Tema 3
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Tema 3
Cuando publica el psicoanálisis provoca el segundo escándalo, donde dice que la mayoría de las
personas tienen problemas sexuales y no los hablan que éstos les acabarán provocando una
neurosis por eso considera que es necesario resolver ese conflicto para que no derive en un
problema. Todo esto fue creando un rechazo social, sin embargo tenía la consulta llena.
Dice que las personas pueden solucionar su problema mediante el autoanálisis (son pocas las
personas que pueden hacerlo) pero la mayoria de ellas necesitan una persona que les ayude a
analizar su problema.
Freud establece unos principios básicos del desarrollo personal del individuo:
1) Pulsión
Es la energía libidinal- sexual que motiva a la acción sexual siendo esta de naturaleza físico-química
y de origen desconocido. Fue un avanzado en la época porque hablaba de cosas que todavía no se
habían descubierto. Expone que esta energía que se activa cuando se acumula y genera una
tensión que se descarga y produce una relajación (orgasmo).
2) Tendencias en el desarrollo del individuo:
o Principio de la realidad: es un principio que controla los deseos del principio del placer
poniéndole límites a la satisfacción directa de los deseos sexuales. El principio de la
realidad no permite la satisfacción directa de los deseos sexuales y la mente del individuo
da un rodeo, mediante lo que Freud denomina “mecanismos de defensa”, para llegar al
placer. Los mecanismos de defensa pueden ser una medida inmediata eficaz, pero si
perduran pueden dificultar el desarrollo psiquicosexual del individuo.
c) Regresión: Consiste en que cuando una etapa del desarrollo psicosexual no ha sido
totalmente superada, una situación posterior puede reactualizar esa energía mal reprimida
y esto hace que el individuo tenga comportamientos impropios de su estado actual.
1) Ello: Primera instancia de motivación y de acción, sus contenidos son inconscientes y está regido
por el principio del placer. Según esta instancia Freud encuentra dos instintos contrapuestos, el
instinto de vida (eros) donde se incluyen todos los sentimientos positivos del ser humano (alegría,
amor…) y el otro instinto es el instinto de muerte (thanatos), que incluye todos los instintos
negativos que podemos encontrar en el ser humano (el odio, la violencia, guerra y la muerte).
Para que el ser humano se desarrolle positivamente en él, tiene que primar el eros sobre el
thanatos.
2) Yo (ego): Sus contenidos son conscientes y se rigen por el principio de la realidad. Desde
el punto de vista evolutivo el yo se forma hacia los dos años o dos años y medio de vida.
3) Súper -Yo (súper - ego): se trata del centro de motivación y de acción. La función que tiene es la
de vigilar, controlar al ello y al yo, es una instancia superior de control. Esta instancia personal del
individuo tiene como objetivo asimilar las normas e interiorizarlas.
Desde el punto de vista evolutivo el súper-yo comienza a establecerse aproximadamente
hacia los cinco años. El hecho de que el niño adquiera esta capacidad no quiere decir que los
padres no tengan que empezar antes a darle pautas.
Freud establece el desarrollo psicosexual a través de una serie de etapas que son por una parte el
establecimiento de una zona erógena concreta en cada una de las etapas y por otra parte el nivel
de desarrollo psicosexual y afectivo o de relaciones interpersonales con los demás.
Freud establece que a lo largo de estas etapas se pueden observar dos tendencias de la libido (dos
fases de maduración):
b) Objetal: La llama asi porque el individuo tiende a dirigir sus pulsiones hacia los demás,
hacia personas fuera de si mismo. Se observa en mayor medida en las dos últimas etapas.
Observa que en cada una de estas etapas se puede establecer un nivel de maduración psicosexual en
cada etapa que se manifiesta por una zona erógena predominante, también se manifiesta porque hay
un nivel de maduración afectivo que se manifiesta en las relaciones interpersonales que establece el
niño con las personas que le rodean.
Etapa oral (0-1 años): La zona alógena por excelencia es la boca. El niño chupa todo lo que le llega
a sus manos porque según Freud siente placer. Desde el punto de vista afectivo el niño no es
constante con sus afectos porque no tiene todavía formado el EGO (yo). Si no tiene consciencia del
propio yo no puede establecer relaciones con los demás. Por eso, no es consciente de quien le cuida
porque está centrado en la satisfacción de sus necesidades.
