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Mensaje 24

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Conferencia Internacional – Sept.

2022

Tema general: Nuestra misión:


La edificación del Cuerpo de Cristo
Mens. 24. Llenarse del Espíritu para la vida
conyugal
LB: Efesios 5:22-33

Enlace a este Mensaje en el Canal IVPT


https://www.youtube.com/watch?v=2ryX3Ah4mB8

Centro de ofrendas
http://institutovidaparatodos.org.br/central-de-ofertas/

Palabra ministrada por el hermano Pedro Dong, transmitido por el Instituto Vida para
Todos directamente desde Natal-RN, Brasil, el 13/11/2022. Texto no revisado por el
autor.

1. Este será el último mensaje de la serie del alimento diario con el tema general “Nuestra
Misión: La Edificación del Cuerpo de Cristo”. A partir de la próxima semana tendremos un receso
hasta la conferencia internacional en febrero, pero continuaremos lanzando mensajes dentro de
este encargo que puedan ser publicados en forma de libros. Hemos estado hablando que Dios, con
Su misericordia, hizo que el río de la gracia fluyera con sus cuatro brazos y nos alcanzara. Estamos
aquí disfrutando de este fluir del río de la gracia que nos trajo la verdad, el amor y la luz.

Efesios 5:15-17
2. Estos versículos nos muestran el enfoque de nuestro vivir: hacer la voluntad de Dios.
Efesios capítulo 1 menciona el beneplácito de Su voluntad. El buen placer significa placer,
satisfacción, el deseo mismo del corazón de Dios. Estamos aquí para hacer la voluntad del Padre.
Nuestro Señor Jesús dejó Su gloria con el Padre, como el Unigénito del Padre, se hizo hombre,
tomó forma de siervo, se sacrificó, vivió aquí en la tierra bajo gran persecución, fue maltratado, pero
no dudó en ir a Jerusalén para morir por nosotros. Resucitó de entre los muertos y fue glorificado
como el Hijo de Dios. Como hombre, Él introdujo a muchos hijos a Dios. En ese momento, el río de
la gracia comenzó a fluir para todos los que crecen en Él. Hoy, estos ríos fluyen de cada uno de
nosotros. Que este río no se detenga, sino que siga fluyendo en las calles para mucha
personas. Jesús no alquiló una casa para enseñar a Sus discípulos. Iba por los pueblos y ciudades,
predicando el evangelio del reino y sanando toda clase de enfermedades. Él encontró a las ovejas
sin pastor, ya que el hombre eligió distanciarse de Dios. Sin embargo, Él vino para traer a los
hombres de nuevo bajo el liderazgo de Dios.

Efesios 5:15-16; Mateo 6:9-13


3. “Por lo tanto, mire cuidadosamente cómo camina”. No vamos a andar como necios, sino que
vamos a redimir el tiempo, porque los días son malos. Aunque no estés haciendo nada malo,
dedicas tiempo a cosas malas, porque los días son malos. En todo lo que hacemos, debemos tener
claro que buscamos conocer la voluntad del Señor. Que Cristo pueda encabezarnos y ser el
dueño de nuestras acciones, de nuestra boca y de la iglesia para la edificación del Cuerpo
de Cristo. Necesitamos estar siempre enfocados recordando la oración que el Señor nos enseñó
en Mateo 6: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre, venga Tu reino,
hágase Su voluntad aquí en la tierra como en el cielo”. Jesús vino a la Tierra enfocado en hacer
la voluntad del Padre. Él no vino a hacer Su propia voluntad, sino la del que Lo envió. Vivamos
con ese enfoque claro. ¿Como hacer eso? Recibiendo la Palabra de Dios a través de la gracia,
llevando la gracia a todas las personas mediante la predicación del evangelio, “¿Puedo orar por
usted?”, Red de Cuidado y Acogimiento. Así, el Señor nos estará usando para hacer fluir la gracia
a través de nosotros.

