La Posesión - Ruz Lártiga.
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LA POSESIÓN
Clase N° 6. LA POSESIÓN COMO APARIENCIA DE DOMINIO Y SU CONTEXTO
A. GENERALIDADES y CONCEPTO
Define, el inciso primero del Art. 700, la posesión como "la tenencia de
una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el
que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga
en lugar y a nombre de él".
a. Naturalezajurídica de la posesión
l. De partida, consta de las actas del Código civil que en esta materia
A. Bello siguió a Pothier.
L\ POSESiÓN COWJ APARIENC lA DE DO~lINIO) SU CONTeXTO 119
Sin dudas que hay distintas situaciones de hecho, unas más precarias que
las otras y algunas, como la posesión, a todas luces más estables y dignas
por ello de protección. Esto no implica que mute o cambie la naturaleza de
ese hecho jurídico por la aptitud que tiene de producir importantes conse-
cuencias de derecho. La posesión, hecho jurídico, mutará en derecho (real),
sólo una vez que haya operado el modo de adquirir que requiere el tiempo
necesario para transformarla, la prescripción adquisitiva.
b. La cllasiposesión
l. Los derechos reales se poseen por su ejercicio, mientras que los per-
sonales se extinguen por su ejercicio, de ahí que no admitan ejercicio o
goce prolongado.
dejará de ser mero tenedor, pues "el arrendatario nada posee", por lo tanto,
el derecho personal no puede poseerse.
3. El Art. 2498, al decir que se gana por prescripción los derechos reales
que no están expresamente exceptuados, excluye, por tanto, a los derechos
personales.
4. El Art. 1576, que habla del poseedor del crédito, se refiere solamente
al poseedor del instrumento en donde consta el crédito, pero no al poseedor
del derecho personal.
El Código civil a todas luces considera más la última posición, pues acepta
un poseedor que no tenga la tenencia de la cosa, pero no permite que exista
un poseedor que reconozca dominio ajeno, pues esa circunstancia lo hace
perder la posesión y mutar inmediatamente en mero tenedor.
También señalábamos que, por aplicación del Art. 715, las cosas incorpo-
rales también eran susceptibles de poseerse. Consignábamos, que a este tipo
de posesión se le conocía doctrinariamente como cuasiposesión, estando la
doctrina conteste en aceptarla respecto de los derechos reales, discutiéndose
sólo su procedencia tratándose de derechos personales.
a. Semejanzas
b. Diferencias
c. Ventajas de la posesión
A. CLASIFICACIONES
B. LA POSESIÓN REGULAR
a. Concepto
La posesión regular está definida en el Art. 702 inc. 2°: "Se llama pose-
sión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe;
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión. Se puede
ser por consiguiente poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa
el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular".
rioros que haya sufrido la cosa, a menos que se haya aprovechado de ellos
(aplicación de las reglas de los poseedores de buena fe en las restituciones
mutuas). En todo caso, la buena fe dura para este poseedor hasta que con-
testa la demanda.
2. Cierto poseedor regular tiene acción reivindicatoria (acción publi-
ciana).
3. El poseedor regular puede adquirir el dominio por prescripción ordi-
naria (dos y cinco años, dependiendo si son muebles o inmuebles).
4. La posesión de los bienes raíces y de los derechos reales constituidos
en ellos está protegida por acciones posesorias.
5. Está protegido por la presunción de dominio.
l. Justo título.
2. Buena fe.
3. Tradición, en ciertos casos.
l. E/justo título
i. Concepto.
El Código sólo se limita a numerar los títulos injustos en el Art. 704, por
lo tanto, no define lo que es justo título ni tampoco define lo que es título
injusto.
Vittorío Pescio señala que "son justos títulos los que consisten en un acto
o contrato traslaticio de dominio seguido de tradición y que sirven para crear
en el adquirente la convicción o razonable creencia de que ha adquirido la
propiedad, aun cuando esta creencia sea equivocada".
128 GONZALO Ruz LÁRTIGA
Arturo Alessandri expresa que "por justo título se entiende todo hecho o
acto jurídico que por su naturaleza y su carácter verdadero y válido es apto
para atribuir en abstracto el dominio".
Del análisis de este Art. 704 en conjunto con el Art. 706, que define la
buena fe en la posesión, la doctrina colige que el justo título debe reunir tres
condiciones copulativas: i. debe ser auténtico; ii. debe ser real, y iii debe
ser válido.
