Trabajo Grupal - Exposicion Ley Aplicable A Derechos Reales y Obligaciones, Sucesiones
Trabajo Grupal - Exposicion Ley Aplicable A Derechos Reales y Obligaciones, Sucesiones
Trabajo Grupal - Exposicion Ley Aplicable A Derechos Reales y Obligaciones, Sucesiones
Reglas especiales
❑ Bienes corporales en tránsito. La doctrina los identifica como aquellos bienes que en el momento de su
desplazamiento internacional son objeto de algún acto jurídico de transcendencia real.
❑ Prescripción de acciones relativas sobre bienes corporales. Según el artículo 2091 del CC
❑ Derechos reales sobre bienes de transporte sometidos a un régimen de matrícula. Según lo dispuesto en el artículo
2092 del CC
❑ Los bienes culturales protegidos.
DOMINIO DE LA LEY DE LA
SITUACIÓN DE LOS BIENES
Es un acuerdo de voluntades de dos o mas partes con el propósito de definir obligaciones jurídicas
para crear, trasmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones de las mismas. Este acuerdo
puede ser verbal o escrito.
El contrato de compra venta internacional regula los derecho y obligaciones de cada una de las partes
contratantes (vendedor – exportador/ comprador – importador), con relación a determinado objeto
convirtiéndose en un acto jurídico perfecto y la transacción absolutamente legal.
PRINCIPIOS QUE GOBIERNAN Requisitos del
LOS CONTRATOS
contrato
La autonomía de la
voluntad ❑ Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones
contempladas en la ley
La buena fe de las partes ❑ Objeto física y jurídicamente posible
❑ Fin licito
VENDEDOR COMPRADOR
perjuicios.
LEY APLICABLE EN LAS OBLIGACIONES EN
EL DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
Es la sucesión mortis causa por contener un elemento vinculado a un ordenamiento jurídico extranjero.
Los sucesores
IMPORTANCIA , DETERMINAR EL MODO - ELEMENTOS,
ORDENAMIENTO JURÍDICO EXTRANJERO
En relación a los bienes que conforman la masa Podría suceder que causante o sucesores se encuentren
hereditaria, podría suceder que hubieren sido vinculados al ordenamiento jurídico de determinado país
adquiridos por un contrato firmado en territorio extranjero en cuanto a su nacionalidad, pero en relación a
nacional, pero se encuentren ubicados en su domicilio se encuentren vinculados al ordenamiento
territorio extranjero. nacional
El lugar donde se ubican los bienes, el domicilio de los herederos y el domicilio del causante, son elementos con suficiente
fuerza e importancia para internacionalizar la sucesión.
DETERMINACIÓN DE LA LEY SUCESORIA
Ordenamiento
Sucesión que va a
Norma en
internacional solucionar
conflicto
No resuelve no soluciona
Se encuentran principalmente en los tratados de derecho internacional aplicables al caso y en su defecto, en el Libro
de Derecho Internacional Privado del Código Civil.
SISTEMA DE APLICACIÓN DE LA LEY
Sistema de la
pluralidad de
sucesiones Tratado de Montevideo de 1889 y el complementario de 1940 acogen la
teoría de la pluralidad
1. El causante muere sin dejar testamento; el que otorgó ha sido declarado nulo total o parcialmente; ha
caducado por falta de comprobación judicial; o se declara inválida la desheredación.
3. El heredero forzoso muere antes que el testador, renuncia a la herencia o la pierde por indignidad o
desheredación y no tiene descendientes.
4. El heredero voluntario o el legatario muere antes que el testador; o por no haberse cumplido la condición
establecida por éste; o por renuncia, o por haberse declarado indignos a estos sucesores sin sustitutos
designados.
5. El testador que no tiene herederos forzosos o voluntarios instituidos en testamento, no ha dispuesto de todos sus
bienes en legados, en cuyo caso la sucesión legal sólo funciona con respecto a los bienes de que no dispuso.
CONCLUSIONES
❑ Los derechos reales y obligaciones en objeto de estudio del Derecho Internacional Privado son las normas internas de los
estados en materia civil, los tratados internacionales, los convenios y acuerdos entre las naciones, así como el papel que
desempeñan los organismos internacionales en materia de regulación del derecho de las personas y su eficacia en resolver el
conflicto.
