Michel Rojkind
Michel Rojkind
Michel Rojkind
Se habla de que su arquitectura se relaciona con la gente, ya que los arquitectos deben de asumir
roles mas alla de la arquitectura y la importancia de no preocuparse por diseñar todo al 100%.
Rojkind dice que en su oficina tratan de enfocarse en estrategias de diseño, no siguen los informes
de los clientes, cuestionan sus intenciones y hacen muchas sugerencias más allá de la arquitectura.
"Necesitamos tener en cuenta que la arquitectura no resolverá los problemas por sí misma. En
otras palabras, los edificios por sí solos no resolverán nada. La arquitectura es solo el hardware;
pero falta atender las necesidades del software. ¿Quién diseña eso?" -Michel Rojkind
Es por eso, que para diseñar este "software" su equipo de trabajo siempre trata de reunirse con
especialistas tales como sociólogos, antropólogos, asesores financieros, así como diseñadores de
paisajes, gráficos e industriales, entre otros, dependiendo de las necesidades del proyecto.
"Cuanto más trabajo con los no arquitectos, más diverso y relevante se vuelve mi trabajo. Me
gusta cuando los límites creativos entre arquitectura, diseño industrial, diseño gráfico y tantas
otras disciplinas se disuelven" -Michel Rojkind
La arquitectura consiste en traducir ciertas necesidades del cliente a una forma que haga realidad
todas estas funciones. Pero para mí eso no es suficiente; Los arquitectos están entrenados para
eso. Lo hicimos en la escuela - resolvimos problemas. Pero yo quiero más, quiero activar e
interconectar espacios.
Nosotros, como arquitectos, no debemos preocuparnos por diseñar todo al 100%. Necesitamos
dejar espacio para que sucedan las cosas y dejar que la gente se haga cargo. No podemos planear
todo.
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En sus proyectos:
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El trabajo realizado por el arquitecto Michel Rojkind y su equipo fue una remodelación a la antigua
cineteca nacional de 1982, que había sufrido daños por un incendio. Creando un proyecto el doble
de grande a la original.
Situada en el cuadrante sur de la Ciudad de México, la Cineteca Nacional alberga el acervo de cine
más importante de América Latina.
Miles de personas cruzan el complejo diariamente mientras caminan desde y hacia una estación
de metro cercana, Estación Metro Coyoacán
Las primeras acciones fueron la reubicación del estacionamiento, que ocupaba el 40% del terreno,
a una estructura de seis pisos y la reactivación de la “ puerta trasera”, ubicada frente al histórico
cementerio del pueblo, que tenía una escala más amigable para los peatones -70 % de los clientes
de la Cineteca usan transporte público y llegan a pie-.
En el espacio recuperado se organizó el nuevo programa en torno a dos ejes: uno perpendicular a
la calle del Real Mayorazgo que se convirtió en la entrada peatonal principal y otro perpendicular a
la Av. México-Coyoacán para coches y peatones.
La intersección de los ejes se convirtió en una nueva plaza pública de 80m x 40m protegida de la
intemperie por una techumbre que conecta el complejo existente con las nuevas salas de
proyección
“No queríamos que se sintiera como el lobby de un cine comercial, queríamos que se sintiera mas
bien como un campus universitario con todo flotando en un parque” dice el socio fundador Michel
Rojkind.
Al programa original se agregaron también un foro al aire libre, amplias áreas verdes y nuevos
locales comerciales que aumentan las posibilidades de interacción social e intercambios culturales
y le dan al complejo las cualidades de un campus universitario.
Las miles de personas que cruzan la Cineteca a pie todos los días ahora encuentran un acogedor
espacio público.
Los usuarios del metro siguen caminando a través del complejo en la mañana y por la noche, el
personal médico de un hospital cercano se detienen a comer su almuerzo, los estudiantes pasan el
rato en el parque por la tarde, y los espectadores de cine asisten a los eventos gratuitos al aire
libre en la noche.
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Los seiscientos metros cuadrados de la nueva construcción elevada sobre el jardín, albergan un
área de recepción; un teatro que prepara a los jóvenes visitantes para el viaje al mundo del
chocolate; el pasaje hacia el túnel existente que circula sobre las áreas de producción en el interior
de la fábrica; y la tienda de chocolates y gadgets afines, al final de recorrido.
Así, una escalera posterior engulle a los grupos de escolares por un prisma atrompetado y
facetado. Los triángulos del caleidoscopio desplegado se maquillan de diferentes blancos para
acentuar las diferencias de planos. El vestíbulo se abre sobre el paisaje de una periferia anodina de
cables de alta tensión, espectaculares y autopista para dar cabida a los grupos, entre el mostrador
de atención y los sofás en forma de tabletas de chocolate.
"El Nestlé Museo del Chocolate es un juguete a escala urbana que invita a un recorrido emocional
y da rienda suelta a la exuberante creatividad de Michel Rojkind"