Sentencia 3
Sentencia 3
Sentencia 3
causal hecha valer, por faltar uno de los requisitos copulativos exigidos por
el legislador, el cual es cesar en el pago de una obligación.
Refiere además que la obligación que se invoca como causal de
quiebra no tiene el carácter de mercantil, y en consecuencia, tampoco
cumple con los requisitos exigidos por el legislador, toda vez que la
transacción, es por naturaleza un contrato de carácter civil, y que las
obligaciones de ella emanadas no pueden devenir en comerciales ni aun por
la aplicación de la teoría de lo accesorio, por lo que resulta absolutamente
improcedente la petición de quiebra solicitada en autos, al no cumplirse un
requisito esencial exigido por la normativa concursal, esto es que la
obligación tenga el carácter de mercantil.
Indica que a pesar de lo expuesto, los sentenciadores infringen la
disposición legal en análisis, toda vez que es jurídicamente improcedente
que se utilice un procedimiento concursal para intentar cobrar una deuda, y
asimismo, tampoco concurren los presupuestos para declararla.
SEGUNDO: Que, para los efectos de una debida inteligencia de las
cuestiones planteadas en el recurso, es menester reseñar algunos de los
antecedentes de mayor relevancia que surgen del proceso en el cual se
pronunció la sentencia que se impugna:
a) Con fecha 09 de septiembre de 2010 Kreditanstalt für Wiederaufbau,
entidad bancaria estatal de derecho público, de propiedad mancomunada de
la República Federal Alemana y de sus estados regionales, representada por
Luis Carlos Valdés Correa, solicitó se declarara la quiebra de Inversiones
Errázuriz Ltda., argumentando para ello que su representada, en diciembre
de 2005, se vio forzada a iniciar un juicio arbitral en París, al amparo del
Reglamento de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, ante la
Corte Internacional de Arbitraje, por el incumplimiento de contratos de
préstamos por parte de la fallida, los cuales estaban sujetos a una cláusula
arbitral. Dicho arbitraje concluyó por sentencia de 1 de octubre de 2007, la
que condeno a Inversiones Errázuriz a pagar, con costas, la suma de
US$59.729.365,88 más intereses. El tribunal arbitral consideró que no era la
intención de las partes que el contrato de transacción incluyera la resolución
final de todos los asuntos relacionados con los préstamos a la demandada, y
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que por tanto no era un sustituto del cumplimiento efectivo del Contrato de
Préstamo ni del Contrato Base, precisando que sólo había abordado una
obligación derivada de un pagaré, respecto del pago que indicó, pero no
había extinguido la obligación de cumplir con los términos del Contrato de
Préstamo y del Contrato Base. En el mes de septiembre de 2008, se inició
en Chile juicio de exequátor para el reconocimiento del referido laudo, el
que culminó con sentencia de la Excma. Corte Suprema, la que ordenó que
el referido fallo fuese cumplido y ejecutado en Chile, lo que a la fecha no ha
ocurrido.
Por consiguiente la demandada es una sociedad que ejerce una
actividad comercial, que ha dejado de pagar una obligación mercantil a la
solicitante, la cual consta en un título ejecutivo no prescrito, concurriendo
en la especie la causal de quiebra contemplada en el N° 1 del artículo 43 de
la Ley 18.175.
b) En el traslado conferido al deudor, conforme a lo dispuesto en el
artículo 45 de la Ley de Quiebras, ésta, sostuvo que en la especie no se
configura la causal de quiebra, ya que durante el año 2002 las partes
celebraron un contrato de transacción, el que tuvo por objeto poner término
a los litigios vigentes a esa fecha entre las partes, y fundamentalmente
reprogramar los pasivos de las sociedades Supermercados Unimarc S.A e
Inversiones Errázuriz Ltda. hoy Inversiones de Desarrollo Inmobiliario
S.A., extinguiéndose en consecuencia las obligaciones anteriores,
otorgándose el más amplio y completo finiquito, renunciando a ejercer
cualquier tipo de acciones, de lo que es necesario concluir que la única
obligación válidamente contraída y vigente entre las partes de la presente
litis, corresponde al contrato de transacción ya mencionado, el que se
pretende desconocer.
