El documento describe dos modelos de diseño curricular: el modelo deliberativo-práctico y el modelo técnico. El modelo deliberativo-práctico concibe el diseño curricular como un proceso cíclico y evolutivo que busca el consenso entre los participantes, mientras que el modelo técnico lo ve como una tarea estrictamente técnica para alcanzar objetivos predefinidos. También analiza algunas innovaciones curriculares implementadas en las décadas de 1960-1990 en países anglosajones como proyectos basados en disciplinas, enfo
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
244 vistas6 páginas
El documento describe dos modelos de diseño curricular: el modelo deliberativo-práctico y el modelo técnico. El modelo deliberativo-práctico concibe el diseño curricular como un proceso cíclico y evolutivo que busca el consenso entre los participantes, mientras que el modelo técnico lo ve como una tarea estrictamente técnica para alcanzar objetivos predefinidos. También analiza algunas innovaciones curriculares implementadas en las décadas de 1960-1990 en países anglosajones como proyectos basados en disciplinas, enfo
El documento describe dos modelos de diseño curricular: el modelo deliberativo-práctico y el modelo técnico. El modelo deliberativo-práctico concibe el diseño curricular como un proceso cíclico y evolutivo que busca el consenso entre los participantes, mientras que el modelo técnico lo ve como una tarea estrictamente técnica para alcanzar objetivos predefinidos. También analiza algunas innovaciones curriculares implementadas en las décadas de 1960-1990 en países anglosajones como proyectos basados en disciplinas, enfo
El documento describe dos modelos de diseño curricular: el modelo deliberativo-práctico y el modelo técnico. El modelo deliberativo-práctico concibe el diseño curricular como un proceso cíclico y evolutivo que busca el consenso entre los participantes, mientras que el modelo técnico lo ve como una tarea estrictamente técnica para alcanzar objetivos predefinidos. También analiza algunas innovaciones curriculares implementadas en las décadas de 1960-1990 en países anglosajones como proyectos basados en disciplinas, enfo
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6
5.
Modelos de corte deliberativo y práctico: descripción y
balance. El diseño curricular comienza a cobrar interés en tanto que tarea profesional cuando, sobre todo en los países anglosajones caracterizados por su gran descentralización administrativa y por una relativa autonomía de sus escuelas, se piensa y se asume que la tarea del diseño curricular compete más bien a los expertos en las distintas disciplinas y áreas de conocimiento, a los expertos en diseño curricular propiamente dicho, y por supuesto, a los profesores y profesoras que lo adaptan, concretan y aplican en sus aulas. La planificación del currículum aparece como una empresa en la que el diseñador, de manera objetiva y a ser posible científica, propone los medios necesarios para producir los resultados de aprendizaje deseados. No hay lugar para sesgos personales o cuestiones de valor en la selección de dichos medios; eficacia y eficiencia en la consecución de los objetivos son la clave. En resumen, desde dichos Enfoques, la tarea de diseñar un currículum sería estrictamente técnica ( decisiones que se toman objetivamente a través de la utilización de determinados procedimientos de validez y aplicabilidad universal fundamentados a su vez en el conocimiento experto), lineal ( se establecen los fines antes de, y también con objeto de, decir sobre medios, siguiendo una secuencia preestablecida ) y teoría orientada en exclusiva a la producción ( su propósito último en conseguir aprendizajes estandarizados en los estudiantes). La visión práctico – deliberativa del diseño curricular esta, de manera inmediata, inspirada en el pragmatismo filosófico y pedagógico de Dewey, y, en su desarrollo ulterior, debe mucho a la epistemología genética de Piaget, a la psicología cognitiva aplicada a la educación en general, y a la teoría del desarrollo moral de Kohlberg. El diseño curricular aparece como un espacio de liberación en el que se trata de alcanzar entre todos los participantes un consenso acerca del mejor argumento disponible para fundamentar una decisión o conjunto de decisiones. Así, el diseño se convierte