4. Al practicar la Palabra Profética con sencillez, el canal se vuelve apto para el fluir de la gracia,
a medida que crece en vida, madura y se vuelve fácil en relacionarse con los demás para la
edificación del Cuerpo de Cristo. Debido a la caída del hombre, nosotros estábamos llenos de
agujeros de vanidad, pozos de ilusión, mentiras y falsedad. A medida que fluye el río de la
gracia, estamos siendo llenados de la propia verdad y realidad de Dios. Nuestras vidas tienen
consistencia e inspiran confianza a las otras personas. Nos sumergimos en las profundidades de
este río de la gracia y encontramos El amor de Dios. Dios se dio a nosotros. Todo lo que tenemos
depende de la dádiva de Dios, pero el regalo más grande de Dios fue darnos a Su propio Hijo.
Nosotros también tenemos que entregarnos para ganar a las personas en las calles y amar a las
personas en la iglesia. ¡Gracias a Dios! Ya no estamos llenos de celos y contiendas en la iglesia.
Esa fase de murmuraciones pasó en la iglesia. Nos estamos dando unos a otros. En las
profundidades de ese río de la gracia encontramos el Dios que es luz. En Dios no hay tinieblas en
absoluto. En la luz vemos todo. En ella, cualquier vestigio de oscuridad es repudiado y tratado.
Por lo tanto, vivimos una vida de confesión y arrepentimiento. ¡Gracias al Señor! Por medio del vivir
en la luz la iglesia es edificada.

5. Vivimos para hacer la voluntad del Padre. ¿Como? Llenándonos del Espíritu. No nos
distraemos con los falsos vinos que nos presenta el mundo. Tenemos una dirección y una meta,
que es hacer la voluntad de Dios. Las personas se distraen con los placeres de la vida: el
matrimonio, las fiestas, los placeres del pecado. No vivamos motivados por eso, llenémonos del
Espíritu. Llena tu vacío de insatisfacción con el Espíritu. “No os embriaguéis con vino, en lo cual
hay disolución, sino sed llenos del Espíritu”. ¡Gracias a Dios! Tenemos la inmersión en la Palabra
Profética que ha sanado familias e individuos. En este momento, tenemos más de 30 mujeres
sumergiéndose en la Palabra en Lorena y 260 mujeres en Foz de Iguazú. Los hombres también
harán inmersión en la Palabra. No viva en la zona de confort. Vamos a vivir como nuestros
colportores las 24 horas dependiendo del Espíritu e inmersos en la Palabra Profética.

Efesios 5:18-19
6. “Llenándose del Espíritu, hablando entre vosotros”. Aprendan a revolver el caldero.
Ustedes pueden venir a la mesa de la cena y hablar sobre la Palabra, la revelación que tuvieron,
agregando luz a la Palabra. Así, la mente se vuelve fructífera. Aprendamos a dar siempre gracias
a Dios por todo, ante las cosas que consideras buenas e infelices. Nada sucede por casualidad a
un hijo de Dios. Cuando usted da gracias, aunque consideres difícil la situación, usted será
aprobado y liberado del problema. Dar gracias a Dios nos llena del Espíritu. Si sigues murmurando
y quejándote, te convertirás en una mujer quejumbrosa y pendenciera. Vamos a llenarnos del
Espíritu también sujetándonos unos a otros. El Nordeste tiene fama de maridos “machos”. No
limpian el piso, no lavan los platos y hacen que la mujer les obedezca. Sin embargo, tenemos que
aprender a estar sujetos unos a otros.