❑ En una sucesión internacional cuando el causante muere en un país diferente al de su nacionalidad o residencia o cuando deja
bienes (mobiliarios o inmobiliarios) en un país diferente al de su nacionalidad o residencia.
❑ Por lo tanto los puntos de contacto usados para determinar el derecho aplicable a la sucesión por muerte en el derecho de los
Estados analizados con respecto de la capacidad de las partes son: el domicilio, el lugar de residencia habitual y la
nacionalidad.
VIDEO ILUSTRATIVO
TEMA:
MATERIA:
INTEGRANTES:
2022
INTRODUCCIÓN.
Hoy más que ayer, apremia la determinación de la ley más apropiada para regular los
contratos internacionales. Si, por un lado, el viejo sistema conflictual que remite a una
ley estatal particular es fuente de insatisfacción pues termina por “nacionalizar” las
transacciones transfronterizas; por el otro, su eliminación en vista de la unificación global
del derecho de los contratos tampoco se vislumbra en un futuro próximo. Queda voltear
la mirada a los derechos nacionales para identificar las coincidencias que nos permitan
abrir caminos comunes.
I. ESTATUTO REAL
B) Reglas especiales
Así pues, hoy en día, observamos que el mundo industrial alistado para la
fabricación de cosas materiales viene siendo acometido gradualmente por el
mundo de los símbolos o de los ensueños, como lo recuerda el mismo autor; de
manera que el hombre material va formando parte de un todo constituido por un
sistema inmaterial que tiende a primar sobre sus partes individualmente
consideradas.
Como nos recuerda Alarcón (1999), los conocimientos y las nuevas ideas forman
parte del comercio, como en el caso de los medicamentos, los productos agrícolas
o agropecuarios cuyo valor reside en la cantidad de innovación que incorporan.
b) Propiedad industrial
Según el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial
de 1883, revisado en Bruselas por última vez en 1967 y enmendado en
Estocolmo en 1979, los derechos de propiedad industrial encargados de
regular las instituciones o medios a los que se acude con el fin de que los
industriales, fabricantes y comerciantes logren su finalidad de mercado, se
subdividen a su vez en: creaciones (modelos de utilidad, patentes y diseños
industriales); signos distintivos (nombres comerciales, marcas, lemas
comerciales); y signos geográficos (denominación de origen, indicaciones
de procedencia). En el Perú, la propiedad industrial nacional se encuentra
regulada en el decreto legislativo 823.
El Dr. Candela (Delgado Barrreto, Delgado Menéndez & Candela Sánchez, 2007-
2008), a efecto de subsanar las omisiones del vigente artículo 2093 del CC, propone
la siguiente modificación al mismo:
Las relaciones jurídicas relativas a derechos de titulares de bienes, instrumentos
internacionales, comunitarios e internos, podrán regirse según resulte pertinente
valorar a partir de cada caso, en especial por:
a) El derecho elegido por las partes en el contrato.
b) El derecho del lugar de protección.
c) El derecho del lugar de publicación o divulgación.
d) El derecho del Certificado de registro del país de origen o de la indicación
geográfica.
e) El derecho del lugar de registro o de la solitud de trámite de registro.
f) El derecho del lugar de ejercicio de los atributos respecto al bien incorporal o del
lugar de licencia.
g) El derecho del lugar donde se realice la principal actividad que origina el perjuicio
o del lugar donde se produjo el perjuicio.
h) El derecho del lugar indicado en las cláusulas contractuales estándar en línea (on
line) o, en los usos y costumbres específicos adoptados por organizaciones, a
través del ciberespacio, sobre Políticas de Acceso y Servicio de Proveedores no
objetadas por el particular, quien con su conducta se sujeta a las mimas (ley
informática). Además, podrán ser aplicables el derecho del domicilio
internacional, el derecho del lugar de la sede social o el lugar de la constitución y
supletoriamente el derecho de la nacionalidad.
II. LEY APLICABLE A LOS CONTRATOS INTERNACIONALES EN EL
DERECHO PERUANO.
En la evolución de la ley peruana se opera con la promulgación del Código Civil de 1984.
