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Copia de Cuento Del Lengua

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Unas amigas pasándolo bien, ¿que hay de raro en eso? Tsumi, Misul, Sally, Unko y Diana...

Unas chicas
normales, un día normal, ¿no? Pues si, supongo. Estas cinco chicas conversaban en un parque sobre su pasado
y sus mayores miedos.
- A mi las ratas me dan un miedo terrible, no puedo ni tener una cerca- dijo Sally tiritando.
- Yo le tengo fobia a los coches, no monto en coche desde que uno atropelló a mi gatita Zoe, dios la
extraño tanto- dijo Unko con los ojos cristalizados mientras todas la abrazaban.
- Yo le tengo mucho asco a las mariposas, realmente son asquerosas- dijo Misul y todas se echaron una
carcajada por la cara de asco que puso.
- Yo…tengo miedo de quedarme sola, primero mis padres murieron y después nadie se quería juntar
conmigo por ser “rara”- dijo Tsumi con cara triste.
- Qué raro- dijo Diana sarcásticamente en un susurro y soltando una risita pretendiendo que nadie se
diera cuenta, pero Tsumi la había escuchado.
Se fueron del parque y se pusieron a pasear por la cuidad. Hablaban de lo rica que era la comida del
restaurante de la madre de Misul. Paseaban tranquilamente hasta que Diana se paró enfrente de una casa
abandonada y exigía que entraran a investigar porque sería “divertido”, pero todas se negaron en rotundo a su
estúpida idea.
- Vengaaa, será divertido, por favooor- suplicó Diana a sus amigas pero ellas seguían negándose a
entrar.
- ¡DIANA, CÁLLATE YA JODER!- gritó molesta Tsumi y todas se quedaron sorprendidas, ya que ella era
una chica pacífica y nunca decía palabrotas.
- ¡Vale! ¿Qué tal si vamos a comer al restaurante de la madre de Misul y dejamos el tema de la casa
para otro día?- dijo Sally intentando calmar el ambiente y todas menos Diana aceptaron.
- Me da igual, yo entraré ahí con o sin vosotras- dijo Diana y se marchó.
Ya era de noche y todas estaban durmiendo en sus casas, pero Diana le comía la curiosidad por saber que había
dentro de aquella casa abandonada. Así que ahí estaba, un viernes por la noche delante de una casa vieja, sola,
sin compañía. Fue a la puerta de la casa y para su sorpresa esta estaba abierta, entró y vio una luz en un cuarto
de la casa, fue hacia la habitación empujando lentamente la puerta. Se asustó cuando vio que estaba llena de
fotos y periódicos pegados en las paredes, se acercó para empezar a leer todo detenidamente, eran fotos de
muchas chicas y chicos con sus caras tachadas, también había noticias de periódicos de asesinatos sin resolver.
Estaba muy asustada hasta que vio algo que le hizo ponerse pálida… Habían fotos de Sally, Misul, Unko… y de
ella, pero su foto era la única tachada.
- No debiste haber venido Diana- dijo una voz haciendo que Diana se girará, pero antes de poder
hacerlo fue apuñalada por la espalda cayendo al suelo.
- JIJIJIJIJI, la próxima vez no seas tan curiosa- dijo aquella voz misteriosa.