En síntesis, los títulos injustos son aquellos que adolecen de algún vicio
o defecto en sí mismo, o bien cuando no tenga valor respecto de la persona
a quien se confiere.
Podemos decir que se trata aquí de dos hipótesis: i. cae dentro de la norma
el que actúa no estando facultado ni legal ni convencialmente para hacerlo
en el nombre de otro, y ii. el que estándolo, lo hace fuera de los límites de
su mandato o representación.
En los dos casos anteriores veíamos que el título no era auténtico, aquí
el problema radica en que al título le afecta un vicio de nulidad, el título
es o sería inválido.
Podemos decir que los títulos putativos son aquellos en cuya existencia
cree una persona (aquel que lo invoca) pero que en realidad no existe, tiene
sólo la apariencia de existir.
2. La bllenafe
Error de hecho. El inc. 3° del Art. 706 dispone que "un justo error en
materia de hecho no se opone a la buena fe". Esta norma ha trascendido la
estricta aplicación en materia posesoria, aceptándose su carácter de principio
de aplicación general.
Se dice que, a diferencia del inciso 3°, esta norma es de aplicación estricta
a la posesión. Se advierte por algunos autores que no se presumirá la mala
fe cuando la finalidad de esa alegación sea diferente de excusar el cum-
plimiento de una obligación, en ese caso no podría presumirse de derecho
el desconocimiento de la ley. Con toda certeza, esa distinción no obedece
al tenor del Art. 8° norma estrictísima pero, al fin y al cabo, existente en
nuestro derecho.
134 GONZ"'LO Ruz LÁRTIG'"
3. La tradición
El inciso final del Art. 702 contiene una presunción simplemente legal
de tradición: "la posesión de una cosa a ciencia y paciencia del que se obli-
gó a entregarla, hará presumir la tradición; a menos que ésta haya debido
efectuarse por la inscripción del título".
C. LA POSESIÓN IRREGULAR
Por lo tanto, se es poseedor irregular si, por ejemplo, se tiene justo título
y siendo éste traslaticio de dominio, se ha verificado la tradición, pero no
se tiene buena fe inicial. En este caso falta, como se observa, sólo uno de
los requisitos señalados en el Art. 702.
A. GENERALIDADES
Entremos a su estudio.
B. LA POSESIÓN VIOLENTA
Art. 711: "El que en ausencia del dueño se apodera de la cosa, y volviendo
el dueño le repele, es también poseedor violento".
Art. 712: "Existe el vicio de violencia, sea que se haya empleado contra
el verdadero dueño de la cosa, o contra el que la poseía sin serlo, o contra
el que la tenía en lugar o a nombre de otro.
Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agen-
tes y que se ejecute con su consentimiento o que después de ejecutada se
ratifique expresa o tácitamente".
C. LA POSESIÓN CLANDESTINA
D. LA AGREGACIÓN DE POSESIONES
A. GENERALIDADES
El Art. 720 establece como regla general que la posesión se puede iniciar
o adquirir personalmente o a través de un representante legal o convencional:
"La posesión puede tomarse no sólo por el que trata de adquirirla para sí,
sino por su mandatario o por sus representantes legales".
El Art. 723 nos enseña que los incapaces relativos pueden adquirir la
posesión sin necesidad de autorización de su representante legal, siempre
que concurran la voluntad y la aprensión material o legal de la cosa. Otra
cosa es el ejercicio de los derechos de poseedor que sólo pueden serlo
autorizados.
a. Bienes muebles
J. Inicio o adquisición
2. Conservación
El Art. 725 nos dice que: "El poseedor conserva la posesión, aunque
transfiera la tenencia de la cosa, dándola en arriendo, comodato, prenda,
depósito, usufructo o a cualquier otro título no traslaticio de dominio".
3. Pérdida
l. Inicio o adquisición.
La mayoría de la doctrina piensa que para iniciar la posesión de un bien
raíz no inscrito, se aplican las mismas reglas de los bienes muebles, es decir,
se requiere la concurrencia de cmpus yanimus.
l. El Art. 726 establece que se deja de poseer una cosa desde que otro
se apodera de ella con ánimo de hacerla suya, salvo las excepciones lega-
les. Pues bien, dentro de esas excepciones solamente están los inmuebles
inscritos, por lo tanto, se pierde la posesión de un inmueble no inscrito
cuando otra persona se apodera de él, esto, porque el artículo en cuestión
no distingue entre muebles o inmuebles.
