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Redes Inteligentes Energia Electrica

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CUADERNOS ORKESTRA

54/2019
ISSN 2340-7638

LAS REDES
INTELIGENTES Y EL
PAPEL DEL
DISTRIBUIDOR DE
ENERGÍA
ELÉCTRICA

Jorge Fernández Gómez


Jaime Menéndez Sánchez

Mayo 2019
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Cuadernos Orkestra, núm. 54/2019

© Jorge Fernández Gómez, Jaime Menéndez Sánchez


© Instituto Vasco de Competitividad – Fundación Deusto

www.orkestra.deusto.es

ii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Las opiniones, análisis y comentarios recogidos en este documento reflejan la


opinión de los autores y no necesariamente de las instituciones a las que
pertenecen. Cualquier error es únicamente atribuible a los autores.

Los autores agradecen expresamente a Roberto Álvaro, Luis del Río, Ángel Díaz
Gallo y Mikel Zaldunbide su inestimable colaboración y ayuda en la elaboración de
este estudio.

iii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

RESUMEN
Este estudio analiza el papel que jugarán los distribuidores de energía eléctrica en el
contexto de sistemas eléctricos con elevados niveles de penetración de energías
renovables y de recursos energéticos distribuidos. Se revisa el concepto de red
inteligente de electricidad y se caracterizan los principales elementos que las
configuran en el ámbito de la distribución, llevándose a cabo un ejercicio de
estimación de las inversiones necesarias para desarrollar redes inteligentes de
distribución de electricidad plenamente funcionales, con una aplicación a la realidad
del País Vasco. En la parte final del documento se describe en detalle el esquema
regulatorio de la actividad de distribución de electricidad en el Reino Unido (RIIO),
diseñado para incentivar la inversión y la innovación en las redes de distribución.

LABURPENA
Azterlan honetan, energia elektrikoaren banatzaileek energia berriztagarrien eta
energia baliabide banatuen sartze maila handiko sistema elektrikoko inguruneetan
izango duten zeregina landu dugu. Elektrizitatearen sare adimendunaren kontzeptua
berrikusi da eta, banaketari dagokionez, sare horien elementu nagusien ezaugarriak
aztertu dira. Gainera, elektrizitatearen banaketarako sare adimendun funtzionalak
garatzeko behar diren inbertsioak zenbatetsi dira, Euskal Autonomia Erkidegoko
errealitateari begira. Dokumentuaren azken zatian, Erresuma Batuan
elektrizitatearen banaketaren jarduera arautzeko erabiltzen den sistema deskribatu
da (RIIO deitutakoa), banaketa sareetan inbertsioa eta berrikuntza bultzatzeko
diseinatu dena.

ABSTRACT
This study analyzes the role of electricity distribution companies in a context of
electricity systems with high penetration of renewable energy and distributed energy
resources. The concept of smart electricity grid is reviewed, and its main elements at
the distribution level are identified and characterized. An estimation of the required
investments to achieve a fully functional electricity distribution smart grid is carried
out, with focus on the reality of the Basque Country. In the last chapter of the
document, the regulatory scheme for electricity distribution in the United Kingdom
(RIIO) is described. This regulatory scheme has been designed to foster investment
and innovation in electricity distribution networks.

iv
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ÍNDICE

RESUMEN EJECUTIVO................................................................... viii


1. INTRODUCCIÓN .......................................................................... 1
2. EL NUEVO PAPEL DE LOS DISTRIBUIDORES DE ENERGÍA
ELÉCTRICA........................................................................................ 6

3. LAS REDES INTELIGENTES DE ELECTRICIDAD ......................... 56

v
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

4. INVERSIONES NECESARIAS PARA DESARROLLAR REDES


INTELIGENTES DE ELECTRICIDAD EN LA CAPV ......................... 141

vi
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

5. ESQUEMAS DE REGULACIÓN Y REDES INTELIGENTES ......... 182

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ................................................. 217


ANEXO 1: SERVICIOS Y FUNCIONALIDADES DE UNA RED
INTELIGENTE SEGÚN EL JRC ....................................................... 238
ANEXO 2: ACTIVOS DE UNA RED INTELIGENTE SEGÚN EL SMART
GRID STANDARDS MAP DE LA EIC ................................................ 240
ANEXO 3: LOS MÉTODOS TRADICIONALES DE REGULACIÓN . 241
ANEXO 4: SIGLAS Y ACRÓNIMOS............................................... 249
AUTORES ...................................................................................... 255

vii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

RESUMEN EJECUTIVO

Hacia un nuevo sistema energético

Los sistemas energéticos1 de todo el mundo sufrirán una transformación completa


en las próximas décadas. El principal impulsor de este cambio es la convicción,
generalizada ya en todo el planeta, de que la actividad de los seres humanos está
teniendo un severo impacto sobre el equilibrio climático y medioambiental de la
Tierra.

En octubre de 2018, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio


Climático (IPCC) publicó un informe en el que presentaba la evidencia científica
existente y más reciente en relación con las consecuencias del cambio climático. El
informe sugiere que limitar el calentamiento global a 1,5ºC, en vez de 2ºC, permitiría
mitigar en parte algunos de los efectos, en muchos casos irreversibles, del cambio
climático (IPCC, 2018). Aunque este objetivo es técnicamente alcanzable, requerirá
modificaciones sustantivas en el uso de la tierra; en los sectores energético, industrial,
de la edificación y del transporte; y en las ciudades. Para ello debe lograrse una
reducción de las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO 2) de origen
antrópico de un 45% en 2030 respecto de los niveles de 2010 y una senda posterior
descendente hasta alcanzar el "cero neto" aproximadamente en 2050.

En respuesta a este informe, la Comisión Europea hizo pública a finales de noviembre


de 2018 la Comunicación “A Clean Planet for all. A European strategic long-term vision
for a prosperous, modern, competitive and climate neutral economy”, en la que,
resaltando la urgencia de tomar medidas para proteger el planeta frente a los riesgos
derivados del cambio climático, presenta una estrategia de largo plazo para llevar a
cabo una transición hacia una economía con cero emisiones netas en 2050. De
acuerdo con la Comisión Europea, “el sistema energético del futuro integrará los
sistemas y mercados de electricidad, gas natural, climatización y movilidad, con redes
inteligentes que pondrán a los ciudadanos en el centro” (Comisión Europea, 2018).

1 Este trabajo se centra fundamentalmente en el sistema eléctrico, aunque en ocasiones se hará


referencia también al sistema energético en su conjunto, que incluye varios sectores. En el contexto de
la transición energética y dentro de una creciente electrificación de la economía (calefacción, movilidad,
usos en la industria, etc.) muchas de las dinámicas de cambio que aquí se recogen tienen impacto tanto
en el sistema eléctrico como en todo el sistema energético. Sin embargo, los condicionantes que afectan
al primero no son los únicos que afectan al segundo, por lo que ambos términos no son intercambiables.

viii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Además de cumplir con los objetivos medioambientales descritos, con dos vectores
impulsores de los cambios requeridos, como la electrificación gradual de la
economía, con un papel destacado de las energías renovables eléctricas, y la
eficiencia energética, la transición energética debe alcanzar también la sostenibilidad
económica y financiera a largo plazo del sistema energético y resultar justa para los
consumidores y para la ciudadanía en general2.

Los inductores del cambio en el sistema eléctrico

El contexto en el que se deberá llevar a cabo esta transición energética está


caracterizado por cambios disruptivos y fundamentales en diversos parámetros
económicos, tecnológicos y ligados al comportamiento de los agentes económicos
que, de forma general, se orientan hacia una mayor electrificación de toda la
economía.

Por un lado, se observa desde hace años una tendencia decreciente en los costes de
inversión en energías renovables. Entre 2009 y 2017, por ejemplo, el coste total
normalizado de generación (benchmark levelized cost of electricity) de la tecnología
fotovoltaica cayó un 72% (de 304 a 86 $/MWh) y el coste de la generación eólica
terrestre cayó un 27% (de 93 a 67 $/MWh) (Frankfurt School-UNEP Centre/BNEF,
2018)3. Esto ha dado lugar a que tecnologías como la solar fotovoltaica y la eólica
terrestre (en los formatos de gran escala) hayan alcanzado la “paridad de red”; es
decir, que sean competitivas a los precios de mercado vigentes frente a otras
tecnologías convencionales (Lazard, 2018).

Por otro lado, asistimos a una creciente penetración de tecnologías de


almacenamiento de energía en las redes eléctricas. EASE/Delta E&E (2019) estima que
la capacidad acumulada de almacenamiento4 de energía eléctrica en Europa
aumentará desde 0,6 GWh en 2015 hasta unos 5,5 GWh en 2020, con crecimientos
similares tanto en la capacidad distribuida aguas arriba de los contadores como
behind the meter (en los segmentos residencial, comercial e industrial). Al igual que en

2 Esta dimensión de la transición energética está de plena actualidad en el momento de editar este
informe, debido a las protestas del movimiento de los “chalecos amarillos” en Francia, como respuesta
a las subidas de los impuestos sobre los combustibles como parte de la estrategia de “transición
ecológica” (Ortega, 2018). Puede consultarse más información sobre el proceso de transición energética
en el país galo en el Cuaderno Orkestra nº 44 (Álvaro y Larrea, 2018).
3IRENA (2018) presenta estimaciones de costes para estas tecnologías con caídas comparables en el
periodo 2010-2017.
4Este análisis incluye almacenamiento eléctrico, electroquímico y mecánico (con la excepción del
bombeo).

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

el caso de las energías renovables eléctricas, el coste del almacenamiento de energía


eléctrica también ha caído significativamente, desde unos 1.000 $/kWh en 2010 hasta
unos 200 $/kWh en 2017, según BNEF, 2018).

Otro de los inductores de la transformación del sector eléctrico es la proliferación de


nuevos usos de la electricidad, especialmente los relacionados con la movilidad y la
calefacción. Aunque el proceso de penetración de los vehículos eléctricos está aún en
fase incipiente en la mayoría de los países, como España, comienzan a vislumbrarse5
los cambios que inducirán en el funcionamiento y la operación de las redes eléctricas
tanto los procesos de recarga de los vehículos eléctricos como los nuevos avances
tecnológicos (p. ej., las tecnologías vehicle-to-grid, V2G, o vehicle-to-building, V2B)6.

La posibilidad de desarrollar instalaciones de autoconsumo de electricidad, con


activos de generación y de almacenamiento de energía aguas debajo de los
contadores, modificará también el papel de muchos segmentos de consumidores
finales. Estos pasarán a tener la capacidad de actuar como “prosumidores”7, es decir,
parte8 de los consumidores gestionarán de forma activa sus carteras de generación-
almacenamiento-consumo en los mercados de energía y capacidad y prestarán
servicios de flexibilidad al sistema.

Por otro lado, la creciente tendencia a la digitalización y automatización de muchos


de los procesos de producción, transporte, distribución y consumo de energía
eléctrica (SETIS, 2018) impulsada por los avances tecnológicos, por la necesidad de
integrar recursos energéticos distribuidos y por la búsqueda de eficiencia operativa,

5 Ver algunos análisis del impacto esperado de la penetración masiva de vehículos eléctricos en Ofgem
(2018), Bedir et al. (2018) o Child et al. (2018), por ejemplo.
6 Recientemente, en octubre de 2018, el modelo de vehículo utilitario Nissan Leaf se convirtió en el
primer vehículo eléctrico en obtener autorización por parte del regulador energético alemán para la
utilización de sus baterías modo V2G (es decir, vertiendo energía previamente almacenada a las redes
eléctricas) (Steitz, 2018). En el Reino Unido, la compañía OVO lanzó el primer cargador V2G para uso
doméstico a principios de 2018, compatible también con el modelo Nissan Leaf (OVO, 2018).
Previamente en Dinamarca, el proyecto Parker ha posibilitado, desde su lanzamiento en 2016, por una
parte, el primer hub V2G comercialmente viable en el piloto Frederiksberg (Nissan, 2016), y, por otra
parte, desde 2017, la primera flota compuesta por vehículos de diferentes fabricantes que pueden
funcionar conjuntamente en modo V2G (Parker Project, 2018), con la participación de Nissan, ENEL y el
proveedor californiano de servicios V2G Nuvve en ambas demostraciones.
7 En ocasiones, este término se adapta en castellano como “cliente activo” o “consumidor-productor”.
8Las mejoras tecnológicas y los cambios en modelos de negocio posibilitarán que los consumidores
pasen a ser activos (i.e., “prosumidores”). No obstante, es conveniente tener en cuenta que esto no tiene
por qué implicar un cambio generalizado en el comportamiento de los agentes, con lo que
probablemente convivirán distintas formas de actuar en el mercado (como consumidor pasivo o bien
como consumidor activo, utilizando o no servicios de intermediarios como los agregadores de energía).

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

abre la puerta a nuevas oportunidades para los distintos agentes y a oportunidades


de negocio ligadas, entre otros, al almacenamiento, procesamiento y protección de
datos e información, al desarrollo de aplicaciones informáticas y de nuevos
equipamientos para optimizar el valor de los activos distribuidos, etc.

Un factor adicional que influirá en la transformación de los sistemas energéticos es


la adaptación del marco legislativo y normativo que está teniendo lugar en los
distintos ámbitos de decisión (Unión Europea, Estados miembros y administraciones
regionales y locales) para hacer frente a los nuevos retos económicos y sociales (por
ejemplo, la necesidad de una transición energética justa9 o el posible crecimiento de
la pobreza energética derivados de las estrategias de lucha contra el cambio
climático) y a los cambios en las preferencias y necesidades de los consumidores.

La relevancia de las redes inteligentes en el nuevo entorno


energético

En este entorno de nuevas formas de producción, distribución y consumo de energía


eléctrica, la consecución de los objetivos medioambientales mencionados
anteriormente requerirá la actualización de las redes eléctricas actuales,
desarrolladas para dar soporte a flujos unidireccionales de electricidad y con
volúmenes escasos de penetración de los recursos distribuidos.

Según Eurelectric (2018), la transición energética requiere una “…transformación del


sistema energético para incrementar su capacidad de respuesta y hacerlo más resiliente y
eficiente. Esto implica un incremento en la utilización de energías renovables,
digitalización, respuesta de la demanda y refuerzo de las redes para que puedan funcionar
como plataformas y facilitadores para los consumidores, las ciudades y las
comunidades…”.

Las nuevas redes de energía eléctrica, conocidas como redes inteligentes (smart grids,
en inglés), deberán ser flexibles y contar con capacidad de adaptación en tiempo real
a flujos de energía bidireccionales y situaciones operativas muy diversas que darán
lugar a una mayor variabilidad en el muy corto plazo, a picos locales de demanda, a
variaciones locales de la frecuencia, etc.

9Véase, por ejemplo, la inclusión de una Estrategia de Transición Justa dentro del Marco Estratégico de
Energía y Clima de España (Ministerio para la Transición Ecológica, 2019b).

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Estas nuevas redes de transporte y distribución de energía eléctrica10deberán ser


operadas de una manera diferente a la tradicional para alcanzar las ganancias de
eficiencia en los procesos y los niveles de integración de recursos renovables y de
almacenamiento que faciliten la “descarbonización” del sistema eléctrico11. Esto se
conseguirá a través de una operación activa del sistema de distribución por parte de
los distribuidores basada en nuevos procesos con mayor nivel de automatización y
nuevos flujos de comunicación que faciliten la integración eficiente de los recursos
distribuidos.

Debido a la proliferación de recursos energéticos distribuidos y a flujos de energía de


carácter bidireccional, se requerirán nuevos servicios de flexibilidad para garantizar
la calidad y seguridad del suministro eléctrico. Muchos de ellos serán provistos por
los propios recursos energéticos distribuidos, bien bajo la titularidad de las empresas
energéticas o bien de los propios consumidores.

Para llegar a ese nuevo modelo energético, los nuevos sistemas de distribución de
energía deberán integrar los mecanismos de comunicación e intercambios de
información (a través de la digitalización, descentralización y, donde sea posible, la
automatización de procesos) entre todos los agentes que participen en el mercado
eléctrico y entre los propios elementos de los sistemas de distribución de energía
eléctrica.

En definitiva, las redes inteligentes, además de transportar y distribuir electricidad, se


constituirán en plataformas desde las cuales se ofrecerán productos y servicios
innovadores a los usuarios de las redes. Esto, junto con tecnologías y dispositivos de
monitorización, comunicación, control y respuestas automáticas (p. ej., en el caso de
fallos), permitirá a los consumidores que lo deseen participar activamente en la
optimización del sistema eléctrico y en la optimización de los recursos energéticos

10Como se describe en este trabajo, el concepto de red inteligente cubre toda la cadena de suministro
de la energía eléctrica desde la generación hasta el consumo. Las redes de transporte y distribución de
electricidad son parte de las redes inteligentes, aunque el estudio se centra finalmente en la red de
distribución y en los agentes y las actividades relativos a ésta, como se especifica en cada uno de los
capítulos.
11Los nuevos usos de las redes, como los asociados a las recargas del vehículo eléctrico, y la existencia
de múltiples puntos de consumo-generación en las redes de distribución aumentarán la complejidad de
los procesos que se realizan en las redes actuales, como anticiparse y adaptarse a situaciones muy
diversas o reaccionar rápidamente ante situaciones de fallos en la red (por la complejidad de la propia
operación de la red en un entorno de generación descentralizada y demanda activa o por factores
externos –p. ej., meteorológicos, ciberataques, etc.). Además, el desarrollo del autoconsumo, de
microrredes (sistemas locales de distribución de energía eléctrica con capacidad de funcionamiento “en
modo isla”) son otros aspectos que determinan la necesidad de desarrollar nuevos modelos de gestión
y operación de las redes de distribución.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

distribuidos, a través de decisiones relativas al consumo, almacenamiento o inyección


de energía en las redes basadas en un acceso a un mayor conjunto de información
sobre el mercado de energía, sobre su propio comportamiento y sobre el estado de
los dispositivos energéticos y de las redes.

El Operador del Sistema de Distribución (OSD) como facilitador de


nuevos servicios energéticos en un entorno de redes inteligentes

El papel que juegan en la actualidad los distribuidores de energía eléctrica deberá


adaptarse gradualmente a la nueva realidad de las redes de distribución.

El objetivo principal de partida de las empresas de distribución seguirá siendo la de


asegurar un servicio de distribución de electricidad eficiente, aunque para ello
deberán facilitar la integración ordenada de los recursos energéticos distribuidos y
de nuevos dispositivos como el vehículo eléctrico. De esta manera algunas de las
tecnologías que se han comenzado a instalar en las redes de distribución en los
últimos años evolucionarán y experimentarán un mayor desarrollo, como los
sistemas de comunicación y gestión de información que permitan optimizar la
información almacenada proveniente de los contadores inteligentes12 y se mejorará
progresivamente la introducción de procesos automatizados de operación del
sistema de distribución.

En una fase más avanzada de este proceso, aparecerá la necesidad de llevar a cabo
una gestión integral del sistema de distribución, con sistemas cada vez más
avanzados de comunicaciones y procesos de control de la red con mayor
automatización .

El principal papel del Operador de Sistema de Distribución (u OSD)13 en este nuevo


entorno será doble: por un lado, debe garantizar la operación eficiente y segura del
sistema de distribución; por otro lado, debe facilitar la provisión de nuevos servicios

12Esta primera fase debe incluir el despliegue de estos contadores inteligentes, que en España está
prácticamente finalizada en el caso de los consumidores residenciales.
13En este trabajo, se hace referencia al OSD, de forma genérica, como la figura (o figuras) encargadas
del conjunto de actividades relacionadas con la gestión eficiente de las redes inteligentes de distribución
de electricidad. No se realiza en este estudio ningún supuesto ni se analiza cuál debe ser el marco
normativo que regule estas actividades o cuáles son o deberían ser las distintas configuraciones
institucionales y regulatorias posibles (p. ej., separación o no de las actividades de gestión del sistema
de distribución de las actividades propias de desarrollo y mantenimiento de las redes, como ocurre en
España en el ámbito de la red de transporte de electricidad) que podrían implementarse para poner en
marcha redes inteligentes plenamente funcionales.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

a los consumidores y favorecer el desarrollo de competencia en mercados de


capacidad y energía en el ámbito de la distribución.

Las responsabilidades del OSD serán variadas. Será responsable de la planificación y


el desarrollo de las infraestructuras necesarias para la implementación de redes
inteligentes y su adaptación a la evolución de la demanda y al ritmo de penetración
de los recursos energéticos distribuidos (generación renovable, almacenamiento de
energía eléctrica y vehículos eléctricos).

Deberá, además, gestionar de forma activa un sistema de distribución de energía


inteligente y complejo. El modelo tradicional de despacho de generación para “seguir
a la demanda” cambia cuando la demanda es también capaz de “seguir a la
generación”. En este contexto, la operación de las redes de generación implica
también la gestión del despacho de toda la demanda flexible, además de la
generación distribuida.14 La operación de un sistema inteligente de distribución
deberá llevarse a cabo de manera coordinada con la gestión de la red de transporte.

Las nuevas formas de gestionar y operar las redes de distribución y la diversidad de


situaciones operativas a las que se enfrentará el OSD darán probablemente lugar a
la demanda de nuevos servicios de flexibilidad –conceptualmente similares a los
servicios complementarios en el ámbito de la red de transporte— que faciliten la
optimización de los activos y del sistema de distribución. El OSD se convertirá en
facilitador de mercados locales de servicios de flexibilidad, requiriendo servicios
relacionados con la capacidad de modulación de la generación distribuida y de los
sistemas de almacenamiento de energía y con la gestión de la demanda.

El OSD podrá requerir nuevos servicios por parte de los usuarios de las redes
inteligentes y, a su vez, deberá actuar de facilitador de diversos tipos de servicios a
los consumidores (particularmente los prosumidores), como la gestión en el mercado
de las carteras de generación-consumo (p. ej., como los que pueden ofrecer los
agregadores de energía). El desarrollo de los mercados locales de capacidad y
energía, con precios que reflejen el valor de la capacidad y la energía en los distintos
nodos de la red de distribución, irá de la mano y a la vez facilitará el crecimiento en
el número de prosumidores y de consumidores con capacidad de dar servicios a la
red, como aquellos con capacidad de almacenar y/o gestionar el consumo de energía
eléctrica.

14Ver, p. ej., los desarrollos de virtual power plants (VPP) de empresas como Stem (2017). En agosto de
2017, Stem despachó en California 14 VPPs para dar soporte a la red durante una ola de calor –ver
NARUC (2017).

xiv
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Finalmente, el OSD deberá gestionar, de manera neutral frente a todos los usuarios
de la red y frente a todos los participantes en el mercado, un hub de información y de
comunicaciones que facilite el desarrollo de los mercados mayorista y minorista (p.
ej., a través de precios en tiempo real que faciliten que aflore el valor de la flexibilidad
de los distintos activos de generación, almacenamiento y demanda).

Caracterización de las redes inteligentes

En los últimos años hemos asistido a un esfuerzo por homogeneizar y estandarizar


los principales conceptos sobre los que se sustentan las redes inteligentes de energía
eléctrica, tanto en la Unión Europea como en Estados Unidos. A partir de distintos
trabajos realizados en los últimos años, se aborda en este estudio una revisión de los
principales avances conceptuales relativos a la definición de las redes de energía
eléctrica con el objeto de desarrollar un esquema simplificado de las redes
inteligentes de distribución de energía eléctrica que pueda utilizarse para realizar
análisis posteriores.

Aunque no existe un modelo definido de red inteligente y cada proyecto de desarrollo


tiene un diseño y configuración específicos (Gangale et al., 2017), pueden identificarse
algunos elementos comunes a todos los proyectos.

Así, las redes eléctricas de distribución inteligentes disponen de un número suficiente


de sistemas y dispositivos avanzados para monitorizar y controlar la red en su
conjunto.. Además, existen sistemas para el almacenamiento y procesamiento de la
información generada que se complementan con sistemas complejos de
comunicación entre los distintos elementos de la red y los centros de control de la
misma.

Finalmente, las redes eléctricas inteligentes se caracterizan por un nivel avanzado de


digitalización y automatización de los procesos de seguimiento y control de la
operación de la red, de monitorización del estado de los distintos activos y
dispositivos y de mantenimiento preventivo y reactivo para hacer frente a distintos
tipos de contingencias operativas.

Todos estos bloques de elementos y sistemas permiten operar activamente y de


forma armonizada, integrada y eficiente un sistema de distribución de energía
eléctrica complejo, caracterizado por un nivel elevado de penetración de recursos
energéticos distribuidos y dispersos por toda la red, dando lugar a flujos
bidireccionales de energía y a condiciones cambiantes en los distintos nodos de la
red.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

De manera simplificada, pueden agruparse todos los elementos esenciales de una


red inteligente en cinco bloques de equipamientos, sistemas y/o funcionalidades
(Gráfico 1): (1) infraestructura de medición avanzada, (2) sistemas avanzados de
comunicaciones, (3) automatización de la distribución hasta la baja tensión, (4)
centros de transformación inteligentes y (5) redes de área locales y domésticas. Con
estos bloques se busca orientar sobre cómo se pueden combinar de forma adecuada
las tecnologías comunes en las redes inteligentes, pero esta estructura no es siempre
generalizable ya que su aplicación final dependerá de la topología de cada proyecto15.

Gráfico 1. Esquema simplificado de una red inteligente tipo

Fuente: elaboración propia.

Los sistemas avanzados de medición del estado y condiciones de la red como la


tensión, así como los flujos de energía (consumos e inyecciones en la red) (marcados
con el número (1) en el Gráfico 1) en los puntos de suministro y/o generación
proporcionan información valiosa sobre el comportamiento de todos los usuarios de

15Por ejemplo, los centros de transformación inteligentes pueden aportar valor en modelos o zonas de
red con alta densidad y alta penetración de la generación distribuida en la baja tensión. En áreas de la
red con menor densidad de recursos distribuidos y con flujos de energía esencialmente unidireccionales,
este bloque resulta menos relevante.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

la red (especialmente los prosumidores) y ayudan a gestionar de forma eficiente


tanto las carteras de recursos energéticos distribuidos como el sistema de
distribución en su conjunto.

Esto será posible si existe un sistema avanzado de comunicaciones (2) entre los
distintos elementos de la red que permita disponer de parte de esta información en
tiempo real. Se puede hablar así de una “convivencia” entre los flujos eléctricos y los
de información a través de dos facetas diferenciables: la estructura física, tanto
eléctrica como de telecomunicaciones, y otra que engloba los datos y el software
empleados para el análisis del estado de las redes. Además, este entorno de
comunicaciones avanzadas constituye el sistema necesario para posibilitar las nuevas
actividades y funciones del OSD antes comentadas.

Una tercera pata en la que se apoyan las redes inteligentes está constituida por el
conjunto de equipamientos, aplicaciones y funcionalidades que permite incrementar
el nivel de automatización de procesos ligados a la gestión de la distribución de
energía eléctrica, destacando esta automatización en el nivel de baja tensión como
característica clave de este bloque (3). Se trata de un proceso en el que los
dispositivos inteligentes y los sistemas de seguimiento, hasta ahora más propios de
la red de alta tensión, se extienden a la media y baja tensión, junto con otros sistemas
que permiten operar la red de distribución en tiempo real en respuesta a cambios en
los parámetros operativos y de seguridad (p. ej., mejorando su capacidad actual a la
hora de reconfigurar el sistema de distribución ante cambios imprevistos en la
demanda, desequilibrios locales entre demanda y oferta o fallos en líneas u otros
equipamientos). Estos dispositivos, sistemas y procesos permiten mejorar la
detección de fallos y situaciones operativas de riesgo para la seguridad y el equilibrio
de la red y llevar a cabo actuaciones de mantenimiento predictivo de los activos y de
resolución de fallos autónomos o en modo remoto en la medida de lo posible.

El crecimiento del grado de penetración de los recursos energéticos distribuidos y el


mayor riesgo de que se produzcan desequilibrios en la frecuencia de la red (por picos
de demanda o exceso de generación en puntos más o menos localizados de las redes)
generará la necesidad de centros de transformación inteligentes (4) que se adapten
dinámicamente, de manera coordinada con el resto de los dispositivos de operación
de la red, a las diversas situaciones operativas posibles, ayudando a mantener la
tensión y la frecuencia estables y dentro de los límites establecidos en cada nodo de
la red.

Finalmente, cabe señalar que el despliegue de las TIC y el desarrollo de los estándares
de comunicaciones en el lado del consumidor dará lugar al establecimiento de (a)
redes de área domésticas que facilitarán la gestión conjunta y eficiente de todos los

xvii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

dispositivos de consumo, almacenamiento de energía y generación asociados a cada


punto de suministro en la red de baja tensión y (b) redes de área locales que
permitirán gestionar las carteras de activos y los flujos de información de una manera
más coordinada y eficiente en ámbitos geográficos más amplios que el de una
vivienda (p. ej., comunidades de vecinos, barrios, urbanizaciones, campus
universitarios, centros comerciales, parques tecnológicos o empresariales, etc.) (5).

Los costes asociados a las nuevas inversiones en redes inteligentes:


aplicación al caso de la CAPV

El desarrollo de las redes inteligentes de energía eléctrica (y de las redes inteligentes


de energía, en sentido amplio) requerirá inversiones significativas en activos
(existentes y nuevos) y en el desarrollo de procesos innovadores para la operación
segura y eficiente de la red eléctrica.

La Comisión Europea estima que el esfuerzo de inversión en infraestructuras y


sistemas del sistema energético tendrá que aumentar desde el actual 2% del PIB
anual hasta un 2,8% anual en las próximas décadas para alcanzar la neutralidad en
las emisiones de CO2 (Comisión Europea, 2018e). Esto supondrá un volumen de
inversiones en la UE en el rango entre 520.000 y 575.000 M€/año, valor consistente
con las estimaciones realizadas en el informe del IPCC de octubre de 2018, que sitúan
las inversiones necesarias en un 2,5% del PIB mundial entre 2016 y 2035 (IPCC,
2018b).

En este estudio se analiza el coste de desarrollo de una red de distribución de energía


eléctrica inteligente plenamente funcional en la Comunidad Autónoma del País Vasco
(CAPV). Se utiliza como referencia para alcanzar el máximo nivel de desarrollo de la
red inteligente el horizonte 2050. El análisis asume que el desarrollo de la red
inteligente se realizará en tres fases, que recogen la prioridad que se asigna a cada
bloque de equipamientos y funcionalidades y la viabilidad de su desarrollo (Gráfico
2). Esta distinción en tres fases es consistente en líneas generales con otros análisis,
como los descritos por EPRI (2011) o, más recientemente, Madrigal et al. (2017) y
Cansino et al. (2017). Este último estudio distingue como pilares básicos de las fases
de desarrollo de la red inteligente las tres “S”: smart metering, self-consumption y smart
management; es decir, contadores inteligentes (advanced metering infrastructure o
AMI), autoconsumo (generación distribuida) y gestión inteligente de la energía (energy
management systems o EMS).

Es importante señalar que el objetivo final del desarrollo es lograr una red eléctrica
que sea capaz de dar soporte a la descarbonización del sistema eléctrico e incorporar
las tecnologías que caracterizan a una red inteligente plenamente funcional. Un

xviii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

supuesto implícito importante del ejercicio realizado es que se asume que el


crecimiento gradual que se plantea de la red inteligente permitirá mantener
relativamente estables los niveles de seguridad y calidad del suministro eléctrico.

Gráfico 2. Fases de desarrollo de una red inteligente tipo en la CAPV

2050
FASE I Extensión de
inversiones
para cubrir el
Inicio Cierre crecimiento de
2020 2030 2040 la demanda

2025 2035 2045


Conclusión de
los desarrollos
principales

2050
FASE II
Extensión de
inversiones
Punto de para cubrir el
Inicio inflexión Cierre crecimiento de
2020 2030 2040 la demanda

2025 2035 2045


Conclusión de
los desarrollos
principales

FASE III Punto de


inflexión y
desarrollos
inicio principales Cierre
2020 2030 2040 2050

2025 2035 2045

Fuente: elaboración propia.

Es decir, este concepto de red inteligente incorpora los elementos necesarios para
que tenga el potencial de alcanzar distintos objetivos relativos a calidad de
suministro, introducción de renovables, gestión de la energía y la demanda, etc. Sin
embargo, esto no significa que esa capacidad se traduzca necesariamente en el
cumplimiento de todos ellos, lo que dependerá de distintos factores.

xix
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Así, en la definición de los escenarios de análisis se han seguido las consideraciones


de la Estrategia 3E-2030 del País Vasco, del PNIEC16 y de otras estrategias relativas a
la electrificación de la generación o a la capacidad de almacenamiento en el horizonte
2030, pero las distintas fases de desarrollo no se definen estrictamente según los
valores contemplados en cada una de ellas, sino combinándolos.

En una primera fase, en el corto y medio plazo (desde 2020 hasta 2030, como periodo
orientativo), se aprovechan las infraestructuras existentes, implementándose la
tecnología más desarrollada en áreas como los sistemas de medición y la
automatización de la distribución hasta la baja tensión. Lo cierto es que en España el
estado del arte de las tecnologías de esta fase se encuentra en una situación muy
avanzada, especialmente en cuanto a la penetración de contadores inteligentes, y
también con niveles de automatización destacables en la media y baja tensión. A
partir de esta situación, no es descartable que esta fase pudiese completarse antes
del año 2030, por lo que aquí se considera que al menos los principales desarrollos
podrían concluirse a mitad del periodo (año 2025).

En una segunda fase, en el medio-largo plazo (2020-2040), aumenta el grado de


penetración de las tecnologías renovables (de carácter intermitente) y de otros
recursos distribuidos, como las baterías de almacenamiento o el vehículo eléctrico,
que habrán experimentado un desarrollo tecnológico y reducciones de costes
suficientes para su aprovechamiento a gran escala, tanto por los usuarios privados
como por el sistema eléctrico. Para la integración efectiva de estos recursos
energéticos distribuidos, en esta fase es necesario el desarrollo de los centros
inteligentes de transformación. Como indica el PNIEC (Plan Nacional Integrado de
Energía y Clima) enviado por España a la Comisión Europea a principios de 2019, se
espera un gran crecimiento de los recursos distribuidos en el corto-medio plazo,
sobre todo de las energías renovables, de carácter más intermitente, siendo 2030 un
año clave con un objetivo del 74% en generación eléctrica renovable.

Por tanto, será necesario un desarrollo progresivo de las tecnologías inteligentes de


transformación, para evitar poner barreras al despliegue de tecnologías renovables
hasta ese año. Así, será a partir de 2030 cuando se produzca un punto de inflexión
con una nueva situación de la red, que implicará la necesidad de estabilizarla y de
acometer inversiones para poder continuar integrando energías renovables en el
futuro, por lo que esta fase cobraría mayor prioridad que las iniciativas actuales de
mejoras de medición y automatización.

16Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. El Gobierno de España envió un borrador del mismo a la
Comisión Europea a principios de 2019.

xx
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Sin embargo, el despliegue de las tecnologías inteligentes de transformación se


puede acelerar si se constata, gracias a la información que proporcionan los
contadores inteligentes, que existen zonas donde no se cumple la normativa vigente
en lo relativo a niveles de sobretensión y subtensión. El cumplimiento de la legislación
vigente determina en parte, por tanto, las prioridades en las decisiones de inversión17.

En la tercera fase18, el desarrollo de los activos y los procesos de gestión y operación


de los flujos físicos de energía y de información permiten a los usuarios finales
participar de una forma activa en la gestión en el mercado de los recursos energéticos
distribuidos, como los prosumidores. En este estadio aparecen funciones nuevas (p.
ej., agregación de energía) y nuevos roles para los agentes que participan en la
cadena de valor del suministro de energía que permiten responder a las nuevas
necesidades de los prosumidores. De forma orientativa, se asume que esta tercera
fase tendrá lugar, probablemente, entre 2030-2050, siendo el año 2040 un punto de
inflexión en torno al cual se producirían los mayores desarrollos. La aceleración de
esta fase es muy relevante para lograr el objetivo del PNIEC de alcanzar un sistema
de generación eléctrica 100% renovable en 2050.

El ejercicio de valoración que se lleva a cabo en este estudio utiliza como base la
metodología empleada por EPRI (2011) para estimar los costes de desarrollo de una
red inteligente de transporte y distribución plenamente funcional en Estados Unidos,
adaptando el ejercicio a la configuración de las redes de distribución que existen en
Europa, y más concretamente en España y la CAPV19.

La evolución esperada de las infraestructuras depende del crecimiento de la


demanda eléctrica, que, según las previsiones de organismos como ENTSO-E y otros,

17Un ejemplo de detección de problemas de tensión puede verse en García et al. (2017). Por otra parte,
algunas compañías pueden optar por instalar exclusivamente transformadores y subestaciones digitales
a partir de cierto momento, como es el caso de E.ON, que planea seguir esta estrategia tras una
instalación inicial de 2.500 subestaciones en las áreas de suministro de sus cuatro operadores de redes
de distribución (E.ON, 2019).
18La definición de las fases implica una lógica de desarrollo basada en la tecnología que previsiblemente
estará disponible en cada momento y en la prioridad de cada conjunto de equipamientos y
funcionalidades, aunque estas fases no son necesariamente excluyentes entre sí ni se tienen que
desarrollar de manera secuencial. Un usuario, por ejemplo, puede implantar una instalación de
autoconsumo (Fase II) sin esperar a que se complete el proceso de automatización de la red (Fase I).
Igualmente, los prosumidores comenzarán a optimizar en el mercado sus carteras de activos sin que
sea necesario que se haya completado la automatización de la red (Fase I) o que pueda proporcionar
servicios como prosumidor (Fase III).
19Es importante tener en cuenta que, aunque esta configuración es aplicable en los entornos
mencionados, puede no ser la más idónea en otros sistemas eléctricos. Como ya se ha mencionado, la
adaptación a la topología de la red es una cuestión relevante.

xxi
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

podría alcanzar respecto del año 2020 el 12% (tasa acumulada) hasta 2030 y el 72%
(tasa acumulada) en el periodo 2020-2050.

Gráfico 3. Distribución simplificada de los elementos de coste

Elemento de coste Inductor

Fuente: elaboración propia.

A partir de un desglose detallado de los activos, dispositivos, sistemas y


funcionalidades consistente con el esquema simplificado de una red de distribución
descrito anteriormente (Gráfico 3), se realiza un ejercicio adicional de síntesis de los
elementos de la red que se incluyen en cada una de las fases de desarrollo,
identificándose los elementos de coste más relevantes y los principales inductores de
los costes de inversión.

Como resultado, se identifican 17 elementos principales de costes (Tabla 1) y se


asocia, cada uno de ellos, a uno de los siete inductores de costes identificados, entre
los que se incluyen el número de subestaciones (inductor I1 en el Gráfico 3), el
número de líneas de alimentación o feeders (I2), el número de clientes (I3), el número
de transformadores (I4), la capacidad de las instalaciones de generación renovable
(solar y eólica) distribuida (I5), la capacidad de los dispositivos de almacenamiento
distribuidos (I6) y el número de vehículos eléctricos (I7).

xxii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 1. Costes de inversión estimados en la CAPV en el horizonte 2050 para los


distintos grupos de activos y funcionalidades
Inversión
Fases de Elementos de Inductores de total
Bloques
desarrollo coste costes (horizonte
2050) (M€)
Número de
AMI física y
Infraestructura clientes
comunicaciones a
I avanzada de residenciales, 507
las líneas de
medición (AMI) comerciales e
alimentación
industriales
Comunicación,
Número de
Automatización interruptores,
clientes
de líneas de protecciones de
residenciales,
I alimentación cabecera, control 528
líneas de
hasta la baja de tensión y
alimentación y
tensión potencia reactiva,
subestaciones
etc.
Centros
Transformadores Número de
II inteligentes de 67
inteligentes transformadores
transformación
Inversores, Potencia
Recursos capacidad de instalada y
II energéticos almacenamiento capacidad de 613
distribuidos de reserva, almacenamiento,
conversores V2G número de VE
Controladores,
portales EMS,
Desarrollo de dispositivos de Líneas de
redes de área acceso a la alimentación,
III locales (LAN) y información, número de 319
residenciales comunicaciones, clientes
(HAN) control de carga residenciales
directo y control
distribuido de red
Total 2.034

Fuente: elaboración propia.

Utilizando estimaciones de cada una de estas variables e inductores de costes para


la CAPV en el horizonte 2050, basadas en diversas fuentes de información y
supuestos (ver los detalles en el Capítulo 4), se estiman costes de inversión asociados
a cada grupo de activos y funcionalidades, obteniéndose un valor agregado total de
más de 2.000 M€ o unos 68 M€/año (en promedio y en términos corrientes) en el
periodo 2020-2050, aunque el grueso de las inversiones tendrá lugar hasta 2040.

xxiii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Para ello, se utiliza una estimación de la evolución de costes que tiene en cuenta la
inflación esperada20 y una tasa que refleja el efecto de la curva de aprendizaje y el
incremento de la productividad21.

Utilizando una tasa de descuento igual al WACC (nominal, después de impuestos)


estimado por la CNMC para la actividad de distribución de energía eléctrica en el
periodo regulatorio 2020-2025 (4,2%) (CNMC, 2018), se estima un valor presente (en
2019) del conjunto de inversiones necesarias, teniendo en cuenta las distintas fases
de desarrollo de las funcionalidades que se utilizan como referencia (ver el Capítulo
4), igual a 1.211 M€.

Como referencia para valorar la magnitud de esta cifra, cabe señalar que las cinco
grandes empresas de distribución en España (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa,
Hidrocantábrico y Viesgo) invirtieron en el periodo 2013-2016 un valor promedio de
unos 1.050 M€/año en inmovilizado material relacionado con la actividad de
distribución en España (CNMC, 2017).

Un modelo de regulación para el desarrollo de redes inteligentes

La necesidad de realizar fuertes inversiones en los próximos años para desarrollar


redes inteligentes que faciliten la integración grandes volúmenes de recursos
energéticos distribuidos y el desarrollo de la figura del prosumidor y de mercados
locales de energía y capacidad es cada vez más perentoria, agudizada por objetivos
medioambientales a medio plazo cada vez más ambiciosos.

Una de las principales claves para que el flujo de inversiones se materialice es que el
modelo retributivo y regulatorio genere incentivos adecuados para atraer y canalizar
la inversión privada hacia aquellas áreas prioritarias para el desarrollo de redes
inteligentes en cada momento. Por otro lado, dado que en última instancia serán los
consumidores finales los que soporten el coste de la transformación del sector

20En el momento de elaborar este informe, las estimaciones del Banco de España de índice armonizado
de precios de consumo (IAPC) en España se situaban en 2017e=2%, 2018e=1,8%, 2019e=1,6%,
2020e=1,6% y 2021e=1,7 (Banco de España, 2018). En el cálculo se asume un valor anual de la inflación
igual al 1,7%.
21El ejercicio asume que la actualización de los precios a lo largo del tiempo se llevará a cabo con un
factor (1+IPC-X), donde IPC es la tasa de inflación y X es un factor de eficiencia, que puede estimarse
sobre la base de la productividad total de los factores en el sector de la distribución de energía eléctrica
–ver Machek e Hnilica (2012). Se aplica un valor X=2,2% utilizando las estimaciones realizadas por Ajayi,
Anaya y Pollitt (2018) para la actividad de distribución de energía eléctrica en el Reino Unido y teniendo
en cuenta la visión de EPRI (2011) sobre las reducciones esperadas de costes de componentes de las
redes inteligentes.

xxiv
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

energético, debe garantizarse, a través del marco normativo, que las inversiones sean
eficientes y den lugar al mínimo coste de servicios de suministro de energía
compatibles con un escenario de sostenibilidad medioambiental.

Los principales retos para el modelo de regulación de la actividad de distribución, en


un entorno de redes inteligentes están relacionados con la falta de estandarización y
la incertidumbre acerca de las nuevas tecnologías y los procesos que deberán
implantarse para alcanzar las funcionalidades descritas en los párrafos anteriores. La
consiguiente necesidad de innovar genera riesgos (principalmente, de obsolescencia
de la tecnología empleada antes de que finalice el periodo de amortización) que
pueden dar lugar a barreras a la inversión significativas o a costes significativos para
los consumidores.

Por un lado, la escala de la transformación es muy relevante, por lo que los costes de
inversión para alcanzar economías de escala y de red significativas son elevados. Esto
puede actuar también como una barrera a la inversión en ausencia de un marco
retributivo y normativo estable y que favorezca inversiones con periodos de
amortización que pueden alcanzar los diez años o más en algunos casos. Otra barrera
a la inversión está relacionada con la posibilidad de que el marco normativo de la
actividad de distribución deje abiertos, o sin regular, aspectos relacionados con las
responsabilidades de los distintos agentes usuarios de las redes de distribución, con
el desarrollo de nuevas formas de utilización de las redes (por ejemplo, autoconsumo,
desarrollo de microrredes, etc.).

Los principios en los que debe basarse un modelo de regulación eficiente para las
actividades que deberán desarrollar los OSD en el ámbito de las redes inteligentes no
difieren, en esencia, de los principios que pueden considerarse, de forma genérica,
“principios de buena regulación” y que han sido ampliamente estudiados en la
literatura académica22.

Estos principios, aplicados al reto del desarrollo de redes inteligentes, se resumen en


la necesidad de disponer de: (1) un marco normativo y retributivo estable y
transparente, con un proceso regulatorio justo (due regulatory process) definido por
reglas conocidas por todos los agentes y con una actuación independiente del
regulador; (2) esquemas de incentivos financieros flexibles, para que los inversores
asuman los riesgos asociados a inversiones en innovación en activos con vidas útiles
relativamente largas y en nuevos procesos en un entorno cambiante; (3) esquemas
equilibrados de reparto de los beneficios y costes de las inversiones en redes

22 Ver, por ejemplo: NERA (1998); Stern y Holder (1999); Stern y Cubbin (2003); Baldwin (2010).

xxv
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

inteligentes entre las empresas reguladas y los consumidores, que garanticen


resultados en términos medioambientales y de calidad y seguridad de suministro al
mínimo coste para los consumidores; (4) eficiencia en el coste de implementación de
los esquemas regulatorios (p. ej., costes de supervisión) por parte del regulador.

Los esquemas tradicionales de regulación de actividades como el transporte o la


distribución de energía (p. ej., modelo de regulación basada en costes o cost plus, los
modelos de benchmarking, los modelos basados en incentivos, como los modelos
price cap o revenue cap, o los modelos mixtos, como los profit-sharing schemes) están
sujetos a distintas limitaciones (Jamasb y Pollitt, 2017; Aas, 2016; Lazar, 2016) y su
implementación con éxito en la práctica requiere el desarrollo de esquemas
complejos de incentivos y de procesos eficientes de captura, auditoría y análisis de
información regulatoria y contable sujeta a un nivel elevado de estandarización y
uniformización (p. ej., en el tratamiento de los costes de operación y los costes de
capital entre empresas) (Joskow, 2006).

Por otra parte, la evidencia empírica sugiere que los modelos basados en esquemas
de incentivos dan lugar a mayores niveles de inversión que esquemas tradicionales
basados en costes (Cambini y Rondi, 2010).

En contraste con los modelos de regulación tradicionales, los nuevos modelos de


regulación basados en resultados (output- o performance-based models), como el
modelo RIIO (Revenues+Incentives+Innovation=Output), implementado por el regulador
británico Ofgem para las actividades reguladas de transporte y distribución en los
sectores de electricidad y gas natural en el Reino Unido, ponen el énfasis en los
resultados (output) de las empresas reguladas a lo largo de distintas dimensiones (p.
ej., calidad del servicio, eficiencia operativa, parámetros medioambientales) y en la
implantación de esquemas de incentivos a la inversión en tecnologías y procesos
innovadores y a la operación eficiente de los sistemas de distribución.

El modelo de regulación de la actividad de distribución vigente en el Reino Unido


resulta pionero en la aplicación de esquemas de incentivos basados en resultados y
orientados a favorecer el desarrollo de redes inteligentes. El objetivo final de este
modelo es repartir entre las empresas y los consumidores (responsables, en última
instancia, de financiar los costes de las infraestructuras) tanto los riesgos y costes de
desarrollo de las nuevas redes como los beneficios que puedan derivarse de una
mayor eficiencia operativa y de las mejoras medioambientales.

Las principales características diferenciales del modelo RIIO respecto de los


esquemas regulatorios más tradicionales son las siguientes:

(1) un periodo regulatorio largo, con una duración de 8 años;

xxvi
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

(2) un proceso regulatorio que incluye periodos de revisión de los ingresos y las
tarifas entre periodos regulatorios que llegan a durar 18 meses;

(3) un esquema retributivo basado en estimaciones y en la evolución del coste


total de la actividad (totex), incluyendo costes de capital y costes de operación,
ajustado cada año en función de los resultados de la empresa;

(4) una batería de indicadores para realizar un seguimiento de la actividad y


determinar los ingresos reconocidos;

(5) esquemas de incentivos especialmente diseñados para fomentar la


innovación en tecnologías y procesos; y

(6) un seguimiento continuo, a lo largo del periodo regulatorio, de los resultados


operativos y financieros de las empresas reguladas.

En el modelo RIIO, los ingresos reconocidos para las empresas cada año son el
resultado de procesos iterativos entre las empresas y el regulador basados en planes
de negocio detallados para cada periodo regulatorio de ocho años propuestos por
aquellas. Ofgem revisa y evalúa con detalle cada año los resultados financieros de las
empresas. En particular, aplica un incentivo de eficiencia sobre los costes totales de
la empresas, analizando las principales categorías de costes de la actividad de
distribución, los inductores de sobrecostes y ganancias de eficiencia, los sobrecostes
y las ganancias por categoría de coste y el impacto sobre los precios finales que pagan
los consumidores.

Otro indicador utilizado por Ofgem para realizar un seguimiento de los resultados
agregados de las empresas dentro del esquema RIIO-ED1 es la rentabilidad del capital
regulatorio (return on regulatory equity o RoRE). El RoRE es un indicador de la
rentabilidad (real, después de impuestos) que obtendría un accionista de una
empresa de distribución por sus resultados a lo largo del periodo regulatorio de 8
años y dentro del esquema regulatorio RIIO-ED123. En el año 2016-2017, el valor
promedio ponderado (por el valor de los activos regulados) del RoRE previsto para el
periodo regulatorio 2015-2023 de las distintas empresas se situó en el 9,45%24.

23 El RoRE, que no refleja exactamente la rentabilidad del accionista, se estima utilizando un modelo
financiero desarrollado por Ofgem que toma como punto de partida el coste del capital propio de cada
empresa.
24Como referencia, puede destacarse que el valor propuesto por la CNMC en octubre de 2018 de la tasa
de retribución regulada antes de impuestos para las actividades de transporte y distribución de energía
eléctrica en España en el periodo 2020-2025 es del 5,58% (CNMC, 2018).

xxvii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La introducción de esquemas de incentivos (profit-sharing y risk-sharing) ligados a los


resultados de cada empresa de distribución y definidos en términos de los servicios
de distribución de energía eléctrica ofrecidos a los consumidores es probablemente
el elemento central del modelo regulatorio para la actividad de distribución vigente
en el Reino Unido.

Tabla 2. Incentivos para las empresas de distribución bajo el esquema RIIO

Categoría de incentivo Tipo de incentivo (financiero o reputacional)


Fiabilidad y disponibilidad del servicio
Incentivo sobre interrupción del servicio Incentivo de hasta 250 puntos básicos en el
(número y duración de las interrupciones) indicador de rentabilidad regulatoria (RoRE)
Penalización en forma de pagos a consumidores
Estándares de servicio garantizados por incumplir los estándares de servicio
garantizados
Mejora de la calidad del suministro para los Bolsa total de 76,5 M£ a lo largo del periodo
consumidores con peores índices de servicio regulatorio (use it or lose it)
Resiliencia de la red (inversiones en redes Incentivo reputacional (publicación de
ejecutadas de forma proactiva por los OSDs) indicadores y planes de las empresas)
Prima (o penalización) financiera adicional igual
Riesgo de red asociado a la condición y la
al 2,5% del valor asociado a la superación
criticidad de los activos de distribución
(incumplimiento) de los objetivos fijados
Conexiones a la red
Incentivo relacionado con el tiempo en Prima (incremento de ingresos) potencial de
establecer una nueva conexión a la red hasta un 0,4% de los Ingresos Base
Incentivo relacionado con la interacción y el Penalización (reducción de ingresos) de hasta un
compromiso con los clientes 0,9% de los Ingresos Base
Estándares de servicio garantizados sobre Penalización en forma de pagos a consumidores
conexiones por incumplir los estándares
Encuesta de satisfacción de los consumidores Prima o penalización financiera de un 0,5% de
(Broad Measure of Customer Satisfaction) los Ingresos Base
Atención al cliente y obligaciones sociales
Encuesta de satisfacción del consumidor
+1,0% / -1,0% del Ingreso Base
(conexiones, interrupciones, consultas)
Indicador de quejas y reclamaciones 0% / -0,5% del Ingreso Base
Objetivos sociales (e. g., consumidores
+0,5% / 0% del Ingreso Base
vulnerables)
Objetivos medioambientales
Pérdidas en redes, fugas de aceite, SF6, huella Incentivo reputacional (publicación de
de carbono, contaminación acústica indicadores y planes de las empresas)

Fuentes: Ofgem (2017b; 2017c).

xxviii
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La incorporación dentro del esquema RIIO de incentivos financieros ligados a la


innovación en tecnologías, procesos, etc. es otro de los elementos novedosos
respecto de modelos de regulación de la actividad de distribución aplicados
previamente25.

En concreto, el modelo RIIO incluye una serie de estímulos explícitos a la innovación.


En el primer periodo regulatorio bajo el esquema RIIO (RIIO-ED1) se han definido tres
esquemas de incentivos: (1) un esquema de financiación de proyectos de innovación
en las redes de escala pequeña (Network Innovation Allowance o NIA), (2) un concurso
anual entre los OSD para conseguir financiación para proyectos innovadores y con
impacto que generen beneficios medioambientales para los consumidores (Network
Innovation Competition o NIC) y (3) un incentivo al despliegue de nuevas tecnologías
“verdes”, ya ensayadas que tengan impacto económico, contribuyendo al desarrollo
del sector de la economía baja en carbono en el Reino Unido, o que generen
beneficios medioambientales (Innovation Roll-out Mechanism o IRM).

En conclusión, la revisión del esquema RIIO permite identificar algunas de las vías a
través de las cuales pueden introducirse incentivos adecuados (o mejorarse los
existentes) para las empresas de distribución, incluyendo: (1) la definición de
periodos regulatorios largos que permitan poner en marcha planes de negocio para
el desarrollo de redes inteligentes creíbles y no sujetos a la presión de obtener
resultados en el muy corto plazo; (2) el énfasis en la determinación de incentivos a la
eficiencia relativos a los costes totales de las empresas, para evitar niveles no
deseados de capitalización de los costes; (3) la implementación de sistemas de
incentivos que garanticen un reparto adecuado de costes y beneficios entre
empresas reguladas y los consumidores; (4) el fomento de la innovación a través de
esquemas específicos de financiación de proyectos (p. ej., a través de esquemas de
adjudicación competitivos o requisitos de justificación de los beneficios netos
esperados); (5) un seguimiento detallado y continuo de los resultados de las
empresas y del conjunto de parámetros del modelo regulatorio para garantizar su
eficacia; y (6) la comparación de los resultados de las distintas empresas y el énfasis
en los parámetros sociales y medioambientales para reforzar el componente
reputacional del esquema de incentivos.

25 Ofgem reconoce que muchos de los proyectos de desarrollo de las redes eléctricas (p. ej., los
relacionados con el desarrollo de redes inteligentes) están sujetos a incertidumbre sobre su rendimiento
financiero o sobre la posibilidad de comercializar y capitalizar los potenciales beneficios
medioambientales o de reducción de emisiones contaminantes, por lo que podrían no obtener apoyo
por parte de los accionistas y gestores de las empresas (Ofgem, 2017a).

xxix
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

1. INTRODUCCIÓN

La transición energética hacia una economía descarbonizada o sin emisiones netas


de gases de efecto invernadero (GEI) dará lugar a lo largo de las próximas décadas
a una transformación radical en los sistemas energéticos26 en todo el mundo. En los
nuevos modelos energéticos, con un nivel de electrificación elevado de la matriz
energética y bajos o nulos niveles de emisiones, cambiarán tanto el papel de la
generación de energía eléctrica, con un mayor protagonismo de la generación
distribuida de carácter renovable, como el de los consumidores de energía.

Debido a la irrupción de estas nuevas tecnologías de generación distribuida de


carácter renovable (p. ej., fotovoltaica o minieólica) o con bajas o nulas emisiones
netas de GEI y al desarrollo de las tecnologías de almacenamiento de energía
eléctrica, los consumidores de energía de pequeño tamaño se convertirán en el
futuro en agentes activos en los sistemas y mercados energéticos. En función de las
circunstancias de mercado y del entorno, los denominados “prosumidores” podrán
consumir energía desde las instalaciones de almacenamiento o desde las redes o
producir energía que almacenarán o volcarán a las redes.27

Para llegar a ese nuevo modelo energético, deberán actualizarse (o transformarse


de forma radical) los sistemas de distribución de energía y los mecanismos de
comunicación e intercambios de información (a través de la digitalización,
descentralización y, donde sea necesario, la automatización de procesos) entre
todos los agentes que participan en el mercado eléctrico.

Según Eurelectric (2018), la transición energética requiere una “…transformación del


sistema energético para incrementar su capacidad de respuesta y hacerlo más resiliente

26 Este trabajo se centra fundamentalmente en el sistema eléctrico, aunque en ocasiones se hará


referencia también al sistema energético en su conjunto, que está formado por varios sectores. En el
contexto de la transición energética y dentro de una creciente electrificación de la economía (en usos
como calefacción, movilidad, etc.) muchas de las dinámicas de cambio que aquí se recogen tienen
impacto tanto en el sistema eléctrico como en todo el sistema energético. Sin embargo, los
condicionantes que afectan al primero no son los únicos que afectan al segundo, por lo que ambos
términos no son intercambiables.
27 La figura de “prosumidor” (adaptado del vocablo inglés prosumer o producer and consumer) hace
referencia a ese doble papel de consumidor y productor que pueden jugar agentes de pequeño
tamaño como los consumidores domésticos o de los sectores comercial o industrial. Ver, por ejemplo
(Parlamento Europeo, 2016). En ocasiones este término se adapta en castellano como “cliente activo”
o “consumidor-productor”.

1
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

y eficiente. Esto implica un incremento en la utilización de energías renovables,


digitalización, respuesta de la demanda y refuerzo de las redes para que puedan
funcionar como plataformas y facilitadores para los consumidores, las ciudades y las
comunidades…” (traducción propia).

Las redes inteligentes28 permiten ofrecer servicios innovadores a los usuarios de las
redes que, junto con tecnologías y dispositivos de monitorización, comunicación,
control y respuestas automáticas (p. ej., en el caso de fallos) permiten a los
consumidores participar activamente en la optimización del sistema eléctrico, a
través de acciones de consumo, almacenamiento o vertido a las redes de energía, y
acceder a mayor información sobre el mercado de energía y sobre su propio
comportamiento y a un abanico más amplio de servicios.

En este nuevo contexto, los distribuidores y gestores de las redes de distribución se


posicionarán probablemente no solo como operadores de las redes energéticas,
sino como prestadores de nuevos servicios relacionados con las nuevas
capacidades de los consumidores (en su doble faceta como consumidores y
productores de energía) y con la gestión de todos los datos y la información que se
generará en estos sistemas de distribución de energía más complejos.

Este estudio identifica y caracteriza la visión actual de los principales elementos que
definirán el papel de los gestores de las redes de distribución de energía en el futuro
como facilitador de servicios energéticos complementarios de los relacionados con
el suministro de energía y la operación de las redes.

La transformación de los sistemas de distribución de energía y la redefinición del


papel de los distribuidores tiene lugar en un contexto de profundos cambios en el
sector eléctrico, que pasa a estar caracterizado e influido por una demanda de
electricidad volátil y cambiante, un crecimiento de las instalaciones de generación
distribuida y de los dispositivos inteligentes integrados en las redes, la irrupción de
tecnologías de almacenamiento y un marco regulatorio cambiante.

Con estas condiciones de contorno, los principales retos a los que se enfrentan las
autoridades regulatorias son, por un lado, garantizar que se llevan a cabo las
inversiones en redes necesarias para transformar los sistemas de distribución de
energía en sistemas inteligentes, y, por otro, facilitar la inversión en renovables y en

28Como se describe en el apartado 3.4.2 de este trabajo, el concepto de red inteligente cubre toda la
cadena de suministro de la energía eléctrica desde la generación hasta el consumo. Aunque el
concepto de red inteligente incluye tanto la red de transporte como la de distribución, este estudio se
centra en la red de distribución y en los agentes y actividades relativos a ésta, como se especifica en
cada uno de los capítulos.

2
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

infraestructuras asociadas al vehículo eléctrico, incentivar la innovación beneficiosa


para el sistema en conjunto y para los consumidores, generar eficiencia operativa y
reducir el impacto medioambiental del sistema energético, ofreciendo a los
consumidores un acuerdo justo (fair deal).

Este estudio analiza cómo serán las redes de distribución de energía del futuro y el
papel que jugarán los operadores de los nuevos sistemas (inteligentes) de
distribución de energía. Además, se caracterizan los elementos que configurarán las
redes inteligentes, realizándose una estimación de las inversiones necesarias para
desarrollar las nuevas redes, con una aplicación específica a la realidad del País
Vasco, y se revisan nuevos esquemas de regulación que, en teoría, ofrecen
incentivos a la inversión en los nuevos equipamientos y procesos, muchos de ellos
innovadores, que darán lugar a las nuevas redes de distribución de energía eléctrica.

