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Anatomia Del Sistema Inmunologico

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¿Qué es y cómo funciona el sistema inmune?

En un ambiente lleno de microbios el ser humano sobrevive gracias al sistema


inmunitario. Éste se encarga de distinguir entre lo propio y cualquier intruso, ya sean
bacterias, hongos, virus o sustancias extrañas llamadas antígenos. La protección contra
cualquier patógeno está perfectamente coordinada aun antes del nacimiento a través de
la inmunidad innata, que es la primera línea de defensa que nos mantiene saludables. Si el
arsenal del sistema inmune innato es superado, de inmediato se inicia la respuesta
inmune adaptativa, la cual está formada por la inmunidad celular y la humoral; ambas se
orquestan perfectamente con el único fin de eliminar al intruso.
El responsable de mantenernos sanos y protegidos es el sistema inmunitario, ya que
puede reconocer a millones de microbios diferentes y producir moléculas solubles y
células específicas contra ellos. El sistema inmunitario tiene la enorme capacidad de
distinguir entre las células del organismo y los componentes que no le son propios. Por lo
tanto, si una molécula ajena al organismo es detectada por el sistema inmune, éste se
lanzará al ataque de inmediato.
Está compuesto de un conjunto de diferentes componentes que trabajan
coordinadamente de manera temporal a través de una red sofisticada y compleja de
órganos, tejidos, células y moléculas solubles. Todos estos elementos funcionan
armónicamente a través de la detección de moléculas que forman parte de un
microorganismo, o bien están presentes en células o moléculas provenientes de otro
individuo
Los órganos que forman el sistema inmune se encuentran localizados
estratégicamente en todo el cuerpo humano. Los dos más importantes
son el timo y la médula ósea; esta última forma el centro de todos los
huesos y, además de producir a los glóbulos rojos, también produce las
células del sistema inmunitario, parte de las cuales son los linfocitos y
también las células fagocíticas; estas últimas se dedican a comer a
cuanto intruso llegue al organismo.
La respuesta inmune se puede dividir en dos grandes tipos: la inmunidad innata, que actúa
inmediatamente y no depende del tipo de antígeno, y la inmunidad adaptativa, que depende del
tipo de antígeno, es específica y casi siempre tiene memoria. Los componentes de ambas
respuestas incluyen un arsenal de células como linfocitos T cooperadores y linfocitos B (ambas con
la capacidad de producir diversas moléculas efectoras), así como otras células que están
entrenadas para matar células infectadas o tumorales, como los linfocitos citotóxicos o las células
asesinas naturales NK. Pero también hay células, llamadas fagocíticas, capaces de devorar a los
intrusos y destrozarlos; entre ellas están los macrófagos y polimorfonucleares, como se aprecia en
la Figura 3. Todas estas células se encuentran inmaduras en la medula ósea, pero potencialmente
responden a sustancias que circulan por la sangre, que inducen proliferación, diferenciación o
maduración. Pero no sólo de células está formado el sistema inmune, también hay moléculas
solubles producidas por diferentes estirpes celulares que están en circulación, como las moléculas
del sistema del complemento, la proteína C reactiva, las citocinas, las quimiocinas, los
interferones, los péptidos antimicrobianos y los anticuerpos de la inmunidad innata y adaptativa.
Inmunidad innata Desde antes de nacer el organismo ya está provisto de un sistema inmune
innato o natural, el cual representa la primera línea de defensa contra microorganismos invasores.
Los elementos más importantes de la inmunidad innata, que constituyen una barrera física,
química y biológica, son la piel y las mucosas (genitales, orales, digestivas, etc.) con todos sus
componentes celulares. Por su naturaleza, la piel y las mucosas son portales de entrada de
microbios. Sin embargo, existen moléculas protectoras como el moco, por ejemplo en el tracto
digestivo o en el respiratorio, que impedirán el establecimiento de los agentes patógenos. Aún
más, en este tejido existen varias estirpes celulares que detectan a los patógenos o agentes
extraños y producen moléculas con actividad antimicrobiana. Por otra parte, en la mucosa
intestinal hay ácidos que destruyen a los patógenos que lleguen a entrar con la comida. Además,
en la mucosa se encuentran anticuerpos que son los primeros en enfrentar a los microbios
invasores. Así, el sistema inmune innato es capaz de reaccionar de manera inmediata y eficiente
para servir de contención de los agentes patógenos. En la mayoría de los casos este sistema
elimina completamente a los patógenos; no obstante, algunos microbios como virus o bacterias
¿Cuál es la fisiología del sistema inmunológico?
El sistema inmunitario incluye las estructuras y procesos que proporcionan
defensa contra agentes patógenos (los que causan enfermedad) potenciales.
Estas defensas pueden agruparse en dos categorías: inmunidad innata (o
inespecífica), e inmunidad adaptativa (o específica)

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