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Esther Díaz - Ciencias Sociales.

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a EL

ce CIENTI
ay + FICO

LL. 3 Hacia una visión crífica


E 7 de la ciencia
755 ESTHER DIAZ

/ Ly MARIO HELER

[E ; ZAS Martel vucia nomLena


SEL

o - EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES y Je


JOTECA DEL CICLO BASICO > , GA is,

l a ON

É
3. LA PROBLEMÁTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

En el apartado “El objero de estudio de las ciencias sociales”* ca


mos una posición no-reduccionista. En *“Las ciencias naturales como mode
lo'* presentamos una postura reduccionista. Ahora consideraremos una pers-
pecuiva que se diferencia de las otras dos, cojocándose en ono nivel: la de

iichel Foucaul. ]
sa ñ E polabras y las cosas, Fouzault considera el dominio deja episieie
moderna como un espacio abierto a tres dimensiones. En una dimensión se
encuentran las ciencias físicas y matemáticas, cuyo orden esiá dado por la de-
ducción. En otra dimensión se ubican las ciencias que tienen que ver con la vi-
da, el lenguaje y el irabajo, que se crdenan según relaciones causales. En una
tercera dimensión se encuentra la reflexión filosófica desplegándose somo
pensamiento de lo Mismo (esta última noción no interesa desarrollarla aquí).

Esquemáticamente se representaria así:

- —

- ñ A
Tr ES
// EPISTEME MODERNA ==
í sad. AS Ñ
f CA a a
; 1 Ciencias físicas y matemáticas A
Lies A
¡ | »
y z ,
, Z | Ciencias de la vida, del trabajo y del lenguaje
A | ¿a E
A | /
Na Reflexión filosófica ] /
e a _A

(os guiones pretenden transmitir la

condición de “abierto” de los limites)

En ninguna de estas dimensiones aparecen las ciencias sociales: pero

también se puede decir que están incluidas en este espacio epist miso. e
ciencias humanas encuentran su lugar vinculadas con los A a :
saber. Esto ocurre porque las ciencias del hombre tienen posibilidad de:

ili izaci i lusividad).


tilizar la formalización matemática (aunque no con exc .
> Proceler según los modelos tomados de la biología, de la economía
de la lingúistica.

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iniciado con Kant, y

e) Orientarse hacia el modo de ser del hombre según trata de pensarlo la fi-

losofía. dE , y
Consideramos la relación de Jas ciencias sociales con los demás espacios

de saber y con la configuración de su positividad. Para que algo pretenda ser


aceptado como ciencia tiene que demostrar su positividad. Positivo 8
aquello con contenido empírico determinado por medic del método cientifi-
co. Como una de las peculiaridades de este método es la matematización, pa;
ra mostrar la positividad de las ciencias sociales se las suele definir en función
de las matemáticas: ya sea haciendo un recuento de todo Jo que es matemati-
zable en las ciencias del hombre, o por el contrario, distinguiendo lo matema-
tizable de aquello que es irreductible a la formalización. Esto último es el
campo de la interpretación y se accedería a él por medio de la comprensión.
Pero, en general, la aceptación o el rechazo de las teorías sociales dependen
de que sean o no formalizables.

A este tipo de análisis je falia pertinencia a causa de que confunde nive-

les, Toma un contraefecto superficial como si fuera un acontecimiento fun-


damental. Veamos el fundamento de esta afirmación: es indudable que la in-
vestigación sobre los problemas humanos, como cualquier otro tipo de saber,
tiene relación con las matemáticas. Las ciencias sociales se pueden servir de
instrumentos matemáticos y algunos de los resultados de ellas han sido for-
malizedos. Es interesante definir los niveles en Jos cuales se puede utilizar ins-
trumentos matemáticos y en los cuales se puede formalizar. Condorcet (1743-
1794) aplicó el cálculo de probabilidades a la política. Fechner (1801-1887)
definió la relación logarítmica entre el aumento de la sensación y el de la exci-
tación. En la actualidad, la Psicologia se vale de la teoría de la información
para la comprensión del aprendizaje. No obstante, a pesar de ejemplos como
éstos o de contraejemplos que intentan negarle pertinencia a las matemáticas
en las ciencias sociales, es poco probable que la matematización o su nega-

ción sea lo constitutivo de las ciencias humanas en su positividad específica.


Esto obedece a dos motivos:

1.Muchas otras disciplin


ción de las matemáti
biologia, la genética),
Cir, que el recurrir a las
cias sociales.