En el Capítulo 2 se analiza el papel que jugarán los distribuidores en las redes


energéticas del futuro. Para ello, se describe cómo serán los nuevos sistemas
energéticos en media y baja tensión, analizando cuáles son los principales
inductores del cambio en el modelo de la actividad de distribución de energía
eléctrica, entre los que se encuentran los recursos energéticos distribuidos
(generación renovable distribuida, dispositivos de almacenamiento, vehículos
eléctricos, etc.). Posteriormente, se revisa el nuevo mapa de actores a que dará lugar
la revolución en las redes energética y se analizan los servicios que se prestarán a
los usuarios de las redes inteligentes de electricidad.

El capítulo se cierra con un análisis del nuevo papel de los distribuidores. En un


entorno de redes inteligentes, el distribuidor pasará de ser el gestor y operador de
las redes a ser el operador de un sistema de distribución de energía, actuando como
facilitador de los nuevos modelos y sistemas energéticos, con generación
distribuida (especialmente, renovable), con dispositivo en los que los consumidores
adoptan un papel central, con mayor información y mayores opciones y capacidad
de decisión y que contribuye activamente, a través de su comportamiento, en la
optimización del sistema energético. Así, el Operador del Sistema de Distribución
(OSD) actuará como: (a) responsable de la planificación y el desarrollo de las
infraestructuras necesarias para la implementación de redes inteligentes; (b) gestor
de un sistema de distribución de energía inteligente; (c) proveedor de una
plataforma facilitadora de servicios a los nuevos tipos de consumidores
(prosumidores); (d) proveedor (para el sistema en conjunto) y facilitador de servicios
de flexibilidad; (e) gestor de un hub de información y de comunicaciones entre
agentes.

3
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El Capítulo 3 del estudio analiza cómo serán las redes inteligentes del futuro. Para
ello, se hace un repaso de las principales definiciones de red inteligente, concepto
complejo que abarca múltiples dimensiones, entre ellas la capacidad de integrar
flujos de energía e información bidireccionales, la digitalización y automatización de
procesos, etc. Además, se revisa el proceso de desarrollo de las redes inteligentes
en Europa y en Estados Unidos. Estas dos regiones son referentes en el desarrollo
de las nuevas redes de distribución de energía eléctrica. En este capítulo se analizan
con detalle los principales equipamientos técnicos y sistemas que caracterizan una
red inteligente y se describe un modelo simplificado para una red inteligente tipo.
En la parte final, se describen algunas de las iniciativas de desarrollo de redes
inteligentes que han tenido lugar en el País Vasco en los últimos años.

El objetivo del Capítulo 4 es intentar cuantificar los requerimientos de inversión en


nuevas infraestructuras para el desarrollo de las nuevas redes. Para ello, se utiliza
el modelo simplificado de las redes inteligentes desarrollado en el Capítulo 3,
basado entre otras fuentes en EPRI (2011), con el objeto de identificar los principales
inductores de los costes ligados al desarrollo de las nuevas redes. Además, se
presentan fases sobre el proceso de desarrollo de las redes inteligentes, que será
necesariamente gradual, y sobre su configuración futura (p. ej., teniendo en cuenta
el número de contadores inteligentes, el nivel de penetración de las energías
renovables distribuidas, el número de puntos de recarga de vehículos eléctricos, el
nivel de automatización de los procesos, etc.). Utilizando datos reales de costes de
componentes provenientes de proveedores de equipos técnicos, se realiza una
estimación de las inversiones necesarias para alcanzar distintos niveles de
desarrollo de las redes inteligentes en el País Vasco.

El Capítulo 5 se centra en el análisis de esquemas regulatorios aplicables en el


ámbito de la actividad de distribución de electricidad en un entorno de redes
inteligentes, que generen señales adecuadas para realizar inversiones eficientes y
orientadas a la consecución de los objetivos que marquen las políticas
medioambientales. En concreto, se revisa en profundidad el esquema de incentivos
desarrollado por Ofgem para las actividades de transporte y distribución de
electricidad y gas natural (modelo RIIO), que hace especial énfasis en los resultados
de las empresas reguladas y fomenta la inversión en tecnologías y procesos
innovadores.

La determinación de los ingresos regulados de las empresas de distribución de


electricidad, bajo este modelo, se basa en el cálculo de una remuneración base
inicial que refleja los niveles de costes eficientes de la actividad, ajustada por un
conjunto de factores entre los que se incluye una valoración del rendimiento o

4
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

eficiencia de la empresa en términos del coste total de la actividad, la inflación,


diversos incentivos, financiación de actividades de innovación y otras variables. Bajo
el modelo RIIO, los distribuidores tienen fuertes incentivos a reducir sus costes
totales por debajo de los niveles de ingresos totales reconocidos. El modelo también
presta especial atención al mecanismo de reparto de beneficios y costes entre las
empresas reguladas y los consumidores. En caso de que se mejoren los niveles de
costes, las empresas reciben incentivos financieros y los consumidores se ven
beneficiados a través de un ajuste de las tarifas aplicadas a los usuarios de las redes.
En caso de que se superen los costes totales previstos y reconocidos, también se
comparte el riesgo con los consumidores (a través de las tarifas reguladas).

La revisión del modelo regulatorio RIIO ofrece ideas sobre cómo podrían
modificarse los esquemas actuales de regulación de las actividades de redes para
acometer con mayor garantía el reto de transformarlas en plataformas que
favorezcan la penetración de la generación distribuida sin emisiones de GEI, el
crecimiento en el número de prosumidores y vehículos eléctricos y el desarrollo de
mercados locales de energía y servicios de flexibilidad.

5
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

2. EL NUEVO PAPEL DE LOS DISTRIBUIDORES DE


ENERGÍA ELÉCTRICA

Los nuevos sistemas energéticos en media y baja


tensión

El papel central de las redes de distribución en los nuevos sistemas


energéticos

Las redes de energía eléctrica, tanto en alta como en media y baja tensión, jugarán
un papel central en los sistemas energéticos del futuro y en la transición hacia
economías con bajas emisiones de gases de efecto invernadero.

La legislación y normativa europea recoge desde hace tiempo con claridad la idea
de que un sistema de distribución de energía inteligente es un pilar necesario para
avanzar en el desarrollo de la generación renovable (distribuida) y en la eficiencia
energética.

Ya en 2006, por ejemplo, la Comisión Europea había desarrollado una visión sobre
las redes eléctricas del futuro que describía las redes inteligentes del futuro (en 2020
y más allá) como redes (1) flexibles (que responden a las necesidades de los
consumidores y se adaptan a los cambios y los retos energéticos), (2) accesibles
(garantizando la conexión a todos los usuarios, incluyendo a la generación
renovable o generación distribuida de alta eficiencia y con nulas o bajas emisiones
de CO2), (3) fiable (con un nivel de seguridad y calidad de suministro elevado y
consistente con los requerimientos de la era digital) y (4) económica (que aporte el
máximo valor a través de la innovación, la gestión eficiente de la energía y un
entorno regulatorio y de competencia neutral (Comisión Europea, 2006)29.

En el considerando número 27 de la directiva de electricidad vigente, de 2009,30 por


ejemplo, se indica expresamente que “…[L]os Estados miembros deberían favorecer la

29 En este documento se identificaban necesidades de inversión globales en el periodo 2003-2030 de


16 billones de dólares para el conjunto del sector energético (citando estimaciones de la AIE). En
Europa se estimaba un volumen de inversión de 500.000 millones de € para actualizar las
infraestructuras de transporte y distribución de electricidad.
30 Ver la Directiva 2009/72/CE en DOUE (2009). Igualmente, el artículo 19 de la propuesta de nueva
directiva de electricidad (adaptando el artículo 11 de la directiva vigente) indica que “…[C]on el fin de
fomentar la eficiencia energética y capacitar a los clientes, los Estados miembros o, cuando un Estado
miembro así lo haya dispuesto, la autoridad reguladora, recomendarán firmemente que las empresas de

6
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

modernización de las redes de distribución, por ejemplo, mediante la introducción de


redes inteligentes, que deberían ser construidas de manera que se fomente el desarrollo
de generación distribuida y la eficiencia energética…”.

En línea con lo dispuesto en la directiva de electricidad, en 2009 se creó el Smart


Grids Task Force31 (un conjunto de grupos de trabajo sobre áreas específicas
relacionadas con las redes del futuro formados por expertos), a instancias de la
Comisión Europea, con el objetivo de generar recomendaciones para el desarrollo
y el despliegue de las redes inteligentes que orientaran el diseño de la regulación.

Por otra parte, la Comunicación de la Comisión Europea de 8 de marzo de 2011


titulada “Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050”
(Comisión Europea, 2011a) incide en la necesidad de actualizar las redes eléctricas,
indicando que “…[L]a inversión en redes inteligentes es un factor clave para un sistema
eléctrico hipocarbónico para facilitar, en particular, la eficiencia de la demanda, una
cuota mayor de renovables y la generación distribuida y permitir la electrificación del
transporte. Por lo que respecta a las inversiones en redes, los beneficios no siempre
revierten en el operador de la red, sino en el conjunto de la sociedad (los consumidores,
los productores y la sociedad en general: mayor fiabilidad de la red, seguridad energética
y reducción de emisiones). En este contexto, los trabajos que se realicen en el futuro
deberían considerar de qué manera el marco político puede promover esas inversiones
a escala local, nacional y de la UE e incentivar la gestión de la demanda…”.

Poco después, en abril de 2011, la Comisión Europea publicó otra comunicación,


titulada “Redes inteligentes: de la innovación a la implantación” (Comisión Europea,
2011b), en la que identificaba los beneficios que aportarán las nuevas redes
inteligentes e insistía en la necesidad de actualizar las redes de energía eléctrica
(Comisión Europea, 2011b)32: “…Si no se procede a una profunda mejora de las redes y
sistemas de medida existentes, la producción de energía renovable quedará frenada, la
seguridad de las redes se verá comprometida, se perderán oportunidades en materia de
ahorro energético y eficiencia energética, y el mercado interior de la energía se
desarrollará a un ritmo mucho más lento…”. En esta comunicación, la Comisión

electricidad y los agregadores optimicen el uso de la electricidad, por ejemplo entre otras cosas, ofreciendo
servicios de gestión de la energía, desarrollando fórmulas de precios innovadoras o introduciendo sistemas
interoperables de contador inteligente o redes inteligentes cuando corresponda…”.
31 Puede verse más información en el siguiente enlace (Comisión Europea, 2018c):
https://ec.europa.eu/energy/en/topics/market-and-consumers/smart-grids-and-meters/smart-grids-
task-force.
32Entre ellos, cita por ejemplo la reducción en el consumo de energía y la reducción en las emisiones
de CO2.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Europea se compromete a incentivar las inversiones en redes inteligentes a través


de la elaboración de normas técnicas adecuadas, la protección de los datos de los
consumidores, un marco regulatorio que proporcione incentivos para la
implantación de redes inteligentes, un mercado minorista abierto y competitivo y
un apoyo continuado a la innovación en el ámbito de la7 tecnología y los sistemas.

Desde entonces, la Unión Europea ha trabajado de forma continuada en el


desarrollo de un marco legislativo y regulatorio para el sector energético en la Unión
Europea que tiene como uno de sus pilares básicos el desarrollo de redes de
transporte y distribución de energía inteligentes.

En resumen, el papel central que jugarán las redes eléctricas durante la transición
hacia una economía “descarbonizada” y en un futuro (cercano y a más largo plazo)
es reconocido por las autoridades europeas desde hace muchos años.
Probablemente el mayor reto al que se enfrenta el desarrollo de redes inteligentes
sea el establecimiento de un marco regulatorio y de un sistema de incentivos que
favorezcan la inversión y la innovación.

Inductores del cambio en el modelo de la actividad de distribución de


energía eléctrica

El sistema de distribución de energía eléctrica tradicional ha sido hasta la fecha un


sistema fundamentalmente lineal. La energía eléctrica se generaba en instalaciones
de generación de gran tamaño, generalmente alejadas de los grandes centros de
consumo.

La energía generada se transportaba a estos centros de consumo a través de las


redes de alta tensión, primero, y de las redes de media y baja tensión, después. Los
flujos de energía eran básicamente unidireccionales (desde las unidades de
generación a los puntos de consumo)33 y el nivel de penetración de generación
distribuida (en las redes de media y baja tensión) era muy bajo (Gráfico 4).

Este esquema de organización de los sistemas eléctricos está, sin embargo, inmerso
en un proceso de transformación que modificará sustancialmente la forma de
funcionamiento de las redes de distribución y redefinirá los papeles y roles de los
distintos usuarios de las redes y de los gestores de las mismas.

33En algunos puntos de las redes los flujos son bidireccionales, principalmente en las áreas de unión
entre las redes de transporte y las redes de distribución y, en las redes de media y baja tensión, donde
existen, aún con niveles de penetración bajos, equipamientos e infraestructuras para el
almacenamiento de energía.

8
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Por un lado, se prevé en los próximos años un alto ritmo de desarrollo de


instalaciones de generación de energía renovable conectadas a las redes eléctricas
tanto en media como en baja tensión, en el seno de las redes de distribución, debido
al impulso de la legislación de la Unión Europea y de los distintos Estados miembros
(IRENA, 2018).

Gráfico 4. Esquema tradicional del sistema eléctrico

Fuente: Eurelectric (2011).

Junto con el desarrollo de la generación distribuida, proliferarán los dispositivos de


almacenamiento de energía eléctrica cercanos a los puntos de consumo34. La
capacidad de almacenamiento de energía permitirá inyectar energía a las redes
desde puntos que, en el sistema tradicional, eran puntos de salida de energía de las
redes. Todo ello modificará la naturaleza de los flujos de energía en las redes de
media y baja tensión, que pasarán a ser bidireccionales (Siemens, 2017).

34 La comparación de la eficiencia entre la instalación de la batería delante o detrás del contador es un


factor relevante a tener en cuenta. Por ejemplo, en Alemania las compañías están instalando en ambos
lados del contador según el caso y buscando sinergias (Colthorpe, 2018a). Entre otros, influyen
circunstancias como la correcta integración de los sistemas que interaccionan (Edie, 2016) o los
diferentes modelos que están siendo explorados por distintos tipos de compañías (St. John, 2016), que
dan lugar a variaciones en el mercado de almacenamiento a ambos lados del contador (Colthorpe,
2018b).

9
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El desarrollo esperado de la movilidad eléctrica tendrá un gran impacto sobre el


funcionamiento del sistema eléctrico, tanto derivado de la magnitud del parque de
vehículos (con previsible crecimiento exponencial en el número de vehículos
eléctricos) como de la posibilidad de que los vehículos eléctricos actúen como
dispositivos móviles de almacenamiento (Steward, 2017).

En el plano tecnológico, se están produciendo también avances en múltiples


aspectos relacionados tanto con los equipamientos de las redes35 como con la
digitalización de los equipamientos e infraestructuras de las redes y con las
comunicaciones entre los distintos elementos de la red y los centros de control de
las redes de distribución.

Gráfico 5. Los nuevos sistemas de distribución de energía

Fuente: Eurelectric (2011).

35Por ejemplo, los elementos de electrónica de potencia, los sensores y los materiales utilizados, etc.,
ofrecen nuevas funcionalidades que facilitan el control directo de los dispositivos y, por tanto, el
control de los parámetros que definen el funcionamiento de las redes.

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Los avances tecnológicos favorecen la automatización de gran parte de los procesos


relacionados con la gestión y la operación de las redes eléctricas, incrementando la
flexibilidad de los sistemas de distribución de energía.

Uno de los principales efectos de todos estos cambios es que los flujos físicos de
energía en las redes de media y baja tensión serán bidireccionales, debido a la
capacidad de los centros de consumo (industriales, comerciales y residenciales) y de
los vehículos que utilicen baterías eléctricas de almacenar energía y verterla en las
redes en cualquier momento (Gráfico 5).

Por otra parte, la flexibilidad operativa que ofrecen los nuevos dispositivos y
equipamientos de consumo, y las instalaciones de generación distribuida y
almacenamiento, junto con la capacidad de gestionar los consumos de energía de
una manera más eficiente y en tiempo real modificarán de manera profunda la
forma de actuar de los consumidores finales (ver la Sección 2.2).

En el nuevo contexto, las redes energéticas de media y baja distribución estarán


caracterizadas por flujos de energía bidireccionales, comunicación bidireccional
entre los elementos de las redes y el centro de control del sistema de distribución,
un papel activo de los usuarios de las redes en la gestión del consumo y la
producción de energía eléctrica, un nivel elevado de automatización en los procesos
y optimización en tiempo real de la gestión de las redes.

Además, todos estos vectores de cambio van a inducir una transformación de


profundo calado en las relaciones entre todos los agentes involucrados con las
compañías de distribución de electricidad:

1. Por un lado, aumentará la interacción entre los gestores de las redes de


distribución y todos los usuarios de las redes, incluyendo los consumidores
finales de energía, y otros agentes participantes en los mercados de energía
(p. ej., agregadores, comercializadores, etc.).

2. Por otra parte, deberá aumentar necesariamente la interacción y


coordinación entre los gestores de las redes de distribución y los gestores de
las redes de transporte, con el objeto de operar de forma eficiente el sistema
transporte-distribución.

En el siguiente apartado revisamos las definiciones y categorías de recursos


energéticos distribuidos cuyo despliegue dará lugar al nuevo modelo de distribución
de energía eléctrica.

11
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Los recursos energéticos distribuidos

Como se describió en el apartado anterior, la integración en las redes de


distribución de determinados dispositivos y tecnologías de generación,
almacenamiento o control de la demanda dan lugar a nuevas situaciones físicas y
operativas en los sistemas de distribución (p. ej., flujos bidireccionales de energía) y
a nuevas fuentes de flexibilidad que pueden aportar valor a los dueños de estos
“recursos energéticos” y a los gestores y operadores de las redes eléctricas.

¿Cuáles son exactamente estos recursos energéticos? Aunque no existe una


definición universalmente aceptada de “recurso energético distribuido” (distributed
energy resource o DER, en inglés), la mayoría las definiciones utilizadas por
reguladores o en el mundo académico recoge características básicas de estos
recursos: son dispositivos o instalaciones conectados en las redes de distribución
de características muy diversas,36 de tamaño relativamente pequeño y, por general,
no despachados por el operador del sistema (ni deben notificarse programas de
generación o consumo individualizados para cada activo o recurso al operador del
sistema). Además, en general, todas las definiciones de DER destacan su capacidad
de respuesta y su flexibilidad operativa y de despacho ante cambios en variables
externas.

FERC (2018), por ejemplo, indica que la definición de recurso energético distribuido
ha cambiado en los últimos años, virando desde una definición acotada que incluía
únicamente a las pequeñas instalaciones de generación (solar o cogeneración)
dispersas en la red de distribución a una definición más amplia que abarca el
conjunto de tecnologías y dispositivos que permiten generar y/o almacenar energía
eléctrica o gestionar la curva de carga o demanda. En este documento, la Comisión
Federal de Regulación de Energía (FERC) propuso la siguiente definición de DER:
“…Cualquier fuente o sumidero de energía eléctrica situada en la red de distribución, en
un subsistema de la misma o detrás del contador de un consumidor […] pueden incluir,
sin estar limitados a estos, los recursos de almacenamiento, la generación distribuida, el
almacenamiento térmico y los vehículos eléctricos y sus equipamientos de suministro de
energía asociados…” (traducción propia).

36 Entre los dispositivos y tecnologías se pueden incluir los equipamientos inteligentes en los hogares
(i.e., de domótica o gestionados por control remoto) o en otros puntos de consumo (empresas,
fábricas, etc.), las microrredes, los dispositivos de almacenamiento de energía, los vehículos eléctricos,
los dispositivos de control del flujo y de la operación en las redes de distribución de energía eléctrica y
todas las instalaciones de generación distribuida.

12
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

FERC (2018) argumenta también que, aunque es posible clasificar todos estos
recursos en clases de activos, dentro de cada una de estas pueden diferenciarse los
DER en función de si participan directamente en los mercados de servicios
complementarios gestionados por el Operador del Sistema o si participan en
esquemas de compensación de cargas en el mercado minorista (e. g., demanda
neta) o del grado de control que puede ejercerse sobre su funcionamiento.37 El
Gráfico 6 muestra una clasificación de los distintos esquemas de control de los
recursos energéticos distribuidos, que penden de si la decisión de control está
centralizada o no y del tipo de comunicaciones entre los dispositivos y el centro de
control.

Gráfico 6. Clasificación de esquemas de control de recursos energéticos


distribuidos

Control Control por el


Toma de Control
indirecto mercado
decisiones local autónomo
(precios) (transacciones)

Control
Toma de
indirecto (sin Control
decisiones
feedback del directo
centralizada
DER)

Sin Comunicación Comunicación


comunicación en un sentido en dos sentidos

Fuente: extraído y adaptado de Le Baut et al. (2017).

Por su parte, NERC (2017)38 adopta una visión más centrada en la capacidad de
generación de energía eléctrica (o de inyección de energía en las redes) y define los
recursos energéticos distribuidos como “…cualquier recurso situado en el sistema de
distribución que produzca electricidad y que no esté incluido en la definición formal de

37 Por ejemplo, las instalaciones de generación renovable distribuida convencionales (eólica o solar
fotovoltaica) no son totalmente controlables, lo que obliga a los operadores de redes a desarrollar
modelos para predecir su comportamiento y gestionar mejor, de esta manera, los riesgos sobre la
operación del sistema eléctrico. Estos riesgos se mitigan, en parte, a través de la agregación de activos
con características complementarias o de nuevas tecnologías, como los inversores o convertidores de
menor tamaño.
38 NERC es la North American Electric Reliability Corporation.

13
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

NERC del sistema eléctrico mayorista…” (traducción propia).39 De forma explícita, NERC
identifica como recursos energéticos distribuidos los siguientes: (a) generación
distribuida, (b) generación detrás de los contadores (behind-the-meter generation),
incluyendo la infraestructura desde el dispositivo (o los dispositivos) de generación
hasta el contador, (c) instalaciones de almacenamiento de energía a cualquier lado
del contador, incluyendo los vehículos eléctricos, (d) recursos energéticos agregados
(combinaciones de los descritos en los puntos (a), (b) y (c)), (e) microrredes o
conjuntos de recursos energéticos distribuidos que pueden funcionar en modo isla,
(f) cogeneración y (g) unidades de generación ubicadas en la red de distribución que
sirven como soporte de emergencia.

Otras fuentes, como NARUC40 (2016) utilizan definiciones de recursos energéticos


distribuidos más amplias: “…Un recurso situado cerca de los consumidores que puede
cubrir todas o parte de sus necesidades de energía eléctrica y potencia y que puede ser
utilizado por el sistema para reducir la demanda (p. ej., eficiencia energética) o para
ofrecer energía, capacidad o servicios complementarios requeridos por la red de
distribución…” (traducción propia).41

EPRI (2015), por su parte, define los recursos energéticos distribuidos como
“…fuentes de suministro de energía que cumplen el primer criterio y al menos uno de los
tres posteriores de la siguiente lista: 1) conectados a la red eléctrica, con autorización, en
un nivel igual o inferior a la media tensión, según la definición de IEEE (69 kV)42; 2)
generan electricidad utilizando cualquier combustible primario; 3) almacena energía y
puede suministrar energía a la red desde el dispositivo de almacenamiento; 4) está
relacionado con cambios en el nivel de demanda llevados a cabo por consumidores
finales en respuesta a los precios u otros incentivos o acuerdos contractuales…”
(traducción propia).

Burger y Luke (2016) describe y analiza distintos modelos de negocio relacionados


con los tres grupos de recursos energéticos distribuidos que considera más

39 La definición de NERC (2017) del sistema eléctrico mayorista (bulk energy system) incluye todos los
elementos e instalaciones (de gran tamaño, de generación y transporte) necesarios para una operación
y planificación seguras del sistema de transporte de energía eléctrica.
40NARUC (National Association of Regulatory Utility Commissioners) es la asociación nacional que reúne
a altos representantes de las entidades reguladoras estatales de los distintos servicios públicos.
41Entre los ejemplos de recursos energéticos distribuidos que cita NARUC (2016) se incluyen la energía
solar fotovoltaica, la energía eólica, la cogeneración, el almacenamiento de energía, la gestión de la
demanda, los vehículos eléctricos, las microrredes y la eficiencia energética.

IEEE (www.ieee.org) es la organización profesional técnica más importante del mundo. Entre otras
42

muchas actividades, desarrolla estándares para su aplicación en la industria.

14
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

relevantes: (1) sistemas de gestión de la demanda y de gestión de la energía (en


general), (2) almacenamiento eléctrico y térmico y (3) energía solar fotovoltaica.

Esta clasificación es relativamente similar a la realizada por Le Baut et al. (2017)43


(Tabla 3), orientada a agrupar los recursos energéticos distribuidos de acuerdo con
su comportamiento físico y con similitudes desde el punto de vista de la
modelización.44

Tabla 3. Tipología de recursos energéticos distribuidos

General Familia Ejemplos

Almacenamiento Vehículo eléctrico


Almacenamiento móvil
de energía Almacenamiento fijo Baterías, hidráulica de bombeo, volantes
de inercia (flywheels)

Generación Fotovoltaica, eólica, hidráulica fluyente


renovable variable

Generación Cogeneración Diversos tipos (demanda de calor)


distribuida
Generación Generadores fósiles de respaldo, otra
convencional generación despachable (biogás,
hidráulica)

Cargas controladas P. ej., sistemas de ventilación y aire


por termostatos acondicionado (HVAC45), calentadores
eléctricos, bombas de calor, aire
acondicionado, sistemas de enfriamiento,
etc.
Cargas flexibles
Desplazamiento de Electrodomésticos (e. g., lavadoras,
cargas lavavajillas, etc.), determinados procesos
industriales, etc.

Interrupción de Determinados procesos industriales,


cargas sistemas de iluminación, etc.

Fuente: reelaborado a partir de Le Baut et al. (2017).

43 Proyecto SmartNet (www.smartnet-project.eu), estudio financiado por el programa Horizon 2020 de


la Unión Europea.
44 Le Baut et al. (2017) desarrollan modelos matemáticos para cada tipo de recurso energético
distribuido, teniendo en cuenta sus características físicas, su dinámica de operación y las restricciones
operativas más significativas para ofrecer flexibilidad a subir y a bajar (sus programas de consumo y o
generación).
45 Calefacción, ventilación y aire acondicionado (heating, ventilation and air conditioning en inglés).

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LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En resumen, el concepto recurso energético distribuido incluye un amplio conjunto


de dispositivos y tecnologías diversas que permiten modificar las curvas de
generación y consumo o almacenar energía en puntos localizados en las redes de
media y baja tensión en función de variables y/o procesos externos (p. ej., la
variación de los precios de la energía, decisiones de operación por control remoto,
automáticas o manuales, por parte de un agente, procesos automáticos en función
de variables que describen la situación de las redes, etc.), ofreciendo de este modo
herramientas para que los consumidores y generadores optimicen sus decisiones
relativas al uso de la energía.

El valor de los recursos energéticos distribuidos

El valor de las redes de distribución inteligentes está en gran medida ligado al valor
que aportan los recursos energéticos distribuidos al sistema eléctrico y al conjunto
de los consumidores y usuarios de las redes.46

MITei (2016) argumenta que una de las características más destacables de los
recursos energéticos distribuidos frente a otros recursos energéticos conectados en
las redes de alta tensión es su capacidad de ofrecer servicios al sistema de manera
más eficiente o con menor coste en localizaciones concretas de la red donde los
otros recursos no pueden actuar.47

El valor de estos servicios varía en función de la localización en las redes, debido a


las diferencias en parámetros físicos como las pérdidas, los límites de capacidad, la
calidad de onda, los niveles de tensión, etc.

Las fuentes de valor de los recursos energéticos distribuidos pueden entonces


clasificarse entre fuentes de valor asociadas y no asociadas a localizaciones
concretas y aquellas que generan valor para el sistema eléctrico y otras fuentes de
valor (p. ej., para la economía o sociedad en conjunto o relacionadas con las
preferencias de los consumidores) (Tabla 4 y Tabla 5).

46 Otras fuentes de valor de las redes inteligentes pueden ser, por ejemplo, que facilitan el
empoderamiento de los consumidores en el mercado y que contribuyen a generar eficiencia a largo
plazo al fomentar el desarrollo y difusión de señales económicas sobre el valor de la energía, de la
capacidad, de la flexibilidad, etc.
47Como ejemplo, MITei (2016) indica que la flexibilidad que aporta un ciclo combinado de gas podría
no ayudar a resolver una situación de congestión en un transformador sobrecargado en un barrio muy
poblado de una gran ciudad que podría ser resuelta a través de una gestión eficaz de la demanda o
mediante dispositivos de almacenamiento de energía distribuidos.

16
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 4. Valor que aportan los recursos energéticos distribuidos al sistema


eléctrico

Valor localizado Valor no localizado

• Energía • Capacidad firme de


• Margen de capacidad en la red generación
• Apoyo en la resolución de • Reservas operativas
congestiones • Cobertura de precios
Valor aportado al
• Calidad de onda
sistema eléctrico
• Fiabilidad y resiliencia
• Arranque autógeno (black-
start) y recuperación del
sistema

• Uso de la tierra • Reducción de las emisiones


• Empleo • Seguridad del sistema
Otras fuentes de
valor • Otro valor (p. ej., ligado a las
preferencias) asociado al uso
de energías renovable

Fuente: elaborado a partir de MITei (2016).

De Martini y Kristov (2015) también resaltan el eminente valor local de los recursos
energéticos distribuidos, que puede asociarse a activos concretos, como
subestaciones, líneas de alimentación o secciones de la misma o a una combinación
de ellos.

El valor intrínseco de los recursos distribuidos (p. ej., su flexibilidad) puede verse
complementado, además, por el valor adicional que genera un despliegue y una
configuración espacial óptima de los mismos.

El objetivo último de la integración de recursos energéticos en las redes de


distribución es conseguir un beneficio neto positivo para los consumidores, para lo
cual debe tenerse en cuenta el valor de evitar o retrasar inversiones en activos de
distribución y reducir los costes de operación y mantenimiento y otros beneficios y
costes, como los medioambientales o el valor para los consumidores de la
integración de recursos energéticos en localizaciones concretas de la red.

Por otra parte, el valor de localización de los recursos distribuidos no tiene por qué
ser siempre positivo, ya que depende en parte de los costes incrementales en las
redes de distribución ligados a la integración de dichos recursos (p. ej., refuerzos en
otros lugares de la red, incrementos en la capacidad de los centros de
transformación o de las subestaciones, etc.).

17
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 5. Valor aportado por los recursos energéticos distribuidos

Nivel Fuente de valor potencial

• Mejores estimaciones del valor de la energía para el sistema en


conjunto
• Menor volumen de energía requerido para cubrir la demanda
• Menores requerimientos de capacidad de transporte y de margen
de reserva (en conjunto y localmente)
Nivel • Menores necesidades de capacidad flexible (aguas arriba) y
mayorista menores requerimientos de servicios complementarios
• Menores costes de integración de energías renovables
• Menor número de restricciones y menores pérdidas
• Menores costes de acceso
• Otros beneficios para el sistema no incluidos en los precios
marginales del sistema o en los precios locales

• Menores necesidades de refuerzos en las redes de distribución


• Menores pérdidas entre los niveles de transporte y distribución
• Mejora en la estabilidad de la tensión y en los armónicos y en la
Nivel de energía reactiva
distribución • Menor frecuencia y duración de apagones y mayor capacidad para
hacer frente a riesgos
• Mejora en la seguridad pública y menor riesgo de daños a propiedad
privada

• Incremento en la capacidad de elección


• Reducción de emisiones de CO2
Consumidores • Incremento en la seguridad de suministro
y sociedad • Sinergias con el uso de agua y de la tierra
• Impacto sobre la economía local (empleo, inversión, PIB e
impuestos)

Fuente: elaborado a partir de Martini y Kristov (2015).

Una vez caracterizados los recursos energéticos distribuidos, en el siguiente


apartado se analiza el papel que previsiblemente jugará cada agente participante
en el sistema de distribución dentro del nuevo mapa de actores que se desarrollará
de forma paralela al avance de las redes inteligentes y a la mayor penetración de
recursos energéticos distribuidos.

El nuevo mapa de actores

Las transformaciones mencionadas en el apartado anterior darán lugar a la


aparición de nuevas figuras y actores usuarios de las redes de energía en media y

18
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

baja tensión, que complementarán los roles tradicionales (consumidor,


comercializador, distribuidor, etc.) configurando un nuevo mapa de actores.

El Gráfico 7 ilustra algunos de los cambios que podrán observarse a medida que se
vayan desarrollando las redes inteligentes de electricidad. En los sistemas de
distribución tradicionales, como se describió anteriormente, la cadena de
suministro de energía era lineal y las redes de distribución servían únicamente como
vehículo para hacer llegar la energía a los consumidores finales.

Gráfico 7. Roles en un sistema energético tradicional y en el nuevo sistema


energético

Roles en un sistema Roles en el nuevo


energético tradicional sistema energético

Fuente: adaptado a partir de Smart Energy Collective (2013).

La gestión del sistema eléctrico se realizaba en el ámbito de la red de transporte y


correspondía fundamentalmente a los gestores de las redes de transporte y a los
operadores de sistema. Los mercados de energía se desarrollaban
48
fundamentalmente en torno a las redes de transporte, pues las salidas de energía
hacia las redes de distribución eran, habitualmente, flujos de energía hacia puntos
de consumo.

En el nuevo contexto energético, se producirán cambios muy relevantes en el nivel


de las redes de distribución. Por un lado, los consumidores se convertirán en

48Por ejemplo, los puntos (virtuales) de entrega de la electricidad que se negocia en los mercados
mayoristas de energía y de servicios complementarios se definían en las redes de transporte. Desde
ahí, los comercializadores nominaban salidas de energía (hacia las redes de distribución en media y
baja tensión) que reflejaban consumos aguas abajo.

19
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

consumidores-productores y, por otro, se integrarán en las redes de media y baja


tensión instalaciones de generación de energía renovable (caracterizadas por un
elevado nivel de variabilidad en sus cargas), dispositivos de almacenamiento,
equipamientos de control y otras infraestructuras, como las asociadas a los
vehículos eléctricos. Todo ello implicará una variabilidad muy elevada en las
entradas y salidas de energía en media y baja tensión, flujos bidireccionales de
energía y desequilibrios prácticamente continuos entre oferta y demanda en
distintos puntos de la red (o en toda ella) que obligarán a realizar una gestión activa
de la operación (teniendo en cuenta tanto la energía en circulación por las redes
como la capacidad disponible en la misma en cada instante). La operación del
sistema eléctrico se realizará entonces de forma conjunta por el operador del
sistema (de transporte) y los operadores de los sistemas de distribución. Los
mercados de energía incluirán a partir de entonces productos y servicios definidos
en el ámbito (local) de las redes de distribución.

Con esta nueva configuración de las redes de electricidad, pueden caracterizarse los
roles (de mercado) de los nuevos agentes que intervendrán en los sistemas de
distribución energía eléctrica de la siguiente manera (Smart Energy Collective, 2013).49

Prosumidores

Los prosumidores son consumidores que pueden consumir electricidad (como


hasta ahora) o producirla mediante instalaciones de generación distribuida
(previsiblemente, renovables o de alta eficiencia). Junto a las instalaciones de
generación distribuida a menudo existirán infraestructuras de almacenamiento50, lo
que permitirá a los prosumidores realizar una gestión activa de sus necesidades y
recursos energéticos, extrayendo todo el valor intrínseco de la flexibilidad que
genera su capacidad de modular su curva de consumo o de inyectar energía en la
red en función de las señales de precios de la energía (y de los servicios
complementarios) que reciban.

La capacidad de gestión de la demanda de los prosumidores dependerá


crucialmente del conjunto de dispositivos de generación, almacenamiento y
consumo de energía de que disponga. Por ejemplo, en determinados casos, un

La descripción de Smart Energy Collective (2013) de los roles de los agentes participantes en un
49

mercado eléctrico desarrollado en torno a redes inteligentes se basa en ENTSO-E (2017).


50Las soluciones de almacenamiento y su posición respecto al contador por las que opte el prosumidor
dependerán del análisis del rendimiento de cada caso y de las opciones disponibles para cubrir los
costes.

20
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

prosumidor podría reducir su nivel de consumo de energía que circula en las redes
de distribución mediante autoconsumo (bien de energía generada o energía
almacenada). La flexibilidad de los dispositivos y equipamientos domésticos
determina también el grado de respuesta activa que puede ofrecer un consumidor,
que dependerá de hasta qué punto los equipamientos pueden desconectarse en un
momento dado para seguir funcionando más tarde (p. ej., lavadoras, lavavajillas,
etc.) o pueden almacenar energía para desplazar los consumos en el tiempo (p. ej.,
calentadores con capacidad de acumulación de calor, frigoríficos y congeladores
inteligentes, etc.).

Productores

Los productores de energía son los agentes que gestionan los activos de generación
de energía eléctrica. En el nuevo contexto de redes inteligentes, una parte relevante
de los activos de generación se conectará a las redes en los niveles de media y baja
tensión, cambiando las condiciones en las que se operarán, debido a la mayor
capacidad de gestión de la demanda y a (potencialmente) nuevas formas y
mecanismos para priorizar el despacho de la generación.

Operadores de los sistemas de transporte

Los gestores de las redes de transporte operan las redes de transporte, asegurando
equilibrio y seguridad en el sistema, incluyendo la gestión de las interconexiones
con otros sistemas de transporte vecinos. Sin embargo, los cambios en la
configuración y en la utilización de las redes de distribución les obligará a realizar
una gestión activa (coordinada con los operadores de las redes de distribución) de
los flujos de energía (i.e., los flujos de importación y exportación en los nodos de
conexión de las redes de transporte y distribución) y de la capacidad disponible y a
planificar de forma conjunta con los operadores en media y baja tensión el
desarrollo de las redes de transporte y distribución.

El alcance de la cooperación entre los operadores de las redes de transporte y de


distribución es amplio e incluye la definición y gestión de los mercados de energía,
capacidad y servicios complementarios, la propia operación del sistema
(coordinación de los programas de generación y consumo, intercambios entre
sistemas, decisiones de despacho y otras decisiones operativas para garantizar el

21
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

equilibrio en las redes), la planificación de las redes a medio y largo plazo y la gestión
de los datos y de la información que genera el uso de las redes.51

El operador de la red de transporte asegura el equilibrio del sistema de transporte


obteniendo flexibilidad a través de los servicios complementarios que prestan las
instalaciones de generación (y la demanda) conectadas en alta tensión.

Operadores de los sistemas de distribución (OSD)

Junto con los prosumidores, los nuevos sistemas energéticos darán lugar a un
cambio en el rol y en las responsabilidades de las empresas de distribución. En el
nuevo contexto, los distribuidores se convierten en operadores de los sistemas de
distribución, garantizando la seguridad del suministro y la calidad de servicio en un
contexto de participación activa en los mercados por parte de los consumidores y
de optimización continua de todos los recursos de generación.

El Operador del Sistema de Distribución (u OSD)52 gestiona la flexibilidad en forma


de capacidad de modulación de los consumos y los niveles de generación que
aportan todos los recursos energéticos integrados en las redes de distribución
(generación distribuida de carácter renovable o de alta eficiencia, vehículos
eléctricos, dispositivos de almacenamiento y capacidad disponible por gestión
activa de la demanda) con el objetivo de garantizar un suministro eléctrico en media
y baja tensión seguro, de calidad y con el mínimo coste.

Además, el OSD deberá coordinarse con los operadores de las redes de transporte
a las que esté conectada la red de media y baja tensión para asegurar el equilibrio
en el conjunto del sistema y un desarrollo adecuado de las redes eléctricas.

Responsables de balance

Los responsables de balance asumen la responsabilidad financiera de los desvíos


que se produzcan en los programas de generación-demanda de su cartera de

51Ver una discusión y descripción de principios para la coordinación entre los operadores de las redes
de transporte y distribución en ENTSO-E (2015b).
52En este trabajo, se hace referencia al OSD, de forma genérica, como la figura (o figuras) encargadas
del conjunto de actividades relacionadas con la gestión eficiente de las redes inteligentes de
distribución de electricidad. No se realiza en este estudio ningún supuesto ni se analiza cuál debe ser
el marco normativo que regule estas actividades o cuáles son o deberían ser las distintas
configuraciones institucionales y regulatorias posibles (p. ej., separación o no de las actividades de
gestión del sistema de distribución de las actividades propias de desarrollo y mantenimiento de las
redes, como ocurre en España en el ámbito de la red de transporte de electricidad) que podrían
implementarse para poner en marcha redes inteligentes plenamente funcionales.

22
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

clientes.53 Para ello, agregan instalaciones de generación y/o puntos de consumo


(incluyendo, en algunos casos, recursos energéticos propios) y realizan, en nombre
de los clientes, nominaciones físicas (ante los operadores de sistema) y comerciales
(i.e., comprando y vendiendo energía en los mercados) con el objetivo de minimizar
el coste de los desvíos asociados a estos programas.

Agregadores

Otra de las figuras novedosas que previsiblemente se desarrollará en los mercados


con redes inteligentes son los agregadores. Estas entidades gestionan la flexibilidad
operativa que proporciona la demanda por su capacidad de modular los niveles de
consumo (y generación, en el caso de los prosumidores), optimizando los costes del
suministro de sus carteras de puntos de consumo y teniendo en cuenta los costes
ligados a la capacidad contratada.

Según MITei (2016) un agregador es “…una empresa que actúa como intermediario
entre los consumidores finales de electricidad y los dueños de recursos energéticos
distribuidos, por un lado, y los agentes participantes en el mercado que quieren ofrecer
servicios a estos consumidores finales o bien poner en valor los servicios que ofrecen los
recursos energéticos distribuidos…” (traducción propia).54

Los agregadores toman decisiones en nombre de los clientes relativas a la


nominación/despacho de la energía consumida/generada y en función de las
señales de precios y otras señales operativas disponibles (provenientes de los
operadores de los sistemas de transporte y distribución o de los mercados de
energía –Gráfico 8), participando en los mercados de energía para comprar o vender
energía u ofrecer flexibilidad en forma de servicios complementarios o auxiliares.
La energía y la capacidad provienen de las instalaciones distribuidas de generación,
de los dispositivos de almacenamiento o bien de la propia flexibilidad de la
demanda.

53 En este contexto, un desvío no es necesariamente la diferencia entre generación (u oferta) y


demanda, sino la diferencia entre un programa nominado de generación (o demanda) y los niveles
efectivos de inyección de energía a la red (de consumo de energía). En España, el rol de responsable
de balance lo pueden llevar a cabo bien agentes representantes o bien, para instalaciones del Régimen
Especial (i.e., renovables), los agentes vendedores (ver el Artículo 28 del Real Decreto 436/2004, de 12
de marzo, por el que se establece la metodología para la actualización y sistematización del régimen
jurídico y económico de la actividad de producción de energía eléctrica en régimen especial).
54De acuerdo con esta definición, los comercializadores son una clase especial de agregadores que
agregan consumos, suministrando la energía que requieren.

23
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 8. Papel de los agregadores en el nuevo entorno de mercado

Fuente: MITei (2016).

Por otro lado, la forma de relación entre el prosumidor y un agregador puede variar
(Gráfico 9) desde una relación de control delegado de los dispositivos de consumo,
generación y almacenamiento (el agregador toma las decisiones de optimización de
todos los equipamientos utilizando dispositivos de control remoto) hasta una
relación en la que, en función de las decisiones físicas del prosumidor, el agregador
proporcione servicios de optimización de la “cartera” de activos energéticos del
prosumidor, comprando o vendiendo energía en el mercado en función de las
circunstancias concretas de consumo/generación, de los precios, etc.55

55Ver una descripción más detallada de estos dos tipos de modelos en el Capítulo 11 de Smart Energy
Collective (2013).

24
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 9. Modelos de prestación de servicios por parte de agregadores:


control delegado vs. control no delegado

Fuente: Smart Energy Collective (2013).

Comercializadores

Los comercializadores suministran energía a consumidores finales bajo una gran


variedad de estructuras contractuales, especializándose en la gestión de los riesgos
de mercado y de crédito asociados a estos contratos y compitiendo tanto en el
precio ofrecido a los clientes y en la flexibilidad y opcionalidades que ofrecen sus
contratos de suministro como en la provisión de otros servicios adicionales. En el
nuevo contexto energético, los comercializadores podrían ofrecer, además,
servicios de agregación de consumos/recursos de generación y otros servicios.

Empresas de servicios energéticos

Finalmente, las empresas de servicios energéticos (ESE) ofrecen servicios


relacionados con la gestión de la energía (incluyendo, p. ej., asesoramiento sobre
las estrategias de compra de energía o la optimización de contratos), la provisión de
inteligencia de mercado o servicios relacionados con la mejora de la eficiencia
energética (p. ej., estudios de ingeniería de asesoramiento sobre las infraestructuras
energéticas o instalación de equipamientos de iluminación, climatización,
aislamiento, control del consumo, etc., más eficientes).

Algunas de las figuras descritas anteriormente (p. ej., las figuras de comercializador,
agregador, responsable de balance y empresa de servicios energéticos) pueden
agruparse bajo distintos modelos de negocio, en función del marco regulatorio

25
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

dentro del cual presten sus servicios, de las preferencias de los


56
consumidores/prosumidores, etc.

Servicios a los usuarios de las redes inteligentes de


electricidad

Un mapa general de servicios en redes inteligentes

La definición de los servicios que se pueden prestar a los distintos agentes en el


ámbito de una red inteligente está estrechamente ligada a la flexibilidad operativa
que aportan los nuevos sistemas de distribución de energía.

Eurelectric (2011), por ejemplo, define una red inteligente como un conjunto de
infraestructuras de red que, actuando como una herramienta de flexibilidad,
pueden integrar de manera inteligente el comportamiento y las acciones de todos
sus usuarios para garantizar un suministro eléctrico sostenible, económico y seguro,
generando valor en toda la cadena del suministro eléctrico, incluyendo a los
generadores, los gestores de las redes de transporte, los gestores de los sistemas
de distribución, los comercializadores, los consumidores y a toda la sociedad en un
sentido más amplio.

La Comisión Europea57 hace también hincapié en la flexibilidad como concepto


central para definir las redes inteligentes, describiéndolas como redes energéticas
que pueden monitorizar de forma automática los flujos de energía y realizar ajustes
operativos para adaptar su funcionamiento a los cambios en la oferta y la demanda.

Por otro lado, USEF (2015a) presenta un marco de análisis de los potenciales
servicios de flexibilidad que pueden prestarse en una red inteligente en el ámbito
de la operación de las redes, agrupándolos en tres grandes categorías (Gráfico 10):
(1) servicios de apoyo a la operación de las redes de distribución (p. ej., control de la
tensión de la red, gestión de restricciones, optimización de la capacidad de la red de
distribución y apoyo en situaciones de operación en isla); (2) servicios de flexibilidad
para instalaciones de generación conectadas en las redes de distribución (p. ej.,

56 Smart Energy Collective (2013) identifica tres grandes clases de modelos de agregación-
comercialización de energía: (1) separación entre las figuras de agregador (como optimizador de los
activos del prosumidor) y comercializador (como suministrador de energía), (2) integración de las
funciones de agregación en la función de comercialización y (3) subcontratación por parte del
comercializador, con un agregador, de parte de las funciones de suministro de energía (p. ej.,
contratación, facturación y relación con el cliente).
57 Ver https://ec.europa.eu/energy/en/topics/markets-and-consumers/smart-grids-and-meters.

26
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

optimización de la generación en el corto y medio plazo, gestión de los desvíos y


excedentes de generación, etc.); y (3) servicios de apoyo al sistema eléctrico en
conjunto (i.e., gestión de la capacidad y de las restricciones en la red de transporte,
participación en mecanismos de capacidad y aportación a los servicios de regulación
de la frecuencia –regulación primaria, secundaria o terciaria—, apoyo en situaciones
de operación en isla y en los sistemas de redundancia y seguridad).

Gráfico 10. Servicios de flexibilidad prestados en redes inteligentes

Fuente: USEF (2015a).

A esta lista de servicios hay que añadir los servicios de flexibilidad prestados a los
prosumidores (ver el siguiente apartado), como los servicios de optimización de la
curva de carga, los servicios de control y optimización de la potencia contratada, los
servicios asociados a la gestión de los balances energéticos (posiciones netas en el
muy corto plazo) de los desvíos y otros servicios, como potenciales servicios en isla.

27
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Servicios a los usuarios de las redes

Los nuevos servicios que se pueden ofrecer a los usuarios de las redes inteligentes
están ligados a la gestión de comunicaciones (datos sobre consumos, inyecciones a
la red, etc.), a la provisión de servicios de flexibilidad (modulación de la demanda,
interrumpibilidad, almacenamiento de excedentes de generación, etc.), la
automatización de procesos de consumo, generación, almacenamiento, etc. y otros
servicios relacionados con la gestión de la energía, etc.

Smart Energy Collective (2013)58 identifica siete grupos de servicios que pueden
prestarse a los prosumidores en una plataforma de redes inteligentes. Todos estos
servicios se desarrollarán en el mercado a través de distintas configuraciones de
actores participantes en el mismo (agregadores, gestores de balance, ESE, etc.),
modelos de negocio y esquemas de regulación.

Entre ellos, dos grandes grupos de servicios (servicios de mercado y servicios de


información e inteligencia de mercado) y están estrechamente relacionados con la
creación de un marco de actuación competitivo para que todos los agentes
involucrados en la operación, el funcionamiento y el uso de las redes inteligentes
puedan intercambiar servicios de flexibilidad.

El resto de los grupos de servicios identificados por Smart Energy Collective (2013)
(gestión de la demanda, de los almacenamientos y de la generación distribuida y
servicios de gestión de la energía), están más relacionados con la puesta en valor de
la flexibilidad que ofrecen los recursos energéticos distribuidos en las plataformas
de mercado, desde el punto de vista de los usuarios finales de la energía:

A continuación, se describen con más detalle cada uno de estos grupos de servicios.

Servicios genéricos de soporte a otros servicios

Entre los servicios genéricos que se prestan en el marco de las redes inteligentes y
que dan soporte a otros servicios se incluyen los servicios de mercado y los servicios
de información e inteligencia de mercado:

58 La visión descrita en el documento Smart Energy Collective (2013) ha sido desarrollada por USEF
(Universal Smart Energy Framework, www.usef.energy). USEF es una iniciativa de un amplio grupo de
empresas de distintos países, agrupadas bajo el nombre Smart Energy Collective (SEC), para crear
estándares técnicos, de mercado y de procesos aplicables en el ámbito internacional que permitan
que se desarrollen nuevas tecnologías inteligentes y proyectos de innovación al menor coste posible.
El objetivo último de esta iniciativa es caracterizar un marco para el desarrollo de sistemas de redes
inteligentes y productos y servicios ligados a los recursos energéticos distribuidos que sean viables
desde el punto de vista comercial.

28
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

1. Servicios de mercado.

Los servicios genéricos de mercado son todos aquellos servicios relacionados con
la integración (o puesta en marcha) de plataformas de información, comunicación y
negociación que faciliten el intercambio de los servicios de flexibilidad que ofrecen
recursos energéticos distribuidos, en un sistema de redes inteligentes y en un
entorno de competencia, allí donde no esté justificada la regulación de las
actividades ligadas a la prestación de un servicio determinado.

Un requisito esencial de este tipo de plataformas es que deben permitir la


estandarización de las especificaciones y los protocolos de comunicación e
intercambio de la información generada por todos los recursos energéticos
distribuidos para facilitar el diseño, desarrollo y negociación de productos y
servicios de flexibilidad.

Estas plataformas o interfaces deberán estar integradas y coordinarse con otras


plataformas de mercado aguas arriba (p. ej., las plataformas de negociación de
energía en los mercados mayoristas), para asegurar una valoración eficiente (i.e., a
precios de mercado) de todos los recursos energéticos distribuidos.

En definitiva, las nuevas plataformas de servicios de mercado deberán fomentar y


facilitar el desarrollo del equivalente a un mercado mayorista de servicios de
flexibilidad y de energía en las redes de distribución. Según MITei (2016),
“…[i]mplementar mercados de servicios de red en el nivel de distribución generará nuevas
fuentes de ingresos para los recursos energéticos distribuidos y creará nuevas
oportunidades de negocio, combinando las fuentes de flexibilidad existentes en una
cartera de recursos energéticos distribuidos para dar respuesta a las necesidades de las
compañías de distribución o de otros agentes relevantes aguas arriba…” (traducción
propia).

En la misma línea, De Martini y Kristov (2015) aportan una nueva clasificación de los
mercados de energía que incluye los siguientes tipos de mercados:

• Mercados mayoristas de energía y servicios complementarios. Estos son los


mercados mayoristas existentes en la actualidad.

• Mercados relacionados con la operación del sistema de distribución. En estos


mercados se negocian productos y servicios de flexibilidad,59 demandados
por el OSD para garantizar una operación segura y fiable de la red de

59Por ejemplo, productos relacionados con la gestión de la capacidad de la red de distribución, la


gestión de la tensión de la red, la calidad del flujo eléctrico, la fiabilidad y resiliencia de la red o la
reducción de pérdidas en las líneas de distribución.

29
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

distribución en el nuevo contexto de desarrollo de los recursos energéticos


distribuidos.

• Mercados de energía en el ámbito de la distribución (mercados locales). En


estos mercados, agentes como los prosumidores, los comercializadores, las
empresas de servicios energéticos, los agregadores o los responsables de
balance negocian, bien bilateralmente o bien a través de plataformas de
mercado, energía y productos relacionados con entrega en puntos de la red
de distribución determinados.

2. Servicios de información e inteligencia de mercado.

Además de los servicios genéricos de mercado, para poder poner en valor la


flexibilidad de los recursos energéticos distribuidos, los usuarios de las redes
requieren servicios de información e inteligencia de mercado que faciliten la toma
de decisiones eficientes sobre el consumo de energía o la operación de los activos
distribuidos.

Este tipo de servicios consisten en el análisis de la información detallada,


proveniente de los dispositivos inteligentes de medida, sensores, etc., sobre todos
los flujos e intercambios de energía con las redes de distribución en sus puntos de
consumo y sobre otras variables relevantes (p. ej., en las situaciones en las que sea
necesario, el estado de la operación de las redes energéticas), con el objeto de
facilitar la toma de decisiones como el valor de la energía en el muy corto plazo.

Los OSD deberán, por un lado, gestionar todos los datos provenientes de todos los
equipamientos y dispositivos (p. ej., sensores) de medida. Una gestión adecuada de
esta información facilitará la operación óptima de la red de distribución,
optimizando de forma conjunta todos los activos conectados a las redes.

Por otro lado, deberán facilitar, de forma neutral entre los distintos agentes que
ofrecen servicios a los usuarios de las redes, tanto el acceso a datos derivados de
su actividad como usuarios de las redes (y otros datos relacionados con el estado
general del sistema) como los intercambios de información necesarios para que
otros agentes (p. ej., empresas de servicios energéticos, comercializadores o
agregadores) pongan en marcha aquellos servicios de flexibilidad (innovadores) que
demanden los usuarios y que generen valor para el sistema en conjunto.

Servicios de flexibilidad desde el punto de vista del usuario final de la energía

Desde el punto de vista de los consumidores finales de energía pueden identificarse


diversos tipos de servicios prestados por terceras partes, incluyendo

30
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

comercializadores, agregadores, responsables de balance, etc. –ver Smart Energy


Collective (2013).

1. Servicios de gestión de la demanda de dispositivos y equipamientos


inteligentes en los puntos de consumo.

El nuevo entorno energético dará lugar al desarrollo y a la implantación de


dispositivos inteligentes en los puntos de consumo final de energía eléctrica. Estos
dispositivos son muy variados y se caracterizan por la posibilidad de controlar su
funcionamiento de forma remota y automatizada (mediante algoritmos o
aplicaciones de control).

Gráfico 11. Caracterización de un “hogar inteligente”

Fuente: MITei (2016).

31
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Entre ellos se incluyen dispositivos de control y automatización de los


equipamientos (e. g., dispositivos de domótica, aplicaciones del “internet de las
cosas” o IoT), equipamientos relacionados con la demanda de energía eléctrica para
usos térmicos y de climatización o confort, dispositivos de almacenamiento de
energía equipamientos de recarga de vehículos eléctricos, instalaciones de
generación renovables (p. ej., paneles fotovoltaicos), etc.

En un hogar, por ejemplo (Gráfico 11), los servicios de gestión de la demanda


pueden estar asociados al uso inteligente (i.e., en función de incentivos asociados al
valor de la energía y teniendo en cuenta las restricciones de consumo que imponga
el consumidor) de los dispositivos de generación renovable (e. g., paneles
fotovoltaicos) y almacenamiento de energía eléctrica, sistemas de climatización
combinados (calefacción y refrigeración o combined cooling and heating power o
CCHP, en el gráfico), agua caliente, iluminación y otros equipamientos domésticos
(electrodomésticos, etc.).

En función de distintas variables (p. ej., los precios de la energía en tiempo real, la
temperatura ambiente, el nivel de ocupación en el hogar, etc.) el “hogar inteligente”
gestiona, mediante aplicaciones informáticas desarrolladas por los prestadores de
servicios, la utilización de todos los dispositivos a partir de señales de información
en la “nube” y generadas por algoritmos que optimizan el consumo teniendo en
cuenta toda la información disponible, incluyendo la información histórica. Si el
hogar está incluido en una agrupación de consumidores, el prestador de servicios
podría, incluso, ofrecer servicios de gestión de la demanda (modulación del
consumo) a los gestores de las redes de distribución y/o de transporte de
electricidad.

2. Servicios de gestión de la demanda de los vehículos eléctricos

Los vehículos equipados con baterías eléctricas son dispositivos móviles (i.e.,
pueden conectarse a distintos puntos en la red) que, en teoría, pueden funcionar
como elementos de consumo de energía desde las redes, para la recarga de las
baterías, o bien como dispositivos de almacenamiento que permiten inyectar en las
redes parte o toda la energía eléctrica almacenada en las baterías.

Los servicios de carga (y descarga) de baterías son bastante similares a los servicios
de gestión de otros recursos distribuidos inteligentes, con la peculiaridad de que
pueden prestarse en puntos de conexión diversos (en el hogar, en el trabajo o en
otros puntos de recarga públicos).

32
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

3. Servicios de gestión de la generación distribuida en un entorno local.

Los activos de generación distribuida pueden aportar flexibilidad a la operación del


sistema de distribución, en función de la tecnología y de las señales de incentivos
que reciban. La modulación de los niveles de generación, allí donde sea posible,
facilita el equilibrio demanda-generación y aporta estabilidad a la operación de la
de la red de distribución. En la práctica, este tipo de servicios de apoyo a la
estabilidad de las redes de media y baja tensión será relativamente similar a los
servicios auxiliares prestados por las unidades de generación convencionales en la
red de transporte de energía eléctrica.

Los servicios de gestión de la generación distribuida consisten en la optimización


del valor de la misma en función de las señales de precios (locales) disponibles, que
ilustran el valor de la energía y de la flexibilidad en entornos muy localizados de las
redes de distribución. Para que este tipo de servicios puedan ponerse en
funcionamiento se requiere un conocimiento específico y detallado sobre las
características físicas de los activos de generación distribuidas (tiempos de reacción,
disponibilidad de los activos, rampas de subida y de bajada, mecanismos de control,
etc., y cualquier otro requisito o restricción asociados a la localización concreta del
activo en la red).

4. Servicio de gestión del almacenamiento de energía en un entorno local.

Los dispositivos de almacenamiento distribuidos suponen una fuente de flexibilidad


operativa adicional para los sistemas de distribución de energía. En la práctica,
operan como los activos de generación distribuida, teniendo en cuenta sus
características físicas, al igual que en el caso anterior. La ventaja adicional de los
dispositivos de almacenamiento de energía es que permiten un nivel de modulación
de su uso muy elevado (en términos temporales), por lo que aportan valor al sistema
en momentos de exceso de generación (especialmente de la generación renovable
no gestionable) o de escasez de generación (p. ej., en puntas muy marcadas de
demanda).

5. Servicios de gestión de la energía (energy management services).

Por último, los servicios de gestión de la energía consisten en la optimización del


consumo de energía eléctrica de los usuarios finales y pueden ser prestados a
consumidores o puntos de consumo individuales, a agrupaciones de puntos de
consumo (p. ej., hogares dentro de un mismo edificio, edificios residenciales o de
oficinas, tiendas, pabellones y fábricas, etc.) o bien a agrupaciones de
consumidores.

33
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Entre estos servicios pueden incluirse los orientados a la optimización física de los
equipamientos e infraestructuras de los consumidores (p. ej., mediante inversiones
que favorezcan el ahorro y la eficiencia energética, incluyendo nuevos activos con
menor consumo, dispositivos de monitorización, control y automatización del
consumo, etc.) o la optimización del coste del suministro de energía, incluyendo los
costes de conexión a las redes y el coste de la energía consumida.

Cambio en el papel de los distribuidores

El nuevo papel central de las redes eléctricas

La irrupción y el despliegue de nuevos recursos energéticos distribuidos está dando


lugar a una nueva visión sobre el papel que jugarán las redes eléctricas en el nuevo
sistema eléctrico y, como consecuencia de ello, sobre el rol que deberán adoptar los
distribuidores de energía eléctrica, que exploramos en secciones posteriores.

La Comisión Europea identificó en 2011 el rol relevante de las redes inteligentes de


suministro de energía en la implementación de “…la nueva estrategia de crecimiento
inteligente, sostenible e integrador, teniendo en cuenta los objetivos propuestos en el
marco de la iniciativa emblemática «Una Europa que utilice eficazmente los recursos» y
los objetivos de Europa en materia de energía y clima, que son esenciales para el
mercado interior de la energía…” (Comisión Europea, 2011b).

