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Yeso

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Temas

Cuidados de enfermería

Colocación y extracción de Yeso

Tipos de Fracturas.

INTERVENCION DE ENFERMERIA

Valoración de enfermería

Historia del paciente

De gran importancia para identificar diagnósticos. Deben incluirse datos

demográficos como:

• El sexo y la edad • Ocupación laboral

• Enfermedades y accidentes • Antecedentes culturales

previos.
• Hábitos deportivos

• Hábitos alimenticios
• Problemas de salud actuales

Inspección general

Puede ser erguida, encorvada, haber una ligera elevación de un hombro sobre

otro, etc.

• Al valorar la marcha, el paciente debe balancear los brazos por los lados del

cuerpo y con estabilidad.

• Identificar si realiza con normalidad las actividades habituales como peinarse,

vestirse, lavarse o tiene algún impedimento.


• Evaluar la masa muscular, la cual debe ser simétrica a ambos lados del

cuerpo al igual que el tamaño, la forma y la fuerza; así como la alineación de

columna ( en busca de cifosis o escoliosis).

• Inspeccionar de la piel y tejidos subcutáneos que rodean músculos

articulaciones, cartílagos y del tamaño de las extremidades en busca de

deformidades, crecimientos óseos, alineación, contornos y simetría de

longitud y posición.

• Presencia de hipertrofias o atrofias, fasciculaciones y espasmos musculares.

Palpación

• Se deben abarcar los huesos, articulaciones y los músculos que lo rodean.

En búsqueda de la presencia de zona calientes, dolorosas, tumefactas, o

la presencia de crepitación, ejerciendo presión sobre huesos y

articulaciones.

• Valorar el tono muscular.

Rango de movimientos

• Instruir al paciente para que mueva en toda su amplitud cada articulación y

grupo muscular.

• Anotar si hay dolor o limitación de movimiento.

• Instruya al paciente para que se relaje y le permita llevar a cabo

movilizaciones pasivas para detectar el tope de rango de movimientos.

• Comparar los rangos de movimientos con las articulaciones contralaterales.

Fuerza muscular
• Evaluar cada grupo muscular.

Sostener la articulación y pedirle al paciente que haga movimientos contra la

resistencia.

• La fuerza debiera ser igual en ambos lados

Columna cervical

• Inspeccionar el cuello del paciente, desde la posición anterior y posterior,

valorando la alineación y simetría de pliegues.

• Palpar las apófisis espinosas y el tono de músculos paravertebrales.

• Evaluar rango de movimientos del cuello: Flexión 45 °, hiperextensión 45 °,

flexión lateral 40°, rotación 70°

• Valorar fuerza de músculos esternocleidomastoideo y trapecio pidiéndole al

paciente que levante los hombros en contra de la resistencia.

Columna dorsal y lumbar

Notar las curvaturas dorsal convexa y lumbar cóncava.

La apófisis espinosa debe estar en la línea media.

Pedir que realice los movimientos: flexión (tratando de tocar el piso con el dedo

medio y medir distancia hasta el piso), hiperextensión, flexión lateral y rotación.

Hombros

• Inspeccionar el contorno de los hombros, cintura escapular, clavículas y

escápulas y músculos y evaluar la capacidad para realizar movimientos

como: elevación de hombros, flexión, hiperextensión, abducción, rotación


interna y externa; así como la fuerza muscular al elevar estos contra la

resistencia.

• Palpar: articulación esternoclavicular y acromioclavicular, escápulas,

apófisis coracoides, trocánter mayor del húmero, surco de bíceps y músculos

y realizar una comparación simétrica.

Codos

• Inspeccione el contorno de codos, en flexión y extensión en busca de la

presencia de nódulos.

• Evaluar rangos de movimiento: flexión, extensión, supinación, pronación.

Realizar resistencia contra flexión y extensión, recuerda que todo debe ser

de forma simétrica.

Manos y muñecas

• Inspeccionar la cara dorsal y palmar de las manos, observando el contorno,

posición, forma, número e integridad de los dedos.

• Observar desviación cubital, deformidades.

• Examinar el rango de movimientos, pedirle al paciente que doble los dedos

hacia adelante, sobre la articulación metacarpofalángica; tocar con el pulgar

la punta de cada uno de los dedos; separar los dedos y ponerlos juntos;

doblar la mano, por la muñeca, arriba y abajo; movimientos radial y cubital.

Cadera

• Inspeccionar la asimetría en la altura de las crestas ilíacas, tamaño de nalgas

o número y situación de pliegues glúteos.


• Evaluar los movimientos: extensión, flexión, abducción, aducción, rotación

externa e interna y valore la fuerza de los músculos de cadera.

