Mujeres de Teatro
Mujeres de Teatro
Mujeres de Teatro
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Moncloa y Covarrubias , Manuel
Mujeres de teatro .
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THE LIBRARY
OF
THE UNIVERSITY
OF TEXAS
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DATE 10 déo 51
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Moncloa y Covarrubias
... Mujeres de teatro .
CATALOGUER Wilson
RETURN BOOK TO LA
X MUJERES
DE
TEATRO
(Apuntes, perfiles y recuerdos)
PRÓLOGO DE
Clemente Palma
ỦALAO
Imp. El ProgresoGalvez 41 y Libertad 56
1910
(Monclowy C ای کی بی پر پورا خم
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MUJERES
DE
TEATRO
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THE LIBRARY
THE UNIVERSITY
L.A.
OP TERAS
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La Merito
Al advenimiento de la República actuaba en el
teatro de Lima una compañía dramático - lírica,
cuya primera figura era la cantatriz nacional
Rosa Merino, siguiéndole en mérito el tenor Bar
beito ; quienes , como reza una gacetilla de la épo
ca , eran los únicos de la compañía “ de verdadero
arte ."
Rosa Merino, que poseía una hermosa voz de
tiple, fué la artista que cantó en la escena por pri
mera vez , el himno nacional del Perú del maestro
Alcedo; y por ese tiempo la actriz mimada de los
limeños.
Siete años antes figuró como comprimaria de
la primera compañía de ópera que hubo en Lima.
En las fiestas que entonces se dieron en Pala
cio , fué ella uno de los mayores atractivos. Cuan
do se celebró la promulgación del estatuto , en los
primeros días de octubre de 1821 , la Merino hizo
en la vieja casa de Pizarro, las delicias de la selec
ta concurrencia invitada por el general San Mar
tín . Y así, en otras solemnidades.
Fué , pues, la artista predilecta de los albores
de la inclepenciencia .
De la época del virreinato , apenas podemos
citar los nombres de tres mujeres de teatro : la
universalmente conocida Perricholi, la Dubarry
del virrey Amat; la Inés Mayorga, de fines del si
glo XVIII ; y , la infortunada María Moreno , ase
sinada por su amante el cómico Rafael Cebada ,
en 1814 .
- 6
La Samtauiego
La primera actriz de reputación que tuvimos
á principlos del siglo XIX , fué Teresa Samaniego.
En España había sido, por corto tiempo, que.
rida de Fernando VII .
“ Contábase en Lima -nos dice un eminente es
critor nacional, - que, cuando el rey rompió con
élla , algunos cortesanos la prepararon una gran
silbatina, y fué entonses cuando ella se vino á
América , por salvar de que la regalacen los oídos."
La Samaniego en sus momentos íntimos . so
lía decir con orgullo, señalando á uno de sus hijos:
-Este es hijo de un rey !
La noche del 8 de noviembre de 1827 , se pre
sentó por primera vez en las tablas del teatro de
Lima, con la obra : Lo cierto por lo dudoso, obti
niendo extraordinario éxito. En Barcelona había
adquirido reputación , pues era “ artista discreta ,
mujer guapa, con brío y gracia ” .
Don Andrés Bello la juzgaba así, cuando es
tuvo en Chile : “ Es una actriz de la mejor escuela .
Aunque su voz no es suficientemente juvenil, sabə
darle una grata variedad de inodulaciones para
expresar los diversos afectos, y en todos ellos le
es dado hallar el camino del corazón . El papel de
Jocasta , en la tragedia de Los hijos de Edipo, bas
ta para dar á conocer toda la flexibilidad de su ta
lento у de su voz . Sea que exprese la ternura ma
terna ó que los crímenes y desgracias de su malha
dada familia le arranquen acentos de dolor, ó que
desesperada pida á sus implacables hijos que claven
el puñal en el seno que les dió la vida, es siempre
noble, siempre digna de la tragedia, siempre con
mueve y arrebata. Una de sus prendas sobresa
-7
Toribia Miranda
Allá en 1834 era estrella del teatro de Lima la
artísta nacional Toribia Miranda .
Nacida en la capital , llena de la agudeza y de
la lisura que hizo célebres á las limeñas de mitad
del siglo pasado, con facultades y talento ; debió ,
pues, ser la niña mimada del público y ejercer so
bre él esa influencia de las mujeres de teatro que
ofrecen no sólo el atractivo de sus dotes y de su
inteligencia, sino el de sn belleza y de su gracia .
Morena, de lineamiento provocativo y sen
sual, fué entonces como un heraldo vago del sica
liptismo que hoy suele caldear los escenarios,
reemplazando el arte declamatorio por excelencia
que, por aquel tiempo, informaba el concepto ar
tístico .
Toribia , á quien llamaba cariñosamente el pú .
blico : " la zamba " , fué una de las acabadas intér
pretes del teatro de Segura , nuestro Bretón na
cional.
Por largos diez años imperó en nuestra esce
na; y no fué raro que alguna vez su risa picaresca
resonara en la vieja casa de Pizarro, siendo presi
dente del Perú el grau mariscal Castilla .
Por el año 1871 estuvo esta interesante actriz
en Chile.
" Tenía ( 1 ) un instinto artístico admirable .
Se introducía maravillosamente bajo la piel de la
heroína á quien caracterizaba, y procedía como
tal. Sentía lo que hablaba y lo que accionaba .
La pasión palpitaba en sus labios. El llanto co
( 1) -Amunátegui, “ Las primeras representaciones dramá
ticas en Chile .”