De acuerdo con la visión de la Comisión Europea, los beneficios de las redes


inteligentes pueden resumirse de la siguiente manera: (1) son redes más seguras y
con menores costes operativos, gracias a la mejora en la gestión y operación de las
mismas que inducen la interacción y comunicación entre los agentes y al control
directo de las decisiones de consumo y de inyección de energía eléctrica en la red;60
(2) son la estructura sobre la que descansará el nuevo sistema eléctrico
descarbonizado, facilitando la integración de las tecnologías de energía renovable,
el vehículo eléctrico y otros tipos de recursos energéticos distribuidos que aportan
flexibilidad al sistema; (3) favorecen el crecimiento de la competitividad y el
liderazgo tecnológico de la Unión Europea en industrias como la de la ingeniería

60 Las redes eléctricas se convierten en plataformas que, a través de un conjunto completo de activos
físicos y procesos operativos y de gestión de la información, facilitan la participación activa de los
usuarios de las redes en los mercados de corto plazo de energía, capacidad y servicios de flexibilidad,
optimizando de esta manera el valor los recursos energéticos distribuidos y contribuyendo a la
operación segura y eficiente del sistema eléctrico.

34
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

eléctrica, la electrónica o las telecomunicaciones; y (4) fomentan la innovación en


los servicios ofrecidos a los consumidores y usuarios de las redes.

En definitiva, “…[e]sta dinámica debería incrementar la competencia en el sector


minorista, ofrecer incentivos a la reducción de gases de efecto invernadero y ofrecer
oportunidades para el crecimiento económico…” (Comisión Europea, 2011b).

Futured (2016), resume en su “Documento de Visión Estratégica 2030” el conjunto


de características que deberán tener y los objetivos que deberán perseguir las redes
de energía eléctrica del futuro, que deberán:

• estar formadas por infraestructuras de transporte y distribución de


electricidad eficientes, con funcionalidades avanzadas, que permitan
desplazar volúmenes mayores de energía, favoreciendo el ahorro energético
y la reducción de pérdidas y con menores costes;

• garantizar una operación de la red segura, fiable y flexible que favorezca la


utilización de todos los recursos energéticos y potencie un papel activo de
todos los usuarios de la misma;

• contribuir a ofrecer un suministro eléctrico seguro con elevados niveles de


fiabilidad y calidad y con un coste asequible tanto en los sectores productivos
(industria, servicios) como en el sector residencial;

• integrar en las redes, de forma efectiva, las fuentes de energía renovable y


los recursos energéticos distribuidos (generación, almacenamiento, etc.),
complementarias de las fuentes de generación convencionales;

• contribuir a integrar los prosumidores y otros agentes del mercado


suministradores de energía y prestadores de servicios en el nuevo entorno
de mercado;

• favorecer el despliegue de nuevas tecnologías innovadoras en áreas


estratégicas como las tecnologías de información y comunicación, la
electrónica de potencia, los sensores, nuevos materiales, etc.;

• contribuir a alcanzar un suministro energético que tenga en cuenta los


criterios de reducción del impacto medioambiental y de desarrollo
sostenible;

• servir de plataforma para la prestación de servicios innovadores a los


usuarios; y

• promover un marco regulatorio que favorezca la consecución de todos los


objetivos citados.

35
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

• Las redes inteligentes se convierten, así, en vehículos y catalizadores


esenciales de eficiencia, crecimiento económico, innovación, competencia y
mejoras medioambientales.

En este nuevo mundo en el que las redes eléctricas se convierten en elemento


central y protagonista del sistema de distribución de energía cambiará de forma
significativa el papel que deben jugar las empresas de distribución de energía, como
se describe y analiza a continuación.

Gestión y operación de las redes vs. gestión y operación de un sistema


inteligente de distribución de energía

Las funciones tradicionales de las empresas de distribución de energía eléctrica


consisten en llevar a cabo la planificación, el desarrollo, la operación y el
mantenimiento de las redes de distribución en media y baja tensión.

Además, las empresas de distribución se encargan de la conexión de los usuarios a


las redes, de mantener determinados niveles de calidad de servicio y de seguridad
en el suministro de energía eléctrica, de la gestión de los datos técnicos relativos a
la operación de las redes, de la gestión de las pérdidas en las redes y, en muchos
países, de la gestión de los contadores y las medidas y de la facturación de las tarifas
de acceso a las redes.

Los cambios en el sector eléctrico identificados en las secciones anteriores ponen


sobre la mesa retos significativos para las empresas de distribución y para las
entidades reguladoras y generan oportunidades para aquellas y para los nuevos
agentes que participarán en el mercado de energía y de servicios energéticos.

En la práctica la función principal del distribuidor seguirá siendo ofrecer un servicio


eficiente y seguro de distribución de electricidad, pero estamos asistiendo a
cambios que obligarán a cambiar la forma de gestionar las redes de distribución,
desde una gestión y operación pasiva (o reactiva) de las redes energéticas a una
gestión y operación activa de sistemas de distribución de energía inteligentes y con
multitud de recursos energéticos distribuidos.61

Esta visión del distribuidor como gestor activo de un sistema de distribución de


energía, u OSD, es compartida por la literatura técnica y académica. Así, MITei (2016)
indica que “…el rol de las empresas de distribución está empezando a parecerse al de

61 La terminología para referirse al distribuidor de energía cambia de Gestor de Redes de Distribución


(o Distribution Network Operator, en inglés) a Operador del Sistema de Distribución (o Distribution System
Operator, en inglés).

36
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

los operadores de las redes de transporte…” y que las empresas de distribución


“…están realizando la transición hacia operadores de sistemas de distribución…”
(traducción propia).

Por otra parte, USEF (2015a) indica que “…resulta óptimo que la flexibilidad que
ofrecen los recursos de demanda gestionables pueda ser utilizada por los operadores de
red para reducir los niveles de carga en sus redes y evitar inversiones costosas en
reforzarlas. Como resultado, el rol del gestor de la red de distribución se transforma en
un rol de gestor del sistema de distribución, que necesita gestionar de forma activa la
capacidad disponible en sus redes y ofrece servicios de mercado para hacerlo…”
(traducción propia).

Dependiendo de cómo se diseñe el esquema regulatorio de la actividad de


distribución, podría aflorar una contradicción entre los incentivos a expandir la base
de activos y la capacidad de la red (con el objeto de garantizar con un amplio margen
de seguridad el funcionamiento estable de la red y acomodar sin problemas los
incrementos de demanda) y los incentivos a gestionar de manera activa y eficiente
la capacidad existente de la red. Por ello, uno de los principales objetivos de los
esquemas de regulación de la actividad de distribución más innovadores (ver el
Capítulo 5) es hacer compatible ambos tipos de incentivos, respetando tanto las
preferencias y necesidades de los consumidores en relación con la disponibilidad y
calidad del servicio de suministro eléctrico como una planificación y operación
eficiente de las redes en un contexto de proliferación de recursos energéticos
distribuidos.62

De Martini y Kristov (2015) indican que utilizan el término Operador del Sistema de
Distribución para señalar que “…las actividades de distribución del futuro incluirán
funciones más allá de las de los distribuidores de hoy, aunque solo sea para poder
planificar y operar el sistema de forma fiable con grandes cantidades de recursos
energéticos distribuidos y flujos de energía multidireccionales…” y que “…[d]ependiendo
de las decisiones regulatorias en cada jurisdicción, el papel del Operador del Sistema de
Distribución puede limitarse a las funciones mínimas necesarias para operar la red con
una elevada tasa de penetración de recursos energéticos distribuidos o puede adoptar
un papel más proactivo y de mayor alcance, planificando el despliegue de recursos
distribuidos en función de las necesidades de las redes o facilitando o impulsando

62 Como se indicó anteriormente, en este estudio no se analizan las distintas configuraciones


institucionales y regulatorias que podrían implementarse para regular las distintas actividades
asociada a la planificación, gestión y operación de las redes inteligentes de distribución de electricidad.

37
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

mercados de transacciones de energía o servicios relacionados en los que participen los


prosumidores o los recursos energéticos distribuidos…” (traducción propia).

En definitiva, se espera que el nuevo entorno energético que se desarrollará como


consecuencia de la transición hacia una economía con bajas emisiones impulsará
un cambio sustancial en el rol tradicional del distribuidor como planificador, gestor
y operador de las redes de distribución de energía en media y baja tensión.

Con el desarrollo y despliegue masivo de recursos energéticos distribuidos, la


operación de las redes de distribución en media y baja tensión se vuelve más
compleja y aparecen nuevas responsabilidades para la empresa de distribución,
incluyendo la gestión de la información que se genera en el nuevo entorno de
mercado y el despliegue del desarrollo de nuevas tecnologías innovadoras, como
los equipamientos de medida y control inteligentes, los sistemas de
almacenamiento distribuidos o las infraestructuras relacionadas con la recarga de
vehículos eléctricos (MITei, 2016).

El distribuidor añade a su función principal de distribuir energía eléctrica la función


de facilitar nuevos sistemas energéticos y modelos de negocio en las redes de
distribución, con generación distribuida (especialmente, renovable), con
equipamientos de almacenamiento de energía eléctrica y con dispositivos de
control inteligente, que permitan poner en valor la flexibilidad de todos estos
recursos energéticos distribuidos.

Los distribuidores, por tanto y como se vio anteriormente, operan redes que
permiten integrar recursos energéticos más sostenibles, flexibles y diversos y
facilitan que los consumidores puedan acceder a un espacio de nuevos servicios en
el que la mayor información disponible y las mayores opciones y capacidad de
decisión les permiten contribuir activamente, a través de su comportamiento, a la
optimización del sistema energético.

Pérez Arriaga y Bharatkumar (2014) adoptan una visión similar sobre las
implicaciones de las redes inteligentes, resaltando que la proliferación de nuevas
tecnologías (generación distribuida, dispositivos de almacenamiento y control
automatizado de las cargas y gestión activa de la demanda) cambia el papel de los
distribuidores, que dejan de ser meros constructores y operadores de líneas,
subestaciones y transformadores de distribución para convertirse en gestores
activos de los activos de distribución que deberán interactuar con frecuencia con los
usuarios de las redes. Por ello, los distribuidores deben poder monitorizar con todo
detalle lo que ocurre en sus redes, con un mayor nivel de control, y recibir
información de los propios usuarios, que dejan de ser simples consumidores de
energía.

38
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Los instrumentos de medición, junto con los nuevos esquemas de tarifas dinámicos,
se convertirán en un elemento crítico para un funcionamiento adecuado de los
nuevos sistemas de distribución de energía, ya que los consumidores podrán dejar
de ser simples consumidores para convertirse en prosumidores. En este sentido, la
comunicación de señales operativas y señales de precios en tiempo real facilitará la
utilización eficiente de la red de distribución, una planificación proactiva de la red
que incentive la localización eficiente de los recursos energéticos distribuidos y una
operación activa de la red que responda en cada momento a las condiciones físicas
de la red de distribución y a una interacción continua entre el operador de la red y
los usuarios de la red, que ofrecerán servicios de flexibilidad al distribuidor en
función de las necesidades del sistema y de las condiciones del mercado.

Pérez Arriaga y Bharatkumar (2014) también enfatizan la relevancia de los diseños


tarifarios para fomentar la eficiencia en el consumo de energía y en el uso de los
recursos energéticos distribuidos y de las propias redes energéticas. Las tarifas de
acceso deberán incorporar los costes de las redes para cada tipo de consumidor
teniendo en cuenta aspectos como los perfiles de utilización de las redes o su
contribución a los costes de las mismas, que pueden controlarse con información
sobre la localización de los consumos, los consumos en los momentos de máxima
demanda (local y del sistema), la capacidad contratada o los perfiles de inyección y
consumo en distintos momentos en el tiempo. Principios para la definición de las
funciones de un OSD

Por otro lado, CEER (2015) identifica cuatro grandes principios en los que debe
encuadrarse las funciones y actividades que lleven a cabo los OSD:

• Deben ejercer sus funciones teniendo en cuenta las expectativas


razonables63, presentes y futuras, de los usuarios de red y otros agentes
interesados, incluyendo nuevos entrantes y agentes que desarrollen
potenciales nuevos modelos de negocio.

• Los OSD, al llevar a cabo sus actividades core, deben actuar como
facilitadores neutrales de los mercados de energía y servicios energéticos
que se desarrollarán en el marco de los sistemas de distribución.

• Los OSD deben actuar atendiendo al interés público, teniendo en cuenta los
costes y los beneficios de las distintas actividades.

63 CEER cita entre ellas las expectativas de un suministro energético seguro, con una calidad de servicio
elevada, con una garantía de acceso sencillo y no discriminatorio a las redes y acceso transparente a
la información.

39
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

• Los consumidores son los dueños de los datos que genera su actividad y los
OSD deben protegerlos al gestionar la información.

Las nuevas responsabilidades de los distribuidores

El nuevo papel del distribuidor, por tanto, se estructura en torno a un nuevo


conjunto de actividades y responsabilidades entre las que pueden señalarse las
siguientes:

• Planificación y desarrollo de las infraestructuras de red necesarias para la


implementación de redes inteligentes.

• Gestor y operador de un sistema de distribución de energía inteligente.

• Gestor de un hub de información y de comunicaciones entre agentes.

• Proveedor de una plataforma de distribución de electricidad que permita la


provisión de servicios innovadores a los nuevos consumidores
(prosumidores).

• Facilitador de mercados de servicios de flexibilidad.

• Vehículo para el despliegue de tecnologías y procesos innovadores donde


sea eficiente hacerlo.64

En una línea similar, De Martini y Kristov (2015) clasifican las funciones del nuevo
OSD dentro de tres grandes categorías generales:

1. Planificación integrada del sistema de distribución y la interconexión.

Este conjunto de funciones incluye un proceso de planificación continua de la red


de distribución, preferiblemente mediante métodos probabilísticos de análisis de
escenarios, dada la incertidumbre asociadas al despliegue de los recursos
energéticos distribuidos y al comportamiento de la demanda. Además, el OSD
deberá establecer procedimientos adecuados de conexión a la red de todos estos
recursos distribuidos que sean consistentes con la planificación del sistema de
distribución.

Una función especialmente relevante en este contexto es el análisis, la previsión y


el seguimiento de la capacidad real de las redes de distribución para integrar las
nuevas instalaciones de energías renovables y otros equipamientos y dispositivos

64 MITei (2016), p. 53.

40
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

distribuidos.65 Otras dos funciones relevantes del OSD relacionadas con la


planificación del sistema de distribución son (a) el análisis del valor de los recursos
energéticos distribuidos vinculado a su localización específica en las redes66 y (b) la
planificación integrada de los sistemas de transporte y distribución, pues a partir de
un determinado nivel de penetración de energías renovables y otros recursos
distribuidos puede haber impactos materiales sobre la operación de las redes de
transporte y sobre la propia operación del conjunto del sistema eléctrico.

2. Operación del sistema de distribución.

La penetración creciente de recursos energéticos distribuidos y el incremento de


flujos energéticos bidireccionales, junto con el desarrollo de microrredes con
capacidad para operar en isla, cambiarán los procedimientos clásicos de operación
de las redes de distribución.

En el nuevo contexto, además de reconfigurar las redes y aislar elementos como las
subestaciones, en caso de mantenimiento de activos o de fallos, y de garantizar que
los niveles de tensión, el factor de potencia y la calidad de la onda son adecuados
en cada uno de los nodos de la red, los OSD serán responsables de gestionar el
sistema de distribución de forma integrada, teniendo en cuenta tanto los
intercambios eléctricos, previstos y en tiempo real, en las interconexiones con la red
de transporte como el comportamiento de cada uno de los elementos distribuidos
con capacidad de gestión (microrredes, dispositivos de almacenamiento,
prosumidores, etc.).

3. Mercados y servicios de mercado.

Los OSD jugarán un papel esencial en el desarrollo de mercados de energía y de


servicios de flexibilidad en el nivel de las redes de distribución. En una fase inicial, la
contribución de los OSD será crítica en la definición de los servicios de flexibilidad,
en los requerimientos físicos y operativos asociados a los mismos (p. ej.,
requerimientos sobre disponibilidad, tiempos de respuesta, rampas, prioridad de

65 Esta función no debe limitarse al cálculo de la capacidad adicional disponible en las redes de
distribución para nuevos recursos integrados, sino a evaluar tanto las implicaciones de la localización
de las nuevas instalaciones sobre la operación de la red.
66Determinadas inversiones en refuerzos y expansión de las redes podrían evitarse bien contratando
servicios de flexibilidad provistos por los recursos energéticos distribuidos o bien mediante una
planificación adecuada de la localización geográfica de los activos distribuidos.

41
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

despacho, etc.) y en los aspectos relativos a las señales económicas que deben
definirse para incentivar un uso eficiente de los recursos energéticos distribuidos.67

Por otra parte, los OSD podrían prestar otros servicios adicionales ligados al
desarrollo de los mercados en las redes de distribución. Entre ellos, pueden
destacarse los servicios de agregación (y coordinación del despacho) de servicios
complementarios ofrecidos en los mercados gestionados por los operadores de
sistema, servicios de parking o loaning de energía (i.e., gestionando desvíos en el
corto o medio plazo a través de dispositivos de almacenamiento de energía) u otros
servicios financieros (p. ej., compensación de contratos, gestión de garantías o
facturación) ligados a la liquidación de las (micro)transacciones que tendrán lugar
en el nivel de distribución una vez se desarrollen los mercados locales de energía y
servicios complementarios.

A su vez, van den Oosterkamp et al. (2014) identifican, sobre la base de un análisis
de literatura y de entrevistas con más de 30 stakeholders cinco grandes grupos de
servicios en redes inteligentes, entre los que incluyen los servicios de flexibilidad, la
provisión de infraestructuras para el vehículo eléctrico, los servicios relacionados
con la eficiencia energética, la propiedad y gestión de los equipamientos de medida
y la gestión de la información y los datos generados por estos equipamientos de
medida.

Resumiendo todo lo anterior, pueden señalarse tres grandes grupos de funciones


del nuevo Operador del Sistema de Distribución:

a) Gestionar y operar de forma eficiente un sistema de distribución de energía


inteligente, adoptando un papel activo en la planificación y el desarrollo de
las redes de media y baja tensión y en la gestión de las interconexiones con
el sistema de transporte que favorezca la integración de nuevos recursos
energéticos distribuidos.

b) Facilitar el desarrollo de mercados de energía, de productos de flexibilidad y


de servicios energéticos para consumidores en el ámbito de las redes de

67 Por ejemplo, existe un debate sobre cuál debe ser el nivel de granularidad de las señales de precios
en las redes de distribución para desarrollar los mercados de energía en tiempo real y de servicios de
flexibilidad. Si la segmentación de las señales económicas llega al nivel de las líneas de alimentación o
de los transformadores de baja tensión y a periodos sub-horarios, la excesiva complejidad del sistema
de incentivos podría lastrar o incluso impedir el desarrollo de los nuevos mercados. De Martini y
Kristov (2015), argumentan que puede resultar más efectivo impulsar estos mercados en una fase
inicial a partir de señales más agregadas (p. ej., para el conjunto de las líneas de alimentación o en el
nivel de los transformadores de media tensión) y con compensación a los oferentes de flexibilidad
basada en precios fijados en contratos, en vez de precios de mercado.

42
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

media y baja tensión, adoptando una posición de neutralidad frente a todos


los actores intervinientes.

c) Gestionar de una forma transparente el conjunto de datos e información que


se generan en un entorno de redes inteligentes y los flujos de comunicación
necesarios para operar el sistema de forma eficiente.

Visión de las actividades de los OSD desde el punto de vista regulatorio

Desde el punto de vista regulatorio, cabe destacar que la definición del papel y las
funciones del OSD dependerá, en gran medida, de la naturaleza de las nuevas
actividades que pueda desarrollar en el contexto de un sistema de distribución
inteligente.

En línea con la legislación de la Unión Europea y de sus Estados miembros, así como
con los marcos normativos y regulatorios que se han desarrollado a partir de
aquella, CEER (2015) indica que “…[c]uando hay potencial para que se desarrollen
nuevas áreas de actividad en competencia, la posición por defecto [del regulador] es bien
evitar que los OSD las lleven a cabo o bien permitir que los OSD desarrollen la actividad
bajo condiciones especiales impuestas por el regulador…” (traducción propia)68.

El principio que subyace tras esta posición es que si existe potencial para que un
entorno de competencia dé lugar a resultados eficientes (i.e., que maximicen el
bienestar social) en una determinada actividad, entonces debe evitarse la
participación de entidades cuya actividad principal se considere un monopolio
regulado, como es el caso de la actividad de distribución de electricidad.

CEER clasifica las actividades que potencialmente puede llevar a cabo un OSD en
tres grupos:

a) actividades reguladas, propias del OSD, caracterizadas por ser monopolios


naturales;

b) actividades permitidas bajo determinadas condiciones y con justificación; y

c) actividades no permitidas, que deben desarrollarse en competencia.

68 Ver CEER (2014, p. 11) y CEER (2015, pp. 9-10). De acuerdo con CEER, incluso en aquellos casos en los
que se considere que una actividad que puede generar beneficios netos para los consumidores
(preferiblemente validados por análisis coste-beneficio) puede desarrollarse en un entorno de
competencia, podría permitirse la participación del OSD bajo determinadas condiciones
(transparencia, límites temporales) y un control regulatorio si existe una justificación clara para ello (p.
ej., que en un entorno de desarrollo limitado de la competencia en una nueva actividad la participación
limitada del OSD pueda ayudar al crecimiento de dicho mercado, creando economías de escala, etc.).

43
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Para ello, ha desarrollado un marco conceptual para valorar cómo deben


considerarse, desde el punto de vista regulatorio, las distintas actividades que
pueden llevarse a cabo en el entorno de un sistema de distribución de energía
inteligente (Gráfico 12).

Gráfico 12. Marco conceptual de CEER para identificar qué actividades puede
llevar a cabo un OSD

Fuente: CEER (2015).

La Tabla 6 muestra un listado de las potenciales actividades que puede llevar a cabo
un OSD, de acuerdo con CEER, y que fue objeto de una consulta pública en 2014-
2015 (CEER, 2015).

Entre las actividades que no son core y aquellas en las que potencialmente el OSD
no debería involucrarse (por ser de naturaleza competitiva), CEER identifica las
siguientes categorías de actividades: (a) relacionadas con la liberalización del
segmento minorista, (b) relacionadas con la integración de energías renovables y los
requisitos de flexibilidad operativa, (c) relacionadas con las infraestructuras
necesarias para el desarrollo de nuevas formas de movilidad sostenible, incluyendo
las relacionadas con vehículos eléctricos y vehículos que utilicen como combustible
gas natural, (d) relacionadas con los aparatos de medida inteligentes, (e)
relacionadas con la eficiencia energética, (f) otras actividades fuera de la cadena de

44
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

valor del gas natural y la electricidad y (h) relacionadas con la gestión de datos e
información.

Tabla 6. Actividades potenciales de un OSD (electricidad y gas natural)

Actividad Descripción de la actividad Categoría69

# I II/III/IV V

A Actividades centrales existentes y en evolución

Actividades relacionadas con la infraestructura de red X


A1
(eficiente)

A2 Seguridad del sistema X

A3 Control de la calidad del gas natural X

A4 Gestión de los datos técnicos X

A5 Gestión de las pérdidas en las redes X

Actividades en las que el OSD no debería estar


B
involucrado

B1 Generación de energía X

B2 Comercialización de energía X

Excepción para permitir la contratación temporal de


B3 generación para garantizar la continuidad del X
suministro

Excepción behind the meter por razones de seguridad del X


B4
contador de gas natural

Excepción para permitir el suministro de energía como X


B5
suministrador de último recurso

C Actividades relacionadas con la comercialización

C1 Relación con los comercializadores X

C2 Actividades relacionadas con la gestión del riesgo de X


crédito de los clientes finales
(cont.)

69CEER indica que, dado que es necesario más análisis para poder asignar algunas de las actividades
entre las categorías II, III y IV, en el informe agrupan dichas categorías.

45
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 6 (cont.) Actividades potenciales de un OSD (electricidad y gas natural)

Actividad Descripción de la actividad Categoría


# I II/III/IV V
C3 Actividades demandadas por los comercializadores, X
incluyendo las asociadas al cambio de comercializador
C4 Actividades relacionadas con la gestión de datos X
comerciales
Actividades relacionadas con la penetración de
D
renovables y nuevos requerimientos de flexibilidad
D1 Despacho local de recursos locales X
D2 Almacenamiento de energía X
Actividades relacionadas con la provisión de
E infraestructura para vehículos eléctricos y de gas
natural
Tratamiento no discriminatorio de otros agentes que X
E1
sean titulares y operen infraestructuras de recarga
Desarrollo de infraestructuras de recarga (para X
E2
vehículos eléctricos y de gas natural)
F Titularidad y gestión de los contadores

F1 Titularidad y gestión de los equipamientos de medida X

F2 Modelo de mercado en el que las actividades X


relacionadas con la medida las llevan a cabo operadores
independientes de medida

G Actividades relacionadas con la eficiencia energética

G1 Mejora de la eficiencia energética de la red X

G2 Actividades behind the meter (p. ej.,. dentro de los X


hogares de los clientes)

G3 Provisión de equipamientos y dispositivos avanzados y X


de servicios de valor añadido para mejorar la eficiencia
energética

H Otras actividades fuera de la cadena de suministro


de la electricidad y el gas natural

H1 Servicios a compañías de telecomunicaciones X

H2 Otros servicios públicos relacionados con el suministro X


de electricidad (p. ej., alumbrado público, operación de
semáforos, etc.)

H3 Otros servicios relacionados con la energía (p. ej., X


sistemas de district heating, etc.)

H4 Compartición de infraestructura inteligente de medida X


(cont.)

46
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 6 (cont.) Actividades potenciales de un OSD (electricidad y gas natural)

Actividad Descripción de la actividad Categoría70

# I II/III/IV V

I Gestión de los datos

I1 Gestión de los datos de los clientes X

I2 Recogida de datos para la seguridad del sistema X

Clasificación de las actividades de un OSD:

I. Actividad esencial

II. Actividad permitida bajo determinadas condiciones (si no existe competencia


potencial)

III. Actividad permitida bajo determinadas condiciones (existe competencia potencial,


pero puede justificarse la participación del OSD)

IV. Actividad no permitida (existe competencia potencial y no hay razones que


justifiquen la participación del OSD)

V. Actividad prohibida

Fuente: extraído de CEER (2014b); traducción propia.

CEER reconoce, además, que existe una “zona gris” en la determinación del nivel de
competencia potencial en las distintas actividades y, por tanto, de las actividades
que puede llevar a cabo un OSD (Tabla 6 y Tabla 7).

Tabla 7. Evaluación de CEER de los distintos grupos de potenciales actividades


de un OSD

Actividades reguladas Actividades competitivas


Zona “gris”
propias del OSD no propias del OSD

• Planificación y
desarrollo de la red
• Seguridad, operación y • Eficiencia energética
mantenimiento del • Almacenamiento • Generación de energía
sistema • Relación con los clientes • Suministro de energía
• Gestión de datos • Flexibilidad
técnicos
• Pérdidas en la red

Fuente: CEER (2016).

70CEER indica que, dado que es necesario más análisis para poder asignar algunas de las actividades
entre las categorías II, III y IV, en el informe agrupan dichas categorías.

47
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Dentro de esta zona gris, CEER destaca especialmente las actividades relacionadas
con la evaluación de medidas de eficiencia energética, la provisión de servicios de
flexibilidad y/o servicios de almacenamiento o en las actividades que tienen que ver
con la relación con los consumidores finales en aspectos que van más allá de su rol
tradicional como gestor de las redes de distribución.

Así, por ejemplo, en su papel de operador del sistema físico de distribución, el OSD
necesariamente deberá tener relación con los consumidores finales en aspectos
relacionados con las conexiones a la red, la calidad del servicio (interrupciones, etc.)
o la seguridad del servicio de suministro de electricidad.

Como resultado de la consulta pública, CEER señala que resulta inevitable que
existan discrepancias y desacuerdos (especialmente por parte de los OSD) sobre
qué actividades pueden potencialmente ser llevadas a cabo por los OSD, e insiste
en la validez del marco de evaluación de las actividades presentado en CEER (2014)
y CEER (2015).

Además, CEER defiende la conveniencia de reevaluar, cada cierto tiempo, hasta qué
punto las actividades que se desarrollan en un sistema de distribución de energía
inteligente deben caer dentro de los distintos grupos identificados (actividades
reguladas, actividades autorizadas a los OSD bajo determinadas condiciones y con
suficiente justificación y actividades en competencia y fuera del ámbito de actuación
de los OSD).

Van den Oosterkamp et al. (2014) también lleva a cabo un análisis del potencial de
provisión de servicios en un entorno competitivo de cada uno los distintos tipos de
actividades que pueden desarrollarse en un entorno de redes inteligentes y que
identifican en su estudio (Tabla 8).

Para ello, examinan variables relacionadas con servicios monopolísticos, como las
características de bien público, las economías de escala y alcance o la existencia de
otras externalidades, y otras características más frecuentemente asociadas a los
servicios competitivos, como los incentivos a la innovación, la orientación al cliente
y otros factores.

48
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 8. Evaluación de la naturaleza monopolística o competitiva de los


distintos grupos de actividades y servicios en redes inteligentes

Servicio Características monopolísticas Características competitivas

Bien Economías Otras Incentivos a Orientación Otras


público de escala y externalidades la innovación al cliente
alcance

Servicios de La gestión Economías Otras Potencial Número


flexibilidad del sistema de escala características elevado para creciente de
y la red de elevadas de un el suministro proveedores de
distribución monopolio de flexibilidad: flexibilidad;1
son bienes natural (no las TIC número
públicos almacenabilidad favorecen la limitado de
de la energía agregación de categorías de
eléctrica; rentas RED de flexibilidad;
de localización; tamaño información
conexiones pequeño y sobre precios
directas a los flexibles disponible
clientes)

Provisión Ninguna Economías “Problema del Número Experiencia


de de escala huevo y la elevado de con la
infraestr. limitadas y gallina”: una proveedores segmentación
para algunas mayor de tecnología del mercado y
vehículos economías penetración los procesos
eléctricos de alcance aumenta la orientados al
distancia cliente por
recorrida por parte de los
todos los actores que
vehículos operan en el
eléctricos ámbito
comercial

Titularidad Ninguna Algunas Estimula la oferta Número Posibilidad de


y gestión de economías de flexibilidad, elevado de dejar que los
la infraestr. de escala y externalidad proveedores de clientes elijan
de medición alcance positiva tecnología si quieren un
(facilitador) para contador
otros segmentos inteligente
del sistema;
posibilidad
potencial de una
mejor
recuperación del
sistema con los
prosumidores

(cont.)

49
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 8 (cont.). Evaluación de la naturaleza monopolística o competitiva de


los distintos grupos de actividades y servicios en redes inteligentes

Servicio Características monopolísticas Características competitivas

Servicios de Ninguna Algunas Baja Barreras de


eficiencia economías concienciación entrada y salida
energética de alcance sobre los limitadas para
beneficios y los
costes de la proveedores de
eficiencia tecnología
energética;
externalidades
negativas no
incluidas en los
precios de la
energía;
incentivos
cruzados; costes
de transacción
elevados de los
proyectos EPC

Gestión de Sin rivalidad; Economías Falta de garantías Muchos Costes de


los datos posibilidad de alcance adecuadas sobre proveedores y transacción
(parcial) de significativas la privacidad y clientes; la bajos
exclusión uso de los datos entrada en el
por la del contador; mercado puede
regulación seguridad de los fomentar la
datos. diversificación
de los
productos

Fuente: reelaborado a partir de Van den Oosterkamp et al. (2014); traducción propia.

Evolución de los sistemas de distribución de energía eléctrica

La implementación práctica de las distintas funciones descritas más arriba


dependerá de la fase de desarrollo en la que se encuentre cada sistema de
distribución, de la estrategia regulatoria que se elija en cada jurisdicción para el
desarrollo de los sistemas energéticos inteligentes y de la propia regulación de
detalle de cada una de esas actividades.71

71No todas las funciones descritas deben en los apartados precedentes deben ser necesariamente
asumidas por entidades que lleven a cabo actividades reguladas, como las empresas de distribución
de energía eléctrica.

50
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 13. Fases72 en el desarrollo de sistemas de distribución inteligentes

Fuente: De Martini y Kristov (2015).

Además, en cada sistema eléctrico podrá regularse de manera específica la


operación del sistema de distribución en conjunto como una actividad separada, o
no, del resto de actividades que se incluyen en este estudio dentro de las actividades
del OSD.73 El análisis de las distintas configuraciones institucionales y regulatorias
que podrían implementarse queda fuera del alcance de este trabajo.

El Gráfico 13 muestra la evolución probable de los sistemas de distribución de


energía eléctrica, de acuerdo con el análisis de Martini y Kristov (2015). En línea con
dicha evolución, la Tabla 9, por su parte, ilustra cómo podrían expandirse las
funciones de los OSD a medida que va incrementándose la complejidad de los
sistemas de distribución de energía.

72Una visión por fases elaborada para este trabajo a partir de diversas fuentes se describe en detalle
en el Capítulo 4.
73 En España, por ejemplo, la actividad de operación del sistema eléctrico está separada de la actividad
de gestión de la red de transporte. En el ámbito de las redes de transporte de electricidad, la normativa
europea permite tres modelos de separación de actividades: TSO (Transmission System Operator), ISO
(Independent System Operator) e ITO (Independent Transmission Operator).

51
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 9. Adopción de las distintas funciones potenciales de un OSD en


función del nivel de desarrollo de los sistemas de distribución

Posibles funciones de un OSD Fase 1 Fase 2 Fase 3


1. Planificación
A. Análisis del sistema de distribución basado en
√ √ √
escenarios probabilísticos
B. Estudio de las conexiones y los procedimientos de
√ √ √
conexión de los RED
C. Análisis de la capacidad de integración de RED √ √ √
D. Análisis del valor de localización de los RED √ √
E. Planificación integrada T+D (junto con el TSO) √ v
2. Operaciones
A. Diseño, construcción y operación de la red de
√ √ √
distribución
B. Reposición del servicio tras fallos y mantenimiento del
√ √ √
Sistema de distribución
C. Coordinación física de los programas de los RED √ √
D. Coordinación con el TSO en los puntos de conexión T-D √ √
3. Mercado
A. Contratación de servicios de red √ √
B. Despacho óptimo de los servicios de red ofrecidos por
√ √
los RED
C. Agregación de RED para su participación en el mercado
√ √
mayorista
D. Creación y operación de mercados de energía y de

transacciones entre RED en el nivel de la distribución
E. Compensación y liquidación de transacciones entre RED √
F. Servicios de facilitación del mercado √

Fuente: reelaborado a partir de Martini y Kristov (2015).

En una primera fase, se van modernizando de manera gradual las redes de


distribución (p. ej., automatizando poco a poco algunos elementos y procesos de la
red en media tensión, implantando de forma masiva equipamientos de medida
“inteligentes”), en un contexto de baja penetración de recursos energéticos
distribuidos, que pueden ser acomodados en las redes actuales sin que surja la
necesidad de modificar de forma sustancial las infraestructuras y los procesos
existentes.

52
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En la segunda fase, el nivel de penetración de los recursos energéticos distribuidos


aumenta, superando umbrales que obligan a adaptar, de forma significativa, las
funciones del OSD y los propios procedimientos operativos y de planificación de las
redes, con el objeto de mantener los niveles de seguridad y calidad en el servicio de
suministro eléctrico.74 Aumentan los flujos energéticos bidireccionales en las redes
y los OSD comienzan a desplegar nuevos dispositivos y tecnologías de protección y
control con mayores niveles de automatización y a gestionar de forma activa la
flexibilidad que ofrecen los recursos distribuidos. Además, se incrementa el nivel de
coordinación con los gestores de las redes de transporte aguas arriba, a medida que
va a aumentando la capacidad de los recursos energéticos distribuidos de prestar
servicios al conjunto del sistema de transporte.

En una tercera fase, con un elevado nivel de penetración de recursos distribuidos,


se desarrollan los mercados de energía y de servicios de flexibilidad en el nivel de
distribución, abriendo la puerta a la entrada de nuevos tipos de agentes operando
en estos mercados (prosumidores, agregadores, responsables de balance, etc.). El
sistema de distribución maximiza su potencial de automatización y desarrolla
señales de mercado que facilitan la toma de decisiones eficientes por parte de todos
los usuarios de la red, y se desarrollan nuevos productos y servicios relacionados
con la gestión de energía de los prosumidores y con la optimización de los activos
distribuidos.

Modelos operativos e institucionales para la gestión de sistemas


inteligentes

El desarrollo de las redes inteligentes de energía eléctrica dará lugar también a una
reconfiguración de la relación entre los OSD (hasta ahora, distribuidores de
electricidad, y responsables de la planificación, el desarrollo y la gestión de las redes
de distribución), y los operadores de los sistemas de transporte (OST o TSO, en
inglés –en muchos sistemas eléctricos, las propias empresas de transporte de
electricidad).

Baringa (2016) describe posibles modelos de relación entre el OSD y el OST. En una
primera fase, el OSD actúa principalmente como operador del sistema de
distribución (active network management o ANM en el Gráfico 14) y proveedor de
información al OST. En una segunda fase, más avanzada, de desarrollo de las redes

74Según De Martini y Kristov (2015), los sistemas de distribución entran en esta segunda fase de
desarrollo cuando la capacidad de los recursos energéticos distribuidos supera el 5% de la punta de
demanda en el sistema de distribución en conjunto.

53
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

inteligentes, el OSD, al gestionar activamente el sistema de distribución y disponer


de múltiples fuentes de flexibilidad operativa procedente de los recursos
energéticos distribuidos, puede ofrecer servicios de flexibilidad para el sistema de
transporte (p. ej., en forma de servicios complementarios aguas arriba). En la fase
de máximo desarrollo de las redes inteligentes, el OSD y el OST gestionan los
sistemas de distribución y transporte de forma coordinada e integrada y utilizan de
forma óptima todos los recursos de flexibilidad distribuidos en las redes de
distribución.

Gráfico 14. Modelos de relación entre el Operador del Sistema de Distribución


y el Operador del Sistema de Transporte

Fuente: Baringa (2016).

De Martini y Kristof (2015) también reflejan este reparto de funciones entre el OSD
y el OST dependiendo de la fase de desarrollo de las redes inteligentes. La Tabla 10
describe cómo podrían asignarse las distintas funciones relacionadas con la gestión
de los sistemas de distribución y transporte de electricidad en función de las fases
en el proceso de penetración de recursos energéticos distribuidos.

Los modelos organizativos para la gestión del sistema eléctrico en conjunto, en un


entorno de redes inteligentes, pueden variar desde uno en el que el OST tenga un
papel preponderante en la integración y coordinación de las redes de transporte y
distribución (escenario “Total TSO” en la columna 2 de la Tabla 10) hasta un
escenario de involucración mínima del OSD (“Minimal DSO”, columna 3) o un
escenario en el que se desarrollan todas las posibles funcionalidades del OSD como
proveedor de una plataforma de servicios de flexibilidad, con un desarrollo pleno
de los mercados locales de energía y capacidad en los que participan los recursos
energéticos distribuidos (“Market DSO”, columna 4).

54
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 10. Posibles modelos organizativos en sistemas de distribución


inteligentes
Escenario Escenario Escenario
Funciones de distribución “Total “Minimal “Market
TSO” DSO” DSO”
Fases 1-3 Fases 2-3 Fase 3
1. Planificación
A. Análisis del sistema de distribución basado en
D D D
escenarios probabilísticos
B. Estudio de las conexiones y los procedimientos de
D D D
conexión de los RED
C. Análisis de la capacidad de integración de RED D D D
D. Análisis del valor de localización de los RED OST OSD OSD
E. Planificación integrada T+D (junto con el OST) OST OST/OSD OST/OSD
2. Operaciones
A. Diseño, construcción y operación de la red de
D D D
distribución
B. Reposición del servicio tras fallos y
D D D
mantenimiento del Sistema de distribución
C. Coordinación física de los programas de los RED D/OST OSD/OST OSD
D. Coordinación con el TSO en los puntos de
D/OST OSD/OST OSD
conexión T-D
3. Mercado
A. Contratación de servicios de red OST OSD OSD
B. Despacho óptimo de los servicios de red ofrecidos
OST OSD OSD
por los RED
C. Agregación de RED para su participación en el
OST Agregadores OSD
mercado mayorista
D. Creación y operación de mercados de energía y de
OST OST/Otros OSD
transacciones entre RED en el nivel de la distribución
E. Compensación y liquidación de transacciones
OST OST/Otros OSD
entre RED
F. Servicios de facilitación del mercado OST OST/Otros OSD

Fuente: reelaborado a partir de Martini y Kristov (2015); traducción propia.

En la práctica, los modelos regulatorios que terminen implementándose serán


probablemente modelos intermedios entre todas estas alternativas, que sirven
como referencias conceptuales, y estarán determinados por la normativa y
regulación de detalle de cada sistema eléctrico.

55
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

3. LAS REDES INTELIGENTES DE ELECTRICIDAD

Introducción
En la última década el concepto de redes inteligentes de electricidad ha cobrado
protagonismo en todo el mundo, con un desarrollo técnico muy significativo en
proyectos concretos de innovación.

Por ejemplo, en la Unión Europea la inversión en redes inteligentes de electricidad


ha sido identificada como uno de los factores clave para lograr un sistema eléctrico
bajo en emisiones de CO2. Esta consideración viene de una comunicación de la
Comisión Europea titulada Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica
competitiva en 2050 (Comisión Europea, 2011a), en la que se argumentaba que el
desarrollo de redes inteligentes de electricidad facilitaría la eficiencia de la
demanda, una cuota mayor de energías renovables en el mix eléctrico y el desarrollo
de la generación distribuida, permitiendo asimismo la electrificación del transporte.
Por otra parte, la misma Comisión consideró en su mandato M/490 del mismo año
que las redes inteligentes tienen un papel esencial en la transformación del sistema
de suministro eléctrico de cara a apoyar el cumplimiento de los objetivos 20/20/20
(Comisión Europea, 2011c).

En el caso de España, la importancia de desarrollar las redes inteligentes de energía


eléctrica se recoge de una manera similar en el informe de la Comisión de Expertos
sobre Escenarios de Transición Energética (MINETAD, 2018), que argumenta que
este tipo de redes permitirá combinar los grandes centros de generación de energía
eléctrica centralizada con la generación distribuida y con sistemas de
almacenamiento75.

Por ello, según dicho informe, como consecuencia del desarrollo que alcancen la
generación distribuida y las redes de distribución, estas últimas tendrán que
evolucionar desde un conjunto de infraestructuras que dan soporte a flujos de
energía de carácter unidireccional (desde los centros de generación hasta los
consumidores) a uno que dé soporte a flujos bidireccionales (los consumidores
pueden convertirse en “prosumidores” y tener la capacidad de inyectar energía en
las redes, además de consumirla).

75En caso de gran tamaño, éstos pueden estar conectados a la red de transporte, si bien en muchos
casos se prevé que estén conectados a la red de distribución.

56
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Esta evolución supondrá un pilar vertebrador de la participación activa del


consumidor en los sistemas de distribución de energía, con gestión activa del
consumo de los hogares, y contribuyendo a la penetración de generación renovable
y del vehículo eléctrico, así como a la mejora de los procesos de monitorización de
las redes y de la eficiencia en general, tanto en lo relativo a la generación como a la
distribución y al consumo de energía. Cabe señalar que esta concepción de las redes
inteligentes dentro del contexto de la transición energética no se ve como un fin en
sí mismo, sino como una herramienta para dicha transformación de los sistemas
energéticos.

Además de los retos regulatorios, económicos y tecnológicos a los que se enfrenta


el desarrollo de las redes inteligentes, se pueden identificar también oportunidades
económicas en este campo. Como se verá más adelante, las redes inteligentes
contienen componentes tecnológicos muy diversos, involucrando actividades desde
la fabricación de equipos eléctricos y de servicios de telecomunicaciones hasta el
montaje, la instalación en campo y el mantenimiento posterior de los equipos. Estas
actividades y los posibles nuevos modelos de negocio que se generarán a raíz del
desarrollo de las redes inteligentes pueden repercutir en un incremento del
producto interior bruto o en la generación de empleo (Bidelek Sareak, 2018).

Por tanto, la relevancia en los programas de gobierno y en las estrategias de las


compañías eléctricas parece clara, por lo que todos los agentes que juegan algún
tipo de papel en este campo han tratado de llegar a algún tipo de aproximación, con
mayor o menor detalle, sobre la definición de las nuevas redes de distribución de
energía y sus implicaciones.

Sin embargo, este protagonismo ha ido acompañado de un crecimiento asimétrico


en los distintos sistemas eléctricos y programas de investigación sobre redes de
distribución en todo el mundo. De esta manera existe una amplia variedad de
diseños, formas de implementación y resultados. Como resultado se ha dado lugar
a un conjunto de conclusiones abiertas sobre qué son las redes inteligentes y cómo
deben implementarse.

En la Sección 3.2 de este capítulo se identifican las definiciones más relevantes de


una red inteligente de distribución de energía eléctrica, siguiendo la pista de los
orígenes en el ámbito institucional de este concepto, acotando las principales
características que la definen e identificando los elementos esenciales que
conforman una red inteligente tipo.

A continuación, en la Sección 3.3, se describe y analiza el contexto en el que el


concepto de red inteligente se ha ido consolidando, prestándose atención en
particular a la conexión entre los desarrollos normativos y prácticos en Estados

57
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Unidos y Europa, y al proceso de estandarización global desarrollado a ambos lados


del Atlántico. Además, se identifica la situación actual de desarrollo de proyectos de
redes inteligentes, surgida de la experiencia acumulada y del conocimiento sobre
las barreras que deberán superarse para desarrollar redes inteligentes de
distribución de energía eléctrica.

Dentro de este contexto, se tienen en cuenta las organizaciones e instituciones


protagonistas de este proceso de conceptualización y se toman sus consideraciones
en cuenta para profundizar en el análisis de las infraestructuras que componen una
red inteligente tipo.

En la Sección 3.4 se presenta una caracterización simplificada de una red inteligente,


utilizando como base el análisis realizado en las secciones precedentes y se
identifican y describen los principales elementos que integran las redes inteligentes.
Esta caracterización o modelo sencillo de una red inteligente servirá como punto de
partida del ejercicio de valoración de las inversiones necesarias para desarrollar
redes inteligentes que se lleva a cabo en el Capítulo 4 del estudio. Además, se
analizan con detalle los cinco grandes bloques de equipamientos y sistemas que
caracterizan una red inteligente, incluyendo la infraestructura de medición
avanzada, los sistemas de comunicaciones, la automatización de la distribución
hasta la baja tensión, los centros de transformación inteligentes y las redes de área
locales y domésticas.

El capítulo se cierra, en la Sección 3.5, con una revisión de algunas de las iniciativas
de desarrollo de redes inteligentes que se han llevado a cabo en los últimos años o
se están impulsando en la actualidad en el País Vasco, como los proyectos Bidelek
Sareak, Bidelek 4.0 o SegureGrid, entre otros.

Disparidad en las definiciones de una red inteligente


de electricidad

Redes inteligentes y modernización de las redes actuales

Definir las redes inteligentes de forma consistente es importante para evitar


divergencias en los análisis de costes y beneficios derivados de las mismas y en su
valoración, e incluso para evitar confusión sobre cómo debe definirse el marco
normativo que las regule. Por ello, tal como indica Felder (2011), sería deseable una
definición precisa, ya que en cuanto a redes inteligentes se ha llegado a un término
“elusivo” y definido de forma muy variada (Willrich, 2009).

58
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En los primeros acercamientos al concepto de “red inteligente”, éste se aplicaba a


un amplio rango de infraestructuras y de recursos, tales como agua, gas natural e
incluso hidrógeno, y no sólo electricidad (IEA, 2011; Dehaeseleer, 2011; GTI, 2010).
Sin embargo, lo más habitual desde que se popularizó el término ha sido relacionar
de forma clara la expresión “red inteligente” con el sistema eléctrico. Así, y aunque
en la documentación oficial de la Unión Europea el tratamiento “inteligente” puede
aparecer también ligado a las redes de gas natural, sobre todo en relación con los
contadores inteligentes76 (CE, 2011a; DOUE, 2013), en general siempre se relaciona
el término con la red eléctrica de una u otra manera.

Incluso centrando la red inteligente en el ámbito eléctrico por defecto, existe la


posibilidad de relacionarla con otros servicios ajenos al suministro de energía
eléctrica, ya que a través del contador inteligente podrían integrarse, por ejemplo,
señales digitales de los contadores de consumos de gas natural e incluso agua,
interaccionando de esta manera los gestores de las redes eléctricas con los de estos
servicios (EPRI, 2007; EVE, 2018). De todos modos, si esta posibilidad se considera
es porque guarda relación con la capacidad de este nuevo tipo de redes de
incorporar distintos elementos y funcionalidades diversas, como se verá en este
capítulo.

En cualquier caso, aunque pueda no existir una visión clara sobre qué es (o será)
una red inteligente, se puede hablar de un claro consenso en el sector energético
sobre el hecho de que la demanda energética prevista en el futuro no podrá ser
atendida por las redes actuales (Madrigal, 2017), lo que da lugar a la necesidad de
adaptar la red existente e incrementar su flexibilidad y dinamismo (Wolf, 2018).

Aun así, en la búsqueda de avances tecnológicos pueden haberse creado ciertas


“expectativas infladas” sobre qué serán las redes inteligentes, que se irán adaptando
con el tiempo a las necesidades concretas del sistema eléctrico y a una evaluación
económica realista (Wakefield, 2009). En este contexto, la extensión actual de la idea
de red inteligente hace que ésta pueda considerarse más como un concepto de
marketing que como una definición técnica (IEC, 2018a).

En resumen, si bien no hay un enfoque bien definido y ampliamente aceptado sobre


qué es y qué no es “inteligente”, el uso de este término apunta generalmente a la
adaptación y modernización de las redes actuales. A modo de ejemplo, Litos
Strategic Communication, una de las primeras compañías escogidas por el

76 Se verá más adelante que los contadores inteligentes están asociados estrechamente a la red
inteligente como uno de sus primeros y más básicos elementos, pero no suficientes para
caracterizarla.

59
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, en inglés) para conceptualizar


las redes inteligentes (CSRwire, 2008), utiliza en la definición de uno de sus
productos relacionados con este campo la expresión “…la modernización de la red,
también conocida como la red inteligente…” (LitosSC, 2018). El mismo DOE asume que
la red inteligente “…usa la tecnología digital para modernizar el sistema eléctrico…”
(Madrigal et al., 2017). Por tanto, la necesidad de avanzar en la modernización de la
red eléctrica, en su sentido más amplio, puede considerarse el primer hilo
conductor de una definición de red inteligente.

La definición de red inteligente de la ley EISA de EE.UU.

Puede considerarse que la primera definición oficial del término “red inteligente”,
en su formato anglosajón smart grid, fue acuñada en 2007 en la Ley de
Independencia y Seguridad Energética de Estados Unidos (Energy Independence and
Security Act o EISA, en inglés).

Según reza esta ley en su título XIII, una smart grid o red inteligente se define como
una modernización del sistema de transporte y distribución de electricidad con el
objetivo de alcanzar una infraestructura fiable y segura que pueda asumir el futuro
crecimiento de la demanda y que tenga una serie de características, recogidas en la
propia ley (Congreso de Estados Unidos, 2007):

1. Mayor uso de la información digital y de tecnologías de control para mejorar


la fiabilidad, seguridad y eficiencia de la red eléctrica.

2. Optimización dinámica de las operaciones y recursos de red, con plena


ciberseguridad.

3. Desarrollo e integración de los recursos y generación distribuidos,


incluyendo fuentes de energía renovable.

4. Desarrollo e incorporación de mecanismos de gestión de la demanda,


recursos en el lado de la demanda y recursos de eficiencia energética.

5. Despliegue de tecnologías “inteligentes” (tecnologías automáticas e


interactivas que optimicen la operación física de aparatos y dispositivos de
los consumidores en tiempo real,) para la medición, las comunicaciones
operativas y la monitorización del estado de la red y la automatización de los
procesos de distribución de energía.

6. Integración de aparatos “inteligentes” y dispositivos de consumidores.

7. Despliegue e integración de dispositivos de almacenamiento avanzados de


electricidad y tecnologías de modulación de los picos de carga, incluyendo

60
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

vehículos eléctricos e híbridos enchufables y sistemas de aire acondicionado


con almacenamiento (acumulación) térmico.

8. Provisión de información al momento y opciones de control al consumidor.

9. Desarrollo de estándares de comunicación e interoperabilidad de aparatos y


equipamientos conectados a la red eléctrica, incluyendo la infraestructura
que sirve a la red.

10. Identificación y reducción de barreras poco razonadas o innecesarias para la


adopción de tecnologías, prácticas y servicios de las redes inteligentes.

Bajo la EISA, se encargó al Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados


Unidos (National Institute of Standards and Technology o NIST, en inglés) la tarea de
coordinar el desarrollo de un marco que incluyera protocolos y estándares tipo para
la gestión de la información y lograr la interoperabilidad de los dispositivos y
sistemas que conforman las redes inteligentes. Para ello, el NIST podía contar con
el apoyo y cooperación de instituciones públicas o privadas.

En este contexto, el NIST encargó en 2009 al Instituto de Investigación de Energía


Eléctrica o EPRI (Electric Power Research Institute, en inglés) que trabajara con los
diferentes agentes involucrados en el desarrollo redes inteligentes con el objeto de
elaborar una hoja de ruta para la estandarización de los principales conceptos
relacionados con las redes inteligentes.

El documento resultante de dicha colaboración, titulado “Report to NIST on the Smart


Grid Interoperability Standards Roadmap” (EPRI, 2009), establece una definición
basada en la definición recogida en la EISA, según la cual la red inteligente “…se
refiere a una modernización del sistema de suministro eléctrico de manera que
monitorice, proteja y optimice automáticamente la operación de sus elementos
interconectados, desde la generación centralizada y distribuida, a través de la red de
transporte de alta tensión y el sistema de distribución, hasta los usuarios industriales y
sistemas de automatización de edificios, instalaciones de almacenamiento de energía y
consumidores finales y sus termostatos, vehículos eléctricos, aplicaciones y otros
dispositivos domésticos…”.

Siguiendo con la definición de EPRI para el NIST, “…la red inteligente se caracterizará
por un flujo bidireccional de electricidad e información para crear una red de suministro
de energía automatizada y ampliamente distribuida…”. Esta definición ha sido
referenciada por EPRI en sus trabajos posteriores al respecto, en los que profundiza
en la caracterización de la arquitectura de las redes inteligentes. Esta definición, por
otra parte, resulta relevante por la importancia adquirida por EPRI como referente
en este campo, como se verá más adelante.

61
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Por otro lado, la ley EISA estableció la creación de una entidad de carácter federal,
llamada Smart Grids Task Force (SGTF), para contribuir al desarrollo y despliegue de
las redes inteligentes en Estados Unidos. El SGTF debía informar cada dos años al
Congreso de Estados Unidos sobre el estado de los proyectos de implantación de
redes inteligentes, incluyendo los niveles de penetración de las distintas tecnologías,
la capacidad de las redes de comunicación, los costes de desarrollo y las barreras
regulatorias o administrativas que se iban identificando. La ley consideraba
adecuado que los informes de la Smart Grids Task Force de Estados Unidos tuvieran
una perspectiva regional, pudiendo incluir, por tanto, recomendaciones orientadas
a los ámbitos federal o estatal.

Definición de red inteligente de la Comisión Europea

De forma paralela77, en la Unión Europea, la Comisión Europea creó en 2009 un


grupo de trabajo sobre redes inteligentes también bajo el nombre de Smart Grids
Task Force, que tiene la función de emitir recomendaciones de tipo estratégico y
reglamentario para la implantación de redes inteligentes en Europa. Se volverá más
adelante sobre este grupo de trabajo europeo, pero es relevante señalar aquí que
éste ha definido la red inteligente como “…aquella que puede integrar de manera
eficiente el comportamiento y las acciones de todos los usuarios conectados (empresas
de generación de electricidad, consumidores y agentes que desempeñan ambos papeles)
con el fin de brindar sistemas eléctricos económicamente eficientes y sostenibles, con
pocas pérdidas y un alto nivel de calidad, garantía de abastecimiento y seguridad…”
(Comisión Europea, 2011b).

Posteriormente, la definición acuñada por la Smart Grids Task Force europea


adquirió un carácter oficial, al ser recogida completa y literalmente en la legislación
comunitaria a través del Artículo 2 del Reglamento 347/2013/UE (DOUE, 2013) y en
sucesivos documentos de orden legislativo o institucional.

Sin embargo, aunque estas definiciones tienen cierto carácter oficial o aparecen
recogidas en documentos legislativos, lo cierto es que suponen sólo una pequeña
fracción de las visiones existentes que se han desarrollado desde múltiples
organismos oficiales, instituciones y asociaciones energéticas de relevancia,
organizaciones técnicas o compañías eléctricas y consultoras. Esto ha dado lugar a
diferentes experiencias, desarrolladas de forma asimétrica en Estados Unidos y

Se verá más adelante que dentro de la colaboración entre Estados Unidos y la Unión Europea en
77

materia energética se ha dado relevancia a las redes inteligentes.

62
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Europa, así como en otras partes del mundo, especialmente en China78, que, como
se verá más adelante, lidera la inversión en redes inteligentes y ha realizado el
mayor despliegue de contadores inteligentes de la historia.

El contexto de desarrollo de las redes inteligentes

Análisis de costes, beneficios e inversiones en Estados Unidos

Cuando la ley EISA de 2007 sentó las bases de las redes inteligentes y encargó al
NIST su impulso, se generó un contexto en el que el objetivo de lograr una red
inteligente plenamente funcional se convirtió en una de las prioridades nacionales
en el plano energético en EE.UU. (EPRI, 2010a). Para avanzar en el desarrollo de
estándares relativos a las redes inteligentes, el Departamento de Energía
(Department of Energy, DOE) encargó un total de nueve proyectos de investigación y
desarrollo en redes eléctricas en 2008, tan solo un año después de la aprobación de
la ley EISA, en los que intervinieron distintos agentes.

La variedad de actores que participaron en estas iniciativas y la falta de experiencia


en ese momento dieron lugar a una situación en la que las tecnologías, dispositivos
y sistemas implementados diferían de forma significativa entre los distintos
proyectos. En esa situación, el DOE optó por iniciar un proyecto para desarrollar un
marco metodológico que permitiese estimar los costes y beneficios de dichos
proyectos. La creación de esta metodología de análisis coste-beneficio permitió
avanzar conceptualmente en la definición de las redes inteligentes y en la
identificación de su estructura y sus elementos básicos.

EPRI fue uno de los agentes más relevantes implicados por el NIST en Estados
Unidos en el impulso al desarrollo de estándares en respuesta al mandato de la
EISA. La participación de EPRI en este proyecto, justificada por su experiencia en el
campo eléctrico (EPRI, 2009), fue precedida en 2008 por la creación de la Smart Grid
Demonstration Initiative (Matz, 2015).

Dentro de esta iniciativa, EPRI se hallaba al mismo tiempo que el DOE involucrada
en otros proyectos de investigación y desarrollo paralelos, que, sin ser los mismos

78Ha experimentado un importante impulso a través de la compañía eléctrica nacional: SGCC o State
Grid Corporation of China en inglés. Este impulso no se aprovecha sólo a escala nacional, sino también
en terceros países, como demuestra el memorándum firmado entre IRENA y SGCC en 2017, dentro del
contexto de China como líder global en potencia renovable instalada (IRENA, 2017). Este tipo de
acciones puede verse como una forma de exportar la tecnología de red inteligente desarrollada por
China, como lo hiciese Alemania con su industria renovable (Álvarez et al., 2016), por lo que la influencia
de China en redes inteligentes es un factor a tener en cuenta.

63
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

que los encargados por el DOE, compartían objetivos y características. En parte por
esta razón, EPRI se unió al proyecto de estudio del DOE de crear una metodología
común, buscando una sinergia clave en ese momento. La Tabla 11 muestra una lista
con los distintos agentes involucrados por una y otra institución en dicho momento,
observándose la presencia de las principales compañías eléctricas en EE.UU. y de
algún gigante eléctrico extranjero (EDF, por ejemplo).

Tabla 11. Agentes involucrados en 2008 con el DOE y EPRI, respectivamente,


en proyectos de demostración
Involucrados con el DOE Involucrados con EPRI
• American Electric Power Service Corporation
(AEP)
• Ameren Services Company
• Central Hudson Gas & Electric
• Allegheny Power • Con Edison
• ATK Launch Systems • Duke
• Chevron Energy Solutions • Electricité de France
• City of Fort Collins • Entergy
• Consolidated Edison Co. • ESB Networks
• Illinois Institute of Technology • FirstEnergy
• San Diego Gas and Electric • KCP&L
• University of Hawaii • PNM Resources
• University of Nevada • Public Service Enterprise Group
• Salt River Project
• Southern Company
• Southwest Power Pool, Inc.
• Tennessee Valley Authority (TVA)
• Wisconsin Public Service
Fuente: elaboración propia a partir de EPRI (2010a).

Tras este trabajo pionero, EPRI se ha convertido en uno de los actores más
relevantes en la conceptualización de las redes eléctricas inteligentes desde que se
empezase a investigar en este campo. Aunque la Smart Grid Demonstration Initiative
no finalizó hasta 2015, en 2010 EPRI, como resultado de esa sinergia con el DOE,
publicó un estudio bajo el título de Methodological Approach for Estimating the
Benefits and Costs of Smart Grid Demonstration Projects (EPRI, 2010a), con el que el
instituto y el NIST daban cumplimiento al mandato de la ley EISA. Más tarde, esta
metodología fue revisada y actualizada en una guía posterior de EPRI del año 2012
(EPRI, 2012).

