Copia de Ascética y Mística PDF
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ASCÉTICA Y MÍSTICA
● 1.-DEFINICIÓN y ETAPAS
● 2.- AUTORES.
● 3.- EJEMPLOS DE POEMAS.
1.- Ascética:
·latín “ejercicio” ·se utiliza para alcanzar una unión más perfecta con Dios
·alejándose de cualquier contacto con lo mundano a través de privaciones,
penitencia y oración.
·Regida por una vida apartada del trato humano y en contacto con la
naturaleza, en cuevas, montañas…. ·Los monjes pretendían limpiar sus
pecados y utilizarla para acercarse a Dios y así llegar a una unión mística
o éxtasis.
·El procedimiento para acercarse a Dios, constaba en general de dos vías,
purgativa e iluminativa, de acercamiento a Dios, y de una tercera, la unitiva.
a. Vía purgativa
Consiste en la purgación, limpieza de los apegos sensitivos que provienen del
cuerpo. El apetito no tiene por qué ser malo pero sí puede distraer, porque le
impide orientarse plenamente hacia Dios.
b. Vía iluminativa.
Consiste en la elevación del entendimiento hacia Dios. Una vez limpio el
entendimiento queda vacío para entregarse a Dios. Pretende la renuncia del
resto de cosas para dejarlas en segundo plano y enfocarse en Dios.
c. Vía unitiva.
Es el éxtasis místico: Dios se une a su criatura y le revela un conocimiento y un
placer sin límites. Puede manifestarse con los estigmas o llagas sagradas con
fenómenos de levitación y bilocación (encontrarse en dos lugares al mismo
tiempo) o con otros fenómenos místicos. Es trata de una experiencia inefable.
Así pues la ascesis comprendería las dos primeras etapas, y la mística,
añadiría además de las dos primeras, la tercera que es la vía unitiva.
ILUMINATIVA
UNITIVA
EJEMPLOS DE POEMAS.
CANCIONES DEL ALMA... [ II ]
San Juan
Fray Luis de León es uno de los poetas más importantes de la segunda fase
del Renacimiento español . Su obra forma parte de la literatura ascética y está
inspirada por el deseo del alma de alejarse de todo lo terrenal para poder
alcanzar lo prometido por Dios.
Era de origen judeoconverso por ambas ramas. Cuando cumplió los catorce
años, marchó a Salamanca para ingresar en la Orden de los Agustinos.
Salamanca constituiría más adelante el centro de su vida intelectual como
profesor de su universidad.
Oda a la vida retirada cuidado?
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo, ¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
y sigue la escondida ¡Oh secreto seguro, deleitoso!
senda, por donde han ido Roto casi el navío,
los pocos sabios que en el mundo a vuestro almo reposo
han sido; huyo de aqueste mar tempestuoso.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura, Santa Teresa de Jesús.
desde la cumbre airosa
una fontana pura Nada te turbe,
hasta llegar corriendo se apresura. Nada te espante,
Todo se pasa,
Y luego, sosegada, Dios no se muda,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada La paciencia
de verdura vistiendo Todo lo alcanza;
y con diversas flores va Quien a Dios tiene
esparciendo. Nada le falta:
Sólo Dios basta.
El aire del huerto orea
y ofrece mil olores al sentido; Eleva el pensamiento,
los árboles menea al cielo sube,
con un manso ruïdo por nada te acongojes,
que del oro y del cetro pone olvido. Nada te turbe.
Vivo sin vivir en mi
Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían; Vivo sin vivir en mí,
no es mío ver el lloro y tan alta vida espero,
de los que desconfían que muero porque no muero.
cuando el cierzo y el ábrego porfían. Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
La combatida antena porque vivo en el Señor,
cruje, y en ciega noche el claro día que me quiso para sí:
se torna, al cielo suena cuando el corazón le di
confusa vocería, puso en él este letrero,
y la mar enriquecen a porfía. que muero porque no muero.
A mí una pobrecilla Esta divina prisión,
mesa de amable paz bien abastada del amor en que yo vivo,
me basta, y la vajilla, ha hecho a Dios mi cautivo,
de fino oro labrada y libre mi corazón;
sea de quien la mar no teme airada. y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
Y mientras miserable- que muero porque no muero.
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable ¡Ay, qué larga es esta vida!
del peligroso mando, ¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero