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CONTACTOS
Boletín
del Instituto Pastoral
Apóstol Santiago
Director y
Representante Legal
Pbro. Cristián Precht B. EN ESTE NÚMERO
Edición Editorial 1
Área de Evangelización
y Catequesis El encuentro con Jesucristo
es un encuentro de vida 2
1
Editorial
1
El encuentro con Jesucristo
es un encuentro de vida 1
Seguirlo cambia la vida y de ahí se da paso a la imitación, que es una expresión de amor al
que fascina, se nutre de un ardiente deseo de compartir su esplendor de bondad, se siente
una renovación interior que lleva a permanecer fieles al ideal presentado por la persona que
llamó y que uno libremente sigue.
El discipulado es, entonces, una escuela de vida, no tanto de enunciados, ni de métodos para
aprender de memoria la doctrina del Reino de Dios. El discípulo ante todo debe estar con Él,
y estar con Él significa: compartir el destino de vida y de muerte de Jesús. Este encuentro a
nivel de vida, que abarca desde la presencia física, la compañía en el camino, el escuchar su
palabra, el compartir la oración del Maestro, el ver los milagros, el compartir momentos
difíciles y gozosos del ministerio de Jesús. Estar con Él significa experimentar la comunión de
mesa, donde se comparte la fe y los alimentos. Si los discípulos son llamados a estar con Él,
es que Jesús quiere ser conocido en la comunidad de vida con Él.
En el mundo rabínico del Antiguo Testamento aprender era un poner en práctica la Torah;
todo hombre piadoso se consideraba parte del pueblo escogido y obedecía no tanto a su
maestro sino a la voluntad de Yahvé. Estudiaba para conocer y aceptar la voluntad de Dios.
Moisés y los profetas no enseñaban una doctrina propia, sino que eran servidores de Dios que
pedía a su pueblo una vida digna de la alianza comprometida. Así también los catequistas de
todos los tiempos deberán ser unos fieles transmisores no de una doctrina propia sino de una
voluntad de Dios expresada en los textos sagrados y en la enseñanza del magisterio que los
interpreta para su mejor comprensión y vivencia.
Los rabinos, en tiempos de Jesús, hacían vida en común con sus discípulos. Jesús toma el
modelo de los maestros de su tiempo, pero lleva más lejos la comunión de vida con sus
discípulos, hasta el nivel de considerarlos a ellos, como sus hermanos o sus hermanas. La
convivencia con Jesús crea un clima de familia.
Seguir a Jesús es diverso a seguir a un rabí judío. A los que son discípulos de Jesús los llama
con autoridad (Mc 1,66 ss.; Mt 8,22); los educa en no conducirse según la tradición, sino en
disponerse para la inminente venida del Reino (Lc 9,59). El discípulo es iniciado no en el
1 A partir de este número comenzamos a publicar algunos acápites acerca del encuentro con Jesús en la
Catequesis, que hemos tomado del libro de Mons. José Luis Chávez, “El Encuentro con Jesucristo vivo en la
Catequesis”. CELAM-Tiberíades, 2001, pp. 13-19.
2
servicio material a favor del maestro, sino en ejercer la misma misión del Maestro (Mt 4,17;
Mc 3,14) con vistas al Reino.
El Encuentro vivo de los discípulos con la persona del Maestro, hizo que poco a poco sus vidas
fueran recibiendo los valores del Reino y se hicieran aptos para compartir la experiencia de la
nueva vida, que ya estaban compartiendo con Jesús.
Jesús mismo, no quiso predicar el Evangelio solo, sino que invitó a varios amigos a que
formaran una comunidad de hermanos, símbolo de la nueva familia y de la forma apostólica
de vivir que propone el Reino de Dios.
¿Qué le propone Jesús al discípulo? Cortar tajantemente con la vida pasada y comenzar una
vida nueva. Hay que seguirle no por ser maestro sino porque es el Señor. Jesús no propone un
programa de vida, no dicta un ideal moral, eso vendrá por sí solo; seguir a Jesús es unirse de
tal modo a Él que eso cambia la vida, incluso los aspectos más íntimos. No se es aprendiz de
un comportamiento moral, sino que se da una relación interpersonal, que constituye la fuerza
de una vida nueva. De hecho, los discípulos, después de la partida de Jesús, no se limitan a
transmitir sus enseñanzas; son los testigos de la revelación que han recibido en su persona (Lc
24,38; Hch 1,8). Así los catequistas no son sólo transmisores de enseñanzas, sino que son,
ante todo, testigos del amor de Jesús.
El encuentro con Jesús es tan profundo que comparten también con Él su oración a tal punto
que el orar como Jesucristo, es una característica definitiva del pertenecer a su nueva
familia. Los discípulos de Juan rezarán como su maestro, los discípulos de Jesús compartirán
la oración nueva del Reino junto con su maestro.
