpa, Ana Vargas Serpa, Rosa Vargas Serpa, Yolanda Vargas Serpa, Humberto
Vargas Serpa, Ortencia Vargas Serpa, María de Lourdes Vargas Serpa y Orlando Vargas Serpa). Por
línea materna, desciende del maestre de campo vizcaíno Juan de la Llosa y Llaguno quien se
asentó en Arequipa en 1702.7
Mario vivió con su familia materna en Arequipa hasta un año después del divorcio de sus padres,
en 1937, momento en que su abuelo Pedro J. Llosa Bustamante se trasladó con toda su familia a
Bolivia, donde había conseguido un contrato para administrar una hacienda algodonera cercana a
Cochabamba.8 En dicha ciudad pasó los siguientes nueve años de su niñez, donde aprendió a leer
y a escribir. Junto con su madre y la familia materna, y cursó hasta el cuarto grado en el Colegio La
Salle.910 Hasta los diez años, se le hizo creer que su padre había fallecido, ya que su madre y su
familia no querían explicarle que se habían separado.1112
Al iniciarse el gobierno del presidente José Luis Bustamante y Bases para una
Rivero en 1945, su abuelo, que era primo hermano del mandatario, interpretación de Rubén
obtuvo el cargo de prefecto del departamento de Piura, por lo que Darío
la familia entera regresó al Perú. Los tíos de Mario se establecieron
en Lima, mientras que Mario y su madre siguieron al abuelo a la
ciudad de Piura.1314 Allí Mario continuó sus estudios de primaria
en el Colegio Salesiano Don Bosco,15 cursando el quinto grado. Fue
ahí donde hizo amistad con uno de sus compañeros, Javier Silva
Ruete, quien tiempo después sería ministro de economía.16
A los 14 años, su padre lo envió al Colegio Militar Leoncio Prado, en el Callao, un internado donde
cursó el 3º y el 4º año de educación secundaria, entre 1950 y 1951. Allí soportó una férrea
disciplina militar y, según su testimonio, fue la época en la que leyó y escribió «como no lo había
hecho nunca antes», consolidando así su precoz vocación de escritor.22 En su libro La ciudad y los
perros Vargas Llosa retrata la experiencia vívida, la disciplina a la que fue sometido en el colegio
militar. Sus lecturas predilectas fueron las novelas de los escritores franceses Alejandro Dumas y
Victor Hugo. Entre sus profesores figuró el poeta surrealista César Moro, quien por un tiempo le
dio clases de francés.23
Durante las vacaciones veraniegas de 1952, Vargas Llosa empezó a trabajar como periodista en el
diario limeño La Crónica donde se le encomendaron reportajes, notas y entrevistas locales.24 Ese
mismo año se retiró del colegio militar y se trasladó a Piura, donde vivió con su tío Luis Llosa (el
“tío Lucho”) y cursó el último año de educación secundaria en el colegio San Miguel de Piura.13 25
Simultáneamente trabajó para el diario local, La Industria, y presenció la representación teatral de
su primera obra dramatúrgica, La huida del Inca, en el teatro «Variedades».1326
En 1953, durante el gobierno de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó en la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos, donde estudió Derecho y Literatura.27 Participó en la política universitaria
a través de Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano, entonces
perseguido por el gobierno de Odría, contra el que Vargas Llosa se opuso a través de los órganos
universitarios y en fugaces protestas en plazas. Poco tiempo después se distanció del grupo y se
inscribió en el Partido Demócrata Cristiano de Héctor Cornejo Chávez, esperanzado en que esa
agrupación lanzaría la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero, quien, por aquel entonces,
regresaba del exilio. Dicha expectativa no se cumplió. Durante este tiempo, trabajó como asistente
del renombrado historiador sanmarquino Raúl Porras Barrenechea en una obra que nunca llegó a
concretarse: varios tomos de una monumental historia de la conquista del Perú.28
En mayo de 1955, a la edad de 19 años, contrajo matrimonio con Julia Urquidi, hermana de su tía
política por parte materna, quien era 10 años mayor y ya divorciada.29 Debido al rechazo que este
matrimonio causó en su familia, la pareja se vio forzada a separarse durante un tiempo pese a que
estaban recién casados. Para lograr mantener una vida en común el joven Mario, ayudado por
Porras Barrenechea, cumplió con hasta siete trabajos simultáneamente: como asistente de
bibliotecario del Club Nacional, escribiendo para varios medios periodísticos e incluso catalogando
nombres de las lápidas del Cementerio Presbítero Matías Maestro de Lima; finalmente ingresó a
trabajar como periodista en Radio Panamericana, aumentando sustantivamente sus ingresos.930
Por entonces, Vargas Llosa empezó con seriedad su carrera literaria con la publicación de sus
primeros relatos: El abuelo (en el diario El Comercio, 9 de diciembre de 1956)31 y Los jefes (en la
revista Mercurio Peruano, febrero de 1957).32 A fines de 1957 se presentó a un concurso de
cuentos organizado por La Revue Française, una importante publicación francesa dedicada al arte.