MENSAJE 24

Efesios 5:22
7. “Las casadas estén sujetas a sus propio maridos, como al Señor”. El modelo que vamos a
ver no solo se enfoca en el modelo de marido y mujer, sino en Cristo y la iglesia. Así, entendemos
mejor nuestro matrimonio. “Propio” es idios en griego, lo que significa que cada unión y par que se
forma tienen una conexión y vínculo propio. No hay dos pares iguales. Cada pareja tiene
características naturales y únicas. No es necesario mirar a la pareja vecina, ya que tiene su
propia química y conexión. No te compares. Hay una conexión única y propia de la relación entre
marido y mujer. “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos”. En esta conexión entre marido
y mujer, debemos tener experiencia con el Señor. Tenemos que buscar el río de la gracia para vivir
nuestra propia conexión.

8. Las parejas tienen conexión, calidad y dificultades propias. Los compañeros tienen su propia
historia y experiencia. Dios lo hizo de esa manera. No mire la relación de las otras parejas. Dios
quiere que cada uno de nosotros pruebe la riqueza de la gracia a través de nuestra propia
conexión. La relación del hombre y la mujer todavía está en el contexto de llenarse del Espíritu. No
hable de la relación conyugal en un evento para parejas, fuera del contexto del Espíritu. No deseen
la felicidad en pareja fuera de la llenura del Espíritu. Necesitamos depender del Espíritu. Para
tener éxito en el matrimonio, necesitamos ser llenos del Espíritu. Ambos cónyuges deben
sumergirse en el río de la gracia de Dios, porque necesitamos la vida y la naturaleza divina.
Necesitamos estar extrayendo los atributos divinos y las virtudes humanas de Cristo que están en
el río de la gracia para vivir la vida conyugal con realidad.

Génesis 3:1-6
9. Eva se enfrentó sola a la serpiente. Estaba desprotegida, descubierta y sin
encabezamiento. Esto muestra la dificultad de la mujer para buscar protección en esos momentos
y tener que responder a su marido. Todavía vivimos de manera muy independiente. Queremos
ser dueños de nuestras propias decisiones e ideas. Mencionamos a las mujeres aquí, pero nos
estamos refiriendo a la iglesia como un todo. Nosotros recibimos esa capacidad de decisión, de
discernimiento del árbol del bien y del mal, y nos convertimos en personas muy difíciles. En el árbol
del conocimiento del bien y del mal, tenemos el mejor pensamiento y no necesitamos responderle
a nadie. Al tomar una decisión, la esposa necesita volverse hacia su esposo. Nuestro marido
es Cristo. Tenemos que satisfacer al Señor. Cuando una mujer da satisfacción a su marido, en
realidad está dando satisfacción al Señor. Por lo tanto, el versículo dice: sé sumisa a tu propio
marido, como al Señor.

1 Corintios 11:8
10. Las feministas pueden discutir, pero el hombre no vino de la mujer, la mujer fue quien se
generó del hombre. Del costado de Adán se tomó una costilla y fue edificada una mujer. El hombre
no fue creado por causa de la mujer, sino para hacer la voluntad de Dios. La mujer fue creada
para ayudar al hombre a cumplir la voluntad de Dios. El marido no puede exigir obediencia a la
mujer para hacer su propia voluntad, sino la voluntad de Dios. El hombre fue hecho por la
voluntad de Dios. ¿Ustedes están entendiendo este orden? El marido no entiende y piensa que la
esposa tiene que traerle todo por obediencia. Sin embargo, él como iglesia debe someterse a Dios
y cuidar de Sus cosas. Los hombres y las mujeres son para servir a Dios. Por tanto, la mujer debe
sujetarse a su marido como al Señor, porque la verdadera cabeza de la pareja es Cristo. El marido
no puede usurpar el encabezamiento de Cristo para ejercerlo de manera autónoma. Esta es la
voluntad de Dios.

