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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE NICARAGUA -LEÓN

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y HUMANIDADES

Maestría en Lengua y Literatura Hispánica


Lic. Fabián Antonio Rodríguez Baltodano

Rescate de tradición oral en cuentos y leyendas en el Municipio Jicaral,


Departamento León.

Memoria de investigación dirigida por el Profesor


José Manuel Pedrosa

León, Nicaragua
2010
AGRADECIMIENTOS

A los seres que me dieron la vida, me enseñaron el camino y estuvieron


presentes en cada uno de mis momentos agradables y desagradables para
ayudarme o aconsejarme. A esos seres que son parte de mí, doy gracias.
A mi madre Guadalupe del Socorro Baltodano Padilla y a mi padre
Fabián Rodríguez Laguna, por su amor, esfuerzo y dedicación.
A mi esposa Karla Patricia Centeno Padilla.
A mis hermanos y hermanas: Ángel, Pío, Pablo, Alba, Martha, Victoria y
Guadalupe
A los que han sido mis maestros, símbolos de sabiduría y enseñanza.
A mis amigos.

Sin el apoyo de mi familia, este trabajo se hubiese tornado irrealizable.


Gracias a mi tutor José Manuel Pedrosa, por su guía y por haberme
transmitidos sus valiosos conocimientos.
Gracias a los informantes que me apoyaron durante el proceso de
recolección de información.
DEDICATORIA

A ti, madre, que me diste la vida y no me desamparas, porque siempre


estás conmigo en las buenas y malas.
A ti, padre, que siempre estás pendiente, apoyándome en mis
decisiones.
A mi esposa, por ser testigo de mis esfuerzos.
Y a mis hijos Dilcia, Magdaniel, Roan y Fabián Mauricio, motivo de
inspiración.
ÍNDICE

iii

Agradecimientos……………………………………………………………………
Dedicatoria………………………………………………………………………… iv
Índice General. ………………………………………………………………….. v
Introducción……………………………………………………………………… 1
1.- Estado de la Cuestión ……………………………………………………. 3
1.1 Literatura oral en Nicaragua. ……………………………………………… 3
1.2 Literatura Oral………………………………………………………………. 5
1.3. La leyenda…………………………………………………………….. 7

1.4 El Cuento………………………………………………………………… 8
1.4.1 Partes del cuento…………………………………………………….. 9
1.4.2 Características del cuento……………………………………………. 9
1.5 El Mito…………………………………………………………………… 11

1.5.1 Tipos de mitos……………………………………………………………… 12


1.5.2 Tipos de personajes…………………………………………………….. 13
1.6 Superstición……………………………………………………………….. 14
1.6.1 La superstición y la psicología………………………………………….. 15
1.6.2 Prejuicios cognitivos………………………………………………………. 16
1.6.3 Supersticiones y creencias populares…………………………………… 17
1.6.4 Supersticiones contra el mal o contra la mala suerte………………….. 20
1.6.5 Supersticiones que auguran el futuro……………………………………… 21
1.6.6 Religión y superstición………………………………………………………. 22
1.6.7 Orígenes de la idea de superstición……………………………………… 24
1.6.8 Evolución del concepto cristiano de superstición………………………. 22
1.7 El estilo oral…………………………………………………………………. 25
1. 8 Historia y evolución de la literatura oral…………………………………. 26
1.9 Los estudios de literatura oral……………………………………………… 31
1.10 Los Géneros de la Literatura Tradicional……………………………….. 31
1.10.1 La leyenda oral y la leyenda escrita……………………………………….. 33
1.11 Compilaciones. Leyendas………………………………………………. 35
1.12 Supersticiones……………………………………………………………… 53
1.13 Cuentos……………………………………………………………………… 60
1.15 Chistes……………………………………………………………………….. 72
1.16. Juegos Infantiles…………………………………………………………. 80
1.16 Trabalenguas…………………………………………………………………. 81
1.17 Refranes………………………………………………………………………. 82
1.18 Adivinanzas…………………………………………………………………... 84
2 Material y Método………………………………………………………………. 85
2.1 Enfoque de la investigación…………………………………………………... 85
2.1.1 Exploratorio…………………………………………………………………. 85
2.1.2 Descriptivo…………………………………………………………………... 85
2.2 Métodos y Técnicas…………………………………………………………. 86
2.3 Métodos especializados…………………………………………………….. 86
2.4 Técnicas aplicadas…………………………………………………………… 87
2.5 Población y Muestra…………………………………………………………. 88
2.6 Materiales utilizados…………………………………………………………. 88
3. Discusión………………………………………………………………………. 90
4. Unidad Didáctica…………………………………………………………….. 94
5 Conclusiones…………………………………………………………………... 107
6 Recomendaciones…………………………………………………………….. 108
7 Referencias Bibliográficas…………………………………………………... 109
Anexos…………………………………………………………………………….. 110
INTRODUCCIÓN

La literatura oral ha sido para mí un tema siempre cercano e interesante,


desde los tiempos en que mi mamá me contaba historietas cuando era niño Al
llegar el anochecer, con mis hermanas, nos colocábamos en los bancos para
escuchar los cuentos de Tío Coyote y Tío Conejo, las leyendas del Cadejo, los
cuentos de aparecidos, las historias de miedo y asombro que todas las señoras
contaban a sus hijos.
Al participar como alumno en el módulo de Literatura Oral que fue
impartido por el profesor José Manuel Pedrosa en el tercer encuentro de la
Maestría en Lengua y Literatura Hispánica de la UNAN-LEÓN, en coordinación
con la Universidad de Alcalá de Henares, aquellas clases despertaron aún más
el interés de realizar trabajos sobre tradición oral.
Es por eso que decidí realizar mi Tesis sobre el tema del Rescate de
tradición oral en Cuentos y Leyendas en el Municipio Jicaral, Departamento de
León. Ya que en mi Municipio se conserva mucho la tradición oral, y no se
había hecho antes de ahora la compilación de historias y cuentos que a diario
se escuchan en diferentes comunidades del Jicaral.
En el capítulo Estado de la Cuestión se presenta el análisis de lo que se
ha escrito con relación a la literatura oral en Nicaragua y en países de habla
hispana, y se da fe de que la tradición oral ha sido el tronco del que luego
surgiera la escritura.
Presento conceptos sobre los géneros en verso, en prosa y la
descripción de una manera amplia lo que es la leyenda, el cuento, el mito y la
superstición, así como también la manera de cómo se ha trabajado el estilo
oral, la historia y la evolución de dicha literatura,
Para la realización del presente trabajo tome en cuenta los objetivos, en
los que esperaba valorar la literatura oral como producción cultural del pueblo
Nicaragüense, al igual que recopilar los cuentos y leyendas, así como de los
diferentes géneros de tradición oral tanto en verso como en prosa, de igual
manera analizar el mundo simbólico de los cuentos de camino.
La compilación de leyendas, mitos, cuentos, juegos infantiles,
superstición, chistes, trabalenguas, refranes y adivinanzas, salidos de veintitrés
informantes de ocho comunidades que en su mayoría son del casco urbano.
Posteriormente se presenta Material y Métodos utilizados para la
compilación de cuentos y leyendas, así como las técnicas necesarias y los
materiales utilizados, fuentes que hicieron posible este trabajo investigativo.
La discusión en la que se analizaron los datos, al igual que la
presentación cuantitativa de los resultados de dicha investigación.
Se presenta una Unidad Didáctica de diez horas clase para estudiantes
de séptimo grado de educación secundaria, tomando en cuenta los cuentos y
leyendas más contados en el Municipio.
De acuerdo al análisis de todo el trabajo investigativo se hizo la
conclusión y las recomendaciones para próximas investigaciones sobre este
tema. También se presenta la bibliografía consultada, fuente necesaria para
esta tesis, así como los anexos que demuestran como se llevó a cabo el
trabajo a través de guía de entrevista, fotografías y el glosario requerido.
1. ESTADO DE LA CUESTIÓN

