7 Construyendo Nuestro Propio Destino
7 Construyendo Nuestro Propio Destino
7 Construyendo Nuestro Propio Destino
Es importante saber qué somos, qué queremos, tener claro hacia dónde queremos
ir, qué es lo que queremos lograr y tener un objetivo. Pero para ello tenemos que
creernos que somos capaces, confiar en uno mismo y planificarnos bien. Es
bueno, de vez en cuando, replantear nuestros objetivos y tener una visión de
futuro, visualizarnos a nosotros mismos dentro de unos meses o de unos años.
Hay que tener claro la diferencia entre metas y objetivos, un objetivo concreto
ayuda a que consigamos una meta final. Si lo logramos, tendremos más control
sobre nuestra propia vida y mayor satisfacción y bienestar. Lo que es esencial
para avanzar en la vida es pensar, planificar, decidir y actuar.
En definitiva, hay que tener siempre claro quiénes somos, qué queremos y qué
tenemos que hacer para alcanzarlo, tener siempre una actitud positiva, y saber
que, si queremos cambiar el entorno, tenemos que empezar por cambiar desde
dentro.
MOTIVACIÓN
Si falta un motivo y una acción no puede haber coaching, es decir, para que haya
un proceso de coaching tiene que haber motivación.
AUTOESTIMA
Cada persona tiene creada una imagen propia sobre cómo somos, quienes somos
y cuánto valemos, a veces esta idea no es real, pero lo sea o no, es una referencia
para establecer nuestros objetivos. esta imagen propia que tenemos sobre
nosotros influye siempre en nuestra vida, tanto en las relaciones personales como
en el trabajo.
Todos debemos buscar una autoestima positiva para tener una vida plena, pero
para ello tenemos que cumplir una serie de factores:
Aceptarnos tal y como somos, nuestras virtudes y nuestros defectos.
Establecer objetivos que sean realistas y alcanzables.
Sacar tiempo para uno mismo, para pensar.
Hacer aquellas cosas que nos gustan, que nos hacen sentir bien y felices.
Pensar siempre que "puedo hacerlo".
Respetarnos a nosotros mismos y estar orgullosos de nosotros mismos.
Premiarnos a nosotros mismos cuando alcancemos un logro.
Quererse uno mismo, aceptando tanto nuestras cosas buenas como malas,
y no olvidar que somos únicos.
Y no caer en algunos errores como:
Alabar siempre por sistema a la persona independientemente del
comportamiento.
Nuca culpabilizarlos de nada para que no se sientan mal.
No cuestionar nunca su comportamiento para que no se enfades.
No exigirles nada y tolerarles todo.
La persona que tenga una alta autoestima sentirá que vale para todo lo que le
pase en la vida, mientras que quien tenga una baja autoestima se sentirá inútil por
su forma de afrontar la vida.
AUTOCONFIANZA
CREATIVIDAD
Para desarrollar la creatividad hay que creer uno mismo, hacer frente a las
dificultades de forma diferente a lo que estamos acostumbrados. Hay que hacer
frente también a los miedos, esto solo frena la creatividad, el miedo al fracaso, al
ridículo, al rechazo, a ser juzgados, etc. solo hacen que no avancemos en la
creatividad.
Vivir de forma creativa hará que veamos las cosas de forma diferente, cambiemos
nuestra actitud, nuestra forma de pensar, nuestros valores y tendremos nuevos
sentimientos, en resumen, vivir de forma creativa nos renueva y nos reinventa.
DUELO Y CAMBIO
Muchas veces se nos presentan cambios en la vida que no elegimos, y muchos de
ellos los tomamos como negativos, como problemas de salud, perder a un ser
querido, perder un puesto de trabajo, una casa, etc. Estas situaciones, en mayor o
menor medida, nos provocan un periodo de duelo, que tiene una serie
de fases según la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross:
Fase de negación: negamos lo sucedido y no lo podemos creer.