- 9 -
Chepa Manteca
Por aquellos primeros años de la república
eran , asimismo, muy aplaudidas en nuestro tea
tro , varias artistas nacionales: Petronila Pró , Te
resa Navarrete, llamada " la templadora ” ; y la
dama de canto Josefa Bohorquez á quien por su
sandunga y lisura , apellidaba el público: “ Chepa
Manteca ” ; y que era muy popular en la tonadilla :
Los retratos .
Una noche cantando esta tonacilla aludió de
senfadadamente á los marinos , y uno que se halla
ba en los palcos, se quitó el cutó de la cintura y se
lo arrojó á la escena . Flojo fué el toletole que se
armo!
También es de recordar de los tiempos viejos
á María Jáuregui, á quien conocimos ahora mu
chos años, de muy avanzada edad , como carac
terística .
- 11 -
Competencias
En los famosos tiempos de la Barilli y O'Lo
ghlin , allá por los años de 1852 , ocurrieron en el
teatro de Lima, sucesos extraordinarios, que aún
recuerdan con deleite los viejos aficionados .
Como no existía más teatro en forma que el
Principal, que sólo dos años antes tomara este
nombre para distinguirlo del “ Variedades " de la
calle de Espaderos, estrenado en septiembre de
1850 , -á él iban á dar todas las compañías gran
des que nos visitaban , alternándose en el uso del
vetusto coliseo .
* En la temporada de dicho año, trabajaba en
el Principal la compañía de ópera de la Clotilde
Barilli , y la dramática de O'Loghlin , suscitándo .
se cierta noche un escándalo que tomó colosales
proporciones.
Los ardientes partidarios de la comedia , -
pues el público se había dividido en barillistas y
ologhlinistas, -se propusieron una noche de ópe.
ra , que en vez de este espectáculo se representara
un drama. Los barillistas protestaron ruidosa
mente, contestáronle los otros, y se armó la gran
batahola , que como el trueno presagiador del gra
nizo , se resolvió en palos уy bofetadas surtidas.
La guardia del teatro era impotente para con
tener el desborde, el general don Pedro Cisneros,
á la sazón prefecto de Lima , hizo venir, paso al
trote , una columna de gendarmes que, como es
natural , dada la indole revoltosa de aquellos
tiempos, puso en gran alarma á buena parte de
la ciudad y hubo el cierrapuertas consiguiente.
Mientras tanto en el Principal la tempestad
-12
LOTSA
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- 14 -
La Geraldinte
A hora cuarenta años la música chispeante y
cancanesca de Offenbach , retozaba, por primera
vez en los ámbitos del viejo teatro Principal , co
mo un desbordamiento de champagne que enar .
decía la sangre y ponía inusitado contento en los
corazones
Josefina Castro
Conocimos á Josefina Castro en su casita de
la plazuela de las Nazarenas, cionde iban diaria
mente á ensayar los artistas de las compañías de
su marido, el primer actor Gonzalo Duclós , las
obras que luego debían estrenarse en el Olimpo ó
Principal.
La habitación en que se efectuaban los ensa
yos era pequeña , con las paredes cubiertas de re
tratos de artistas con dedicatorias reñidas con la
gramática; de coronas marchitas de laurel , ó de
laurel figurado, recuerilos de glorias y triunfos es
cénicos . En el centro , una mesita cuadrada de
pintado pino , al rededor de la cual se hacían los
ensayos; varias sillas y un sofá de cerda, un si es
no es , quebrantado por los años . Y allí ensaya-.
ban Encarnación Coya , la eximia caracteristica
nacional , acabada intérprete de Na Catita : y Fe.
lices , Teresa Duelos y Ortiz, Colunga, Baeza ,
Ureta .
Nos estrenó Josefina dos obritas, estudiando
las con amor y cariño. Anotamos esta excepcio
nal circunstancia , porque los artistas que nos vi
sitan jamás estudian las obras nacionales que no
les sirven para nada , como dicen ; y, sin embargo,
gracias a ellas no bajan la bandera la mayor par
te de las veces , ó , por lo menos, obtienen magnífi
cas entradas. Y buena prueba de lo disho nos
dan las temporadas de los últimos años, en que
las empresas han tenido que recurrir al título na
cional para no morir por consunción .
Y con todo, los comiquillos kilométricos que
vienen á Lima sienten por nuestro teatro gran
desprecio.
Josefina Castro
을
- 17 -
Carolina Ciuili
Entre los artistas notables que han pisado la
escena de Lima debemos mencionar á Carolina
Civili, que nos visitó ahora 39 años, pues se es
trenó en nuestro viejo Principal el 17 de julio de
1871 , con el drama " María Estuardo."
Alta , rubia , con hermosos ojos garzos, arro
gante, mereció de los limeños grandes ovaciones,
como las conquistó con su indiscutible talento
en teatros importantes del viejo mundo , en que la
crítica estuvo unánime en colocarla al lado de las
primeras actrices en su tiempo .
En nuestro teatro hizo , dejando imborrable
recuerdo, entre otras obras, “ Adriana Lecou
vreur " , " Isabel la católica ” , “ Doña Juana la lo
ca " , " Pía de Tolomey ". y la graciosa piececita
“ La casa de campo " , que ella estrenó, bordando
el tipo cómico de la protagonista con tal gracia ,
que ninguna actriz española la ha superado en
esa obra .
La Civili trabajaba en castellano, sin que ni
por el más ligero roce en el acento pudiera sospe.
charse que era italiana .