1.1 Literatura oral en Nicaragua

A lo largo del período colonial, nuestra literatura es fundamentalmente


anónima y oral, y su escenario suelen ser las fincas que convoca a los mayores
e hijos alrededor de las fogatas. Es en ese espacio de comunicación se
difundirán y mutarán, bordoneados en las guitarras, los romances llegados de
España, que todavía sobreviven, y allí mismo nacerá nuestra narrativa híbrida,
que se transmitirá en delante de generación en generación, y de boca en boca.
Esta tradición oral se vuelve, así, la mejor expresión de nuestro mestizaje
cultural, y de allí nacen las leyendas, las consejas, los cuentos de camino
(como el Tío Coyote y el Tío Conejo), donde los animales pasan a encantar la
condición humana, con todas sus trampas, astucias y debilidades; las que se
refieren a deidades de origen claramente indígena (la cegua, mujer encantada
que atrae a la perdición a los hombres descarriados; el cadejo, un perro mítico
de doble naturaleza: el cadejo negro, que persigue a los trasgresores
nocturnos; y el cadejo blanco, que ampara en los caminos a los bien portados).
Surgen también en las ciudades coloniales las historias de aparecidos
incubados en los ambientes nocturnos, que se prestan para el temor, el que a
su vez despierta la imaginación (frailes sin cabeza, jinetes fantasmas, como el
caso de Arrechavala, muy popular en la ciudad de León.
La colonia fue el escenario natural donde se fusionaron las creencias
ancestrales de nuestros antepasados con la cultura española, la imaginación
popular creó los cuentos de camino, cuyos personajes, los animales y
aparecidos, representan toda una idiosincrasia popular cuyo fin principal es
enseñar, para volver al buen camino a los maridos y los hijos descarriados.
El escenario, era adecuado para estas creaciones: caminos polvorientos,
exuberante vegetación, misterios indígenas ancestrales, pueblos sin luz
eléctrica, ambiente semi urbano de pequeños caseríos unidos por caminos
rurales desolados.
Sergio Ramírez afirma en su compilación Antología del cuento
Centroamericano que:
“Los cuentos de camino llegan a ser una de las venas más ricas
de la narración centroamericana, y sobreviven con su carácter
oral, incluso durante el siglo XX.”

Lo que se creaba o elaboraba de manera anónima en Nicaragua, a partir


del siglo XVI, era una comunidad de creencias, ideas y costumbres; una
música, una lírica, un teatro callejero y sobre todo un amplio repertorio de
refranes, decires y cuentos, con una forma singular de hablar el castellano. De
todas maneras, lo original en la colonia fue por lo menos lo nicaragüense. El
contenido folklórico y el acento regional conducían a enriquecer la universidad
de la cultura popular, elaborada en Nicaragua durante la colonia. La cultura
colonial, al igual que sus antecesoras: la Europa del medioevo y las indígenas
centroamericanas, era primordialmente oral, predominando lo popular y lo
comunal.
La oralidad puede definirse como la modalidad, cauce o vía de expresión
oral de mensajes lingüísticos o literarios. Por lo general, el concepto de oralidad
se opone o contrapone al concepto de escritura.
Conjunto de unidades literarias orales y de sus mecanismos e
instrumentos y de reproducción a través de la voz y del oído humano.

La oralidad primaria: es la que se desarrolla en las sociedades o grupos


humanos iletrados y carentes de escritura, como pueden ser determinados
pueblos y sociedades tradicionales, o bien estamentos y grupos como el
campesinado medieval.
La oralidad Mixta: es la que se desarrolla en sociedades o grupos
humanos en que la influencia de la escritura en el conjunto de la cultura es débil y
parcial, porque se trata de un privilegio exclusivo de las clases de élite.
La oralidad secundaria: es la que se desarrolla en sociedades o grupos
humamos letrados, en que lo más sustancial de la cultura se trasmite a partir de
la escritura, con lo que el papel de la voz queda relegado a un plano secundario.

La mayoría de los especialistas, el tránsito de una cultura identificada con


la oralidad a otra dominada por la escritura supuso un cambio importantísimo en
la civilización humana. En efecto, en un ámbito de cultura oral, el hombre está
estrechamente ligado, como sujeto intermedio, a una cadena cultural patrimonial
sometida a potentísimas normas de cohesión grupal. Además, su consideración
del tiempo y de la historia es circular. Cuando la escritura permitió "acumular"
conocimientos sobre bases distintas y más amplias que la memoria humana, el
creador individual, y por tanto también, el hombre individual, comenzaron a
adquirir una cierta autonomía cultural con respecto a su grupo, y pudieron
desarrollarse tendencias individualistas, racionalistas y no simbólicas que
alteraron profundamente el panorama cultural de cada pueblo. El realismo y el
racionalismo se convirtieron en pautas culturales distintas de la imaginación y el
simbolismo con que las sociedades no letradas habían necesitado hasta
entonces imaginar y conocer el mundo. El tiempo comenzó a concebirse,
además, de forma lineal, según han señalado especialistas como McLuhan.
La oralidad, en consecuencia, determina una forma de ver y de
relacionarse con el mundo muy diferente de los que determina la escritura en las
sociedades letradas. En cualquier caso, la oralidad ha podido convivir, sobre todo
en los últimos siglos, con las culturas escrita, audiovisual e informática, de forma
que puede decirse que, en la actualidad, la mayoría de las personas del mundo
comparten segmentos de cultura que pueden considerar específicamente orales
con otros a los que han accedido a través de la escritura o de los medios de
comunicación audiovisuales e informáticos.

1.2 LITERATURA ORAL

Pedrosa afirma que la literatura oral, también llamada literatura de


transmisión oral o literatura de tradición oral, es el corpus de literatura que se
transmite esencialmente por vía oral, aunque puede tener también algún tipo de
transmisión escrita subsidiaria.
Enciclopedia Universal Multimedia.
Literatura oral frente a literatura escrita.

La literatura oral se contrapone, básicamente, a la que se transmite por la


vía de la escritura, aunque puede darse el caso de que una misma obra literaria
pueda transmitirse por las dos vías. Efectivamente, cuando una obra literaria que
se cuenta o que se canta de viva voz en el seno de una comunidad es transcrita y
convertida en un texto escrito, sucede que la misma obra tiene la doble
naturaleza y la doble transmisión, oral y escrita. También puede suceder al revés,
que una obra ideada para la escritura pueda oralizarse e incluso tradicionalizarse.
Así, se conocen composiciones poéticas, que fueron en algún momento
memorizadas por sus lectores o por los oyentes de sus lecturas públicas, y
transmitidas desde entonces de forma oral entre muchas personas.

Literatura oral, popular, folclórica y tradicional

El término de "literatura oral" es muy general y relativamente ambiguo.


Puede abarcar todas las obras literarias que, en algún momento, se hayan
transmitido de forma oral: desde un cuento folclórico hasta una canción y desde
un refrán hasta un pregón que se lee en voz alta y públicamente en una plaza.
Sus fronteras pueden confundirse a veces con las de la "literatura popular", que
engloba el conjunto de las obras literarias producidas por el pueblo, transmitidas
por el pueblo o destinadas a su consumo por el pueblo, ya sean orales (una
canción folclórica) o escritas, un folletín por entregas o una fotonovela). También
pueden solaparse con las de la "literatura folclórica", que resulta ser un sinónimo
más o menos absoluto de la "popular". Además, la "literatura oral" suele englobar
a la "literatura tradicional", que incluye el conjunto de obras literarias cuya
transmisión, por lo general oral, es aceptada de tal forma por una comunidad que,
al ser memorizada y transmitida de boca en boca entre sus gentes, comienza a
adquirir variantes distintivas en cada ejecución y a atomizarse en "versiones"
siempre diferentes de su "prototipo".
Los géneros de la literatura oral

Toda la literatura producida y transmitida en las sociedades carentes de


escritura puede ser considerada literatura oral en estado puro. Además, una
buena parte de la producida y transmitida en sociedades conocedoras de la
escritura puede seguir siendo también de transmisión oral, o de transmisión oral-
escrita. Ello explica que una gran cantidad de géneros literarios puedan
considerarse como propiamente o parcialmente orales. Entre ellos podrían
citarse:

Los géneros orales poéticos o en verso:

-La epopeya.
-La canción.
-La balada.
-Las paremias: el refrán, el proverbio, etc.
-La adivinanza, el acertijo y el enigma.
-El trabalenguas.
-El pregón.
-El brindis.