2. El Art. 729. "Si alguien, pretendiéndose dueño, se apodera violenta o
clandestinamente de un inmueble cuyo título no está inscrito, el que tenía
la posesión la pierde".
3. El Art. 730 donde se establece que si el mero tenedor usurpa la cosa el
no inicia posesión, a menos que este mero tenedor enajene la cosa, porque
en ese caso el que la adquiere sí inicia posesión.
2. Conservación.
La posesión se pierde si llega a faltar el corpus y el animus, en otros
casos por la sola falta del animus y en otras por la falta del cmpus.
Algunos autores piensan que la inscripción es una ficción legal que re-
presenta los dos elementos de la posesión: el corpus y el animus, por ello
mediante la inscripción quien inscribe inicia posesión haciendo perder la
posesión del poseedor no inscrito. Esto sería una suerte de castigo de la ley
para el poseedor negligente que no se preocupa de inscribir su título.
3. Pérdida.
Se aplican las mismas reglas que para los bienes muebles, según lo
dispone el Art. 729.
l. Adqllisición:
Aquí se distingue si el título que se invoca es:
- El mismo Art. 729, que permite iniciar posesión sin inscripción, sólo
se aplica a los inmuebles no inscritos.
2, Conservación:
El Art 729 señala que la posesión se conserva mientras no se cancele la
inscripción y ni aún el despojo violento o clandestino afecta esta posesión,
según el Art. 729,
Lo anterior nos permite concluir que para que sea cancelada la inscrip-
ción debe darse alguno de los tres casos que regula el Art 728: Cancelación
por la voluntad de las partes; nueva inscripción en que el poseedor inscrito
transfiere su derecho a otro, o decreto judiciaL
Razones.
l. Si se pudiere iniciar posesión ilTegular seríale aplicable el Art 2502.
2. El Art. 728 no distingue entre posesión regular e irregular, se refiere
entonces a ambas,
3. Pérdida:
En Derecho las cosas se deshacen de la misma manera como se hacen.
Se pierde, entonces, la posesión de un inmueble inscrito por la cancelación
de la inscripción. Esta cancelación puede darse de tres formas, ya vistas:
l. Por el Art. 2510 N° 1 se puede prescribir sin título alguno (quien puede
lo más puede lo menos).
2. El Art. 730 se pone en el caso preciso, al referirse a la cancelación
de la inscripción cuando el usurpador enajena a su propio nombre la
cosa.
3. Los Arts. 728 y 2505 no distinguen entre título justo o injusto.
LA INI(IACION (ADQUI:',I(ION), (ON'iER\ACIO'l y PERIlIDA DE LA PW,ES1ÓN 149
Don Luis Claro Solar sostenía que la inscripción sólo colocaba al posee-
dor inscrito en una situación preferencial para adquirir por prescripción, es
en cierta forma una recompensa o premio que recibía de la ley por haberse
sometido al sistema registral. Ésta le garantizaba (Arts. 728 inc. 2° y 726) que
mientras la mantuviera vigente su inscripción no perdería su posesión.
Cuando leemos, el Ali. 730 inc. 2°, nos habla de "competente inscripción"
como único medio para el adquirente que ha recibido la cosa del usurpador
pueda iniciar posesión sobre un inmueble inscrito.
b. El Art. 2505 cuando señala que contra título inscrito no opera la pres-
cripción sino es por una nueva inscripción, hace posible que se inscriba un
título que no derive del anterior poseedor.
F. PRESUNCIONES DE POSESIÓN
A. CONCEPTO
El Art. 714 define la mera tenencia como la que se ejerce sobre una cosa,
no como duefio, sino en lugar y a nombre del dueño.
a. Tener la cosa en virtud de un derecho real. Aquí tiene una triple cali-
dad pues es dueño del derecho real, por ser dueño normalmente se presume
poseedor de ese derecho real y es mero tenedor de la cosa sobre la cual
recae el derecho real.
b. Tener la cosa en virtud de un título personal. El arrendatario tiene la
tenencia de la cosa en virtud del contrato de arrendamiento que lo vincula
al dueño (arrendador) de la cosa. No es titular sino de su derecho personal,
sólo tiene la tenencia material de la cosa.
B. CARACTERÍSTICAS
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
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