No es objeto de este trabajo entrar en el detalle de los análisis coste-beneficio (ACB)


aplicados a las redes inteligentes, pues además otra de las fuentes luego tratadas,

64
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

el Joint Research Centre (JRC) de la Comisión Europea, recoge este guante y realiza
una adaptación de la metodología desarrollada por EPRI al contexto europeo. Sin
embargo, resulta llamativo que ambas versiones de la metodología de EPRI
compartan el listado de los activos básicos que componen una red inteligente, si
bien ambos estudios subrayan que es una lista abierta a cambios, sin entrar en el
detalle de sus funciones concretas.

No obstante, entre una y otra versión, en 2011 EPRI publicó un estudio titulado
Estimating the Costs and Benefits of the Smart Grid (EPRI, 2011) en el que recoge la
metodología, las claves y los resultados de un análisis cuantitativo de las inversiones
necesarias para el desarrollo e implementación de una red inteligente en todo el
sistema eléctrico de Estados Unidos que fuese plenamente funcional. El nivel de
desglose por activos de la estructura de la red inteligente y el hecho de que separe
tres de las fases de la cadena de suministro eléctrico (transporte, distribución y
consumo) hacen de EPRI (2011) una de las fuentes principales empleadas en el
presente trabajo.

La descripción técnica de los distintos activos y tecnologías indica cómo algunos de


estos activos cobran más importancia que otros y da pistas sobre cómo es posible
agrupar dichos activos en categorías más amplias. Es aquí donde aparece la división
en cinco grandes grupos de elementos que permiten caracterizar un sistema de
distribución de energía eléctrica inteligente. Estos grupos de elementos son los
siguientes: (1) infraestructura de medición avanzada (AMI), (2) comunicaciones, (3)
automatización de la distribución hasta la baja tensión, (4) transformadores y (5)
redes de área local (LAN) y doméstica (HAN).

El desglose de estos cinco grupos es la base de la descripción técnica de los


elementos básicos de las redes inteligentes que se hace en la Sección 3.4.

Adaptación de la metodología de análisis coste-beneficio en EE.UU. al


contexto europeo

Primeras experiencias con redes inteligentes en Europa

Las primeras experiencias en Europa de redes inteligentes pueden encontrarse en


los proyectos CRISP79, desarrollado entre 2002 y 2006, y DISPOWER80, que tuvo lugar

79 CRISP = Crisp, Distributed Intelligence in critical infrastructure for Sustainable Power. Más
información en: https://cordis.europa.eu/project/rcn/64903_en.html.
80 DISPOWER = Distributed generation with high penetration of renewable energy sources. Más
información en: https://cordis.europa.eu/project/rcn/60059_es.html.

65
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

entre 2002 y 2005 (Sánchez, 2011). Ambos proyectos tenían entre sus características
comunes la integración de recursos distribuidos en la red eléctrica de media y baja
tensión.

Tras estos desarrollos primigenios se ha llevado a cabo una amplia variedad de


proyectos de desarrollo de redes inteligentes en el continente, produciéndose un
hito clave en 2007 con la mencionada creación de la Smart Grid Task Force europea.
El impulso a las redes inteligentes se ha producido de manera generalizada en toda
Europa, si bien existen distintos grados de desarrollo de proyectos en los distintos
países (Vitiello et al., 2015). En el caso de España, destacaba la concentración de
proyectos en la CAPV y en Cataluña (Gráfico 15).

Gráfico 15. Panorama general de las ubicaciones de proyectos de redes


inteligentes en Europa en 2015

Fuente: Vitiello et al. (2015).

En el camino a la situación actual y posteriormente a la creación de la Smart Grid


Task Force, se produce el debate de cómo abordar la creciente asimetría (e
importancia) en los desarrollos de redes inteligentes en los distintos países

66
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

europeos (tal como hizo Estados Unidos al darles prioridad nacional). Como recoge
el Reglamento 347/2013/UE en sus consideraciones de partida, el debate sobre la
distribución adecuada de los costes de un proyecto de infraestructura, como es el
caso de las redes inteligentes, debe estructurarse en torno a un análisis de los costes
y beneficios basado en una metodología armonizada, siendo necesario que ésta
tenga en cuenta como mínimo diversos elementos de coste, entre los que se
incluyen los costes de inversión o costes de capital81 (DOUE, 2013).

En el artículo 11 de este reglamento se emplaza a la Red Europea de Gestores de la


Red de Transporte de Electricidad (ENTSO-E, por sus siglas en inglés) a presentar
una metodología que incluya la modelización de la red y del mercado, a efectos de
realizar un análisis de la relación de costes y beneficios para los proyectos de interés
común (PIC), entre los que se incluyen las redes inteligentes en el nivel de
distribución. Su aplicación concreta para las redes eléctricas está circunscrita en la
actualidad a cuatro proyectos de redes inteligentes (Gráfico 16).

Gráfico 16. Proyectos de rede inteligentes con categoría de Proyectos de


Interés Común

The Smart
ACON
Border
Initiative (Chequia y
Eslovaquia)
(Francia y
Alemania)

ALPGRID SINCRO.GRID

(Austria e (Eslovenia y
Italia) Croacia)

Fuente: elaboración propia a partir de Comisión Europea (2018d).

81Otros costes que deben considerarse, como mínimo, son los costes de operación y mantenimiento
a lo largo del ciclo de vida técnico del proyecto y los costes de desmantelamiento y de gestión de
residuos (si procediese), así como otros costes específicos relacionados con el transporte y
almacenamiento de electricidad contemplados en el Anexo V del mencionado reglamento.

67
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En cualquier caso, este impulso a metodologías de ACB en los PIC revela la


importancia de este tipo de análisis en el desarrollo de proyectos de redes
inteligentes, sean PIC o no, al igual que ocurrió en Estados Unidos.

De hecho, con anterioridad al citado reglamento ya estaba en vigor la Directiva


2009/72/EC, que proponía el empleo de un ACB a largo plazo (DOUE, 2009). Pero lo
cierto es que la situación previa a esta armonización de los ACB revelaba una
ausencia de metodología establecida para éstos, con literatura al respecto
fragmentada y escasos ejemplos de enfoque sistemático de estos análisis para su
aplicación en casos reales. Es decir, existían diversas ideas y conceptos relevantes
para evaluar los costes y beneficios, pero no aplicados o validados hasta ese
momento (Giordano et al., 2012).

Adaptación de la metodología de EPRI al contexto europeo

Por esta razón, dentro de una serie de estudios sobre redes inteligentes del JRC,
Giordano et al. (2012) identifican el estudio de EPRI (2010a), mencionado
anteriormente, como el trabajo publicado más avanzado relativo al análisis coste-
beneficio de redes inteligentes. Este estudio del JRC adapta la metodología de EPRI
al contexto europeo. En particular, Giordano et al. (2012) aplica la metodología ACB
adaptada a proyectos reales en Portugal e Italia, algo que no se había hecho hasta
la fecha (JRC, 2015; JRC, 2018a).

Es relevante que los estudios del JRC, aunque no distinguen explícitamente entre el
ámbito de la distribución y el resto de la red inteligente, en realidad están aplicados
a proyectos impulsados por las empresas de distribución en Portugal e Italia, por lo
que su análisis se puede extrapolar a la red de media y baja tensión. Aun así,
Giordano et al. (2012) indican en el enfoque de un análisis ACB debería considerarse
toda la cadena de valor, incluyendo los consumidores, por lo que los elementos y
dispositivos relacionados éstos parecen difícilmente separables del sistema de
distribución en una red inteligente.

Cabe señalar que el ejercicio de Giordano et al. (2012) cobra relevancia en el marco
del Consejo de Energía EE.UU.-UE82, en base al cual se han desarrollado desde 2009
distintas iniciativas de colaboración entre la Comisión Europea y el DOE de Estados
Unidos, relacionadas con diez grandes cuestiones energéticas, siendo uno de ellos
el desarrollo de las redes inteligentes (Comisión Europea, 2018; DOE, 2018)83.

82 Nombre en castellano del US-UE Energy Council (DSN, 2016).


83Como ejemplo de la relevancia que tienen las redes inteligentes en esta colaboración bilateral, en la
celebración de la cuarta reunión de este consejo en diciembre de 2012 (mismo año del estudio de

68
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Descripción de la metodología ACB desarrollada por el Joint Research Center

Como se señaló anteriormente, no es objeto de este trabajo realizar un análisis


coste-beneficio de inversiones en redes inteligentes, sino extraer de la metodología
identificada por el JRC cuáles son los elementos principales de una red inteligente
con el objeto de estimar los costes de inversión asociados al desarrollo de las
mismas y, en todo caso, las funciones que han de ser cubiertas por las redes
inteligentes.

El procedimiento de análisis coste-beneficio desarrollado por el JRC, relacionado en


parte con los trabajos realizados por EPRI en EE.UU. se resume en el Gráfico 17.

Gráfico 17. Fases del análisis coste-beneficio adaptado por el JRC

Caracterización del Estimación de los Comparación de


proyecto beneficios costes y beneficios

•PASO 1 •PASO 3 •PASO 6


Revisar y Relacionar Cuantificar los
describir las funcionalidades costes.
tecnologías, con beneficios.
elementos y •PASO 7
metas del •PASO 4 Comparar costes
proyecto. Establecer una y beneficios.
referencia.
•PASO 2
Relacionar •PASO 5
activos con Monetizar los
funcionalidades. beneficios e
identificar los
beneficiarios.

Fuente: elaboración propia a partir de Giordano et al. (2012).

En breve, la metodología de análisis coste-beneficio desarrollada por el JRC en el


estudio de Giordano et al. (2012) aporta un resumen pormenorizado de todos los
elementos que intervienen en un proyecto de redes inteligentes, relacionando tres
aspectos de los proyectos: (1) la arquitectura del proyecto de redes inteligentes (i.e.,

Giordano et al.) se reconoce la importancia de incrementar la colaboración en redes inteligentes con


hechos como la adhesión de la UE a la Red de Acción de Redes Inteligentes (International Smart Grid
Action Network, ISGAN, por sus siglas en inglés; ver http://www.iea-isgan.org/.). De hecho, uno de los
ámbitos de trabajo de ISGAN es el desarrollo de un marco global y estandarizado para el análisis coste-
beneficio de inversiones (ISGAN, 2018). Otro ejemplo en la misma línea se puede encontrar en la
séptima reunión de este consejo en mayo de 2016 y el impulso a los centros de interoperabilidad entre
el vehículo eléctrico y las redes inteligentes (JRC, 2018a; DOE y Comisión Europea, 2018).

69
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

conjunto de elementos y equipamientos), (2) los conceptos detallados de coste y (3)


las funcionalidades y servicios que ofrece el proyecto de red inteligente.

La aplicación de esta metodología ACB a un proyecto concreto implica la utilización


de información muy detallada sobre aspectos como los siguientes: (1) la escala y
dimensión del proyecto; por ejemplo, en lo relativo al número de consumidores o
al consumo anual de energía; (2) elementos de ingeniería, tales como tecnologías
adoptadas y funcionalidades de los principales componentes; (3) las características
locales de la red (arquitectura, etc.); (4) los principales agentes implicados en el
desarrollo, la operación y gestión y el uso de las redes inteligentes; (5) los objetivos
del proyecto y el impacto socioeconómico esperado; o (6) el contexto regulatorio y
su impacto sobre el proyecto.

A continuación, detallamos los aspectos mencionados anteriormente.

1. Arquitectura técnica de una red inteligente

Giordano et al. (2012) seleccionó entre un conjunto de proyectos existentes en 2011


un proyecto en Portugal (Gráfico 18) para llevar a cabo una caracterización general
de la arquitectura de un proyecto de redes inteligentes.

Gráfico 18. Arquitectura técnica del proyecto estudiado por el JRC en Portugal

Fuente: Giordano et al. (2012).

70
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Dado que los resultados de cada proyecto dependen de factores específicos como
la geografía, la tipología de los consumidores y la regulación, los autores trataron
de extrapolar aquellos elementos básicos que pudiesen ser aplicados a distintos
proyectos con circunstancias locales diferentes. Es decir, identifican aquellos
aspectos clave que deberían ser considerados en cualquier red inteligente, lo que
en cualquier caso no implica que los resultados del trabajo sean aplicables
independientemente de las circunstancias en las que se desarrolle una red
inteligente y que exigirían una adaptación a los factores concretos que delimitan un
proyecto de red inteligente.

Tabla 12. Listado de activos desplegados en la red inteligente de Portugal


Tipo de activo Activo Descripción
Dispositivo que incluye un módulo de medición, control y
Caja de energía
comunicación, instalado éste en la ubicación del
(EB)
consumidor o productor.
Módulo de comunicación y control que permite la lectura
de registros de la caja del consumidor/productor local
Infraestructura Modulo HAN conectándolo a otros dispositivos. Esto puede ofrecer
medidas como perfil y cuantificación de consumo,
calidad de servicio, entre otros.
Controlador del
Controla el nivel de tensión y la calidad de onda del flujo
transformador de
eléctrico que llega al consumidor final.
distribución (CTD)
Incluye todas funciones relacionadas con la ejecución de
Infraestructura de comandos y colección de datos de la infraestructura del
gestión de la red proyecto de red inteligente, con la posibilidad de
inteligente integrarlo en sistemas comerciales, de gestión y
comunicación
Almacenamiento de datos recogidos de la infraestructura
del proyecto, incluyendo consumo, lecturas, eventos,
Gestión de datos
estado y calidad de los datos de la red. También incluye
del contador
las principales funciones de validación de los datos
Tecnologías de (MDM)
recibidos y gestión de los equipos del proyecto (es decir,
la información los CTD y las cajas de consumidor/productor)
Incluye las funciones relacionadas con el tratamiento de
las cifras de consumo obtenidas, incluyendo estimación
Gestión de datos
de datos ausentes o no válidos, funciones de agregación
de energía (EDM)
de datos y publicación de los mismos. También incorpora
otras funciones relacionadas.
Facilita el intercambio de información con todos los
Portal web del DSO actores involucrados en las redes inteligentes,
incluyendo los consumidores finales.

Fuente: reelaborado a partir de Giordano el al. (2012). Nota: en el original, siguiendo los nombres
propios de la compañía responsable, la caja de consumidor/productor viene referida como “EDP Box”
y el sistema de simulación y análisis como “DPlan”.

71
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Los activos que se identifican en los primeros pasos del análisis coste-beneficio, en
el caso del proyecto de Portugal analizado por el JRC, son los que aparecen en la
Tabla 12. Puede observarse una diferencia entre activos o infraestructuras físicas y
aquellos que, aunque requieren de infraestructura de comunicaciones, aportan
valor por la tecnología de información que representan.

En el entorno del consumidor, los principales elementos de infraestructuras son


tres: (1) la caja del consumidor, o dispositivo de medición, registro de datos y
comunicación de la información que generan los dispositivos que utiliza el
consumidor; (2) el módulo de comunicación y control de la red local del consumidor
(HAN), que permite la comunicación bidireccional entre la caja del
consumidor/productor y el sistema de gestión de la red inteligente; y (3) el
controlador del transformador de distribución, que permite garantizar el nivel de
tensión y la calidad de onda del flujo eléctrico que llega al consumidor final.

Estos elementos de infraestructura están acompañados por sistemas informáticos


que permiten gestionar toda la información que se genera en la red inteligente y
facilitan la ejecución de comandos de control de un conjunto de variables que
determinan la operación de la red en cada momento, incluyendo los sistemas de
gestión de la red, los sistemas de gestión de los datos de los contadores y los
sistemas de gestión de los datos relacionados con los flujos de energía.

2. Conceptos de coste

Por otro lado, la metodología desarrollada por JRC distingue, de forma general,
entre los dos grandes grupos de costes (Tabla 13): costes de capital, asociados a las
inversiones, y costes de operación y mantenimiento, relacionados con las
inversiones en infraestructuras y sistemas descritos en el apartado anterior y con la
operación de la red inteligente en sentido amplio.

Entre los costes de inversión pueden distinguirse los asociados a inversiones en


nuevos activos y los derivados de inversiones en estructuras ya existentes. Esta
distinción está en línea con el ejercicio realizado por EPRI (2011).

Dentro de las inversiones en nuevos activos, las que están orientadas a los servicios
y procesos de gestión de la información y las comunicaciones tienen una entidad
propia, distinguiéndose de esta manera de las inversiones en otros activos, como
los dispositivos domésticos o los transformadores.

72
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 13. Costes seleccionados en el proyecto elegido por el JRC

Categoría general Concepto de coste


Inversión en la caja del consumidor/productor
(incluyendo HAN)
Inversión en controladores del transformador de
distribución
Costes de inversión
Inversión en tecnologías de la información
Inversión en comunicaciones
Costes perdidos de contadores previamente instalados
(tradicionales)
Coste de mantenimiento de tecnologías de la información
Gestión de red y front-end costs
Coste de las comunicaciones GPRS
Coste de comunicación o de transferencia de datos
Costes del escenario de gestión
Reemplazo o fallo de sistemas de contadores inteligentes
Operación y mantenimiento
Reducción de ingresos (debido, por ejemplo, a una mayor
eficiencia en el consumo)
Lectura de contadores
Central de llamadas telefónicas
Costes de formación
Coste de los programas de involucración del consumidor

Fuente: Giordano et al. (2012).

3. Servicios y funcionalidades de una red inteligente

Por otra parte, las funcionalidades que en un análisis coste-beneficio deben ser
relacionadas con los activos identificados, según Giordano et al. (2012), se pueden
agrupar en función de su aportación a la red inteligente (ver el Anexo 1):

1. Facilitar la integración de los usuarios en las nuevas redes.

2. Mejorar la eficiencia en la operación de la red.

3. Asegurar la seguridad de la red y la calidad del suministro eléctrico.

4. Mejorar la planificación del desarrollo de las redes.

5. Mejorar el funcionamiento del mercado y los servicios a consumidores


finales.

73
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

6. Fomentar una participación más activa y directa de los consumidores en la


gestión de la energía.

Estandarización de conceptos relacionados con las redes inteligentes

El proceso de estandarización en Europa y el Smart Grid Architecture Model

Hasta ahora se ha visto que lo ocurrido desde 2007 de forma paralela en EE.UU. y
la UE da prioridad a la homogeneización y estandarización, claves por tanto en la
concepción de la red inteligente. Por su importancia, el impulso a la normalización
de los sistemas ha involucrado a varias organizaciones comunitarias, a la vez que ha
dado el salto al panorama internacional, trascendiendo los ámbitos estadounidense
o europeo.

Para entender este proceso en Europa, hay que comprender el papel de los
Organismos Europeos de Normalización (European Standardisation Organisations o
ESO, por sus siglas en inglés). El grupo de los ESO lo conforman tres organizaciones:
CEN, CENELEC y ETSI. Las tres cubren áreas que afectan globalmente a las redes
inteligentes, aunque se han identificado áreas tratadas de forma específica por cada
una de ellas. Las redes inteligentes forman parte del marco particular de actuación
de CENELEC (CEN-CENELEC, 2018a).

Los ESO se vuelven especialmente importantes tras los impulsos a la normalización


de las instituciones europeas a comienzos de 2011. En febrero de ese año, el
Consejo Europeo concluyó que era necesario un impuso a las normas técnicas para
las redes y contadores inteligentes, con lo que la adopción de normas europeas
empieza a considerarse como urgente. En marzo de ese año, se publica el Mandato
M/490 (Comisión Europea, 2011c), que encarga a los ESO el establecimiento de
normas técnicas para facilitar la aplicación de servicios y funcionalidades de alto
nivel en redes inteligentes. La Comisión basó el mandato en el trabajo previo del
primer grupo de expertos del SGTF (Comisión Europea, 2018c).

En abril de 2011 se publica la comunicación de la Comisión Europea titulada Redes


inteligentes: de la innovación a la implantación (Comisión Europea, 2011b), donde se
identifican una serie de cinco retos y cinco acciones necesarias para el desarrollo de
las redes inteligentes (Sánchez, 2011), incluyendo entre ellos la necesidad de
desarrollar estándares.

Para cumplir con el mencionado mandato las ESO crearon el Grupo de Coordinación
de la Red Inteligente (Smart Grid Coordination Group, SG-CG por sus siglas en inglés).
Entre 2012 (año objetivo) y 2014 (año al que se extendió la duración del mandato),
este grupo generó una amplia literatura y permitió establecer una metodología

74
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

propia de normalización y estandarización respecto de las redes inteligentes. Con el


trabajo publicado por el SG-CG en 2014 se dio cumplimiento al mandato M/490 y,
desde finales de 2016, el SG-CG cambió de función (ETSI, 2018).

En el trabajo final generado por el SG-CG destaca el diseño del Modelo de


Arquitectura de Red Inteligente (Smart Grid Architecture Model o SGAM, por sus siglas
en inglés) y la elaboración de un manual de usuario (SG-CG, 2014) para
desarrolladores de proyectos de redes inteligentes. El SGAM presenta una primera
imagen de red inteligente tipo en la que se visualiza cómo existen áreas o zonas que
juegan nuevos papeles respecto a las redes convencionales (Gráfico 19).

Gráfico 19. Mapa de dominios y zonas del SGAM

Fuente: SG-CG (2014).

Destacan, dentro de este mapa de ámbitos de una red inteligente, la


preponderancia de la gestión de la información, por un lado, y la identificación de
una nueva capa en la cadena del suministro eléctrico formada por los recursos
energéticos distribuidos (distributed energy resources o DER, en inglés).

Convergencia en el ámbito internacional: estándares de la IEC

El mandato M/490 recogía también que el valor del marco para el desarrollo en largo
plazo de las redes inteligentes estará en parte en la capacidad de fomentar y
desarrollar la convergencia de estándares en el plano internacional. Dicha
cooperación se estructura a través de distintos acuerdos internacionales, entre los
que cobró importancia el llamado Tratado de Frankfurt, que establece la
cooperación entre CENELEC y su homólogo internacional, la Comisión Electrotécnica

75
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Internacional (International Electrotechnical Commission o IEC, por sus siglas en


inglés).84 El Tratado de Frankfurt subraya la prioridad de la estandarización
internacional para CENELEC y, como resultado de ello, el 80% de los estándares
adoptados por esta última coinciden o son muy similares a los adoptados por la IEC.

Gráfico 20. Vista general del mapa de estándares de la IEC

Fuente: IEC (2018a).

Este contexto es relevante porque la IEC, en calidad de autoridad técnica en


cuestiones de electrotecnia a escala global, es uno de los organismos que ha llevado
a cabo uno de los análisis más exhaustivos de las redes eléctricas en su Smart Grids
Standards Map (IEC, 2018a).

Aunque su análisis está orientado hacia la identificación de estándares, el resultado


es una herramienta de mapeo muy detallada que define las relaciones entre
componentes y estándares de una red inteligente (Gráfico 20). El Anexo 2 recoge un
listado de los activos que pueden identificarse para la parte de distribución según
el Smart Grid Standards Map.

84 Ver http://www.iec.ch/.

76
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Infraestructuras incluidas en una red inteligente

Modernización de la red de distribución eléctrica

Al comienzo de este capítulo se presentó una definición de red inteligente tipo y se


describieron sus principales características, señalándose que uno de los aspectos
clave para su desarrollo es que debe plantearse de forma progresiva o por etapas,
incluso sin tener como objetivo final que la red inteligente cubra toda la red
existente.

Así, como indica la Agencia Internacional de la Energía, la red inteligente no se


implementará mediante un proceso con un comienzo y un final definidos, sino que
será el resultado de un amplio conjunto de procesos (IEA, 2011).

El Gráfico 21 y el Gráfico 22 (en las siguientes páginas) ilustran la magnitud del


cambio que implicará en las redes de distribución el desarrollo de una red
inteligente. Cabe destacar la gran cantidad de elementos ligados a procesos
complejos (y en muchos casos, automatizados) de información, comunicación,
monitorización y decisión y control que intervienen en una red inteligente y cuya
presencia determinará el grado de desarrollo de la misma.

Por otro lado, EPRI (2011) o el Banco Mundial en Madrigal et al. (2017) presentan un
análisis de cómo podría ser la evolución de las redes de distribución en los próximos
años. En concreto, Madrigal et al. (2017) identifica una secuencia de cuatro fases o
niveles en el proceso de modernización del sistema de distribución de energía
eléctrica, inspirándose en las experiencias en diversos países (Tabla 14).

Tabla 14. Niveles de modernización de la red

Nivel Descripción

La mayoría de los procesos se realizan de forma manual, con una automatización


0 escasa o nula y limitada al nivel local. Hoy en día es una situación más propia de
los países en vías de desarrollo.

La automatización de las subestaciones y el control remoto se logran con la


1 incorporación de dispositivos electrónicos inteligentes (intelligent electronic
devices, IED).

2 Extensión de la automatización de procesos a las líneas de alimentación.

3 Integración de recursos distribuidos y sistemas de gestión de la demanda.

Fuente: elaboración propia a partir de Madrigal et al. (2017).

77
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 21. Esquemas simplificados de las redes de distribución de energía


eléctrica (convencional vs. inteligente)

Fuente: Monitor Deloitte (2017).

78
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 22. Esquemas simplificados de las redes de distribución de energía


eléctrica (convencional vs. inteligente)

Fuente: Madrigal (2017).

79
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El análisis de Madrigal et al. (2017)85 implica también un avance en tres fases en la


introducción de nuevas funcionalidades, en función de los objetivos de alto nivel
que se desean alcanzar y que secuencialmente son:

(1) la mejora de la calidad y la seguridad del suministro;

(2) la contribución a la consecución de los objetivos medioambientales


(lucha contra el cambio climático); y

(3) el aumento de la satisfacción de los consumidores y usuarios de las


redes de energía eléctrica. Esta cuestión en particular cobrará
importancia en el Capítulo 4, por lo que se volverá sobre ello más
adelante.

Tabla 15. Fases en la ruta de migración a la red inteligente del consorcio ASCR
de Viena

Fase Descripción

La primera fase consiste en cubrir los sensores y sistemas de control de los que
la red de baja tensión urbana carece en comparación con la red de alta tensión,
siguiendo la premisa de que esta red es la de mayor extensión y con mayor
actividad. Esta consideración está en línea con otro de los proyectos que se verán
1
más adelante.
Se busca así evaluar qué cantidad de sensores, datos y nivel de detalle es
necesario disponer según un criterio de mínimos costes para una cobertura
suficiente.

Tras la primera fase, se considera que los datos disponibles de los sensores
pueden usarse para la gestión de la red de baja tensión sin una intervención
activa por medios físicos y evitando la planificación según los posibles peores
2
casos, considerada aquí ineficiente. Así es posible llevar a los equipos más cerca
de su funcionamiento límite y demuestra su capacidad de alerta en esos
umbrales.

En la tercera fase se produce la automatización y la gestión activa de la red, que


busca incrementar la eficiencia de la misma una vez que los componentes hayan
3
demostrado soportar los fallos de la mejor manera posible con mínimos
incrementos de coste.

Fuente: elaboración propia a partir de ASCR (2018).

Cada una de estas fases implica la implementación de infraestructuras y servicios


variados. En la primera, se despliegan los contadores inteligentes, se van

85 El enfoque del Banco Mundial en este caso sigue el ejemplo del plan para el desarrollo de una red
inteligente de la empresa Toronto Hydro Electric System Ltd.

80
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

desarrollando nuevos sistemas de gestión de información y de las comunicaciones


dentro de la red y comienza a avanzarse en la automatización de los procesos de
distribución de energía.

En una segunda fase comienzan a integrarse el vehículo eléctrico (a gran escala) y


los dispositivos de almacenamiento y se desarrollan sistemas de gestión inteligente
de la distribución y de la energía. En una fase más avanzada, comienzan a
desplegarse las redes domésticas de dispositivos inteligentes, que facilitarán la
gestión activa de los consumos y de los equipamientos de generación y
almacenamiento de energía eléctrica.

Un proyecto desarrollado por el consorcio ASCR en Viena recientemente (véase el


apartado 3.4.8) considera una hoja de ruta para la migración a la red inteligente en
un entorno urbano real en tres fases (Tabla 15).

Caracterización básica de las redes inteligentes

En los siguientes apartados se realiza un recorrido por las principales activos y


tecnologías que conforman las redes inteligentes y por las funcionalidades
asociadas a los mismos, utilizando como punto de partida los estudios realizados
por EPRI, JRC y la IEC comentados anteriormente, complementados por otras
fuentes que recogen los avances más recientes en este campo.

En general, se observa en todas estas fuentes analizadas amplias coincidencias en


los elementos o grupos de elementos que son considerados esenciales para el
desarrollo de una red inteligente.

Por ejemplo, todas ellas coinciden en que los nuevos elementos de las redes tienen
incidencia en toda la cadena de valor del suministro eléctrico, abarcando todo el
espacio entre cualquier punto de generación y cualquier punto de consumo, e
incluyendo el desarrollo de la generación distribuida y la introducción de nuevos
elementos y recursos energéticos, como el vehículo eléctrico o los dispositivos de
almacenamiento.

Por otra parte, se identifican como los pilares fundamentales de este proceso de
modernización, además de la innovación en tecnologías y procesos operativos, allí
donde resulte eficiente, el desarrollo de comunicaciones entre los distintos
elementos que conforman las redes inteligentes y los gestores de las redes y la
automatización de los procesos de operación y gestión del sistema de distribución
de energía. Todos estos cambios dan como resultado un conjunto de flujos de
energía e información bidireccionales en las nuevas redes.

81
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

A partir de estas características esenciales (modernización e innovación en las redes,


desarrollo de generación distribuida, aparición de nuevos dispositivos y recursos
energéticos, desarrollo de las comunicaciones y automatización de procesos), existe
un amplio espectro configuraciones posibles de las redes inteligentes, que
presentarán en cada caso características diferentes, en función de variables como
la geografía, la regulación o el tipo de consumidores implicados.

De forma genérica, la arquitectura de una red inteligente puede dividirse en dos


dimensiones diferentes86.

La primera dimensión está formada por los elementos que constituyen la red física.
Esto incluye la infraestructura eléctrica de generación (convencional y distribuida),
transporte y distribución y los elementos al otro lado de los contadores de los
consumidores.

También incluye las infraestructuras físicas de telecomunicaciones que permiten el


registro, almacenamiento e intercambio de información entre elementos y
dispositivos eléctricos para el seguimiento, protección y control de la red de
distribución.

La segunda dimensión incluye todos aquellos elementos y procesos ligados a la


generación e intercambio de datos y el conjunto de aplicaciones informáticas para
su almacenamiento, administración y gestión, incluyendo la obtención y el
procesamiento de conjuntos de datos de gran tamaño (mediante técnicas de big
data) y el software e instrumentos para gestionar esa cantidad de información y
lograr una operación eficiente y la optimización de la capacidad de la red eléctrica.

El Gráfico 23 muestra un esquema básico de red inteligente en el que aparecen


representados los principales bloques de sistemas, procesos y equipamientos que
pueden caracterizar una red inteligente tipo, de acuerdo con la revisión realizada de
todas las fuentes de análisis de redes inteligentes descritas en este documento.

86De acuerdo con Madrigal et al. (2017), para el Banco Mundial es posible hacer una descripción
superficial de la red inteligente distinguiendo cuatro capas: infraestructura física, telecomunicaciones,
datos y aplicaciones.

82
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 23. Esquema simplificado de una red inteligente tipo

Fuente: elaboración propia.

83
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Con estos bloques se busca obtener conocimiento sobre cómo se pueden combinar
de forma adecuada las tecnologías comunes a las redes inteligentes, aunque esta
estructura no es siempre generalizable ya que su aplicación final dependerá de la
topología de cada proyecto87.

Los bloques en los que se divide la red inteligente son cinco:

1. Infraestructura de medición avanzada.

2. Sistemas de comunicaciones.

3. Automatización de la distribución hasta la baja tensión.

4. Centros de transformación inteligentes.

5. Redes de área locales y domésticas.

El bloque número 1 está integrado por la infraestructura avanzada de medida


(conocida como AMI), incluyendo contadores, sensores y dispositivos que permitan
obtener y tratar esos datos a través de un sistema de comunicaciones. Estos
equipamientos son importantes porque ofrecen información detallada sobre el
comportamiento de todos los usuarios de la red (especialmente los “prosumidores”)
y facilitan la comunicación entre los distintos elementos y áreas de la red.

El bloque número 2 recoge el sistema de comunicaciones avanzadas. Las


comunicaciones son prácticamente sinónimo de la red inteligente, ya que gracias a
ella se pueden utilizar grandes conjuntos de datos y de técnicas avanzadas de
análisis que facilitan y mejoran la gestión de la red de distribución. Sin estos
sistemas no sería posible el correcto funcionamiento del resto de bloques, la
organización entre ellos y así sacar partido a sus funciones.

La automatización de las líneas de alimentación (bloque número 3), que en las redes
inteligentes es especialmente relevante en baja tensión, permite controlarlas en
remoto, detectar fallos y, siempre que sea posible, que los circuitos se corrijan a sí
mismos, o por lo menos avisar cuando esto no sea posible.

En este bloque debe destacarse el sistema de gestión de la distribución (conocido


como distribution management system o DMS). El DMS actúa como punto de unión
de varios sistemas o herramientas que permiten conocer en detalle el sistema de
distribución y gestionar las incidencias u operar la red a distancia.

87 Por ejemplo, el bloque 4, formado por los centros de transformación inteligentes, puede aportar
valor en modelos o zonas de red con alta densidad y alta penetración de la generación distribuida en
la baja tensión. En áreas con menor densidad de recursos distribuidos y con flujos de energía
primordialmente unidireccionales, este bloque resulta menos relevante.

84
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El bloque número 4 engloba los centros de transformación inteligentes y otras


infraestructuras (i. e., subestaciones) que modifican la tensión de la red de forma
inteligente. Esto es importante, porque dado el nivel de penetración de recursos
distribuidos (generación distribuida, sobre todo fotovoltaica, baterías, vehículos
eléctricos…) el sistema de distribución tiene que ser capaz de gestionar situaciones
operativas muy diversas y cambiantes.

El bloque 5 incluye un conjunto formado por redes de información y sistemas de


gestión estrechamente relacionados con el consumidor final de energía. Por un
lado, están las redes de información que corresponden a agrupaciones de
consumidores (p. ej., un barrio, campus universitario o conjunto de viviendas) y se
conocen como redes de área locales o LAN (local area networks). En estas también
se incluyen elementos de la red que no pertenecen a usuarios particulares, como
activos de generación distribuida de potencia media o alta o infraestructura pública
de recarga eléctrica.

Por otro lado, las redes de área domésticas o HAN (home area networks) están
formadas por todos los elementos de consumo conectados, desde dispositivos
pequeños (televisores, ordenadores), otros más potentes (electrodomésticos,
sistemas de iluminación) e incluye los recursos de cada consumidor (paneles
fotovoltaicos, baterías o el vehículo eléctrico conectado en el garaje, etc.).

En el corazón de las LAN y HAN se encuentran los sistemas de gestión de la energía


o EMS (energy management systems). Se trata de sistemas que coordinan todos los
elementos de la HAN y se comunican con el exterior utilizando la información de la
LAN y otras señales (económicas o físicas).

Conociendo las circunstancias del sistema eléctrico, los EMS toman decisiones; es
decir, son proactivos y buscan gestionar de forma “inteligente” de todos los
elementos que controlan (Webel, 2014). De esta manera se convierten en actores
activos de la red y de los mercados de energía locales, surgiendo figuras como el
“prosumidor”.

En los siguientes apartados se analizan con mayor detalle los aspectos técnicos
relacionados con cada uno de estos cinco bloques de elementos.

85
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Infraestructura de medición avanzada

Cuando se habla de redes inteligentes es habitual relacionar estas con el contador


inteligente. No en vano, generalmente el primer paso de una compañía eléctrica en
el desarrollo de una red inteligente es la instalación de este tipo de contadores88.

Sin embargo, los contadores inteligentes son el componente principal de un


conjunto más amplio en el que se integran sus funciones. Así, el primer bloque de
elementos de una red inteligente a destacar en este trabajo es la infraestructura de
medición avanzada o AMI (advanced metering infrastructure en inglés)89.

La AMI se compone, de acuerdo con EPRI (2007), por un conjunto de dispositivos y


software que posibilitan medir, registrar y transmitir información detallada y con una
alta frecuencia (p. ej., cada pocos segundos o minutos). Además, esta permite que
la transmisión de esta información tenga lugar entre distintos puntos de la red, a
través de una comunicación bidireccional entre contadores, los dispositivos de los
clientes, las bases de datos (o herramientas de almacenamiento de la información)
y el centro de control de operación de la red. En esencia, la AMI supone una
arquitectura de red para conectar de forma efectiva todos los elementos clave de la
red inteligente.

Gracias a esto el operador del sistema de distribución puede operar el sistema


eléctrico de una manera más eficiente, ya que los distintos sistemas que afectan al
usuario (datos del contador, monitorización de consumo y otras acciones de los
usuarios) se ven conectados para la gestión coordinada de la demanda y de la
energía generada y almacenada.

De la misma manera, la AMI busca beneficiar a los distintos actores en la cadena de


suministro de servicios. En primer lugar, al cliente, pues la combinación de la AMI
con el diseño de tarifas dinámicas90 facilita que un usuario ajuste su perfil de
consumo según sus necesidades y preferencias. De esta manera, el consumidor
puede hacer un uso más eficiente de la electricidad y participar en programas de
gestión de la demanda. Esto redunda, por otra parte, en beneficios para los agentes

88 La documentación de descripción del proyecto referencia de red inteligente en la CAPV (Bidelek


Sareak) menciona que la puesta en marcha de una red inteligente implica la instalación de contadores
inteligentes (Bidelek Sareak, 2018). Es por tanto condición necesaria, pero no suficiente, para lograr
una red inteligente.
89En ocasiones se puede hablar de infraestructura de medición automática para las mismas siglas. La
AMI también puede ser denominada lectura de contadores automatizada, o AMR en inglés (DNV GL,
2018).
90 Véase el glosario.

86
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

que ofrecen servicios al consumidor final, ya que pueden diseñar servicios que
generen valor añadido en función de las preferencias de los clientes.

Por lo tanto, la AMI se compone básicamente por los contadores inteligentes como
elemento principal, y en torno a ellos una red de comunicaciones que conecta los
diversos elementos comentados y agentes con los que interviene. Por esta razón los
sistemas de comunicación están íntimamente ligados a la AMI.

Componentes principales de la AMI

Sin embargo, estas interacciones entre los contadores y las comunicaciones


requieren la intervención de otros elementos que son igualmente relevantes para
la AMI, como ilustra el Gráfico 24. Así, más allá de la red de comunicaciones se sitúa
un tercer conjunto de elementos y herramientas que se ocupa de recibir y gestionar
los datos. A continuación, se describe cada uno de estos elementos, para ver
después aplicaciones prácticas de la AMI en casos reales.

Gráfico 24. Componentes de la AMI

Fuente: EPRI (2007).

El primer elemento de la AMI es el contador inteligente, punto de origen de los datos


de consumo y otras variables como la tensión, incluyendo señales integrables con
los procesos de automatización de la distribución (véase el apartado 3.4.5).

87
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Según EPRI (2007), el cliente incorpora en la red inteligente el contador inteligente,


que puede ser de varios tipos91, siempre que sea electrónico y de diseño avanzado.
La AMI, por sus caracterizas de amplio alcance, puede recibir y enviar información a
uno o varios contadores, más allá de los servicios eléctricos, gracias a las múltiples
aplicaciones que pueden integrarse en los contadores inteligentes. Esto está en
línea con la definición abierta de red inteligente que se mencionaba anteriormente.

Gracias a la recopilación y comunicación de datos de estos contadores, la AMI puede


dar soporte a la utilización de precios dinámicos y programas de gestión de la
demanda. Los contadores inteligentes posibilitan una comunicación bidireccional
de información con otros actores, la programación remota de dispositivos físicos
(firmware), así como ofrecer servicios de corte de suministro en remoto.

Para el JRC, el módulo de medición que el contador inteligente representa puede ir


acoplado a otros módulos de control y medición, dentro de un dispositivo situado
en la localización del consumidor. Esto constituiría una “caja de energía” o EB (energy
box, en inglés), un dispositivo situado en el punto donde se produce el consumo
(Giordano et al., 2012).

En el momento de elaborar este trabajo, los contadores inteligentes constituyen ya


una realidad tanto en el nivel residencial como comercial e industrial para muchos
gestores de redes de distribución y han recibido ya un importante impulso
legislativo en muchos Estados miembro de la Unión Europea y en otros países.92

91Ver, por ejemplo, Department for Business, Energy and Industrial Strategy (2018) o Uribe-Pérez et al.
(2016).
92 En España, por ejemplo, se puso en marcha hace muchos años un Plan de Sustitución de Contadores
orientado a alcanzar una penetración de los contadores inteligentes del 100% antes de finalizar el año
2018. Así, el Real Decreto 809/2006, de 30 de junio, por el que se revisa la tarifa eléctrica a partir del 1
de julio de 2006 estableció que, a partir del 1 de julio de 2007, los equipos de medida que debían
instalarse para nuevos suministros de energía eléctrica hasta una potencia contratada de 15 kW
(equipos de medida de tipo 5) y los que sustituyeran a equipos más antiguos deberán permitir la
discriminación horaria de las medidas, así como la telegestión de la información sobre consumos (p.
ej., lecturas en remoto, etc.). Posteriormente, la Orden ITC/3860/2007, de 28 de diciembre, por la que
se revisan las tarifas eléctricas a partir del 1 de enero de 2008, estableció los plazos que las empresas
distribuidoras debían cumplir para la sustitución de los contadores de medida, fijando como fecha
límite para la sustitución de todos los contadores el 31 de diciembre de 2018. La Orden IET/290/2012,
de 16 de febrero, modificó dichos plazos (sin cambiar la fecha límite para la sustitución total del parque
de contadores) quedando establecidos de la siguiente manera: (a) antes del 31 de diciembre de 2014
debía sustituirse un 35% del total del parque de contadores de hasta 15 kW de potencia contratada de
cada empresa distribuidora, (b) entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2016 debía
sustituirse otro 35% del total, (c) entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2018 deberá
sustituirse el 30% restante. A finales de 2016, se habían instalado más de 21 millones de contadores
inteligentes, lo que suponía el 74,5% del total del parque de contadores para consumidores con
potencia contratada igual o inferior a 15 kW.

88
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En España, en particular, se puede hablar de un estado muy avanzado de desarrollo


de este primer elemento de la AMI, con altos porcentajes de penetración de los
contadores inteligentes en general, y algunas diferencias entre las CC.AA. La CAPV
se encuentra en el grupo con mayor penetración, junto a la Comunidad Valencia,
Navarra, La Rioja y Cantabria, si bien todas las autonomías registran valores
superiores al 90% (Gráfico 25).

Gráfico 25. Mapa y porcentaje de consumidores domésticos con contador


inteligente telegestionado por CC.AA. a fecha de julio de 2018

Fuente: ESIOS (2018).

Sin embargo, aunque su desarrollo es clave para avanzar en el desarrollo de las


redes inteligentes, EPRI (2011) subraya que, a pesar de una tradición de décadas en
la industria, no fue posible su extensión al sector residencial hasta la caída de los
costes de estos dispositivos. El despliegue de los contadores inteligentes
representa, por tanto, un elemento necesario, pero no suficiente, para la existencia

89
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

de redes inteligentes y tiene lugar en una etapa inicial de un proceso gradual de


transformación de las redes93.

El segundo elemento de las AMI es el constituido por los sistemas de


comunicaciones, encargados de la recepción y el envío de la información. Aunque
ya se ha comentado que están íntimamente integrados en la AMI y juegan en ella
una de las tres funciones básicas, estos sistemas forman en realidad parte de una
red de comunicaciones avanzada más amplia y que abarca toda la red inteligente.
Tal es su importancia que en este trabajo se consideran con entidad propia (véase
el apartado 3.4.4).

Una de las tecnologías empleadas es la comunicación de datos a través de los cables


eléctricos o PLC (power-line communication), radiofrecuencia u otros. Aunque la
tecnología PLC es la más utilizada para la AMI, especialmente en Europa (Uribe-
Pérez et al., 2017), se verá en adelante cómo los métodos de comunicación pueden
ser diversos y dependen de cada caso y de cada empresa de distribución.

La tercera función básica de la AMI tiene lugar tras el paso de la información por el
sistema de comunicaciones, cuando la información recibida a través de estos
medios es almacenada en un sistema centralizado (host). En este momento, los
datos recogidos por los contadores llegan al sistema de gestión de datos o MDMS
(meter data management system, en inglés). Este sistema es el que se encarga de
recibir dichos datos, almacenarlos y organizarlos de forma lógica, posibilitando así
su consecuente análisis y procesamiento.

Siguiendo al JRC en Giordano et al. (2012), el MDMS es considerado como el depósito


principal de los datos que se recogen en un proyecto de red inteligente, incluyendo
datos sobre el consumo, sobre eventos y sobre el estado y la calidad de la red.
Además, el MDMS permite la validación de los datos recibidos y facilita la gestión de
otros equipos integrados en la red inteligente, como el módulo de medición (es
decir, el contador inteligente) y otros que se verán más adelante, como los
transformadores y otros dispositivos que utilizan los consumidores.

Para EPRI (2007) éste es el elemento que da a los datos un formato útil para el gestor
de la red inteligente. Sin embargo, debe decirse que no todas las compañías de
distribución utilizan un MDMS (DOE, 2016). En cualquier caso, si este sistema se
implementa, integrará los datos de los contadores con los sistemas de información

93 En línea con lo descrito en la sección en la que se definió la red inteligente, recuérdese en este
sentido que para LCS (2008) “red inteligente” no es sinónimo del despliegue de contadores inteligentes
y que para IEA (2011) la cualificación de una red como “inteligente” no ocurre en una única fase de
desarrollo.

90
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

y gestión esenciales para la operación de la red inteligente, especialmente en lo


relacionado con los sistemas y equipamientos que permiten la automatización de
la distribución, como los SCADA, GIS, DMS y OMS (descritos más adelante, véase el
apartado 3.4.5).

Se puede caracterizar así un funcionamiento conjunto entre la AMI y los sistemas


del cliente con el objeto de automatizar las funcionalidades, gestionar el consumo y
la demanda de una manera más eficiente u ofrecer flexibilidad (Gráfico 26). A través
de estos esquemas y procesos de gestión combinados la AMI permite al cliente
modular y gestionar su consumo de energía, en línea con el objetivo mencionado al
comienzo del apartado. Los sistemas que interactúan en esta línea del lado del
cliente se analizan en el apartado 3.4.7.

Igualmente, la interacción y comunicación rápida y eficiente de toda la información


sobre los consumos y sobre la operación de la red recogida por los distintos
dispositivos de medida es clave para avanzar en la automatización de los procesos
de distribución, como se verá más adelante (apartado 3.4.5).

Gráfico 26. Esquema del funcionamiento conjunto entre AMI y los sistemas
del cliente

Fuente: reelaborado a partir de DOE (2016).

91
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Casos reales de aplicación de la AMI

El proyecto CEDER-CIEMAT94 en Soria ofrece un ejemplo de cómo la AMI juega un


papel fundamental en una red eléctrica y, además, de cómo su tecnología puede
dar lugar a servicios adicionales. Según describe Uribe-Pérez et al. (2017), este
centro dispone de una microrred que cuenta con un conjunto de recursos
distribuidos, tanto de generación como de almacenamiento, estructurados en torno
a siete centros de transformación (Gráfico 27). Pueden distinguirse paneles
fotovoltaicos, aerogeneradores, baterías, bombas de calor, etc. ramificados a partir
de estos centros de transformación.

En esta microrred se optó por instalar una AMI. En primer lugar, se situaron
contadores inteligentes con un nodo de comunicaciones asociado a cada uno de los
recursos distribuidos. Asimismo, en cada centro de transformación se instaló un
concentrador de datos (uno por transformador, en caso de haber más de uno), que
juega el papel del host antes descrito.

Gráfico 27. Esquema de la microrred del CEDER-CIEMAT

Fuente: Uribe-Pérez et al. (2017). Nota: la zona con puntos señala un centro de transformación donde
se realizaron medidas relevantes para demostrar la viabilidad de transmitir datos adicionales sobre la
AMI.

94Centro de Desarrollo de Energías Renovables (CEDER), perteneciente al Centro de Investigaciones


Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT).

92
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La tecnología95 empleada en esta AMI utiliza la comunicación PLC en un rango 40-


90 kHz, definiendo una subred de comunicaciones configurada en forma de árbol
que tiene dos tipos posibles de nodos.

Existen por un lado unos nodos denominados “de servicio” incluidos en los
contadores inteligentes (y por tanto a su vez asociados a los recursos distribuidos)
que envían tramas de comunicaciones y mantienen la conectividad de esta subred
de comunicaciones.

Por otro lado, estos nodos de servicio se conectan a un nodo en el centro de


transformación que se denomina “base”, en el cual se gestiona y mantiene la subred.
Ambos tipos de nodos trabajan de forma sincronizada, con un estándar para
gestionar las situaciones en las que ambos tipos de nodos transmitan al mismo
tiempo.

Puede establecerse un cierto paralelismo, por un lado, entre la transmisión de


electricidad entre el centro de transformación a recursos distribuidos, y por otro
lado entre el nodo base y los nodos de servicio. Esto se corresponde con la idea de
que se produce una “convivencia” entre las infraestructuras eléctricas y los sistemas
de telecomunicaciones (véase el apartado 3.4.4).

Por otra parte, uno de los beneficios del estándar empleado para el trabajo
sincronizado de los nodos es que define una interfaz entre capas de datos, donde
se pueden adaptar formatos de éstos, como el formato IP.

Esto implica que el nodo base puede manejar simultáneamente distintos perfiles de
comunicaciones relativos a aplicaciones diferentes que utilizan información
proveniente de los contadores inteligentes. El Gráfico 28 muestra una captura de
pantalla del software empleado para generar el tráfico IP y medir el rendimiento de
la red.

De hecho, este era el objetivo de Uribe-Pérez et al. (2017), demostrar que la AMI
puede emplearse para usos distintos a la medida y, por tanto, puede formar parte
de una plataforma multiservicio, lo que ejemplifica la transversalidad de los
sistemas de comunicación que se verán a continuación.

95 Se denomina PRIME por sus siglas en inglés (PoweRline Intelligent Metering Evolution). Se trata de un
estándar de PLC para medición avanzada (AMI), control de red y monitorización de activos, orientado
a establecer una serie de estándares internacionales abiertos. PRIME se ha desarrollado sobre todo en
Europa, en 15 países, y se emplea en 18 millones de contadores inteligentes (Prime-Alliance, 2018).

93
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 28. Detalle del flujo de datos del software empleado

Fuente: Uribe-Pérez et al. (2017). Nota: Se aprecian el flujo de datos, las tasas de bits obtenidas para
cada intervalo y la tasa de bits al final de la sesión (ejecutada en el lado del servidor).

Siguiendo con esta idea de elementos multiservicio, puede verse un ejemplo de


aplicación de la AMI operando con sistemas de distribución en la ciudad de Kansas.
DOE (2015) recoge que la compañía KCP&L96 ha usado la AMI en un proyecto de
investigación y desarrollo de una red inteligente, tras comprobar que era
económicamente viable la sustitución de los dispositivos de medida existentes.
Gracias a la implantación de la AMI, esta compañía pasó a recibir datos sobre el
consumo de energía cada 15 minutos, en lugar de una vez al día. Los datos de la
AMI son procesados en el MDMS de esta empresa, que es capaz de recibir
información en remoto o mediante recolección manual proveniente de contadores
ubicados en áreas rurales donde aún no se ha actualizado la red, si bien estos
grupos de datos se mantienen en sistemas diferenciados.

El proyecto de demostración de KCP&L es también un ejemplo de cómo el AMI


interacciona con el sistema de gestión de apagones (outage management system,
OMS), ya que el primero suministra información al segundo, dando lugar a un

96 Kansas City Power & Light, en inglés.

94
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

sistema proactivo de detección de fallos, con mejoras en los índices de fiabilidad de


la compañía.

Por último, debe mencionarse que en el análisis de AMI es importante distinguir


entre los diferentes tipos de cliente, como hace EPRI (2011) y muestra el Gráfico 29.
Como indica Uribe Pérez (2017), el consumo de los usuarios finales
(independientemente de si son industriales, comerciales o residenciales) se consulta
de forma remota a través de sus contadores inteligentes asociados. El acceso a
dichos contadores se realiza a través de los concentradores de datos mediante la
tecnología de AMI empleada (en el caso del Gráfico 29, mediante PLC), mientras que
a dichos concentradores se llega por vía inalámbrica o a través de cable.

Gráfico 29. Ejemplos de AMI en distintos entornos

Fuente: Uribe Pérez (2017). Nota: Ejemplos relativos a la aplicación de PLC en sistemas de medición
avanzada.

Sistemas de comunicaciones y ciberseguridad

Cada contador inteligente debe poder comunicarse con otros elementos de la red
inteligente con el objeto de intercambiar datos de operación y consumo de los
dispositivos con el sistema de gestión de información del gestor de la red y los
sistemas de control.

Esta comunicación ha de ser multidireccional, a través de la integración de


elementos de hardware y software, entre los mismos contadores y otros sistemas de
la AMI, pero también con los agentes que interaccionan con esta, como los

95
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

consumidores y sus dispositivos, los proveedores de servicios o el operador del


sistema de distribución.

Se establece así un punto central en la construcción de una red de comunicaciones


avanzadas que abarcará el conjunto del sistema de distribución y el resto de la red
inteligente97, tal como IEC (2018a) considera (Gráfico 30). Es decir, las
comunicaciones deben integrar la automatización de la distribución, las
subestaciones o los sistemas de gestión de la energía que forman parte la red
inteligente. Esta circunstancia implica para EPRI (2011) que en EE.UU. el 80% de los
circuitos existentes y el 100% de las nuevas infraestructuras habrían de incorporar
los sistemas de comunicación avanzados para 2030, como elemento central de los
circuitos inteligentes de distribución eléctrica.

Gráfico 30. Detalle del mapa de estándares de la IEC sobre comunicaciones

Fuente: IEC (2018a).

De esta manera, y considerando esta complejidad y sus implicaciones, las


comunicaciones avanzadas conforman en sí mismas un bloque que se trata de
manera independiente de la AMI y del resto de la red inteligente, siendo trasversal
a esta.

En la práctica, los flujos de información orientados tanto a las mediciones como al


control de la red conviven con el sistema de flujos eléctricos (Uribe Pérez, 2014),
como puede apreciarse en el Gráfico 31.

Además, este entorno de comunicaciones avanzadas constituye el sistema


necesario para posibilitar las nuevas actividades y funciones del OSD comentadas
en la Sección 2.3.

97Por ejemplo, Wakefield (2009) ilustra para EPRI cómo la infraestructura de información y
comunicaciones se desarrolla a lo largo de toda la red eléctrica y el sistema de mercados.

96
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 31. Esquema de la convivencia entre el sistema eléctrico y el sistema


de comunicaciones

Fuente: Uribe Pérez (2014).

Pese a esta esta transversalidad y a la importancia de las comunicaciones para


integrar la gestión de la demanda y las operaciones de la compañía eléctrica, EPRI
(2011) destaca que no existe una tecnología para las comunicaciones considerada
óptima para todas las aplicaciones de la red, dada la variedad en los modelos de
arquitectura para integrar los dispositivos residenciales con el resto de sistemas de
red.

En última instancia cada sistema y tecnología de comunicación de datos presenta


ventajas y limitaciones, por lo que su elección dependerá de las necesidades y
circunstancias concretas de cada proyecto de red inteligente. Uno de los grandes
desafíos identificados por EPRI en este sentido es la limitada interoperabilidad entre
dispositivos y sistemas. El documento resultante del acuerdo entre EPRI y NIST
mencionado anteriormente y relativo a los estándares de interoperabilidad de las
redes inteligentes (EPRI, 2009) trata de dar respuesta a este problema y es capaz de
señalar tecnologías que puedan jugar el papel de protocolos de comunicación.

La cuestión de los estándares de interoperabilidad, incluyendo los relativos a las


telecomunicaciones, también ha sido identificada como un problema urgente y ha
sido abordada a nivel europeo e internacional, como se señaló en la Sección 2.2.

EPRI (2011) destaca que a principios de la presente década la mayoría de los


proyectos de redes inteligentes en EE.UU. habían escogido la radiofrecuencia como
medio para la transmisión de información, aunque las compañías eléctricas han ido
contemplando canales alternativos98. Una de estas posibilidades es la tecnología

98 Internet o los mismos contadores como puerta de entrada de información son algunas alternativas.

97
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

PLC (a través de las líneas eléctricas), una de cuyas aplicaciones se analiza en el


apartado 3.4.7.

Un ejemplo de este uso de la radiofrecuencia para la comunicación de dispositivos


con un centro de mando integrado en una red inteligente es el que proponen Sanz
et al. (2017). La radiofrecuencia puede emplearse para el encendido en remoto de
farolas solares, aunque para estos sistemas de telecontrol también puede haber
otras alternativas99.

El objetivo de esta comunicación es poder integrar la iluminación viaria con recursos


distribuidos como paneles solares y baterías, y para ello los mismos autores ponen
como ejemplo la ciudad de San Sebastián de los Reyes (Madrid), que usa el “internet
de las cosas” o IoT (Internet of Things, en inglés) como medio de comunicación para
el seguimiento y la telegestión de cada farola (integrados en la gestión de la red).

Otras soluciones de transmisión de datos que pueden proponerse son el NFC (near
field communication en inglés) o el BLE o bluetooth de baja energía (Bluetooth Low
Energy en inglés). Todas estas tecnologías permitirían, en teoría, que los dispositivos
(sensores y actuadores) de un cliente eléctrico se integren en un desarrollo
blockchain100 para transacciones seguras.

Estos desarrollos deben cumplir los requisitos relativos a las medidas y que los
dispositivos sean capaces de comunicarse con el exterior, en este caso con el
objetivo de ofrecer funcionalidades a los dispositivos móviles del usuario. Como
describe Monzón (2017), en este tipo de desarrollos, los activos de la red adquieren
a través de los dispositivos a los que están asociados funcionalidades blockchain.
Esto implica avanzar en el desarrollo de aplicaciones de los dispositivos IoT
relacionadas la gestión de la energía, contribuyendo de esta manera a la integración
activa de los “prosumidores” en la gestión de los sistemas inteligentes de
distribución.

El despliegue de este tipo de soluciones de comunicación de datos y de nuevas


funcionalidades ligadas a las potencialidad de la integración de la AMI con el IoT o
con tecnologías como blockchain es la seguridad e integridad de la información. La
cuestión de la seguridad lleva a analizar las comunicaciones avanzadas no solo
desde el punto de vista de su aportación en términos de funcionalidades, sino de la
vulnerabilidad de los sistemas de información en general.

99Estas incluyen RTB o GSM. Al margen del telecontrol se contempla la célula fotoeléctrica o la
programación mediante reloj astronómico.
100 Cadena de bloques.

98
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Es decir, la combinación de redes de comunicaciones cada vez más complejas y el


hecho de que los equipos se encuentren cada vez más digitalizados incrementa la
demanda de fiabilidad del sistema y de resiliencia ante ataques externos. Los
sistemas de comunicaciones deben ser, por tanto, redundantes, disponer de
capacidad de autorreparación y, sobre todo, incorporar ciberseguridad; es decir,
encriptación y protección de los datos y los sistemas de información.

Gauci et al. (2017) ilustra bien estos nuevos riesgos a los que están expuestos las
redes, describiendo casos reales en los que los fallos o la falta de ciberseguridad
han comprometido a agentes del sistema eléctrico. Uno de los casos más notables
es el del ciberataque sufrido por tres operadores eléctricos en Ucrania (OTAN, 2016).

Tabla 16. Posibles capas de ciberseguridad de una compañía eléctrica


Nivel de
Capa Descripción Componentes
profundidad
Incluye herramientas y procesos
para monitorizar sistemas y redes,
Controles de SEIM
Capa más asegurar el cumplimiento
gestión de Patch management
superficial continuo de los estándares de
ciberseguridad Log management
ciberseguridad y se enfoca en las
amenazas potenciales.
Busca medidas para gestionar y
proteger la transmisión de datos a
través de la red. Esto incluye la
Capa gestión de la capacidad de los Firewall
Controles de
intermedia diferentes usuarios para ganar NIDS
red
exterior acceso a sistemas delicados. Busca NBAD
igualmente el cumplimiento de los
estándares y el enfoque a las
potenciales amenazas.
Utiliza la encriptación de datos o
de comunicaciones para proteger
Capa Encryption
Controles de la información tanto en
intermedia PKI
información movimiento como en reposo que
interior SFTP
provenga de accesos no
autorizados.
Formados por medidas que
incluyen reforzar servidores o
Antivirus
Capa más Controles de terminales, antivirus, o el empleo
Whitelisting
profunda activos de listas de aprobación para
Hardening
mejorar la resiliencia de los
sistemas en caso de ser atacados.

Fuente: adaptado de Morrill y Crowford (2017).

99
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Ante la inevitabilidad de los ataques cibernéticos, las compañías eléctricas, por


tanto, deben incorporar a sus controles de hardware y software prácticas de gestión
de la ciberseguridad (Morrill y Crowford, 2017) y establecer planes de contingencia
ante ataques exitosos. Uno de los enfoques de ciberseguridad más avanzados
consiste en la “defensa en profundidad” (OHS, 2016) mediante diversas “capas” de
redundancia en la ciberseguridad (Tabla 16).

Además de la estructura por capas de las herramientas de ciberseguridad,


siguiendo con Morrill y Crowford (2017), es recomendable que los sistemas
altamente interconectados (como es el caso de las redes inteligentes) se segmenten
en zonas de ciberseguridad (Gráfico 32).