El Encuentro con Jesús, implica que Él les dedique mucho tiempo para formarlos y
explicarles, en privado, el misterio del Reino de los cielos. Les resolvía sus dudas, contestaba
sus preguntas, les enseñaba en el camino y les explicaba las Escrituras; los corregía cuando
era necesario, se ponía como ejemplo de norma de vivir: ustedes deben servir como yo, que
he venido a servir y a dar mi vida en rescate de muchos. Aprendan de mí que soy manso y
humilde de corazón. Si yo, el Señor y Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben
lavarse los pies unos a otros. Les he dado ejemplo, para que también ustedes hagan lo que yo
he hecho con ustedes. La mejor enseñanza de Jesús, fue su ejemplo. Su vida fue una
parábola viviente. El estar con Jesús no es el comienzo de una carrera comprometedora sino
el compartir el destino del Maestro, no hay ninguna seguridad, fuera de la de estar con Él.
La enseñanza de Jesús, estaba avalada por su vida. Tenía la autoridad de Dios y había
coherencia entre lo que decía y actuaba. Los valores del Reino que Él propuso tales como
fraternidad, solidaridad, perdón, pobreza, oración; fueron los caminos que Él mismo siguió,
corroborando así, la fuerza de su enseñanza. Los discípulos fueron los primeros destinatarios
de la palabra y de la acción de Jesús. Los catequistas de igual manera saben que su
conocimiento de Jesús nace de un encuentro con Él, hace que vayan identificándose con su
palabra y su voluntad. Y así su enseñanza y su trabajo es un ponerse al servicio de Cristo.
Pablo nos recuerda que el Evangelio no es sólo mensaje, sino fuerza de Dios que se despliega
bajo la acción del Espíritu y que exige compromiso personal del ministro de la palabra de
Dios.
3
En la Catequesis Familiar
Proclamamos la fe de la Iglesia
A lo largo de la Catequesis Familiar las familias van viviendo la fascinante
experiencia de encontrarse con Jesús. Al mismo tiempo que entran en amistad con Él,
van recibiendo el símbolo de la fe de la Iglesia, es decir aquello que nos distingue como
creyentes en la comunidad cristiana: El Credo.
Jesús nos invita a ser uno con Él. El misterio Pascual en nuestra vida:
Familias enviadas por Cristo
Así por ejemplo, los encuentros 10 y 11, llamados respectivamente “La Palabra se
hizo carne en María de Nazaret” y “El nacimiento de Jesús”, presentan a Jesús a quien
confesamos en el Credo como el Hijo único del Padre que “… fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo… Nació de Santa María Virgen”.
El encuentro 19, llamado “La Pasión y Muerte de Jesús”, nos invita a confesar
que Jesús “Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado…”. Lo propio hace el encuentro 21, donde, a la luz del relato bíblico de la
Resurrección confesamos que Jesús “Al tercer día resucitó de entre los muertos…”.
4
CREDO
Encuentros: Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Encuentros
10. La Palabra se hizo carne en creador del cielo y de la tierra. 7. Dios nos creó para la
María de Nazaret. comunión.
12. Jesús, enviado del Padre, 9. Dios nos invita a una
vive en el Espíritu. Alianza de amor.
14. Los signos de la vida nueva.
Creo en Jesucristo,
su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo.
Encuentros:
10. La Palabra se hizo carne
en María de Nazaret.
Encuentros: Nació de Santa María Virgen; 11: El nacimiento de Jesús.
19. La Pasión y Muerte
de Jesús.
22. Hagan esto en
memoria mía.
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, Encuentros:
21. La Resurrección de Jesús.
31. Comunidad que da
al tercer día resucitó de entre los muertos, testimonio de la fe
recibida.
subió a los cielos
Encuentros: y está sentado a la derecha de Dios,
33. Comunidad que está al Padre todopoderoso.
servicio de los demás.
34. Ven, Señor Jesús.
Encuentros:
23. El Espíritu Santo hace presente la
Desde allí ha de venir a juzgar salvación.
a los vivos y a los muertos. 28. Jesús nos regala su Espíritu.
29. Un solo cuerpo, muchos carismas.
Encuentros: 30. El Espíritu Santo nos santifica.
26. Iglesia que vive de la Eucaristía. Creo en el Espíritu Santo,
27. Miren como se aman: la fraternidad.
31. Comunidad que da testimonio de la fe
recibida.
32. Comunidad que celebra la fe. la santa Iglesia Católica,
33. Comunidad que está al servicio de los Encuentro 30. El Espíritu
demás. Santo nos santifica.
la comunión de los santos,
Encuentros:
16. La pérdida de la amistad con Dios.
17. Jesús acoge a los pecadores. el perdón de los pecados,
18. Jesús nos invita a recibir el perdón.
la resurrección de la carne Encuentro 21. La
Resurrección de Jesús.
y la vida eterna.
Encuentros:
34. Ven, Señor Jesús. Amén
36. Lo reconocemos al partir el pan.
5
¿Cómo planificar, desarrollar y evaluar la Catequesis?
La Bitácora del Catequista
Llevar adelante el proceso de la Catequesis Familiar implica un esfuerzo de
planificación de las diversas actividades y estimular desde el inicio un trabajo en el equipo de
catequistas que diseñe la planificación, lleve adelante todo el proceso y evalúe y corrija lo
desarrollado. Es conveniente incluso organizar un calendario que incluya todos los encuentros
del año, las celebraciones y el retiro. Lo mismo para el segundo año.