Su relato titulado El desafío obtuvo el primer premio, que consistía en quince días de visita en
París, hacia donde partió en enero de 1958. Su estadía en la capital de Francia se prolongó durante
un mes, antes de retornar a Lima.933 Ese mismo año se graduó de bachiller en Humanidades en la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a mérito de su tesis sobre las Bases para una
interpretación de Rubén Darío.34 Fue, además, considerado como el alumno de Literatura
sanmarquino más distinguido,35 por lo que recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de
posgrado en la Universidad Complutense de Madrid, en España.36 Antes de partir hacia Europa,
hizo un corto viaje por la amazonía peruana, experiencia que después le serviría para ambientar
tres de sus novelas —La casa verde, Pantaleón y las visitadoras y El hablador— en dicho espacio
geográfico.37
Obra
Obra literaria
Características generales
Mario Vargas Llosa en Mario Vargas Llosa ha sido definido como uno de los más
1982. completos narradores de su generación y una figura destacada de
la literatura hispanoamericana.52 Representante ideal del
espíritu del Boom latinoamericano, pues nació literariamente con
él y ayudó a definirlo y a identificarlo con una nueva generación
de escritores,53 su obra narrativa se caracteriza por la
importancia de la experimentación técnica, aspecto por el que es
valorado como un maestro de la composición novelística y en el
que se ha desempeñado como un notable innovador de
posibilidades narrativas y estilísticas.52
Desde el punto de vista temático, sus novelas tratan de la antinomia entre lo histórico y lo
estructural, como así lo expresa el título de varias de sus novelas (La ciudad y los perros, La casa
verde, Conversación en La Catedral), en las que la presencia de estructuras demuestra el interés
casi obsesivo que el autor tiene por estas.54 Asimismo, en cuanto a los tonos, su obra presenta las
características más variadas, desde el humor, el amor y la comicidad hasta la caída trágica.52
Por otra parte, el hecho de que el grueso de su producción literaria la haya realizado desde el
extranjero, explica el sesgo retrospectivo que domina buena parte de la misma, así como la
reconstrucción constante que hace de vivencias íntimas o colectivas del Perú como base de su
ficción, salvo algunas excepciones como La guerra del fin del mundo y algunas de sus últimas
novelas.55
En cuanto a sus modelos literarios, o “precursores” (a los que ha dedicado en varios casos estudios
críticos), hay que citar, por un lado, a la novela de caballerías Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell,
y a Cien años de soledad, de García Márquez, ambas como ideales del concepto de novela total (la
que funde lo real con lo irracional y el mito); por otro, son imprescindibles para Vargas Llosa dos
escritores en especial: Flaubert, como modelo de la literatura como vocación, de la utilización de
la realidad como pozo sin fondo para encontrar contenidos y temas (la mediocridad del ser
humano, la violencia y el sexo), como modelo, también, de la importancia de una estructura
narrativa rigurosa y de un narrador impasible ante los hechos narrados, etc.; y Faulkner, tanto en
lo que respecta a temas y ambientes, como a rasgos formales, especialmente, el
multiperspectivismo, los saltos en el tiempo, el uso de varios narradores en vez del omnisciente, la
retención de información, el uso de historias paralelas, etc.56
Trayectoria narrativa
Los inicios literarios de Vargas Llosa fueron el estreno en Piura, cuando tenía 16 años, de una obra
de teatro, hoy probablemente perdida, titulada la La huida del Inca, y algunos cuentos publicados