Efesios 5:23; 1 Corintios 11:13


11. El marido es la cabeza de la mujer como Cristo es la cabeza de la iglesia, porque Él es el
Salvador de Su propio cuerpo. Él murió y derramó Su sangre para salvar Su cuerpo. Aquí vemos el
modelo de la vida conyugal: Cristo y la iglesia. ¿Tiene el esposo este espíritu de sacrificio por
su esposa? Dios es la cabeza de Cristo y la voluntad de Dios es que Cristo encabece todas las
cosas. Cristo encabeza al hombre y el hombre encabeza a la mujer. Ningún eslabón de esta
conexión puede funcionar fuera de este principio. Un hombre no puede vivir desconectado de Cristo
y exigir que su esposa se someta a su encabezamiento. Si usted rompe un eslabón de esa cadena,
nada funciona. Dios, Cristo, hombre y mujer. Por lo tanto, debemos llenarnos del Espíritu. Nuestra
vida debe ser de ayuda mutua para estar sumergidos en la Palabra de Dios y llenos del Espíritu. La
vida conyugal funciona en la conexión entre Dios, Cristo, el hombre y la mujer. El marido es
la cabeza de la mujer, pero tanto el marido y mujer, como iglesia, deben someterse a Cristo.

Efesios 5:24; Ezequiel 47:9-12


12. Pablo está más enfocado en Cristo y la iglesia que en la vida conyugal, pues esta es una
sombra de la iglesia. Esto no es solo enseñanza. Todo esto debería funcionar cuando ambos estén
en el río de la gracia siendo llenos del Espíritu. Así, el río de la gracia nos dominará, regirá
nuestras acciones, vivir y andar. El río de la gracia que disfrutamos en esta conferencia también
nos limitará y nos hará prisioneros de Cristo para que podamos estar completamente encabezados.

Ezequiel 47:3-5
13. Cuando vamos a comprar un terreno, ¿qué debemos hacer primero? Medir el terreno y
verificar que todo esté correcto en el registro. La medición nos hace tomar posesión. Dios quiere
medir Su iglesia y tomar posesión de ella. Dios quiere medir cada matrimonio. La vida de la iglesia
no se trata solamente de gozo. Dios te está midiendo porque quiere tomar posesión de ti. La
voluntad del Padre es encabezar todas las cosas para tomar posesión de vuestra vida
conyugal. La experiencia del hombre con el cordel de medir en Ezequiel fue medir mil codos y
entrar en el agua hasta los tobillos. Cuando las aguas te llegan a los tobillos, juegas con el agua
porque todavía tienes mucha libertad. Sin embargo, mide mil más, las aguas te llegan hasta las
rodillas. Dios medirá más y enfrentarás más dificultad para moverte. Midió mil más y pasó por aguas
que le llegaban a la cintura, donde no es fácil moverse. Él quiere encabezarnos por completo.
Entonces midió mil más y ya eran ríos que no se podían cruzar. Me refiero a tu vida conyugal. Dios
está midiendo a las parejas. Ustedes están haciendo inmersión en la Palabra, saliendo a predicar
el evangelio, cuidando a las personas. ¿Qué está pasando? Dios está midiendo. Si usted percibe,
ya no tienes libertad y es encabezado por Cristo. Puedes estar seguro, de esa manera, la
felicidad llega.

Ezequiel 47:8-12; Apocalipsis 22:1-2


14. Usted se torna un mar muerto cuando no fluye hacia los demás. Usted debe dejar de ser
ese murmurador sobre su matrimonio. Por lo contrario, la pareja debe llevar gracia a los demás.
A donde vaya la pareja, llevando el río de la gracia, muchas vidas serán rescatadas de las calles
para vivir de manera saludable. Persista en lo que el Señor está haciendo y tenga un espíritu
positivo. No te empeñes en ser crítico, porque puedes convertirte en un pantano. Al contrario,
donde quiera que vaya esta pareja, debe haber frutos. Perdimos el acceso al árbol de la vida
después de la caída de Adán, pero Dios permitió que el río fluyera para sanar nuestro matrimonio,
nuestra vida conyugal. Junto al río está de nuevo el árbol de la vida. Apocalipsis 22 muestra que
junto al río está el árbol de la vida. El río del agua de la vida tenía al árbol de la vida en su orilla.
Los que están en el fluir del río de la gracia nunca envejecen, porque incluso la inmersión en
la Palabra es novedad. Los que están en el fluir del río de la gracia siempre tienen frutos nuevos.
Dejemos que este río siga fluyendo desde nosotros para dar frutos cada mes. Por eso, en el mes
de diciembre, advertí a las regiones donde las cosas están funcionando, si se quedan en el tiempo,
envejecerán. Cuando hay éxito, dejan de seguir la Palabra Profética de cerca. Dejemos que el
río fluya para que dé frutos cada mes y no se detenga en el tiempo.