Trajo en su compañía á las hermanas Rome
ral , una de las cuales. Gabriela , entonces actriz
cómica , volvió al Perú como característica de la
compañía Galé , en 189S ; á la Quintana, la Arceo ,
la Guerra y la Rodriguez, y á Palau , Miranda ,
Arana, Cordero , Marín , Gaytán y otros artistas.
Selgas decía de ella que sabía fingir la muerte
admirablemente, lo que vale más que saber morir
se, pues llegada la hora suprema, cualquier mor
tal lo hace á maravilla .
Carolina Civili
- 19
bat Ristori
Era el año de 1874,
Actuaba entonces en el Principal, si mal no re
cordamos, la compañía dramática de la eminente
trágica Adelaida Ristori, y dábase una gran fun
ción de gala á la que debía asistir don Manuel
Pardo, á la sazón Presidente de la República.
El coliseo estaba resplandeciente: la plazuela
del teatro retumbaba con el incesante rodar de los
coches que conducían á las familias de nuestra cle
gante sociedadı, ataviadas y trajeadas con todo
lujo y esplendidez; mientras por la calle de Lezca
no , y demás adyacentes, casi atropelladamente,
venía cordón interminable de gente que amenaza
ba llenar el teatro de bote en bote, como dicen los
cronistas.
La fachada del edificio , recién restaurado, ilu
minada profusamente con picos de gas, como se
estilaba entonces sólo en las grandes funciones ó
beneficios, adornada con guirnaldas, flores y es
cudos nacionales, ofrecía agradable aspecto.
Algunos muchachos brincaban por entre los
coches , y no faltaban grupos de tapadas y hom
bres , estacionados en el portalito de San Agustín
para ver entrar en el teatro á las elegantes, y dar
gusto á la lengua, ya que no podían hacer otra
cosa .
En la puerta
pu del Principal, muy vestidos y
acicalados, pero con un peso por todo capital en
tre los dos, nos hallábamos con un amigo, miran
do con ojos de deseo , aquella balumba de público
que entraba sin cesar en el teatro .
El Presidente no había llegado tod :ivía , y , por
9
6
Adelaida Ristori
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- 21
Antalia Pérez
Siel haber ocupado lugar distinguido en el an
tiguo corral de la Pacheca , de Madrid, es, para
los artistas españoles, lo que los entorchados de
general para los militares, nuestra compatriota
Amalia Pérez, puede considerarse como la eminen
cia nacional.
Hija de españoles - don Juan Pérez y la nota
ble característica Isabel Padio , -nació Amalia en
Moquegua en 1843 .
Dedicada por sus padres al teatro , figuró en
Lima como dama joven de O'Loghlin y de Fe
driani.
Casada con el recordado actor don Lutgardo
Fernández Gómez, partió con éste para España, y
en la temporada de 1873 actuó , como decimos,
en el Español en unión de artístas tan notables
como la Mendoza Tenorio, la Valverde, Maza y
otros de ese tiempo .
En Madrid la llamaban : la criolla .
Era hermosa , decía con calor y sabía imprimir
el sello de su talento de actriz notable , á los pape
les que desempeñaba .
Volvió al Perú en 1875 , en unión del aplaudi
do galán joven Juan Reig, y dió una corta serie
de representaciones en el Odeón, que fué brusca
mente cortada por el suicidio del empresario don
Guillermo Soto , el 22 de julio de ese año, en su
alojamiento del hotel de Europa .
Amalia Pérez
23
Zoe Belia
En 1896 vino á Lima la compañía de ópera
francesa , cuya primera triple era la Zoe Belia , y >
Aliur Alhaiza
Cuando aún Lima era Lima, según la gráfica
expresión de los limeños viejos para demostrar los
tiempos de abundancia y esplendor de la sultana
del Pacífico , nos visitó una compañía de ópera bufa
francesa, que hizo brillante campaña en el Princi
pal y cuya premiere chanteuse era la Aline Alhaiza .
Antes habían visto la luz de nuestras candile
jas la Geraldine, la graciosa creadora entre noso
tros del chef d'oeuvre de Offenbach , La grande
duchesse; Matilde Lafourcade la intérprete de
Barbe Bleu , Luisa Goosz la atrevida Belle Eléne;
y , Zoé Belia , la inimitable Fille de Mdme. Angot.
El vetusto teatro de Olavide , remozado tres
años antes, resplandecía con sus cornisas y relie
ves dorados, que si no eran del más refinado gus.
to le daban aspecto agradable y simpático, y os
tentaba su nuevo telón de boca pintado por Bou
dat en el que se veían Lima y el Callao separados
por las musas , que el artista quiso se parecieran
á otras tantas bellezas criollas , aunque , en honor
de la verdad, sin conseguirlo por completo.
Durante esa temporada estaba el teatro lleno
todas las noches, y en el beneficio de la tiple se cu
brió el escenario de flores, ramos y coronas , y re
volaron por la sala muchas palomas blancas en
cintadas con los colores nacionales y franceses .
Era la Alhaiza una morena graciosa , con ojos
dormidos que imprimían á su fresca fisonomía de
Aline Alhaiza
27
Julia Tomliesi
Julia Tombesi era una joven guapa á las dere.
chas, cuando vino por primera vez á Lima, ahora
veintiseis años, como mezzo - soprano de la compa
ñía de ópera D'Aponte.
La conocimos el día de su llegada; no habla
ba una sola palabra de castellano, pero había en
sus ojos grandes é inteligentes, tal atención para
escucharnos, que comprendimos, desde luego, que
la hermosa joven italiana , llegaría pronto y sin
esfuerzo á dominar nuestro idioma.