en Lima en diversos medios. En Lima, la presencia literaria dominante era la de los narradores de
la llamada generación del 50. Aunque finalmente se distanciaría de ellos, el grupo estimuló su
vocación literaria con su visión realista de la sociedad peruana, especialmente la de Lima. Más en
concreto,
Con ellos, aprendió a cultivar el realismo urbano, de clara intención social y testimonial, a veces
inspirado en la escuela narrativa norteamericana, el neorrealismo literario y cinematográfico
italiano y las ideas del «compromiso» desarrolladas por Sartre. Estos influjos son visibles en los
cuentos juveniles de Vargas Llosa y aun en sus primeras novelas.57
Luego, la ruptura con los criterios estéticos de esa generación se produce sobre todo en el plano
técnico y en la resistencia de Vargas Llosa a defender en sus obras tesis o propuestas ideológicas
de determinado signo. Así, la novedad básica que introduce con sus obras es
la ruptura del modelo de representación naturalista y del esquema intelectual algo simplista en el
que se apoyaba el documentalismo de ese grupo. La misma evolución de las novelas del autor
demostraría su rápida independencia estética, estimulada por su experiencia europea y el
descubrimiento de otras formas y propuestas.58
En el primero estarían sus obras iniciales: Los jefes, Los cachorros, La ciudad y los perros, La casa
verde y Conversación en La Catedral. Aunque se trata de narraciones muy diversas en intención,
asunto y formas (y, de hecho, cada obra constituye una intensificación de la complejidad técnica y
de contenido respecto de la anterior), presentan una incuestionable unidad en cuanto a la
complejidad del proyecto y a la visión narrativa que proponen.
A partir de 1973, con la publicación de Pantaleón y las visitadoras, Vargas Llosa inicia una fase
marcada por una actitud cuestionadora tanto de los grandes problemas de la sociedad
latinoamericana moderna (en especial, los referidos a Perú, en un momento crítico de su historia),
como las del arte narrativo con el que intenta representarlas.60 Así, y de una forma evidente, se
aprecia una moderación de su afán totalizante y una tendencia a la plasmación de historias
generalmente menos complejas y dentro de unos márgenes más restringidos, aunque sin
prescindir de recursos técnicos esenciales para él como el efecto de contraste que permite el
desarrollo paralelo de dos o más historias.61 Con todo, publica en esta fase una obra, La guerra
del fin del mundo, que constituye no solo una excepción a estos rasgos generales (es la obra de
mayor ambición y trascendencia del período), sino la primera incursión de Vargas Llosa fuera de la
realidad física o histórica de su país.
Desde finales de los setenta, además, su reflexión como narrador aborda especialmente la relación
entre lo real y su trasposición literaria, esto es, la, así llamada por él, «verdad de las mentiras», o la
constatación de que la palabra crea un mundo propio que se parece a la realidad externa, pero
que tiene sus propias reglas y «verdades».62
En consecuencia, todos estos rasgos se manifiestan de una u otra manera, en otros dos grupos de
obras: uno que comprende una serie de novelas de tema político, como La guerra del fin del
mundo, Historia de Mayta, Lituma en los Andes, La fiesta del Chivo, etc.; y otro que empieza con
Pantaleón y las visitadoras, y en el que aborda tanto temas centrados en la reelaboración de
experiencias más privadas (La tía Julia y el escribidor) o de modelos clásicos de novela policiaca
(¿Quién mató a Palomino Molero?) o erótica (Elogio de la madrastra).
Obras
Su primer libro publicado fue una colección de cuentos titulada Los Jefes (encabezada por el relato
del mismo nombre), que obtuvo el premio Leopoldo Alas (1959).