Efesios 5:21-22; 1 Corintios 11:12


15. La sección “Las mujeres estén sujetas a sus propios maridos” viene después de la sección
“Someteos unos a otros”. Cuando el hermano Dong hablaba sobre este asunto, él decía que, en la
práctica, le sucedía todo lo contrario. Cuando me someto a mi esposa, las cosas van bien. Verá, él
quiso decir que no tenía un espíritu de arrogancia, ya que eso acaba con el matrimonio. A veces
mi esposa me dice palabras que no me gusta escuchar, pero tal vez ella es la única en el
mundo que me puede decir eso. Si otra persona me lo dice, no lo acepto, pero ella habla y no me
gusta, pero luego me lo tengo que tragar, porque Dios la está usando para hablarme. Aprendamos
a someternos unos a otros en el temor de Cristo. El hombre fue creado por causa del Señor, pero
no es independiente de la mujer, porque nació de la mujer. Nadie se jacte, porque todo viene de
Dios. El hombre depende de la mujer y la mujer depende del hombre. Miremos este contexto
de la misma manera que Cristo trata a la iglesia.

1 Pedro 3:1-6
16. ¿Cómo habla el apóstol Pedro sobre este asunto? Algunas mujeres dicen que no pueden
someterse a sus maridos porque él es incrédulo, carnal y no se somete a Cristo. En esta situación
no tienes que ser rebelde, pero debes ganarlo sin una palabra a través de tu conducta. Él se
dará cuenta de que estás encabezada. Debe tener un comportamiento honesto lleno de temor.
¿Está usted encabezada y bajo el gobierno de Dios? Hay una manera de vivir en el mundo y las
mujeres intentan vestirse de manera provocativa para atraer a su marido. Esta no es la forma, eso
no atrae lo que es divino. Estamos hablando del hombre interior, del corazón. Cristo habite en
nuestro corazón y haga morada en nuestro corazón. No se preocupe tanto por el adorno exterior.

17. Las mujeres aprenden a tener siempre un espíritu manso y tranquilo. A veces nuestra
relación es tan íntima y cercana que cruzamos un poco la línea del respeto. Vea la actitud de Sara
hacia Abraham, el padre de la fe. ¿Alguna vez te preguntaste si Sara lo trató con falta de respeto?
Las mujeres deben obediencia al marido y al siervo de Dios que es él. Solo podemos ganar
haciendo de acuerdo con la Palabra. Sara llamaba a Abraham de señor, pues reconocía, además
de marido, a alguien llamado por Dios. Tanto es así que Dios usó a Sara como cooperadora de
Abraham para producir al hijo de la promesa Isaac, quien luego dio origen a Jacob, la nación de
Israel, el pueblo de Dios.

Efesios 5:25
18. “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo
por ella”. ¿Amas a tu esposa lo suficiente como para entregarte por ella? A veces, un hombre
quiere a una mujer para su propio beneficio y satisfacción. El marido puede exigir que la mujer
sea sumisa solo para que la esposa se ocupe de su bienestar. El marido se convierte en el centro
y falta la postura de entrega. Amar es darse y entregarse. Si usted realmente ama a su esposa,
es necesario que haya entrega y generosidad. Eso viene por el fluir del río de la gracia,
sumergidos en el río de la gracia, viviendo en el espíritu. Ambos cónyuges no son para gratificación
propia, sino para hacer la voluntad del Padre.