Gráfico 32. Zonificación de la ciberseguridad

Fuente: Morrill y Crowford (2017).

Los factores inductores de esta división son las vulnerabilidades comunes que
requieran sistemas de control parecidos, de manera que los activos y controles que
respondan a esas características se agrupen en una misma zona. Así en el Gráfico
32 pueden verse elementos de la red inteligente que se analizan en este capítulo
divididos en cuatro zonas distintas.

Una primera zona externa contiene los recursos distribuidos y otros dispositivos. Se
trata de los elementos físicos y representan los más expuestos en cuanto a nivel de
seguridad, aunque son los menos críticos. Entre los elementos de la zona externa y

100
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

los siguientes en el nivel de protección se puede hablar de un software intermedio o


middleware101 que actúa como capa de conexión.

Tras el middleware, se sitúa la DMZ (demilitarized zone, en inglés) o zona perimetral.


Esta zona incorpora mayores controles que las adyacentes, al hacer de puente entre
los sistemas externos y la red interna de la compañía eléctrica. Aquí se pueden
encontrar la AMI o los servicios web de la compañía (portales).

Más allá de la DMZ se encuentra la red interna de la compañía eléctrica, separada


de aquella por otro middleware. Esta se compone por dos zonas, siendo la menos
protegida la zona back-office o administrativa, donde puede encontrarse el MDMS,
separado del resto de la AMI. Al no estar en contacto con la zona externa, la zona
administrativa no incorpora tantos elementos de ciberseguridad como la DMZ. La
otra zona que puede definirse dentro del dominio de la compañía (tecnología
operativa u OT102, en el Gráfico 32) alberga las infraestructuras más críticas (DMS y
EMS) y, por tanto, requiere los mayores controles.

Gráfico 33. Segmentación y medidas de seguridad perimetral para un DMS


avanzado

Fuente: Gauci et al. (2017).

101Software situado entre un sistema operativo y las aplicaciones que se ejecutan en el mismo,
funcionando como una capa para permitir la comunicación y la administración de datos. Actúa como
una “canalización” al conectar dos aplicaciones para que se puedan transmitir datos y bases de estos
con facilidad (Microsoft Azure, 2018).
102 Véanse las estrategias de seguridad en profundidad (DHS, 2016).

101
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gauci et al. (2017) consideran que las infraestructuras eléctricas críticas (p. ej., DMS,
SCADA y subestaciones eléctricas), en las que puede intervenir en teoría el IoT,
requieren una evaluación de riesgos y de la seguridad desde el diseño inicial, que
lleve finalmente a la aplicación de medidas adecuadas de ciberseguridad. El Gráfico
33 muestra un ejemplo de seguridad perimetral para un DMS avanzado, en torno a
una arquitectura que contempla zonas de seguridad como la DMZ.

Automatización de las líneas de alimentación hasta la baja tensión

La automatización de la distribución, incluyendo la baja tensión, es la parte central


de la red inteligente, pues es la que, según asegura EPRI (2011), permitirá la plena
funcionalidad del nuevo tipo de red, al generar un contexto de funcionamiento
automático de interruptores, reconectores y condensadores, abarcando también el
alcance de la automatización una parte importante del funcionamiento de las
subestaciones (Gráfico 34).

Gráfico 34. Esquema de un sistema de automatización de la distribución

Fuente: Madrigal et al. (2017). Nota: se corresponde con el nivel 2 de modernización de la red (apartado
3.4.1).

Pese a que el conjunto de elementos y sistemas de automatización incluye las


subestaciones, estas se tratarán en adelante como un bloque de elementos por
separado con entidad propia debido al papel que juegan estos activos en la
integración de los recursos energéticos distribuidos.

102
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Según EPRI (2011), el objetivo último de la automatización es que la “inteligencia”103


de la red se extienda de las subestaciones y de la AMI en los puntos de consumo a
todos los elementos entre ellos (i. e., a lo largo de las líneas de alimentación). Así, la
automatización de la baja tensión destaca como una de las características claves de
las redes inteligentes. Las líneas de alimentación, por tanto, son los elementos
conductores de la automatización de la distribución y, por ello, se analizan en este
bloque de elementos, constituyendo además el grupo más complejo de activos,
especialmente en lo relativo a la caracterización de los costes de las redes
inteligentes (véase la Sección 4.3).

Gráfico 35. Esquema básico de una línea de alimentación (feeder en inglés)

Fuente: GE (2018).

Las líneas de alimentación son líneas de distribución que transportan la corriente


eléctrica desde las subestaciones hasta los centros de transformación cercanos a
los consumidores finales (Gráfico 35). Son, por tanto, vías de suministro de
electricidad a aquellos consumidores finales, especialmente los residenciales,
aunque también los comerciales y muchos industriales, que no se alimentan
directamente de la red de transporte, como pueda ser el caso de algunos
consumidores industriales.

103Se entiende por “inteligencia” la autonomía de respuesta de determinados procesos de operación,


que se ejecutan de acuerdo con la información de detalle disponible sobre el estado y funcionamiento
de la red eléctrica, algoritmos predeterminados, procesos de “aprendizaje”, etc.

103
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Las líneas de alimentación discurren hasta los nodos de la red donde se centralizan
los contadores. Desde una línea de alimentación general puede haber derivaciones
a las distintas localizaciones donde se ubican, de forma centralizada, los contadores
(Ministerio de Ciencia y Tecnología, 2003) (Gráfico 36).

Gráfico 36. Ejemplos de líneas de alimentación en Estados Unidos

Fuente: EPRI (2012; 2016).

Gráfico 37. Ejemplo de reconfiguración de la distribución

Fuente: Madrigal et al. (2017).

La extensión104 de la “inteligencia” de la red a las líneas de alimentación busca


mejorar la eficiencia del funcionamiento y la operación del sistema de distribución.
Por ejemplo, el funcionamiento automático de los interruptores permite que los
sistemas de distribución sean capaces de reconfigurarse y protegerse de manera
autónoma en distintas situaciones operativas (Gráfico 37).

104La automatización de las líneas de alimentación implica aplicar a los sistemas de baja tensión
procesos que en parte están ya desarrollados en otros niveles de tensión aguas arriba. Al igual que
ocurre en el caso de la AMI y los contadores inteligentes, estos desarrollos descansarán sobre
tecnologías parcialmente ya implementadas.

104
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Esta capacidad de adaptación a las condiciones reales de las redes y a los patrones
de consumo y generación distribuida105 permitirá hacer frente a fallos en
equipamientos, líneas, etc., y a otras contingencias, realizar labores de
mantenimiento preventivo y predictivo e integrar recursos energéticos distribuidos
muy diversos mediante controladores de electrónica de potencia y otras
tecnologías. El resultado será un incremento de la fiabilidad y el rendimiento del
sistema y una reducción de las pérdidas, a través de un mejor control de la tensión
y la potencia reactiva, junto con otras mejoras en los procesos operativos.

EPRI (2011) estimó que el 55% de las líneas de alimentación existentes en Estados
Unidos llegarían a integrarse en los mecanismos y procesos de automatización de
la distribución en 2030 y que para ese año todas las líneas nuevas estarán
preparadas por defecto para operar en un contexto de automatización de procesos
operativos de gestión de la red inteligente.

Componentes principales de la automatización de las líneas de alimentación hasta


la baja tensión

1. El sistema de gestión de la distribución (DMS)

Entre los principales componentes que permiten la automatización de la


distribución destaca el llamado sistema de gestión de la distribución o DMS106
(distribution management system, en inglés). Se trata de un sistema de seguimiento y
control que emplea dispositivos de recolección en modo remoto de datos y
sensores. En la práctica, el DMS es el sistema de gestión de la red que permite una
comunicación en tiempo real con las infraestructuras, incluyendo una de las
capacidades fundamentales del sistema: la posibilidad de ejecutar acciones de
control remotas sobre la red. Por tanto, el DMS representa un elemento central de
vital importancia para la obtención de información sobre el estado de la red y para
su operación eficiente.

2. El sistema SCADA

Para la implementación del DMS deben coordinarse e integrarse los distintos


sistemas de información. En primer lugar, forman parte del avance en la

105 Los datos recogidos por la AMI en tiempo real jugarán un papel fundamental en este proceso.
106El JRC, en Giordano et al. (2012), lo reconoce como uno de los principales elementos de las redes
inteligentes.

105
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

automatización los sistemas de control de supervisión y adquisición de datos


(supervisory control and data acquisition o SCADA, en inglés).

El sistema SCADA se emplea para la supervisión, control y operación de la red y


permite registrar grandes cantidades de datos para su almacenamiento y
procesamiento en un sistema informático centralizado (Castro y Álvarez, 2013). Este
sistema se comunica con módulos de control locales, ubicados en distintos
dispositivos y nodos de la red, donde se ejecutan los procesos automáticos.

La integración y coordinación de todos los módulos que conforman el sistema


SCADA facilita a los operadores de redes inteligentes el control remoto de bancos
de condensadores, interruptores, seccionadores y elementos de regulación de la
tensión, utilizando la información recogida mediante un conjunto de sensores y
otros dispositivos de medición sobre los niveles de tensión, la demanda, la potencia
aparente y la potencia reactiva, el estado de los equipos y la secuencia de las
operaciones realizadas o un registro de incidencias.

La combinación de los datos almacenados en los sistemas SCADA con información


de las subestaciones con capacidad de operar en modo automático, a través del
software de red inteligente adecuado (comunicaciones), permitirá a los sistemas de
supervisión y control del operador de la red realizar un análisis y establecer
recomendaciones sobre cómo realizar reconfiguraciones (automáticas) del sistema
ante cambios en las condiciones operativas de la red o ante fallos en dispositivos,
líneas, etc., de cara a alcanzar un rendimiento óptimo en la operación del sistema
de distribución de energía.

3. Los sistemas de información geográfica (GIS)

El segundo sistema que se requiere combinar para la implementación del DMS es


el sistemas de información geográfica (geographic information system o GIS, en
inglés). Gracias a estos es posible obtener representaciones y datos visuales de la
ubicación de todos los equipos, activos y dispositivos de las redes de distribución.
Los sistemas GIS integran hardware, software y datos que permiten realizar un
seguimiento de todos los elementos georreferenciados en la red.

Las funcionalidades de este tipo de sistemas son muy variadas y potentes y


permiten evaluar los riesgos de la red (p. ej., riesgos de fallos en líneas o
subestaciones, apagones, etc.), valorar potenciales inversiones en nuevos activos,
mejorar la comprensión sobre el comportamiento de los consumidores finales,
identificar la disposición óptima de los equipamientos y tecnologías (por ejemplo,
sensores en las redes o contadores inteligentes, optimizar los procesos de
mantenimiento de las redes, etc.)

106
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 38. Esquema de un procesador de eventos

Fuente: DOE (2016).

Gráfico 39. Muestra visual de un OMS en Estados Unidos

Fuente: DOE (2016).

4. El sistema de gestión de interrupciones de suministro (OMS)

En resumen, la combinación de los sistemas SCADA y GIS es fundamental para la


operación del DMS. La integración entre estos tres sistemas posibilita una
arquitectura básica de la gestión de la automatización que interactúa con otros
sistemas descritos en los apartados precedentes como son la AMI y en concreto el
MDMS.

107
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Probablemente la interacción más relevante tiene lugar con el sistema de gestión


de interrupciones de suministro u OMS (outage management system, en inglés), que
básicamente es un procesador de eventos (Gráfico 38 y Gráfico 39).

Funcionamiento del DMS

Como puede verse en el Gráfico 40, el DMS recibe tanto la información dinámica en
tiempo real procedente del SCADA, el OMS y la AMI como la información de carácter
más estático procedente del GIS.

Gráfico 40. Esquema de la arquitectura de la DMS

Fuente: Madrigal et al. (2017).

El procesamiento de toda esta información permite que el DMS intervenga en la


operación de la red, tomando decisiones sobre si debe llevarse a cabo una
reconfiguración del sistema de distribución y, en su caso, si debe actuarse de forma
automática sobre el mismo mediante comandos enviados a los módulos de control
de los distintos activos y dispositivos.

El alcance de la intervención óptima identificada por los algoritmos de valoración y


control del DMS dependerá del grado de automatización de las líneas de
alimentación y de otros elementos de la red de distribución107. En caso de que no

107 En relación con esta automatización limitada del sistema de distribución, en particular en los
centros
de transformación, cabe destacar que la existencia de aplicaciones avanzadas que relacionan los
sistemas DMS-SCADA-GIS y valoran el estado de la red permiten que, incluso sin disponer de

108
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

exista una automatización completa de la cadena de procesos operativos, podría


realizarse de forma manual (a través de un equipo de campo).

Lo cierto es que la integración de los sistemas SCADA y GIS es una realidad hoy en
día en las redes eléctricas (tanto de transporte como de distribución), aunque se
observa una tendencia a la integración con los DMS, debido a la relevancia de este
sistema de control en un contexto de automatización creciente de los procesos
operativos.

Parte de la literatura sobre estas cuestiones considera que esta integración puede
avanzar hacia sistemas de control más desarrollados con un mayor rango de
funciones relacionadas con la operación de la red eléctrica, por lo que podría
hablarse de un sistema de gestión avanzada de la distribución (advanced distribution
management system o ADMS, en inglés). El Gráfico 41 muestra el alcance de un
ADMS, de acuerdo con el Departamento de Energía del gobierno de los EE.UU.

Gráfico 41. Elementos que intervienen en un ADMS

Fuente: DOE (2016).

La automatización de la distribución implica, como hemos visto, el desarrollo de


sistemas DMS-SCADA-GIS integrados, pero también el despliegue de sensores
avanzados de distribución y otros dispositivos electrónicos avanzados (IEDs) y la
puesta en marcha efectiva de comunicaciones bidireccionales avanzadas.

información completa, puedan tomarse igualmente decisiones óptimas desde el punto de vista de la
operación de la red inteligente.

109
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 42. Interruptor-seccionador en alta tensión de la subestación


primaria Raffineria (Roma, Italia)

Fuente: Vitiello et al. (2015).

Gráfico 43. Fundamentos de la modernización de la distribución

Fuente: Madrigal et al. (2017).

Cuando la automatización de la distribución tiene lugar en una red urbana densa


puede incluir además otros elementos innovadores, como los transformadores
inteligentes y elementos de protección de la integridad de las redes, como los
reguladores de las subestaciones, los bancos capacitores, los seccionadores de
corriente u otros dispositivos de regulación (Gráfico 42 y Gráfico 43).

110
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Casos reales de aplicación de la automatización en líneas de alimentación

En España se puede ver un caso de aplicación real del DMS en la red de SmartCity
Málaga, un proyecto desarrollado en la misma ciudad para, entre otras metas, las
pruebas y desarrollo de nuevos modelos de gestión de energía y operación de red
(JRC, 2018b).

Dentro del área que ocupa este proyecto108, se ha llevado a cabo a su vez el proyecto
MONICA (siglas de Monitorización y Control Avanzado), de cara a extender la
capacidad de diagnóstico de la red de alta tensión a la de media y baja tensión
(Endesa, 2016).

El sistema empleado para dicho diagnóstico es el llamado estimador de estado (EE).


Estos estimadores sirven para determinar cuál es el estado más probable de un
sistema en función de un conjunto de medidas recogidas de forma remota y
periódica por un sistema SCADA.

En el caso de MONICA, el EE debe recibir información en tiempo real de una serie


de sensores desplegados y de los contadores inteligentes.

El objetivo con dicha implementación es doble: por un lado, que la operación de la


red inteligente pueda mejorarse mediante el uso de la información en tiempo real
que recoge el estimador de estado y, por otro lado, que los DMS puedan incorporar
aplicaciones para aprovechar de manera óptima la información del estimador
(Gómez et al., 2017).

De esta forma ambos elementos se alimentan recíprocamente, permitiendo que el


estimador de datos cumpla con diversas funciones (Gráfico 44).

El estimador de estado, gracias a su relación con el DMS, se convierte en el núcleo


central de este sistema de diagnóstico, con un potencial para el desarrollo de
diversas funcionalidades, como la detección de medidas erróneas, la desagregación
de la pérdidas o la optimización de la planificación de la red, entre otras.

108El área de SmartCity Málaga incluye, entre otros elementos propios de las redes inteligentes,
proyectos relevantes en España para el vehículo eléctrico como son el ZEM2ALL y el Green eMotion.
Puede encontrarse más información sobre estos proyectos en Álvarez y Menéndez (2017).

111
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 44. Esquema de herramientas de monitorización y diagnóstico en


tiempo real propuesto para redes de MT/BT en el proyecto MONICA

Fuente: Gómez et al. (2017).

La implantación de un sistema de estimación de estado ha llevado al


establecimiento de los sistemas de gestión de la energía o EMS (Abur y Gómez,
2004), uno de los elementos más importantes en la red inteligente y que se analizará
más adelante (apartado 3.4.7).

Otro ejemplo de soluciones reales y probadas en cuanto a los elementos de


interacción en torno a un DMS puede verse en el proyecto UpGrid de la CAPV (véase
más adelante en el apartado 3.5.5).

Aunque en este proyecto no se busca la implementación del DMS como tal, muestra
cómo el GIS es parte importante de un proyecto de redes inteligentes, al ofrecer
información esquemática de centros de transformación y de las líneas de baja
tensión hasta el momento no existente (Bachiller et al., 2017).

La herramienta que incorpora el GIS se integra con sistemas preexistentes, tales


como el SCADA y el OMS (Gráfico 45).

Se logra así de identificar incidencias que se resuelven antes incluso de que un


cliente sea consciente de la misma, con mejoras obtenidas en el tiempo de
resolución medio de las mismas de un 44% (16 minutos sobre 36) y una mejora en
la precisión de los informes generados.

112
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 45. Esquema simplificado de la integración de la herramienta en baja


tensión del proyecto UpGrid y el intercambio de información

Fuente: Bachiller et al. (2017).

Centros de transformación inteligentes

La penetración a gran escala de recursos energéticos distribuidos y todas las


funcionalidades que estos aportan, entendiendo en este sentido no una
configuración centralizada, sino dispersa por diversos puntos de la red de media y
baja tensión, genera nuevas situaciones operativas que alteran el equilibrio de la
red, como desequilibrios en la tensión de red o parpadeos lumínicos109 o armónicos
respecto del estado habitual de la red.

La plena y efectiva integración en la red de estos recursos requiere una planificación


detallada y nuevas estrategias de operación de la red. En el pasado, las primeras
unidades de potencia eran conectadas a la red de distribución sin necesidad de
estudio o preparación específica del sistema, pero el incremento de instalaciones
de generación distribuida hace que se deba atender a circunstancias que hasta
ahora se relacionaban más con grandes plantas generadoras conectadas
únicamente a la red de transporte (Siemens AG, 2018).

Un aspecto crucial para garantizar una integración eficiente de los recursos


energéticos distribuidos es completar la “inteligencia” de los transformadores y las
subestaciones de la red de distribución. Se trata de completar los niveles de
automatización ya implementados en las líneas de alimentación y en las

109 Flickers en inglés.

113
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

subestaciones con nuevos elementos y procesos que incrementen la “inteligencia”


de estos activos.

En este trabajo se habla de centros de transformación inteligentes o CTI,


protagonistas por la importancia de la cercanía entre estas infraestructuras y los
recursos distribuidos, sobre todo en la media y baja tensión. Junto con los CTI, para
desarrollar todos los procesos automatizados necesarios hay que considerar el
conjunto de transformadores del sistema de distribución. Este conjunto es el que
engloba todas las funcionalidades de los desarrollos reales que se verán a
continuación (Gráfico 46).

Gráfico 46. Esquema típico de una subestación de distribución

Fuente: GE (2018).

Estos activos de las redes inteligentes de distribución son relevantes, no tanto por
su aportación en términos de innovación en los elementos de transformación, sino
por su aportación a la hora de integrar los recursos distribuidos a través de
tecnología avanzada y de los nuevos sistemas de control y de gestión del sistema de
distribución. De hecho, permiten completar la automatización de la distribución
más allá de las líneas de alimentación, como se indicó más arriba, ya que facilita la
respuesta del sistema ante fallos en la red.

Por ejemplo, en caso de fallo en una línea de alimentación, la existencia de


generación distribuida facilita la transferencia de carga con las líneas adyacentes en
combinación con la gestión de los interruptores, siempre que tenga lugar una
gestión de la fluctuación de carga a raíz de la restauración, como muestra de manera
simplificada el Gráfico 47.

114
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 47. Esquemas del papel de la generación distribuida y la


automatización de la red en la transferencia de carga

Fuente: Schneider Electric (2012).

Gráfico 48. Incremento del margen entre la capacidad del sistema y la


absorción del crecimiento de la carga por recursos distribuidos mediante
software de red inteligente

Fuente: Schneider Electric (2012).

La gestión de la carga de manera que se mantenga un margen entre esta y la


capacidad del sistema a la hora de integrar los recursos distribuidos y afrontar el
crecimiento de la demanda debe realizarse a través del desarrollo de software que
permita un análisis avanzado de la información existente en tiempo real y modelizar
la red de manera que se optimice la operación de la red. Este software abarca, como

115
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

puede verse en el Gráfico 48, elementos de control para recursos distribuidos,


automatización de la red y herramientas de comunicación para mantener el margen
necesario entre carga y capacidad.

Con este propósito, el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL o National


Renewable Energy Laboratory en inglés)110 de Estados Unidos ha desarrollado un
interfaz de red controlable (CGI o controllable grid interface en inglés) que permite
que las tecnologías de generación eólica y solar, así como sistemas de
almacenamiento, interactúen con la red de forma centralizada, minimizando las
implicaciones de la integración de estos recursos energéticos distribuidos sobre la
estabilidad de las redes inteligentes (NREL, 2015). El Gráfico 49 muestra un esquema
de la interfaz CGI de NREL.

Gráfico 49. Interfaz CGI de pruebas de NREL

Fuente: NREL (2015).

EPRI (2011) ha trabajado también en un concepto similar relacionado con la


“transformación inteligente”. Desde el punto de vista de este instituto, un interfaz
de energía renovable con la red inteligente (renewable energy grid interface o REGI,

110 Ver https://www.nrel.gov/.

116
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

por sus siglas en inglés) será una herramienta clave en la estrategia de desarrollo
de red inteligente.

Bajo la consideración de que los transformadores de distribución necesitarán


también en el futuro, entre otras funciones, servir como punto de interfaz para los
recursos distribuidos, incluyendo los dispositivos de almacenamiento y los vehículos
enchufables111, EPRI sostiene que los transformadores convencionales presentan
diversas carencias que requieren una adaptación para facilitar el despliegue de la
red inteligente.

Para ello, ha desarrollado el concepto de “transformador universal inteligente”


(intelligent universal transformer o IUT, en inglés), que pueda integrarse, junto con un
REGI, en la red de distribución. Este tipo de transformador incluye un interfaz de
energía bidireccional para la integración directa de sistemas fotovoltaicos y de
almacenamiento, así como para las instalaciones de recarga de vehículos eléctricos,
e incorpora comandos y funciones de control para la integración de sistemas
distribuidos y la gestión local y remota de las infraestructuras (Gráfico 50).

Gráfico 50. Esquema del IUT

Fuente: McGranaghan (2009).

111EPRI se refiere específicamente a los vehículos híbridos enchufables (PHEV), pero a fecha de este
trabajo el desarrollo de los vehículos eléctricos de batería (BEV) hace más prudente generalizar a
vehículos enchufables como término general.

117
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Redes de área local, redes de área domésticas y sistemas de gestión de


energía

El último bloque de elementos clave de una red de inteligente se refiere al conjunto


de dispositivos que se sitúan en el ámbito físico de los puntos de suministro (y, por
tanto, de los consumidores finales) y a la red de control de dichos dispositivos y
equipamientos.

Existen dos tipos de redes en torno al consumidor de energía: la red de área local y
la red de área doméstica o del hogar. La red de área local o LAN (local energy network
en inglés)112 es el sistema a través del cual los consumidores de energía pueden
involucrarse de forma activa en la gestión de su consumo de electricidad, con la
posibilidad de modificar las decisiones sobre su uso con un tiempo y esfuerzo
menor y atendiendo a criterios de eficiencia (p. ej., según los precios de la energía
en tiempo real o en función de los servicios de flexibilidad que puedan demandar
los operadores de los sistemas de distribución).

Las redes LAN integran dentro de una red informática a una combinación de
dispositivos de uso final de la energía, de generación distribuida y de
almacenamiento local de energía y también otras funcionalidades integradas de
gestión de la demanda, bien en el ámbito del punto de suministro concreto del
consumidor final (p. ej., un hogar) o en ámbitos geográficos más amplios, como
edificios, barrios, un campus de universidad o una comunidad de viviendas
unifamiliares (Gráfico 51).

Gráfico 51. Ejemplos de dispositivos de una red LAN

Fuente: Vitiello et al. (2015). Nota: a) equipamiento HiperLAN y Tetra instalado en una subestación
secundaria del proyecto piloto; b) antena HiperLAN; c) cobertura Tetra del área del proyecto.

112 También denominada red local de energía o LEN (local energy network, en inglés).

118
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 52. Esquema de una red HAN integrada en una red inteligente

Fuente: Sánchez (2011).

Dentro de una red LAN puede identificarse, en el ámbito geográfico de un hogar,


una red informática que engloba e integra todos los elementos o dispositivos del
sistema eléctrico y energético de ese hogar. Cada uno de estos dispositivos está
asociado a un nodo de dicha red, llamada red de área doméstica (home area network
o HAN, por sus siglas en inglés) y los flujos de información que genera cada
dispositivo circulan a través de ella (Gráfico 52).

La instalación y operación de la red HAN permite a los consumidores utilizar la


información recogida, actualizada y procesada proveniente de la LAN (p. ej., sobre
precios de la energía en tiempo real o sobre las condiciones de operación de la red
física) y de esta manera optimizar las decisiones de consumo (incluyendo la decisión
de almacenar energía o de ofrecer energía al sistema), actuando de esta forma
como un sistema. Los nodos de esta red pueden estar vinculados a dispositivos con
consumos importantes de electricidad, como equipamientos de calefacción,
ventilación y aire acondicionado, bombas de piscina o circuitos de iluminación, o
dispositivos con menor consumo, como los electrodomésticos o dispositivos
electrónicos de entretenimiento (televisión, etc.).

La red HAN está definida y se opera a través de un sistema de comunicaciones que


integra y relaciona los distintos dispositivos. De esta forma, el sistema eléctrico de
un edificio o de una vivienda puede entenderse como una microrred en la que están
conectadas distintas fuentes de consumo (Igualada y Corchero, 2017).

119
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La red HAN que cubre este sistema se comunica también con un sistema exterior
que actúa como unidad de control centralizado, denominada sistema de gestión de
energía (energy management system o EMS, por sus siglas en inglés). El EMS actúa
como controlador del HAN; es decir, es el elemento de toma de decisiones que, de
acuerdo con una serie de instrucciones y algoritmos predefinidos que utilizan la
información externa (proveniente del LAN) que reciben sobre variables como los
precios de la energía, los parámetros de los servicios de flexibilidad que pueda
demandar el operador del sistema de distribución u otras variables operativas.

Así, mientras la red HAN actúa como un sistema neutral que recoge información del
estado de todos los nodos y envía comandos, vigilando su recepción y ejecución (en
la práctica, operando como un sistema de información y comunicación dentro del
hogar), el EMS es un sistema inteligente de control que actúa como coordinador de
todos los dispositivos que componen la red HAN y como ejecutor de decisiones
sobre el consumo de energía y el uso de los distintos equipamientos y dispositivos.

El EMS consiste entonces en un procesador de información que, a través de


algoritmos de decisión, controla el uso de la energía en el hogar (o en un edificio),
organizando la respuesta a los esquemas (contractuales o de mercado) de gestión
de la demanda, controlando la generación distribuida (p. ej., paneles fotovoltaicos)
y los procesos relacionados con flujos bidireccionales de energía, como los
asociados a la recarga de los vehículos eléctricos y a la gestión de los equipamientos
de almacenamiento, e incluye la interacción con los mercados minoristas (locales)
de energía de muy corto plazo, en los que puede intercambiarse energía o potencia.

Casos reales de aplicación del EMS

Este amplio alcance de gestión del EMS sobre distintos elementos de la red puede
verse en el Gráfico 53. Si se considera una fracción concreta de la red, completa en
cuanto a elementos distribuidos (fotovoltaica, vehículos eléctricos,
almacenamiento, etc.), con cierta capacidad autónoma y que forme parte de una
red inteligente de distribución de energía eléctrica, puede establecerse en su centro
el EMS como elemento de gobierno de todos estos elementos y operador de esta
fracción del sistema (Uribe-Pérez, 2017).

Para comprender cómo funciona el EMS, puede señalarse una aplicación práctica
realizada en el proyecto CEDER-CIEMAT en Soria mencionado en la parte de análisis
de la AMI. Siguiendo a Hernández (2018), en este proyecto se utiliza el EMS con el
objetivo de gestionar la energía eléctrica de tal manera que se minimicen el
consumo y las pérdidas de la red, así como los picos de potencia y la factura
eléctrica. Para ello, el EMS hace un seguimiento de la información sobre el estado

120
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

de la red y envía órdenes para regular la operación del conjunto de elementos bajo
control. Esta regulación produce cambios en el funcionamiento de la red, llevándola
a un nuevo estado operativo que vuelve a ser registrado por el EMS.

Gráfico 53. Esquema de microrred en torno a un EMS

Fuente: Uribe Pérez (2017).

El EMS se implementa en el proyecto CEDER-CIEMAT a través de tres componentes


principales. La primera parte consiste en un “marco de aprendizaje de gestión de la
energía” (EMaT o Energy Management Training Framework, en inglés), cuya función es
calcular las configuraciones óptimas, denominadas perfiles, para cada situación en
la que puede encontrarse la red. Estos perfiles se almacenan en un catálogo y
permiten crear reglas de decisión que posteriormente aplicará el EMS.

El proceso para crear dichas reglas es la etapa de aprendizaje o entrenamiento que


da nombre a este componente, ya que el EMaT emplea un algoritmo de
optimización multiobjetivo (AOM) que busca las soluciones óptimas mediante
algoritmos genéticos113 a su vez, que luego son validadas por un simulador de red
eléctrica114.

El segundo componente principal del EMS es el “marco de gestión de la energía”


(EMF o energy management framework, en inglés), que se encarga de la propia gestión
automática de la red y envía órdenes a los elementos controlables de ésta, en

113 Los algoritmos genéticos son métodos adaptativos, basados en el proceso genético de los
organismos vivos, y que pueden usarse para resolver problemas de búsqueda y optimización. Para
más información puede verse el siguiente documento de la Universidad del País Vasco:
http://www.sc.ehu.es/ccwbayes/docencia/mmcc/docs/temageneticos.pdf
114 En el caso del CEDER-CIEMAT, el EMS emplea el simulador GRIDLAB-D.

121
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

función del catálogo de reglas que el EMaT elaboró y que el EMF se encarga de
consultar.

Para realizar esta gestión, el EMF puede acceder a los datos de los contadores
inteligentes, que se encuentran en los concentradores de datos y que son accesibles
desde cualquier centro de transformación, gracias a que cada concentrador tiene
una IP asociada. De esta manera, el EMF recibe datos de todos los concentradores
de datos y, a través de un componente de monitorización, hace un seguimiento de
la red, vigilando también desviaciones y generando señales de alarma en su caso.

Esta información se envía a un componente de decisión que trata de clasificar la


situación identificada dentro de un perfil concreto; si esto no fuese posible, el EMaT
tendría que volver a intervenir para encontrar una nueva solución. Si, por el
contrario, se identifica una regla que pueda aplicarse, se convierte en una orden
transmitida al elemento correspondiente. Así, el proceso seguido por el EMF
consiste en: 1) identificar la regla existente; 2) ejecutar la regla identificada mediante
la orden correspondiente; 3) asignar la orden al nodo de transformación
correspondiente.

Gráfico 54. Esquema de un Virtual Machine Testing Framework

Fuente: Hernández (2018).

El tercer componente principal del EMS que interviene aquí es el “marco de pruebas
de máquina virtual” (ViMaT o virtual machine testing framework, en inglés), que es un
simulador que reproduce las condiciones del sistema CEDER-CIEMAT y se utiliza
para validar el sistema. Su nombre proviene de las máquinas virtuales que lo forman
y que se ocupan de simular las limitaciones informáticas (p. ej., de memoria, disco

122
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

duro, tiempo de espera) y también las de otros servicios que coexistirán cuando el
ViMaT se implemente en la electrónica de red (hardware) de los centros de
transformación. Sin embargo, el ViMaT sólo se usa para pruebas de laboratorio. El
funcionamiento de estos tres componentes está descrito en el Gráfico 54.

En la práctica, el EMS actúa como elemento proactivo que toma decisiones óptimas
que previamente ha identificado a través de un proceso de aprendizaje. Por tanto,
se puede considerar que el EMS es uno de los componentes más avanzados de la
“inteligencia” de la red.

Otro ejemplo de aplicación de un EMS con carácter local para la gestión de recursos
distribuidos es un proyecto desarrollado en las Islas Feroe descrito en Sánchez
(2017). Dentro de un programa de introducción de energía eólica a gran escala, con
el objetivo de dar cobertura a 50.000 habitantes y evitar los efectos negativos
derivados de la variabilidad de este sistema de generación, la solución ideada fue la
de un sistema de almacenamiento basado en baterías de ion de litio.

En el EMS confluye la gestión de tres sistemas: por un lado, la del propio sistema de
almacenamiento, y, por otro lado, la de los recursos de generación disponibles y la
de la operación de la red. Por tanto, se produce de manera constante una actuación
del EMS sobre la capacidad de absorción o entrega de potencia de la batería y al
mismo tiempo sobre la generación eólica y sobre el flujo de energía en el punto de
conexión.

Como se puede observarse en el Gráfico 55, el conjunto del sistema de


almacenamiento de energía con batería (que incluye inversores de potencia y
transformador, es decir, BESS115, en inglés) se comunica constantemente con el EMS
local, enviando información sobre los recursos energéticos disponibles (entrega y
absorción de potencia) y ejecutando así uno de sus modos de operación (en una
respuesta en tiempo real inferior a 70 ms).

Estos modos de operación pueden ser de dos tipos. El primer modo es el control de
gradiente (control de energía y limitación de capacidad eólica). Consiste en
monitorizar la generación eólica y, de cara a regular la inyección a la red del conjunto
de la planta, absorber el gradiente inverso desde el sistema de almacenamiento.

En caso de fluctuaciones extremas del viento, el EMS local puede evitar la potencia
inyectada en estos episodios, ya que tiene la opción de limitar la producción eólica
en caso de que las baterías no puedan absorber el exceso de energía. El segundo
modo es el control de frecuencia, cuyo objetivo es operar el conjunto de la planta

115 Battery Energy Storage System.

123
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

según una función (curva) determinada por el sistema de almacenamiento y dando


simultáneamente soporte a la red.

Gráfico 55. Esquema del conjunto del BESS con EMS local en Hushagi (Islas
Feroe)

Fuente: Hernández (2018).

Sin embargo, el sistema EMS, aunque busca esa gestión proactiva e inteligente de
los recursos distribuidos, puede tener alcance no solo en el ámbito de la red de
distribución, sino que también puede usarse para la optimización supervisión y
control a lo largo del sistema de transporte y también de los activos de generación.
Esto puede conseguirse mediante la integración en el EMS de un sistema SCADA, o
bien de forma paralela entre ambos (Siemens, 2018).

Su aplicación en las redes de transporte, principales y secundarias, puede servir


para minimizar las pérdidas en las líneas y eliminar sobrecargas u, opcionalmente,
para integrarse con el sistema de gestión del sistema de distribución DMS
(Schneider Electric, 2018).

En la misma línea, IEC (2018) identifica la actuación del EMS, junto con el SCADA,
como clave dentro de dos grandes sistemas que actúan transversalmente a la
generación, el transporte y la distribución: por un lado, el mercado de energía
mayorista, y, por otro, la operación del sistema.

Por todo lo anterior, aunque en la representación de la red inteligente que aparece


en el Gráfico 1 el EMS se representa dentro de la LAN, donde confluyen la HAN y los
recursos distribuidos, puede también considerarse que juega un papel relevante en
el lado del sistema de transporte de electricidad.

124
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Atendiendo a otro caso diferente, si en el uso del DMS se había hecho una
demostración dentro del conjunto Smart City Málaga, puede observarse también
una aplicación del EMS y otros sistemas dentro de un ecosistema de vivienda
inteligente en el proyecto Flexiciency (Gráfico 56 y Gráfico 57). Este proyecto utiliza
información generada por distintos tipos de sensores para medir el consumo,
temperatura o luminosidad dentro de una vivienda. El proceso de integración de los
sistemas es como sigue.

Cada equipo instalado se integra con un concentrador o caja de energía116 (EB,


energy box en inglés) que realiza una labor de gestión local. La información recogida
proviene tanto de los sensores dentro de la vivienda como de otros recursos
energéticos distribuidos (energía solar, almacenamiento, vehículo eléctrico) a
disposición del usuario.

A su vez, el EB se comunica con el EMS, que actúa como gestor de alto nivel o centro
de control sobre todo el conjunto. En el Gráfico 56 puede verse cómo el EB establece
una comunicación bidireccional con el usuario a través de sus dispositivos y, a la
vez, establece un puente con el proveedor (apoyo).

Gráfico 56. Esquema de vivienda inteligente piloto del proyecto Flexiciency

Fuente: Muñoz et al. (2017).

116Nótese que Giordano et al. (2012) reconocía la caja de energía o EB como uno de los activos básicos
de la red inteligente, donde se incluye el módulo de medición (véase apartado 3.3.2).

125
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 57. Esquema de flujos de información en el proyecto Flexiciency

Fuente: Muñoz et al. (2017).

Muñoz et al. (2017) destacan que cada EB está gestionado por el EMS de forma
individual. Los datos que llegan desde el conjunto de dispositivos se combinan con
datos periódicos de precios de la electricidad y meteorología en una base de datos
que utiliza algoritmos y una interfaz de usuario adaptados a cada caso particular. El
EMS podría controlar también múltiples conjuntos de recursos energéticos
distribuidos con un objetivo de optimización global (p. ej., a través de servicios de
agregación).

El uso de este demostrador está orientado a agregar hasta 1.800 puntos de


suministro, cuyas aplicaciones pueden ser tanto residenciales como comerciales
(oficinas), buscando asegurar que los servicios provistos por un potencial agregador
de recursos energéticos se ejecuten correctamente (Flexiciency, 2018).

El autoconsumo presenta otra oportunidad para aplicar en la práctica un desarrollo


de un EMS. Por ejemplo, el Instituto de Investigación en Energía de Cataluña (IREC117)
ha desarrollado un sistema de gestión de la energía basado en modelos de
optimización que se está validando en demostraciones con kits118 de autoconsumo.

117 Institut de Recerca en Energia de Catalunya en catalán.


118Se entiende por kit el compuesto por panel fotovoltaico, batería de ion-litio y un sistema de gestión;
según Igualada y Corchero (2017) este último requiere una optimización que permita el
aprovechamiento pleno de las funcionalidades del kit en un entorno de red inteligente.

126
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El EMS119 del IREC consiste principalmente en establecer una lógica de control


basada en horizontes temporales amplios de manera que se puedan tomar
decisiones sobre el presente, pero considerando el pronóstico sobre los estados
futuros del conjunto de la instalación. El valor aportado reside en sustituir las lógicas
basadas únicamente en decisiones instantáneas.

De esta forma se crean y resuelven problemas de asignación de unidades cada


quince minutos en un módulo de optimización del mismo EMS que, una vez ha
resuelto el problema, envía las decisiones optimizadas a un módulo de gestión en
tiempo real que actúa sobre los elementos controlables del sistema y asegura el
balance de potencia del sistema cada cinco segundos, dentro de un horizonte de 24
horas (Igualada y Corchero, 2017).

Gráfico 58. Esquema de EMS aplicado a una instalación de autoconsumo

Fuente: Sanmarti (2016).

Este EMS también incorpora un módulo de aprendizaje o machine learning para


mejorar las predicciones y actúa como puerta de comunicación entre el sistema
gestionado120 y los agentes externos como el agregador comercial (Sanmarti, 2016),
como muestra el Gráfico 58.

119 Este desarrollo concreto de un EMS es identificado como IREMS por el IREC (Sanmarti, 2016).
120 Entendiéndose este como microrred.

127
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Igualada y Corchero (2017) estudian la aplicación de este EMS del IREC en el contexto
de una instalación de autoconsumo en una comunidad de vecinos de Barcelona,
usando datos reales de la misma en el año 2015. Durante cinco días consecutivos
se compararon los resultados de decisiones de autoconsumo no gestionado frente
a la optimización del mismo mediante el EMS.

Como se muestra el Gráfico 59, cuando el precio de la energía (línea negra) está más
bajo, el uso del EMS (línea roja) lleva a activar la carga de la batería. Por otro lado,
coincidiendo con precios más elevados, se procede a la descarga de la energía
almacenada con el objetivo de cubrir el consumo requerido.

Gráfico 59. Comparación de perfiles de uso de batería entre autoconsumo no


gestionado y el optimizado a través del EMS

Fuente: Igualada y Corchero (2017).

Sin embargo, bajo una configuración de autoconsumo no gestionado (línea azul), la


descarga de la batería para cubrir costes se produce en tres ocasiones y sin
alinearse con los momentos más rentables desde el punto de vista de los precios
de la energía. Esto lleva a ahorros al usuario entre el 3,41% y el 6,13% en este caso,
aunque como contrapartida aumenta el número de ciclos de carga y descarga de la
batería.

Puede verse otro ejemplo de EMS aplicados en casos reales en dos CC.AA. de España
descritos en Kalms et al. (2017): una microrred en Sangüesa (Navarra) llamada
ATENEA y otra en el Parque Tecnológico Walqa (Huesca, Aragón). Valiéndose de un
servidor SCADA, se crea una plataforma entre las dos microrredes reales que, a su
vez, se comunica en tiempo real con otra plataforma en la que se alojan varias
microrredes simuladas. Cada uno de estos conjuntos está equipado con su EMS
correspondiente. A través de estas plataformas, los EMS se comunican con un
algoritmo P2P, de manera que, tomando los datos de curvas de coste, previsión de
recursos y disponibilidad de generación y demanda, se calculan los flujos de
potencia necesarios en cada ejecución de la plataforma (Gráfico 60).

128
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 60. Arquitectura de la plataforma desarrollada entre microrredes


donde se encuentran comunicados los EMS de cada una

Fuente: Kalms et al. (2017).

Estos casos reales de aplicación del EMS muestras que la incorporación de distintos
sistemas de comunicación, con tecnologías variadas, ayuda a la utilización
colaborativa de los recursos distribuidos, que en la práctica alcanzan una
integración efectiva.

Es decir, los sistemas locales de energía donde operan los EMS complementan y
mejoran las funcionalidades que realizan otros bloques de elementos, pero su
correcta implementación descansa sobre el efectivo desarrollo del resto de la red
inteligente. Esto guarda relación con la distinción entre prioridades y fases en la
construcción de una red inteligente tipo que se verá en el capítulo siguiente de este
documento.

Interrelación/interoperabilidad entre componentes de los cinco grupos

Hasta ahora, se han descrito cinco grandes bloques de elementos, tratados por
separado y, en cierta manera, como si los elementos que los integran formasen
grupos estancos, a pesar de que se adivinan las interacciones entre todos ellos y
que conforman en conjunto la red inteligente.

Resulta importante entender que las fronteras entre estos bloques se difuminan
una vez se estudia la interoperabilidad entre todos los componentes de los mismos,

129
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

formando una red de flujo de energía, y sobre todo de información, que puede
resultar compleja.

En definitiva, los elementos que conforman cada bloque deben ser capaces de
integrarse entre sí y operar de forma paralela, cada uno en su campo de actuación,
para ser capaces de lograr la red inteligente funcional.

Como se analizó en secciones precedentes, la interoperabilidad entre todos estos


sistemas y elementos se ha considerado como uno de los factores críticos para el
éxito de las tecnologías de red inteligente desde que se sentaran las bases de las
mismas.

El paso dado por EPRI (2009), tras el encargo por parte del NIST, implicó un primer
impulso para que este último desarrollase su propia hoja de ruta en este ámbito
(EPRI, 2011). En la elaboración de dicho marco de interoperabilidad, NIST (2012)
identifica ocho áreas prioritarias que deben estandarizarse.

La interrelación entre todos estos elementos puede estudiarse en un caso real


desarrollado en la ciudad estadounidense de Kansas. Se trata de un proyecto de
demostración de red inteligente llamado Zona de Impacto Verde (Green Impact Zone
SmartGrid Demonstration Project, en inglés), impulsado por el DOE con carácter
cooperativo y que ha conllevado una inversión de 58 millones de dólares. La
cooperación público-privada ha sido considerada clave para dicho proyecto, con la
participación de diferentes agentes, incluido EPRI.

El objetivo de la Zona de Impacto Verde es el desarrollo de una red inteligente


integral; es decir, totalmente desarrollada desde la generación al consumo final, en
un área urbana de aproximadamente 13 km2 y con una cobertura de 14.000 clientes
residenciales y comerciales. Uno de los objetivos prioritarios de este proyecto es
demostrar la viabilidad de combinar e integrar las distintas tecnologías asociadas a
la red inteligente.

El Gráfico 61 presenta la infraestructura piloto del proyecto, como si se tratase del


“ecosistema” de la red inteligente (KCP&L, 2011). Esta infraestructura incluye un
sistema de control de la distribución formado por cinco componentes principales.
Aunque la infraestructura de control es un sistema autónomo propio del proyecto,
está integrado con las operaciones diarias convencionales de la red en el área de
estudio.

Los cinco elementos principales de esta infraestructura se apoyan sobre otra serie
de elementos ya existentes pero que son propios de las redes inteligentes. Se dan
cuatro puntos de integración con dichos elementos anteriores. La interrelación

130
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

entre estos elementos principales y los elementos ya existentes dan lugar a un total
33 flujos de información potenciales (Gráfico 61).

Gráfico 61. Infraestructura de sistemas de control de transporte y


distribución del proyecto

Fuente: KCP&L (2015).

Por un lado, sistema DMS interactúa directamente con el sistema GIS y el SCADA
propio de la distribución (DCADA) y, a la vez, establece flujos de información con la
gestión de recursos distribuidos (distributed energy resources management, DERM) y
el MDMS.

Otro flujo de información relevante es el que se establece entre el DMS y el DCADA.


Aquí entran en juego las funciones de control de la infraestructura inteligente de
transformación, por lo que es en esta combinación donde se vuelve posible la
integración de los diversos recursos distribuidos y la automatización de dispositivos
de campo como reconectores, bancos de condensadores, interruptores, etc. El
DCADA también establece la integración con uno de los sistemas existentes: el EMS.

Por su parte, la AMI recibe y emite flujos de datos respecto a los contadores
inteligentes y luego al MDMS, como se comentó en su descripción. También se dan
aquí las otras integraciones con sistemas existentes como el OMS, de forma directa,
o el GIS, de forma indirecta.

131
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Un ejemplo de sistema de red inteligente integrada en un entorno urbano en


Europa es el concepto de “enclave urbano inteligente”121 de Aspern Seestadt Wien,
un proyecto piloto en el 22º distrito de Viena122 (Austria). Al igual que el proyecto de
Kansas, el proyecto de Viena cubre una extensión determinada (aunque mucho más
reducida en este caso: 2,4 km2), dando cobertura a 8.500 viviendas y a un total de
20.000 consumidores (ASCR, 2018). El proyecto tiene un enfoque integrador, de
manera que puedan evaluarse las relaciones complejas entre los distintos
elementos (Smart City Wien, 2018).

El consorcio empresarial que lo desarrolla, ASCR123, pretende que el papel que


juegue la red inteligente en este proyecto es el de plataforma entre edificios para la
comunicación y distribución de la energía, consumida, almacenada o producida en
función de las previsiones sobre la evolución de las distintas variables consideradas.

La infraestructura básica implementada por ASCR para los ensayos está compuesta
por 12 subestaciones secundarias y 24 transformadores, con una red de sensores
que van desde las subestaciones a las líneas de suministro, junto con el despliegue
de contadores inteligentes. A esto han de añadirse cinco sistemas de
almacenamiento en las subestaciones. Así, la red inteligente permite que todos
estos elementos se comuniquen entre sí para la optimización de la gestión del
conjunto.

Experiencias de desarrollos de redes inteligentes en la


CAPV

El proyecto Bidelek Sareak

En el caso concreto de la CAPV, existe experiencia en el campo de las redes


inteligentes gracias a proyectos de I+D+i ejecutados en los últimos años a través de
iniciativas público-privadas y a una relevante presencia de la industria vasca a lo
largo de la cadena de valor asociada a las redes energéticas.124

121 El conjunto del proyecto está en la línea de “ciudad inteligente” (smart city, en inglés).
122 14 kilómetros de distancia respecto a la ciudad.
123 Aspern Smart City Research, en inglés.
124Ver más información sobre el posicionamiento de la industria vasca en la cadena de valor de las
redes energéticas en Clúster de Energía (2018a), “Smart Grids Basque Country”. Las empresas vascas
dedicadas a las redes inteligentes (incluida Iberdrola) facturan un total de más de 15.000 M€ y emplean
a unas 20.000 personas. La tecnología desarrollada en el ámbito de redes eléctricas se exporta a países

132
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Una de las principales iniciativas de desarrollo de redes inteligentes tuvo lugar entre
los años 2011 y 2016. El proyecto denominado Bidelek Sareak, impulsado por el
Gobierno Vasco (a través del Ente Vasco de la Energía) e Iberdrola Distribución,
consistía en desplegar elementos de red inteligente de distribución de electricidad
dentro del territorio autonómico, con alcance tanto a zonas urbanas como rurales.

El objetivo de Bidelek Sareak era iniciar un proceso de modernización de la red de


distribución de electricidad,125 a través de la digitalización de equipamientos y la
automatización de procesos, para incrementar la eficiencia en la operación de la
misma y la capacidad de detectar, aislar y resolver problemas relacionados con la
fiabilidad y la calidad del suministro de energía.

Un objetivo estratégico adicional del proyecto era contribuir a que la industria


eléctrica vasca consolidara su posicionamiento en el sector de los suministros y
componentes eléctricos, dando un salto tecnológico e impulsando el entramado
empresarial en este campo (como ya tratase la Zona de Impacto Verde de Kansas
antes vista).

Dos características conductoras del proyecto han sido situar el foco en las redes de
distribución de energía eléctrica y la intención de sentar un precedente con
aplicación más allá de la CAPV (Bidelek Sareak, 2018). Además, se buscaba avanzar
en el conocimiento práctico sobre cómo integrar de manera eficiente en las redes
de distribución las energías renovables, la cogeneración y el vehículo eléctrico.

La Tabla 17 resume el alcance de las principales actuaciones previstas en el proyecto


Bidelek Sareak, que supuso una inversión total de más de 60 M€.

El proyecto Bidelek Sareak ha fomentado la innovación en equipamientos y


procesos en áreas como las siguientes (Bidelek Sareak, 2017):

1. equipamientos electrónicos y sensores en la red de media tensión;

2. captura de información orientada a la detección de incidentes y la toma de


decisiones operativas

como Francia, Holanda, México, Emiratos Árabes y se suministra a otras empresas eléctricas que
operan en España.
125 El proyecto toma como punto de partida las infraestructuras actuales, considerándose la
digitalización y automatización de procesos una evolución del sistema de distribución actual, más que
una ruptura tecnológica. De acuerdo con EVE e Iberdrola Distribución, ver Bidelek Sareak (2017), “…[L]a
red eléctrica inteligente es la evolución tecnológica del actual sistema de distribución de energía eléctrica.
Combina las instalaciones tradicionales con moderna tecnología digital [sistemas de información y
telecomunicaciones] que permite monitorizarla y controlarla de forma exhaustiva…”.

133
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

3. automatización de sistemas para restaurar el suministro en caso de fallos y


reconfigurar las redes;

4. comunicaciones a través de cables eléctricos (PLC) y fibra óptica;

5. desarrollo de un despacho de gestión de la baja tensión, utilizando


información sobre las líneas de alimentación; o

6. aplicaciones web para fomentar la eficiencia en el consumo.

Tabla 17. Actuaciones desarrolladas en el proyecto Bidelek Sareak

Actuación Descripción
Contadores inteligentes Sustitución de contadores tradicionales por
contadores inteligentes, con capacidad de
telegestión y lectura remota.
Centros de transformación Configuración de todos los centros de
inteligentes transformación en áreas urbanas con servicios de
telegestión, supervisión y automatización.
Subestaciones de última En el área rural, implantación de una subestación
generación y automatización de eléctrica modular y compacta en los municipios de
procesos Aulesti y Lekeitio-Gardata y de nuevas funciones de
subestación y red inteligente en Ondarroa.
Integración de generación Integración en la red plantas de cogeneración en
distribuida media tensión y plantas de generación en baja
tensión.
Nuevas herramientas de gestión Aplicaciones para la gestión de información y la
del sistema de distribución reconfiguración automática de la red.
Desarrollo y puesta en marcha de Desarrollo de herramientas de información que
nuevos servicios faciliten una mejor gestión del consumo de los
usuarios. El portal de Bidelek Sareak, p. ej., ofrece a
los usuarios información sobre sus perfiles de
consumo de energía y sobre las posibilidades de
optimizarlo.

Fuente: Elaborado a partir de Bidelek Sareak (2018).

El despliegue de redes inteligentes dentro del proyecto Bidelek Sareak tuvo lugar en
tres fases (Bidelek Sareak, 2017). La primera fase se centró en la digitalización
(cambio de contadores, actualización de centros de transformación e integración de
interruptores) de las redes de 13 kV y 30kV en las áreas urbanas de Bilbao y
Portugalete, en Bizkaia. En el ámbito rural, se instalaron dos subestaciones
“inteligentes” en la comarca de Lea-Artibai y en Lekeitio (Bizkaia) y se actualizó la
subestación ya existente en Ondarroa (Bizkaia).

134
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 18. Actuaciones desarrolladas en el proyecto Bidelek Sareak

Tecnologías
Territorio Contadores Centros de Órganos de corte
inteligentes transformación en red

Bizkaia 327.438 1.834 72

Gipuzkoa 79.741 472 60

Total 407.179 2.306 132

Fuente: Bidelek Sareak (2017).

En septiembre de 2013 se extendió el alcance del proyecto en Bizkaia, hasta alcanzar


13 municipios e incluyendo más de 250.000 nuevos contadores inteligentes y casi
1.300 centros de transformación. En septiembre de 2014 se inició el despliegue de
elementos inteligentes en la red de distribución de Gipuzkoa, abarcando 9
municipios y con el resultado de 80.000 nuevos contadores y 500 centros de
transformación. La Tabla 18 resume todas las actuaciones realizadas en el ámbito
del proyecto Bidelek Sareak.

El proyecto Bidelek 4.0

En febrero de 2018, la empresa Iberdrola, junto con el Ente Vasco de la Energía (EVE)
y la Diputación Foral de Bizkaia firmaron un protocolo de colaboración para seguir
impulsando la transformación digital de la red de distribución eléctrica del País
Vasco a través del proyecto “Bidelek 4.0-Digitalización de la red eléctrica”, con una
inversión esperada de unos 31 millones de euros en el trienio 2018-2020.

El proyecto Bidelek 4.0 recoge el testigo del proyecto Bidelek Sareak y se


desarrollará bajo una forma de financiación público-privada y será ejecutado por
una empresa participada por Iberdrola y el Ente Vasco de la Energía. La participación
del Gobierno Vasco, a través del Ente Vasco de la Energía, en el proyecto Bidelek 4.0
forma parte de las líneas de acción para fomentar el desarrollo de las redes
energéticas del futuro incluidas en el Plan de Industrialización y en la Estrategia
Energética 3E2030 del País Vasco.

Esta iniciativa entra dentro de la “Iniciativa Estratégica de Smart Grids – Plataforma


integral para la transformación digital de la oferta de productos y servicios en Smart
Grids”, parte de EnergiBasque (Estrategia de Desarrollo Tecnológico e Industrial en
Energía de Euskadi). En la definición del alcance técnico y económico de dicha
iniciativa estratégica participaron, junto con Iberdrola, más de 20 empresas que

135
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

operan dentro de la cadena de valor de las redes eléctricas, bajo la coordinación del
Clúster de Energía.126

Algunos de los objetivos estratégicos del proyecto Bidelek 4.0 son los siguientes:127

1. Facilitar, a través de un mayor nivel de digitalización, la penetración e


integración eficiente en la red de distintos recursos energéticos distribuidos,
incluyendo generación distribuida.

2. Desarrollar e implementar nuevas soluciones tecnológicas que incrementen


la calidad del servicio y faciliten la prestación de servicios de valor añadido a
los consumidores.

3. Servir como campo de pruebas de algunas de las funciones que los actuales
distribuidores de electricidad asumirán en el futuro como Operadores de
Sistemas de Distribución.

4. Contribuir a mantener la posición de liderazgo tecnológico de la industria


vasca de bienes de equipo en el sector de la energía.

El proyecto SecureGrid

El proyecto SecureGrid nace como un consorcio de empresas vascas (Gráfico 62),


coordinado por el Clúster de Energía, con el objetivo de desarrollar conocimiento y
soluciones para mitigar los riesgos de ciberseguridad derivados de las
vulnerabilidades de las redes de comunicaciones y de los sistemas de información
en el contexto de las redes inteligentes de distribución de energía eléctrica.

En concreto, uno de los principales objetivos del proyecto es generar conocimiento


en el campo de la ciberseguridad en torno a dispositivos electrónicos inteligentes
(intelligent electronic devices, IEDs)128 y subestaciones eléctricas.

Entre otros objetivos de este proyecto se incluyen los siguientes: (a) categorizar y
modelizar la información que se intercambia en el ámbito de las subestaciones,
analizando la criticidad de la misma; (b) definir los niveles de seguridad a los que
puede llegar un IED en áreas como el control de accesos, la disponibilidad, la

126 Fuente: Clúster de Energía.


127 Fuente: www.iberdrola.com.
128 Entre los IEDs se incluyen, en este contexto, equipos electrónicos instalados en instalaciones
eléctricas con el objetivo de monitorizar, controlar y proteger equipamientos como los interruptores,
transformadores o bancos de condensadores dotados con capacidad de comunicación. Entre los IEDs
se incluyen, por ejemplo, los relés de protección, control y medida y otros dispositivos (Angulo y López,
2017).

136
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

integridad, la confidencialidad, etc.; (c) desarrollar técnicas de análisis de datos que


permitan detectar ataques, sobre todo los coordinados; (d) definir una arquitectura
de referencia para la seguridad en una subestación; (e) definir y desarrollar un
sistema centralizado de gestión de la seguridad en subestaciones; (f) investigar las
capacidades de seguridad en un conjunto de IEDs; y (g) construir un entorno de
pruebas (en el Parque Científico y Tecnológico de Bizkaia) que permita reproducir
ataques, recoger datos y analizar riesgos.

Gráfico 62. Empresas participantes en el proyecto SecureGrid

Fuente: Clúster de Energía (2018b).

El proyecto SecureGrid se puso en marcha en junio de 2016 y se está desarrollando


en tres fases (Angulo y López, 2017): (1) en una primera, hasta marzo de 2017, se
definió el modelo de seguridad SecureGrid y se estableció una arquitectura de
referencia para proteger las subestaciones; (2) en una segunda, hasta diciembre de
2017, se desarrollaron las funcionalidades básicas de seguridad en los IEDs y se
desarrolló una versión inicial del sistema de detección de ataques; y (3) en la tercera
fase, con finalización en el último trimestre de 2018, se completaron las
funcionalidades de seguridad de los IEDs y la versión avanzada del sistema de
detección de ciberataques.

137
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El proyecto InGRID

InGRID es el nombre de una infraestructura dedicada al ensayo y la investigación de


productos innovadores para redes inteligentes. Situada en el Parque Tecnológico de
Zamudio (Bizkaia), está formada por una serie de laboratorios orientados a toda la
cadena de la red eléctrica e impulsados por Tecnalia dentro de una alianza entre
empresas vascas129 de equipos eléctricos.Entre los diversos laboratorios con los que
cuenta, se puede hablar del mayor laboratorio de potencia independiente en
España y Portugal, con conexión a la red de transporte a 220 kV y capacidades de
cortocircuito de 150 kA (Bonilla, 2015). El conjunto de laboratorios, según su
dedicación, aparece descrito en la Tabla 19.

Tabla 19. Laboratorios incluidos en la infraestructura de InGRID

Actuación Descripción

Además de las mencionadas conexión a la red de transporte y


capacidades de cortocircuito, incorpora bancos de ensayo, en media
Laboratorios de tensión (72,5 kV) y alta tensión (362 kV), así como ensayos de baja
potencia tensión y de tipo climático y mecánico. El conjunto está orientado a la
mejora y automatización de la operación, mantenimiento, calidad y
seguridad del suministro.

Laboratorio de
Busca la integración y el aumento de la eficiencia de las principales
electrónica de
aplicaciones y sistemas energéticos130, disponiendo para ello de un
potencia y
convertidor back to back con topología NPC multinivel. Incluye
conversión de
certificación de inversores de pequeña y gran potencia.
energía

Enfoque en arquitecturas avanzadas y sistemas de gestión de la


Plataforma energía para la integración de generación distribuida y recursos
microrred y de distribuidos. Orientado a la gestión de la demanda, AMI, uso final
generación optimizado de la energía, patrones de consumo, flexibilidad de la
distribuida demanda y modelos y análisis económicos que contemplan en
conjunto la cadena de valor, ciberseguridad y privacidad de datos.

Laboratorio de Ensayos de inmunidad y productos eléctricos y electrónicos de baja


compatibilidad tensión y de comunicaciones; se obtienen medidas de aceptación
electromagnética radioeléctrica de equipos de telecomunicaciones.

(cont.)

129 Además de la propia Tecnalia, participan en el consorcio Ormazabal, Arteche y Alkargo.


130 Estos pueden ser inversores fotovoltaicos, convertidores eólicos o filtros activos para redes
inteligentes, además de almacenamiento de energía y vehículos eléctricos.

138
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 19 (cont.). Laboratorios incluidos en la infraestructura de InGRID

Actuación Descripción

Dos laboratorios orientados a la certificación de contadores


Laboratorio de
inteligentes y de concentradores de datos, incluyendo desarrollo de
contadores
algoritmos y sistemas de comunicaciones para el análisis de big data.
inteligentes y
Atiende al concepto de flexibilización de la demanda a través de la
laboratorio de
participación del consumidor y la gestión de la demanda. Incluye
comunicaciones
también automatización y control de centros de transformación.

Laboratorio de Desarrollos y ensayos para la generación renovable a pequeña escala,


sistemas con investigación en nuevas estrategias para el control de
eléctricos para la generadores, la mejora de algoritmos para el uso óptimo de la energía
generación de generada, superconductividad en máquinas eléctricas, convertidores
energías de alta y baja tensión para fotovoltaica, nuevos algoritmos MPPT131 y el
renovables desarrollo de interfaces para conexión a la red.

Búsqueda de mejoras en coste y eficiencia del almacenamiento de


Laboratorios de energía para todos los agentes de la cadena de valor. Para ello se
almacenamiento desarrollan materiales, módulos (de tipo eléctrico, térmico y
de energía mecánico), sistemas que incluyen gestión de baterías (BMS),
electrónica de control y potencia y análisis económicos.

Centro de
Enfoque orientado a la integración de la recarga del vehículo eléctrico
interoperabilidad
en un conjunto necesariamente formado por la combinación de
para vehículo
sistema energético complejo, comunicaciones e información.
eléctrico

Orientado a ensayos in situ y con una trayectoria de veinte años. Ha


Laboratorio móvil permitido, por un lado, el diagnóstico y mantenimiento predictivo de
de ensayos de activos en más de 70 centrales eléctricas o plantas industriales. Por
campo otro lado, dispone de un sistema resonante de frecuencia variable para
cables de alta tensión incluyendo tendidos submarinos.

Fuente: elaboración propia a partir de Bonilla (2015).

El proyecto UpGrid

Tras la experiencia del proyecto Bidelek Sareak, se han aprovechado parcialmente


los desarrollos y despliegues del mismo para apoyar con un demostrador en la CAPV
un proyecto de dimensión europea. Este se denomina UpGrid y se trata de uno de
los proyectos de innovación financiados en el programa HORIZON2020 de la Unión
Europea.

Este proyecto tiene escala continental, al contar con 19 socios de 7 países europeos,
aunque gracias al hecho de que parte del Bidelek Sareak (uno de sus principales

131MPPT es el acrónimo de “seguimiento del pico de potencia máximo” (máximum power point tracker,
en inglés).

139
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ejes) está situado en la CAPV uno de los cuatro desarrollos de demostración del
conjunto del proyectos se ubica en Bilbao132 (Gráfico 63), con un alcance
aproximado de 2.150 centros de transformación y 400.000 consumidores. El
proyecto está liderado por el gestor de la red de distribución133 de la CAPV
(Iberdrola) e incluye empresas y entidades de la región134.

Gráfico 63. Detalle de los dispositivos PRIME del proyecto UpGRID

Fuente: UpGRID (2018).

El proyecto en Bilbao incorpora herramientas para la operación y el mantenimiento


de la red de baja tensión, desde un sistema de gestión de la red (compuesto por un
centro de control y un equipo de campo), hasta multiservicios de medición y control
con subredes PRIME gestionables, incluyendo análisis de eventos de contadores
inteligentes.

132 Los demás se hallan en Lisboa, Åmål (Suecia) y Gdynia (Polonia).


133 Iberdrola Distribución Eléctrica, S.A.U.
134 Por ejemplo, ZIV, Tecnalia, el EVE y GE.

140
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

4. INVERSIONES NECESARIAS PARA


DESARROLLAR REDES INTELIGENTES DE
ELECTRICIDAD EN LA CAPV

Introducción
La transformación de las redes eléctricas actuales en redes inteligentes requerirá
un significativo volumen de inversiones en nuevos equipamientos eléctricos y en
nuevos sistemas de comunicación y control de las redes, descritos todos ellos en el
capítulo anterior.

Como se ha mencionado, entre los principales drivers de los requerimientos de


nuevas infraestructuras se encuentran los siguientes, entre otros: (1) nivel de
penetración de energías renovables, generación distribuida y tecnologías y
dispositivos de almacenamiento, (2) nivel y variabilidad de la carga en las redes de
distribución en un entorno de elevada penetración del VE, (3) desarrollo de nuevos
usos de la electricidad (vehículos eléctricos, bombas de calor para producción de
ACS, baterías en edificios, etc.) y demanda de nuevos servicios por parte de los
consumidores.

El Gráfico 64 muestra, por ejemplo, cómo se espera que varíe la curva de carga de
energía eléctrica en California con la entrada de vehículos eléctricos en el horizonte
2025.

Gráfico 64. Nivel y variabilidad estimados de la demanda de electricidad


asociada a la recarga de vehículos eléctricos en California en 2025

Fuente: California Energy Commission (2018).

141
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El objetivo de este capítulo es intentar cuantificar los requerimientos de inversión


en nuevas infraestructuras teniendo en cuenta las distintas fases de desarrollo de
las redes inteligentes. Para ello, se toma como punto de partida el estudio realizado
por EPRI (2011) y comentado en secciones precedentes.

En la Sección 4.2 se analiza en qué situación se encuentran en la actualidad las


inversiones en redes inteligentes en todo el mundo.

La Sección 4.3 presenta un marco sencillo, basado en el trabajo realizado por EPRI
(2011) para la estimación de las inversiones necesarias para desarrollar redes
inteligentes, identificándose los principales inductores de costes y diseñándose
fases para el desarrollo de las redes inteligentes.

Finalmente, se realizan estimaciones del valor de las inversiones necesarias para


desarrollar redes inteligentes de distribución de energía eléctrica en la CAPV
teniendo en cuenta las fases desarrolladas en dicha sección y otros factores, como
(a) la configuración de los elementos de las redes inteligentes que utilizan en su
estudio (i.e., ratios de número de elementos por consumidor); (b) los costes
actualizados de los elementos (utilizando diversas fuentes y datos provenientes de
empresas fabricantes y/o suministradoras de dichos elementos); y (c) la
configuración actual de las redes en España (p. ej., número de contadores
inteligentes ya instalados, puntos de recarga de vehículos eléctricos, etc.).

Panorama general de las inversiones en redes


inteligentes en la actualidad
Como se ha visto, las redes inteligentes engloban la modernización de las redes
eléctricas existente en su conjunto. Por ello, su implementación está estrechamente
ligada a las inversiones que se produzcan en este sentido en el sector eléctrico. Para
comprender las circunstancias actuales en cuanto a inversiones en redes eléctricas
y en concreto en las inteligentes, puede verse lo siguiente.

La Agencia Internacional de la Energía (IEA, en inglés), en su informe World Energy


Investment 2018 (IEA, 2018), recoge un panorama global de inversiones en redes de
electricidad en el que éstas están experimentando un crecimiento para
implementar tecnologías de cara a una mayor a flexibilidad de los sistemas de
energía y apoyar la integración de energías renovables y nuevas fuentes de
demanda, aspectos que en general trata de cubrir la red inteligente.

En conjunto, el gasto de capital en redes de electricidad ha crecido de forma


continuada durante los cinco últimos años alcanzando los 300.000 millones de

142
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

dólares (un 1% más que en 2016), siendo la inversión en tecnologías digitales uno
de los principales componentes gracias a un marco de apoyo favorable tanto en
Estados Unidos como en China, siendo las nuevas líneas de transporte en estos
países las que experimentaron los mayores crecimientos en gasto en 2017.

En concreto, la distribución ha representado casi tres cuartas partes, aunque en este


sector y en general se puede afirmar que se ha producido una ralentización de la
inversión en los últimos años (Gráfico 65).

Gráfico 65. Inversión en redes de electricidad (transporte y distribución) por


regiones del mundo

Fuente: IEA (2018).

Dentro de este contexto, el gasto de las compañías eléctricas para modernizar el


sistema eléctrico a través de las redes inteligentes135 representa entre un 10 y un
11%, aunque el gasto en equipos convencionales (cables, transformadores,
conmutadores y otros equipos de subestación) siguen suponiendo la mayor parte
de las inversiones totales.

En particular, esta inversión en redes inteligentes, por su papel en la introducción


de la generación distribuida, cobra importancia por el crecimiento de la inversión
en este tipo de generación. De los 300.000 millones de inversión en redes
alcanzados en 2017, 33.000 (el 11%) fueron a parar a estos recursos distribuidos,

135Para la IEA esta inversión incluye contadores inteligentes, equipos de distribución avanzada y
recarga de vehículos eléctricos.

143
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

tras un crecimiento del 13% respecto a 2016. El reparto de inversiones en la red


eléctrica en los últimos años puede verse en el Gráfico 66.

Gráfico 66. Reparto del gasto en equipos de redes de electricidad por tipo

Fuente: IEA (2018). Nota: no se incluyen las estaciones de recarga de vehículos eléctricos de dos o tres
ruedas.

Otro indicador de las implicaciones económicas de las redes inteligentes puede ser
el gasto en I+D de las compañías eléctricas, ya que el proceso de evolución de un
concepto tan versátil como la red inteligente requerirá una I+D constante (EPRI,
2011).

Según recoge la IEA (2017), si se atiende globalmente a las empresas de los grandes
sectores tradicionales de energía, la inversión en I+D se ha estancado en los últimos
años, con un descenso136 incluso del 2% en 2015 y 2016137 (Gráfico 67).

A pesar de ello, si se atiende a las empresas de energías limpias, grupo en el que en


este caso la IEA incluye las renovables, el almacenamiento y las redes inteligentes,
la tendencia es de crecimiento. Así, aunque es este tipo de compañías suponen aun
una fracción minoritaria en cuanto a I+D, el peso de este tipo de compañías ha ido
creciendo del 10% al 14%138 en el periodo al que hace referencia el gráfico.

136Puede ser atribuible a una caída en los beneficios del sector oil & gas más que una tendencia de la
industria en general.
137 Resultados iniciales según datos en 2017.
138 Debido en gran parte al mencionado descenso en el sector oil & gas.

144
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 67. Gasto en I+D de las compañías por sectores energéticos

Fuente: IEA (2017).

Esto es relevante si se tiene en cuenta que las compañías de sectores tradicionales


(oil & gas y eléctricas) dedican de media un 0,25% de su beneficio anual al I+D,
mientras que dichas compañías dedicadas a energías limpias aportan el 2,5%, es
decir, una proporción diez veces mayor.

En cualquier caso, el peso de estas inversiones puede estar infravalorado, ya que


parte de las inversiones de estas tecnologías pueden estar recogidas en sectores
tradicionales, siendo el caso de las redes inteligentes, donde como se ha visto sus
inversiones van ligadas al sector de las redes eléctricas.
Por otra parte, no se incluyen en estas estimaciones la investigación en otros
sectores distintos al energético, tales como tecnologías de la información,
fabricación de bienes de equipo e iniciativas en eficiencia energética en general, lo
cual apunta a un ecosistema de gasto en I+D amplio y variado y que está en
aumento en torno a las redes inteligentes.

Gráfico 68. Gasto en I+D orientado a la energía por sector en Estados Unidos

Fuente: IEA (2017).

145
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Por ejemplo, en Estados Unidos las estadísticas139 sobre I+D en energía muestran
que ésta se produce en una diversidad de compañías no necesariamente operan en
los sectores tradicionales140 de energía (Gráfico 68). EPRI (2011) muestra cómo esto
ocurre a través de colaboraciones de la industria, como esfuerzos concertados para
desarrollar el control avanzado en el transporte de electricidad o la implicación de
la industria del automóvil en el desarrollo de estas tecnologías.

La IEA destaca que la I+D en estos sectores puede ser vulnerable si se trata de
mercados con precios volátiles, mientras que otro factor de peso que puede limitar
los avances técnicos en cuanto a costes, especialmente en el sector privado, es la
fuente para financiar los programas de innovación. Por ello, las políticas públicas en
este sentido pueden jugar un papel relevante a la hora de alinear los costes de
financiación con objetivos a largo plazo.

Yendo más allá de las inversiones en I+D y atendiendo a los avances en los
principales países, China ejerce el liderazgo en el campo de las redes inteligentes si
se trata de capital invertido, con más de 3.000 millones de dólares dedicados en
2017 a automatización de las redes y sobre todo a un despliegue masivo de
contadores inteligentes de más de 400 millones en todo el país. Sin embargo, si en
lugar de atender la inversión por países se incluyen conjuntos como la Unión
Europea, la inversión total de ésta en redes inteligentes supera a la de China al
situarse en 10.000 millones de dólares (70% dedicado a contadores inteligentes).

Dentro de Europa destaca, siempre según la IEA (2018), el liderazgo actual de España
en el despliegue de contadores inteligentes (penetración del 85% en 2017 y
pretensión de completar la penetración hacia 2018). Otros países como Suecia e
Italia están experimentando nuevos impulsos, mientras que otros como Francia y
especialmente Reino Unido presentan más complicaciones en el despliegue
nacional. Puede verse por tanto un panorama desigual en las inversiones de los
países europeos.

Junto a China y Europa se sitúa Estados Unidos como el segundo inversor individual
en redes inteligentes con aproximadamente 2.000 millones de dólares, dentro de la
cual se incluye un despliegue de 75 millones de contadores inteligentes a fecha de
finales de 2017 (de los cuales más de 12 fueron en California y 5 en Florida).

139 Es reseñable que es obligatorio comunicar la información sobre el gasto en I+D relativo a
tecnologías de la energía en Estados Unidos, a través del envío de datos desde las empresas a la
Business R&D Survey de Estados Unidos.
140Se refiere a sectores no involucrados directamente en la producción de energía como las TIC o los
servicios. Pueden verse comentarios sobre flujos de inversión a nuevas compañías tecnológicas de
energía en Bennett (2018).

146
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Un marco sencillo para el análisis de inversiones


necesarias para desarrollar redes inteligentes
Siguiendo con lo descrito en el capítulo anterior, EPRI (2011) realizó un análisis del
coste estimado de actualizar las redes eléctricas en los EE.UU. para convertirlas en
“inteligentes”, de acuerdo con el esquema de bloques de elementos antes visto.

Aunque para el instituto estadounidense la red inteligente también abarca toda la


cadena de valor de la generación y el suministro eléctrico, el análisis realizado indica
que la distribución es la parte que mayor coste puede suponer dentro de las
inversiones necesarias para la transformación de las redes de los EE.UU. Dichas
estimaciones supondrían entre unos 225.000 y unos 340.000 millones de dólares
(Gráfico 69), dado que la mayoría de los clientes se conectan a la red de distribución.

Gráfico 69. Costes de una red inteligente plenamente funcional (M$)

Fuente: reelaborado a partir de EPRI (2011).

Para poder realizar una estimación similar para un sistema de distribución concreto
(como el de la CAPV), lo primero que se necesita es conocer qué influye en los costes,
es decir, qué variables existen que, por tener más presencia en el sistema (clientes,
líneas eléctricas, potencia instalada, etc.) van a determinar que los requerimientos
de inversión sean mayores o menores. Estas variables, denominadas aquí
inductores de costes, se describen en el apartado 4.3.1.

Una vez conocidos los inductores a los que hay que atender para calcular los costes,
el siguiente paso consiste en relacionarlos con los elementos de la red en los cuales
dichos inductores influyen y que darán lugar a inversiones. Asimismo, es
fundamental poder situarlos dentro de la red según el bloque al que pertenecen,

147
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

entre los definidos en el capítulo anterior. Para ello se presenta una fotografía
general de la distribución de estos elementos, y su relación con los inductores y
bloques, en el apartado 4.3.2.

Sin embargo, tanto esa fotografía de los elementos de coste como la de la red
eléctrica inteligente general del capítulo anterior son estados finales de la red,
resultado de una evolución progresiva, ya que la construcción de la red inteligente
tendrá lugar por fases. Las fases de desarrollo de la red y su descripción se exponen
en el apartado 4.3.3, donde se explica cómo la red inteligente va “creciendo” a
medida que van surgiendo las necesidades de inversión. Un supuesto implícito
importante del ejercicio realizado es que se asume que el crecimiento gradual que
se plantea de la red inteligente permitirá mantener relativamente estables los
niveles de seguridad y calidad del suministro eléctrico.

En definitiva, en los siguientes apartados se hace una descripción de inductores,


elementos de coste y fases de cara a entender cómo se pueden estimar las
inversiones necesarias para implantar una red inteligente plenamente funcional y
que permita garantizar un suministro eléctrico con los niveles de calidad y seguridad
que se observan en la actualidad. Este proceso se resume en la siguiente figura
antes de entrar en detalle.

Gráfico 70. Esquema del proceso para estimar costes de la red inteligente

Establecer
Distinguir
Identificar un orden
¿Qué ¿Cuánto elementos ¿Cuándo
inductores lógico de
influye? cuesta? de coste y su ocurre?
de coste inversión por
precio
escenarios

Fuente: elaboración propia.

Para calcular el coste de inversión en cada elemento (C) hay que tener en cuenta
tres factores: el valor del inductor de coste correspondiente (I); el precio individual
de cada elemento de coste (P); y, en su caso, ordenar las inversiones por fases (cada
inversión tiene su lugar en el tiempo).

148
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Existe además una tercera variable a tener en cuenta: el nivel de automatización


(NAut). Este es un valor particular de cada elemento de coste, y representa el
porcentaje de penetración141 en la red de la tecnología en cuestión.

Como valor de referencia en una red inteligente de distribución, puede considerarse


un nivel de automatización en torno al 25%142 de los activos, pero como se verá más
adelante, este varía en función de cada caso concreto y de las necesidades de
operación del sistema de distribución inteligente.

Una vez se conozcan estas tres variables, se estima el coste final incurrido en cada
elemento como el producto de las mismas:

C = I x P x NAut

Algunos de estos valores se han corregido o adaptado143 para aplicarlos en el caso


de la CAPV, como por ejemplo el nivel de penetración de los contadores inteligentes,
que en España se encuentra en un estado más avanzado que en otros países,
incluyendo Estados Unidos, o el tipo de redes de distribución, con un carácter
menos rural que en el país americano.

Esto se irá viendo en detalle en los siguientes apartados, pero, en cualquier caso, ha
de recordarse que el ejercicio de valoración se basa en una aproximación a los
sistemas eléctricos europeos y, por tanto, puede aplicarse en otras geografías, como
otras CC.AA. o a nivel del Estado.

Es importante tener en cuenta que, aunque esta configuración es aplicable en estos


entornos, puede no ser la más idónea en otros lugares. Como ya se ha mencionado
en el apartado 3.4.2, la adaptación a la topología de la red es importante.

Resulta relevante tener en cuenta qué condiciones de contorno específicas se


definen en este marco de análisis. Aunque las especificaciones de datos de tensión,
potencia, configuración, etc. se irán señalando donde sea oportuno, algunas
características globales del ejercicio son las que aparecen descritas en Tabla 20.

141 Saturation percentage, en el original.


142 Implica el valor óptimo de automatización de la red, a partir del cual una mayor inversión en
incrementar dicho porcentaje no tiene por qué traducirse en un incremento de beneficios de
operación. No obstante, dicho valor es la referencia desde la perspectiva del estado actual de la red,
por lo que en un estado avanzado de la red inteligente puede considerarse que es beneficioso alcanzar
niveles superiores.
143Algunos valores se han recalculado para ajustar los resultados lo máximo posible a la metodología
de la fuente original.

149
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 20. Características globales del marco de análisis de los costes de la red
inteligente objeto de este trabajo

Grupos de elementos de una


Inductores de costes
red inteligente

Tensión Redes siempre por debajo de 36 kV.

Precios ligados a la presencia o ausencia de elementos en


Caracterización de precios de
configuraciones concretas. Influye el nivel de cortocircuito de la
industria de equipos eléctricos
red analizada, entre otros factores.

Para los precios de la industria de equipos eléctricos no se


incluyen costes como el transporte, la instalación, la conexión
(en media y en baja tensión), puesta en marcha, administración
(permisos o legalizaciones de proyectos), obra civil.
Qué se excluye
EPRI especifica que en sus costes no se incluyen cuestiones
como la renovación de plantillas de trabajadores con personas
con nuevas cualificaciones (digitales, por ejemplo) o la
actualización de equipos una vez instalados.

Los precios dados por EPRI corresponden al mismo año del


Año correspondiente de los estudio.
precios Los precios manejados por la industria de equipos eléctricos
corresponden al año 2019.

Se considera un IAPC promedio del 1,7% y un factor de eficiencia


Actualización de precios o productividad total de los factores en distribución de energía
eléctrica igual al 2,2%144.

Fuente: elaboración propia.

Asimismo, el cálculo total de los costes de desarrollo de la red se basará en el valor


actual de los inductores de costes y el de los nuevos inductores en el periodo 2020-
2050, teniendo en cuenta el previsible crecimiento de las infraestructuras con la
electrificación de la economía.

Siguiendo en este sentido las estimaciones de crecimiento de la demanda eléctrica


de ENTSO-E (2018), se espera que esta crezca en España un 12% hasta 2030 desde

144 El ejercicio asume que la actualización de los precios a lo largo del tiempo se llevará a cabo con un
factor (1+IPC-X), donde IPC es la tasa de inflación y X es un factor de eficiencia, que puede estimarse
sobre la base de la productividad total de los factores en el sector de la distribución de energía eléctrica
–ver Machek e Hnilica (2012). Se aplica un valor X=2,2% utilizando las estimaciones realizadas por Ajayi,
Anaya y Pollitt (2018) para la actividad de distribución de energía eléctrica en el Reino Unido y teniendo
en cuenta la visión de EPRI (2011), que postula que la reducción esperada de los costes de los
componentes de las redes inteligentes será mayor, en el horizonte de desarrollo de las mismas, que
las reducciones de costes en los componentes y tecnologías, ya maduros, de las redes tradicionales.

150
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

el comienzo del mencionado periodo145. Este porcentaje está en línea con los
crecimientos de los valores de EPRI (2011) a 2030, por lo que se aplicará de manera
general a los valores de cada inductor para establecer su incremento a 2030.
También durante el periodo 2020-2050 un incremento (acumulado) del 18% hasta
2040 y del 72% hasta 2050146, aun teniendo en cuenta la incertidumbre propia de
periodos tan a largo plazo.

Debe mencionarse que algunas de estas inversiones son catalogadas como “costes
relacionados con el cliente” por EPRI (2011), como pueden ser los elementos
facilitadores de la generación distribuida para autoconsumo, la conexión de
vehículos eléctricos o los EMS. No obstante, el mismo instituto subraya que esta
categoría no tiene implicaciones sobre quién debe soportar estos costes, aspecto
que dependerá del marco regulatorio aplicable a cada sistema. No obstante,
estudios como Monitor Deloitte (2018) prevén que, en promedio, en España el 75%
las inversiones en redes eléctricas a 2030 sean realizadas por los operadores de las
redes.

Principales inductores de los costes de desarrollo de las redes


inteligentes para la CAPV

De acuerdo con EPRI (2011), pueden asociarse a los grandes grupos de elementos
que conforman las redes inteligentes de distribución de energía eléctrica un
conjunto de inductores de costes que permiten estimar los costes de desarrollo de
las nuevas redes (Tabla 21).

Estos inductores son las principales variables que caracterizan el tipo de red objetivo
(hasta qué punto abarca la integración de recursos energéticos distribuidos, qué
demanda cubre, etc.) y por ello se deben adaptar sus valores a las características
concretas de la red prevista.

145El ejercicio realizado toma como punto de partida el año 2020, pero se toma el dato de la demanda
eléctrica en el último Informe del Sistema Eléctrico Español completo disponible, correspondiente a
2017 (REE, 2018a).
146El uso de estas previsiones de la demanda sigue las consideraciones de la Comisión de Expertos
sobre Escenarios de Transición Energética (MINETAD, 2018). Así, los escenarios de referencia son los
elaborados por ENTSO-E y ENTSO-G, asumiendo que estas fuentes permiten incluir las circunstancias
ajenas a España y relacionadas con el sistema eléctrico europeo. Tomando los resultados concretos
para España, se parte de los escenarios EU (menor crecimiento), ST (crecimiento intermedio) y DG
(mayor crecimiento) en 2030 y 2040, estableciéndose un crecimiento promedio entre ellos. Para 2050
se toma el valor indicado por el mismo Comité respecto a las mismas previsiones (página 61 de su
informe), que supone el de mayor crecimiento (DG), pero entendido como escenario base (véase
razonamiento en la página 19 de su informe).

151
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 21. Grupos de elementos de una red inteligente y principales


inductores de costes en el nivel de distribución

Grupos de elementos de una red


Inductores de costes
inteligente

Infraestructura de medición avanzada • Número de clientes

• Líneas de alimentación
Automatización de la distribución
• Subestaciones

• Número de transformadores
• Potencia distribuida
Centros de transformación inteligentes
• Potencia de almacenamiento
• Número de vehículos eléctricos

Redes de área locales y domésticas y


• Número de clientes
sistemas de gestión de la energía

Fuente: elaboración propia a partir de EPRI (2011).

En el caso que ocupa a lo largo de este capítulo (red inteligente de distribución en la


CAPV), la Tabla 20 en las páginas anteriores contenía características globales de la
red vasca que suponen condiciones de base para el ejercicio que se realiza y que
podrían cambiar en el caso de otra red, pero que no son propiamente inductores
de costes. Su modificación implicaría en todo caso cambios en los costes de los
distintos elementos de la red (ver el apartado 4.3.2).

Los inductores de costes, por el contrario, implican características de la red


inteligente más concretas (por ejemplo, ligadas a la topología de la misma).
Modificando estos inductores y, por tanto, definiendo redes distintas, sería posible
obtener diferentes resultados en términos de calidad de suministro, introducción
de renovables, gestión de la energía y la demanda, etc.

En el ejercicio realizado en este estudio no se ha optado por desarrollar diferentes


escenarios, sino por aplicar objetivos para la red que se consideran plausibles para
la CAPV, en particular, y para España, en general. Para lograr la máxima
aproximación a la realidad de la red vasca, se han priorizado los valores de las
distintas variables consideradas que se refieren a la CAPV donde era posible. En los
casos en los que no existían datos concretos, se han aplicado valores incluidos en
documentos relevantes en el ámbito estatal, como el PNIEC147, calculando valores
equivalentes para la CAPV. Donde no era posible seguir ninguna de estas vías, se

147Como se señaló anteriormente, se han empleado también los escenarios de demanda eléctrica
desarrollados por la Comisión de Expertos de Transición Energética.

152
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

optó por establecer una equivalencia con los valores del modelo de EPRI (2011). Un
resumen de todo esto puede verse en la Tabla 22.

Tabla 22. Resumen de los valores de los inductores empleados

Horizonte
Inductores Valor de partida Origen del dato
temporal

Número de clientes 1.298.981 CNMC


Último dato
Equivalencia con
Líneas de alimentación 1.857 disponible
EPRI
como
Sistema de punto de
distribución partida del
Subestaciones 158
principal en la ejercicio
CC.AA.148

Número de
Equivalencia con
transformadores 8.169
EPRI
inteligentes

Estrategia
Energética 3E- Valor de
Potencia distribuida (kW) 293.030 referencia
2030 del País
Vasco149 objetivo en
el año 2030
Potencia de Equivalencia con
52.500
almacenamiento (kW) PNIEC150

Número de vehículos Estudios previos


260.000
eléctricos de Orkestra

Fuente: elaboración propia.

En caso de buscarse un escenario con objetivos distintos a los planteados en este


estudio, o bien su aplicación a una red eléctrica distinta a la de la CAPV, con otras

148 Fuente: Landa (2012).


149Las consideraciones respecto a la generación distribuida en la Estrategia 3E-2030 del País Vasco, en
consonancia con el Plan de Autoconsumo 2017-2020 —ver Marqués (2017)—, fueron publicados antes
que el PNIEC y, por tanto, la alineación de objetivos relativos a electrificación e instalación de
renovables puede diferir: los objetivos en la 3E-2030 para la CAPV pueden resultar por debajo de la
proporción correspondiente a la CAPV respecto al Estado en el PNIEC. Aunque se aplica el criterio
mencionado de primar los valores disponibles en el nivel regional, no se considera que este aspecto
vaya en detrimento de los objetivos del PNIEC, representado este solo uno de los posibles escenarios
de contribución de la CAPV a los objetivos globales del PNIEC u otras estrategias en el ámbito estatal.
150 Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. El Gobierno de España envió un borrador del mismo a
la Comisión Europea a principios de 2019.

153
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

particularidades, la modificación de los inductores y las características


correspondientes permitirían adecuar el ejercicio al caso deseado.

A continuación, se describen cada uno de estos inductores para la CAPV en mayor


detalle, con algunas de sus implicaciones o situaciones de contexto.

Número de clientes

El número de clientes es una de las variables inductoras de costes más relevantes,


en especial lo relativo a las inversiones en AMI. Asimismo, el número de clientes
influye en las inversiones relacionadas con la automatización de la distribución (p.
ej., en lo que se refiere al control directo de carga de los clientes ya existentes).

También es un inductor relevante de los costes de desarrollo de las LAN y, ya en el


ámbito geográfico del cliente, de otros dispositivos y elementos como el portal EMS,
los dispositivos de acceso a la energía, los electrodomésticos y otros dispositivos y
otros costes asociados a la automatización de decisiones relacionadas con la gestión
de la energía.

Como se comentó en apartados anteriores, las infraestructuras y correspondientes


inversiones en AMI son distintas en función del tipo de cliente (residencial, comercial
o industrial). Por tanto, para trasladar el análisis de costes a la CAPV, es necesario
conocer el número de clientes (entendiéndose en este sentido puntos de consumo
donde se producen mediciones de contador) y su distribución por sectores.

El dato de clientes para España y por CC.AA. más actualizado puede verse en los
informes sobre cambio de comercializador de la Comisión Nacional de los Mercados
y la Competencia (CNMC).

El Gráfico 71 muestra la distribución geográfica actual151 del consumo en el sistema


eléctrico en España, formado por un total de 29.221.512 puntos de suministro, de
los que la CAPV representa en concreto 1.298.981152 (CNMC, 2018), es decir, un 4,4%.

La CNMC distingue los puntos de suministro por segmentos de mercado, de


acuerdo con tres categorías: doméstico, pequeña y mediana empresa (PYME) e
industrial. Teniendo en cuenta esta distinción, se desarrolla una clasificación similar
a la de EPRI (2011) para España, uniendo los sectores PYME e industria para
equipararlo como el conjunto “comercio e industria” de EPRI, siendo por otra parte

151 Los últimos datos disponibles son a 30 de septiembre de 2017 (tercer trimestre).
152 3.700 clientes están conectados en alta tensión (Gobierno Vasco, 2016).

154
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

“doméstico” sinónimo de “residencial”. Una comparación de ambos y los


porcentajes que representan sobre el total puede verse en la Tabla 23.

Gráfico 71. Distribución geográfica de puntos de suministro para el sector


eléctrico

Fuente: CNMC (2018).

Tabla 23. Comparación de clientes por sectores entre España y EE.UU.

País Sector Número de consumidores % sobre el total

Residencial 28.353.679 97%

España Comercial e industrial 867.833 3%

Total 29.221.512 100%

Residencial 123.949.916 87%

Estados Unidos Comercial e industrial 18.170.986 13%

Total 142.120.902 100%

Fuente: elaboración propia a partir de CNMC (2018), EPRI (2011).

Una de las primeras diferencias apreciables entre la situación de Estados Unidos y


España es el porcentaje de consumidores por sectores, siendo en el caso de Estados
Unidos superior el peso del sector comercial e industrial en diez puntos
porcentuales respecto del caso español.

155
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Para hallar el desglose de los consumidores por sector para la CAPV, se aplica a los
1.298.981 puntos de suministro de la CAPV que registra CNMC (2018) los
porcentajes que definen la estructura de consumidores por sector para el conjunto
de España (el 3% de los consumidores son del tipo comercial o industrial) (Tabla 24).

Tabla 24. Número de clientes por sectores en la CAPV

País Sector Número de consumidores

Residencial 1.260.403

Existentes Comercial e industrial 38.578

Total 1.298.981

Residencial 151.248

Nuevos a 2030 Comercial e industrial 4.629

Total 155.878

Fuente: elaboración propia a partir de CNMC (2018).

Líneas de alimentación

Junto a los clientes, las líneas de alimentación constituyen la variable más


importante para determinar los costes de desarrollo de las redes, ya que la
automatización de la distribución hasta la baja tensión es uno de los dos grandes
grupos de costes junto a la AMI, e incluyen además las comunicaciones y otros
activos, como los controladores de las LAN. Es por tanto la variable más transversal
a los grandes grupos de elementos de la red inteligente que se han descrito en el
capítulo 3.

Para estudiar las líneas de alimentación que existen en la CAPV, es necesario


conocer qué OSD está involucrado en cada sistema de distribución. Para España se
pueden encontrar cinco grandes divisiones según el distribuidor principal (Gráfico
72). Puede apreciarse que la CAPV se encuentra dentro de la zona correspondiente
a Iberdrola Distribución.

Así, puede considerase que el área de distribución de Iberdrola en el CAPV incluye


el 99% de las líneas de alimentación, pues existen pequeñas distribuidoras locales
que cubren el restante 1% del sistema, correspondiendo las dos mayores a Oñati y
Tolosa (Gobierno Vasco, 2016)

Sin embargo, el total de líneas de alimentación en la CAPV no está disponible. Para


utilizar un dato adaptado a la CAPV, se ha optado por relacionar la demanda
eléctrica entre Estados Unidos y la CAPV (entendiéndose que cuanto mayor sea la

156
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

demanda, mayor volumen de infraestructura de alimentación se requerirá),


teniendo en cuenta la ratio de líneas de alimentación por unidad de demanda en
EE.UU.

Gráfico 72. Mapa de las zonas de distribución de electricidad en España

Fuente: Energía y Sociedad (2018). Nota: la zona de distribución de E.ON España es en la actualidad la
zona de Viesgo Distribución.

Así, si se tiene en cuenta una demanda actual en la CAPV de 16.543 GWh en 2017
(REE, 2018a), frente a la demanda que había en Estados Unidos en el año de
realización del estudio de EPRI (2011), que era de 3.749.846 GWh (EIA, 2018a), se
puede considerar que la CAPV representa el 0,4% de la situación eléctrica a emular,
de manera que la CAPV requerirá para ello el 0,4% correspondiente en
infraestructuras de alimentación. Esto da lugar a un indicador de referencia para la
CAPV igual a 1.857 líneas de alimentación.

Subestaciones y transformadores

El número de subestaciones es una variable que en los cálculos de EPRI (2011)


interviene en la definición de los elementos de electrónica de potencia que deben
desplegarse, por lo que sus implicaciones sobre los costes están relacionadas, sobre
todo, con la automatización de la distribución. El número total de subestaciones en
la CAPV es de aproximadamente 158 (Landa, 2012) (Gráfico 73).

157
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 73. Detalle del mapa del sistema eléctrico de la CAPV

Fuente: REE (2018b).

Los centros de transformación inteligentes (CTI) se relaciona de forma estrecha con


el número de subestaciones. Sin embargo, los CTI van más allá de las subestaciones
y transformadores, abarcando una interfaz amplia que permite la integración de los
recursos distribuidos.

EPRI (2011) estima en tres millones de unidades el volumen de este bloque de


activos en el horizonte 2030, divididos a partes iguales entre dos tipos: aquellas
unidades que hacen efectiva la integración de la generación distribuida y aquellas
relacionadas con el almacenamiento energético. Asimismo, EPRI (2011) considera
que el 50% estarán ubicadas en las líneas de alimentación existentes y el otro 50%
en las nuevas que se desplegarán en el horizonte 2030.

Teniendo en cuenta que, según EPRI (2011), se trata de un inductor de costes en sí


mismo y que a día de hoy no se trata de una infraestructura plenamente
implementada, no es posible obtener en número de unidades de elementos de CTI
para la CAPV (como tampoco lo hace EPRI en su caso).

No obstante, buscando una relación entre el número de subestaciones en cada área


geográfica y la estimación de unidades de CTI que realiza EPRI para EE.UU., la
proporción resultante para la CAPV es de 8.168.

158
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Recursos energéticos distribuidos

El volumen de recursos energéticos distribuidos es otra de las variables que


determinan los costes de desarrollo de las redes inteligentes. El estudio de EPRI
(2011) incidió especialmente en el impacto de la generación fotovoltaica. En la
actualidad, se puede hablar de una capacidad instalada en la CAPV de 445 kW
(EnerAgen, 2018).

Gráfico 74. Generación fotovoltaica para autoconsumo en España

Fuente: EnerAgen (2018).

No obstante, la estrategia energética del Gobierno Vasco 3E-2030 marca como uno
de los objetivos promocionar el desarrollo de pequeñas instalaciones renovables de
generación eléctrica distribuida, como la fotovoltaica, impulsando así el
autoconsumo.

El Plan de Autoconsumo 2017-2020 desarrollado por el Gobierno Vasco está


centrado en la generación solar fotovoltaica, aunque descarta el desarrollo de otras
tecnologías, como la minieólica. Teniendo en cuenta las previsiones del Gobierno
Vasco en el horizonte 2030, se puede establecer una capacidad de generación
distribuida renovable de referencia igual a 293.030 kW (Marqués, 2017)153.

153Como ya se mencionaba al describir los inductores, aunque esta previsión de la CAPV se hizo antes
de que se redactase el PNIEC, se considera uno de los escenarios posibles dentro de la contribución
de la CAPV a los objetivos conjuntos del Estado, pudiéndose establecer otros escenarios más o menos
ambiciosos.

159
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Los otros recursos distribuidos relevantes son, por un lado, los dispositivos de
almacenamiento, y, por otro lado, los vehículos eléctricos. En el primero de los
casos, el inductor y el elemento de coste coinciden: la potencia de almacenamiento,
medida en kW. Para estimar la capacidad de almacenamiento para clientes
residenciales, comerciales e industriales en la CAPV se tiene en cuenta la previsión
del PNIEC154 de instalación en España de hasta 2,5 GW de baterías en el año 2030.
Teniendo en cuenta que la CAPV representa un 2,1% de la demanda eléctrica (REE,
2018a), un valor posible de este inductor podría ser 52.500 kW a partir de 2030.

El tercer inductor de costes relacionado con la penetración de recursos energéticos


distribuidos es el número de vehículos eléctricos. En especial, tiene impacto sobre
los costes de desarrollo a través de los conversores V2G (del vehículo a la red)
necesarios para que el flujo energético relacionado con los vehículos sea
bidireccional y estos puedan actuar como baterías móviles. Para estimar el inductor
correspondiente en el horizonte 2030, se toma como referencia un escenario
basado en el análisis de Álvarez y Menéndez (2017) de distintas posibilidades de
penetración de energías alternativas en el transporte de pasajeros para la CAPV y
que implicaría una flota de 260.000 vehículos eléctricos en 2030 en la CAPV.

Elementos de coste para el desarrollo de las redes inteligentes para la


CAPV

Para poder entender el encaje de los elementos de coste, los inductores y las fases
en el desarrollo final de la red inteligente, se realiza aquí un ejercicio adicional de
síntesis de los elementos más relevantes que estarán en el desarrollo final de la red
inteligente y que determinarán las inversiones a realizar, junto con los principales
inductores de los costes de inversión, y las fases correspondientes.

Como resultado, en el Gráfico 75 y en la Tabla 25 se identifican 17 elementos


principales de costes y se asocia, cada uno de ellos, a uno de los siete inductores de
costes: (1) el número de subestaciones (inductor I1 en la figura siguiente); (2) el
número de líneas de alimentación o feeders (I2); (3) el número de clientes (I3); (4) el
número de transformadores (I4); (5) la capacidad de las instalaciones de generación
renovable (solar y eólica) distribuida (I5); (6) la capacidad de los dispositivos de
almacenamiento distribuidos (I6); y (7) el número de vehículos eléctricos (I7).

154 No ha sido posible encontrar una previsión equivalente para la CAPV.

160
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 75. Distribución simplificada de los elementos de coste

Fuente: elaboración propia. Elemento de coste Inductor


correspondiente)

161
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 25. Relación de los elementos de coste con inductores, bloques, y fases

Núm.
en la Elemento de coste Coste ($) Inductor Bloque al que pertenece Fase de desarrollo
figura

Subestaciones: 158
1 Control de tensión y potencia reactiva 159.000
Inductor 1 (I1)

Celdas de distribución primaria –


2 51.500*
Protecciones de cabecera de línea Automatización de la
distribución hasta la baja
Celdas de distribución secundaria –
3 26.000* tensión
dispositivos avanzados de distribución Líneas de alimentación:
Fase I
1.857
Comunicaciones para circuitos (hasta 2030)
4 inteligentes de distribución mediante 10.000 Inductor 2 (I2)
métodos varios

Comunicaciones a las líneas de


5 10.000
alimentación para AMI mediante RTU
AMI
Clientes: 1.298.981
6 AMI física 230
Inductor 3 (I3)

Transformadores: 8.168 Centros de


7 Transformadores inteligentes 27.500* transformación
Inductor 4 (I4) inteligentes
Fase II
kW de generación (hasta 2040)
8 Inversores de generación distribuida 900 distribuida: 293.030 Recursos distribuidos
Inductor 5 (I5)

(cont.) (*) Valores en euros (€).

162
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 25 (cont.). Relación de los elementos de coste con inductores, bloques, y fases

Núm.
en la Elemento de coste Coste ($) Inductor Bloque al que pertenece Escenario
figura

kW de almacenamiento:
Almacenamiento (baterías e 52.500
9 2.300
inversores)
Inductor 6 (I6) Fase II
Recursos distribuidos
Vehículos eléctricos: (hasta 2040)
10 Conversores V2G 400 260.000
Inductor 7 (I7)

11 Controladores LAN 75.000 Líneas de alimentación:


1.852
12 Control de carga directo 100 Inductor 2 (I2)

13 Portales EMS 225

Dispositivos domésticos de acceso a Redes de área y gestión


14 75 de la energía
información sobre energía
Clientes: 1.298.981 Fase III
Electrodomésticos y dispositivos Inductor 3 (I3) (hasta 2050)
15 15
preparados para la red

Actualizaciones de comunicación para


16 12.500
automatización de edificios

Líneas de alimentación: Automatización de la


17 Control distribuido de red 75.000 1.857 distribución hasta la baja
Inductor 2 (I2) tensión

Fuente : elaboración propia.

163
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Estimación de los costes de desarrollo de redes inteligentes en la CAPV


por fases

Para alcanzar el objetivo de desarrollar una red inteligente como la descrita en el


capítulo anterior debe tenerse en cuenta que los distintos elementos que la
componen tienen diferente desarrollo tecnológico a fecha de hoy, que su
introducción en la red puede tener distinta prioridad según las funciones que aportan
y que la implementación de unos puede requerir la introducción previa de otros.

Por otra parte, en función de los objetivos que se persiga, puede ser deseable llegar
a un estado final de desarrollo más o menos avanzado de esa red inteligente.

Por todas estas razones hay inversiones con mayor potencial de ser realizadas antes.
Esto implica que el proceso de implementación de las redes inteligentes solo puede
llevarse a cabo de manera progresiva, por lo que es necesario distinguir fases en las
que la red inteligente alcanza un determinado grado de madurez según se van
introduciéndose unos bloques de elementos u otros.

Gráfico 76. Esquema de fases de inversión progresivas para una red inteligente
tipo en la CAPV

Fuente: elaboración propia.

El Gráfico 76 presenta las tres fases de desarrollo progresivo y escalonado de redes


inteligentes en la CAPV que se adoptan como referencia para el ejercicio de valoración

164
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

del despliegue de una red plenamente funcional a lo largo de un periodo de unos 30


años155.

Se considera para ello el periodo orientativo 2020-2050, teniendo en cuenta que


lograr un estado avanzado de estas fases antes del año 2030 probablemente resulta
excesivamente optimista156.

Tabla 26. Pasos que componen cada una de las fases


Fases Pasos Descripción
Paso 1 Desarrollo de la AMI
Automatización de líneas de
Paso 2
alimentación (aguas arriba)
Fase I Automatización de líneas de
Paso 3
alimentación (aguas abajo)
Comunicaciones para circuitos
Paso 4
de distribución
Centros de transformación
inteligentes. Preparación de la
Paso 1
red para los recursos
distribuidos
Penetración a gran escala de
Fase II recursos distribuidos:
Paso 2
generación distribuida y
almacenamiento
Extensión adicional de recursos
Paso 3
distribuidos: V2G
Paso 4 Bases del DMS
Paso 1 Habilitación de redes locales
Paso 2 Involucración del consumidor

Fase III Desarrollo del control de carga


Paso 3
directo
Desarrollo del control
Paso 4
distribuido de red

Fuente: elaboración propia.

155 EPRI (2011) adoptaba un periodo de desarrollo de unos 20 años, hasta 2030. Dado que algunas de
las previsiones tecnológicas de EPRI deben aún ser desarrolladas y hay incertidumbre en el recorrido del
mercado de las mismas, con el objeto de evitar una perspectiva excesivamente optimista se sitúa el
punto de llegada del desarrollo de la red inteligente en el año 2050.

Por el contrario, EPRI (2011) sí consideraba 2030 como un horizonte probable para el desarrollo de
156

una red avanzada, estimando un periodo de implementación de unos 20 años.

165
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Esta distinción en tres fases, agrupando los bloques de elementos y sus inductores,
coincide aproximadamente con los desarrollos por fases vistos en el Capítulo 3 y, por
tanto, está apoyada en experiencias reales, como las descritas en Madrigal et al.
(2017) o el caso de la red inteligente urbana que se está desarrollando en Viena157.

Igualmente, es consistente también con el enfoque aplicado al caso español por


Cansino et al. (2017)158, que distingue como pilares básicos de la red inteligente las
que denominan 3S: smart metering, self-consumption y smart management; es decir,
contadores inteligentes (AMI), autoconsumo (generación distribuida) y gestión
inteligente (EMS).

Es importante señalar que el objetivo final del desarrollo es lograr una red eléctrica
que sea capaz de dar soporte a la descarbonización del sistema eléctrico e incorporar
las tecnologías que caracterizan a una red inteligente plenamente funcional. Es decir,
este concepto de red inteligente incorpora los elementos necesarios para que tenga
el potencial de alcanzar distintos objetivos (calidad de suministro, introducción de
renovables, gestión de la energía y la demanda, etc.). Sin embargo, esto no significa
que esa capacidad se traduzca necesariamente en el cumplimiento de todos ellos, lo
que dependerá de distintos factores.

Así, en la definición de los escenarios de análisis se han seguido las consideraciones


de la Estrategia 3E-2030 del País Vasco, del PNIEC y de otras estrategias relativas a la
electrificación de la generación o al desarrollo de la capacidad de almacenamiento en
el horizonte 2030, pero las distintas fases de desarrollo no se definen estrictamente
según los valores contemplados en cada una de ellas, sino combinándolos.

Siguiendo con lo expuesto, las fases de desarrollo separan los elementos de la red
inteligente por prioridad y funcionalidad, por lo que agrupan los elementos que
presentan similitudes según esas características. A su vez, estas agrupaciones dentro
de las fases de desarrollo están compuestas por elementos distintos entre sí, para los
que es conveniente distinguir un orden lógico de implementación.

Dentro de cada fase se han distinguido cuatro pasos que permiten entender el
desarrollo del despliegue de una manera ordenada, como se puede ver en la Tabla
26.

Puede considerarse también la referencia a la evolución probable de los sistemas de distribución de


157

energía eléctrica que aparece en el análisis de Martini y Kristov (2015).


158Cansino, J. M., Román, R. y Colinet, M. J. Two smart energy management models for the Spanish electricity
system. Utilities Policy, octubre de 2017.

166
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 77. Evolución por años de la Fase I de inversión para una red
inteligente tipo en la CAPV

2050
FASE I Extensión de
inversiones
para cubrir el
Inicio Cierre crecimiento de
2020 2030 2040 la demanda

2025 2035 2045


Conclusión de
los desarrollos
principales

Fuente: elaboración propia.

Fase I: pleno desarrollo de la AMI y extensión de la automatización a las líneas de


alimentación

Esta fase representa el desarrollo de la red inteligente más probable en el corto-


medio plazo, al implicar la actualización y modernización de infraestructuras ya
existentes (sistemas de medición y líneas eléctricas). El comienzo de esta fase es en
realidad el inicio del desarrollo del conjunto de la red inteligente, y hay que tener aquí
en cuenta que, en la actualidad, según se vio en los capítulos anteriores, la situación
de partida es muy favorable en España y, en concreto, en la CAPV.

La primera piedra en el camino de construir una red inteligente plenamente funcional


es la instalación de los contadores inteligentes. Este es un proceso que en la UE en
general, y en particular en España, está muy avanzado. Por tanto, la situación de
partida de la primera fase de desarrollo es de una penetración completa de
contadores inteligentes.

Además, en el sistema de distribución se han ido introduciendo elementos de


sensorización y procesos automáticos a lo largo de los últimos años, por lo que este
ya presenta un nivel de automatización en media y baja tensión avanzado respecto
al estado del arte en los ámbitos europeo o mundial. Esta automatización, sin
embargo, requerirá mayor profundización en la fracción de la red más compleja de
cara a lograr una mayor seguridad de suministro y flexibilidad de operación.

El periodo orientativo para un desarrollo adecuado de esta fase es 2020-2030,


aunque debido al estado avanzado de la misma no es descartable que esta fase se
pueda completar antes de 2030, por lo que se considera aquí que al menos los

167
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

principales desarrollos159 podrían concluirse a mitad del periodo (año 2025),


representando el grueso de las inversiones necesarias en esta fase.

1. Paso 1. Desarrollo de la AMI

Los contadores inteligentes no funcionarán de manera aislada en la red inteligente.


En torno a ellos se instalarán sistemas de host y MDMS que completen la AMI en los
ámbitos residencial, comercial e industrial. Es posible también que sea necesaria una
nueva generación de contadores inteligentes más avanzados para ello160.

Pero esto representa únicamente la parte física de la AMI (dispositivos) y el software.


Para cumplir sus funciones, la AMI requiere un sistema de comunicaciones con las
líneas eléctricas de alimentación. Esto, que generalmente se podría llevar a cabo
mediante RTUs161, ha de ser integrado en las líneas de alimentación y constituye uno
de los primeros pilares de la red avanzada de comunicaciones del sistema eléctrico.

Tabla 27. Estimación de costes para la AMI en la CAPV (horizonte 2030)

Precio Coste
Inductor Valor del %
Elemento de coste medio medio
de coste inductor saturación
($) (M€)

Clientes
AMI física 1.298.981 230 100 325
totales

Comunicaciones a las
Clientes
líneas de alimentación 1.298.981 10.0000 100 17
totales
para AMI mediante RTU

Total 342

Fuente: elaboración propia.

159 Se entiende aquí por primeros desarrollos la adaptación de las infraestructuras e inductores
existentes al comienzo de la fase. EPRI (2011) solo considera los inductores “existentes” (frente a
“nuevos” por crecimiento de la demanda) en los elementos de coste que en este estudio se asocian a la
Fase I, mientras que los costes de los elementos de las Fases II y III son estimados directamente para los
nuevos inductores por parte de EPRI.
160En el cálculo de los costes totales de la AMI solo se ha tenido en cuenta la diferencia entre los costes
estimados por EPRI (2011) y el coste de los contadores inteligentes, valorados en 90 € por unidad
(Cansino et al., 2017), asumiendo que ya están instalados y a falta de la implementación de dicha
segunda generación de contadores.

Unidad terminal remota (remote terminal unit, en inglés). Término empleado para referirse al control
161

remoto y la monitorización de otros dispositivos o sistemas automatizados.

168
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

2. Paso 2. Automatización de las líneas de alimentación (aguas arriba)

El segundo paso consiste en dotar de la automatización propia de las redes


inteligentes a las líneas de alimentación, que son la fracción más compleja y mallada
de la red distribución (esencialmente, la media y baja tensión).

Esto puede ocurrir en varios niveles. En este segundo paso corresponde implementar
la automatización en el nivel más superficial, el que hay entre la subestación y los
centros de transformación (es decir, aguas arriba). Es relevante señalar aquí que este
ejercicio se realiza para niveles de tensión por debajo de 36 kV en esta parte de la
red, teniendo en cuenta que una tensión superior implicaría otros equipamientos y
costes distintos.

De forma específica, en la subestación pueden encontrarse equipamientos para el


control de tensión y potencia reactiva162, por un lado, y las celdas de distribución
primaria163, por otro lado. La estimación de costes correspondiente aparece en la
Tabla 28.

Tabla 28. Estimación de costes para la automatización (aguas arriba) de las


líneas de alimentación en la CAPV (horizonte 2030)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio ($) saturac. (M€)

Control de tensión Número de


158 159.000 55 16
y potencia reactiva subestac.

Celdas de
Número de
distribución
líneas de
primaria - 1.857 50.000 70 77
alimentación
Protecciones de 164
cabecera de línea

Total 94

Fuente: elaboración propia.

162 No presenta modificaciones respecto a EPRI (2011).


163 Los precios y costes aquí presentados corresponden a celdas sin cajón de control.
164Aquí el inductor es la línea de alimentación, en línea con EPRI (2011), aunque otra posibilidad es
considerar el coste total de todas las celdas de distribución primaria en una subestación. En ese caso, el
inductor de costes sería el número de subestaciones y el rango de precios estaría en 320-350 k€ para
una subestación con configuración de barra simple y en 900-1.200 k€ para la de doble barra. Usando un
promedio de estos valores (como en el caso de la celda individual) el resultado es similar, por lo que
puede usarse un inductor u otro indistintamente.

169
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Para este último elemento, el de las celdas de distribución primaria, el precio


señalado es fruto de un promedia de precios de mercado actuales en la industria
vasca de equipos eléctricos, ya que este este elemento puede presentar diferentes
tipos165. Una de las variaciones más relevantes sería diferenciar entre la
configuración de simple barra frente a la de doble barra. Aunque ambos tipos de
soluciones estarán presentes en los equipos en el futuro, dependiendo de la red, de
cara a simplificar el ejercicio se ha optado por utilizar un promedio de los precios de
ambas configuraciones.

3. Paso 3. Automatización de las líneas de alimentación (aguas abajo)

La automatización de los sistemas más superficiales de las líneas de alimentación en


el paso 2 permitirá ir avanzando en el nivel de detalle y en la capilaridad de la red
hasta los circuitos que parten de los centros de transformación. Es importante
especificar aquí que los precios que se aplican en el ejercicio de valoración
corresponden a una tensión de 24 kV.

Tabla 29. Estimación de costes para la automatización (aguas abajo) de las


líneas de alimentación en la CAPV (horizonte 2030)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio (€) saturac. (M€)

Celdas de
distribución
secundaria - Líneas de
1.857 26.000 55 191
Dispositivos alimentación
avanzados de
distribución

Fuente: elaboración propia.

Así, para el elemento de coste correspondiente a esta parte de la automatización, es


decir, los dispositivos avanzados de distribución en las celdas de distribución
secundarias, el precio y el coste que implica se refleja en la Tabla 29. Al igual que con

165 En cualquier caso, cabe aclarar aquí que se trata de una celda individual, mientras que una
subestación presenta varias de estas unidades. La diferencia de precios contemplados entre la
configuración de simple barra y la de doble barra es que los de la primera está en un rango de 36-40 k€
y la segunda entre 60 y 70 k€ para una unidad individual. Además, una subestación presenta otros
elementos físicos como el transformador, otras protecciones, comunicaciones, etc., que no se incluyen
en este precio.

170
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

las celdas de distribución primaria, los costes aquí reflejados recogen también un
promedio de precios manejados en la industria de equipos eléctricos en la CAPV166.

4. Paso 4. Comunicaciones de circuitos

El cuarto paso en la primera fase de implementación de la red avanzada de


distribución consiste en el desarrollo de los sistemas de comunicaciones para los
circuitos inteligentes de distribución, cuyos costes están relacionados con el número
de líneas de alimentación. La Tabla 30 muestra los costes estimados
correspondientes.

Tabla 30. Estimación de costes para el desarrollo de comunicaciones para


circuitos inteligentes de distribución en la CAPV (horizonte 2030)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio (€) saturac. (M€)

Comunicaciones
para circuitos Líneas de
1.857 10.000 80 17
inteligentes de alimentación
distribución

Fuente: elaboración propia.

5. Cierre de la Fase I

Los cuatro pasos de la primera fase permiten alcanzar un primer estadio de


desarrollo de la red inteligente, cubriendo desde la medición hasta la automatización
en detalle de la distribución, con un sistema de comunicación avanzado.

La Fase I se completará en el corto-medio plazo, aunque a largo plazo se espera un


crecimiento de la demanda eléctrica y esto se traducirá en un incremento en el valor
de los inductores de costes en el horizonte 2050 (clientes, subestaciones y líneas de
alimentación) y, por tanto, en un incremento del coste total.

Las estimaciones realizadas indican que el coste se incrementará en 165 millones


adicionales en el horizonte 2050 (en el Paso 1) y en 226 millones para el mismo año
en los pasos relativos a la automatización de la distribución. El coste total previsto,

166La configuración aquí considerada es 2LP, es decir, 2 funciones de línea y una de protección, siendo
un único dispositivo que integra las tres funciones. Por un lado, esto incluye: un relé de control integrado,
indicadores de presencia de tensión y sensores de tensión e intensidad; por otro lado, no incluye: cuadro
de baja tensión, armario de telegestión, envolvente, transformador, u otros elementos típicos de un
centro de transformación.

171
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

teniendo en cuenta las estimaciones de esta fase y los incrementos esperados en el


año 2050 es de 1.035 millones de euros (véanse los costes totales tras la Fase III).

Fase II: extensión de la automatización a las infraestructuras de transformación y


penetración de recursos distribuidos

En la segunda fase, que se desarrollaría, de forma orientativa, en el periodo desde


2020 hasta 2040, se prepara la red para un desarrollo a gran escala de los recursos
energéticos distribuidos, dotando para ello a las infraestructuras de transformación
(subestaciones y, sobre todo, los centros de transformación) de equipamientos
inteligentes y procesos automáticos para asumir los flujos intermitentes de estos
recursos. Es decir, se adapta la red mediante el desarrollo de centros inteligentes de
transformación, principalmente, y la mejora de las subestaciones, con el objeto de
posibilitar la integración de los recursos distribuidos.

El borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (o PNIEC)


enviado a la Comisión Europea por el Gobierno de España en 2019167 contempla para
2030, año intermedio del proceso de transición hacia una economía con cero
emisiones netas, haber alcanzado un 74% de energía renovable en la generación
eléctrica y 2,5 GW adicionales de almacenamiento con baterías168 (Ministerio para la
Transición Ecológica, 2019a), por lo que se espera un gran crecimiento de este tipo
de recursos distribuidos en el corto-medio plazo.

La Fase II se desarrolla, de forma orientativa, en 2020-2040, periodo más amplio que


la Fase I (2020-2030) debido al mayor número de intervenciones e inversiones
necesarias para adaptar los activos existentes. El esperado crecimiento antes de 2030
de los recursos distribuidos según los escenarios del PNIEC implica la necesidad de
comenzar a adaptar cuanto antes los centros de transformación, para evitar que su
ausencia se convierta en una barrera para este crecimiento.

Se consideran para la Fase II dos partes diferenciadas. En la primera parte, entre 2020
y 2030, al ser paralela a la Fase I, el desarrollo de centros de transformación
inteligentes no representaría la primera prioridad en los desarrollos en la red, pero
su despliegue progresivo es necesario para alcanzar la situación deseada en 2030.

En dicho año, como punto de inflexión al finalizar la Fase I y en caso de alcanzarse


cuotas próximas al 74% de renovables en generación eléctrica, comenzaría la
segunda parte de la Fase II, con máxima prioridad de desarrollo de los equipamientos

167 Versión vigente en el momento de preparar este trabajo.


168 El almacenamiento adicional previsto completo es de 6 GW, si se incluyen 3,5 GW de bombeo.

172
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

previstos entre 2030 y 2040. En esta segunda parte de la fase, el grueso de los
desarrollos e inversiones se producen entre este año y 2035 para posibilitar la
adecuada adaptación de la red. Posteriormente, hasta 2040 tienen lugar el resto de
inversiones hasta completar la Fase II. Junto a esto se produciría hasta 2050 la
inversión adecuada para acomodar el crecimiento esperado de la demanda a 2050 y
el incremento esperado de energías renovables que contempla el PNIEC (100% en
ese año).

Gráfico 78. Evolución por años de la Fase II de inversión para una red
inteligente tipo en la CAPV

2050
FASE II
Extensión de
inversiones
Punto de para cubrir el
Inicio inflexión Cierre crecimiento de
2020 2030 2040 la demanda

2025 2035 2045


Conclusión de
los desarrollos
principales

Fuente: elaboración propia.

El despliegue de las tecnologías inteligentes de transformación se puede acelerar si


se constata, gracias a la información proporcionada por los contadores inteligentes,
que existen zonas donde no se cumple la normativa vigente en lo relativo a los niveles
de sobretensión y subtensión. El cumplimiento de la legislación vigente determina en
parte, por tanto, las prioridades en las decisiones de inversión169.