Etapa anal (1-3 años): El niño esta centrado en las sensaciones relacionadas con el esfínter anal y
uretral (defecación y micción). El niño siente placer en lo que Freud denomina “anal‐retentiva” y
“anal‐ expulsiva”. Siente placer tanto en la retención como en la expulsión de las heces. El niño
aprende en esta etapa a utilizar el esfínter frente al adulto como un regalo o como un castigo. Desde
el punto de vista del psicoanálisis, el niño frente al adulto considera que algo fisiológico (micción,
defecación) lo puede utilizar como castigo. Desde el punto de vista afectivo, observamos que el niño
ya tiene formado el ego y comienza a relacionarse con los demás basándose en esa diferenciación del
yo frente al otro. Lo que Freud dice que en esta base el niño no es muy constante en sus afectos, se
basa en sus necesidades. Comienza a ser más constante en sus afectos porque a los 2 años y medio se
forma el yo. Comienza a relacionarse con los demás y toma conciencia de ser un ser diferente del
otro, con distintas necesidades.
Etapa fálica (3-6 años): Se caracteriza porque hacia los 3 años aproximadamente comienzan a
darse cuenta de las diferencias anatómicas entre los sexos. Es una época especialmente conflictiva
porque necesitan comprobar lo que tienen y lo que tiene el otro. Este proceso es más fácil para el
niño, porque sus genitales son externos. Hay una gran curiosidad por saber lo que tienen. Cuando el
niño se da cuenta de las diferencias anatómicas, se siente orgulloso de poseer un pene a la vez que
tiene angustia y miedo de perderlo. El psicoanálisis dice que en la medida en que el niño va tomando
conciencia de esas diferencias. Freud lo denomina como “angustia y complejo de castración”.
Cuando la niña se da cuenta de estas diferencias siente envidia del pene y deseos de poseerlo.
Desde el punto de vista afectivo, hacia los 4 años todos los niños tienden a sufrir conflictos
afectivos, concretamente con sus progenitores, dándose lo que se denomina “complejo de Edipo” en
los chicos y “complejo de Electra” en las chicas que siente atraccion erotica hacia el padre y como
rival a la madre.
En ocasiones reciben ambos complejos el nombre de “complejo de Edipo”, que lo podemos definir
como sentir atracción hacia el progenitor de distinto sexo a la vez que se siente como rival al
progenitor del mismo sexo. En el caso de los niños, estos sentimientos no sabe controlarlos y se siente
culpable y por ello piensa que debe ser castigado mediante la castración. En el caso de la niña no se
da este complejo de castración pero si hay sentimientos negativos por esas pulsiones que suelen
manifestarse a través de fantasías. Estos complejos, tanto del niño como de la niña, tienen que
resolverse de una manera normalizada hacia los 6 años a través de lo que denomina Freud un
“proceso de identificación” con el progenitor del mismo sexo. De manera que el progenitor pasa de
ser un rival con el que compite por el objeto amado para ser un modelo a seguir, un modelo de
admiración. Si el niño no lo ha superado hacia los 6 años, se va a desarrollar psicosexualmente mal,
porque su proceso de desarrollo va a ser patológico.
Desde el punto de vista educativo (no lo dice el psicoanálisis), debemos ayudar al niño a que acabe
con su complejo de Edipo y Electra mediante una aptitud favorable hacia estos complejos por parte
de los padres. Estos no deben dar importancia hacia las manifestaciones de este complejo para que el
niño consiga superarlo cuanto antes.
Etapa latencia (6-12 años): Se caracteriza porque la libido entra en una situación de reposo y tanto
el niño como la niña dejan de tener intereses sexuales para centrarse en intereses de carácter cultural
y social. Desde el punto de vista afectivo, esta etapa se caracteriza por una cierta tranquilidad, hay un
equilibrio en sus afectos por haber superado el complejo de Edipo mediante el proceso de
identificación.
Etapa genital (12‐ +): Se produce una reactivación de la libido y aparece un interés por la
autoestimulación. Además Freud desde el punto de vista de las relaciones con los demás establece
que están dirigidas hacia objetos sexuales de distinto sexo y se considera que este nivel de desarrollo
genital es el nivel de madurez sexual, que viene dado por la madurez física. Desde el punto de vista
afectivo, las personas en esta estapa lo que hacen es orientar sus deseos sexuales hacia las personas
de distinto sexo.