1 Pedro 3:7a
19. “Maridos, también vosotros, igualmente vivid con discernimiento la vida común del hogar”.
La mujer no es su esclava ni su empleada, sino que están juntos para hacer la voluntad de Dios.
Las mujeres ayudan al hombre, pues Dios le dio una porción a la mujer que el hombre no tiene.
Cuando era estudiante, vivía en una república, donde compartíamos gastos para poder estudiar.
Vivir en una casa sin una mujer que la cuide es horrible. No puedo llamarlo hogar. Aunque hablemos
de organizarnos, no tenemos la sensación de hogar, pues la mujer tiene un capricho diferente. El
hombre tiene una característica muy objetiva de hacer la voluntad de Dios. Él no puede tener una
visión de los detalles. Por eso los hombres necesitan de las mujeres. Mi esposa parece tener ojos
de águila para cualquier cosa que esté fuera de lugar. El hombre no tiene esta visión. La mujer
cambia la colcha de la cama y el hombre ni se da cuenta. Los hombres necesitan a las mujeres
y las mujeres necesitan a los hombres. El hombre está tan enfocado que necesita de la mujer
ocupándose de los detalles. Así que la vida de la iglesia continúa.

1 Pedro 3:7b
20. “Dando honor a la mujer como a vaso más frágil”. Por más que la mujer luche por la igualdad,
Dios la hizo más frágil. Sin embargo, el hombre no debe aprovecharse para esclavizarla en casa.
No es así, pero hay que cuidarla como la parte más frágil, cuidar y amar, porque es la mujer que
tenemos. Es preciso cuidar de la esposa con consideración. Dios dio esa mujer para ayudarte,
trátala con dignidad. Nunca dejemos que esa dignidad se pierda. Sois juntamente herederos de la
gracia de la vida. Somos herederos de la misma gracia de la vida. La pareja necesita orar, llenarse
del Espíritu y hacer inmersión en la Palabra, estos son los requisitos para entrar juntos al reino.

Efesios 5:26; Jeremías 15:16 KJA


21. El papel de Cristo es santificar la iglesia e infundir Su naturaleza santa por medio del río de
la gracia que fluye y trae la naturaleza santa de Dios. Esto sucede a través de la Palabra. La Palabra
es el vehículo que trae la gracia, la verdad, la santidad y la naturaleza santa de Dios. La sangre
que circula por tus arterias es un vehículo. Usted puede que no se dé cuenta, pero el corazón
bombea para suministrar sangre a cada célula del cuerpo, el líquido que transporta los suministros.
El alimento del desayuno está siendo digerido y la sangre lleva los nutrientes. Tus pulmones extraen
oxígeno y tu sangre lo transporta al resto del cuerpo. Así como los nutrientes son llevados por la
sangre, debemos estar ávidos por la Palabra que distribuye el suministro a cada célula del
Cuerpo de Cristo. Cuando comemos de esta manera, desencadenamos un metabolismo.