Los géneros narrativos o en prosa:

-El mito.
-La leyenda.
-El cuento.
-El chiste.
-La historia oral.
-Las informaciones etnográficas.

1.3. La leyenda
La leyenda ha sido definida como una narración oral o escrita que
presenta hechos extraordinarios considerados como posibles o reales por el
narrador y por el oyente, y relacionados con el pasado histórico y el medio
geográfico de la comunidad a la que atañe o en la que se desarrolla la narración.
Al contrario de lo que sucede con el cuento tradicional o con el mito, la leyenda
oral y tradicional es una narración por lo general breve, no compleja, y formada
por uno o por unos pocos "motivos" o sucesos narrativos. Su contenido tiene
elementos sorprendentes, sobrenaturales o difícilmente explicables desde puntos
de vista empíricos, pero se percibe como posible (e incluso a veces como real,
auténtico y hasta experimentado en persona) por el narrador y por el oyente. Sus
personajes suelen ser conocidos, antepasados o vecinos más o menos próximos,
o tienen por lo menos alguna relación con la historia del entorno local del
narrador. La leyenda oral y tradicional se inscribe en unas dimensiones de
espacio conocido y local, y de tiempo pasado pero no indefinido ni irreal. Es decir,
es sentida por el narrador y por el oyente como una historia extraordinaria y con
contenidos poco explicables desde el ámbito de la experiencia normal y de la
cotidianidad, pero refrendada por su conexión con su espacio y tiempo vitales, y
muchas veces también con personajes conocidos o inscritos en un pasado
próximo o tenido por próximo.
Resulta evidente para la mayoría de los investigadores que la leyenda, el
mito y el cuento comparten muchas veces la misma materia o por lo menos
algunos tópicos narrativos, y que en bastantes ocasiones lo único que les
distingue es la actitud ideológica y el grado de creencia del narrador y del oyente
hacia ellos: si les sitúa en un plano mágico-religioso, estaremos ante un mito; si
les sitúa en un plano histórico-local, lo que habrá será una leyenda; y si les
considera pura ficción atemporal y sin vinculaciones geográficas, será un Cuento.

1.4 El Cuento
El cuento es una narración breve de hechos imaginarios o reales,
protagonizada por un grupo reducido de personajes.
Cuento popular y cuento literario
Hay dos grandes tipos de cuentos: el cuento popular y el cuento literario.
• El cuento popular: Es una narración corta de hechos reales o
imaginarios tradicional que se presenta en múltiples versiones, que
coinciden en la estructura pero difieren en los detalles. Tiene 3 subtipos:
los cuentos de hadas, los cuentos de animales y los cuentos de
costumbres. El mito y la leyenda son también narraciones tradicionales,
pero suelen considerarse géneros autónomos (un factor clave para
diferenciarlos del cuento popular es que no se presentan como
ficciones).
• El cuento literario: Es el cuento concebido y trasmitido mediante la
escritura. El autor suele ser conocido. El texto, fijado por escrito, se
presenta generalmente en una sola versión, sin el juego de variantes
característico del cuento popular. Se conserva un corpus importante de
cuentos del Antiguo Egipto, que constituyen la primera muestra conocida
del género. Una de las primeras manifestaciones en la lengua castellana
es El conde Lucanor, que reúne 51 cuentos de diferentes orígenes,
escrito por el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV.

1.4.1 Partes del cuento


El cuento se compone de tres partes.
• Introducción o planteamiento: La parte inicial de la historia, donde se
presentan el o los personajes y sus propósitos. Pero fundamentalmente,
donde se presenta la normalidad de la historia. Lo que se presenta en la
introducción es lo que se quiebra o altera en el nudo. La introducción
sienta las bases para que el nudo tenga sentido.
• Nudo: Parte donde surge el conflicto, la historia toma forma y suceden
los hechos más importantes. El nudo surge a partir de un quiebre o
alteración de lo planteado en la introducción.
• Desenlace o final: Parte donde se suele dar el clímax, la solución a la
historia y finaliza la narración. Incluso en los textos con final abierto, hay
un desenlace.

1.4.2 Características del cuento


El cuento presenta varias características que lo diferencian de otros
géneros narrativos:
• Ficción: aunque puede inspirarse en hechos reales, un cuento debe,
para funcionar como tal, recortarse de la realidad.
• Argumental: el cuento tiene una estructura de hechos entrelazados
(acción-consecuencias) en un formato de: introducción – nudo –
desenlace.
• Única línea argumental: a diferencia de lo que sucede en la novela, en el
cuento todos los hechos se encadenan en una sola sucesión de hechos.
• Estructura centrípeta: todos los elementos que se mencionan en la
narración del cuento están relacionados y funcionan como indicios del
argumento.
• Personaje principal: aunque puede haber otros personajes, la historia
habla de uno en particular, a quien le ocurren los hechos.
• Unidad de efecto: comparte esta característica con la poesía. Está
escrito para ser leído de principio a fin. Si uno corta la lectura, es muy
probable que se pierda el efecto narrativo. La estructura de la novela
permite, en cambio, leerla por partes.
• Prosa: el formato de los cuentos modernos (a partir de la aparición de la
escritura) suele ser la prosa. Esto surge básicamente para evitar el uso
excesivo del papel. Un cuento escrito en verso podría ocupar más del
triple de espacio. En los textos modernos sonaría muy extraño leer un
cuento en formato verso.
• Brevedad: por y para cumplir con estas características, el cuento es
breve.

Subgéneros
Algunos de los subgéneros más populares del cuento son:
• Cuento policíaco.
• Cuento de ciencia-ficción.
• Cuento fantástico
• Cuento de hadas.
• Cuento de terror.
Si bien el microrrelato no tiene la estructura del cuento, algunos autores
lo consideran también un subgénero del mismo.
1.5 El Mito
mito (del griego µῦθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional de
acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o
extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes o monstruos.

Descripción general
El término mythos (µῦθος), en griego clásico significa aproximadamente ‘el
discurso’, ‘palabras con actos’ (Esquilo: «ἔργῳ κοὐκέτι µύθῳ», ‘de la palabra al
acto’) y, por extensión, un ‘acto de habla ritualizado’, como el de un jefe en una
asamblea, o el de un poeta o sacerdote o un relato (Esquilo: «Ἀκούσει µῦθον ἐν
βραχεῖ λόγῳ», ‘la historia completa que oirás en un breve lapso de tiempo’).
Los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual los
considera historias verdaderas. Su función es otorgar un respaldo narrativo a
las creencias fundamentales de la comunidad. Diversos mitos de una cultura
pueden integrarse en una mitología que sustenta la cosmovisión de un pueblo.
El mito es una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante
un tiempo primigenio, en el que el mundo no tenía aún su forma actual. Los
acontecimientos de la naturaleza que se repiten periódicamente se explican
como consecuencia de los sucesos narrados en el mito.
Según la visión de Lévi-Strauss, uno de los estudiosos más influyentes
del mito, a todo mito lo caracterizan tres atributos:
• trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la
muerte, el nacimiento y similares.
• está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra
destrucción, vida frente a muerte, dioses contra hombres.
• proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra
angustia.
Como los demás géneros tradicionales, el mito es en origen un relato
oral, cuyos detalles varían en el curso de su transmisión, dando lugar a
diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el mito ha
sido objeto de reelaboración literaria, ampliando así su arco de versiones y
variantes.
Desde que en la Antigüedad grecolatina las explicaciones filosóficas y
científicas entraron en competencia con las míticas, la palabra mito se cargó en
ciertos contextos de un valor peyorativo, llegando a utilizarse de forma laxa
como sinónimo de patraña, creencia extendida pero falsa: p. ej., la sociedad sin
clases es un mito comunista, o la mano invisible del mercado es un mito liberal.
También es común el uso un tanto laxo de mito y mítico (o leyenda y
legendario) para referirse a personajes históricos o contemporáneos (o incluso
a productos comerciales) cargados de prestigio y glamour: Charlot es un mito
del cine mudo; los Beatles son un grupo mítico.

