Tema 2 - Habitos de Higiene
Tema 2 - Habitos de Higiene
Tema 2 - Habitos de Higiene
ALUMNO
PROFESORA
Algunas de estas rutinas deberían ser comunes para todos los días,
mientras que otras son necesarias entre períodos de tiempo más largos. Mantener
una buena higiene corporal nos previene y protege de muchas enfermedades,
pero además previene que nosotros mismos seamos vehículos de enfermedades
para otras personas a nuestro alrededor.
1. La ducha diaria
Tomar una ducha o baño diario a medida que van creciendo, hay que
enseñarles cómo lavarse bien cada parte del cuerpo para que vayan adquiriendo
autonomía. Si bien no es una práctica que muchos niños disfrutan, tomar un baño
regularmente es igual de importante que lavarse las manos. Lo más recomendable
es hacerlo una vez por día (un poco menos para niños muy pequeños o bebés),
especialmente si realizamos actividades físicas intensas que nos hagan transpirar
considerablemente.
Tomar un baño debe ser una práctica común para todos, aunque no
debemos excedernos, pues bañarnos muy seguido y con agua demasiado caliente
elimina la capa grasa que tenemos en la superficie de nuestra piel y puede hacer
que esta se reseque demasiado, con consecuencias dolorosas. Además, tomar un
baño tiene una importante ventaja: nos ayuda a hacer una revisión general de
nuestra piel y de nuestro cuerpo, pudiendo localizar rápidamente cualquier
anomalía, irritación, erupción, etc.
Si bien muchas personas se lavan el cabello cada vez que se bañan, esto
depende mucho de qué tan graso sea nuestro cuero cabelludo.
Las manos son de nuestras herramientas más valiosas: con ellas hacemos
gran parte de nuestras tareas diarias, desde jugar, pintar, estudiar y hacer
manualidades hasta comer, rascarnos la piel cuando lo necesitamos, frotarnos los
ojos cuando nos entra alguna basurita, hurgarnos los dientes, acariciar a nuestra
mascota, etc.
El mejor consejo es que los niños mantengan las uñas cortas, y que no
haya espacio para la acumulación de bacterias. Ya sabemos que las manos van
con frecuencia a los ojos y a la boca. Por eso las uñas de las manos deben
cortarse haciendo una pequeña curva, y en las de los pies, en cambio, el corte
tiene que ser recto, para evitar que se claven los ángulos, lo cual puede resultar
doloroso. Por último, debemos hacer hincapié en que no se tiren de los pellejitos.
Pueden lastimarse, e incluso generar una herida con riesgo de infección.
Es una buena práctica cortar nuestras uñas periódicamente y/o lavarlas con
un cepillo para eliminar cualquier cosa que se acumule bajo las mismas.
6. La higiene de la boca
Es un hábito que los chicos deben adquirir desde bien chicos para prevenir
caries, mal aliento y posibles enfermedades. El cepillado de antes de dormir es el
más importante, ya que la proliferación de bacterias es más activa por la noche.
Los dentistas aconsejan que el proceso dure alrededor de 5 minutos.
Los ojos son unos de los órganos más sensibles del cuerpo y por tanto
necesitan estar limpios para mantenerse libres de infecciones. Cuando las
glándulas lagrimales funcionan de una manera normal, los ojos se lavan
continuamente con su secreción y no necesitan limpieza adicional. Si no
podemos obtener una enfermedad ocular (irritación, infecciones), Si bien hay
patologías cuyas causas no se pueden controlar, es bueno conocer esos hábitos
de higiene de los ojos que minimizan los riesgos.
los oj
9. La higiene de la nariz
Por eso cuando los niños empiezan a ir al baño solos, tienen que aprender
a limpiarse bien, ya que los genitales son una parte del cuerpo que requiere de
especial atención para evitar posibles infecciones. Es muy importante que las
niñas sean conscientes de que deben limpiarse de adelante hacia atrás. Después
de utilizar el inodoro, tienen que tirar de la cadena y comprobar que haya quedado
limpio. Por último, recordar siempre la importancia de lavarse inmediatamente las
manos con agua y jabón.
Referencias Bibliográficas