en un proceso cíclico, evolutivo y situacional, pues se trata de ir construyendo y reconstruyendo , a través de planes cada vez más complejos y completos, el currículum es un centro educativo determinado. Fusión del diseño curricular con la investigación en la (acción) práctica, el cambio y mejora de la escuela, y la formación y desarrollo de los profesores Para Stenhouse (1984), el proceso de diseño y desarrollo curricular debe concebirse como un proceso de investigación educativa; esto implica que la revisión o evaluación de dicho proceso no solamente incluye la corporación de que se han conseguido ciertos resultados visibles de aprendizaje de los alumnos; es investigación, fundamentalmente, porque de lo que se trata es de construir y disponer de conocimiento práctico sobre el propio proceso de diseño y desarrollo del currículum, sobre su articulación y sobre su puesta en práctica. Al tiempo, de conectar el diseño del currículum con la indagación, al hacer de la planificación una forma o una modalidad de investigación, inmediatamente aparece otra conexión adicional, en este caso entre el mismo diseño curricular y la formación permanente y el desarrollo profesional del profesorado; en efecto, el proceso de diseño o planificación curricular también puede interpretarse como un proceso de formación en la práctica, de desarrollo profesional del Profesorado que en el participa. Oja y Smulyan (1992: 59), en su revisión de los temas nucleares de este campo, señalan que los grupos de I &A normalmente evolucionan desde momentos iniciales muy centrados en la regulación de lo interpersonal (normas, límites, condiciones de trabajo, compartir lenguaje, negociar estructura del grupo...) a momentos avanzados más centrados en la tarea, en la indagación sobre los temas por los que se ha optado (delimitación del problema, instrumentos de recogida de datos, análisis e interpretación de los datos a la luz de distintos modelos explicativos...). Siguiendo la diferenciación entre la dimensión interpersonal del grupo y la orientada a la tarea, distinguen entre roles orientados al mantenimiento del grupo y roles orientados a tareas. Los primeros tendrían que ver con: mantener las relaciones personales positivas y agradables, arbitrar disputas, ofrecer aliento, dar a las minorías una oportunidad de ser escuchadas, estimular la autonomía del grupo y al mismo tiempo incrementar la interdependencia entre sus miembros. Los segundos, entre otros, serían los siguientes: iniciar la acción grupal, formar a los miembros del grupo, mantener la atención del grupo sobre los objetivos propuestos, clarificar los temas de trabajo, evaluar el trabajo desarrollado, proteger al grupo de interferencias externas Por otra parte, ya en los años ochenta, esta fusión de planificación, investigación, innovación y formación, fue alumbrando toda una serie de iniciativas, estrategias y alternativas globales de trabajo en los centros escolares que han tenido una gran influencia en los sistemas escolares de todo el mundo. Nos referimos, por ejemplo, a la revisión basada en la escuela (RBE), al desarrollo curricular basado en la escuela (DCBE) Los modelos práctico-deliberativos: “productos prácticos” en la historia reciente del currículum escolar las principales direcciones de innovación curricular que realmente se pusieron en marcha durante los años en que dichos modelos fueron propuestos. Entre otras cosas, esto nos servirá en buena medida para destacar las inevitables contradicciones que siempre se producen entre las declaraciones de intención y las realidades ulteriores, la tensión entre innovación y tradición. Los países en que se promovieron fueron predominantemente los anglosajones fueron: Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido. 5. 2. 