2.En las condiciones históric:


ciencias sociales no se enc

as comparten con las ciencias sociales la utiliza-


cas en algunos de sus campos (por ejemplo la
aun cuando no sea de la misma manera. Es de-
matemáticas no es una nota distintiva de las cien-

as que hicieron posible iz aparición de las


c uentra una forma nueva de matemáticas, mi
a abruptamente en el plano del estudio del hombre. Las matemá-
qn Parecen retirarse Para dar lugar a otras configuraciones. Tales confi-
E E ES Son organizaciones empiricas, como la VIDA, el LEN-
+ Y el TRABAJO. Las ciencias sociales Encuentran su lugar en el

intersticio de estos tres saberes: Ef lO


A S tres saberes: la biología, la linetística y c 7
Mejor dicho, en el volume. E guística y la economía.

saber sobre la vida,

En este sentido la constitución de las ci


Una especie de ““desmatematización”"L.
1 ; ip ; i

La dimensión Mmalemática universa]'* deja lugar a la dimensión tem,

a oral
que es fundamental para la constitución de las Ciencias humezas MO

167

il
|
|
4
|
a matemática univer-
Aunque realmente
entar todo el saber

al Pu cierto que e retroceso de la representación de un.


: fue general en la ciencia hacia principio del siglo XIX.
ni siguiera fue un retroceso, ya que este intento de repres
e ia el matemático jamás se llevó a cabo. No se produjo

noe e ”. ectiva, excepto en la astronomía y en la física. La desa-


Eberó 5 lo ea la de la representación como matemática universal
TEGO ER e 5 las ciencias empiricas de los límites y controles ma-
Se .P: jenplo, a biología pudo proyectarse más allá de la frontera
] a ciencia de cualidades (clasificación de géneros, especies, etc.). Se cons-
tituyó en una ciencia de análisis, de relaciones entre órganos y funciones, de
estudio de las estructuras y equilibrios, de investigaciones sobre su formación
y desarrollo en la historia de los individuos y las especies. Esto no impidió
que la biología siguiera utilizando las matemáticas cuando las necesitara. Pe-
ro la matemática no es quien le hizo alcanzar autonomía, ni definir su posi-
ción dentro de los demás saberes. El abandono de le matemática universal como

y
espacio de representación es 15 que permitió que el hombre se €

jeto de estudio de la ciencia. Cuando la investigación se diri

¡era en 0b-
reMlerivamenie

hacia las representaciones del trabajo, de la vida y del lenguaje, imbricándose


y

entre sí estos tres factores, se posibilitó y determinó este muevo


ber: el saber sobre el hombre, un saber sobre este ser empírico, que es €n el
tiem-|
po, cuyo pensamiento está oscuramente tejido con lo impensado. Tal surgimien-
to da a las ciencias sociales su característica especial.

En consecuencia, las ciencias sociales pueden apelar a las matemáticas.


Pero nó podemos afirmar que las ciencias humanas se hayan definido como
saber y hayan comenzado su historia cuando se aplicaron los cálculos de pro-
babilidades a la política y se utilizaron los logaritmos para medir las sénse-
ciones; tampoco cuando se le niega relevancia a las matemáticas en lo social,

¿Se confunde con ello una consecuencia periférica con el acontecimiento pri-
nsiste en que las ciencias sociales se

'mordial. El acontecimiento fundamental co


en que produce, en que habla. Co-

dirigen al hombre en la medida en que vive,


mo ser vivo, el hombre crece, tiene funciones y necesidades; su existencia cor-
poral lo relaciona con lo vivo en general. Produce objetos y útiles; al consu-

mir y canjear se involucra con otras existencias. Puesto que tiene un lenguaje,
construye un universo simbólico que lo vincula con el pasado, con las cosas,
con otros hombres; todo ello conduce a la constitución de un saber. El espa:
cio propio de las ciencias sociales se dibuja en la vecindad de los conocimicn;
tos acerca de la vida, del trabajo y del lenguaje, cuyas ciencias respectivas son
la biología. la econormnia y la lingúística.
La biología no es una ciencia humana. Trata de muchos vivientes,
más de los hombres. Pero no es ésie e! motivo principal para que no
jencia humana. El motivo es que el objeto de las cien-
canta según el modo de ser de un funcienamien-
omo su reverso. El objeio de las ciencias so-
de se detiene el ser propio de los funciona-