1.5.1 Tipos de mitos


Se distinguen varias clases de mitos:
• Mitos cosmogónicos: intentan explicar la creación del mundo. Son los
más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A
menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano primigenio. A veces,
una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función
determinante en esta creación; en este caso, tales gigantes, que suelen
ser semidioses, constituyen la primera población de la tierra.
• Mitos teogónicos: relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea
surge armada de la cabeza de Zeus.
• Mitos antropogónicos: narran la aparición del ser humano, quien
puede ser creado a partir de cualquier materia, viva (un árbol, un animal)
o inerte (polvo, lodo, arcilla, etc.). Los dioses le enseñan a vivir sobre la
tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
• Mitos etiológicos: explican el origen de los seres, las cosas, las
técnicas y las instituciones.
• Mitos morales: explican la existencia del bien y del mal.
• Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por
voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos
gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
• Mitos escatológicos: anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen
teniendo amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases
principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo:
el agua o el fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La
inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses,
terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los
humanos.

1.5.2 Tipos de personajes


Las categorías de personajes del mito incluyen, entre otros, al héroe
cultural, dios que mata o que es envidioso, madre tierra, gigantes, etc. Uno de
los medios más comunes de clasificación es mediante la utilización de
oposiciones binarias. Zeus y los titanes, blanco y negro, viejo y joven, alto y
bajo son las características que reflejan la necesidad humana de convertir
diferencias de grado en diferencias de clase.

Lectura literal, alegórica y simbólica


Si bien los mitos parecen haber sido planteados originalmente como
historias literalmente ciertas, la dialéctica entre la explicación mítica del mundo
y la filosófica y científica ha favorecido el desarrollo de lecturas no literales de
los mitos, según las cuales éstos no deberían ser objeto de creencia, sino de
interpretación.
Así, la lectura alegórica de los mitos, nacida en Grecia en la época
helenística, propone interpretar a los dioses como personificaciones de
elementos naturales. Este empeño encuentra su continuación en teorías
posteriores, como la difundida en el siglo XIX por Max Müller, según la cual los
mitos tienen su origen en historias mal comprendidas sobre el sol, que ha sido
objeto de personificación, convirtiéndose en un personaje antropomorfo (el
héroe o dios solar).
La lectura simbólica considera que el mito contiene un contenido veraz,
pero no sobre aquello que aparentemente trata, sino sobre los contenidos
mentales de sus creadores y usuarios. Así, el mito sobre cómo un dios instituyó
la semana al crear el mundo en siete días contiene información veraz sobre
cómo dividía el tiempo la sociedad que lo creó y qué divisiones hacía entre lo
inanimado y lo animado, los distintos tipos de animales y el hombre, etc. Los
mitos contienen también pautas útiles de comportamiento: modelos a seguir o
evitar, historias conocidas por todos con las que poner en relación las
experiencias individuales.
Los estudios modernos sobre el mito se sitúan en tres posiciones
fundamentales:
• la funcionalista, desarrollada por el antropólogo Malinowski, examina
para qué se utilizan los mitos en la vida cotidiana (refuerzo de
conductas, argumento de autoridad, etc.);
• la estructuralista, iniciada por Lévi-Strauss, examina la construcción de
los mitos localizando los elementos contrarios o complementarios que
aparecen en él y la manera en que aparecen relacionados;
• la simbolista, que tiene referentes clásicos en Jung, Bachelard y Gilbert
Durand, considera que el elemento fundamental del mito es el símbolo,
un elemento tangible pero cargado de una resonancia o significación
que remite a contenidos arquetípicos de la psique humana. (Un ejemplo
de arquetipo es el Niño Anciano, figura contradictoria que se manifiesta
como un personaje longevo de apariencia o conducta infantil —como
Merlín— o un bebé o niño capaz de hablar y dotado de enormes
conocimientos, propios de un anciano —el niño Jesús dando clase a los
doctores—).

1.6 Superstición
Superstición es una creencia de que los individuos pueden alterar el
destino o la suerte propia, o de la de otras personas.

La superstición y el método científico

Las supersticiones, no fundamentadas o asentadas de manera irracional


en el ser humano, pueden estar basadas en tradiciones populares,
normalmente relacionadas con el pensamiento mágico. El supersticioso cree
que ciertas acciones (voluntarias o no) tales como rezos, ensalmos, conjuros,
hechizos, maldiciones u otros rituales, pueden influir de manera trascendental
en su vida.
Se consideran supersticiones aquellas disciplinas que la comunidad
científica llama pseudociencias, tales como:
• la adivinación
• la astrología
• la cartomancia
• el curanderismo
• el espiritismo
• el feng-shui
• la geomancia
• la magia
• la quiromancia
• el tarot
Lo que distingue a las supersticiones de la sabiduría y el sentido común
es que se afirma una relación causal entre los acontecimientos debido a
fuerzas supranormales:
• destino,
• poder invisible de los astros,
• poder invisible de los ritos mágicos,
• poder invisible de los espíritus, etc.
Esta manera de proceder es contraria a la razón, que analiza las
relaciones desde las causas inmediatas e intenta descubrir las leyes naturales
que rigen las proporciones (o que, sin encontrar relaciones causa-efecto,
explica los fenómenos a través de correlaciones, es decir, a través de la
frecuencia en la que dos eventos se presentan simultáneamente).
Con el pensamiento de la ciencia moderna, algunas de las
pseudociencias dieron paso al nacimiento de ciencias. Es el caso de la
astrología de la que surgió la astronomía, de la alquimia surgió la química, etc.
En el pensamiento mágico y la magia se considera posible producir
resultados que a la razón resultan contrarios a las leyes naturales conocidas
valiéndose de ciertos rituales, en los que intervienen entes considerados en
dicha creencia.

1.6.1 La superstición y la psicología


En el campo de la psicología, se entiende la superstición como el
resultado de la manera prejuiciosa de juzgar la información que tiene nuestro
cerebro. Un prejuicio cognitivo (del inglés cognitive bias, ‘predisposiciones
cognitivas’ o ‘sesgo cognitivo’, en español), es una distorsión cognitiva en el
modo en el que los humanos perciben la realidad. Algunos de estos procesos
han sido verificados empíricamente en el campo de la psicología, otros están
siendo considerados como categorías generales de prejuicios.
En algunas sociedades humanas se aprecia un proceso de decaimiento
de las supersticiones. Sin embargo, este proceso no es lineal, como lo
demuestra el auge que están teniendo la quiromancia y los exorcismos en Italia
y Europa. Para el individuo supersticioso, la superstición cumple un papel
positivo de estabilidad para la psiquis, por medio de los mecanismos de
defensa. Los actos apotropaicos, como decir «¡Jesús!» tras un estornudo para
rechazar la mala suerte, tocar madera, cruzar los dedos o santiguarse, tienen
esa función de «curar» la mente.
Otros temas importantes en relación con las supersticiones son: el
estudio del llamado pensamiento mágico, de la religión como un tipo de
creencia supersticiosa (ver más abajo), los trastornos obsesivo-compulsivos y
la esquizofrenia como enfermedad mental.