Concluyó la temporada de ópera , que dicho
sea de paso , fué poco halagūeña para la empresa .
De pronto, y cuando menos lo esperábamos,
se presentó una noche haciendo la Guayaba de la
zarzuela Robinson. Después, Marina , en la que .
1
- 34 -
Alejandrina Gara
Alejandrina Caro vino á Lima como primera
dama de la compañía de su esposo , Paulino Del
gado . Actriz muy discreta , hermosa y elegante;
pronto se hizo querer del público limeño, que la
distinguió mucho, llegando a abrirse para ella va
rios salones de nuestra sociedad .
Cuanto á Pauiino, Lima no podrá olvidar que
llevando en el corazón la memoria de nuestro pú
blico, rechazó con altivez de caballero digno y
honrado, y con grave perjuicio de sus intereses, la
imposición que se le hiciera en una población de
Chile, para que su compañía cantara el himno
chileno, en función de gal : i con que se celebraha
un día de luto para el Perú !
Este noble actor y leal amigo nuestro , nació .
en la Habana en 1857 , y murió en Madrid , el 26
de julio de 1896 , donde actuaba en unión del gran
Vico.
Adalgisa Gabbi
;
{
- 35 -
Adalgisa falli
El barítono de ópera de más hermosa voz que
hemos conocido, ha sido Salvati, que vino con
Adalgisa Gabbi en 1886 .
El público le colmó de aplausos en toda la
temporada, que corrió con magnífico resultado
para la empresa .
Anuncióse al fin la serata d'onore de la prime
ra donna con Fausto, obra que despertó vivo en
tusiasmo en el público, pues no se había cantado
en abono , .y los artistas, se conjeturaba, deberían
estar á gran altura en la interpretación de la par
tida de Gounod ; sobre todo la beneficiada , que
era á la sazón , una espléndida belleza pletórica de
facultades.
El Politeama, cuyos 2,000 asientos sólo se
agotan cuando repican gordo - apenas recorda
mos unas cinco ó seis ocasiones en que se haya
volteado aquel tablero, - se hallaba la noche de la
Gabbi lieno hasta los pasillos.
Habían tocado las 9 y el Fausto no empezaba.
Pronto se supo que el barítono Salvati, por
desa venencias con la beneficiada, se hallaba á
bordo del vapor que esa noche debíu, zarpar para
el sur, burlando de esa suerte , no sólo á la Gabbi,
sino al público de Lima.
La indignación fué general, á los pocos que
intentaban dar la razón á Salvati, les disuadian
los partidarios de la , diva que entonces eran mu
chos, y los celosos de sus fueros , que eran todos.
Luego se avisó que la autoridad había desem
harcado al barítono, y que de un momento á otru
llegaría al teatro .
- 36 -
Sarah Gerilljardi
La eminente actriz francesa que ha brillado
sin ocaso , en el último tercio del siglo XIX , y que
hoy, no obstante sus 66 años conserva la plenitud
de sus excepcionales facultades, nos visitó cuando
aún el Perú no había convalecido de sus inmereci
das desgracias, lo que no fué óbice para que nues
tro público, apesar de lo costoso del espectáculo ,
llenara todas las noches el lejano Politeama.
Sarah Bernhadt, nació en la capital de Fran
cia el 22 de octubre de 1844 , de padres judíos . Su
verdadero nombre es Rosina .
A los 14 años de edad , comenzó sus estudios
de declamación en el Conservatorio de Paris, bajo
la dirección de Provost.
En la temporada que hizo en el Odeon de la
gran capital, se dió á conocer y desarrolló su ta
lento artístico , que después lienó el mundo, como
antes lo llenara Isabel Rachel, la inmortal suiza
( 1 ) , .v Adelaida Ristori, la eminente italiana .
Sarah goza fama de exéntrica, y la gacetilla
universal se ha ocupado en contar inultitud de
SUS ('osas.
Troutiបំ ne Hlinelli
Eran todavía los tiempos de Lima en que ha
bía quien tirara el dinero por la ventana; en que ,
como sucedió con la primera compañía de zarzue
la, no faltó caballero, ajeno por completo á la em
presa , que vistió á la troupe de capitán á pa
je , pues llegaron al Callao casi en cutis. Hoy no
falta voluntad , lo que falta es lo otro .
Ahora 32 años vino á nuestro antiguo Princi
pal la última compañía francesa de ópera bufa
que hemos tenido, la cual debutó con La petite
mariée, de Lecocq.
Esa noche , por enfermedad del tenor se pre
sentó en calidad de tál Mr. Dupin , nuevo en Lima,
hombre de 60 años próximos, calvo y completa
mente rasurado, que produjo naturalmente, mal
efecto en el público , aunque se vió que era artista
y que de falsete cantaba irreprochablemente.
En la 2a función debutó el tenor que era Ver
neuil , joven , de buena figura y con una voz, si 110
de poder, dulce y agradable. El público respiró .
Vino luego el estreno de la opereta de Planquette.
Los cloches de Corneville, y reapareció el tenor de
la primera noche, pero en su cuerda , haciendo el
Grenicheux de la obra . Hasta ahora se escuchan
los aplausos del público, y con razón , como que
ha sido uno de los mejores cónicos que han veni
do á Lima.
Leontine Minelli era la soprano de la compa
ñía, una morena deliciosa, elegante, con un cachet
de ingénua encantador, y una voz muy bonita y
de buena extensión .
La noche del estreno se hallaba el Principal
de bote en bote .