Su primera novela, La ciudad y los perros (1963) se desarrolla en medio de una comunidad de
estudiantes del Colegio Militar Leoncio Prado (situado en el Callao) y se basa en las experiencias
personales del autor.63 Esta prematura obra adquirió la atención general del público así como un
éxito inmediato.64 Su vitalidad y hábil uso de técnicas literarias sofisticadas impresionó de
inmediato a los críticos,65 y ganó así el Premio de la Crítica Española.64
En 1966 aparece su segunda novela, La casa verde, acerca de una casa-burdel del mismo nombre
cuya presencia en Piura afecta las vidas de los personajes. La trama se centra en Bonifacia, una
chica de origen aguaruna que es expulsada de un convento para transformarse luego en «la
selvática», la prostituta más conocida de «La casa verde». La novela obtuvo de inmediato una
entusiasta recepción por parte de la crítica, que confirmaba a Vargas Llosa como una importante
figura de la narrativa latinoamericana.66
Tres años más tarde publica Conversación en La Catedral, su tercera novela, y en 1971 sale García
Márquez: historia de un deicidio, que había sido su tesis doctoral en la Universidad Complutense
de Madrid.67
En 1981 aparece La guerra del fin del mundo, su primera novela histórica y una de las más
importantes que ha escrito.71 Esta obra inició un cambio radical en el estilo de Vargas Llosa hacia
temas como el mesianismo y la conducta irracional humana.72 Ambientada en las profundidades
del sertón del siglo XIX, se basa en hechos auténticos de la historia del Brasil: la revuelta
antirrepublicana de masas milenaristas sebastianistas guiadas por el taumaturgo iluminado
Antonio Conselheiro en el pueblo de Canudos.
Tras un período de intensa actividad política, Vargas Mario Vargas Llosa, actor en su obra
Llosa volvió a ocuparse en la literatura y en 1993 de teatro
sacó su libro autobiográfico, El pez en el agua, la
novela Lituma en los Andes y la obra de teatro El
loco de los balcones. A la histórica Lituma le seguiría
la erótica Los cuadernos de don Rigoberto (1997). La
fiesta del Chivo (2000), sobre el dictador dominicano
Trujillo fue llevada al cine con el mismo nombre por
su primo Luis Llosa. A esta novela le siguió el El
Paraíso en la otra esquina (2003), que alterna la
historia del pintor Paul Gauguin con la de su abuela,
Flora Tristán.
Otro trabajo destacable es un ensayo que resume el curso que dictó en la Universidad de Oxford
sobre la novela Los miserables de Victor Hugo: La tentación de lo imposible (2004). En mayo de
2006, presentó su novela Travesuras de la niña mala, y el 3 de noviembre de 2010 publicó El sueño
del celta, obra con la que vuelve al género de la novela histórica y que trata sobre la vida de Roger
Casement, cónsul británico en el Congo Belga y en Perú, que entre 1903 y 1911 se dedicó a
investigar y a denunciar las atrocidades —explotación salvaje, torturas y genocidio— cometidas
por el régimen de Leopoldo II en el Congo y por la compañía C. Arana y la británica Peruvian
Rubber Company en la remota selva del Putumayo peruano.73En 2013 El héroe discreto vuelve a
ambientarse en Perú; en ella narra las vivencias de dos empresarios peruanos.
Intereses personales
Se declara melómano, sintiendo una especial predilección por Gustav Mahler.74
Durante su encuentro con la prensa internacional en el Instituto Cervantes de Nueva York, tras
conocer que le había sido otorgado el Premio Nobel 2010, Vargas Llosa declaró que dicho galardón
lo consideraba como un reconocimiento al idioma español.75 Respecto a su producción literaria
en aquella oportunidad manifestó: "Lo que hago, lo que digo, expresa el país en el que he nacido,
el país en el que he vivido, las experiencias fundamentales que marcan a un ser humano, que son
las de infancia y juventud, de tal manera que el Perú soy yo. Yo le puedo agradecer a mi país, a lo
que yo soy, el ser un escritor".76
Vargas Llosa ha declarado ser hincha del Universitario de Deportes de Perú,77 y en El pez en el
agua cuenta que desde pequeño ha sido hincha del llamado equipo crema, al que vio por primera
vez en el terreno de juego un día de 1946 cuando tenía 10 años de edad.78 En febrero de 2011,
dicho club peruano le otorgó la condición de socio honorario vitalicio, en una ceremonia llevada a
cabo en el Estadio Monumental.7980
Premios y distinciones
Artículo principal: Premios y distinciones recibidos por Mario Vargas Llosa
Otros destacados galardones en su haber son el Premio Nacional de Novela del Perú (1967, por La
casa verde), el Príncipe de Asturias (España) (1986) y el de la Paz de los Libreros de Alemania,
otorgado en la Feria del Libro de Fráncfort (1997). En 1993 ganó el Planeta por Lituma en los
Andes y, anteriormente, había obtenido el Biblioteca Breve 1963 por La ciudad y los perros, que
marcó el inicio de su exitosa carrera literaria internacional.