Para designar la ley aplicable al contrato internacional, este Código opta por un sistema
mixto. Prioriza, en primer lugar, el criterio subjetivo, pero prevé también con carácter
subsidiario un conjunto de criterios de naturaleza objetiva. La norma de conflicto
consagra el principio de autonomía conflictual; paralelamente prevé, en caso de ausencia
de elección, una pluralidad de factores de conexión vinculados al principio de
proximidad. A ello se agrega que únicamente la forma del contrato podría obedecer en
caso de silencio de las partes a la clásica regla locus regit actum.
Más allá, la preferencia por la aplicación de una ley diferente puede justificarse por
múltiples razones. Es posible que las partes estimen que el derecho elegido es más
adecuado, porque encaja mejor con las necesidades de los intercambios internacionales.
B) Manifestación de la elección.
En ese sentido, la posición legislativa deja de lado, por seguridad jurídica, toda
posibilidad de que el magistrado o las mismas partes puedan invocar, mediante un proceso
de interpretación de las cláusulas contractuales, la supuesta existencia de un acuerdo
implícito de las partes para someter el contrato a una ley cuya designación no obedece a
la libre, verdadera y manifiesta intención común de los contratantes.
C) Momento de la elección.
El Código Civil de 1984 no se pronuncia si la elección de la lex contractus debe ser antes
o después de la formación del contrato. En principio, la designación debería realizarse en
el momento de la celebración; sin embargo, nada impide que pueda ser posterior e incluso
cabe la posibilidad que mediante un acuerdo ulterior las partes modifiquen un acuerdo
precedente.
En algunos casos las partes no designan lex contractus, sea por que pasaron por alto la
posibilidad de elección, no llegaron a un acuerdo o, simplemente, porque a pesar de la
elección, el pactum de lege utenda deviene nulo o ineficaz. Aun cuando a primera vista,
las hipótesis planteadas parecen raras, en realidad se trata de supuestos “más frecuente(s)
de lo que se piensa”. Corresponde entonces indagar si ¿estamos frente a un contrato sin
ley?
En realidad, no existe contrato sin ley. “Todo contrato internacional esta necesariamente
vinculado a la ley de un Estado”. En este último caso corresponderá al juez de la causa
designar la lex contractus aplicando la conexión establecida en el Derecho Internacional
Privado del fuero. En el ámbito del derecho comparado los criterios utilizados para la
designación de la Ley reguladora del contrato son, por ejemplo, aquella del país donde
debe cumplirse la prestación característica o aquella más estrechamente vinculada a la
relación jurídica; considerando, el lugar de celebración o de cumplimiento de las
obligaciones, o en fin el domicilio de alguna de las partes (especialmente el del deudor).
En efecto, el art. 2095 CC establece, “Las obligaciones contractuales se rigen por la ley
expresamente elegida por las partes y, en su defecto, por la ley del lugar de su
cumplimiento. Empero, si deben cumplirse en países distintos, se rigen por la ley de la
obligación principal y, en caso de no poder ser determinada esta, por la ley del lugar de
celebración. Si el lugar del cumplimiento no está expresamente determinado o no resulta
inequívocamente de la naturaleza de la obligación, se aplica la ley del lugar de
celebración”.
La sumisión del contrato al imperio de la ley del lugar de su ejecución, locus executionis,
no es, sin embargo, una solución que satisfaga a todos pues las obligaciones contractuales
pueden ejecutarse en diversos países y en consecuencia podrían regirse por leyes estatales
diferentes en función del país en cuyo territorio deben cumplirse. Lo cual podría ser fuente
de inseguridad jurídica. Contrariamente, esa posibilidad no parece generar el mismo
rechazo en la jurisprudencia alemana pues admite que si las obligaciones de un mismo
contrato deben ejecutarse en países diferentes, cada obligación puede ser regida por la ley
del país donde debe ejecutarse.
Igualmente, un contrato celebrado en Nueva York entre una empresa peruana y otra
mejicana, cuya ejecución de obligaciones contractuales se desarrollará íntegramente en
el Perú (entrega de la mercancía) y Méjico (pago del precio), tiene con Estados Unidos
un vínculo irrelevante para examinar la conformidad de las obligaciones contractuales.
En fin, nos preguntamos si resulta más pertinente designar como ley reguladora del
contrato, simplemente, aquella que presente los vínculos más estrechos con el contrato.