- 41
Pepita Mari
Con Leopoldo Burón nos visitó, en 1896 , la
primera actriz Pepita Marí.
Mujer hermosa , elegante; sabe estar en escena
con naturalidad , y las situaciones culminantes le
dan campo á su nerviosidad artística para crecer
y apoderarse del público.
Es de las que, en el argot teatral, se dice que
se dan ; es decir, que se identifican con la sicología
del personaje que hacen , y proceden ya prescin
diendo de la ficción teatral.
Debatida cuestión es esta de que si los artis
tas " sienten " ó nó, sus papeles.
.
Salvini y Rossi, lo afirmaban , citando la opi
nión de la eminente Ristori, " la cual noche á no
che vertía verdaderas lágrimas por la suerte de
los personajes que élla misma encarnaba.”
Se cuenta del viejo Valero que, cada vez que
hacía La carcajada, debía sangrarse para evitar
la congestión que podía sobrevenirle.
En cambio , la gran Rachel fingía solamente.
Y Talma también fingía .
De las memorias de Cremieux, trascribimos
estas líneas, que lo prueban; pues éste no creía en
la ficción del gran cómico francés:
“ Talma le demostró lo contrario con “ An
dromeca ” de Racine. El gran actor encarnaba á
Orestes. Llega - narra Cremieux - la escena en
que Orestes, víctima de los Erineas es presa de
la más espantosa furia . Talma recitaba con
tanta verdad que á cada espectador agitaba un
calofrío de impresión. A mí en cambio , me fué po
sible verlo de cerca y me convencí que no sentía
ICC
Pepita Mari
- 43
Jenta Gásperis
En la temporada de las hermanas Gásperis,
que aún recuerdan gratamente los habitués al gé
nero chico , pues no sólo gozaron de un conjunto
discreto de artistas y del estreno de muchas obras ,
sino de la presencia de tres mujeres guapas, gra
ciosas y modestas: Zema, Irma y Magdalena ( 1 ) ;
ocurrió cierta noche un incidente que pudo tener
desagradable consecuencia .
El teatro veíase noche á noche lleno de una
concurrencia entusiasta que colmaba de flores el
escenario á la aparición de las mimadas tiplecitas
italianas, y durante la representación no se can .
saba de aplaudirlas, así como á la Sánchez y á
Eduardo Reig
Al hacer mutis éste en una de las tandas, al
guien de la platea dijo sotto voce " mal cómico ."
Reig se volvió rápidamente y contestó con el sig
no que cuentan hizo Picado, el secretario de Piza .
rro , á los almagristas. y que precipitó la muerte
del Marqués ; el cual signo aunque Reig lo marcó
casi en las cajas fué visto por gran parte de los es
pectadores.
Cayo el telón, y ardio Troya é islas adyacentes.
El público indignado quiso asaltar el escena
rio y dar á Reig una severa lección , pero la auto
ridad protegió la entrada con toda la fuerza de
celadores que había en el teatro y luego le acom
pañó hasta su hotel.
En las noches siguientes el público, que siem
pre había aplaudido á Reig se mantuvo frío con
él , hasta que una noticia mnuy sensible para el ac
tor determinó el olvido de lo pasado .
Irma Gásperis
1
- 45
La Collamarini
De paso para el norte, en 1898, dió Lambardi
dos funciones - Carmen y Mignon- en el teatrito
de la Exposición, en las que el público de Lima
pudo apreciar la labor de la mezzo -soprano Este
fanía Collamarini: joven, espléndidamente hermo
sa , de voz fresca, poderosa y bien timbrada. Fué
muy aplaudida, especialmente en Carmen .
En Guayaquil dejó esta joven diva intenso re
cuerdo de su actuación y de su belleza , así como
en Costa Rica .
En Panamá la vimos por última vez . Fué una
abrasadora mañana de agosto , en su cuarto del
hotel de “ La Marina” , del simpático y caballero .
so Caselli, un suizo joven, gordo, siempre vestido
de blanco , que nos acogió con cariño inolvidable .
( 1 ) La Collamarini, ligeramente vestida , -pues en
el hotel, apesar de hallarse sobre el mar se sudaba
á chorros,-mostraba por encima rie la ropa sus
poderosas curvas; nos recibió con la más encan
tadora de sus sonrisas ; charlamos un buen rato .
amigablemente; nos despedimos con un fuerte
apretón de manos . Nunca nos pareció más her
mosa .
Después no hemos sabido más de la gallarda
artista ; por quien, según se dijo , pretendió suici
darse uno de los tenores de la compañía , allá en el
Carlota Willantes
En todo lo que alcanzan nuestros recuerdos
no nos ha visitado tiple ligera de zarzuela de más
hermosa voz y más limpia ejecución que Carlota
Millanes .
Dotada de excepcionales facultades y de una
facilidad asombrosa en la emisión, de timbre puro
y extensión tal que llega á las notas más agudas
de su registro de soprano ligera sin esfuerzo al
guno, sin descomposición de las líneas del rostro,
es Carlota, la mejor tiple española que hemos oí
do, y vamos camino de perder la esperanza de oír
otra que la iguale.
Fuera de la zarzuela, como dijo el cesante del
cuento, han sido nones y no llegan á cinco las que ,
pueden superarla.
Nacida en Barcelona y discípula del maestro
Cabrera , puede decirse sin embargo , que empezó
su carrera en América .