Ha sido condecorado por el gobierno francés con la Legión de Honor en 1985, y en 2001 recibió de
su gobierno la condecoración Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz con Diamantes, la
más alta distinción que otorga ese país.
En 2004 obtuvo el Premio Konex MERCOSUR a las Letras, otorgado por la Fundación Konex
(Argentina), como el escritor más influyente de la región.
En 2008 la Biblioteca Nacional del Perú decidió reconvertir su auditorio en teatro-auditorio y darle
el nombre de Teatro Auditorio Mario Vargas Llosa en homenaje al escritor, contando son su
presencia en el acto inaugural.85
Participación política
Durante el régimen militar de Juan Velasco Alvarado aplaudió las Mario Vargas Llosa en el
reformas revolucionarias como la entrega de la tierra a los acto fundacional de Unión
campesinos, la participación de los trabajadores en la gestión y Progreso y Democracia.
propiedad de las empresas, el rescate de las riquezas naturales y
la política nacional independiente.103 En varias oportunidades
calificó al régimen de audaz e imaginativo en las reformas
económicas y sociales; pero mostró su desacuerdo con el
gobierno tras el cierre de diversos medios de comunicación,
diciendo que este padecía de síntomas de autoritarismo. A partir
de 1976 manifestó su distancia con el gobierno militar, criticando
las acciones en contra de la libertad de expresión.104
En 1983 fue nombrado por el entonces presidente del Perú, Fernando Belaúnde Terry, al frente de
la Comisión Investigadora del Caso Uchuraccay, cuya misión era aclarar el asesinato de ocho
periodistas que habían viajado a la aldea para dilucidar anteriores masacres en Huaychao, en las
que sospechaban que podían estar involucrados elementos de las Fuerzas Armadas. Pese a que la
comisión presidida por Vargas Llosa exculpaba a los militares, más tarde se demostraría su
implicación en los asesinatos y algunos, como el general Clemente Noel Morán, fueron procesados
y condenados a varios años de cárcel.106
Los peruanismos
Para Marco Lovón Cueva (2012), «su influencia lingüística y social son dos aspectos que deben ser
considerados cuando estudiamos la obra vargasllosiana. Si existe un Palma lingüista, sociólogo y
antropólogo, por qué no un Vargas Llosa lingüista, sociólogo y antropólogo. Como un hombre de
innumerables premios y distinciones, Vargas Llosa nos ofrece un espacio donde aparece el acervo
lexical peruano en sus diferentes registros de lengua: coloquialismos, regionalismos y jergas. La
casa verde y Lituma en los Andes, obras con las que obtuvo los premios Rómulo Gallegos y
Planeta, son dos ejemplos del uso de los peruanismos» (pág. 15). «Las obras literarias de Vargas
Llosa nos ofrecen, preciadamente, ejemplos de uso de los castellanos del Perú. Del habla de Piura,
lugar en el que vivió y cursó el quinto grado en el Colegio Salesiano de esa ciudad, recoge ciertas
voces idiosincrásicas, como churre para calificar a un niño y piajeno para designar al burro. En La
casa verde, registra parte de la culinaria piurana, tales son los casos del seco de chabelo, plato
hecho a base de carne seca y plátano verde, y el clarito, una bebida dulce que se obtiene al
separar la porción superior y menos densa de la chicha: "Quiero platos piuranos. Un buen seco de
chabelo, un piqueo, y clarito a mares". El tiempo en el que permaneció en Piura le posibilitó
introducir, con precisión y naturalidad, una serie de piuranismos dentro de sus obras literarias»
(pág. 16).124
«Leer a Vargas Llosa es caminar acompañado de algunos peruanismos como cachimbo, calato y
pararle el macho, guste o no guste, sobre todo en sus primeras obras cumbres». Sus escritos
resultan ser una muestra de la riqueza léxica peruana. En Los cachorros, el autor usa la palabra