• Los nuevos encuentros, cuando no profundizan un tema del itinerario, no debieran cortar la
secuencia de la unidad. Sugerimos que vayan más bien al inicio o al término de ésta.
• Los encuentros tengan, en lo posible, la misma estructura catequística o metodológica.
• Padres y niños lleven siempre el mismo ritmo de encuentros (de ahí la importancia de
planificar bien y juntos). Si se introduce un nuevo encuentro para padres, habrá que hacer lo
mismo con los niños. Recordemos que de esta vinculación surge la catequesis en la familia.
• Los nuevos encuentros que no profundizan temas del itinerario, tengan, en lo posible alguna
cercanía temática con la Unidad donde son insertados.
6
¿Cómo usar la Bitácora?
- Preparando el Encuentro…
7
- Evaluando el Encuentro…
Es muy importante considerar que cada uno de los integrantes del grupo de catequesis
irá realizando sus propios avances en el camino de la fe dependiendo de la situación personal
en la se encontraba al inicio de la catequesis. De este modo, los propios participantes podrán ir
evaluando su crecimiento y tú podrás acompañarlos adecuadamente en el camino de la fe.
8
- Evaluando las Unidades
9
Dos cuentos
para animar la Catequesis…
Les ofrecemos dos hermosos cuentos que pueden ser de ayuda en sus
encuentros de Catequesis o en otras actividades pastorales.
(La realidad es siempre la misma. Y lo que es, es. Sin embargo, como en el cuento, el
hombre puede interpretar una situación de una manera o de la contraria. Cuidado con tus
percepciones, decía Badwin el sabio. Si lo que ves se ajusta “a medida” con la realidad que a ti
más te conviene... ¡desconfía de tus ojos!).
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Decálogo
para la formación de catequistas2…
1.
formación
Entre los
de los catequistas
cauces de 6. Debe existir una coherencia
entre la pedagogía del catequista y la
destaca, ante todo, la propia pedagogía propia de un proceso
comunidad cristiana. (DGC, 246) catequético. Al catequista le será muy
difícil improvisar, en su acción
2. La cima y el centro de la
catequética, un estilo y una
sensibilidad en los que no hubiera sido
iniciado durante su formación. (DGC,
formación de catequistas es la
aptitud y habilidad de comunicar el 237)
7.
mensaje evangélico. (DGC, 111)
3. La formación
catequistas no es otra cosa que un
de los
La formación, en efecto, le ha
de ayudar a madurar, ante todo, como
persona, como creyente y como
ayudar a éstos a sumergirse en la apóstol. (DGC, 238)
8.
conciencia viva que la Iglesia tiene
hoy del Evangelio, capacitándolos
así para transmitirlo en su nombre. El contenido doctrinal de la
(DGC, 236) formación de un catequista es el mismo
que el de la catequesis que debe
5. La formación de los
experiencia de fe de la que él no es
dueño. (DGC, 244)
10.
catequistas laicos no puede ignorar
el carácter propio del laico en la
Iglesia y no debe ser concebida Como en todo arte,
como mera síntesis de la formación lo más importante es que el
propia de los sacerdotes o de los catequista adquiera su estilo
religiosos. (DGC, 237) propio de dar catequesis,
acomodando a su propia
personalidad los principios
generales de la pedagogía
catequética. (DGC, 244)
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Mundo INPAS
y Catequesis
1. ¿Cómo buscar recursos para los Encuentros de catequesis?
Acceder a ellos es muy sencillo, sólo tienes que realizar los siguientes pasos:
Prueba buscando los recursos del Encuentro 1: “Jesús Resucitado sale a nuestro
encuentro”:
• Ve a búsqueda por
encuentros
• Pincha el encuentro 1
• Pincha en Buscar
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2. Programa de perfeccionamiento para Catequistas de la CFIVE
UNIDAD I: INTRODUCCIÓN
Año 2010
UNIDAD II: CONTENIDOS FUNDAMENTALES DE LA CFIVE
La Iglesia y la comunidad
Cristiana en la CFIVE 12 sesiones 10 ag. - 16 sept.
Año 2011
Madurez Personal y trabajo grupal
La Oración y la Lectio Divina en la CFIVE
La Pedagogía y metodología en la CFIVE
Juegos y dinámicas de grupo para la CFIVE
Planificación y Recursos para la CFIVE
Durante el año 2010 se impartirán los seis primeros cursos. Actualmente se está
realizando el primer curso de "Pastoral Fundamental", a cargo del Teólogo y biblista
Roberto Sepúlveda. Las clases se realizan los días martes y jueves, de 19:30 a 21:30 hrs.,
en el Colegio de los Sagrados Corazones (Alameda 2062 – Metro Los Héroes). El valor de
cada curso es de $8.000.
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3. Próximo “Miércoles del INPAS”: Presentación del Manual y de la Bitácora del
Catequista
Entrada liberada.
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Oración
Secuencia de Pentecostés
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo,
Padre amoroso del pobre,
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Amén
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