En la capital bonaerense fué donde se dio á co.
nocer, causando más tarde en Madrid , hace ape
nas seis años, verdadero asombro al hacer una
brillante campaña en el género chico . No estaban
acostumbrados á encontrar dentro de las facul
tades de los cantantes al uso - cantantes mudos,
como los llama un amigo, -las notables cualida
des que adornan á la eximia tiple, á quien apelli
daron “ la Barrientos del teatro por horas”” unos ,
y " la Patti de la zarzuela " , otro
Carlota ha hecho en Lima dos temporadas,
la de 1899 con el tenor Abelardo Barrera ( 1 ) en el
Julia Aced
Los autores del género chico se encariñan por
temporadas con ciertos asuntos que explotan
hasta el cansancio .
Pasadas las revistas, cuyo modelo y genera
dor fué la popularísima obra de Pérez y Chueca y
Valverde, vino la torería , luego el chulapeo , des
pués el drama comprimiilo , en seguilla los milita
res , más tarde los telones y los trajes como únicos
asuntos , y, en fin , lo sicalíptico ......
Pues bien , cuando llegó á Lima la hornada
militar, Julia Aced , la simpática tiple española de
irreprochables formas , estrenó aquella tanda de
pantalon's rojos, que empezó con El Tambor de
granaderos y acabó con El cabo primero; que aúu
se hace como obra de prueba para las tiples can
tantes , como ahora se titulan las que tienen voz ;
...... porque en el teatro chico hay tiples que no
cantan , y esto es , desgraciadamente, lo general ,
aunque parezca ilógico ,
Entre esas obritas se estrenó una titulada La
espada de honor, cuyo principal mérito estriba
en unas maniobras militares ... ..femeninas.
A un partiquino que había sido sargento del
ejército español, le encomendó el director de esce
na la instrucción del coro de señoras.
Y Maraña, que así se llamaba el partiquino,
las puso tan diestras......que causaron envidia á
nuestros propios soldados, los cuales aquella no
che , de buena gana , se hubieran dado de alta en
esas filas ........
8
Julia Aced
51 -
La Celimrudi
Hija de artistas, -el tenor Antonio Monjardín
y la tiple Paulina Celimendi, -vino á Lima muy
niña . Alguna vez la tuvimos en nuestras rodillas .
Se educó en el colegio de Belén .
Con la compañía de zarzuela Palou trabajó
por primera vez entre nosotros, como corista y
partiquina. Más tarde, en 1896, hizo la tempora
da de ese año, como segunda tiple de la Aced , es
trenando con ésta El tambor de granaderos, La
revista, y lemás obras de la temporada.
Era entonces una joven delgada con una bo
uita voz , ! 110 ) poca gracia , como que le restó
simpatías á la primera tiple.
Después, hecha ya una buena tiple y una es
pléndida mujer, volvió en 1902 con la compañía
de Zapater, y en 1905, con éste y Perdiguero.
Elvira Celimenili, ---que ignoramos la causa
por qué sólo usa el apellido materno , como sus
hermanas, -es una artista, aunque el serlo por ley
de herencia , le haya costado poco esfuerzo ; que
hace suyo á cualquier público, á la par que con su
interesante figura, con su apreciable actuación y
su agradable voz .
No se ha borrado aún su recuerdo en La tra
pera , en Cuadros disolventes, en La venta de Don
Quijote, en Los saltimbanquis.
Nos estrenó el boceto dramático Luz, expi
diéndose con impecable labor, digna de una ac
triz de verso .
Elvira Celimendi
!
Emilia Colás
1
-
- 53
Emilia Colás
Con la compañía infantil de Peires vino á Li
ma, por primera vez, en 1898 , Emilia Colás, en
calidad de tiple cómica . Era entonces una criatu
ra llena de gracia y talento. En el tenor de El
anillo, Los cocineros y demás obras del repertorio
se expedía muy bien , sobrepujando en gracia y
arte á muchas tiples cómicas de verdad . Era es
pigadita y con unos ojos negros hermosos y rien
tes . Tendría entonces once años de edad .
Ultimamente, en 1906 , volvió , para formar
parte de la compañía que actuaba en el Principal.
Casi no ha ganado nada en estatura , pero su
voz naturalmente aumentada en volumen y ex
tensión, la coloca entre las buenas tiples cantan
tes del género chico que hemos tenido .
Ha obtenido merecidos aplausos en La cacha.
rrera , El barbero y otras obras.
Emilia , viva de genio, buena chica , ha sabido
en ocasiones ganarse el agradecimiento de sus
compañeras con prodigalidades no comunes en el
teatro .
La noche de sui estreno como tiple grande, en
el Principal, rodeabanla varios pollos, de esos que
ruedan por los bastidores á caza de amores colec
tivos , si que también baratos. Era un coro de
alabanzas .
La felicitamos. Abrazó á su antiguo amigo; y
guiñándonos graciosamente un ojo , nos dijo, re
firiéndose á la pollería que la rodeaba :
- 54 -
Virginia Reiter
En dos ocasiones visitó Lima el eminente ac
tor italiano Giovani Emanuel, notable en el Rey
Lear , en Otelo y en otras obras del repertorio clá
sico de Shakespeare. En ambas le acompañó co
mo primera actriz Virginia Réiter, una joven ele
gante, de hermosos ojos, dulce voz y gran intui.
ción artística, á quien mimaba el notable actor y
enseñaba con el mayor cariño .
Alguna temporada inició en nuestro antiguo
Principal con la célebre obra de Dumas: La dama
de las camelias, á fin de estrenarla á élla , aunque
él quedará fuera de caja en el Armando; sus
cincuenta años largos no eran yit á propó .
sito para primeros actores jóvenes , como el per
sonaje de Dumas.