1. Paso 1. Centros de transformación inteligentes y preparación de la red para la


integración de recursos distribuidos

La capacidad de autorregulación adquirida por los transformadores en subestaciones


y centros de transformación (CT) permite que la red sea capaz de incorporar un

169Un ejemplo de detección de problemas de tensión puede verse en García et al. (2017). Por otra parte,
algunas compañías pueden optar por instalar exclusivamente transformadores y subestaciones digitales
a partir de cierto momento, como es el caso de E.ON, que planea seguir esta estrategia tras una
instalación inicial de 2.500 subestaciones en las áreas de suministro de sus cuatro operadores de redes
de distribución (E.ON, 2019).

173
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

elevado número de recursos energéticos distribuidos, que van desde la generación a


los dispositivos de almacenamiento de energía eléctrica y los vehículos eléctricos.

Tabla 31. Estimación de costes para los centros de transformación inteligentes


para la CAPV (horizonte 2040)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio (€) saturac. (M€)

Transformadores Número de
4.084 27.500 21 60
inteligentes transform.

Fuente: elaboración propia.

El ejercicio aquí realizado asume, como se indicó anteriormente, una tensión de 24


Kv, considerando asimismo una potencia de 630 kVA. La Tabla 31 muestra los costes
estimados, cuyo inductor es el número de transformadores, aunque puede haber
variaciones en función de las características de los equipamientos de control y de las
comunicaciones.

2. Paso 2. Penetración a gran escala de recursos distribuidos

A pesar del crecimiento progresivo que los recursos distribuidos puedan haber tenido
antes de la adaptación de la infraestructura de transformación, será a partir de dicha
adaptación cuando la red de distribución presente nuevas capacidades para asumir
los flujos intermitentes de los recursos distribuidos, por lo que estos podrán
experimentar un crecimiento significativo en su nivel de penetración. Es aquí donde
la generación distribuida (especialmente la fotovoltaica) experimentaría su mayor
desarrollo, complementada con los sistemas de almacenamiento de energía eléctrica
(baterías estacionarias).

Esta extensión se produce especialmente en el entorno del cliente final, que comienza
a incorporar sus propios recursos de manera habitual, aunque la penetración de
recursos distribuidos tendrá lugar a lo largo de todo el sistema de distribución.

Nótese que el almacenamiento viene caracterizado en el estudio de EPRI (2011) en


kW y no en kWh, como es habitual a la hora de referenciar los costes del mismo. Para
mantener esta misma estimación, se ha tomado un precio de 500 $/kWh como coste
de almacenamiento medio manejado en la industria de equipos eléctricos; valor que
por otra parte viene señalado en el estudio de EPRI170. La equivalencia de este valor

170 En las especificaciones de la transformación inteligente (Capítulo 6, página 10).

174
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

medido en kW puede estimarse en la comparación que realiza EIA (2018b)171, según


la cual a un valor aproximado de 500 $/kWh le corresponde un valor aproximado de
2.500 $/kW. De esta manera puede establecerse una relación entre el precio
promedio de 2.500 $/kW que EPRI contempla y el coste considerado para la industria
europea (2.300 €/kW) (Tabla 32).

Tabla 32. Estimación de costes para la penetración a gran escala de recursos


distribuidos (horizonte 2040)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio (€) saturac. (M€)

Inversores de kW de
generación generación 293.030 900 100 334
distribuida distribuida

Almacenamiento kW almac. 32.294 2.300 100 158

Total 492

Fuente: elaboración propia.

3. Paso 3. Extensión adicional de los recursos distribuidos

En el paso 2 lo más probable es que se desarrollen antes las tecnologías de


generación distribuida y las baterías estacionarias que los acompañen, por su mayor
madurez tecnológica y su aplicabilidad directa por el consumidor final. Sin embargo,
los recursos distribuidos se completan con los vehículos eléctricos, que se integrarán
en la red a través de la tecnología V2G y actuarán como baterías móviles.

Tabla 33. Estimación de costes para la extensión adicional de los recursos


distribuidos (horizonte 2040)

Elemento de Inductor de Valor del Precio % Coste medio


coste coste inductor medio (€) saturac. (M€)

Vehículos
Conversores V2G 260.000 400 50 66
eléctricos

Fuente: elaboración propia.

171Dicha comparación se realiza para baterías de gran escala, cuya propiedad en EE.UU. según el mismo
documento corresponde minoritariamente al cliente comercial o industrial (6%) frente a una mayoría de
productores independientes (56%). A pesar de estos porcentajes, entre los que no figura
específicamente el cliente residencial, se ha optado por aprovechar la equivalencia desde un punto de
vista técnico para convertir el valor de 500 $/kW a un valor expresado en kWh.

175
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

4. Paso 4. Bases del DMS

La automatización de las líneas de alimentación desarrollada en la fase anterior, junto


con el despliegue de los centros de transformación inteligentes y la integración de
nuevos recursos en esta fase, dará lugar al desarrollo de los sistemas de gestión de
la distribución (DMS) que coordinen todos estos procesos entre sí.

EPRI (2011) no identifica elementos de costes en sí para el DMS, ya que supone la


existencia conjunta de distintos elementos que se implementan en fases tempranas
(durante las Fases I y II). Tal como indican Morales et al. (2018), la aparición del DMS172
se ve favorecida por la instalación de contadores inteligentes y de sistemas de
monitorización y telemando en los CTs. No obstante, la plena funcionalidad del DMS
requeriría una capacidad de operación global e integrada de la red cuyo desarrollo
no se espera hasta más adelante (véase la Fase III, paso 4).

5. Cierre de la Fase II

En la Fase II la red eléctrica está preparada para una penetración a gran escala de los
recursos distribuidos, incluyendo todo el abanico de este tipo de recursos
(generación, almacenamiento y vehículos eléctricos).

Aunque completar esta fase en 2040 supone ya un estado muy avanzado de


desarrollo de la red inteligente, al igual que ocurría en el caso descrito en la Fase I, el
recorrido completo debe tener en cuenta la previsión de crecimiento de la demanda
eléctrica, que supondría inversiones adicionales que situarían la suma total en el
horizonte 2050 en 680 millones de euros (véanse los costes totales tras la Fase III).

Fase III: desarrollo de redes y sistemas orientados a la gestión de la demanda

La tercera fase de desarrollo representa el estadio de implementación final de una


red inteligente plenamente funcional (con finalización en el horizonte 2050), e implica
la involucración activa del consumidor final en el sistema energético, que adquiere
nuevas funcionalidades y la capacidad de intervenir de forma directa en la gestión de
su consumo y en la puesta en valor de la flexibilidad que aportan los nuevos recursos
distribuidos.

Esta fase implica dos grandes grupos de costes: por un lado, los ligados al desarrollo
de las LAN y los EMS, como infraestructura en sí misma, en el lado de la distribución
y, por otro lado, los costes de los elementos asociados al EMS en el lado del cliente.

172 En el original se refiere a un DMS avanzado (ADMS). Véase apartado 3.4.5.

176
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 79. Evolución de la Fase III de desarrollo de una red inteligente tipo en
la CAPV

FASE III

Punto de
inflexión y
desarrollos
inicio principales Cierre
2020 2030 2040 2050

2025 2035 2045

Fuente: elaboración propia.

Es reseñable aquí que en este grupo se podrían incluir algunos de los recursos
distribuidos que se han descrito en la Fase II, como hace EPRI (2011). No obstante,
diferenciando funciones (generación y almacenamiento frente a consumo y gestión)
se ha optado por situarlos en fases distintas.

Como punto de partida de la Fase III se puede hablar de una situación en la que,
gracias a una red capacitada para introducir de manera generalizada recursos
distribuidos, los consumidores se encuentran ante un nuevo contexto en el que son
capaces de implementar plenamente sus propios sistemas de autoconsumo
(generación y almacenamiento), así como una creciente integración de la red y los
vehículos eléctricos (V2G).

Asimismo, previamente la red había ganado en capacidad de medición y de


automatización (Fase I), por lo que es lógico que consumidores y otros actores del
sistema eléctrico quieran ir un paso más allá en el uso de la nueva suma de
capacidades de la red.

Por la disponibilidad tecnológica y las prioridades establecidas en la Fase I (hasta


2030) y en la Fase II (hasta 2040), la Fase III representa los últimos desarrollos de una
red inteligente plenamente funcional. En 2050 el PNIEC contempla un mix de
generación eléctrica 100% renovable.

De aproximarse el sistema eléctrico a esos valores, especialmente a través de


instrumentos que también contempla el mismo plan como son el autoconsumo, las
comunidades energéticas, etc., es probable que los desarrollos de esta tercera y
última fase deban comenzar a implementarse antes de que finalice la Fase II.

177
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Dadas estas consideraciones, la Fase III cubriría el periodo entre 2030 y 2050,
teniendo lugar los principales desarrollos en torno al año 2040. A partir de ese año,
finalizada la Fase II, en la Fase III se centrarían los esfuerzos de inversión el desarrollo
de las redes de área locales.

1. Paso 1. Habilitación de redes locales

Para poder hacer uso de los sistemas de gestión activa de la energía, es necesario
organizar la información y las comunicaciones por redes de áreas locales (LAN). La
Tabla 34 muestra el coste estimado de los controladores de los EMS en las LAN.

Tabla 34. Estimación de costes para el desarrollo de LAN en la CAPV


(horizonte 2050)

Precio Coste
Elemento de Inductor de Valor del %
medio medio
coste coste inductor saturación
(€) (M€)

Controladores Líneas de
1.857 75.000 25 53
EMS para LAN alimentación

Fuente: elaboración propia.

2. Paso 2. Involucración del consumidor

Los sistemas de información, comunicaciones y gestión de la energía (EMS) se


integran para coordinar y optimizar el consumo de los dispositivos domésticos
(mientras estén preparados para ello).

Tras la red LAN, se conforma la red de área doméstica (HAN) para extender la red de
comunicaciones avanzada a los puntos de consumo y abarcar todos los dispositivos
que sea posible.

El cliente, al disponer de información acerca del uso de la energía en tiempo real y de


la integración de sus recursos, tanto de consumo como de generación, obtiene valor
a partir de la gestión de la flexibilidad en sus decisiones de consumo,
almacenamiento y generación y de su capacidad de interactuar con la red.

La Tabla 35 muestra las estimaciones de costes realizadas para este conjunto de


equipamientos.

178
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 35. Estimación de costes para el desarrollo de elementos para la


involucración del consumidor en la CAPV (horizonte 2050)

Precio Coste
Inductor de Valor del %
Elemento de coste medio medio
coste inductor saturación
(€) (M€)
Clientes
Portales EMS 1.298.981 225 10 44
totales
Dispositivos domésticos
Clientes
de acceso a información 1.298.981 75 20 30
totales
sobre energía
Electrodomésticos y
Clientes
dispositivos preparados 1.298.981 15 38 11
totales
para la red
Actualizaciones de
comunicación para Clientes
38.577 12.500 5 160
automatización de comerciales
edificios
Total 245

Fuente: elaboración propia.

3. Paso 3. Desarrollo del control directo de carga

La conexión de los elementos de consumo y su coordinación a través del entramado


de flujos de información que conforman las LAN, HAN y EMS permitirá actuar sobre
cada uno de los dispositivos del cliente de una manera optimizada según los patrones
deseados en función de la información disponible, aunque esta capacidad de la red
supone ya un estado muy avanzado de la red inteligente y la disposición de los
consumidores para implementar equipamientos y poner en marcha programas de
gestión de la demanda.

Para EPRI (2010b) el control directo de carga puede estar vinculado o no a soluciones
de gestión de la demanda, dependiendo del caso. Pueden existir varias
configuraciones posibles para implementar dicho control, pero su denominador
común es que se actúa directamente sobre los dispositivos de la HAN; es decir, en el
lado del cliente. En el caso de la configuración descrita por EPRI, en particular, esto se
hace a través del EMS.

Aunque EPRI sitúa el control directo de carga como un elemento más dentro de la
automatización de las líneas de alimentación existentes, en este ejercicio se
mantendrá la vinculación con los dispositivos del cliente y con los desarrollos en fases
más avanzadas de la red inteligente, como el EMS (Tabla 36).

179
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 36. Estimación de costes para el desarrollo del control directo de carga
en la CAPV (horizonte 2050)

Coste
Elemento de Inductor de Valor del Precio %
medio
coste coste inductor medio (€) saturación
(M€)

Control de Líneas de
1.857 100 15 0,04
carga directo alimentación

Fuente: elaboración propia.

4. Paso 4. Desarrollo del control distribuido de red

Este desarrollo se puede interpretar como un paso adicional o ir más allá de la mera
suma de partes de la red. La plena funcionalidad de la red eléctrica llegará a su punto
culminante cuando se puedan operar todos sus sistemas de manera global e
integrada. De hecho, aportaría a la red la capacidad adecuada para que el DMS sea
plenamente funcional (véase Fase II, paso 4).

El control distribuido de la red es un sistema cuyo desarrollo se espera muy a largo


plazo, tanto por el desarrollo tecnológico actual como por requerir el despliegue de
elementos descritos en las Fases II y III. Así, esta faceta de la red inteligente deberá
posponerse más allá del periodo orientativo y, de implementarse, representaría el
estado más avanzado de la red inteligente, en el horizonte 2050 o después.

Tabla 37. Estimación de costes para el desarrollo de control distribuido de red


en la CAPV (horizonte 2050)

Precio Coste
Inductor de Valor del %
Elemento de coste medio medio
coste inductor saturación
(€) (M€)

Controladores para el
Líneas de
control distribuido de 1.857 75.000 10 21
alimentación
red

Fuente: elaboración propia.

Costes totales de inversión

Los valores totales de inversión estimados para el despliegue de una red inteligente
plenamente funcional en la CAPV en el horizonte 2050 se resumen en la Tabla 38, que
incluye todos los elementos descritos en los apartados precedentes.

180
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 38. Inversiones necesarias totales en la CAPV para una red inteligente
plenamente funcional desde 2020 hasta 2050

Fase Coste promedio (M€)


Fase I 1.035
Fase II 680
Fase III 319
Total 2.034

Fuente: elaboración propia.

El valor promedio que se obtiene para el desarrollo de una red inteligente


plenamente funcional en la CAPV es de 68 M€/año en el periodo 2020-2050. Como
comparación, la inversión que las cinco grandes empresas de distribución en España
(Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo) realizaron en el periodo
2013-2016 supuso, en media, un incremento de 1.050 M€/año en el inmovilizado
material agregado relacionado con la actividad de distribución (CNMC, 2017).

El gestor de la red de distribución en la CAPV (Iberdrola) invirtió el periodo 2013-2016


unos 2.000 millones de euro en la red de distribución de 25 provincias (10 CC.AA.) y
con cobertura a 11 millones de puntos de suministro. De esa inversión total, 128
millones se destinaron al proyecto de redes inteligentes que Iberdrola ha
desarrollado en varios puntos de la geografía española.

181
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

5. ESQUEMAS DE REGULACIÓN Y REDES


INTELIGENTES

Introducción
Este capítulo se centra en el análisis del modelo de regulación de la actividad de
distribución de energía eléctrica RIIO (Revenues=Incentives+Innovation+Output)173,
desarrollado por el regulador británico Ofgem y en vigor desde 2013. El esquema de
regulación RIIO define los ingresos reconocidos a las empresas de distribución de
energía eléctrica en función de los resultados que obtienen, medidos según un
conjunto de indicadores financieros, de calidad de servicio, medioambientales, etc.

Los esquemas tradicionales de regulación de actividades como el transporte o la


distribución de electricidad (p. ej., el modelo de regulación basada en costes o cost
plus, los modelos de benchmarking, los modelos basados en incentivos, como los
modelos price cap o revenue cap, o modelos mixtos, como los profit-sharing schemes –
ver el Anexo 3) se desarrollaron teniendo en cuenta una visión clásica sobre la
naturaleza de las actividades reguladas y las actividades liberalizadas y a partir de
conceptos como monopolio natural, contestabilidad de mercados, etc., que servían
como base para justificar la necesidad de regular los esquemas de ingresos en
actividades como la distribución de energía eléctrica.

Estos modelos tradicionales de regulación se han aplicado, hasta recientemente, en


un marco de una cierta estabilidad tecnológica y de desarrollo del mercado,
ofreciendo incentivos a las empresas reguladas para ir acompasando el desarrollo de
las redes (en términos del número de conexiones, los km de líneas, la capacidad de
transformación, etc.) al crecimiento de la demanda de electricidad.

Sin embargo, la inclusión de objetivos medioambientales y de eficiencia energética


en las políticas energéticas de los Estados miembros de la Unión Europea,
estrechamente ligados al crecimiento de los recursos energéticos distribuidos, las
energías renovables y al desarrollo de las redes inteligentes de energía, pone de
relieve las limitaciones de los modelos de regulación tradicionales. Estos modelos no
están necesariamente diseñados para fomentar la innovación y la inversión en
nuevas tecnologías a un coste razonable para los consumidores.

173 Ingresos = Incentivos + Innovación + Resultados.

182
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La dificultad a la que se enfrentan los reguladores energéticos a la hora de identificar


cuáles son las inversiones eficientes en un entorno de elevada incertidumbre sobre
la tecnología y sobre el comportamiento y las preferencias de los consumidores (p.
ej., frente a nuevos usos de la energía eléctrica) sesga los resultados de la aplicación
de los modelos regulatorios vigentes, generando ineficiencia bien por bajos niveles
de inversión en tecnologías y procesos innovadores --p. ej., porque los costes no se
reconozcan— o bien porque las empresas reguladas tienen incentivos a continuar
invirtiendo en activos tradicionales para incrementar el valor de la base de activos
reconocida por el modelo.

En los nuevos sistemas energéticos, por tanto, surge la necesidad de adaptar los
modelos de regulación para responder de forma adecuada a los retos que implica el
desarrollo de nuevas formas de generar y consumir energía eléctrica. En este
contexto surgen los modelos de regulación basados en resultados, que ponen el
énfasis en el output o desempeño de las empresas reguladas y en esquemas de
incentivos a la inversión y a la operación eficiente de las redes que permitan repartir
de una manera justa los riesgos ligados al desarrollo de infraestructuras y a la
innovación entre las empresas reguladas y los consumidores.

Como se describe en los siguientes apartados, el modelo RIIO es un ejemplo de un


esquema regulatorio novedoso que determina los ingresos reconocidos regulados en
función de los resultados de las empresas, teniendo en cuenta diversos tipos de
incentivos a alcanzar eficiencia en la operación de las redes y en las decisiones de
inversión en tecnologías, sistemas y procesos innovadores que conformarán las
redes inteligentes, garantizando un coste razonable de desarrollo de las nuevas
redes, por un lado, y la recuperación de los costes en los que incurran, de forma
prudente, las empresas de distribución de energía eléctrica.

El modelo RIIO en el Reino Unido

Introducción

El modelo RIIO es un esquema regulatorio desarrollado por el regulador británico


Ofgem, aplicado desde el 1 de abril de 2015 a la actividad de distribución de
electricidad. Con anterioridad, había comenzado a aplicarse en 2013 una versión

183
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

inicial del modelo RIIO a las actividades de transporte de electricidad (RIIO-T1) y de


distribución de gas natural (RIIO-GD1)174.

El modelo RIIO-ED1175 sustituye al anterior modelo de regulación de las actividades


de redes, en el caso de la distribución de energía eléctrica conocido como DPCR
(Distribution Price Control Review) y cuyo último periodo regulatorio (DPCR5) finalizó
el 31 de marzo de 2015 (Ofgem, 2015a).

El principal reto que pretende superar el modelo RIIO es, en palabras de Ofgem,
“…alcanzar los objetivos de emisiones [de Gran Bretaña], manteniendo a la vez la
fiabilidad de la red y unos precios razonables para los consumidores…” (Ofgem,
2017a).176

Para ello, el marco regulatorio de la actividad de distribución debe ser


suficientemente flexible e innovador como para adaptarse a un nuevo entorno de las
redes en el que los OSD adoptan un papel más activo en la gestión de la oferta y la
demanda de energía en sus redes e interactúan de forma distinta con el operador del
sistema (National Grid, en el caso de Gran Bretaña). Además, el marco regulatorio
debe fomentar, a través de incentivos adecuados, esquemas de conexión a las redes
y de gestión de las mismas eficientes, en un entorno en el que ya se observa un
significativa los recursos energéticos distribuidos, y la adopción de tecnologías de
redes inteligentes innovadoras que permitan a todos los agentes involucrados en el
suministro de energía (OSD, comercializadores, gestores de redes de transporte o
GRT y el operador del sistema, etc.) extraer el máximo valor de la flexibilidad de los
recursos energéticos de generación y demanda.

Resulta especialmente relevante que el marco regulatorio fomente la “inversión


estratégica” por parte de los OSD; es decir, que permita expandir las redes
anticipándose a las necesidades de los usuarios y asignando de forma eficiente el
riesgo (coste) de inversiones que podrían no recuperarse en caso de que no se
materialice la demanda. Finalmente, el marco regulatorio de la actividad de
distribución debe, por un lado, incentivar mejoras en la calidad del servicio al usuario
y en la fiabilidad de la red y asignar de forma eficiente los costes derivados del

174T1 y GD1 hacen referencia al primer periodo regulatorio definido para las actividades de transporte
de electricidad y de distribución de gas natural.
175 ED1 hace referencia al primer periodo regulatorio para la actividad de distribución de electricidad.
176El capítulo 4 de Ofgem (2017a) ofrece una descripción de los retos que afronta el nuevo marco
regulatorio de las actividades de red.

184
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

desarrollo de las redes.177 La Tabla 39 resume las principales herramientas y


esquemas de incentivos dentro del modelo de regulación RIIO-ED1.

Tabla 39. Objetivos de los distintos esquemas de incentivos y mecanismos


regulatorios dentro del RIIO-ED1

Mecanismo de incentivos Objetivos

Esquema de incentivos Anticipar los incrementos de demanda ligados a


relativo a las interrupciones tecnologías de bajas emisiones.

Evitar situaciones de sobreinversión.


Incentivo a la eficiencia
Implementar la solución más eficiente.

Adaptar los procesos de conexión a la red a las


Incentivos relacionados con
necesidades de usuarios que conectan tecnologías limpias
las conexiones a la red
y de generación distribuida.

Adopción de nuevos procedimientos y soluciones


Estímulos a la innovación
operativas, técnicas, comerciales y contractuales.

Facilitar la gestión de la incertidumbre asociada al ritmo y


Mecanismo de revisión de
el volumen de incorporación de tecnologías con bajas
ingresos (re-openers)
emisiones.

La consideración de los beneficios (además de los costes)


Valoración de costes y
en la definición de los resultados financieros de las
beneficios de las redes
empresas genera incentivos a la adopción de soluciones
inteligentes en los planes de
que permitan avanzar en el desarrollo de redes
negocio
inteligentes.

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017a).

El modelo RIIO es esencialmente un modelo de techo de ingresos reconocidos


(revenue cap), o monto máximo que puede recaudar una empresa a través de las
tarifas de uso de las redes, con algunas diferencias significativas en relación con este
tipo de modelos de regulación tradicionales:

1. En primer lugar, los ingresos reconocidos reflejan un monto de costes totales


estimados por las empresas y considerados suficientes ofrecer los servicios de

177Ofgem es especialmente sensible al problema de la asignación de los costes derivados de extensiones


de la red de distribución. En los casos en los que no puede identificarse quiénes son los usuarios que
generan los costes incrementales, Ofgem ha resuelto que, en el corto plazo, se recuperen dichos costes
a través de las tarifas por uso de las redes (Distribution Use of System o DUoS charges), hasta que se
disponga de información suficiente proveniente de contadores inteligentes que permita poner en
marcha esquemas de incentivos que fomenten la gestión eficiente de la demanda por parte de todos
los consumidores en los periodos punta.

185
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

distribución de electricidad requeridos por los consumidores de manera


eficiente durante un periodo regulatorio largo, de 8 años de duración.178

2. Por otra parte, cada año se ajustan los ingresos reconocidos en función de los
resultados globales obtenidos por las empresas, teniendo en cuenta una
amplia serie de indicadores de desempeño de la actividad de distribución e
incluyendo penalizaciones y primas (financieras) asociadas a diversos
esquemas de incentivos.

3. El modelo de regulación permite además ajustar los ingresos reconocidos


cada año para tener en cuenta costes inesperado e incluye esquemas
específicamente diseñados para fomentar la innovación en la actividad de
distribución.

En resumen, el modelo de regulación RIIO determina los ingresos reconocidos de las


empresas en gran medida en función de los resultados de su actividad, teniendo en
cuenta diversos esquemas de incentivos basados en múltiples indicadores
cuantitativos explícitos de los resultados de su actividad y orientados a alcanzar la
máxima eficiencia en el desarrollo, la operación y el mantenimiento de las redes y a
optimizar la planificación y las decisiones de inversión en las mismas.

Elementos del modelo de regulación RIIO (I): El proceso regulatorio

El proceso regulatorio bajo el esquema de regulación RIIO consta de las siguientes


fases dentro de cada periodo regulatorio de 8 años:

1. Presentación de un plan de negocio al regulador (Ofgem). Unos 18 meses


antes del inicio de cada periodo regulatorio, cada empresa presenta al regulador
un plan de negocio detallado que abarque el siguiente periodo regulatorio de 8
años. El plan de negocio debe cubrir aspectos muy diversos, como las propuestas
en materia de innovación y nuevas tecnologías, los procesos y procedimientos
planteados o los resultados esperados, previsiones detalladas de costes o los
planes para la financiación del gasto y de las inversiones.179 Además, la carga de

178Hasta la implantación del modelo RIIO, la duración de los periodos regulatorios era de 5 años. Esta
forma de regulación se conoce como regulación ex ante, pues fija (en gran medida) los ingresos
reconocidos antes del inicio de cada periodo regulatorio. La regulación ex post, por el contrario, no fija
ingresos reconocidos antes de cada periodo regulatorio y define los ingresos ex post, utilizando diversos
mecanismos de control para evitar que las tarifas de uso de las redes de distribución varíen de forma
no prevista o excesiva.
179En concreto, las áreas en las que se dividen los planes de negocios son las siguientes: 1) compromiso
de todos los actores y partes interesadas, 2) incentivos, 3) innovación, redes inteligentes, contadores
inteligentes, pérdidas y adaptación al cambio climático, 4) resultados, 5) gastos, 6) incertidumbre, 7)

186
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

la prueba sobre la eficiencia de los costes previstos en el plan de negocio recae


sobre las empresas.180

2. Valoración del plan de negocio por parte del regulador. Una vez recibidos los
planes de negocio, Ofgem realiza una valoración detallada de los mismos, a través
de un procedimiento de consulta con las empresas (ver Ofgem, 2013). Además de
evaluar la calidad y el valor que aporta a los usuarios de la red cada plan de
negocio en conjunto, Ofgem analiza con detalle aspectos como los procesos, los
resultados esperados, los niveles de gasto, las propuestas de financiación y el
riesgo y la incertidumbre asociados a cada uno de ellos.

− La valoración de Ofgem clasifica los planes de negocio en dos categorías: a)


aquellos que, por su calidad y por el valor que aportan a priori a los consumidores,
pueden ser incluidos en el procedimiento de fijación de ingresos reconocidos por
la vía rápida (fast track) y b) aquellos que requieren iteraciones adicionales con el
regulador para avanzar en el proceso de determinación de los ingresos
reconocidos (slow track). En teoría, la posibilidad de que el regulador apruebe el
plan de negocio por la vía rápida genera incentivos a que las compañías presenten
previsiones de costes, en función de sus planes de negocio, más cercanas a los
niveles de costes que son considerados eficientes.

− Las empresas preparan una revisión de sus planes de negocio teniendo en cuenta
los comentarios del regulador. Una vez recibidos los planes revisados por las
empresas, Ofgem decide, para cada empresa, si su plan es elegible para entrar en
el proceso de fijación de ingresos reconocidos por la “vía rápida” o si se abre un
proceso por la “vía lenta” de evaluación detallada del plan de negocio.

− La valoración slow track de los planes de negocio incluye una evaluación por parte
de Ofgem de los costes eficientes de cada empresa, utilizando los modelos
financieros elaborados por el regulador y otras herramientas analíticas,
incluyendo el análisis estadístico de los costes, la valoración detallada de cada
concepto de coste y la comparación de los costes propuestos por cada empresa.

financiación del plan, 8) desempeño del negocio, eficiencia y benchmarking y 9) calidad y disponibilidad
de datos. Ver, por ejemplo, Western Power (2014), el plan propuesto por la empresa Western Power
Distribution en enero de 2013 (actualizado en abril de 2014).
180 Las previsiones de costes deben tener en cuenta la información histórica e incluir, donde sea posible,
análisis coste-beneficio de las medidas y gastos propuestos. Además, las empresas deben detallar las
metodologías que utilizarán para valorar la eficiencia de los costes en el corto y largo plazo, incluyendo
el uso de comparadores (benchmarking) e información de mercado.

187
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

− El proceso slow track es lento, complicado y costoso tanto para el regulador como
para las empresas. Para evitar, en la medida de lo posible, incurrir en este “coste
regulatorio”, el esquema RIIO-ED1 incluye un mecanismo de incentivos a la calidad
de la información (IQI) para que las empresas desarrollen planes de negocio que
reflejen la mejor información sobre los costes futuros.

− Bajo el incentivo IQI (Information Quality Incentive), las empresas reciben una prima
o son penalizadas en función de cómo se comparen sus costes previstos respecto
de los costes eficientes estimados por el regulador. Así, aquellas empresas que
entregan mejores previsiones de costes (i.e., más cercanas a las previsiones de
costes eficientes de Ofgem) reciben un incentivo o tasa de eficiencia (de los costes
totales) mayor. El incentivo IQI se aplica a cada empresa teniendo en cuenta los
costes del grupo empresarial al que pertenece en conjunto, para evitar una
utilización interesada del mecanismo.

3. Determinación de los ingresos reconocidos para el año t. La aprobación del


plan de negocio (tanto por la vía rápida como por la vía lenta) implica la
aprobación de los Ingresos Reconocidos (Allowed Revenue) para el primer año del
periodo regulatorio. En el caso de los planes de negocio fast track, los costes
reconocidos se basan en las propuestas de las empresas, mientras que, en el caso
de los planes de negocio evaluados por la vía lenta, los ingresos reconocidos se
calculan como una ponderación de los costes eficientes estimados por Ofgem
(con un peso del 75%) y los costes propuestos por las empresas (25%).

4. Determinación de las tarifas de uso de las redes de distribución. Una vez


determinados los Ingresos Reconocidos, las empresas de distribución fijan un
conjunto de tarifas de uso de las redes que les permitirán recaudar la cantidad de
fondos reconocida bajo el esquema RIIO-ED1.

5. Actualización anual de los ingresos reconocidos. Los ingresos reconocidos se


actualizan cada año a través de un proceso de interacción entre el regulador
Ofgem y las empresas de distribución y consta de elementos de actualización
automáticos y elementos de actualización de ingresos basada en la evaluación de
costes esperados.

Para llevar a cabo dicha actualización anual, Ofgem utiliza un modelo financiero
para cada empresa181 que permite tener en cuenta ajustes automáticos a los

181 Se trata de un modelo (en Excel) desarrollado por Ofgem y disponible en el siguiente enlace:
https://www.ofgem.gov.uk/system/files/docs/2017/11/ed1_pcfm_november_2017.xlsm. La metodología
que utiliza Ofgem para definir y calibrar dicho modelo aparece descrita en los documentos titulados

188
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ingresos base (p. ej., ligados a los resultados en términos de costes totales) y
recalcula, cada año, el valor de la base de activos regulados (RAV) de cada empresa
y el monto total de impuestos derivados de su actividad.

Los Ingresos Reconocidos para cada año t y para cada empresa se calculan como
la suma de la Remuneración Base Inicial y de un término de ajuste que se estima
a partir del modelo financiero de Ofgem:

Ingresos Reconocidos (t) = Remuneración Base Inicial (t) + Ajuste (t).

6. Periodo de revisión de los controles de precios e ingresos. A lo largo del


séptimo año de cada periodo regulatorio, se da comienzo a un periodo de revisión
de los ingresos reconocidos conocido como price control review, iniciándose de
nuevo el procedimiento descrito en este apartado.

Elementos del modelo de regulación RIIO (II): Ingresos e incentivos

Determinación de los costes totales eficientes (totex).

La determinación de los ingresos regulados de las empresas de distribución de


electricidad bajo el modelo RIIO se basa, cada año, en el cálculo de una Remuneración
Base Inicial (Opening Base Revenue)182 ajustada por un conjunto de factores entre los
que se incluye una valoración del rendimiento en términos del coste total (totex)183, la
inflación, diversos incentivos, financiación de actividades de innovación y otras
variables.

“ED1 Price Control Financial Handbook” (existe uno para las empresas fast-track y otro para las empresas
slow-track).
182 La Remuneración Base Inicial es una estimación inicial de los ingresos necesarios para que el
distribuidor recupere el nivel de costes eficientes para llevar a cabo todas sus actividades reguladas. Se
calcula realizando proyecciones ex ante realizadas por el distribuidor y Ofgem con anterioridad al inicio
de un periodo regulatorio.
183 Bajo el modelo RIIO, los distribuidores tienen incentivos a mejorar (outperform) sus niveles de
ingresos totales reconocidos, teniendo en cuenta únicamente los costes controlables. Aquellas
empresas que entreguen mejores previsiones de costes totales en los planes de negocio entregados al
regulador (en el sentido de que se acerquen más a las previsiones de costes eficientes de Ofgem) reciben
un mayor incentivo relativo al coste total (es decir, pueden retener un porcentaje mayor de las
reducciones de costes totales que consigan al final del periodo regulatorio). En caso de que se superen
los costes totales previstos, también se comparten con los consumidores (a través de las tarifas
reguladas).

189
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Ligar los ingresos reconocidos al resultado de las empresas en términos del coste
total pretende evitar que se produzca un sesgo entre las asignaciones de costes entre
costes de operación (opex) y costes de inversión (capex), ya que históricamente las
empresas reguladas preferían asignar costes al capex porque se capitalizaban,
incrementando el valor de la base de activos (regulatory asset value o RAV). Bajo el
modelo RIIO, se aplica un mismo porcentaje de capitalización a todas las inversiones
y gastos y los incentivos se aplican al coste total, independientemente del porcentaje
real de opex y capex.

Los costes totales (totex) derivados de la prestación de los servicios de distribución de


electricidad se determinan al inicio de cada periodo regulatorio y dentro de los planes
de negocio enviados a Ofgem y aprobados por el regulador tras un análisis detallado
de los mismos.

Determinación de la Remuneración Base Inicial de cada año.

La Remuneración Base Inicial se calcula como la suma de cuatro componentes


(Gráfico 80):

(a) Proporción de los costes totales (totex) no capitalizable (fast money). Este
término incluye costes que se financian dentro del año en el que se
incurren, similares a los costes operativos (opex) en esquemas
regulatorios previos, y la parte de los costes de inversión que no se
capitaliza.

La tasa de capitalización de los costes totales de cada empresa, fijada por


el regulador antes del inicio de cada periodo regulatorio, es generalmente
constante a lo largo del mismo184 y es aplicada de forma indistinta a todas
las inversiones, para evitar incentivos no deseados a incrementar de
forma excesiva el valor de los activos regulados.

184 En el caso del periodo RIIO-ED1, las empresas de distribución presentaron propuestas de tasas
capitalización, aprobadas por Ofgem, que variaban entre el 68% y el 80% de los costes totales. Según
Ofgem, estos niveles de capitalización de costes permiten alcanzar un equilibrio, a la hora de financiar
los costes de las inversiones, entre los consumidores actuales y los futuros. En el caso de la empresa
SNSS, la tasa de capitalización de los costes totales varía durante el periodo regulatorio, con el objetivo
de evitar efectos sobre el coste total de determinados costes de suministro en las Islas Shetland (Escocia)
que previamente se trataban como costes operativos.

190
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 80. Componentes de la Remuneración Base Inicial de las empresas de


distribución (Opening Base Revenue)

Fuente: Ofgem (2017f).

(b) Rentabilidad de la base de activos regulados (regulatory asset value o RAV).


La rentabilidad de los activos regulados se calcula multiplicando el valor
medio del RAV en el año en cuestión por el valor estimado del coste de
capital medio ponderado (WACC)185.

(c) Depreciación de la base de activos regulados. Una vez calculado el RAV, se


aplica un esquema de depreciación (lineal) de 20 años para los activos
existentes y de 45 años para los nuevos activos de distribución.

(d) Impuestos. El monto de ingresos que se incluye en la Remuneración Base


Inicial de cada año y ligada a las obligaciones fiscales de las empresas se
calcula utilizando un modelo, aplicado a todas las empresas, que asume

185 El
valor del coste de capital medio ponderado (WACC) se calcula utilizando un nivel de apalancamiento
del capital del 65% (i.e., 65% deuda y 35% fondos propios); un coste de la deuda igual a una media móvil
que varía, un año cada año del periodo regulatorio, desde 10 años hasta 20 años de un índice de deuda
corporativa de empresas no financieras (índice iBoxx non-financials con rating A y BBB) --la media móvil
entre 10 y 20 años refleja el horizonte de la deuda que suelen emitir las empresas de distribución de
energía eléctrica--; y un coste del capital propio igual al 6,0% para todas las empresas de distribución
excepto Western Power Distribution (WPD) a la que se aplicó un 6,4% al ser aceptado su plan de negocio
por la vía rápida (fast track).

191
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

un nivel de apalancamiento de referencia y cómo se asigna el gasto entre


los distintos conceptos sujetos a gravamen.186

Actualización anual de los ingresos anuales.

Cada año, Ofgem pone en marcha, junto con las empresas de distribución, un
proceso de revisión de los costes reconocidos (Annual Iterative Process, AIP) orientado
a realizar ajustes de los costes reconocidos el año anterior en función de diversas
variables exógenas (p. ej., inflación) y de los resultados de la actividad de la empresa,
medidos en función de un conjunto de indicadores diversos.

Los Ingresos Reconocidos a partir del segundo año del periodo regulatorio se calculan
como la suma de cuatro términos (Gráfico 81):

(a) Una actualización de la Remuneración Base Inicial que tiene en cuenta los
resultados obtenidos en términos de los costes totales (totex performance) y
un ajuste por inflación.

(b) Ingresos adicionales (y/o penalizaciones) dentro de distintos esquemas de


incentivos ligados al cumplimiento de objetivos relacionados con la fiabilidad
y disponibilidad del suministro eléctrico, la eficiencia en la ejecución de nuevas
conexiones a la red, la atención al cliente y determinadas obligaciones sociales
y el medio ambiente.

(c) Remuneración asociada a las actividades de innovación, dentro de los


esquemas NIA (Network Innovation Allowance), NIC (Network Innovation
Competition) e Innovation Roll-Out Mechanism.

(d) Otros costes adicionales que no pueden determinarse ex ante y que se van
estimando a lo largo del periodo regulatorio, como costes (no controlables)
ligados a la actividad de las empresas187 y, obligaciones relativas a pensiones
y beneficios laborales y otras obligaciones financieras contraídas en el pasado.

186En caso de que una empresa obtenga un incremento en las deducciones fiscales debido a un mayor
nivel de apalancamiento que el nivel de referencia, se ajustarán sus ingresos de forma correspondiente
en la revisión del año siguiente.
187 Estos costes se calculan a través de los llamados uncertainty mechanisms, que incluyen dos categorías
de costes: (1) costes actualizables de forma mecánica (factor de indexación a la inflación, coste de la
deuda, pass-through costs como costes de licencias y otras tarifas y cargos ligados a la actividad, costes
de los contadores inteligentes, costes de conexión a las redes de transporte, costes financieros ligados
a la segregación de activos –ringfencing–, etc., y otros costes ligados al volumen de la actividad, como los
costes de despliegue de los contadores inteligentes); y (2) otros costes que deben ser evaluados y
estimados con periodicidad anual y de forma ad hoc por Ofgem (p. ej., costes de cables submarinos,

192
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Gráfico 81. Proceso simplificado de cálculo de los ingresos reconocidos de las


empresas de distribución bajo el esquema RIIO-ED1

Fuente: Ofgem (2017a).

La Tabla 40 muestra los Ingresos Reconocidos para el año regulatorio 2016-2017 y la


Remuneración Base Inicial de cada una de las empresas de distribución sujetas al
esquema RIIO-ED1.

Incentivo de eficiencia ligado a los costes totales

Cada año, se ajusta la Remuneración Base Inicial de las empresas de distribución de


acuerdo con un término que mide la tasa de eficiencia de los costes derivados de su
actividad.

El incentivo de eficiencia funciona como un esquema de reparto de sobrecostes y


beneficios simétrico que permite compartir los riesgos ligados a la eficiencia en costes
entre las empresas y los consumidores.

costes ligados a trabajos en las calles, seguridad de las instalaciones, electrificación del transporte
ferroviario, etc., o costes del mecanismo de despliegue de innovaciones (Innovation Roll-Out Mechanism).

193
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

La empresa de distribución verá incrementados sus ingresos por un porcentaje X%


de las ganancias de eficiencia que obtenga en el año (medidas como la diferencia
entre los ingresos reconocidos y los costes totales reales), mientras que verá
reducidos sus ingresos por una cantidad igual a un X% de los sobrecostes en los que
incurra (medidos como la diferencia entre los costes totales reales y los ingresos
reconocidos). El resto de las ganancias (o sobrecostes) se imputaría a los
consumidores en forma de bajada (o incremento) de las tarifas.

Tabla 40. Remuneración Base Inicial e Ingresos Reconocidos 2016-7

Remuneración Base Ingresos Reconocidos


Empresa
Inicial (M£) (M£)
ENWL 414 414
NPgN 286 295
NPgY 374 384
WMID 479 497
EMID 481 485
SWALES 244 248
SWEST 347 334
LPN 452 436
SPN 395 370
EPN 589 564
SPD 401 422
SPMW 361 349
SSEH 298 297
SSES 549 544
Total 5.672 5.639

Fuente: Ofgem (2017a).

Para el periodo regulatorio RIIO-ED1, el porcentaje X% (la tasa de eficiencia) varía para
las 14 empresas de distribución entre el 53% y el 70% (en el caso de las cuatro
empresas del grupo Western Power Distribution).188

Al elaborar el informe anual 2016-2017 correspondiente a la aplicación del esquema


RIIO para la actividad de distribución, por ejemplo, Ofgem estimaba que la previsión
de costes totales durante todo el periodo regulatorio vigente (hasta 2023) se situaría

188Como se explicó anteriormente, el incentivo o tasa de eficiencia tiene en cuenta la aplicación del
incentivo IQI sobre la calidad de las previsiones de costes enviadas al regulador por cada empresa.

194
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

un 5% por debajo (unos 1.239 M£) de la estimación de costes eficientes, diferencia


que se repartiría entre las empresas (incentivo ligado al totex del 3% o 683 M£) y los
consumidores (un ahorro en las tarifas reguladas de 556 M£) (Tabla 41).

Tabla 41. Costes totales (reconocidos y estimados) de las empresas de


distribución en el periodo regulatorio RIIO-ED1 (totex performance)

Fuente: Ofgem (2017a).

Tarifas de distribución e ingresos recaudados a los consumidores

Los Ingresos Reconocidos de cada año equivalen a la máxima cantidad de ingresos


que puede recaudar una empresa de distribución a través de las tarifas que cobra a
sus clientes por los servicios prestados (distribution use of system charges).

Además, las empresas de distribución cobran tarifas por determinados servicios


específicos para los clientes (p. ej., algunos costes ligados a nuevas conexiones de
red, servicios ofrecidos en competencia y relacionados con la lectura de contadores,

195
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

etc.) y por otros servicios adicionales (p. ej., servicios administrativos en relación con
los contadores, servicios relacionados con esquemas y equipamientos de medida
antiguos, operación en áreas remotas o costes asociados a la gestión de robos y
actividades orientadas a la recuperación del valor de la energía robada).

Elementos del modelo de regulación RIIO (III): Innovación

La incorporación dentro del esquema RIIO de incentivos financieros ligados a la


innovación en tecnologías, procesos, etc., es uno de los principales desarrollos
regulatorios respecto de modelos de regulación de la actividad de distribución
aplicados previamente.

Aunque Ofgem considera que el esquema RIIO ofrece incentivos a la innovación


dentro de las actividades normales de los OSD, reconoce también que existen
proyectos sujetos de naturaleza más especulativa y sujetos a incertidumbre, bien
sobre sus rendimientos financieros o bien a la dificultad de comercializar y capitalizar
los potenciales beneficios medioambientales o en términos de reducción de
emisiones contaminantes, por lo que podrían no obtener apoyo por parte de los
accionistas y gestores de los OSD (Ofgem, 2017d)

Por esta razón, se incluye en el RIIO una serie de “estímulos a la innovación”. En el


primer periodo regulatorio bajo el esquema RIIO (RIIO-ED1) se han definido
explícitamente los siguientes incentivos: (1) ingresos reconocidos para la financiación
de proyectos de innovación en las redes de escala pequeña (Network Innovation
Allowance o NIA) y (2) una competición anual entre OSD para conseguir financiación
para proyectos innovadores y con impacto (flagship projects) que generen beneficios
medioambientales para los consumidores (Network Innovation Competition o NIC) y (3)
un incentivo al despliegue de tecnologías probadas (Innovation Roll-Out Mechanism o
IRM) que contribuyan al desarrollo del sector de la economía con bajas emisiones en
el Reino Unido o que tengan beneficios medioambientales.

Network Innovation Allowance (NIA)

El NIA es un programa de incentivos económicos en forma de ingresos reconocidos


para las empresas que faciliten la puesta en marcha de proyectos de investigación y
desarrollo y proyectos piloto de pequeña escala que impliquen innovación en las
redes eléctricas.

Cada año, se define un monto total de fondos para cada OSD que podrían destinarse
a la financiación de estos proyectos de innovación, que, en principio, no deben

196
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

cumplir con requisitos de contenido concretos (p. ej., pueden referirse al desarrollo
de tecnologías, procesos, soluciones comerciales, etc.).

Cada año, las empresas pueden solicitar el incentivo NIA para un conjunto de
proyectos indeterminado, siempre que el incentivo agregado ligado a todos los
proyectos no supere el monto total destinado para cada una de ellas (Tabla 42).

Tabla 42. Cantidades máximas de financiación bajo el esquema NIA en el


periodo RIIO-ED1 (% de la Remuneración Base)

Financiación disponible bajo el esquema NIA


Empresa de distribución
(% de la Remuneración Base Inicial)

ENWL 0,7%

NPg 0,6%

WPD 0,5%

UKPN 0,5%

SPEN 0,5%

SSEPD 0,5%

Fuente: Ofgem (2017a).

Los proyectos serán elegibles para recibir el NIA una vez estén correctamente
registrados en el portal web de difusión del conocimiento generado (Smarter Networks
Portal189) habilitado por los propios OSD en el seno de la Energy Networks Association
bajo la supervisión del Smart Grids Forum. De esta manera, el proceso de asignación
del NIA no implica una aprobación explícita de Ofgem de los proyectos concretos,
salvo en algunos casos concretos.190

Antes del registro en el Smarter Networks Portal, los OSD deberán, para cada proyecto,
publicar en dicho portal un documento titulado “Evaluación de la Elegibilidad del
Proyecto” (Project Elegibility Assessment, PEA), firmado por el responsable de
implementación de los proyectos NIA del OSD correspondiente, justificando por qué

Ver www.smarternetworks.org. Además de este portal, las empresas de distribución han puesto en
189

marcha otro portal web de difusión de información sobre proyectos de innovación llamado
www.nicollaborationportal.org.
190Por ejemplo, cuando se solicite la exención de alguno de las condiciones por defecto aplicables a los
derechos de propiedad intelectual que deben cumplir los proyectos o cuando un proyecto implique
pagos entre unidades dentro de una misma empresa o entre empresas del mismo grupo.

197
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

el proyecto cumple con los criterios de elegibilidad del esquema NIA y por qué no se
está ejecutando dentro de la actividad normal de la empresa.

La elegibilidad de un proyecto para recibir el incentivo NIA se basa en los siguientes


criterios:191

1. Debe tener impacto directo sobre la red o sobre la operación de las redes y
referirse a (a) un nuevo equipamiento, (b) un nuevo uso de un equipamiento
existente, (c) un proceso o práctica operativa novedoso o (d) una solución
comercial innovadora.

2. Debe generar conocimiento que pueda ser compartido con y aplicado por
otros OSD.

3. Debe poder, potencialmente, generar beneficios financieros netos para los


consumidores.

4. Debe ser innovador, con un plan de negocio cuya viabilidad no esté


demostrada y que requiera I+D o un proyecto piloto que permita demostrar
su validez.

5. No debe dar lugar a una duplicación ineficiente de equipamientos, procesos,


etc.

Para que un proyecto quede correctamente registrado en el Smarter Networks Portal,


el OSD debe aportar información detallada sobre el proyecto, incluyendo (Ofgem,
2017d): el título del proyecto, el OSD titular del proyecto, una justificación de la
elegibilidad para recibir el NIA, una descripción del problema que resuelve el proyecto
y del método para resolverlo o investigarlo, los objetivos y el alcance del proyecto, los
criterios identificados para evaluar el éxito del proyecto, los socios y la financiación
externa del proyecto (si la hay), el potencial de aprendizaje, la escala del proyecto, la
zona geográfica y una valoración del ahorro esperado a lo largo del periodo
regulatorio como resultado del proyecto o valor del incentivo NIA que se reclama para
financiar el proyecto.

La valoración de los gastos que podrán ser recuperados dentro del NIA es otro de los
elementos importantes de este esquema de incentivos. Por un lado, pueden incluirse
costes relacionados con equipamientos e infraestructuras siempre que estén
directamente relacionados con el proyecto de innovación y no estén relacionados con
la instalación, operación o desinstalación de equipamientos de medida. Además,

La valoración de los beneficios de un proyecto determinado se lleva a cabo utilizando la metodología


191

desarrollada por los OSD en ENA (2015).

198
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

pueden incluirse como costes del proyecto de innovación los pagos a consumidores
como resultado de esquemas de incentivos dentro del proyecto de innovación
siempre que estos esquemas estén aprobados por Ofgem y que ofrezcan las mismas
condiciones para conjuntos de consumidores similares. Dentro de cada proyecto de
innovación pueden asignarse algunos costes operativos internos (p. ej., salarios) al
incentivo NIA, aplicando los criterios que aparecen descritos en la licencia para la
actividad de distribución de energía eléctrica192.

Por otro lado, se consideran no recuperables aquellos gastos dentro de un proyecto


NIA ligados a incumplimientos de los requisitos técnicos del proyecto o bien a los
costes (p. ej., pagos a consumidores) derivados de un peor nivel de calidad de servicio
como consecuencia de la implementación del proyecto. Igualmente, no podrán
incluirse entre los costes recuperables a través del incentivo NIA los costes de
actividades financiadas por socios en el proyecto de innovación o por terceras partes.

Finalmente, deberán deducirse de los ingresos asociados al incentivo NIA los ahorros
en costes reconocidos en el periodo regulatorio que estén directamente ligados a la
implementación del proyecto de innovación.

Los ingresos reconocidos dentro del esquema de incentivos NIA se incluirán en los
Ingresos Base de la empresa de distribución dentro del esquema RIIO-ED1.

Un aspecto adicional del esquema de incentivos NIA relativo a la protección de los


consumidores es que las empresas de distribución no pueden, en el ámbito de un
proyecto NIA, organizar visitas a clientes con fines comerciales, ni impedir o dificultar
el desarrollo de los proyectos en marcha de despliegue de contadores inteligentes.

Network Innovation Competition (NIC).

El esquema de incentivos NIC consiste en una competición anual entre las empresas
para obtener financiación para proyectos de innovación de gran escala y con un
mayor grado de innovación que los proyectos NIA. El objetivo principal del esquema
NIC es poner en marcha proyectos que generen beneficios para los consumidores en
términos medioambientales y/o de descarbonización de la actividad de distribución
de energía eléctrica.

A diferencia de los incentivos NIA, el coste de los incentivos NIC no se incluye en los
ingresos reconocidos de las empresas dentro del esquema RIIO, sino que se financia
como parte de las tarifas de acceso a las redes de transporte (Transmission Network

192Ver la cláusula “Charge Restriction Condition 2H” de la “Electricity Distribution Licence” en Ofgem
(2015b).

199
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Charges). Cada año; Ofgem decide cuál será el volumen total de financiación
disponible para proyectos NIC. El monto total de financiación para un proyecto
concreto dentro del esquema NIC, a lo largo de su vida útil, es de 70 millones de £.

La asignación de la financiación disponible se lleva a cabo mediante un proceso en


dos etapas: (1) un proceso inicial de filtrado de candidaturas y (2) un proceso de
evaluación y selección final entre aquellos proyectos que superaron la primera etapa.

En la primera etapa, que debe estar completada antes del final del mes de abril de
cada año, las empresas de distribución presentan al regulador proyectos de
innovación que deben cumplir con los siguientes requisitos (muchos de ellos
similares a los aplicables en el caso del incentivo NIA) para superar esta fase del
concurso:193

1. Deben tener impacto directo sobre la red o sobre la operación de las redes y
referirse a (a) un nuevo equipamiento, (b) un nuevo uso de un equipamiento
existente, (c) un proceso o práctica operativa novedoso o (d) una solución
comercial innovadora.

2. Deben facilitar el desarrollo de un sector energético bajo en emisiones y


generar beneficios medioambientales, a la vez que potenciales beneficios
netos financieros a los usuarios presentes y futuros de las redes energéticas.

3. Deben ofrecer una buena relación rentabilidad-coste para los consumidores


eléctricos.194

4. Deben generar conocimiento que pueda ser compartido y aplicado en las


redes energéticas en el Reino Unido.

5. Deben ser innovadores, con un plan de negocio cuya viabilidad no esté


demostrada y que requiera I+D o un proyecto piloto que permita demostrar
su validez.

Los proyectos que cumplan con los criterios descritos anteriormente pasan a la
segunda fase del NIC, con la restricción de que cada empresa solo podrá presentar
dos proyectos propios a esta segunda fase, pudiendo presentar otros dos proyectos

193La información concreta sobre cada proyecto que debe aportar cada empresa de distribución está
descrita en Ofgem (2017b), pp. 23-26.
194En la memoria del proyecto los distribuidores deberán, por ejemplo, valorar el impacto directo del
proyecto sobre las redes energéticas o la operación del sistema, justificar que el aprendizaje esperado
tendrá una magnitud significativa en comparación con la escala del proyecto y los costes, ofrecer
garantías de que el proyecto se llevará a cabo con niveles competitivos de costes o que una gran parte
de los beneficios del proyecto se localizarán en las redes energéticas.

200
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

más, siempre que estén liderados y dirigidos por terceros que no sean empresas de
distribución y que la empresa de distribución demuestre (a) que el origen de la/s
idea/s es suyo y (b) que tiene la intención de ejecutar el proyecto junto con dicha/s
tercera/s parte/s.

En la segunda fase, cada proyecto debe ir acompañado de un conjunto de


documentación (full submission) entre la que se incluye una descripción detallada del
proyecto, información sobre los beneficios y los costes asociados al proyecto y la
financiación requerida bajo el esquema NIC195, la estructura de gestión del proyecto,
los entregables previstos, la vía de acceso a los datos y a información para realizar un
seguimiento del proyecto, una explicación detallada y justificada con evidencia sobre
cómo responde a los criterios de evaluación el método, el proyecto o la solución
propuesta y los resultados esperados en términos de aprendizaje.

La evaluación de los proyectos NIC en la segunda parte del proceso se lleva a cabo
mediante un panel de expertos nombrados por Ofgem196 que deberá enviar al
regulador una recomendación sobre cuáles son los proyectos que deben recibir
financiación ese año.

Entre los criterios de evaluación de los proyectos, además de los criterios 2 a 5 de la


lista anterior, se incluyen la participación de distintos socios en el proyecto y la
variedad de fuentes de financiación externas, la relevancia y oportunidad del
proyecto planteado en términos del conocimiento que se espera generar y de las
tecnologías utilizadas y la aportación de evidencia sobre la robustez de la
metodología propuesta y sobre que el proyecto está listo para ser implementado.

Antes del 30 de noviembre de cada año, Ofgem hace pública la lista de proyectos que
obtienen financiación ese año bajo el esquema NIC, publicándose además el informe
del panel de expertos (eliminando la información confidencial). El regulador enviará
a la empresa de distribución un documento que enumera todas las condiciones bajo
las cuales la empresa acepta la financiación (Project Direction).

195 En particular, en la petición de financiación debe incluirse una estimación detallada de los costes
totales del proyecto, de la financiación solicitada inicialmente (costes totales menos la parte financiada
por terceros que exceda a la contribución obligatoria de la empresa solicitante, igual al 10% del coste
total del proyecto), la contribución obligatoria de la empresa de distribución (un 10% del coste total), el
interés derivado de la financiación NIC (para deducirlo del total) y de los costes (recuperables) asociados
a la preparación de las propuestas hasta un máximo de 175.000 £ o el 5% de la financiación solicitada.
La contribución obligatoria de las empresas (un 10% del coste total del proyecto) puede ser cubierta con
los beneficios directos estimados asociados a la implementación del proyecto (calculados como aquellos
gastos previstos en el plan de negocio RIIO y en los que se espera no incurrir como consecuencia de la
implementación del proyecto).
196 Ofgem podrá contratar igualmente a empresas de consultoría para que asistan al panel de expertos.

201
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Una vez emitido este documento, la empresa queda obligada a cumplir con dichas
condiciones. En caso de incumplimientos, las cantidades aprobadas podrían ser
deducidas de los ingresos reconocidos en años posteriores dentro del periodo
regulatorio correspondiente del RIIO-ED1.

Una vez en marcha, un proyecto de innovación financiado a través del esquema NIC
está sujeto a procedimientos de control e información detallados relacionados con
su financiación197 y con la ejecución del proyecto. Cada año, la empresa de
distribución debe entregar a Ofgem un Informe de Avance del Proyecto (Project
Progress Report).198

Al igual que en el caso de los proyectos financiados bajo el esquema NIA, las
empresas que ejecutan proyectos NIC se comprometen a no organizar visitas
comerciales a consumidores en el ámbito de estos proyectos ni a interferir con los
proyectos de despliegue de contadores inteligentes.

Un aspecto especialmente destacable en el caso de los proyectos NIC es el esquema


de protección de los derechos de propiedad intelectual. Ofgem reconoce que el
desarrollo de proyectos ambiciosos de innovación puede dar lugar a áreas de
conocimiento que requieran protección bajo la legislación sobre propiedad
intelectual.

Aunque uno de los principales objetivos de los esquemas de fomento de la


innovación bajo el modelo RIIO es la transferencia de conocimiento entre las

197 Por ejemplo, todos los fondos de financiación NIC deben depositarse en una cuenta bancaria
específica para el proyecto, con el objeto de realizar un seguimiento estrecho de su uso. Antes del inicio
del proyecto, los auditores de la empresa de distribución deben confirmar que el receptor del incentivo
NIC dispone de sistemas y procesos adecuados para monitorizar el uso de los fondos NIC. Además, la
empresa de distribución deberá entregar un informe anual detallado sobre la financiación del proyecto
bajo el esquema NIC.
198En este informe debe incluir un resumen detallado del estado del proyecto y de los avances realizados
a lo largo del año, un informe financiero detallado (evolución del plan de negocio, seguimiento del
presupuesto, etc.), un informe sobre los entregables previstos o ya terminados, un informe sobre el
conocimiento adquirido o una descripción de aquellos cambios significativos en el ámbito del proyecto
(bien relacionados con la tecnología o con la ejecución del proyecto o bien de carácter financiero).

202
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

empresas de redes,199 el esquema NIC permite preservar derechos de propiedad


intelectual dentro de proyectos de innovación.200

Innovation Roll-Out Mechanism.

Además de los esquemas de incentivos NIA y NIC, las empresas de distribución


pueden recuperar costes derivados de actividades de innovación a través de uno de
los mecanismos de ajuste de los ingresos reconocidos: el Mecanismo de Despliegue
de Innovación o Innovation Roll-Out Mechanism (IRM).

Bajo el esquema IRM, las empresas de distribución pueden solicitar financiación


durante dos ventanas temporales a lo largo del periodo regulatorio para cubrir los
costes de despliegue de innovaciones probadas con beneficios medioambientales y
una buena relación rentabilidad-coste en el largo plazo.

Una de las condiciones que deben cumplir los proyectos que soliciten fondos bajo el
esquema IRM es que generen resultados medibles que permitan evaluar el éxito del
despliegue de la innovación.

Como ejemplo de propuesta de financiación bajo el esquema IRM puede citarse el


proyecto de despliegue, por parte de SP (Scottish Power) Distribution, de un sistema
de gestión activa de la red de distribución en el concejo de Dumfries y Galloway en
Escocia, que sufre restricciones de exportación a través de una línea de transporte.201

199 Por ejemplo, a través de la publicación de información y conocimiento en el portal web de


colaboración entre las empresas de distribución (www.nicollaborationportal.org) o en el portal web en
el que se registran los proyectos NIA y NIC Smarter Networks (www.smarternetworks.org). Además, todos
los años las empresas de redes están obligadas a organizar una conferencia para la diseminación de los
nuevos conocimientos generados en el ámbito de los proyectos de innovación. Esta conferencia puede
englobar a los proyectos NIA y NIC, ser conjunta para gas y electricidad o incluir proyectos relacionados
con el transporte y la distribución de energía.
200En concreto, el “Electricity Network Innovation Competition Governance Document” reconoce dos tipos
de derechos de propiedad intelectual en el ámbito de proyectos de innovación: (a) los reconocidos a la
empresa antes del inicio del proyecto y (b) los que se podrán generar a lo largo de la vida del proyecto.
El esquema de incentivos NIC también recoge la obligación para las empresas de compartir con los
consumidores (en proporción con la financiación aportada por éstos) los potenciales “royalties”
derivados de la ejecución del proyecto de innovación.
201La propuesta de la empresa SP Distribution implicaba un incremento en los ingresos reconocidos en
el periodo RIIO-ED2 (2024-2031) de hasta 9,1 M£. Ver https://www.ofgem.gov.uk/ofgem-
publications/118130.