ade
se la considere una €
cias sociales no se pre
Lo biológico, sino más bien €
a ser alli don

ciales comienza dad


mientos biológicos. Tiene su PU punto de partida ali donde hacen tclosión las
renresentaciones nítidas o borrosas, lúcidas o inconscientes, observables O

s dice de él — por medio de esas

no; donde el hombre dice de sí mismo —0 5€

168

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Vid

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s sociales el hombre no es ese


al, sino ese ser vivo que desde
e —extrañamente—

nes. Por lo tanto, para las ciencia

representacio : S
ser vivo de fisiología especial y anatomia origin:
su vida construye representaciones en las que vive y pued

se El hombre es ese ser vivo que tene

representarse la vida.

dad de construir teptesentaciones.

da generalmente una ciencia humana. El hombre,


ecial a la producción, la

le ha dado. una tónica esp:


ello que la economía es considerada

La economía es considera:
en cuanto especie que irabaja,
distribución y el consumo. Pero no es por
una ciencia humana, sino porque el hombre es ese ser que desde las formas de
producción que enceuzan su existencia se representa sus necesidades, forma
la representación de la sociedad; de una sociedad en la que el hombre se satis-
face o no, o contre la que logra satisfacerse. Tales representaciones posibili-
tan el surgimiento de la econornía misma como ciencia, cuyo ObjeTo es UN ser
no sólo qué trabaja, sino qué Se representa iodostoscomponentes de ese tra-

bajo: compañeros, producción, cambios, posiciones, integración, aislamien-

to, sometimiento, luchas, liberaciones, inversiones, etc.


E! hombre posee también representaciones de su uso del lenguaje; inclu-
el interior del lensuaje, representarse el

lenguaje mismo. Lá

cia humana por tener como objeto de estu-


elaciones sintácticas, semánticas y pragmá-

so puede, desde
lingúística no constituye una cien
dio los sistemas Ge signos, en sus T
Hicas. La lingiística puede consinuirse como
¡hombres se representan el lenguaje.

es no son un estudio de lo que el

En consecuencia, las ciencias sociales i


hombre es por naturaleza. Les caracteristicas del ser humano, que definen su
positividad —ser vivo, trabajedor y hablante— son de hecho su forma de ser.
El hombre se representa su propia forma de se”; tiene un cierto saber sobre sí
mismo. El sujeto cognoscente cientifico posee la capacidad de enfrentar obje-
tos como cosas independientes de su subjerividad. También las positividades
del hombre pueden ser enfrentadas como objeto. Tal es la actitud de la biolo-
gía, la economía y la lingúística. Pero el ámbito propio de las ciencias sociales
Surge únicamente a partir de la representación humana de su: positividad estu-
dida por aquellas tres ciencias. Las representaciones son una forma de
duplicación, En tal sentido las ciencias humanas están en una posición de
duplicación respecto de la biología, la economia y la lingúistica, en las cuales
el ser humano se da como objeto exclusivo en el caso de las dos últimas y par-
cial en la primera. Ae,

Foucault se refiere a la relación entre las ciencias humanas y la biología


. spa y la Iinguística, utilizando términos como “duplicación”, “vecin-
a o *. Entant : ciencias humanas son KT resentaciones, efec-
dra Hay un límite indefinido entre ambos grupos de sabe-
SErOno Que trab a de ser del hombre comienza a no ser enfrentada en tanto
EIENAES aja y habla, sino en tanto se representa esas características.
o pS estables la vecindad. La vinculación entre las ciencias
Squélas Poza a implica la pertenencia de éstas al ámbito de
bres alamo] rio, an jología, la economía y la lingúística son exte-
e cias sociales. En consecuencia, éstas se encuentran en una po-

metaepistemológica”” en relación a las últimas.

(32

ciencia humana en cuanto los

169

la singular capaci4 —

) j=

—_

e
= -UUUULULU UU UU UU

CIENCIAS HUMANAS
(metacpistemológicas)

BIOLOGÍA

ECONOMÍA
(epistemológicas)

[ T

Ser vivo Trabaja Habla

LINGUÍSTICA

Positividad

HOMBRE

(Este cuadro tiene como base el espacio número 2 del esquema ante-
rior. Aclara lo expuesto pero esquematiza —quizá en exceso— y elimi-
na el dinamismo propio de la relación explicada.)