Y al llegar á Guayaquil, en viaje de Lima ,
1892 , por descuido del agente de la empresa , ha
llóse en el hotel principal de aquel puerto , con una
mala habitación en que sólo había una estrecha
cama . La Réiter insti al maestro al amigo, a
empresario, para que la ocupara ; pero Emanuel
instaló á su mimada actriz en ella ; y él durmió .....
sobre una mesa de billar!......
El eminente actor debió recordar esa noche los
usos de los cómicos de la legua, allá en los comien
zos del teatro , cuando no encontraban en las po .
sadas camas en que dormir, y lo hacían, no sólo
en mesas , sino en el santo suelo la mayor parte de
las veces .
Virginia acompañó durante muchos años al
viejo actor que en la fama siguió de cerca á Rossi
y Salvini; pero llegó un día en que se separó de su
- 56 -
. Calon
La
Entre el aluvión de tiples del género chico que,
en los veinte años que cuentan las tandas en Li
ma, hemos tenido oportunidad de conocer, una
de las sobresalientes ha sido, sin duda, Amalia
Colom .
Nacida en Sevilla , es una morena con esa gra
cia en los ojos y en la boca , que es como la cédula
de vecindad en las mujeres de su tierra .
Trasplantada al género pequeño , del teatro
de verso en donde había hecho sus primeras ar
mas al lado de Burón, Catalina, Tanayo, Delga
do , Reig y el gran don Antonio , adivínase en eila
algo que las demás no tienen, algo á manera de
título de nobleza, pero de nobleza no heredaila ,
sino habida con su talento y su arte.
Amalia ha hecho en Lima tres campañas,
siempre entre aplausos, dejando recuerdo grato
en nuestro público de su actuación artística . Des
de El Patio hasta la Trapera, desde el Puña o de
rosas hasta el Flechazo, la Colom fué siempre, lo
que muchas sueñan ser y pocas lo son , uaartista .
Una zarzuela y un monólogo nos estrenó , co
sechando aplausos muy merecidos,
Debutó en Madrid ( 1907 ), donde la opinión y
la crítica " con unanimidad alsoluta " , la coloca
ron en primera línea ,--aunque cuentan con las
eminencias del género chico , -corroborándose así
nuestros vaticinios y el entusiasta r constante
aplauso del público limeño .
- 58
La Ferri
Con el elegante primer actor de la Princesa de
Madrid , con el magnífico intérprete del Cyrano
de Bergerac, con el creador del Juan José, llegó á
nuestra capital Ana M. Ferri , en 1906 .
Joven , guapa ; dueña de una voz de matices
suaves y tonos acariciadores; finge las pasiones
sin arranques nerviosos fronterizos al desplante,
que si bien consiguen aplausos, pugnan con la na
turalilari, у sabe mantenerse dentro de discretos
límites.
Desde la dulce Roxana , de la comedia heróica
Rostand , hasta la Moza de cántaro , supo' inter
pretar diversos roles, si no con excepcionales fa .
cultades, con apreciable talento .
Ana Ferri tenía apenas tres años de primera
actriz entonces .
En Las flores, esa sencilla y deliciosa comedia
de los Quintero; en Las rosas de otoño , del ge
nial Benavente; en El adversario ; en toda su la
bor, se des mpeñó con plausible acierto , ganando
noche á noche las justas simpatías de nuestro
público.
Cluuillier
Y Ana Ferri
Concepción Olona
1
- 61
La Olona
Cuatro veces en tres años, nos ha visitado Con
cepción Olona, la primera dama cie Muñoz.
Nació esta joven actriz en Barcelona el 21 de
'enero de 1883 , y se presentó ante el público por
primera vez en el teatro " Novedades" de la ciudad
condal con la Roxana de Cyrano . Luego trabajó
en Madrid y todas las capitales de provincia de
España; y en Buenos Aires , Montevideo , Santia
go y otras ciudades sudamericanas.
Ha actuado con los actores españoles Mata ,
González , Sánchez de León , Balaguer y Larra .
Primera actriz , especialmente de comedia , ha
ganado sus mejores aplausos en Genio alegre. De
mi-monde y Divorciémonos, que son , á lo que pare .
ce, las obras de su predilección. También en Sulli
van tiene momentos dignos de alabanza .
La Olona estrenó en Lima Le voleur, traduc
ción de Federico Elguera , Las de Caín , Genio ale
gre, Intereses creados, Por las nubes, Elgran ta
caño » Más fuerte que el amor.
Alta , rubia , bien dibujada , al pisar la escena
atrae las simpatías del público. Posée voz agra
dable y gallarda figura de mujer hermosa.
62
La Guerrero
María Guerrero, empezó su carrera como pri
mera dama del Teatro de la Comedia de Madrid ,
ahora 18 años. Antes sólo había hecho papeles
de poca importancia ; y al retirarse de la escena la
Mendoza Tenorio , tomó el cetro la Guerrero ,
que en 1890 debutaba como primera actriz del
Español con una comedia de Tirsn .
La Inés de Zorrilla fué el papel queció margen
á la Guerrero para esbozar su fama artística .