1.6.2 Prejuicios cognitivos


El pensamiento mágico base de la superstición, es una forma de pensar
y razonar que genera opiniones carentes de fundamentación lógica robusta o
estricta. Creencias carentes de lógica. Suele estar basado en percepciones
psíquicas subjetivas del individuo/colectivo, pudiendo haber sido condicionado
por otras personas que haya conocido o aceptando de algún modo las teorías
de dichos individuos con esas creencias.
En psiquiatría, varias enfermedades mentales y trastornos de
personalidad se caracterizan por diversos grados de pensamiento mágico. Se
utiliza el llamado método científico para remarcar lo endeble y arbitrario de las
convicciones basadas en lo sobrenatural.
Bruce Hood, profesor de Psicología del Desarrollo en la Universidad de
Bristol, llevó a cabo un experimento para demostrar la inutilidad de los
esfuerzos por combatir las creencias irracionales, ya que sostiene que el
cerebro humano tiende a funcionar de manera supersticiosa. Para demostrar
su teoría, el profesor Hood les preguntó a los miembros del público de un
festival de ciencias, si estaban dispuestos a probarse una chaqueta azul a
cambio de una gratificación de 10 libras esterlinas. Después de que no pocos
voluntarios levantasen la mano, dijo entonces que la chaqueta había
pertenecido a Fred West, un asesino múltiple. Al oír esto, la mayoría de los
voluntarios bajaron la mano como acto apotropaico o de defensa o rechazo del
agüero.
En realidad, la chaqueta no había pertenecido a Fred West. El
experimento mostró que esta creencia, a personas que se consideran
racionales (ya que asisten a un festival de ciencias), les hacía sentirse
incómodas.
Escrúpulos similares y creencias comparables, explican, por ejemplo,
por qué pocas personas estarían dispuestas a cambiar su anillo de boda por
una réplica idéntica. La diferencia entre conceder importancia sentimental a los
objetos y creer en la religión, la magia o lo paranormal, es sólo de grado, según
el profesor Hood.
Según el profesor Hood, debido a que los humanos operamos
intuitivamente, instar a las personas a abandonar su sistema de creencias, no
tiene éxito, porque ese componente irracional opera a un nivel tan fundamental,
que ninguna cantidad de evidencias racionales puede erradicarlo, de igual
modo que no podemos erradicar un instinto.

1.6.3 Supersticiones y creencias populares


Existe diferencia entre las supersticiones específicas y las
pseudociencias. Las pseudociencias tienen un definido ámbito concreto de
creencias donde no cabe todo sino de acuerdo a sus bases. Otra diferencia es
que los creyentes de supersticiones pueden ser personas de cualquier tipo
raza, status social, región mundial... y no tienen porqué creer en
pseudociencias, del mismo modo que un adepto de una pseudociencia no tiene
porqué creer en las supersticiones populares.
Existen supersticiones relacionadas con los diferentes ámbitos de la vida
del ser humano, desde los acontecimientos importantes para las personas (por
ejemplo el matrimonio, la menstruación femenina, la botadura de barcos, el
levantarse de la cama), los acontecimientos relacionados con los oficios (por
ejemplo: ordeñar en la ganadería), los acontecimientos temporales (por
ejemplo: fechas de siembra en la agricultura, el solsticio de la noche de San
Juan, las fases de la Luna), los relacionados con objetos o elementos o con
procesos: el hierro, por ejemplo, tiene poderes mágicos, protege a su
propietario contra las brujas y los malos espíritus.
Hay muchas supersticiones relacionadas con tijeras, cuchillos, espadas,
agujas...
Muchos escoceses creían que dormir con un cuchillo bajo la almohada
evitaría que las brujas se los llevasen mientras dormían. En muchos países se
considera fatídico regalar un arma blanca. El mango del cuchillo, al caer,
apunta en la dirección de donde provendrá la buena suerte o los amigos. Si el
cuchillo queda con el filo hacia arriba, se espera mala suerte, pues los espíritus
se cortarán los pies.

Supersticiones que generarían desgracia


• Doblar la servilleta usada, o guardar una servilleta en su servilletero al
final de una comida quebrantará la amistad.
• Para contrarrestar la desgracia, inmediatamente se debe tocar madera.
• Romper un espejo.
• Cruzarse con un gato negro.
• Derramar sal: la sal, en la Antigüedad, representaba riqueza. Al parecer,
este mito tiene su origen en el hecho de, una vez que Roma conquista y
arrasa con la ciudad de Cartago, los soldados romanos vertieron sal
sobre los restos de la ciudad, para que ninguna planta volviera a crecer
en ella; o en que en la Antigüedad era común dar paga con la sal, (de
ahí surge el salario) lo cual, al derramar este producto era considerado
un desprecio hacia el dinero y por ende suponía la futura falta del
mismo.
• Derramar aceite.
• Limpiar la mesa con papel, y no con un paño de tela, trae pérdidas
económicas, porque representa un desprecio al papel moneda.
• Rezar con las piernas cruzadas.
• Pisar en primer lugar con el pie izquierdo al levantarse de la cama
• Bautizar a un barco con el mismo nombre que tiene otro barco.
• Sentarse a comer 13 personas a la mesa, por la Última Cena de Cristo
con sus discípulos
• Estornudar, por temor a perder el alma, sólo durante la Edad Media.
o El riesgo se minimizaba cuando otra persona respondía
«¡Jesús!».
• Abrir un paraguas bajo techo, dentro de una casa.
• Que se cayeran las tijeras con el pico abierto, o dejarlas a posta abiertas
encima de la mesa de alguien, o dejarlas abiertas entre dos o más
personas, supuestamente produce riña por el entrechocar de las
espadas.
• Poseer un solo vaso de una colección en la que se han ido rompiendo
todos los demás.
• Mirar fijamente a una persona, mal de ojo o aojamiento, que desde
entonces sufre mala salud periódicamente o muere. Esta superstición se
documenta desde la época romana.
• Decir «¡por Dios!» ante cualquier suceso: según el mandamiento de la
ley mosaica, no debía tomarse el nombre divino en vano.
• Cuando una persona se ríe mucho es que le espera alguna desgracia o
disgusto.
• El acostarse del lado del corazón ocasiona malos sueños.
• Cortarse las uñas en los días que tienen erre (martes, miércoles y
viernes) genera padrastros.
• Matar a las golondrinas: porque una leyenda (no bíblica) dice que le
extrajeron las espinas a Cristo en el Calvario.
• Que un artista (actor, cantante, músico, etc.) salga al escenario con una
prenda amarilla.
• Que el novio vea a la novia vestida de tal antes de la ceremonia.
• En México (especialmente en el estado de Jalisco), pisar un mango
echado a perder.
• Cortar muy seguido, usando la tijera, se dice que corta los caminos.
• Barrer los pies a alguien, dicen que quita la fortuna
o Para revertir, la persona cuyos pies fueron barridos debe pisar la
escoba.
1.6.4 Supersticiones contra el mal o contra la mala suerte
Determinadas acciones son tradicionalmente consideradas como conjuros o
actos contra el mal, los malos espíritus, las brujas y la mala suerte, y se
realizan para protegerse, desviarlos, evitarlos o rechazarlos:
• Echar sal detrás del hombro, para aplacar a los malos espíritus que
están tras la persona.
• Tocar un objeto de madera al oír algo que se considera inauspicioso,
pues algunas culturas creen que poseen propiedades mágicas o se
puede pedir un deseo.
• Cuando las ratas abandonan un barco es por que se va a hundir.
• Cuando lo animales abandonan un lugar es por que viene un desastre.
• Tener en el hogar un altar con estampitas de santos y vírgenes.
• Encender una vela a un santo, en una iglesia católica o en el hogar.
• Hacer una "limpieza" mediante magia blanca con una bruja o curandera.
• Santiguarse al oír algo que proporciona mala suerte.
• Hacer el conjuro de la taza de agua y las gotas de aceite para evitar el
mal de ojo o aojamiento.
• Golpear ligeramente las copas antes de beber su contenido, espanta a
los malos espíritus y evita que entren al momento de abrir la boca.
• Ponerle una cinta roja a los bebes, o en la panza de la mama
embarazada.
• Si se cae azúcar, ponerse un poco de la azúcar derramada, en la frente
que es fortuna
• Usar la ropa interior al revés, es decir, la parte de afuera hacia adentro,
alejando los malos conjuros de brujas.
• Derramar el vino predice buena suerte o trae alegría.
• Encontrarse por casualidad una herradura con 7 agujeros para los
clavos es un buen augurio en Algeciras, o la sola posesión de una
herradura.
• Tener la pata de un Conejo, frotarse y acariciarse con ella.
• El número Siete
• Para ganar la lotería se debe apoyar el billete en la espalda de un
jorobado o en el vientre de una embarazada.
• Tener amuletos, como una pata de Conejo, estampitas de santos,
alguna piedra especial o semipreciosa, etc.
• Tener la bendición de los padres al casarse.
• La mujer soltera que —durante una fiesta de casamiento— atrape el
ramo de la novia cuando ésta realiza el rito de tirarlo violentamente por
encima del hombro será la siguiente en casarse (en la Edad Media era
primordial que una mujer se casase).
• Cuando una persona debe pasar una prueba o realizar un examen
académico, debe encender (ella misma u otra persona) una o varias
velas en su casa o en una iglesia católica.
• El feng shui chino y el vastu de la arquitectura hindú poseen conceptos
parecidos y hasta equivalentes, que analizan qué lugares y fechas son
las mejores para construir un edificio o iniciar una empresa o negocio o
una relación de pareja.
• En México se dice cada Viernes Santo hay un aguacate que en vez de
carozo contiene un huevo de paloma. Hay que sostener el huevo en la
mano y rezar un Padre Nuestro. El huevo se abrirá, y saldrá volando un
polluelo, que es el Espíritu Santo. El lugar donde el polluelo se pose
estará bendito incorruptiblemente hasta la llegada del Fin del mundo.
• Pisar excremento que esté en el suelo, da buena suerte durante 7 años.