Fase de ira o enfado: sentimos injusticia, irritación, indignación e incluso,
resentimiento hacia la vida o hacia alguien.
Fase de negociación: intentamos hacer algo para que cambie la situación.
Sentimos incertidumbre y dudas.
Fase de tristeza: cuando la negociación no funciona, llegamos a ser
conscientes de la realidad y sentimos frustración y nostalgia.
Fase de aceptación: empezamos a aceptar la situación y a sentirnos más
tranquilos.
Hay que destacar que, Según Kübler-Ross, no todas las personas experimentan
todas estas fases, pueden suceder en diferente orden y pasar por la misma fase
varias veces.
En un proceso de coaching, el coachee se encuentra con resistencias al cambio,
que pueden estar en las primeras fases del proceso de duelo, y forman parte del
proceso, pero no hay que quedarse ahí porque de lo contrario habrá mayor dolor y
será más difícil lograr el cambio. El coach ayudará a que el coachee gane
confianza para enfrentarse a la nueva situación.
LIDERAZGO
En este enlace se pueden ver las normas del código deontológico de ICF: Código
Deontológico ICF
El coach es consciente del compromiso, respeto y responsabilidad que se
requiere, toma decisiones éticas guiadas por el código deontológico y se
compromete a aplicar los principios éticos de forma responsable.
Las normas que forman parte del código deontológico han sido acordadas por un
grupo de profesionales que las consideran como básicas para practicar
correctamente la profesión de coach, siendo este competente para tomar
decisiones éticas.
Este código ético es independiente del tipo de coaching que se realice (ejecutivo,
personal, empresarial, etc.) y de las escuelas a la que pertenezca el coach
(ontológico, sistémico, etc.).
COACHING Y APRENDIZAJE
En este caso, una alternativa para seguir avanzando en el camino es pedir ayuda,
y aquí entra en acción la figura del coach, la más indicada para el aprendizaje y
cambio del individuo.
El coach descubre las áreas de dificultad y esos obstáculos que impiden crecer,
facilita el desarrollo de los potenciales del individuo y ayuda a superar esos
obstáculos.
NIVELES DE APRENDIZAJE
Por tanto, visto desde esta perspectiva, las herramientas hacen que se alcance la
meta final, ya que el proceso de coaching termina cuando se consigue el objetivo.
Estas herramientas son, por ejemplo, el análisis DAFO, la psicología positiva, la
ontología del lenguaje, las terapias de movimiento corporal y las técnicas de
respiración, entre otras.
El proceso de coaching consiste en una serie de pasos:
Fijar la relación entre el coach y el coachee, basada en la confianza y la
confidencialidad.
Definir las necesidades del coachee, analizar de forma clara el problema e
identificar el objetivo.
Desarrollar un plan de acción, establecer los pasos a seguir, la metodología
y la frecuencia de las sesiones.
Fijar las bases del seguimiento, medir los resultados del plan de acción
para cerciorarnos de que nos acercamos a la meta final.
Retroalimentación entre coaching y coachee, comentar los resultados,
corregir y mejorar.
Para alcanzar un objetivo es necesaria una voluntad distinta según la fase del
proceso, porque en cada momento se requiere una voluntad diferente y el papel
del coach también es distinto:
Voluntad inicial: tener voluntad cuando se empieza algo, romper con la
inercia y la rutina. Ponerse en marcha hacia nuestro objetivo tomando
consciencia de lo que queremos. Esta voluntad inicial se refuerza con la
ayuda del coach, que ayuda a que el coachee decida si quiere actuar de
forma proactiva en la toma de sus decisiones o si quiere dejar la
responsabilidad en una tercera persona.
Voluntad perseverante: cuando se quiere mantener para lograr el
objetivo. Se necesita constancia, empeño y firmeza para conseguir el
objetivo y la voluntad se va fortaleciendo a medida que se repite el esfuerzo
para conseguirlo. El coach ayuda a fortalecer esta voluntad solo con su
presencia o con el seguimiento de los planes de acción en el proceso de
coaching.
