Zenón de Elea fue un filósofo griego del siglo V a.C. perteneciente a la escuela eleática. Famoso por sus paradojas que cuestionaban la pluralidad y el movimiento, fue discípulo de Parménides aunque no estableció una doctrina propia. Se desconoce gran parte de su vida aunque se cree que pasó toda ella en Elea dedicado a la educación.
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Zenón de Elea fue un filósofo griego del siglo V a.C. perteneciente a la escuela eleática. Famoso por sus paradojas que cuestionaban la pluralidad y el movimiento, fue discípulo de Parménides aunque no estableció una doctrina propia. Se desconoce gran parte de su vida aunque se cree que pasó toda ella en Elea dedicado a la educación.
Zenón de Elea fue un filósofo griego del siglo V a.C. perteneciente a la escuela eleática. Famoso por sus paradojas que cuestionaban la pluralidad y el movimiento, fue discípulo de Parménides aunque no estableció una doctrina propia. Se desconoce gran parte de su vida aunque se cree que pasó toda ella en Elea dedicado a la educación.
Zenón de Elea fue un filósofo griego del siglo V a.C. perteneciente a la escuela eleática. Famoso por sus paradojas que cuestionaban la pluralidad y el movimiento, fue discípulo de Parménides aunque no estableció una doctrina propia. Se desconoce gran parte de su vida aunque se cree que pasó toda ella en Elea dedicado a la educación.
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Zenón de Elea
(en griego clásico: Ζήνων ο Ελεάτης) fue un filósofo griego nacido en Elea,
perteneciente a la escuela eleática (c. 490-430 a. C.). Fue discípulo directo de Parménides de Elea. No estableció ni conformó ninguna doctrina positiva de su propia mano. Famoso por sus intrincadas paradojas que discuten la pluralidad de entes y en algunos casos el movimiento —entre otras cosas—. Como sucede con la mayoría de los filósofos presocráticos, la vida de Zenón de Elea permanece en gran parte desconocida. Se piensa que pasó toda su vida en Elea y se ocupó de la educación de los hombres en la virtud. En principio fue pitagórico y Estrabón le atribuyó una actividad política. En el único contexto en el que es citado varias veces, es un relato de su participación en un complot contra un tirano, hay tanta divergencia de detalles que es imposible reconstruir lo sucedido.1 Las fuentes que brindan luz al respecto son el diálogo Parménides de Platón, la obra Vida de los filósofos ilustres del historiador y filósofo antiguo Diógenes Laercio y Física de Aristóteles. En el diálogo de Platón, se dice que Zenón tiene cerca de 40 años y que Parménides roza los 65 en el momento en que ambos se encuentran con un Sócrates "muy joven"; dato que nos puede servir para situar su nacimiento alrededor del año 480 o 490 a. C. Platón lo describe como "alto y bello a la mirada", así como estimado por su maestro. Diógenes Laercio indica que fue hijo natural de un hombre llamado Telentágoras, pero que Parménides lo tomó en adopción. Laercio subraya así mismo su destreza a la hora de analizar los dos lados de cada cuestión o dilema, capacidad que le hizo recibir el título de "inventor de la dialéctica" de la mano de Aristóteles.
Empédocles de Agrigento, en griego Ἐμπεδοκλής, (Agrigento, h.495[cita requerida]-
h.444 a. C.)1 fue un filósofo y político griego. En la Grecia antigua, con pensadores como Parménides, Heráclito y Pitágoras entre otros, la separación gradual entre lo espiritual y lo material, entre el movimiento y la inmutabilidad del Ser, entre lo racional y lo sensible, etc., representaban algunas de las preocupaciones de la filosofía de aquella época. En el caso de Empédocles, su pensamiento tuvo presente algunas de estas ideas y las incorporó en una doctrina que contempla tanto la argumentación racionalista como el espíritu místico. Fue un filósofo que se interesó mucho por el pensamiento de Parménides. Tomó de él muchos atributos asignados al Ser parmenídeo y los aplicó a su propia Sphairos, la divinidad en la cual todo estaba mezclado en armonía. Cree como Parménides que nada puede originarse de la nada y que lo que existe no puede desaparecer, pero mientras que aquel deducía de esto que la realidad era una e inmóvil, Empédocles postuló que eran cuatro los principios materiales de la realidad y que se hallaban en constante movimiento, mezclándose y repulsándose por las fuerzas espirituales del Amor y el Odio. Estos eran los elementos propuestos por Tales de Mileto, Anaxímenes, Heraclito y Jenófanes: agua, aire, fuego y tierra respectivamente.