La respuesta creemos que es negativa. La opción nos motiva algunas reservas, pues si
bien exige la búsqueda de la ley más apropiada en función del análisis de cada contrato
en particular; deja, sin embargo, un margen de apreciación demasiado amplio que podría
ser fuente de inseguridad jurídica.
Dos constataciones se desprenden. En primer lugar, siendo los contratos la categoría más
importante de los actos jurídicos patrimoniales debe entenderse que estos se encuentran
englobados bajo la denominación genérica de actos jurídicos a los que se refiere el art.
2094.
Se advierte, en segundo lugar, que el art. 2094 consagra, una regla de conflicto alternativa
que prevé una doble conexión. Así, la forma de los contratos internacionales se somete,
in primis, a la ley del lugar de su celebración; sin embargo, esta regla no tiene carácter
imperativo pues la norma de conexión admite la posibilidad de que, por acuerdo de
voluntades, los contratantes puedan apartarla. En esta hipótesis, la celebración del
contrato puede someterse a la ley que regula la relación jurídica objeto del acto. El
contrato será válido si satisface las exigencias formales de cualquiera de esas dos leyes.
En esa línea, para regir la forma de los contratos internacionales, el Código peruano opta
con carácter facultativo– por la tradicional y famosa regla locus regit actum (el lugar rige
el acto). La máxima implica que los actos jurídicos celebrados en país extranjero deben
ser revestidos de las solemnidades previstas en la legislación del mismo. Su observancia
subordina su eficacia en el Perú. La disposición toma en cuenta, simplemente, que “los
actos reciben el ser en el lugar donde son celebrados, es la ley de ese lugar que les da la
vida”. En ese sentido, la ley del lugar de su celebración aparece como una “conexión
natural”.
La regla, acuñada por los post-glosadores Bartolo y Baldo, es de alcance universal. Fue
admitida primero por la doctrina y la jurisprudencia; posteriormente consagrada en la
generalidad de codificaciones del mundo. En efecto, numerosos países la incorporan en
forma expresa, otros restringen su aplicación a ciertos actos jurídicos; y hay también
aquellos en los que si bien, no se encuentra referencia legal, la doctrina y la jurisprudencia
la aplican. Es el caso, por ejemplo, del Código Civil Colombiano que a pesar de no tener
norma expresa en la materia, la doctrina, interpreta el art. 21 referido a la formalidad de
los instrumentos públicos, para acoger el principio de que los contratos internacionales se
rigen por la ley del lugar de su celebración.
Sin embargo, dado que la norma no tiene carácter imperativo, las partes podrían preterir
la ley del lugar donde celebran el contrato, para optar por otra que corresponda mejor a
sus intereses y expectativas.
Contrariamente el Código Civil no se pronuncia sobre la ley que rige la forma del contrato
en la hipótesis que las partes se encuentren en el momento de su celebración en países
diferentes. Hipótesis cada vez más frecuente debido al desarrollo exponencial de la
celebración de contratos mediante internet. Al respecto, el Reglamento Roma I prevé que
el contrato será válido si satisface las condiciones de forma de la ley que rige el fondo o
de la ley del país en que cualquiera de las partes tuviera su residencia habitual en ese
momento (art. 11.2).
Ferrero (2002) indica que las sucesiones: “es una parte del derecho privado que se
encarga de definir cómo y a quién se transmiten los derechos, obligaciones y
bienes de una persona cuando fallece” (p.31.) en este contexto podemos manifestar
que el derecho de sucesiones es el conjunto de normas que regulan el destino de las
relaciones jurídicas de una persona cuando muere, y de las que con este motivo se
producen”. El Derecho sucesorio tiene como función principal fijar qué sujetos van
a proseguir con las situaciones jurídicas existentes tras el fallecimiento de una
persona física ya que, al extinguirse la personalidad civil con la muerte, y los efectos
que de ella se derivan, aquéllas quedan sin titularidad alguna.
Así mismo, resulta de importancia determinar el modo por el cual estos elementos se
encuentran vinculados a un ordenamiento jurídico extranjero.