1.6.5 Supersticiones que auguran el futuro


• Cuando a un difunto se le quedan los ojos abiertos es señal de que
pronto le seguirá algún individuo de la familia.
• No deben echarse las cáscaras de los huevos en el fuego, porque se les
secará el ano a las gallinas y no pondrán más huevos.
• Quien duerma en una cama con los pies hacia la calle morirá.
• Cuando se tira al suelo una cerilla encendida, y ésta no se apaga, es el
augurio de una muerte próxima.
• Una mujer, durante la menstruación, no puede hacer mantequilla,
mayonesa, tocar o preparar la leche o productos lácteos, regar las
plantas, dar de comer a los animales... la mantequilla o mayonesa no
ligarán, la leche se cortará, las plantas se secarán, los animales morirán,
especialmente crías o bebés ajenos, o se les estropeará la comida. Esta
superstición está relacionada con la pureza y la impureza de la mujer, y
coincide con supersticiones afines del mundo islámico actual.
• "Dineros o palos". Si se siente comezón o picazón en la palmas de las
manos, es que se va a recibir dinero, o se van a recibir palos.
• La mujer que siga el vuelo de una mariquita dará con el hombre ideal.
• Una mariposa que vuela alrededor de una persona augura buenas
noticias si es blanca, y malas noticias si es negra.
• Cuando una pulga pica en el dorso de la mano, es señal de que se va a
recibir dinero (en la Edad Media había pulgas en todas las casas).
• Cuando una persona sueña con toros, es que le tocará la lotería, si es
que ha jugado.
• Cuando a una persona soltera se le barren los pies, no se casa.
• Pisar accidentalmente el excremento de un animal traerá buena suerte.
• Todos los 2 de febrero, la estatua de la Virgen María sale en procesión
ritual por las calles cercanas al templo. Si vuelve a entrar con la vela
encendida, será buen año.
• En México, cuando un cuchillo cae y se clava en el suelo, augura la
llegada de una visita.
• En Aragón (España), cuando una persona, sin darse cuenta, se pone
una prenda del revés (por ejemplo, la camiseta con la espalda al frente),
es que se va a producir una sorpresa, un imprevisto bueno o malo.
• En Aragón (España), «Soñar con muertos, saber de vivos»: cuando se
sueña con personas que han muerto, sobre todo familiares, es que se
van a recibir nuevas noticias de, o se va reunir uno con, amigos o
parientes.

1.6.6 Religión y superstición


Casi cada religión posee rituales, ceremonias o ensalmos que pondrían
a la persona en relación con las fuerzas espirituales, y que las personas que no
pertenecen a esa religión pueden considerar supersticiones, como el
degollamiento de una gallina, la señal de la cruz, el bautismo, la misa, etc.
Se acepta que es más probable encontrarse con alguien que profesa una
religión supersticiosa que con un agnóstico o con un ateo supersticioso.
La diferencia entre superstición y fe religiosa estriba, en primer lugar, en
la manera de comprender globalmente la realidad. En la superstición, la fuerza
supranatural que actúa es arbitraria y disgregada de las demás, mientras que
una religión tiene un sistema teológico organizado que afirma la existencia de
un ser (o varios) o una causalidad superior general, que actúa(n) en el todo. En
segundo lugar, de cada religión se deriva, además de la espiritualidad, una
moral, mientras que en numerosas supersticiones sólo se condiciona la
actuación del individuo hacia la adquisición o pérdida de la suerte o la
desgracia. Y en tercer lugar, en muchas religiones, como el cristianismo, no se
encuentra contradicción entre la racionalidad, que examina las causas
inmediatas, y la creencia religiosa, con la consecuente coexistencia de ambas
actitudes.
El cristianismo considera la superstición como contraria al primer
mandamiento.
Desde esta perspectiva, se comprende que, según el diccionario de la
Real Academia Española, la superstición es una ‘creencia extraña a la fe
religiosa y contraria a la razón’.
La superstición no tiene por objeto el conocimiento de la realidad que
yace tras dicha creencia, se da por supuesto su veracidad. Su objeto es
mantenerse alerta en las situaciones diarias para evitar o incidir en las acciones
que conducen de modo oportuno a la base de la creencia. La religión tiene por
objeto de un modo básico, adquirir la gracia del ente o entes objeto de
adoración a base de cumplir los mandamientos (véase ascética) y rechazar las
prohibiciones que dicta su credo.
Algunas religiones y cosmovisiones esotéricas herméticas han
considerado los estados de conciencia alterados como una prueba más de la
existencia de sus creencias. Su conocimiento parte de premisas y fuentes
totalmente diferentes a las de la ciencia, la técnica y la filosofía científicas (de
nuestro tiempo). Sería fruto del desarrollo de capacidades en el individuo que
trascenderían los límites de la percepción sensorial normal. Mediante técnicas:
meditativas, autosugestión, privación del sueño, ayuno, deshidratación, drogas,
intoxicaciones... los sujetos experimentan una realidad más allá del umbral de
la normalidad y perciben un nivel de realidad diferente y subjetivo a sí mismo.
1.6.7 Orígenes de la idea de superstición
Etimología del término: la palabra española «superstición» corresponde
al verbo latino super-stare (‘permanecer sobre’, que para los romanos tenía el
sentido figurado de «ser testigo» o «sobrevivir»). De acuerdo con Cicerón, y
después Isidoro de Sevilla, la idea de trascender y perpetuarse a través de la
realización constante de rituales subyacía en el uso de esta palabra:
Se llama supersticiosos a quienes rezan u ofrecen sacrificios todos los días
para que sus hijos les sobrevivan
Cicerón: De natura deorum (II, 72)
Por otra parte, en la antigua Roma los adivinos eran calificados
frecuentemente como superstitiosus, lo que de por sí no habría constituido una
valoración necesariamente peyorativa. Pero a veces sí se dio un sentido
desfavorable a la palabra y las acciones que designaba, entendidas como una
manifestación exagerada, y por tanto superflua y desordenada, de religiosidad.
Esta idea resulta más comprensible si se considera que religio, la
religión, significaba precisamente lo contrario para los romanos. Según el
mismo Cicerón, religio viene de re-legere (‘reagrupar, ordenar’). Por lo mismo,
dentro de la preocupación romana de realizar el culto dentro de normas rígidas,
una exageración, como hacer sacrificios todos los días, podía llegar a ser
entendido como un defecto. Para los romanos, el supersticioso podía llegar a
ser o bien un tartufo o una persona afectadamente religiosa.