trome (< metro (= maestro=m[a]e[s]tro), por metátesis) para destacar la destreza que tiene uno
de sus personajes: "Qué trome, Cuéllar, le decía Lalo, ¡aprendan, bellacos!"; y en Pantaleón y las
visitadoras, emplea el término pintón (< pintar ‘importar, valer’ + suf. aum. -ón) para referirse a la
buena apariencia de otro de sus personajes: "Yo que creía que todos los chinos eran finitos, este
es Frankenstein. Aunque a Alicia le parece pintón"», señala Lovón.125
Obras
Novela
La ciudad y los perros (Seix Barral, 1963), Premio Biblioteca Breve 1962 y Premio de la
Crítica de Narrativa Castellana 1964
La casa verde (Seix Barral, 1966), Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 1967,
Premio de la Crítica de Narrativa Castellana 1967 y Premio Nacional de Cultura (Perú) 1967
Conversación en La Catedral (Seix Barral, 1969)
Pantaleón y las visitadoras (Seix Barral, 1973)
La tía Julia y el escribidor (Seix Barral, 1977)
La guerra del fin del mundo (Seix Barral, 1981)
Historia de Mayta (Seix Barral, 1984)
¿Quién mató a Palomino Molero? (Seix Barral, 1986)
El hablador (Seix Barral, 1987)
Elogio de la madrastra (Tusquets, 1988)
Lituma en los Andes (Planeta, 1993), Premio Planeta 1993
Los cuadernos de don Rigoberto (Alfaguara, 1997)
La fiesta del Chivo (Alfaguara, 2000)
El Paraíso en la otra esquina (Alfaguara, 2003)
Travesuras de la niña mala (Alfaguara, 2006)
El sueño del celta (Alfaguara, 2010)
El héroe discreto (Alfaguara, 2013)
Cinco esquinas (Alfaguara, 2016)
Tiempos recios (Alfaguara, 2019)
Cuento
Los jefes (1959); incluye seis relatos:
"Los jefes", "El desafío", "El hermano menor", "Día domingo", "Un visitante" y "El abuelo".
Los cachorros (1967)
«El hombre de negro»126 (2019), en Letras Libres n.º 248.
«Los vientos»127 (2021), en Letras Libres n.º 274.
Cuento infantil
Fonchito y la luna (2010)
El barco de los niños (2014)
Memoria
El pez en el agua (Editorial Seix Barral, 1993)
Ensayo
Bases para una interpretación de Rubén Darío, tesis universitaria (1958; publicada como
libro en 2001)
García Márquez: historia de un deicidio (1971)
Historia secreta de una novela (Tusquets, 1971)
La orgía perpetua. Flaubert y Madame Bovary (1975)
La verdad de las mentiras. Ensayos sobre la novela moderna (1990)
Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991)
La utopía arcaica. José María Arguedas y las ficciones del indigenismo (1996)
Cartas a un joven novelista (1997)
La tentación de lo imposible (2004)
El viaje a la ficción (2008)
La civilización del espectáculo (2012)
La llamada de la tribu (2018)
Medio siglo con Borges (2020), versión en español de Un demi-siècle avec Borges (2004).
La realidad de un escritor (2020), versión en español de A Writer's Reality (1991).
Obra periodística
Entre Sartre y Camus (1981)
Contra viento y marea (1962-1982) (1983), ampliación de Entre Sartre y Camus.
Contra viento y marea. Volumen I (1962-1972) (1986), primera parte de la ampliación del
volumen de 1983.
Contra viento y marea. Volumen II (1972-1983) (1986), segunda parte de la ampliación del
volumen de 1983.
Contra viento y marea. Volumen III (1964-1988) (1990)
Desafíos a la libertad (1994)
El lenguaje de la pasión (2000)
Diario de Irak (2003)
Israel/Palestina. Paz o guerra santa (2006)
Sables y utopías. Visiones de América Latina (2009)
Piedra de Toque. Volumen I (1962-1983) (2012)128
Piedra de Toque. Volumen II (1984-1999) (2012)
Piedra de Toque. Volumen III (2000-2012) (2012)
Teatro
La huida del Inca (1952; pieza no publicada)
La señorita de Tacna (1981)
Kathie y el hipopótamo (1983)
La Chunga (1986)
El loco de los balcones (1993)
Ojos bonitos, cuadros feos (1996)
Odiseo y Penélope (2007)
Al pie del Támesis (2008)
Las mil noches y una noche (2009)
Los cuentos de la peste (2015)