1. La revisión del currículum basado en las disciplinas (los “grandes proyectos” y la integración de los currículos de ciencias) Hacia finales de los años sesenta, justamente en el momento en el que Schwab publicaba el famoso artículo al que tanto hemos hecho referencia, se produce en Estados Unidos un importante movimiento de reforma curricular que pretendía elevar drásticamente el nivel académico de los estudiantes en las materias científicas más clásicas, esto es, en matemáticas, física, química y biología. se trataba de enseñar a los alumnos cómo se construye el conocimiento científico a partir de los datos brutos obtenidos en la investigación, en contraste con la noción cerrada e incontestable de la ciencia que estaba implícita en el currículum anterior. Interesaba que el estudiante fuera más allá del estado de la cuestión en cada disciplina, penetrando en la estructura conceptual de la misma, en sus modelos explicativos vigentes y en las metodologías de investigación que se estaban utilizando, y asumiendo la actitud abierta y crítica de indagación que caracteriza al investigador científico (Schwab, 1974). Además, partiendo del convencimiento de que las fronteras entre las disciplinas son artificiales y deben ser superadas, la integración alcanzaba a las ciencias sociales y a las humanidades, además de a los campos aplicados de las ciencias, como la agricultura o la preservación del medio ambiente (Blum, 1980). En definitiva, el modelo de diseño y desarrollo curricular subyacente a la gran mayoría de dichos proyectos seguían siendo, con pequeñas variantes, el técnico. Puede resumirse en los términos que siguen: - Constitución de un grupo de expertos formado por especialistas en contenidos disciplinares y especialistas en procesos de enseñanza- aprendizaje. - Revisión de la práctica escolar en cuanto a la enseñanza de dicha materia o área. - Definición de cambios deseables tanto en el contenido como en la metodología de enseñanza de la materia. - Diseño de un “currículum piloto” centrado especialmente en la elaboración de materiales y guías para la enseñanza y el aprendizaje. - Experimentación, evaluación y revisión del diseño. - Producción final, publicación masiva y diseminación de los nuevos materiales y guías curriculares. La orientación cognitiva a la llamada en términos generales orientación cognitiva -en nuestro país más conocida como constructivista- como una dirección innovadora en el currículum escolar del mismo rango que la que acabamos de ver (Miller y Seller, 1985). A medida que aumentaba 45 el conocimiento psicológico sobre cómo los individuos procesan la información, resuelven problemas y toman decisiones, se disponía también de una visión cada vez más clara de cómo aprenden los niños y se creía estar, por tanto, en condiciones de diseñar mejores planes, procesos y procedimientos instructivos. El desarrollo de actitudes democráticas, la educación cívica y el currículum escolar de manera que alcanza su máximo punto de desarrollo ya en los años ochenta y noventa. Partiendo de la influencia de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg, ya citado más arriba, y con la tradición de los movimientos por la “life-adjustrnent education” (literalmente, educación para el ajuste a la vida) y por la relevancia social de la educación de los años cincuenta en Estados Unidos, esta tercera dirección sería, en el ámbito del currículum del área de ciencias sociales, paralela y equivalente a la mencionada más arriba en el ámbito de las ciencias naturales. Al mismo tiempo, contrasta y añade a la orientación cognitiva o constructivista, excesivamente centrada en el aprendizaje como proceso individual, una dimensión social, cívica y ética del aprendizaje en el contexto escolar. En este caso, el énfasis está en la enseñanza y la adquisición por parte del alumnado de habilidades sociales de comunicación, de resolución de conflictos y de toma autónoma de decisiones que faciliten su participación activa y responsable en el proceso democrático de la sociedad donde vive los programas en cuestión no llegan a presentarse como una alternativa curricular global sino más bien como una mejora adicional de lo ya existente; existen versiones tanto para el conjunto del alumnado como específicamente para alumnos considerados con problemas de aprendizaje. 5. 3. Balance de los modelos práctico-deliberativos: usos y abusos; luces y sombras Los modelos deliberativos acercan el diseño curricular y sus procesos al profesorado de los centros. La conexión entre diseño (planificación, toma de decisiones), investigación en la práctica o en la acción, y autoformación y desarrollo profesional del profesorado, es también capital. Desde entonces, ya no se puede concebir la tarea del diseño curricular en los centros como una cuestión independiente de la formación y desarrollo profesional de sus profesores.