Habían pasado dos semanas desde que Diana fue encontrada muerta con múltiples apuñaladas en un parque.
La policía no había hecho nada de utilidad para encontrar al asesino, así que las 4 chicas decidieron actuar y
encontrar al asesino de su amiga ellas mismas. Todas estaban de acuerdo menos Unko, había algo que no le
convencía pero no les dijo nada a sus amigas. Estaban en casa de Sally pensando en que hacer.
- La última vez que vimos a Diana nos dijo que iría a la casa abandona- dijo Sally.
- Podemos ir e investigar-dijo Tsumi y todas accedieron.
Ahí estaban, delante de la casa abandonada, un sábado por la mañana. Entraron todas a la vez en la casa, y
empezaron a dividirse para buscar alguna pista. Sally había ido por un pasillo y se sorprendió al ver luz en una
habitación al fondo de este. Entró en la habitación y se quedó boquiabierta con todas las fotos y periódicos que
había en las paredes, se acercó y vio fotos de sus amigas y ella, pero la foto de Diana y la suya eran las únicas
que tenían una cruz. De repente la puerta se cerró y empezó a gritar asustada, pero alguien le golpeó en la
cabeza cayendo inconsciente. Pasó una hora y Sally se había despertado atada a una silla y empezó a gritar
como loca.
- No lo intentes, nadie te va a escuchar, esta habitación está insonorizada, y todas se fueron pensando
que te habías ido por el miedo- dijo la misma voz misteriosa que había matado a Diana
- Estas son unas pequeñas ratitas que pueden comerte viva, ¿sabías?- dijo abriendo una jaula de la que
empezaron a salir muchas ratas que se abalanzaron sobre ella para comérsela viva.
Habían pasado dos semanas desde la muerte de Sally, fue encontrada en un bosque podrida y llena de
mordiscos . La policía seguía siendo de poca utilidad. Así que ahora estaban Unko, Misul y Tsumi en casa de
Misul pensando que hacer para vengar la muerte de sus amigas.
Hace dos semanas Unko, en la casa abandonada, había encontrado una foto de una familia pero no se lo había
dicho a sus amigas. Ella sospechaba de Misul ya que se parecía a la niña de la foto, así que pensó en decírselo a
Tsumi y enfrentarla juntas.
Ahora mismo se encontraban en la casa abandona, Tsumi dio la idea de enfrentarla en ese lugar, a Unko le
pareció raro pero no le dio importancia.
- Misul, ya sabemos que fuiste tú la que mataste a Sally y a Diana- dijo Unko mientras Tsumi asentía
con una mirada de decepción.
- ¿QUÉ? ¡ESTÁS LOCA? ¿Por qué mataría a mis amigas?- dijo mientras miraba extrañada la sonrisa
malvada de Tsumi pero no dijo nada al respecto.
- Es que últimamente has estado muy rara- dijo Unko y Misul la miró ofendida.
- ¡MIS AMIGAS MURIERON Y TÚ ME ACUSAS DE SER UNA ASESINA! Esto es estúpido, yo me voy- dijo
Misul bajando por las escaleras de la casa.
- Hay que detenerla- dijo Tsumi y fue detrás de ella dejando sola a Unko.
Después bajó Unko pero no había rastro de ninguna de las dos, las empezó a buscar pero se detuvo cuando vio
una luz en una habitación al fondo del pasillo, caminó hacia el cuarto y empujó la puerta entrando dentro y se
sorprendió al ver que las paredes estaban llenas de fotos, se acercó más y vio fotos de sus amigas y de ella,
pero las únicas que tenían una cruz eran la de Diana, Sally y… la suya, estaba aterrada.
- ¿Pensabas que Misul era la asesina? No tiene el suficiente valor- dijo la voz misteriosa golpeando a
Unko antes de que pudiera hablar.
Unko despertó con frio y abrió los ojos dándose cuenta que estaban justo encima de una autopista llena de
coches, y para colmo estaba atada a una silla. Estaba justamente en el lugar donde habían atropellado a su gata,
Zoe.
- Por fin te irás con tu gatita- dijo la voz misteriosa empujándola del puente y haciéndola caer a la
carretera para después ser atropellada por un coche muriendo en el acto.
Al día siguiente, Unko le mandó un mensaje a Misul citándola en la casa abandonada para disculparse por su
comportamiento, a Misul le extrañó ese cambio repentino de humor pero igualmente aceptó. Misul estaba
dentro de la casa pero no había rastro de Unko, empezó a caminar por la casa hasta que se dio cuenta de que
había una luz proveniente de una habitación, entró en el cuarto y se quedó boquiabierta cuando vio las fotos
en las paredes.
- El que vivía aquí no sabía decorar- dijo riendo.
Se calló cuando vio que habían fotos de sus amigas con la cara tachada y… dios también había de ella.
- ¿Misul?- dijo una voz y la nombrada se giró rápidamente.
- Joder Tsumi, me asustaste, ¿qué haces aquí?-dijo Misul.
- Matarte- dijo Tsumi y Misul palideció.
- ¿Eras tú? Dios como no lo vi venir, las risas malvadas y esa actitud cuando Diana quería entrar en la
casa- dijo aclarando sus ideas.
- Wow no eras tan tonta, no espera, si eres tonta- dijo Tsumi riendo macabramente mientras salía
corriendo cerrando la puerta.
- Cuidado con las mariposas monarca, JIJIJIJI- dijo riendo.
De repente empezó a salir humo y mariposas por la rejilla de ventilación del cuarto, haciendo que Misul
empezara a maldecir y gritar, pero ya no se escuchaban gritos ni insultos, entonces Tsumi se puso una mascara
de oxígeno y entró encontrándose con Misul muerta en el suelo por el humo que contenía veneno de
mariposas monarcas y pisando una mariposa que yacía en el suelo.
- JIJIJIJIJIJIJI- rió macabramente.
¿Y ya soy feliz?
Fin.

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