1.6.8 Evolución del concepto cristiano de superstición


En las primeras versiones en latín del Nuevo Testamento cristiano se
utiliza sólo 3 veces la palabra «superstición», siempre a la manera romana:
• En Hechos (17.22), sin un sentido peyorativo explícito, cuando san
Pablo alaba a los atenienses por tener un altar reservado «al dios
desconocido». Entonces, refiriéndose a que son «extremadamente
religiosos», los calificó de «quasi supertitiores».
• En Hechos (25, a. C.19), en un sentido literal y ambiguo, cuando los
judíos acusan al mismo Pablo de supersticioso por creer que Jesucristo
está vivo (que «ha sobrevivido»), siendo que ya ha fallecido.
• En Colosenses (2, a. C.21), refiriéndose a una manera afectada de
religiosidad, cuando nuevamente Pablo exhorta a sus lectores a dejar el
formalismo ritual judío y así no caer «in supertitione».
Pero después de décadas, o incluso siglos, los primeros cristianos
comenzaron a cambiar el sentido de la palabra «superstición».

1.7 El estilo oral


La literatura oral tiene un "estilo" diferente del de la literatura escrita.
Debido a que ha de apoyarse en buena medida en la memoria del emisor, ya que
dispone de un tiempo limitado de "ejecución", coincidente con el que un auditorio
normal puede dedicar a este acto, entre el resto de sus acciones, obligaciones y
trabajos, puede decirse que las obras literarias orales suelen tener una extensión
menor de las que pueden llegar a alcanzar las obras literarias escritas. Tal
extensión, que condiciona, por supuesto, las características estilísticas de la obra,
ha de adecuarse al marco social y temporal que vaya a acoger esa obra literaria.
Así por ejemplo, una canción de cuna suele tener una duración breve, de acuerdo
con el acto al que acompaña... Si ese acto de acunar se prolonga más allá de lo
previsto, la misma canción podrá repetirse un número indeterminado de veces,
puesto que no es su texto, sino su ritmo repetitivo, el que cumple la función de
ayudar a dormir al niño. Un cuento tradicional tendrá también una duración
acorde con el contexto social en que funcione (reuniones nocturnas familiares o
de viajeros, pausas en las labores tradicionales), y podrá incluso alargarse con
episodios insertos o con recursos de amplificativo del discurso oral en la medida
en que su ocasionalidad lo requiera. Un poema épico cantado podrá llegar a tener
una extensión muy amplia, que incluso requiera su ejecución en varios días.
Pero, en ese caso, deberá estar estructurado y subdividido en partes susceptibles
de ser ejecutadas en una sola sesión de duración más limitada.
Otra característica definitoria del estilo oral es la importancia que en él
adquieren las fórmulas orales recurrentes. El uso de fórmulas (de apertura y
cierre, transición, elogio, imprecación, calificativas, etc.)
Son también rasgos distintivos del estilo oral la importancia que se da al
ritmo sobre otros elementos de disposición del discurso; el uso de interpelaciones
y de fórmulas dirigidas al auditorio para captar o mantener su atención, etc.; y el
trascendental papel de la entonación, las modulaciones de voz, la musicalidad (a
veces incluso con instrumentos acompañantes), la gesticulación y diversos
elementos extratextuales como complementos esenciales para la recepción y la
interpretación del texto.

