Arqueologia de La Sociologia Ambiental
Arqueologia de La Sociologia Ambiental
Arqueologia de La Sociologia Ambiental
Antonio Aledo
J. Andrés Domínguez
INTRODUCCIÓN
En primer lugar, analizaremos la separación epistemológica entre naturaleza y
Sociedad, a fin de hallar las raíces y razones ideológicas de la misma, así como
reflexionar sobre sus consecuencias en el desarrollo de una ciencia occidental
profundamente antropocéntrica y en sus efectos a nivel ecológico.
Modernidad e incertidumbre
La pregunta cuya respuesta es la clave de esta incertidumbre es “¿qué hacer?”, y
Beck plantea que la modernidad tardía responde inadecuadamente con lo que no hay
que hacer, lo cual inhabilita la posibilidad de acción constructiva anti-riesgo, y supone
el citado afianzamiento de la incertidumbre que, a su vez, promociona una toma de
decisiones arriesgadas, tanto a nivel individual como macro (por parte de actores
sociales colectivos y el Estado).
Las estrategias de búsqueda de seguridad se estrellan contra el muro de una dinámica
social aplastante que, ante el proceso de destradicionalización (inutilidad de las
herramientas de vida social pre modernas) oprime, con la obligación de la decisión
hasta en el más mínimo detalle, sin que esa posibilidad signifique libertad real, ya que:
a) parece demostrado que la propia inconsciencia psicológica de la persona limita ese
número indefinido de posibles opciones en cada decisión; b) de otro lado, la
rutinización de ciertos comportamientos aparece como una necesidad humana clave
para el desarrollo de nuestra vida cotidiana; pero, lo que es más importante, c) las
posibilidades de opción del día a día no vienen configuradas por nosotros, actores
sociales particulares, sino por otros actores sociales, cuyas decisiones nos afectan en
lo realmente importante: precisamente en las posibilidades de opción que aparecen a
nuestra capacidad de decisión como dadas (GIDDENS, 1997).
A modo de resumen, Sempere y Riechmann (2000: 319) señalan las principales
características de la socidad del riesgo:
1.- el carácter irreversible y “apocalíptico” de muchos daños posibles;
2.- su dependencia de las decisiones humanas (los peligros ecologicos no pueden
atribuirse a la fuerzas de la naturaleza), y
3.- el carácter opaco y oligárquico de los procesos de toma de decisiones que
distribuyen los riesgos.
2) Los actores sociales asumen los problemas ecológicos como dados, lo cual
supone un grave freno para su posible solución, ya que el punto de partida
de la reflexión es interno al propio sistema. Esto hace que la
“externalizabilidad” quede más como una fe que como una cuestión
susceptible de ser alcanzada con los esquemas de pensamiento que se
manejan.
1 Por ejemplo, aunque el gobierno de EE.UU. sabe que las emisiones de CO2 son un factor determinante
en el proceso de cambio climático, en la Cumbre de Tokio sobre el Cambio Climático, este gobierno se
negó a reducir los niveles de emisión dentro de su país. No podemos hablar, por tanto, de asunción de
riesgos sino de certezas.