22. Si usted opta por una dieta más saludable, tus células también cambiarán. El Señor está
eliminando toda mala dieta que no alimenta y la está reemplazando con el río de la gracia con Su
naturaleza santa. Estamos siendo constituidos. Cristo nos hace esto. Así que debemos cuidar de
nuestra esposa. Todo esto es para presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa. La célula es ávida
por la sangre y nosotros debemos ser ávidos por la Palabra. “Fueron halladas tus Palabras, y yo
comí cada frase y la digerí dentro de mí” (Jeremías 15:16a). Mi matrimonio va bien porque la
Palabra me nutre día tras día, son mi mayor satisfacción y gozo. Esta es la verdadera felicidad
del matrimonio, esta es la alegría más grande. Cristo nos está encabezando y tomando posesión
de la pareja.
Efesios 5:27; Juan 17:4-5
23. El enfoque de la relación entre el marido y mujer es la edificación de la iglesia para
hacer la voluntad de Dios. Así, Cristo vino a hacer la voluntad del Padre y el hombre fue creado
para ser encabezado por Cristo. El resultado de este encabezamiento es una iglesia gloriosa, sin
mancha ni arruga, pero santa y sin defecto. El agua lava todas las manchas y la iglesia se vuelve
santa. La pareja debe tener esto como meta. El destino final de la iglesia es la gloria del Padre.
Dios es el Padre de la gloria y Su propósito es llamarte a Su propia gloria. La gloria del unigénito
del Padre. Él vivía en la gloria, pero vino a la tierra, padeció, murió, resucitó, y el hombre Jesús fue
admitido a la gloria del Padre. En la persona de Jesús, como hombre, aún no había sido glorificado.
Ahora, ha llegado la hora de Su muerte, y Jesús le pidió al Padre que no lo dejase en la muerte,
sino que lo glorifique a través de la resurrección. Dios dijo el día de la resurrección: "Tú eres mi Hijo,
hoy te he engendrado".

Efesios 1:6, 18; Colosenses 1:11, 27; 1 Timoteo 1:11; Romanos 8:23, 18, 19
24. El objetivo final es ganar la gloria de Dios. Para eso, Dios está, en Su gloria y fuerza,
obrando en nosotros. El evangelio que predicamos es el evangelio de la gloria del Dios bendito.
Ustedes deben recordar que no solo predicamos el evangelio de la gracia, sino de la gloria del Dios
Bendito. Seremos llenos de Cristo y la gloria un día se revelará en nosotros, como una oruga que
se convierte en mariposa. Seremos liberados de este capullo del cuerpo material y se nos dará
un cuerpo de gloria. Entonces ya no necesitaremos transporte terrestre. Podremos ir de un lugar a
otro sin avión. Seremos llenos de la gloria de Dios.

Efesios 5:28-33; 1 Corintios 12:12


25. Hermanos, Cristo amó a la iglesia porque es Su cuerpo. El marido debe amar a su mujer
como ama a su propio cuerpo. Cristo no ha dejado de alimentar a Su iglesia, al contrario, quiere
alimentarla con la Palabra Profética. ¿Por qué? Porque somos miembros de Su cuerpo. A pesar de
ser muchos, estamos constituidos en un solo Cuerpo. Cuando Cristo alimenta a Su iglesia con Sus
riquezas, ella se vuelve como Cristo mismo. Por tanto, debemos amar a nuestras mujeres como a
nosotros mismos, porque nadie aborreció jamás a su propio cuerpo. Al contrario, de él cuida y
alimenta. Pablo estaba enfocado en Cristo y la iglesia. El enfoque de la relación de pareja no es
solo la felicidad, sino practicar y hacer la voluntad de Dios. Si la pareja ama la Palabra de
Cristo, come cada frase y las digiere en su corazón, practica la Palabra predicando el evangelio del
reino, salvando a las personas y cuidándolas, recibirán el suministro necesario para ser
verdaderamente felices.

26. Cada uno debe amar a su esposa como a sí mismo y la esposa debe aprender a respetar a
su marido. A veces, debido al ajetreo del día a día, empezamos con pequeñas faltas y nos
acostumbramos a eso. Mantengamos la consideración y la dignidad. Esto es lo que Dios está
haciendo en la vida de la iglesia. No sé si usted está percibiendo, el Señor no solo está hablando
de altas revelaciones espirituales, sino que también está hablando de nuestro vivir. Puedo predicar
el evangelio en la calle y mi vida matrimonial ser un desastre. El Señor está restaurando todo esto
y mostrando que el río de la gracia trae devuelta la dignidad y el respeto entre marido y mujer,
disfrutando del río de la gracia para edificar la iglesia y predicar el evangelio a las personas.

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