Anaxágoras (en griego Ἀναξαγόρας) (500 - 428 a. C.)1 fue un filósofo presocrático que
introdujo la noción de nous (νοῦς, mente o pensamiento) como elemento fundamental de su concepción filosófica. Nació en Clazómenas (en la actual Turquía) y se trasladó a Atenas (hacia 483 a. C.), debido a la destrucción y reubicación de Clazómenas tras el fracaso de la revuelta jónica contra el dominio de Persia. Fue el primer pensador extranjero en establecerse en Atenas. Entre sus alumnos se encontraban el estadista griego Pericles, Arquelao, Protágoras de Abdera, Tucídides, el dramaturgo griego Eurípides, y se dice que también Demócrito y Sócrates. Anaxágoras dio también un gran impulso a la investigación de la naturaleza fundada en la experiencia, la memoria y la técnica. A él se le atribuyen las explicaciones racionales de los eclipses y de la respiración de los peces, como también investigaciones sobre la anatomía del cerebro.2 Conocedor de las doctrinas de Anaxímenes, Parménides, Zenón y Empédocles, Anaxágoras había enseñado en Atenas durante unos treinta años cuando se exilió tras ser acusado de impiedad al sugerir que el Solera una masa de hierro candente y que la Luna era una roca que reflejaba la luz del Sol y procedía de la Tierra. Marchó a Jonia y se estableció en Lámpsaco (una colonia de Mileto), donde, según dicen, se dejó morir de hambre (Diógenes Laercio, II, 14). Es seguro, en todo caso, que en tal lugar fue venerado (Aristóteles, Rhet. 1398 b 16) e incluso debió de haber un grupo de seguidores suyos (Eusebio de Cesarea, Praeparatio Ev., 10, 14). Demócrito (en griego: Δημόκριτος; Abdera, Tracia, c. 460 a. C.-c. 370 a. C.) fue un filósofo y matemático griego que vivió entre los siglos V-IV a. C.12 Discípulo de Leucipo, se le llama también «el filósofo que ríe». Pensador con un amplio campo de intereses, es especialmente recordado por su concepción atomista de la materia. Se considera a menudo a Demócrito «el padre de la física» o «el padre de la ciencia moderna».3. Tradicionalmente se le considera un filósofo presocrático, aunque es un error de cronología, ya que fue contemporáneo de Sócrates. Desde el punto de vista filosófico se le asocia a los presocráticos por su temática (physis), mientras que Sócrates y los filósofos que le siguieron abordaron una temática ético-política. Leucipo (en griego, Λεύκιππος, "Leúkippos") fue un filósofo griego (Mileto, Jonia) del siglo V a.C. a quien se atribuye la fundación del atomismo, al parecer fue "el primero en poner en tela de juicio la suposición aparentemente natural que afirma que cualquier trozo de materia, por muy pequeño que sea, siempre puede dividirse en otros trozos aún más pequeños".1 Él afirmaba que llegaba un momento en que dicha división llegaba a un fin.
Se sabe muy poco de su vida e incluso Epicuro consideró la posibilidad de que Leucipo no
hubiera existido, lo cual dio lugar a numerosos debates. Se considera lo más probable que naciera en Mileto,2 Asia menor, aunque también se han propuesto las posibilidades de Abdera, Melos, Elea o Clazómenas.3 Posteriormente, se trasladó a Elea, donde habría sido discípulo de Parménides y de Zenón de Elea y maestro de Demócrito. Se le atribuyen las obras La ordenación del cosmos y Sobre la mente, aunque este segundo libro pudo ser un capítulo de la obra anterior. Lo que se sabe de su pensamiento se encuentra en fragmentos de obras de otros autores, tales como Aristóteles, Simplicio de Cilicia o Sexto Empírico. Se dice que Demócrito inventó a Leucipo como su maestro para ganar prestigio y para que respaldasen su teoría, ya que se suponía que Leucipo era un gran físico (es decir, un filósofo interesado especialmente en lo que hoy se denomina física), discípulo de Parménides, de Zenón de Elea o de Pitágoras. Fue maestro de Demócrito y a ellos dos se les atribuye la fundación del atomismo mecanicista, según el cual la realidad está formada tanto por partículas infinitas, indivisibles, de formas variadas y siempre en movimiento, los átomos (del griego antiguo ἄτομοι, "lo que no puede ser dividido"), como por ejemplo el vacío. Así, tal vez en respuesta a Parménides, afirma que existe tanto el ser como el no-ser: el primero está representado por los átomos y el segundo, por el vacío, «que existe no menos que el ser» (Simpl., Fís. 28, 4), siendo imprescindible para que exista movimiento. Particularmente, postula, al igual que Demócrito, que el alma está formada por átomos más esféricos que los componentes de las demás cosas. Niega la génesis y la corrupción, formas de cambio que eran aceptadas casi por unanimidad entre los filósofos presocráticos.