La biología, la economía y la lingúística son exteriores a las ciencias hu-


manas. Constituyen una especie de “región epistemológica”. Cada una de las
disciplinas subdivide la región. Pero a la vez, existen entrecruzamientos entre
las subdivisiones. Las tres disciplinas dibujan, de esta manera, la región epis-
termológica; en ellas se presentan interrelaciones que compactan el campo y
producen espacios, ““intersticios””. En tal disposición encuentran su lugar las
ciencias humanas. En las representaciones del ser vivo aparece la “región psi-
cológica”, en las funciones, en el esquema neuromotor, en las regulaciones
fisiológicas del hombre, pero también en su reverso, en donde lo fisiológico
se suspende y comienza la representación. En relación al individuo que traba-
ja se encuentra la “región sociológica”, pero también en la representación
que se hace del trabajo, de la producción, del consumo. La región del len-
guaje” se manifiesta vinculada al ser hablante, pero también en el juego de
las representaciones de lo hablado y de Jo escrito. En estas subdivisiones se
forjan las ciencias humanas que tratan del inconsciente, de los mitos, de las
costumbres, de las leyes, de los documentos escritos, de la literatura, de las
sanciones.

170

dl

|
ear

Ve

ll bl ld

Jl

Visa

Biologla

REGIÓN
EPISTEMOLÓGICA

Economía

Región Lingúística

Sociológica

Región del
Lenguaje

(Este esquema tiene como base el espacio o: del gráfico anterior.)

Otro elemento constitutivo de las ciencias humanas es la problemática


del inconsciente. Esto no es sólo un lema interior de estas ciencias (lema privi-
legiado en el psicoanálisis), Se enralza también en la existencia misma de las
ciencias sociales. Un develamiento de lo inconsciente es primordial en todas

las ciencias del hombre. El psicoanálisis y la etnología son el “a priori'" histó-


*

rico de todas las ciencias humanas, porque al ser ciencias del inconsciente per-
miten que se obtenga un saber positivo de lo que escapa a la conciencia.

El análisis que hace Foucault de las condiciones que posibilitan las cien-
cias sociales, así como de su objeto y de sus métodos es tan exhaustivo que no
sólo se lo empobrece en esta síntesis, también se lo distorsiona. De todos mo-
dos hemos querido incluirlo porque nos permite vislumbrar que la probleniá-
tica de las ciencias sociales va mucho más allá de que tengan un método o va-

171
rios, de que

» Pueda ienci
ZAN: unes pueden Aramis Ciencias o no. Las ciencias humanas se entrecru-
gen de ellas Si e por las Otras, sus límites se esfuman, sur-
tienen criterios e E nas, multiplican, se evapora su objeto, Pero se
sociología o antiza Pa a se está trabajando, ya sea psicologia,
ea tea £uaje. Es la elección del modelo fundamental? y el

cuál disciplina ea slos secundarios lo que permite saber desde


$ + La superposición de vari

luar ca erposición de varios mo-

do e $ nó mico, sociológico, etc.) no significa una falta de mé-

o, o | RO se Ordenase explicitamente el Necesario

deb a ds ejemplo, se ha logrado rigurosa precisión en el estudio

Uropea utilizando el modelo sociológico sobre la base de

un análisis d ienifi Rd

fundar una E ap y las significaciones. En cambio la tentativa de


Ñ = xC usivamente “clinica” a

y superficiales resultados. Es le "“clínica” (biológica) ha llevado a magros

a
modelos, obtienen eficacia; mien Lo o OS elnecruran sus

= , tras E y E
Quiere aislar una perspectiva. :T85 que no hay logros satisfactorios cuando se |

Las ciencias sociales no


aparición es producto de un
mento. Es la disposición ren

surgen por proponerse el estudio del hombre. Su


a o determinada en el saber del mo-
: cral del saber, de la episr,

subio En € nl 'pisterne (a la que nos hemos


e pcia la región epistemológica”). Tal dsprrición brinda un
asc med hac ciencias humanas, otorgándoles su Objeto de esiudio. Es

51 ay O no ciencias del hombre porque éstas f .


pa CINE ombre, s forman parte de la
y E actual, como cualquier Otra ciencia. En el campo epistemológico en-
y ntran su condición de existencia las ciencias sociales. Por lo tanto, ellas no
son una ocurrencia fentasmagórica, ni quimeras pseudocientificas. Aunque,
con todo, esto no quiere decir que sean ciencias, pero tampoco una impostura
Podemos distinguir tres posibilidades epistemológicas:

1, Hay lemas con pretensiones científicas que no forman parte de la


episteme de una cultura (pueden haber formado parte en otro mo-
mento; por ejemplo, la magia en Europa hasta el siglo XVI).
2. Hay figuras epistemológicas que presentan caracteres de objetividad,
sistematicidad y positividad, los que permiten definirlas como ciencia
(por ejemplo, la física actual). :

3. Hay figuras epistemológicas que no presentan caracteres de objetivi-


dad y sistematicidad. Su forma de coherencia y la relación con su ob-
jeto están determinadas sólo por su positividad.

