Nulidad y Anulabilidad
Nulidad y Anulabilidad
Nulidad y Anulabilidad
La noción de invalidez debe ser diferencia de la ineficacia, lo que hace que un acto
administrativo, aunque sea válido, no produzca efectos, como ocurriría en el caso de que no
fuese notificado al destinatario. De esta manera es posible distinguir entre dos categorías
principales en las nulidades:
Nulidad absoluta
Se establece que un acto es nulo con nulidad absoluta en los casos en los que la ineficacia es
intrínseca, teniendo como consecuencia:
El acta es inválido por él mismo, sin que llegue a ser necesario que intervenga un juez.
La nulidad es susceptible de tenerse en cuenta, tanto en contra como a favor, de
cualquiera. Toda persona puede instar a ella sin que tenga que existir una petición por
parte del juez.
No puede sanarse por confirmación.
Su trascendencia supone la nulidad de los actos posteriores que tengan causa del acto
nulo.
Anulabilidad
La anulabilidad, por su parte, tiene otros efectos con mucha mayor limitación. Solo aquellas
personas que se han visto afectadas por un acto anulable pueden solicitar la declaración de
nulabilidad dentro de un plazo. El vicio es convalidable por quién ha cometido el acto, antes
de que pase el plazo o sea prestado el consentimiento, tratando de subsanar la infracción que
haya podido cometer.
Además de estas dos categorías fundamentales, habitualmente existe una tercera, que es
la inexistencia del acto.
En este sentido, pasaremos a comentar cada una de las causales de nulidad del acto
administrativo.
1. Son nulos los actos administrativos que hubiesen sido dictados por autoridad
administrativa sin competencia por razón de la materia o del territorio. Como se verifica,
esta causal de nulidad esta relacionada con el elemento esencial de competencia previsto en el
artículo 28 de la Ley 2341. Como se verifica, la norma limita el supuesto de competencia por
razón de materia y territorio, no haciendo referencia a la competencia por razón de grado,
función o turno, la cuales si bien podríamos considerarlas incluidas en la materia, no resulta
técnico su inclusión de esta manera. La norma debió de indicar genéricamente que son nulos
de pleno derecho los actos administrativos que carezcan del requisito de competencia.
2. Son nulos los actos que carezcan de objeto o el mismo sea ilícito o imposible. Carecer
de objeto significa que no se emite un pronunciamiento estimando o desestimando el pedido,
por ejemplo, cuando a través de un oficio se indica de manera genérica que el pedido no es
posible de resolverse por ser extemporáneo. Ahora, cuando se indica que el objeto debe ser
lícito, debe entender que el mismo no debe contrariar el ordenamiento jurídico boliviano, por lo
que no debe ser inconstitucional, ilegal o contravenir un reglamento. Por último, se indica que el
objeto no debe ser imposible, debe tomarse en cuenta que esta imposibilidad puede ser
material o jurídica.
3. Son nulos los actos administrativos que hubiesen sido dictados prescindiendo total y
absolutamente del procedimiento legalmente establecido. De esta norma, se verifica que si
el procedimiento es parcial y relativo no acarrea la nulidad del acto administrativo, pero si sería
su anulabilidad, de acreditarse que se afectó el debido procedimiento. Esta situación se
presentaría cuando se impone una sanción penal a un Ciudadano que presta servicios al
Estado, frente a esto la autoridad administrativa sin seguir el procedimiento regular previsto en
la ley emite en el día la resolución de cese o destitución del servidor.
4. Son nulos los actos administrativos contrarios a la Constitución Política del Estado.
Esto se hará evidente cuanto el acto administrativo en su conjunto viola un derecho
fundamental de un ciudadano, por ejemplo, cuando se contraviene el derecho a la libertad de
trabajo a través de un acto administrativo que despide a un servidor público en mérito a un
fraude a la ley laboral.
5. Los casos establecidos expresamente en la ley. Como se verifica para crear una causal
de nulidad de un acto administrativo se requieren dos requisitos: la existencia de una ley (un
reglamento no puede prever estas causales) y la declaración expresa (se puede emitir una ley
que tácitamente establecería una causal de nulidad, sin embargo, para acceder a esta causal
debe de indicarse de manera expresa la causal de nulidad. Esta causal resulta conveniente
para efecto de respetar el principio de legalidad.
Bibliografia
- https://clinica-juridica.com/nulidad-y-anulabilidad-de-actos-administrativos/
- https://www.corporacionhiramservicioslegales.org/2012/09/ley-2341-la-nulidad-del-
acto.html