Voluntad para superar inconvenientes: en el camino pueden surgir
inconvenientes y obstáculos que dificulten el avance y la consecución de
nuestro objetivo. Es difícil seguir cuando nos encontramos con este
problema y a veces tiramos la toalla. El coach ayuda a que estemos más
motivados porque hace que veamos los objetivos de forma más clara.
Voluntad para superar frustraciones: gracias al coach, el coachee elige
cómo hacer frente a las circunstancias y puede desarrollar las ganas de
superación y reforzar su resiliencia.
Voluntad para terminar bien la tarea: terminar lo que se empezó. La
voluntad de logro requiere constancia y trabajo continuo. El papel del coach
consiste en aportar exigencia, eficacia y eficiencia para que el coachee
reconozca sus criterios de acción y la utilidad que tienen.
Para evitar que esto ocurra el coach tiene que comunicar claramente al coachee
el camino que tiene que recorrer en la evolución y el proceso de mejora, que
consta de las siguientes fases:
Dependencia: el coachee acude a los servicios del coach para mejorar
aspectos de su vida enfocándolos desde otro punto de vista más amplio y
completo. Coach y coachee crean una relación de confianza.
Antidependencia: cuando el proceso ha avanzado, el coachee puede
llegar a pensar que las competencias necesarias ya las tiene asimiladas, y
cree que puede conseguir sus objetivos por él mismo.
Autonomía: las competencias requeridas se obtienen a través del trabajo
continuo, en esta fase el contacto con el coach es menor porque el coachee
ha ganado seguridad en sí mismo y confianza.
Para evitar los riesgos en el proceso de coaching se necesita:
Confianza: entre coach y coachee debe existir confianza mutua para que
haya progreso y desarrollo.
Compromiso: a la hora de fijar objetivos cada vez más altos hay que
comprometerse con el proceso, y no quedarse solo en una simple relación.
Sinceridad: la sinceridad es la base para una relación madura basada en la
confidencialidad.
ESCUCHA ACTIVA
EMPATÍA
Todos tenemos nuestra propia visión de las cosas y, a veces, interpretamos las
actuaciones de los demás desde nuestro punto de vista sin pararnos a pensar qué
es lo que motiva a alguien a actuar de esa forma, sacamos conclusiones de forma
precipitada y poco objetiva. Aquí tiene importancia la empatía, que supone pensar
en los demás, prestar más atención a los detalles que aparentemente no tienen
importancia, pero puede ser importantes para una persona. Conforme se va
conociendo más a alguien será más fácil identificar sus estados de ánimo y
entender por qué están así y por qué reaccionan así antes determinadas
situaciones.
Para entender a los demás no solo basta con fijarnos en lo que dicen, también
tenemos que fijarnos en el lenguaje corporal. El cuerpo, la postura, la mirada, los
gestos, etc., transmiten mucho más que las palabras.
Pero tener empatía no significa que estemos de acuerdo siempre con la otra
persona en todo lo que hace y lo que dice, sino entenderlos y respetarlos sin
juzgarlos, aunque no estemos de acuerdo con sus actuaciones.
¿Cómo conseguir ser empático? Para mostrarnos empáticos debemos seguir una
serie de reglas como:
Intentar entender el por qué los demás actúan así.
Ser objetivo y neutro, sin prejuicios.
Mirar a los ojos cuando hablas con alguien y sonreír.
Escuchar de forma activa y mostrar interés.
Prestar atención al lenguaje corporal para identificar sus sentimientos.
Asegurarse de que entiendes bien lo que la otra persona te cuenta,
haciéndole preguntas abiertas, por ejemplo.
Hacer ver a la otra persona que la entiendes.
No adelantarte a dar consejos antes de que los demás te lo pidan.
Dar tu opinión de forma constructiva y sin hacer daño a los demás.
Transmitir positividad a la otra persona, terminar la conversación de forma
positiva.
VIDEO: https://youtu.be/Ae1lIzuoFCc