En efecto, existe discusión en cuanto al sistema que debe aplicarse para determinar
la ley que debe regular la herencia, sin embargo, la norma por la cual ha de regirse
una sucesión internacional es la norma de conflicto a fin de determinar la ley
aplicable,
b. Sistema de la unidad de la sucesión: este sistema aboga por considerar a todos los
bienes comprendidos en la sucesión, sometidos a una sola ley, que será la ley
personal del causante, ya sea la de la nacionalidad o la de domicilio. Esta teoría
tiene origen en Roma, donde la sucesión era manifestación de la voluntad de la
personal y, como consecuencia, la sucesión sólo podía ser una, por cuanto una
persona no podía tener distintas voluntades contrapuestas que dieran origen a
distintas sucesiones.
Código Civil del 1984, debemos ahora señalar cuál es la ley que este sistema designa
como competente para regir todos los derechos y obligaciones materia de sucesión
mortis causa, por lo tanto, tiene la virtud de ser lo suficientemente específico como
para no dejar lugar a las discusiones del pasado. El artículo 2,100 señala que la
sucesión se rige, cualquiera que sea el lugar de la situación de los bienes, por la ley
del último domicilio del causante.
Según Gaceta jurídica (2005) Debe tenerse en cuenta que nuestra legislación en
materia de derecho internacional privado contempla la noción de orden público y
buenas costumbres, regulado en el artículo 2049 del Código. Así, cuando la ley
extranjera sea aplicable conforme a nuestras normas de Derecho Internacional
Privado, esta será excluida cuando su aplicación sea incompatible con el orden
público internacional o con las buenas costumbres, en cuyo caso rigen las normas de
Derecho interno peruano.
Una vez determinada la ley que rige la sucesión, podemos hacer alusión al tribunal
competente; ello no podía ser de otro modo, pues en materia de sucesiones la
competencia se encuentra estrechamente relacionada con la ley aplicable. Se acoge
en este punto la doctrina que consiste en «analizar previamente las normas de
conflicto legislativas peruanas: si ellas señalan como aplicable la ley peruana,
entonces tendrá competencia el tribunal nacional.
Consideramos acertada la adopción de la teoría indicada, en tanto las dificultades que
ofrecen los aspectos vinculados al fenómeno sucesorio, se ven atenuados, si el juez
debe aplicar su propia ley, pues como justificadamente anota un sector de la doctrina
«la averiguación del derecho extranjero no es tarea fácil». Esta dificultad se acentúa
en el terreno del derecho sucesorio donde la trasmisión mortis causa puede
encontrarse referida a cualquiera de los aspectos jurídicamente relevantes de la vida
del causante.
El artículo 2061 otorga competencia a los tribunales peruanos para conocer el caso
sólo si la ley peruana resulta ser la aplicable. Ya hemos indicado que en el caso de
las sucesiones la ley aplicable será la del último domicilio del causante. En
consecuencia, el tribunal peruano será el competente para conocer todos los asuntos
derivados de una sucesión si el causante domiciliaba en el Perú al tiempo de morir.
Observamos pues que la ley adoptada para las sucesiones internacionales es similar
a la adoptada para los nacionales, respetándose el contexto de cada una de ellas, pues
el tribunal competente, léase juez, será el del lugar donde el causante tuvo su último
domicilio. Dicha regla resulta coherente con la enunciada en el artículo 663 del Libro
de Sucesiones.
Cabe indicar que el artículo 2061, como la mayoría de artículos del Título sobre
Competencia Jurisdiccional del Libro X no tiene antecedentes en el Código Civil de
1936, si no que nace de la Propuesta presentada por la Dra. Delia Revoredo ante la
Comisión Reformadora del Código de 1936. Durante la vigencia de este Código fue
el artículo 1160 del Código de Procedimientos el encargado de regular los casos sobre
universalidades de bienes en relación a la competencia.
Finalmente, hemos de indicar que el artículo 2061 en su última parte deja a salvo la
competencia peruana para conocer de las acciones relativas al patrimonio de quien
es declarado en quiebra en relación a los bienes situados en el Perú. Este artículo no
resulta aplicable al caso de las sucesiones, salvo que el causante fuere aquel a quien
se le declaró en quiebra.
El artículo 2057 del Código Civil señala que son competentes los tribunales peruanos
para conocer de las acciones contra personas domiciliadas en el territorio nacional.