Únicamente se habla de ciencia en el segundo caso; no lo'son la primera


y tercera posibilidad. Esta última posibilidad es la de las ciencias sociales. Sin
embargo, pertenecen al dominio del saber. Su configuración particular no es
un fenómeno negativo, ni un obstáculo. Ninguna deficiencia interna las hace
detenerse en el umbral! de las disciplinas científicas. Constituyen, en su figura
propia, al lado de las ciencias y sobre el mismo campo epistemológico de

* Foucault considera que hay modelos constitutivos de las ciencias humanas que
funcionan
como cetegorias: a) función-norma; b) conflicto-regla; c) significación-sistema;
estos mpare-
cieron respectivamente en el campo psicológico, sociológico y lingUístico, pero se
intercambian
constantemente entre sí, interactúan y se complementan. Con Freud se anuncia el
pasar del aná-
lisis en términos de función, conflicto y significación, al análisis según normas,
reglas y sistemas.

172

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nuestra cultura, ofras formas del saber. Las ciencias sociales no son falsas
ciencias, no son ciencia en absoluto. ¿Por qué tomaron entonces ese título?

Porque pertenecen a un campo del saber moderno que las define transfirien-
do los modelos tomados de la ciencia natural.

La historia, la más vieja de las ciencias humanas, mantiene con la región


/ epistemológica una extraña relación, més fundamental que una relación de
vecindad O de espacio epistemológico común. El hombre histórico es el
hombre vivo, que trabaja y habia. El contenido de la historia depende de la
psicologia, de la sociologia o de las ciencias dei lenguaje. Pero, imversa-
mente, en la mediáa en que el hombre se ha convertido £n órico, ningún
contenido de las ciencias humanas puede permanecer estático, ninguno
escapa al devenir. La histori¿ le da a cada ciencia del hombre un trasfondo
que la establece, que determina su campo cultura!, pero que desbarata desde
el principio las pretensiones cientificas de efectuar afirmaciones válidas para
todo tiempo y lugar, es decir, universales. La historia es la encargada de ha-
cerle recordar a las ciencias sociales que su objeto es temporal.
: La temporalidad del hombre irrumpe con más fuerza cuando se lo piensa
como objeto de estudio de las ciencias sociales. Ellas y, por lo tanto, su obje-
to de estudio son una invención reciente. El hombre no es el problema más
antiguo ni el más constante que se haya planteado el saber. Tiene menos de
dos siglos. Surgió por las disposiciones de las formas sociales que generaron
ciertos dominios del saber; un cambio en el campo del saber puede hacerio
desaparecer. Foucault concluye su obra Las palabras y les cosas diciendo: la
aparición de las ciencias humanas

**fue el efecto de un cambio en las disposiciones fundamentales del sa-


ber. El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda
facilidad la arqueologia de nuestro pensamiento. Y quizá también su
próximo fin. Si esas disposiciones desaparecieran tal como aparecieron,
si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando
mucho presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora,
oscilara como lo hizo, a fines del siglo XVIII, el suelo del pensamiento
clásico, entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en
los limites del mar un rostro de arena.”

. Mediante la siguiente tesis resumiremos lo expuesto acerca del pensa-


miento de Foucault, en especial, en lo que interesa en relación a la posición de
Nagel y a una posición no-reduccionista.

El saber se gesta históricamente.

+ La denominación de “ciencia”? se corresponde con un saber sistemá-


tico, objetivo y positivo.

* La matematización no es un factor imprescindible en la constitución


del conocimiento cientifico.

+* Lasllamadas ciencias humanas no son ciencia, puesto que carecen de


universalidad y objetividad, aunque poseen positividad. Se les atri-

buye el nombre de ““ciencias'? porque se les transfiere en su defini-

ción modelos originados en las ciencias de la naturaleza.

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