María Guerrero es madrileña ; nació en 1869;
fué discípula distinguida , -en la Escuela Nacional
de Música y Declamación, --de la célebre dona
Teodora Lamadrid , y rebutó como damita joven
2
La ulicasi
No vamos a hablar de las primeras bailarinas
que se conocieron en Lima: María Rodríguez,
de la época de la Perricholi; Paca Rodríguez, que
bailaba á principios del siglo pasado; Carmen Pi
nilla , y nuestra compatriota Rosa Lozano; Josefa
Vallejos que entusiasmó á los habitués del teatro
de Variedades ; -- ni de les que, ahora treinta años
hicieron época en el Principal: --Rosa Expert , que
trajo die París reputación ejecutoriada de notable
bailarina; Eugenia Oberti y María Wesmael; -ni
de las de la primera compañía de zarzuela : - Ma
ría Llorente y Antonia Luque, que aún vive entre
nosotros; -ni de la graciosa y simpática Amalia
Ortega, que vino con Palmada, y que tenía en su
foja de servicios anotado un gran éxito en la Zar
zuela de Madrid , donde " conquistó grandes ova
ciones" en el estreno del Excelsior; ui de las deinás
que en distintas épocas han bailado en Liina :-las
hermanas Rousset, Winter Ravel, Amalia Dimier,
Luisa Rodenas, Teresa Antonino, Ermelinda Dia .
ni, Camila Rossi, Angelina Vitulli y Carmen Can
cino; la Basignana y las hermanas Cerri , y otras
más .
Vamos a hablar de una joven bailarina que ,
con su actuación de tiple sicalíptica, marcó, aun
que fugaz, una época en nuestro teatro . Nos refe
rimos á Enriqueta Nicasi.
A mediados del año pasado, 1909, llegó á Li
ma el conoci lo actor cómico Perliguero, con su
compañía de tandas, y , después del primer mes de
temporada empezó á bajar la taquilla; por lo que,
para salvarse', echó mano del genero sicalíptico ,
- 65
Lucía Cavalli
- 67
Lucía Cavalli
Desde Carolina Grijoni, la primera soprano de
ópera que conocieron los limeños, allá en 1814,
hasta Lucía Cavalli, que actuó como prima dona
en el Municipal; han desfilado por las modestas
candilejas de nuestros teatros varias distinguidas
intérpretes del bell canto .
Luisa Schieronni, que ahora setenta años des
pertó en Lima el gusto por el arte lírico , pues la
Grijoni , que era de escaso mérito , no logró intere
sar al público; la famosa Clorinda Corradi Pan
tanelli, contralto de hermosísima voz , y Teresa
Rossi , primadona que con aquella se dividió el fa
vor de los entusiastas , -que de esa época arranca
entre nosotros la afición por la ópera ; -Clotilde
Barilli , hermana de las l'atti , y como ellas, canta
1
triz de raras y excepcionales facultades, que ac
tuó en el viejo teatro de Lima durante cuatro
años, casi sin interrupción ; que afianzó definitiva
mente, a mediados del siglo pasado, el entusias
mo por las audiciones líricas, y originó la más
ruidosa competencia ; Elisa Biscaccianti, de grato
recuerdo en Sonámbula ; la Amie Gazán y la Ca
talina Hayes; Ana Bazzuri y la Sconcia; Luisa
Marchetti , cuyo coche fué tirado por los universi
tarios de Lima, la noche de su serata d'onore y
Marietta Mollo , una romana simpática que aho
ra cuarenta años fué mimada del público ; la Bulli
Paoli y la Príncipi; Carlota Patti; la Carozzi
Succhi , que estrenó el remozado teatro Principal
en 1874 ; Elvira Repetto , eminente soprano ligero ,
la más notable que hemos oído: la Bianca Monte .
sini, la Ida Kottas, que estrenó el Politeama; y ,
en los últimos tiempos, Elisa D’Aponte, Adalgui
- 68 -
Jinto *(2)
Rosario Viita
El 2 marzo de 1901 celebró su beneficio en el
teatro de la Comedia de Madrid , la primera ac
triz de la compañía que dirigía García Ortegar , re
presentándose la comedia de Serra : Don Tomás ,
La Praviana de Vital Aza , y estrenándose el bo
ceto de comedia : Sin querer', de Benavente, apro
pósito escrito expresamente por el eminente autor
para la beneficiada. Era ésta , Rosario Pino.
La novedad de la noche no fué, por cierto , el
estreno de la obra del autor de Lo cursi, aunque
esta circunstancia , á primera vista , fuera bastan
te para llenar el teatro y despertar el entusiasmo
del público madrileño .
Esa noche debía efectuarse algo inusitado en
la representación de la pieza que se estrenaba .
Jacinto Benavente, debutaba como actor dramá
tico, haciendo la parte de galán .
" La obrita que Jacinto Benavente dedicó a la
señora Pino, --dice un crítico , -llevando su defe
rencia con la citada artista hasta el punto de
acompañarla en su desempeño, fué muy bien aco
gida por el auditorio , que en Sin querer tuvo oca
sión de saborear una vez más el brillante estilo de
Benavente y celebrar el acierto que para idear y
escribir el apropósito había tenido el distinguido
literato ."
ERRATAS .
14 25 punco punto
29 Emgeratriz 99 Emperatriz
16 disho
1
27 dicho
18 11 en de
26 1895 ܙܕ 1898
.
.
22 Padio 1 ) Podio
24
1896 1876
9
ópera ópera bufa
* ) 23 fracmentos fragmentos
25 29 astistas artistas
71 27 20 escenas cenas
9 29 morbideses 9 inorbideces
-
9 verdaderas verdaderos
>
29
30 29 chirrár chirriar
22
19 35 12 partida partitura
36 99 11 ovasión ovación
19 37 99 20 exéntrica excéntrica
39 19 1 o vasiones ovaciones
60 11 heróica heroica de
61 7 . y todas y en todas
,,
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UNIVERSITY OF TEXAS AT AUSTIN - UNIV LIBS
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