Sin embargo, ello no significa que, si uno de los herederos domiciliado en el Perú es
demandado por un asunto vinculado a la sucesión, como por ejemplo colación,
indignidad o petición de herencia, el Tribunal Peruano se convierta en competente
para conocer de todos los asuntos vinculados a la sucesión. El tribunal peruano será
competente para conocer únicamente el fondo de la demanda, debiendo aplicar al
respecto la ley que corresponda a cada caso. Es decir, que, si se trata de asuntos
comprendidos dentro del término sucesión y a los cuales resulta aplicable la ley del
último domicilio del causante, será ésta entonces la pertinente. Si se trata en cambio,
de aspectos que escapan al término sucesión o de excepciones que deben regularse
por otras normas como ser el caso de la herencia vacante, la forma de los testamentos,
la capacidad o las causales de desheredación entonces, la norma aplicable será la
correspondiente para cada caso.
María del Carmen y Javier Tovar Gil consideran que la elección del domicilio del
demandado, como criterio general de jurisdicción es adecuado y responde de manera
acertada a los intereses de la parte, opinión con la que concordamos. Sin embargo,
debemos advertir que como toda regla tiene su excepción y es la que se presenta en
relación a los casos de competencia negativa a los cuales se refiere el artículo 2067
del Código Civil. Conforme al citado artículo, los tribunales peruanos no conocerán
de acciones relativas a derechos reales sobre predios situados en el extranjero,
asuntos sometidos por las partes a una jurisdicción extranjera o cuestiones, relativas
al estado y capacidad de personas naturales o relaciones familiares si la causa no
tiene ninguna vinculación efectiva con el territorio de la república.
Es interesante la distinción que elabora Echecopar acerca de los casos que pueden
presentarse cuando se trata de la sucesión de un extranjero no domiciliado en el Perú:
a. Que deje bienes en el Perú, pero que no figure entre sus posibles herederos
ningún extranjero domiciliado en el Perú ni persona de nacionalidad peruana. En
tal caso, conforme al artículo 2100 del C.C. se aplicará la ley del último
domicilio del causante.
b. Que deje bienes en el Perú y que figure entre sus posibles herederos extranjeros
domiciliados en el Perú o personas de nacionalidad peruana. El Código Civil de
1984 no conserva una disposición similar, por lo cual debe entenderse que se
aplicará la ley del último domicilio del causante, sin paliativo alguno.
c. Que no deje bienes en el Perú, pero que figuren entre sus posibles herederos
extranjeros domiciliados en el Perú o personas de nacionalidad peruana. En tal
caso la ley peruana no puede influir decisivamente ya que carecería de medios
para ser hecha efectiva en el lugar de ubicación de los bienes. Tendrán que
aplicarse las leyes locales o los tratados internacionales, si los hubiere.
d. Que deje bienes en el Perú y que estos deban pasar según la ley de su último
domicilio a un Estado extranjero o a sus instituciones. En esta eventualidad es
de aplicación el artículo 2101 del Código Civil de 1984, según el cual la ley
peruana rige la sucesión de los bienes situados en la República si, conforme a la
ley del domicilio del causante, ellos deben pasar a un Estado extranjero o a sus
instituciones.
CONCLUSIONES
Por lo tanto los puntos de contacto usados para determinar el derecho aplicable a la
sucesión por muerte en el derecho de los Estados analizados con respecto de la capacidad
de las partes son: el domicilio, el lugar de residencia habitual y la nacionalidad.
El derecho aplicable a los derechos reales sobre los bienes en la sucesión por muerte en
el derecho de los Estados analizados es: el lugar de ubicación del bien.
El principio de escisión es el sistema más utilizado por los Estados analizados para
determinar el derecho aplicable a la sucesión por muerte, porque se permite la posibilidad
de la aplicación de dos o más derechos a la sucesión por muerte que tiene puntos de
contacto con dos o más sistemas jurídicos. En Perú opera el sistema de escisión para
determinar el derecho aplicable a la sucesión por muerte porque se permite la aplicación
de más de un derecho a la sucesión por muerte de una persona en atención a los puntos
de contacto que tenga con diversos sistemas jurídicos ya sea dentro del Estado peruano o
con sistemas jurídicos de otros Estados.
BIBLIOGRAFÍA
De Valdivia, Ramiro (2005). Código Civil comentado (tomo X). Lima: Gaceta Jurídica.
Dicey,
Dicey (1886). A Digest of Conflicts of Law. Oxford: Bibliolife. Dreyfus, Simone (1978).
Droit des relations internationales (tercera edición). París: Cujas.