203
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El despliegue del nuevo sistema de gestión de la red facilitará la integración de


generación distribuida, minimizando además el número de intervenciones de control
y de desconexiones de elementos de generación.202

Como principales elementos de innovación de este proyecto, SP Distribution cita que


es el primer proyecto en el Reino Unido de gestión activa de múltiples puntos de la
de distribución múltiples puntos de red, el primero en el que se incluyen elementos
de generación distribuida y el primero en el que se integra al operador de la red de
transporte en el esquema de gestión activa.

Elementos del modelo de regulación RIIO (III): Resultados

La definición de esquemas de incentivos (profit- y risk-sharing) basados en los


resultados de cada empresa de distribución, en términos de los servicios de
distribución de energía eléctrica ofrecidos a los consumidores, es probablemente el
elemento central del modelo regulatorio vigente en el Reino Unido.

El modelo RIIO define indicadores del desempeño de la actividad de distribución y del


cumplimiento de determinados objetivos dentro de cuatro grandes categorías:

1. fiabilidad y disponibilidad del servicio de suministro de electricidad;

2. conexiones a la red de distribución;

3. servicio de atención al cliente y obligaciones sociales; y

4. medio ambiente.

Fiabilidad y disponibilidad

En esta categoría se incluyen indicadores “clásicos” de calidad del servicio de


suministro de energía eléctrica, como el número y la magnitud de las interrupciones
en el suministro o el tiempo de reposición del servicio interrumpido en diversas
situaciones de la red (p. ej., condiciones normales, condiciones normales con un
número elevado de puntos de suministro afectados, condiciones meteorológicas
adversas, etc.) y otros indicadores más relacionados con la calidad del servicio al
cliente en situaciones en las que el servicio de suministro eléctrico se ve afectado,
como la velocidad de respuesta ante reclamaciones relacionadas con aspectos como

202En octubre de 2017, Ofgem publicó su decisión de aprobar una financiación de 8,01 M£ para este
proyecto. Ver Ofgem (2017c).

204
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

la desconexión de una instalación de la red por causas ligadas a la operación de las


redes, las prenotificaciones (a clientes) de desconexión de la red por motivos
autorizados (p. ej., labores de mantenimiento, etc.), los niveles de tensión, el
funcionamiento de los equipamientos de medida, los procesos de pago relacionados
con el suministro eléctrico o con las penalizaciones a los distribuidores por no cumplir
con los estándares de servicio fijados en la normativa, etc.203

Además, se incluyen dentro de esta categoría otros incentivos, como los orientados
a mejorar las condiciones de suministro de aquellos consumidores afectados por
interrupciones de forma continuada o los orientados a realizar inversiones de forma
proactiva para mejorar la capacidad de adaptación de las redes en caso de
situaciones excepcionales de operación de la red (p. ej., apagones debidos a
situaciones meteorológicas adversas).

Finalmente, dentro de esta categoría se incluyen otros indicadores de calidad del


suministro eléctrico o indicadores sobre activos de red (Network Asset Indices) ligados
al cumplimiento de un objetivo general de reducción del riesgo (monetizado)
asociado a la condición y al uso de los activos de distribución.204

La idea detrás de establecer un incentivo relacionado con estos indicadores es


intentar evitar situaciones en las que los OSD no inviertan suficientemente en la
renovación y actualización de los activos de distribución y operen las redes con
elevados niveles de carga en las subestaciones primarias, lo que incrementaría a
medio plazo la probabilidad de eventos críticos en la red, aunque no se hicieran
visibles los efectos a corto plazo.

La Tabla 43 resume los incentivos concretos definidos en el esquema RIIO en relación


con la confiabilidad y la disponibilidad del servicio de suministro eléctrico.

203Una buena parte de estos estándares de calidad de servicio, tanto individuales como comunes para
todos los distribuidores de electricidad, se incluyen en “The Electricity (Standards of Performance)
Regulations”, cuya versión vigente entró en vigor el 1 de abril de 2015 (Statutory Instrument 2015 No. 699).
204 En concreto, se definen indicadores como (a) el índice de carga de las subestaciones primarias –este
indicador no se ha incluido en el primer periodo regulatorio bajo el modelo RIIO porque Ofgem
considera que no se entiende bien aún su relación con las estimaciones de costes eficientes que realiza—
; (b) un índice sobre la condición de los activos (índice compuesto que tiene en cuenta la edad, condición
general, historia de fallos y probabilidad de fallo de los distintos activos); o (c) un índice de criticalidad
de los activos que mide las consecuencias (financieras) de fallos en los mismos.

205
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 43. Tipos de incentivos para los OSD relacionado con la fiabilidad y la
disponibilidad del servicio de suministro eléctrico
Categoría de incentivo Tipo de incentivo financiero
Incentivo sobre interrupción del servicio
Incentivo financiero de hasta 250 puntos
(Interruption Incentive Scheme, IIS): Prima o
base en el indicador de rentabilidad
penalización financiera relacionada con el
“regulatoria” anual RORE (Return on
número y la duración de las interrupciones en
Regulatory Equity).
su red.
Estándares de Desempeño Garantizados
(Guaranteed Standards of Performance, Penalización en forma de pagos a
GSoP): Pagos a los consumidores de consumidores por incumplir los
cantidades prefijadas por incumplir los estándares.
estándares mínimos de servicio.
Consumidores con peores índices de
servicio (Worst Served Customers): Los OSD
Bolsa total de 76,5 M£ a lo largo del
disponen de un fondo para invertir en mejoras
periodo regulatorio ED1 que se pierde
en la confiabilidad y disponibilidad de aquellos
en caso de no utilizarse (use it or lose it).
consumidores que hayan sufrido
interrupciones de manera continuada.
Resiliencia de la red: Inversiones en redes
ejecutadas de forma proactiva por los OSD
Se asocia un incentivo reputacional, no
para mitigar el impacto de sucesos disruptivos
financiero.
para el suministro de energía eléctrica (p. ej.,
eventos meteorológicos extremos).205
Incremento (reducción) de los ingresos
Riesgo de red asociado a la condición y la reconocidos en el siguiente periodo
criticidad de los activos de distribución: Los regulatorio en función de los costes
OSD reciben primas o sufren penalizaciones incrementales (costes evitados)
en función de su desempeño en relación con asociados con la superación o el
objetivos de reducciones en un indicador incumplimiento del incentivo.
(monetizado) de riesgo en las redes que se Prima (penalización) financiera adicional
alcanzan mediante inversiones en sustitución y igual al 2,5% del valor asociado a la
actualización de activos. superación (incumplimiento) de los
objetivos fijados.
Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017f).

205 Entre estas inversiones se incluyen medidas orientadas a mitigar los riesgos derivados de
inundaciones (utilizando como base el estudio llevado a cabo por el gobierno británico en septiembre
de 2016 titulado “National Flood Resilience Review”, ver Gobierno del Reino Unido (2016)), a limitar las
consecuencias de apagones totales o parciales generalizados y agilizar la reposición del servicio, y a
proteger instalaciones y líneas de distribución mediante la poda y tala del arbolado cercano (p. ej.,
inversiones en tecnologías láser, como LiDAR –ver www.lidar-uk.com--, para evaluar la distancia entre
las líneas y los árboles a su alrededor).

206
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Conexiones a la red

El esquema de regulación RIIO también incluye incentivos financieros para que los
OSD ejecuten las acciones relacionadas con la conexión a la red de distribución de
nuevos consumidores de forma rápida y eficiente. En concreto, establece cuatro tipos
de indicadores relacionados con las conexiones con incentivos económicos
asociados, que se resumen en la Tabla 44.

Tabla 44. Tipos de incentivos para los OSD relacionados con las conexiones

Categoría de incentivo Incentivo financiero

Incentivo relacionado con el tiempo de conexión


(Time to Connect, TTC): Prima en forma de mayores Prima (incremento de ingresos)
ingresos reconocidos por reducir el tiempo medio de potencial de hasta un 0,4% de los
conexión para los clientes más pequeños y con Ingresos Base.
conexiones más sencillas.

Incentivo relacionado con el compromiso con los


clientes (Incentive on Connections Engagement, ICE):
Penalización cuando los OSD no se involucren de Penalización (reducción de ingresos) de
forma efectiva e identifiquen adecuadamente los hasta un 0,9% de los Ingresos Base.
requerimientos de los consumidores que necesiten
conexiones más complejas.

Estándares Garantizados sobre Conexiones


(Connections Guaranteed Standards of Performance, Penalización en forma de pagos a
GSOP): Pagos a los consumidores de cantidades consumidores por incumplir los
prefijadas por incumplir estándares mínimos de estándares.
servicio en relación con las conexiones.

Prima o penalización financiera de un


Encuesta de satisfacción de los consumidores: 0,5% de los Ingresos Base que se
Incentivo ligado a las respuestas de consumidores de incluye en la prima o penalización
baja tensión que solicitan una conexión dentro de la general Indicador General de Calidad
encuesta de satisfacción del Broad Measure of de Servicio (Broad Measure of Customer
Customer Satisfaction. Service, BMCS) de hasta un +/- 1,5% de
los Ingresos Base.

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017e).

Atención al cliente y “obligaciones sociales”

Otro de los objetivos principales del esquema de regulación RIIO es asegurar una
adecuada calidad en los servicios de atención al consumidor. Dependiendo del tipo
de consumidor, la percepción sobre la calidad del servicio de un OSD puede estar
asociada únicamente a un suministro seguro y fiable, como puede ser el caso de

207
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

muchos clientes domésticos o pequeños comercios, o bien a la respuesta del OSD a


las necesidades por parte de consumidores con requerimientos más complejos.

Dentro del RIIO, el principal incentivo relacionado con la calidad de la atención a los
clientes está estrechamente ligado al Indicador General de Calidad de Servicio (Broad
Measure of Customer Service, BMCS). Este incentivo consta de tres elementos o
incentivos individuales:

a) una encuesta de satisfacción con el servicio,

b) un indicador relativo a las quejas y reclamaciones, y

c) un indicador del compromiso con actores relevantes en relación con


actividades dirigidas a los consumidores vulnerables (Stakeholder Engagement
and Consumer Vulnerability, SECV) (Tabla 45).

Tabla 45. Incentivos asociados a la atención al cliente y a las obligaciones


sociales

Prima/penalización máxima (%
Incentivo BMCS
del Ingreso Base)

Conexiones +0,5% / -0,5%


Encuesta de satisfacción
Interrupciones +0,3% / -0,3%
del consumidor
Consultas generales +0,2% / -0,2%

Indicador de quejas y reclamaciones 0% / -0,5%

SECV +0,5% / 0%

Prima/Penalización máxima +1,5% / -1,5%

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017f).

Los OSD están obligados a realizar cada año una encuesta de satisfacción sobre el
servicio que ofrecen, que lleva a cabo una empresa independiente. Se realizan
encuestas a tres tipos de clientes: consumidores que solicitan conexiones de baja
tensión con contador, consumidores que sufren interrupciones y consumidores que
realizan consultas generales sobre el servicio.

Al final de la encuesta, se pregunta a los consumidores cuál es su satisfacción


(utilizando un indicador de 0 a 10) del servicio ofrecido por el OSD, siendo este
indicador de calidad global el que se utiliza para definir el incentivo. Como referencia,
se utilizan indicadores medios de satisfacción en distintos sectores (e. g., servicios
bancarios, venta al por menor y otros servicios públicos).

208
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En función del resultado obtenido por el OSD y teniendo en cuenta valores máximos
y mínimos para el conjunto de sectores,206 se define una prima o una penalización
que pueden ser, como máximo, iguales a +1% y -1%, respectivamente, del Ingreso
Base.

El indicador relativo a las quejas y reclamaciones es un indicador que pondera las


quejas/reclamaciones sobre el servicio de los OSD remitidas al Defensor del
Consumidor de Energía207 y no resueltas después de 24 horas (10%), después de 31
días (30%), las quejas/reclamaciones repetidas (50%) y el porcentaje de decisiones del
Defensor del Consumidor de Energía sobre disputas en contra del OSD (10%).

En este caso, el objetivo del indicador en 2016-7 era alcanzar, al menos, el indicador
de quejas y reclamaciones promedio en 2012-3. Por debajo de este valor, no se
premia al OSD, mientras que por encima de ese valor (hasta un valor máximo igual al
peor indicador individual de quejas y reclamaciones en ese año) se penaliza al OSD
hasta un máximo de un 0,5% del Ingreso Base.

Finalmente, el indicador de compromiso social SECV se calcula mediante la valoración


(por parte de un panel de expertos independientes nombrado por Ofgem) de los
informes sobre compromiso con actores relevantes en relación con actividades
dirigidas a los consumidores vulnerables que deben remitir los OSD a Ofgem cada
año. El panel de expertos define un indicador del incentivo SECV que, a su vez, da
lugar a una prima entre el 0% y el 0,5% del Ingreso Base.208

La Tabla 45 resume el conjunto de incentivos aplicados a los OSD en relación con la


atención al cliente y las obligaciones sociales.

Medio ambiente

Los incentivos ligados a aspectos medioambientales dentro del esquema RIIO-ED1


tienen como objetivo que los OSD gestionen o reduzcan el valor de variables ligadas
al diseño, construcción, operación y mantenimiento de las redes y con impacto

206Por ejemplo, para el ejercicio 2016-2017 se tomaron como valores mínimo, medio y máximo de la
referencia de satisfacción de consumidor los siguientes: 6,9/10, 8,2/10 y 8,9/10. Estos valores de
referencia se calculan utilizando datos recopilados en el “UK Customer Satisfaction Index”, elaborado por
The Institute of Customer Service (ver https://www.instituteofcustomerservice.com/research-insight/uk-
customer-satisfaction-index).
207El Energy Ombudsman es una entidad autorizada por Ofgem para resolver, de forma gratuita, las
disputas entre empresas y consumidores de energía. Ver https://www.ombudsman-
services.org/sectors/energy.
208Los criterios utilizados por el panel de expertos para estimar el indicador que definirá el incentivo
SECV aparecen en Ofgem (2016).

209
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

medioambiental, como las pérdidas en las redes, el robo de energía, su huella de


carbono como empresas, las emisiones de hexafluoruro de azufre (SF6)209, las fugas
de fluidos (aceites) en líneas de distribución enterradas y el ruido que produce el
equipamiento.

Tabla 46. Incentivos ligados a aspectos medioambientales en RIIO


Objetivo Tipo de incentivo
• Obligación regulatoria de diseñar, construir y operar redes con el objetivo de
minimizar las pérdidas.211
• Obligación de publicación, en las páginas web, de una estrategia para reducir
pérdidas, detallando las acciones propuestas212 y justificándolas con un análisis
coste-beneficio y en un horizonte de vida total de las instalaciones y
Pérdidas en
equipamientos. Además, los OSD deben publicar, con carácter anual, informes
las redes210
sobre las actividades realizadas relativas a las pérdidas.
• Además de lo anterior, existe un incentivo financiero, en forma de prima
discrecional,213 para los OSD que lleven a cabo actividades relacionadas con la
reducción de pérdidas que vayan más allá de las incluidas en las estrategias de
reducción de pérdidas.
(cont.)

209 El SF6, gas de efecto invernadero muy potente, se utiliza como gas aislante en equipamientos e
instalaciones eléctricas como los cuadros de interruptores (switchgear), dispositivos de desconexión
(circuit breakers), etc.
210 Hasta la implantación del esquema RIIO, los incentivos para reducir las pérdidas en las redes de
distribución en el Reino Unido se basaban en objetivos cuantitativos concretos. Sin embargo, Ofgem ha
descartado incluir este tipo de incentivo en el nuevo esquema regulatorio debido a problemas graves
relacionados con los datos. En particular, Ofgem indica que “…There is currently no reliable source of data
common to all DNOs for measuring electricity losses…”. Ver Ofgem (2015c), disponible en
www.ofgem.gov.uk.
211Como cualquier otra disposición regulatoria incluida en la “licencia de distribución”, que, de forma
general obliga a los OSDs a desarrollar y mantener sistemas de distribución de forma eficiente,
coordinada y económica –ver Ofgem (2017f)— Ofgem tomará las medidas necesarias para garantizar su
cumplimiento y, en caso de incumplimientos, llevar a cabo las acciones de investigación y, en su caso,
penalización, correspondientes.
212Ofgem indica expresamente en la guía de aplicación del RIIO-ED1 que la obligación de reducción de
pérdidas debe ser más ambiciosa que simplemente cumplir con la directiva de diseño ecológico de la
UE (Directiva 2009/125/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 21 de octubre de 2009 por la que
se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los
productos relacionados con la energía) en lo relativo a las pérdidas de los centros de transformación.
213Las cantidades que se pueden asignar a los OSDs dentro de este capítulo, de forma discrecional, son
de 8 M£ (2016-17), 10 M£ (2017-18) y 14 M£ (2018-19). Las condiciones para la obtención de estos
incentivos cada año (que se incluirían en los ingresos reconocidos para el año siguiente) se describen en
el documento de Ofgem (2015c) “Losses Discretionary Reward Guidance Document” (disponible en
www.ofgem.gov.uk). Los cuatro criterios que tiene en cuenta Ofgem para asignar estas primas
adicionales, tras un proceso de evaluación descrito en el documento guía mencionado anteriormente
son: (1) mejora en el entendimiento y conocimiento sobre las pérdidas en las redes; (2) involucramiento
y compartición de mejores prácticas relacionadas con las pérdidas con otros actores relevantes

210
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 46 (cont.). Incentivos ligados a aspectos medioambientales en RIIO


Objetivo Tipo de incentivo
• Obligación regulatoria (dentro de la licencia de distribución) de llevar a cabo
todas las acciones necesarias, siempre que no supongan un coste
desproporcionado, para resolver casos de robo y recuperar el valor de la
Robo de
energía sustraída de las redes.
electricidad
• Existen obligaciones de remisión periódica de información al regulador y de
dar publicidad a las acciones llevadas a cabo y a establecer equipos internos
para evaluar el riesgo de robo de energía.
• Los OSD deben enviar a Ofgem información sobre su huella de carbono
(emisiones de CO2 derivadas de su actividad)214 y publicar anualmente un
informe detallando los resultados obtenidos y las acciones implementadas en
Huella de relación con la huella de carbono.
carbono • Esquema de incentivos reputacional basado en una clasificación pública de
los OSD215 en función de sus resultados respecto de un valor de referencia
para el periodo regulatorio incluido en los Planes de Negocio RIIO-ED1 de
cada empresa y de otros indicadores.
• Esquema de incentivos reputacional basado en una clasificación pública de
Emisiones de
los OSD216 en función de sus resultados respecto de un valor de referencia
hexafluoruro
para el periodo regulatorio incluido en los Planes de Negocio RIIO-ED1 de
de azufre
cada empresa y de otros indicadores.
(cont.)

(operadores de instalaciones de generación distribuida, comercializadores, gestores y operadores de


redes de transporte, etc.); (3) desarrollo de procesos y métodos para la gestión de las pérdidas; y (4)
acciones innovadoras en la gestión de las pérdidas en el día a día del negocio.
214Para el cálculo de las emisiones totales de CO2, deben seguir los criterios estandarizados de medición
de emisiones desarrollados por el Greenhouse Gas Protocol (www.ghgprotocol.org) en colaboración con
el World Resources Institute y el World Business Council for Sustainable Development y otros actores
relevantes (gobiernos, ONGs, empresas, asociaciones, etc.). Además de las emisiones ligadas
directamente a la actividad de distribución (construcción, operación y mantenimiento de las redes, etc.),
los OSDs deben incluir en los informes sobre emisiones información sobre emisiones imputables a otras
actividades en su cadena de valor, como viajes de negocios o trabajos con contratistas externos – ver:
http://www.wri.org/sites/default/files/pdf/ghgp_corporate_value_chain_scope_3_standard.pdf.
215En el Informe Anual RIIO-ED1, por ejemplo, se publica la siguiente información sobre la huella de
carbono de cada empresa: (1) emisiones totales, expresadas en toneladas equivalentes de CO 2; (2)
cambio porcentual respecto del año anterior en las emisiones totales de CO 2; (3) huella de carbono,
medida como el porcentaje que suponen las emisiones totales (excluyendo las pérdidas) respecto de
una medida proxy del tamaño de cada distribuidor (teniendo en cuenta la longitud de la red y el número
de clientes conectados); y (4) su posición en la clasificación total de los 14 OSDs teniendo en cuenta el
indicador relativo de huella de carbono mencionado en el apartado (3).
216 En el Informe Anual RIIO-ED1 se publica la siguiente información sobre las emisiones de SF6 de cada
empresa: (1) emisiones totales, expresadas en kg/año; (2) cambio porcentual respecto del año anterior
en las emisiones totales (3) emisiones en términos relativos, medidas como el porcentaje que suponen
las emisiones respecto del total del gas SF6 utilizado como fluido aislante; y (4) posición en la clasificación
total de los 14 OSDs según el indicador relativo de emisiones mencionado en el apartado (3).

211
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 46 (cont.). Incentivos ligados a aspectos medioambientales en RIIO


Objetivo Tipo de incentivo
• En el RIIO-ED1 no se han definido incentivos concretos al respecto. Se aplica
en este periodo regulatorio el código operativo217 desarrollado por la Agencia
Fugas de aceite de Medio Ambiente británica y la Energy Networks Association sobre la gestión
del impacto medioambiental de cables con fluidos.
• Además, los OSD deben enviar información cada año al regulador Ofgem.
• En el RIIO-ED1 no se han definido incentivos concretos. Ofgem está
recopilando información sobre quejas relativas a contaminación acústica y
Contaminación niveles de ruido para poder definir en el futuro esquemas de gestión de esta
acústica variable medioambiental. Los OSD están obligados a enviar información
sobre los casos en los que hayan actuado tras recibir quejas concretas al
respecto.

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017f).

Para ello, se define una serie de indicadores detallados que permite establecer
incentivos económicos asociados en forma de primas o penalizaciones (Tabla 46).

Adicionalmente, el esquema RIIO ofrece financiación voluntaria (en forma de ingresos


reconocidos) para que los OSD entierren líneas de distribución en determinadas
zonas (en concreto, áreas de belleza natural excepcional, parques nacionales y áreas
en Escocia definidas como pintorescas)218.

Para el conjunto de los ocho años del periodo regulatorio RIIO-ED1 se han habilitado
dentro de este esquema hasta 103,6 M£ en total entre 13 OSD (con un máximo de
11,4 M£ y un mínimo de 4,7 M£) con el objetivo de soterrar hasta un total de más de
39.350 km de líneas y con impacto esperado sobre más de 29 millones de
habitantes.219

217 Ver más información en el documento “Guidance on the National Operating Code for the Management
of Fluid-Filled Cables”, elaborado por Energy Networks Association y Environment Agency, disponible en
www.energynetworks.org.
218La definición de todas estas áreas aparece, respectivamente, en: (a) www.landscapeforlife.org.uk, (b)
www.nationalparks.gov.uk, y (c) www.snh.gov.uk/protecting-scotlands-nature/protected-areas/national-
designations/nsa.
219 Los OSDs deben realizar propuestas de soterramiento de líneas en las zonas designadas a Ofgem.
Además, los OSDs pueden llevar a cabo soterramientos de otras líneas de distribución fuera de estas
áreas, financiándolos mediante otras vías alternativas. Pueden realizar los soterramientos en cualquier
momento del periodo regulatorio y destinar hasta un 10% de los ingresos reconocidos a soterramientos
en zonas limítrofes con las zonas designadas (con el objetivo de fomentar y facilitar la participación en
el programa).

212
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Elementos del modelo de regulación RIIO (IV): Seguimiento de los


resultados

Ofgem realiza un seguimiento de los resultados de la implementación del modelo


regulatorio RIIO-ED1 de forma continua, haciendo pública una evaluación del mismo
en un informe que publica todos los años (RIIO-ED1 Annual Report).220

En este informe se revisan estadísticas detalladas relacionadas con los resultados


obtenidos por las empresas en la prestación de servicios de distribución de energía
eléctrica y los esquemas de incentivos en vigor a lo largo del año de estudio. En 2016-
7, por ejemplo, las empresas de distribución obtuvieron, en conjunto, incentivos
netos financieros por valor de 220,2 M£ (Tabla 47).

Tabla 47. Desglose de primas y penalizaciones por empresa de distribución y


según el esquema de incentivos en 2016-2017 (M£)

Fuente: extraído de Ofgem (2017a).

Además, Ofgem revisa y evalúa con detalle los resultados financieros de las empresas
y, en particular, la aplicación del incentivo de eficiencia sobre los costes totales, y

220El informe anual está acompañado de un informe suplementario con los principales datos utilizados
en el análisis (en formato Excel).

213
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

analiza las principales categorías de costes221, los inductores de sobrecostes y


ganancias de eficiencia, los sobrecostes y las ganancias por categoría de coste
(Gráfico 82) y el impacto sobre los precios finales que pagan los consumidores.

Gráfico 82. Sobrecostes y ganancias de eficiencia por categoría de costes

Reducciones de costes Sobrecostes hasta la


hasta la fecha (791 M£) fecha (206 M£)

102
51 267
99
107

370

Refuerzos en las redes Actividades de apoyo operativo


Reemplazo y actualización de equipamientos Fallos en la red
Actividades de apoyo (business support)
Otros CAPEX operacionales

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017a).

Otro indicador utilizado por Ofgem para realizar un seguimiento de los resultados
agregados de las empresas dentro del esquema RIIO-ED1 es la rentabilidad del capital
regulatorio (return on regulatory equity o RoRE).

El RoRE es un indicador de la rentabilidad (real, después de impuestos) que obtendría


un accionista de una empresa de distribución por sus resultados a lo largo del
periodo regulatorio de 8 años y dentro del esquema regulatorio RIIO-ED1.

221 Ofgem identifica hasta 15 categorías de costes, agrupándolas en seis grandes categorías de costes:
(1) operaciones (23% de los costes totales en los dos primeros años del periodo RIIO-ED1), (2) reemplazo
y actualización de equipamientos (22%), (3) fallos en la red (14%), (4) costes de gestión de la empresa
(11%), (5) refuerzos en la red (8% más un 5% adicional de inspección de la red) y (6) otros costes de
operación capitalizados (13,4%, incluyendo entre ellos capex ligado a inversiones para incrementar la
resiliencia de la red, menos la tala de árboles, costes de seguridad y legales, costes de re-enrutamiento
(rerouting) y costes de IT, desmantelamiento, calidad de servicio, proyectos de alto valor y medio
ambiente).

214
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

El RoRE se construye, utilizando un modelo desarrollado por Ofgem y bajo


determinados supuestos222 sobre apalancamiento y sobre el tratamiento de
determinados costes, etc., a partir del coste del capital propio de cada empresa,
aumentándolo (o disminuyéndolo) en función de los resultados positivos (o
negativos) de la empresa en relación con los distintos esquemas de incentivos: IQI
(calidad de la información), IIS (interrupciones del servicio), sobrecostes o ganancias
de eficiencia en el coste total, calidad de servicio, conexiones, pérdidas en la red, etc.

Gráfico 83. Previsión del RoRE (real, después de impuestos) por empresa para
el periodo regulatorio RIIO-ED1

Fuente: Ofgem (2017a).

En el año 2016-2017, el RoRE real después de impuestos previsto para los 8 años del
periodo regulatorio 2015-2023 varió entre el 7,14% de Scottish Power Energy
Networks y el 11,37% de UK Power Networks.223 El Gráfico 83 muestra las
estimaciones realizadas por Ofgem del RoRE previsto para el periodo RIIO-ED1 al final
del año regulatorio 2016-2017, identificando la contribución (positiva o negativa) de
cada fuente de rentabilidad del capital regulatorio.

Los resultados muestran que, al final del segundo año del periodo regulatorio, la
rentabilidad del capital regulatorio de ninguna empresa estaba por debajo de su

222El indicador RoRE no tiene que ser necesariamente igual que la rentabilidad real que obtendrán los
accionistas.
223En la estimación del coste de capital medio ponderado a efectos de calcular los ingresos reconocidos
se aplicó un coste del capital propio del 6,0% para todas las empresas menos para las cuatro empresas
de distribución del grupo Western Power Distribution (6,4%).

215
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

coste del capital propio, lo que indica unos resultados positivos (desde el punto de
vista de un accionista) dentro del esquema de regulación RIIO-ED1.

Por otro lado, el RoRE real después de impuestos para el conjunto del sector
(utilizando una media ponderada por el valor de los activos regulatorios o RAV) se
situó en el 9,45% (Gráfico 84). Los principales inductores del incremento en el RoRE
por encima de la rentabilidad media del accionista son, al final del año 2016-2017, las
primas asociadas al incentivo sobre las interrupciones del servicio (+1,59%) y las
ganancias de costes respecto del coste total reconocido (+0,99%).

Gráfico 84. RoRE agregado para el conjunto de las empresas de distribución en


2016-2017

Otros 0,09%
Bonificaciones de otros incentivos
0,99%

Ganancias de eficiencia respecto del totex


0,99%

RoRE Incentivos relativos a las interrupciones del servicio


1,59%
9,45%

Coste del capital propio + IQI


6,22%

Fuente: elaboración propia a partir de Ofgem (2017a).

216
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

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237
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ANEXO 1: SERVICIOS Y FUNCIONALIDADES DE


UNA RED INTELIGENTE SEGÚN EL JRC

Tabla 48. Servicios y funcionalidades de una red inteligente (JRC)


Proveedor del
Principales
Bloques Resultado servicio o Funcionalidades correspondientes
beneficiarios
funcionalidad

Facilitar conexiones a cualquier


tensión o localización y para
cualquier tipo de dispositivo
Generadores, Facilitar el uso de la red para todo
Facilitar la Garantizar la
consumidores
integración de integración de usuario a cualquier tensión o
(incluyendo los
los usuarios con los recursos OSD localización
móviles) y
nuevos energéticos Uso de los sistemas de control de red
propietarios de
requerimientos distribuidos para propósitos laborales
almacenamiento
Mejora de los datos sobre
continuidad de suministro y calidad
de la tensión

Automatización de la identificación
Optimizar la
de fallos y de la reconfiguración de la
operación de
red
los activos de
distribución a Mejora de la monitorización y control
Mejorar la OSD y empresas Consumidores,
través de la de los flujos de energía y tensiones
eficiencia en la de servicios generadores,
mejora de la Mejora de la monitorización y la
operación diaria relacionados con suministradores
automatización, observación de las redes en niveles
de la red las medidas y OSD
monitorización, de muy baja tensión
protección y
Análisis de flujos de energía para la
operación en
identificación de pérdidas tanto de
tiempo real.
tipo técnico como no técnico

Permitir a los usuarios de red y


Favorecer la agregadores participar en servicios
seguridad del de mercado auxiliares
sistema a través Esquemas de operación para control
de un control de tensión e intensidad
Asegurar la inteligente y
Fuentes de generación intermitentes
seguridad de la más efectivo de OSD, Generadores, para contribuir a la seguridad del
red, el control los recursos y agregadores, consumidores,
sistema
del sistema y la maximizar la comercializadore agregadores,
Evaluación de la seguridad del
calidad del capacidad de la s de energía OSD y OST
suministro red para sistema y gestión de soluciones
gestionar la Monitorización de la seguridad, en
generación de particular en zonas públicas
carácter Soluciones de gestión de la demanda
intermitente para la seguridad del sistema en el
tiempo requerido

(cont.)

238
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Tabla 48 (cont.). Servicios y funcionalidades de una red inteligente (JRC)


Proveedor del
Principales
Bloques Resultado servicio o Funcionalidades correspondientes
beneficiarios
funcionalidad

Modelos mejorados de generación


Modelización distribuida, almacenamiento, cargas
Planificación flexibles y servicios auxiliares
más exhaustiva OSD y empresas Consumidores,
eficiente de las
de las redes, en de servicios generadores y Mejora de la gestión de activos y
futuras
particular para relacionados propietarios de estrategias de reemplazo
inversiones en
el nivel de baja con las medidas almacenamiento Información adicional sobre la calidad
redes
tensión. de red y el consumo mediante la
medición para la planificación.

Participación en el mercado de todos


los productores de energía, plantas
virtuales de energía, agregadores,
consumidores, etc., conectados en las
redes de distribución.
Suministradores
Incrementar el Disponer una infraestructura de red a
(con
rendimiento y la modo de plataforma abierta para la
aplicaciones y
fiabilidad de los recarga del vehículo eléctrico.
proveedores de
procesos
Mejora del servicios), Mejora de los sistemas de la industria
actuales del Consumidores,
funcionamiento proveedores de de cara a su establecimiento, balance
mercado a generadores,
del mercado y los plataformas de de sistema y planificación.
través de datos suministradores
servicios al intercambio de Apoyo a la implementación de
y flujos de éstos y OSD
consumidor energía, OSD y dispositivos inteligentes y
mejorados
empresas de automatización de las viviendas e
entre los
servicios instalaciones domésticas.
participantes
relacionados
del mercado Disponer para los usuarios de red de
con las medidas
una notificación individual adelantada
de interrupciones planificadas.
Mejorar los niveles de información a
nivel del consumidor en caso de
interrupciones.

Frecuencia suficiente de las lecturas


Aprovechar los de contador.
sistemas de Gestión remota de contadores.
Suministradores
Habilitación e medición Datos de consumo de inyección a la
(con empresas
impulso de una inteligente y
de servicios red, así como señales de precios, a
participación más fomentar la Generadores,
relacionados través de distintos medios.
activa y directa participación consumidores,
con las medidas Mejora de la información sobre el uso
de los activa de todos agregadores,
y OSD) y de la energía.
consumidores en los agentes en OSD y OST
compañías de
su uso y gestión el mercado a Mejora de la información sobre
servicios
de la energía través de la fuentes de energía.
energéticos
gestión de la Disponibilidad de la continuidad
demanda. individual para suministro y para
indicadores de calidad de tensión.

Fuente: elaboración propia a partir de (Giordano el al., 2012).

239
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ANEXO 2: ACTIVOS DE UNA RED INTELIGENTE


SEGÚN EL SMART GRID STANDARDS MAP DE LA EIC

Tabla 49. Activos de una red inteligente según la EIC


Área Activos
SCADA
Mercado mayorista de energía Enrutador (router)
Red de apoyo
Sistema de información al consumidor (CIS)
Portal del consumidor
Empresa Enrutador (router)
Red de apoyo
Bus de integración intracentral (G)
SCADA
DMS
OMS
Operación del sistema eléctrico DRMS
Cabezal de AMI
Red de apoyo de AMI
Bus de integración intracentral (G)
Red de apoyo
Radio
Elementos de campo
Ordenador portátil
Dispositivo móvil
OPER Backhaul Network
Automatización de la distribución
Inter Substation Network
Enrutador (router)
RTU
NIC
Controlador de estación
Regulador de tensión
Controlador de bancos de capacitores
Detector de fallos
Controladores de puertos
Sensores digitales
Controladores de las líneas de alimentación
Relés
Contadores y medidores en la red
Reactores
Capacitores
Reconectadores
Interruptores
Transformadores
(D) Low-end-intra Substation Integrated Bus
Cables
Cable y líneas aéreas
High Temp Wires

Fuente: Elaboración propia a partir de IEC (2018a).

240
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ANEXO 3: LOS MÉTODOS TRADICIONALES DE


REGULACIÓN

Mercados competitivos y mercados de competencia monopolística,


oligopolios y monopolios

Se considera que un mercado es competitivo cuando en el largo plazo los beneficios


de una empresa que opera en él son normales (es decir, no hay beneficios
extraordinarios por encima del coste de capital de la actividad 224). En mercados que
cumplan esta condición, los precios de equilibrio serán eficientes, en el sentido de
que inducirán decisiones de consumo, producción, inversión y entrada y salida del
mercado que maximizarán el bienestar social.

Con el objeto de analizar el comportamiento de los mercados, se utiliza como


referencia una construcción conceptual de mercado ideal: el mercado de
competencia perfecta o perfectamente competitivo. En los libros de texto se
caracterizan los mercados de competencia perfecta como aquellos en los que se
cumplen las siguientes condiciones:225

• El producto que se intercambia es homogéneo, en el sentido de que todos los


oferentes venden productos que son esencialmente iguales.
• En el mercado operan multitud de oferentes y demandantes que son, todos
ellos, tomadores de precios; es decir, la escala de los oferentes y los
demandantes es tal que las decisiones individuales de compra o venta no
pueden determinar el precio de equilibrio en el mercado.
• Hay información perfecta, en el sentido de que ninguna de las empresas que
operan en el mismo pueda beneficiarse sistemáticamente de información que
no esté al alcance de sus competidores y que los consumidores conocen todas
las características de los productos en el mercado, los canales de negociación,
etc.
• Hay libertad de entrada y salida del mercado, en el sentido de que no hay
barreras regulatorias, de costes o tecnológicas que impidan a una empresa
entrar en el mercado o costes elevados de salida del mismo.

224Esto implica que el precio de equilibrio será igual al coste medio de la empresa que produciría la
unidad marginal (i.e., la siguiente unidad).
225 Ver Baumol y Blinder (2015).

241
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

En el mundo real ninguna de estas condiciones se cumple de forma estricta,


especialmente las que se refieren a la homogeneidad del producto y a la estructura
del mercado, que en la mayoría de los mercados está caracterizada por un cierto
grado de concentración horizontal o vertical. Esto da lugar a distintos posibles
modelos de competencia en un mercado (Tabla 50).

Tabla 50. Modelos de competencia en un mercado

Número de Resultados en
Frecuencia
empresas Barreras de términos del Beneficios en Condiciones de
en el
en el entrada interés el largo plazo equilibrio
mundo real
mercado público
Competencia Modelo IMarg=CMarg
Muchas Ninguna Buenos Cero
perfecta ideal =IMed=CMed=P
Competencia Muy Se generan IMarg=CMarg
Muchas Menores Cero
monopolística frecuente ineficiencias =IMed=CMed
Monopolio Poco Ineficiencias Pueden ser
Una Elevadas IMarg=CMarg
puro frecuente asignativas elevados
En sectores
Oligopolio Unas pocas Varían Varían Varían Varían
estratégicos

Fuente: elaborado a partir de Baumol y Blinder (2015). Nota: IMarg=Ingreso marginal; CMarg=Coste
marginal; IMed=Ingreso medio; CMed=Coste medio; P=precio.

En muchas ocasiones las empresas compiten entre ellas diferenciando sus productos
(p. ej., a través de la marca o bien con algunas características exclusivas) de tal manera
que, siendo similares y hasta cierto punto sustitutivos, no son idénticos226. Cada
empresa puede ejercer un cierto poder monopolístico sobre sus clientes, que estarán
dispuestos a aceptar incrementos de precios en el producto debido a sus
preferencias por él frente a otros productos. En el corto plazo, por tanto, los precios
de equilibrio no son equivalentes a los de un mercado perfectamente competitivo
(las empresas ejercen cierta discrecionalidad para fijar el precio de sus productos).
Sin embargo, en el largo plazo, la entrada de nuevas empresas con nuevos productos
diferenciados atraídas por los beneficios extraordinarios reducirá los beneficios de
cada empresa al nivel de los beneficios normales227.

Por otro lado, cuando en un mercado existen pocos oferentes, hablamos de un


oligopolio. En los mercados oligopólicos, bajo ciertas condiciones, los oferentes

226Este es el caso de muchos de los productos que pueden adquirirse en un supermercado, por ejemplo,
o de productos de moda, como pantalones vaqueros, etc.
227La entrada de nuevos competidores en el mercado desplaza la curva de demanda (con pendiente) de
cada empresa hasta el precio que fija ésta es igual a su coste total medio, eliminando los beneficios
extraordinarios.

242
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

pueden coordinarse entre sí para mantener los precios y/o las cuotas de producción
en niveles tales que den lugar a beneficios extraordinarios.

Cuando, debido a restricciones regulatorias, tecnológicas o de costes, sólo opera una


única empresa en un mercado, nos encontramos ante un monopolio. Los monopolios
tienen, en teoría, la capacidad de fijar los precios de tal manera que se igualen el
ingreso marginal y el coste marginal de producción, dando lugar a un beneficio
extraordinario.

En la práctica, el nivel de competencia en un mercado oligopolístico o monopolístico


estará muy ligado a “contestabilidad” del mercado, o amenaza de entrada efectiva
por parte de potenciales competidores en caso de que existan beneficios
extraordinarios. Independientemente de la estructura del mercado (i.e., el grado de
concentración), un mercado será más “contestable” y dará lugar a resultados más
parecidos a los de un mercado competitivo en la medida en que se cumplan las
siguientes cuatro condiciones228: (a) los nuevos entrantes pueden acceder al mercado
con las mismas condiciones de costes que la/s empresa/s incumbente/s, (b) los costes
de entrada o salida son bajos o nulos (es decir, no hay costes hundidos significativos
ligados a la salida del mercado (p. ej., inversiones sin usos alternativos) y (c) no hay
ventajas tecnológicas o ligadas a la calidad del producto percibida por los
consumidores de los incumbentes frente a los nuevos entrantes.

Fallos de mercado e intervención del regulador

A menudo existen circunstancias que impiden de forma sistemática un correcto


funcionamiento del mercado, generando resultados no competitivos (en términos de
precios y cantidades de equilibrio). Los factores que pueden dar lugar a resultados
no deseados en un mercado se conocen como fallos de mercado y pueden resumirse
en los siguientes:

• Estructuras de mercado no competitivas (oligopolios, monopolios), con


barreras de entrada al mismo significativas, que faciliten que la/s empresa/s
ejerza/n poder de mercado.

• Externalidades de producción o consumo que hagan que difieran el coste o


beneficio privado y el coste o beneficio social de las decisiones de los

228 Ver Baumol, Panzar y Willig (1982; 1986).

243
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

agentes229. De esta manera, los precios de mercado de los bienes no reflejan


todos los costes o todos los beneficios de su consumo.

• Existencia de bienes públicos, caracterizados por un consumo privado no rival


y un acceso no excluyente a los mismos230.

• Existencia de información asimétrica entre oferentes y demandantes de un


producto, entre agentes negociando contratos, o entre los agentes
representantes y los representados.231

La existencia de fallos de mercado puede dar lugar a mercados incompletos o


mercados que no funcionen correctamente, ofreciendo un argumento poderoso para
que las autoridades reguladoras intervengan en el mismo con el objeto de inducir
comportamientos adecuados por parte de los agentes y precios y cantidades
competitivos.

Actividades competitivas y reguladas y esquemas de regulación

Monopolios naturales

Las actividades o industrias caracterizadas que dan lugar a monopolios naturales


suelen tener costes de entrada significativos, ligados a inversiones elevadas en
infraestructuras, lo que genera una ventaja competitiva para una empresa
(generalmente, la primera en invertir). Los costes de capital elevados generan
economías de escala que permiten reducir costes a medida que aumenta la
producción hasta que la empresa cubre una parte muy importante de la demanda

229Las externalidades pueden ser de producción o consumo y ser positivas o negativas. Externalidades
negativas son, por ejemplo, las emisiones contaminantes asociadas a la producción de bienes y/o
servicios o al consumo de tabaco (inhalación de humo por no fumadores). Externalidades positivas son,
por ejemplo, los efectos económicos sobre otros sectores de inversiones en infraestructuras en un
sector o los efectos de la vacunación de un individuo sobre el resto de la población.
230El consumo de un bien público (como el aire, el conocimiento, la seguridad nacional, por ejemplo) por
parte de un individuo no reduce su disponibilidad para otros potenciales consumidores. Por otro lado,
cuando un bien es público no puede impedirse su consumo por parte de un individuo.
231Entre las consecuencias de la información asimétrica pueden identificarse la selección adversa en un
mercado, cuando hay información incierta sobre las características del producto (p. ej., el mercado de
segunda mano de coches puede no funcionar correctamente si los compradores creen que la mayor
parte de los coches se venden debido a problemas o características negativas de los mismos), o bien
riesgo moral, cuando las transacciones de un producto (p. ej., un seguro médico) pueden dar lugar a
acciones o comportamientos (no conocidos antes de la transacción) que modifiquen los riesgos
asumidos por un individuo, pues el coste de los mismos será soportado por otros.

244
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

total del bien o producto,232 eliminando de esta manera la posibilidad de que una
segunda empresa entre en el mercado.

Un monopolio natural es un monopolio que no surge en un mercado como


consecuencia de decisiones empresariales (p. ej., consolidación de empresas u otras
estrategias de concentración), sino como consecuencia “natural” e inevitable de la
estructura de costes o de la tecnología de la industria o de la actividad de que se
trate.233

Gráfico 85. Equilibrio de un monopolio natural y regulación según el coste


medio

Fuente: elaboración propia.

Cuando una industria da lugar a un monopolio natural, como es el caso de las


actividades de servicios de redes en sectores como el energético, el de distribución
del agua, etc., no puede existir un mercado competitivo, por lo que deberán regularse
la actividad y los ingresos de la empresa que ofrece los servicios como monopolista.

232Los costes marginales a largo plazo de un monopolio natural (y, por tanto, los costes medios a largo
plazo) caen con el nivel de producción al menos hasta que esta alcanza una proporción elevada de la
demanda total. Esto da lugar a que una sola empresa pueda cubrir toda la demanda a un coste menor
que el que alcanzarían dos o más empresas, aunque en el nivel de producción que cubra la demanda el
monopolista natural se encuentre ya en una zona de deseconomías de escala. Esto se conoce como
subaditividad de costes. Ver el Gráfico 85.
233 Ver Posner (1968) y Joskow (2005).

245
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

Cuando se regula un monopolio natural fijando un precio igual al coste medio de


producción (P*en el Gráfico 85) para limitar los beneficios de la empresa, se genera
ineficiencia (triángulo sombreado) pues el nivel de producción (Q*) será menor que
el competitivo (QCOMP, determinado en la intersección entre D y CMarg).

Esquemas de regulación de las actividades reguladas

Los esquemas de regulación vigentes en todo el mundo aplicados a las actividades


reguladas en los sectores energéticos suelen ser esquemas híbridos basados en tres
grandes clases genéricas de modelos de regulación que han sido ampliamente
estudiadas en la literatura académica y científica:234 (1) regulación basada en costes,
(2) esquemas de incentivos y (3) modelos de referencia o “benchmarking”.

El objetivo común de todos estos esquemas de regulación es alinear los objetivos de


las empresas reguladas, a través de los incentivos que genera cada uno de estos
esquemas, con un objetivo general de eficiencia y equidad y bajo la restricción de
alcanzar un suministro de energía eléctrica seguro y fiable. En otras palabras, se trata
de intentar conseguir resultados competitivos en una industria o sector donde no
pueden desarrollarse condiciones de competencia debido a la existencia de un
monopolio natural.

Todos estos modelos de regulación definen las tarifas y precios regulados de una
manera similar, de acuerdo con tres conjuntos de reglas.235 En primer lugar, se
calculan, mediante métodos diversos, los “ingresos reconocidos” para un periodo
dado (un año) por un desempeño de la actividad regulada bajo criterios de eficiencia
y prudencia. En la práctica, esto consiste en calcular los costes operativos, los costes
de depreciación, las cargas fiscales, el valor de la base de activos regulados 236 y un
valor de rentabilidad razonable basado en el coste de oportunidad del capital (p. ej.,
el WACC o coste medio ponderado del capital). En segundo lugar, se aplican
metodologías de cálculo de un conjunto de tarifas y precios regulados que, junto con
las previsiones de la demanda, da lugar ex ante a ingresos esperados consistentes
con los costes reconocidos de la actividad regulada. Las metodologías de cálculo de
las tarifas y precios regulados se basan en principios como la eficiencia, la equidad,

234Puede encontrarse más información sobre todos estos modelos de regulación y sus pros y contras
en Hellwig (2008), Jamasb y Pollitt (2007), Joskow (2006), Lesser y Giacchino (2007), Nieto y Druce (2016),
Ofgem (2010) o Pollitt (2008), por ejemplo.
235 Ver Lesser y Giacchino (2007), Sección 4.2.
236El valor de la base de activos puede calcularse como el coste histórico menos la depreciación
acumulada o bien utilizando una metodología de cálculo de costes corrientes (current cost accounting).

246
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

la estabilidad o la transparencia. Finalmente, se aplica otro conjunto de reglas (en


teoría predeterminadas) para calcular cómo evolucionarán las tarifas y los precios
regulados año a año dentro de un periodo regulatorio. En esta fase de cálculo de los
precios regulados se llevan ajustes por inflación, productividad o para tener en
cuenta cambios significativos en algunos de los costes (p. ej., cambios en la estructura
fiscal o cambios en los tipos de interés).

El principal problema a la hora de definir un esquema de regulación para una


actividad regulada como el transporte o la distribución de electricidad es la asimetría
de información entre la institución reguladora y la empresa regulada en relación con
los costes reales de la empresa (y con los costes eficientes de la actividad).237 En teoría,
la limitada observabilidad de los costes (y/o del funcionamiento interno y los procesos
que lleva a cabo una empresa regulada) por parte del regulado abre la puerta a que
se produzcan resultados ineficientes en términos de los costes reconocidos y, por
tanto, de los precios y tarifas regulados.

Regulación basada en costes (cost-plus regulation)

La regulación basada en costes (cost-plus regulation) define los ingresos reconocidos


por el regulador a la empresa por el ejercicio de su actividad en línea con sus costes
reales (históricos o esperados). La retribución de los costes de operación238 puede
basarse en costes unitarios medios estimados, mientras que los costes de capital
pueden retribuirse mediante el reconocimiento por parte del regulador de un nivel
de rentabilidad razonable (p. ej., basada en una estimación del coste del capital medio
ponderado) aplicado al valor neto de la base de activos. El regulador y la empresa
regulada acuerdan planes de inversiones antes de cada periodo regulatorio (de varios
años). En este contexto, los ingresos reconocidos de las empresas varían año a año
en función de los costes prudentes en los que incurre la empresa y de factores
(medibles) que afectan a los costes (como la inflación).

Este esquema regulatorio genera, en teoría, incentivos a que la empresa reduzca sus
costes por debajo de los costes reconocidos, incrementando de esta manera sus
resultados operativos. En la práctica, sin embargo, puede producir ineficiencias (en la

237 Ver Joskow (2005), capítulo VII, o Joskow (2006), p. 3 y siguientes.


238Los costes de operación incluyen costes como los salarios, alquileres, seguros y gastos en materiales,
los costes energéticos, los costes de mantenimiento, el coste del capital circulante, los impuestos,
cánones y tasas, etc.

247
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

determinación de los precios o tarifas reguladas) si da lugar a una sobrecapitalización


de costes que genere niveles más elevados de costes reconocidos.239

Modelos de benchmarking

Los modelos de benchmarking, por su parte, se basan en la identificación y


estimación de costes eficientes para una actividad determinada, bien mediante el uso
de modelos teóricos o estadísticos o bien mediante la comparación de costes reales
de empresas. Este tipo de modelos identifica los principales inductores de costes de
la actividad y define, a partir de estos, una función de costes eficientes que se utiliza
para determinar los ingresos reconocidos a cada empresa del sector.

Modelos de regulación por incentivos (price cap, revenue cap)

Los esquemas de incentivos se basan en la regulación de los precios son,


generalmente de dos tipos: techos de precios y techos de ingresos. En el primer caso,
las tarifas por los servicios prestados por la empresa aumentan cada año del periodo
regulatorio a una tasa IPC-X, donde IPC es la tasa de inflación y X es un factor de
eficiencia que puede estar ligado a la productividad total de los factores de la
empresa. En el segundo caso (techos de ingresos), los costes de la empresa se dividen
entre costes controlables y costes no controlables. A los primeros se les aplica el
factor de eficiencia IPC-X, mientras que los segundos son reconocidos ex ante o ex
post, según corresponda. En ambos casos, el desempeño de la empresa puede dar
lugar a beneficios, que pueden repartirse entre ésta y los consumidores mediante
esquemas de reparto de beneficios o profit-sharing.

En la práctica, los modelos regulatorios aplicados en todo el mundo suelen ser


modelos de regulación mixtos, que combinan elementos de todos los esquemas
descritos anteriormente, tratando de incluir incentivos a un desarrollo de las redes
eléctricas eficiente, desde el punto de vista operativo y desde el punto de vista de los
costes para el usuario de la red y para los consumidores finales.

239El “efecto Averch-Johnson” es un ejemplo típico de ineficiencia derivada del esquema cost-plus. La
sobreinversión (gold-plating) y/o la sobrecapitalización de los costes tiende a incrementar el valor de la
base de activos regulados, lo que da lugar a ingresos reconocidos superiores a los que corresponderían
en un escenario de “eficiencia”.

248
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ANEXO 4: SIGLAS Y ACRÓNIMOS

2LP Dos funciones de línea y una de protección

AC Corriente alterna (alternating current, en inglés)

ACB Análisis coste-beneficio

ACS Agua caliente sanitaria

ADMS Sistema avanzado de gestión de la distribución (advanced


distribution management system, en inglés)

AMI Infraestructura de medición avanzada (advanced metering


infrastructure, en inglés)

AMR Lectura de contadores automatizada (automated meter reading, en


inglés)

BESS Sistema de almacenamiento de energía con batería (battery energy


storage system, en inglés)

BMS Sistema de gestión de baterías (battery management system, en


inglés)

CAPV Comunidad Autónoma del País Vasco

CE Comisión Europea

CEDER Centro de Desarrollo de Energías Renovables

CEN Comité Europeo para la Normalización (European Committee for


Standardization, en inglés)

CENELEC Comité Europeo para la Estandarización Electrotécnica (European


Committee for Electrotechnical Standardization, en inglés)

CEP Procesador de eventos complejo (complex event processor, en


inglés)

CGI Interfaz de red controlable (controllable grid interface, en inglés)

CIEMAT Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y


Tecnológicas

CIS Sistema de información al consumidor (customer information


system, en inglés)

249
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

CO2 Dióxido de carbono

CT Centro de transformación

CTI Centro de transformación inteligente

DER Recursos energéticos distribuidos (distributed energy resources, en


inglés)

DMS Sistema de gestión de la distribución (distribution management


system, en inglés)

DRMS Sistema de gestión de recursos distribuidos (distributed resource


management system, en inglés)

DSM Sistema de gestión de la demanda (demand-side management, en


inglés)

DSO Operador del sistema de distribución (distribution system operator,


en inglés)

DOE Departamento de Energía de Estados Unidos (US Department of


Energy, en inglés)

DOUE Diario Oficial de la Unión Europea

DUoS Tarifas por uso de las redes (distribution use of system charges, en
charges inglés)

e. g. Por ejemplo (exempli gratia, en latín)

EDF Electricidad de Francia (Électricité de France, en francés)

EDM Gestión de datos de energía (energy data management,, en inglés)

EISA Ley de Independencia y Seguridad Energética de Estados Unidos


(Energy Independence and Security Act, en inglés)

EE.UU. Estados Unidos

EMaT Marco de aprendizaje de gestión de la energía (Energy Management


Training Framework, en inglés)

EMF Marco de gestión de la energía (EMF o energy management


framework, en inglés)

EMS Sistema de gestión de la energía (energy management system, en


inglés)

250
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

ENTSO-E Red Europea de Gestores de la Red de Transporte de Electricidad


(European Network of Transmission System Operators for Electricity,
en inglés)

EPRI Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (Electric Power


Research Institute, en inglés)

ESEs Empresas de servicios energéticos

ESOs Organismos Europeos de Normalización (European Standardisation


Organisations, en inglés)

ETSI Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (European


Telecommunications Standards Institute, en inglés)

FACTS Flexible AC Transmission Systems

GIS Sistemas de información geográfica (geographic information system,


en inglés)

HAN Red de área local (home área network, en inglés)

HVAC Calefacción, ventilación y aire acondicionado (heating, ventilation,


and air conditioning, en inglés)

Hz Hercios

IAPC Índice armonizado de precios de consumo

I+D+i Investigación, desarrollo e innovación

IEA Agencia Internacional de la Energía (International Energy Agency, en


inglés)

IEC Comisión Electrotécnica Internacional (International Electrotechnical


Commission, en inglés)

IEDs Dispositivos electrónicos inteligentes (intelligent electronic devices,


en inglés)

IPCC Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático


(Intergovernmental Panel on Climate Change, en inglés)

IRENA Agencia Internacional de la Energía Renovable (International


Renewable Energy Agency, en inglés)

ISGAN Red de Acción de Redes Inteligentes (International Smart Grid Action


Network, en inglés)

251
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

IUT Transformador universal inteligente (intelligent universal


transformer, en inglés)

JRC Joint Research Centre

KCP&L Kansas City Power & Light

kVA Miles (103) de voltiamperios

k€ Miles de euros

kV Mil (103) voltios

LAN Red de área local (local area network, en inglés)

£ Libras esterlinas (GBP)

MDMS Sistema de gestión de datos o MDMS (meter data management


system, en inglés)

MONICA Monitorización y Control Avanzado

MPPT Seguimiento del pico de potencia máximo (máximum power point


tracker, en inglés)

NARUC National Association of Regulatory Utility Commissioners

NERC Corporación de Fiabilidad Eléctrica de Norteamérica (North


American Electric Reliability Corporation, en inglés)

NIST Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de Estados Unidos


(National Institute of Standards and Technology, en inglés)

NREL Laboratorio Nacional de Energía Renovable (National Renewable


Energy Laboratory, en inglés)

Ofgem Oficina de los Mercados de Gas y Electricidad en Gran Bretaña


(Office of Gas and Electricty Markets, en inglés)

OMS Sistema de gestión de incidencias (outage management system, en


inglés)

OSD Operador del sistema de distribución

PIC Proyectos de interés común

PLC Comunicación a través de los cables eléctricos (power-line


communication, en inglés)

PNIEC Plan Nacional Integrado de Energía y Clima

252
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

PRIME PoweRline Intelligent Metering Evolution

REGI Interfaz de energía renovable con la red (renewable energy grid


interface, en inglés)

RF Radiofrecuencia

RIIO Ingresos=Incentivos+Innovación+Resultados
(Revenues=Incentives+Innovation+Output, en inglés)

RoRE Rentabilidad del capital regulatorio (return on regulatory equity, en


inglés)

SCADA Sistemas de control de supervisión y adquisición de datos


(supervisory control and data acquisition, en inglés)

SGAM Modelo de Arquitectura de Red Inteligente (Smart Grid Architecture


Model, en inglés)

SGCC Compañía de Redes Estatal de China (State Grid Corporation of


China, en inglés)

SG-CG Grupo de Coordinación de la Red Inteligente (Smart Grid


Coordination Group, en inglés)

SGTF Grupo de trabajo sobre redes inteligentes (Smart Grids Task Force,
en inglés)

T&D Transporte y distribución (transmission and distribution, en inglés)

TSO Operador de la red de transporte (transmission system operator, en


inglés)

TTC Tiempo de conexión (time to connect, en inglés)

UE Unión Europea

V Voltios

VA Voltiamperios

V2G Del vehículo a la red (vehicle to grid, en inglés)

ViMaT Marco de pruebas de máquina virtual (virtual machine testing


framework, en inglés)

VLI-HTS Cables superconductores de baja impedancia (very-low impedance,


high temperature superconductors, en inglés)

253
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

VPP Planta de energía virtual (virtual power plant, en inglés)

WACC Coste medio ponderado de capital (weighted average cost of capital,


en inglés)

254
LAS REDES INTELIGENTES Y EL PAPEL DEL DISTRIBUIDOR DE ENERGÍA ELÉCTRICA

AUTORES

Jorge Fernández Gómez


Doctor en Economía y M.A. en Economía por la Universidad de Georgetown
(Washington, DC, EE.UU.) y licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de
Madrid. Desde marzo de 2018 es Investigador Sénior y Coordinador del Lab de
Energía de Orkestra-IVC. El objetivo de su actividad como investigador en Orkestra es
analizar, desde distintas perspectivas, el impacto de la evolución de los mercados de
energía y la regulación de los sectores energéticos sobre la competitividad de la
economía, con énfasis en la realidad de la economía vasca.

En el pasado, Jorge fue Director Técnico en Iberian Gas Hub, Director General Adjunto
en Intermoney Energía y Consultor en NERA Economic Consulting. A lo largo de su
carrera profesional, Jorge ha trabajado en proyectos relacionados con el diseño, el
funcionamiento y la regulación de los mercados de energía, el trading y la gestión de
riesgos en mercados de energía y la valoración de activos y carteras energéticas.

Jorge ha publicado artículos en revistas especializadas y libros sobre cuestiones


relacionadas con el funcionamiento y la regulación de los mercados de energía.
Además, ha actuado como ponente en cursos, conferencias y jornadas especializadas
relacionadas con el sector energético en España y en otros países.

Jaime Menéndez Sánchez


Investigador predoctoral en el Lab de Energía de Orkestra desde 2015, donde ha
participado en proyectos sobre movilidad sostenible, calidad del aire, transiciones
energéticas, cambio climático y seguridad energética, publicando diversos artículos,
informes y colaboraciones sobre estas cuestiones.

Es Ingeniero de Minas por la Universidad de Oviedo, con especialidad en la rama de


Energía, y desde 2018 cursa un programa de Doctorado en Dirección Empresarial,
Conocimiento e Innovación en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU).

Parte de sus estudios los realizó en la Universidad Técnica de Ostrava (República


Checa), mediante una beca Erasmus. A esto le siguió la concesión de una beca por
parte de EDP para realizar prácticas en dicha compañía, concretamente en el
Departamento de Ambiente, Sostenibilidad, Innovación y Calidad, donde
compatibilizó el desarrollo de un programa Lean con otras actividades.

En 2015 obtuvo el Premio CEPSA al mejor Proyecto Fin de Carrera sobre Exploración
y Producción de Hidrocarburos en la Universidad de Oviedo.

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