Continúa señalando, que, en el caso específico no se cumple, para los
efectos de la declaración de quiebra, que el solicitante sea acreedor, por lo
que carece de legitimación activa para actuar en estos autos, ya que de
existir algún acreedor, este sería una compañía de seguros denominada
Euler Hermes, quien no ha comparecido en estos autos. Indica, en subsidio,
que la sentencia que se invoca como título para configurar la causal de
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del exequátur, de modo que tiene la misma fuerza de una sentencia dictada
por los tribunales chilenos, constituyendo un título ejecutivo perfecto que
contiene una obligación de dar, facultando al acreedor para su cobro,
mediante todas las vías que la ley chilena le otorga. Precisa también que
para desestimar el pago alegado por la fallida, basta con considerar lo
razonado por la Juez de primer grado en la decisión de quiebra, en orden a
que el pago que se alega, fue considerado en el monto final que se ordenó
pagar, ya que habiéndose reconocido, éste se imputó por el demandante, en
parte al capital adeudado, y en parte a intereses. Finalmente razona en el
sentido que tampoco resulta efectivo que la obligación que funda la petición
de quiebra no tenga el carácter de mercantil, toda vez que la lectura de la
sentencia arbitral, permite concluir que no se trata de un cumplimiento por
equivalencia, como pretende el demandado, sino que lo que se ordena pagar
es lo adeudado por concepto de contratos de crédito incumplidos, de modo
que se trata del cumplimiento de las obligaciones contenidas en los
Contrato de Préstamo y Contrato Base, y que la transacción que invoca la
demandada o las obligaciones contenidas en ella, no forman parte de la
cuestión sometida al tribunal. Refiere, además, que se asentó que los
contratos cuyo cumplimiento se dispone por la sentencia arbitral, derivaron
o fueron otorgados para financiar una serie de operaciones de exportación,
compras de bienes de capital, equipos o servicios a exportadores Alemanes,
desprendiéndose de los hechos relatados en el laudo que los contrato de
mutuo fueron otorgados para los efectos de financiar actividades propias del
giro comercial de la deudora o sus filiales, de modo que se trata de actos de
comercio, y que la sentencia que sirve de título ejecutivo no tuvo por objeto
declarar la existencia de contratos de préstamo, sino aclarar dificultades
suscitadas en razón de ellos, en la especie, el monto adeudado constata el
incumplimiento de una obligación derivada de dichos préstamos y disponer
su pago.
TERCERO: Que en relación con lo que se viene reseñando, los jueces
del grado han tenido por establecidos en el proceso los hechos que siguen:
b.- Que la solicitante de la quiebra (KfW) inició ante esta Corte Suprema
el correspondiente juicio de exequátur para el reconocimiento del Laudo de
la Corte Internacional de Arbitraje, con sede en Paris, y este Máximo
Tribunal, luego de desestimar todas las defensas de “Inverraz”, ordenó que
él fuera cumplido y ejecutado en Chile;
c.- Que la transacción referida por “Inverraz” no fue objeto del juicio
arbitral, siendo solamente materia de él los préstamos pendientes con ésta
derivados del denominado Contrato Base para el otorgamiento de
Préstamos Individuales o Contrato Base y del contrato de préstamo suscrito
entre las partes, esto es, que lo perseguido en autos no dice relación alguna
con la transacción antes mencionada, sino con contratos de crédito
incumplidos no incluidos en ella;
Pues bien, no cabe duda alguna que las alegaciones de la parte recurrente
resultan abiertamente opuestas con esos hechos que determinaron los jueces
de la instancia, de manera que lo que pretende es que en definitiva se
concluya, alterando tales hechos, que ellos al decidir como lo hicieron
conculcaron el artículo 43 N° 1 del Libro IV del Código de Comercio, lo
que está vedado a esta Corte, salvo en el caso que en el establecimiento de
los mismos se hubieren infringido normas reguladoras de la prueba, análisis
que en la especie no puede realizarse, al no haberse indicado ninguna de
ellas como vulnerada. En efecto, al no hacerse esto último, este Tribunal de
Casación se encuentra impedido de revisar la actividad desarrollada por los
magistrados del mérito en relación a la prueba y variar, en consecuencia, los
supuestos fácticos fijados por ellos y sobre los cuales recayó la aplicación
del derecho sustantivo.
Rol 8379-2012.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres. Juan Araya E., Guillermo
Silva G., Juan Fuentes B., Carlos Cerda F. y Abogado Integrante Sr. Jorge Baraona G.
No firman el Ministro Sr. Cerda y el Abogado Integrante Sr. Baraona, no obstante haber concurrido
ambos a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por haber concluido su periodo de suplencia el primero y
estar ausente el segundo.
En Santiago, a trece de mayo de dos mil trece, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.