Química Verde
Química Verde
Química Verde
Introducción
La Química Verde consiste en desarrollar metodologías para modificar las sustancias y los
procesos involucrados en el desarrollo de un producto, con la finalidad de reducir los riesgos
a la salud y al medio ambiente. [1] Las soluciones que ofrece la química verde incluyen la
sustitución de las sustancias químicas peligrosas por alternativas seguras. [2] "Al ofrecer
alternativas de mayor compatibilidad ambiental, comparadas con los productos o procesos
disponibles actualmente cuya peligrosidad es mayor y que son usados tanto por el
consumidor como en aplicaciones industriales, la química verde promueve la prevención de
la contaminación a nivel molecular". [3] Los 12 principios de la Química Verde,
originalmente definidos por Anastas y Warner (1988) se han aplicado en el desarrollo de una
amplia gama de productos y procesos cuyo objetivo ha sido minimizar los riesgos a la salud y
al medio ambiente, reducir la generación de desechos y prevenir la contaminación.
2. Economía atómica: La economía atómica se refiere a la relación del peso molecular del
producto de una reacción o proceso respecto a la suma de los pesos moleculares de todos los
reactivos utilizados.
3. Uso de metodologías que generen productos con toxicidad reducida: Siempre que sea posible, los
métodos de síntesis deberán diseñarse para utilizar y generar sustancias que tengan poca o ninguna
toxicidad, tanto para el hombre como para el medio ambiente.
4. Generar productos eficaces pero no tóxicos: Los productos químicos deberán ser diseñados de
manera que mantengan la eficacia a la vez que reduzcan su toxicidad. El diseño de productos
químicos supone un propósito de aplicación con el que se debe evaluar su desempeño.
5. Reducir el uso de sustancias auxiliares: Se evitará, en lo posible, el uso de sustancias que no sean
imprescindibles (solventes, reactivos para llevar a cabo separaciones, etc.) y en el caso de que se
utilicen, que sean lo más inocuos posible.
6. Disminuir el consumo energético: Los requerimientos energéticos serán catalogados por su impacto
medioambiental y económico, reduciéndose todo lo posible.
7. Utilización de materias primas renovables: Las materias primas han de ser preferiblemente
renovables en vez de agotables, siempre que sean técnica y económicamente viables.
11. Desarrollar metodologías analíticas para la monitorización en tiempo real: Las metodologías
analíticas serán desarrolladas para permitir el monitoreo y control en tiempo real de los procesos,
previo a la formación de productos secundarios.
12. Minimizar el potencial de accidentes químicos: Se elegirán las sustancias empleadas en los
procesos químicos de forma que se minimice el riesgo de accidentes químicos, incluidas las
emanaciones, explosiones e incendios. [4]
Materiales y metodología
Como primer paso, se agrega en un matraz Erlenmeyer de 25 ml, 0.5 gr de vainillina para
diluir con 10 ml de etanol. Se añade a esta solución 0.66 gr de yoduro de sodio y se enfría a
0°C en un baño de hielo.
Posteriormente, se agrega 5 ml de hipoclorito de sodio al 5.25%, gota a gota a la solución fría
por 30 minutos. Una vez pasado este tiempo y realizada la adición, se deja agitando la
solución a 0°C por 30 minutos.
➢ Aislamiento.
Para el aislamiento, se añade 5 ml de tiosulfato de sodio al 10% después de la agitación.
Después, se acidifica esta solución con HCl al 10%. Se deja de acidificar cuando el yoduro de
arilo empieza a precipitar.
Posteriormente, se lleva el matraz en un baño de arena caliente para evaporar lo que quede de
etanol y se enfría por unos minutos. El precipitado formado, se colecta por medio de una
filtración al vacío.
➢ Purificación.
Para la purificación del producto se re-cristaliza el producto crudo de acetato de etilo. Una
vez recristalizado, se colectan los cristales por filtración al vacío y se dejan secar.
Finalmente, se pesa el producto y se determina el punto de fusión por medio de un equipo
Fisher.
Resultados y discusión
Al agregar yoduro de sodio a la solución de vainillina con metanol y posteriormente agregar
el hipoclorito de sodio, gota a gota, pues de no ser así se produciría un exceso de productos
secundarios no deseados., ésta se torno en un principio de un color amarillo-café para
finalmente, después de agregar completamente el hipoclorito volverse color café oscuro.
Figura 1. Solución de vainillina ante la primera gota de hipoclorito.
Al dejar descansar la solución para luego agregarle tiosulfato de sodio la solución cambia a
una tonalidad naranja, en la cual, se encuentra un precipitado, siendo éste el producto de
interés. Para obtener el producto se acidificó el medio con HCl y un calentamiento en baño de
arena, donde al final queda un precipitado blanco.
Se realizó una filtración al vacío para separar el producto de interés, obteniendo un polvo
blanco.
Figura 5. Producto purificado.
Cabe mencionar que la reacción posee como punto favorable, refiriéndose a la química verde,
que se usó una cama de hielo en lugar de un sistema de reflujo atendiendo así a la regla de
reducir el consumo de energía.
Reacción ocurrida:
Conclusiones
Durante la práctica logramos cumplir el objetivo de realizar la reacción de yodación con
reactivos más seguros que los que se suelen usar. Por ejemplo, en vez de utilizar oxidantes
más potentes como HNO3 utilizamos hipoclorito de sodio. La menor reactividad de este
hipoclorito de sodio puede notarse al observar que es un oxidante más “débil” por lo que no
es tan reactivo. Además de la economía y seguridad al momento de las reacciones, es
importante conocer los procesos de la química verde pues gracias a esta se pueden utilizar
reactivos que sean menos dañinos para la salud y el medio ambiente. Esto es trascendental,
pues antes se usaban reactivos extremadamente peligrosos como el benceno y algunos anillos
aromáticos que son compuestos cancerígenos. Como conclusión final, observamos la
presencia de ácido benzoico en nuestro compuesto final, lo que indica una correcta
realización experimental del procedimiento.
Referencias
[4] Doria Serrano, Ma. del Carmen. (2009). Química verde: un nuevo enfoque para el
cuidado del medio ambiente. Educación química, 20(4), 412-420. Recuperado de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-893X2009000400004&l
ng=es&tlng=es.