Rodillas

• Inspeccione las rodillas y huecos poplíteos en posición de flexión y extensión,

fijándose en: tuberosidad tibial, cóndilos tibiales, epicóndilos de fémur, rótula

y la alineación de las piernas.

• Examine rango de movimiento: flexión y extensión. Valore la fuerza muscular.

Pies y tobillos

• Inspeccione los pies y tobillos soportando peso. Si hay pie varo y valgus. Los

puntos de referencia que deben tomarse son el maléolo interno y externo, así

como el tendón de Aquiles.

¿Qué es una fractura ósea?

Una fractura es una solución de continuidad de la sustancia ósea. Dicho con

otras palabras: es un cambio en la forma normal del hueso como consecuencia

de la aplicación sobre el mismo de una fuerza superior a la que éste puede

resistir. Dentro de la categoría de fracturas incluimos tanto las fracturas alta

conminución como las pequeñas fisuras apenas perceptibles.

¿Qué causa una rotura en un hueso?

Las causas para que un hueso se rompa pueden ser muy variadas. Los

traumatólogos se suelen referir a este hecho como mecanismo de producción de

la fractura y, aunque pueden ser innumerables, normalmente se pueden

encuadrar dentro de una de estas cuatro categorías:


• Traumatismo directo: La causa de la rotura es un impacto que incide

directamente sobre el punto fracturado. Ejemplo: un martillazo en un dedo.

• Traumatismo indirecto: La fractura se produce a una cierta distancia de la

fuerza que la origina. Ejemplo: al caer, el individuo apoya la mano, pero se

fractura el hombro.

• Fractura patológica: Se producen por un debilitamiento del hueso debido a

alguna patología, por lo que el hueso se rompe incluso frente a fuerzas leves.

Ejemplo: paciente con cáncer óseo que ve como su estructura esquelética se

debilita.

• Fractura por fatiga o estrés: Se originan por fuerzas que actúan sobre el

hueso con mucha frecuencia, pese a que puedan ser de baja intensidad

relativa. Ejemplo: fractura en un dedo del pie cuando un corredor entrena

para una maratón.

Tipos de fractura en función de la violencia de la fuerza que las

genera

• Fracturas de alta energía: Se producen ante la aplicación de una fuerza

intensa y, generalmente, momentánea. Suelen provocar una gran

fragmentación en el hueso y pueden tener afectación grave en las partes

blandas que lo recubren. Ejemplo: accidente de tráfico.

• Fracturas de baja energía: Se producen ante caídas casuales o gestos

inadecuados o repetitivos. Normalmente acontecen en personas de edad

avanzada o mala calidad ósea. Ejemplo: fractura de cadera por osteoporosis.


Tipos de fractura en función del daño a las partes blandas

• Fracturas cerradas: No existe comunicación entre el hueso y el exterior del

cuerpo.

• Fracturas abiertas: Hay comunicación entre el hueso y el exterior; es decir,

existe una perforación de la piel y las partes blandas que llega hasta el hueso.

Su severidad es variable en función del grado de daño y el riesgo de infección

es mucho mayor que en las fracturas cerradas.

Trazo de una fractura

• El trazo de una fractura es el patrón físico que sigue la rotura. Puede haber

infinidad de trazos de fractura, pero los más habituales son:

• Fractura transversa: El trazo es perpendicular al eje mayor del hueso.

• Fractura oblicua: El trazo tiene cierta inclinación sobre el eje mayor del

hueso.
• Fractura en ala de mariposa: Es un trazo típico cuando se producen fuerzas

de doblado sobre el hueso. Presentan un fragmento intermedio con forma de

cuña.

• Fractura espiroidea: Suelen ser consecuencia de fuerzas torsionales y el

trazo va en espiral alrededor del hueso.

• Fractura segmentaria: Son aquellas en las que un segmento óseo se queda

completamente aislado de los extremos. El mayor riesgo que presentan es la

pérdida de la irrigación sanguínea.

• Fractura conminuta: Cuando la fractura presenta múltiples fragmentos.

• Fractura parcelar: Se trata de roturas de partes no esenciales o

estructurales del hueso. Un ejemplo son las avulsiones, que se producen

cuando una fuerza muscular importante arranca la parte del hueso en que se

ancla el músculo.

• Incurvación: No son habituales y se producen en niños. No se trata de una

rotura completa, sino de una deformación plástica del hueso.

• Fractura impactada: Ante una fuerza compresiva (y, sobre todo en zonas de

hueso esponjoso), los fragmentos quedan comprimidos entre ellos.

• Fractura en tallo verde: Propias de los niños, es una fractura incompleta del

hueso, con una forma que recuerda a la de una rama verde a medio romper.

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