1. 8 Historia y evolución de la literatura oral

Los orígenes de la literatura oral deben de ser, sin duda, prehistóricos y


preliterarios, si se entienden ambos términos en relación con épocas en que la
historia y la literatura no se documentaban todavía por escrito. Desde los
primeros pasos del hombre como especie animal dotada de capacidad intelectual
y cultural, la transmisión de sus saberes y experiencias debió realizarse a través
de un tipo de lenguaje articulado distinto del de los animales; tal lenguaje debió ir
desarrollando funciones no sólo comunicativas, sino también estéticas, basadas
en la utilización de recursos formales (repeticiones, paralelismos, etc.) y
expresivos (imágenes, metáforas, tropos, etc.) que permitieran poner énfasis
sobre determinados aspectos y usos especiales de una parte de los mensajes
lingüísticos producidos por el hombre: los que, poco a poco, fueron
convirtiéndose en literarios. Así por ejemplo, en las plegarias que los hombres
dirigían a sus divinidades debieron irse desarrollando ciertos recursos estilísticos
(fórmulas de inicio y cierre, de sumisión y súplica, repeticiones enfáticas, etc.) que
fueron poco a poco adquiriendo un carácter ritualizado y tradicional que permitiría
pasar de la plegaria individual a la plegaria colectiva, de la que se pronuncia en
una sola ocasión a la que se repite y reelabora muchas veces. Otro tanto debió
de suceder con los demás géneros de la literatura oral, que sin duda debieron
seguir procesos de desarrollo y enriquecimiento progresivos en todas las
sociedades tradicionales del mundo.
Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que la tradición literaria oral de las
sociedades antiguas, anteriores a la aparición de la escritura, debió de ser de una
extraordinaria riqueza y complejidad, pese a que, en la inmensa mayoría de los
casos, aquellas producciones literarias se hayan olvidado y perdido. El hecho de
que en las sociedades iletradas contemporáneas, es decir, en las mal llamadas
primitivas, de África, América, Oceanía, etc. la antropología moderna haya
logrado descubrir y en algunos casos registrar repertorios amplísimos de literatura
tradicional entrañablemente enraizada en la vida de cada pueblo, avala que lo
mismo debió suceder en las sociedades iletradas de la antigüedad, incluso de la
más remota.
Puede incluso suponerse que el uso y la función de la literatura oral, en las
sociedades tradicionales iletradas, tenía dimensiones religiosas, culturales,
sociales y psicológicas de extraordinaria importancia, seguramente más
operativas y funcionales que las que la literatura escrita ha podido tener en
cualquier sociedad letrada de cualquier época. Efectivamente, en las sociedades
iletradas, la literatura oral era el cauce de expresión de las creencias, ideas y
normas religiosas, de la memoria histórica de cada linaje, clan o pueblo, de sus
normas jurídicas, de su repertorio de sentencias y conocimientos ideológicos y
morales... En las sociedades iletradas, la literatura oral se identifica, en definitiva,
y de manera prácticamente plena, con toda la tradición cultural de cada persona y
de cada pueblo. Por el contrario, en las sociedades letradas, la tradición cultural
encuentra otros modos de codificación diferentes de la modalidad literaria.
Diversos pueblos ibéricos que, en la antigüedad, transmitían oralmente, de
generación en generación, su complejo y extenso corpus de leyes. En las
sociedades letradas modernas, los corpus de leyes se transmiten no por el cauce
de la literatura oral, sino por el de códigos escritos no literarios, sino jurídicos, y
organizados de acuerdo con criterios no de estética, sino de ordenación y
jerarquización racional de sus contenidos. Ejemplos como éste prueban que, en
las sociedades sin escritura, la utilización y la importancia de la literatura oral
pueden impregnar prácticamente todas las órbitas y dimensiones de la vida
social, en mucha mayor medida de lo que sucede con la literatura escrita en las
sociedades letradas.
También puede afirmarse que la literatura oral de las sociedades iletradas
posee una riqueza, densidad y amplitud que supera muchas veces a las de la
literatura escrita de las sociedades con escritura. Si se atiende, por ejemplo, al
género de la epopeya, se puede apreciar que los grandes poemas épicos nacidos
en el seno de sociedades no letradas o muy escasamente letradas de la
antigüedad (los grandes poemas homéricos griegos.) tuvieron una extensión y
densidad mucho más ambiciosos que los que caracterizan a otros poemas épicos
de épocas y sociedades en que la escritura era ya conocida. El Mahabbarata,
nacido en la mayoritariamente iletrada sociedad india de los cinco siglos
anteriores a la era cristiana (y transmitido desde entonces por vía
fundamentalmente oral), es, efectivamente, incomparablemente más extenso y
complejo, y de unas ambiciones literarias, místicas y religiosas mucho mayores,
que las del Cantar de mio Cid castellano medieval, nacido en una sociedad que
iniciaba un lento pero seguro camino hacia la alfabetización.
El desarrollo de la escritura en las sociedades letradas no ha llegado a
eliminar jamás la tradición literaria oral, aunque sí ha entrado en directa
concurrencia y a veces hasta en competencia con ella. Puede decirse, en efecto,
que, a medida en que se desarrolla la tradición literaria escrita, va disminuyendo y
empobreciéndose la tradición literaria oral. La escritura ofrece nuevas
posibilidades de desarrollo de la expresión literaria, de ampliación de su
extensión, y de ensayo de voces y recursos muy variados y complejos que no
serían posibles en una obra literaria oral. Pero, al mismo tiempo, la escritura
parece haber llevado a la pérdida de la dimensión colectiva y de la estricta
depuración que generaciones de transmisores habían imprimido en la mejor
literatura de transmisión oral. Por eso numerosos especialistas defienden que
obras de tradición oral colectiva como La Ilíada o el Mahabbarata son
insuperables desde el punto de vista de la tensión y de la monumentalidad
literaria; o que simples, breves y emotivas cancioncillas de amor anónimas
alcanzan un grado de emotividad y de belleza poética desconocidos en el campo
de la literatura escrita. Ha sido común, además, que algunos de los más grandes
y conocidos escritores del mundo hayan reconocido su admiración y su deuda
hacia la literatura oral, y que algunos hayan visto en ella los mejores modelos y
monumentos de la literatura de cualquier signo.
Cuando la escritura comenzó a desarrollarse en las primeras grandes
civilizaciones de la historia (China, Japón, Mesopotamia, Egipto, Grecia...), la
producción de textos literarios comenzó siendo una simple transliteración de
tradiciones orales anteriores. Y cuando comenzaron a surgir las primeras figuras
y nombres de autores literarios, en cualquiera de estos ámbitos, muchas veces se
limitaron a ser compiladores o transmisores de obras orales patrimoniales, o a
seguir muy de cerca el modelo de la literatura oral de su entorno. Del gran
Homero, por ejemplo, se cree hoy en día que (si es que existió) fue un simple
transmisor o compilador de cantares épicos de larga vida anterior en la tradición
oral griega. Y todos los grandes escritores líricos y dramáticos griegos posteriores
se inspiraron una y otra vez en la tradición lírica, mítica y leyendística patrimonial
que habían previamente conocido por vía fundamentalmente oral. La Biblia
hebrea es, en buena parte, una compilación de historias, leyendas y cantos
tomadas de la tradición oral, igual que sucede con los Evangelios cristianos, que
incluyen todo tipo de parábolas y ejemplos pertenecientes a una viejísima
tradición previa.
En los inicios de la Edad Media, el incipiente desarrollo que había
alcanzado la alfabetización en algunas de las grandes civilizaciones de la
antigüedad, como la griega y la romana, quedó bruscamente truncado, y hubo de
refugiarse únicamente en los ambientes clericales. Sin embargo, en torno a los
siglos XI y XII sobre todo comenzó de forma casi simultánea en toda Europa una
tendencia cada vez mayor a poner por escrito los grandes textos de cada
tradición oral vernácula.
Durante el siglo XV, con la invención y desarrollo de la imprenta, se abre
una etapa radicalmente nueva en la historia de la literatura y de la cultura. El
Renacimiento se ve provisto de un instrumento extraordinariamente novedoso y
potente para la difusión y democratización de la cultura, que a partir de entonces
irá muy lentamente pasando de ser un privilegio de las reducidísimas clases
sociales (el clero y la nobleza) que tenían acceso a los manuscritos artesanales, a
ir calando en una burguesía que empezó a tener a su alcance la compra de
folletos y de libros a precios cada vez más accesibles. La literatura escrita, hecha
desde la escritura, con recursos específicos, y para un público lector, en vez de
para un público oyente, va ganando cada vez más terreno a la literatura oral, si
bien hasta el siglo XVII y XVIII sigue siendo muy común el fenómeno híbrido de
las lecturas públicas, en que una persona letrada recitaba en voz alta, para un
público de personas iletradas, cualquier obra escrita.
Puesto que la alfabetización nunca ha llegado, hasta el siglo XX, a ser una
realidad absolutamente consumada en el mundo hispánico, la literatura oral ha
seguido teniendo un papel decisivo en la formación y en la vida de muchas
personas de clase social modesta e iletrada, especialmente en los ámbitos
rurales. Los folcloristas del siglo XX han podido recoger todavía, en apartados
pueblos de la geografía hispánica, joyas muy raras y hermosas de la literatura
oral, que durante siglos se han mantenido vivas y transmitido de generación a
generación pese a la presión creciente de la cultura escrita.
El desarrollo de la radio y de la televisión, a partir de las primeras décadas
del siglo XX, ha tenido un impacto posiblemente más determinante que el de la
imprenta y la literatura escrita en el repertorio de la literatura oral occidental en
general e hispánica en particular. Efectivamente, ambos ingenios han sido
responsables de un profundo cambio en los hábitos sociales y culturales del siglo
XX, puesto que han hecho desaparecer muchos de los ritos, fiestas y
entretenimientos comunitarios que constituían el caldo de cultivo básico de la
literatura oral transmitida desde hace siglos, sustituidos por la presencia
silenciosa y pasiva frente a los aparatos de radio o de televisión. En el siglo XX, el
pueblo dejó en buena medida de cantar o de contar cuentos en las veladas
nocturnas del invierno o en las pausas y recesos del trabajo, y se convirtió en
simple oyente o espectador de la radio y de la televisión, con lo que se produjo
una brusca y fatal fractura en la cadena de transmisión de la literatura oral que se
había mantenido operativa durante siglos.
Pese a la durísima competencia de la difusión cultural a través de la
escritura, la radio, la televisión y la informática, que tanto ha contribuido a la
decadencia de la literatura oral, está fuera de toda duda que ésta nunca
desaparecerá. Los seres humanos siguen teniendo necesidad de utilizar la voz
como cauce de expresión cultural fundamental. Muchas canciones, innumerables
chistes, intensos rumores, siguen vivos en un mundo cada vez más poblado de
ingenios audiovisuales e informáticos potentísimos. Las leyendas urbanas que
han venido a sustituir a las viejas leyendas rurales gozan de buena salud en la
época actual, y las grandes reuniones políticas o los encuentros deportivos más
masivos siguen celebrándose al son de canciones y "eslóganes" en continuo
proceso de generación y evolución.
Incluso Internet es en la actualidad un cauce de difusión de ideas y de
cultura muy permeable a las historias y rumores que circulan en la calle, y que a
través de este nuevo cauce han encontrado una nueva forma de expansión y de
difusión.
1.9 Los estudios de literatura oral

Pese a que una buena parte de la más antigua y mejor literatura universal
e hispánica es de signo fundamentalmente oral, su asociación a lo vulgar y a lo
popular fue causa de desatención y de marginación, hasta la época neoclásica,
por parte de muchos estudiosos y teóricos de la literatura. Sin embargo, el
romanticismo europeo de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, comenzó a
reivindicar al pueblo como sujeto creador y transmisor de las diversas literaturas
nacionales, y a partir de ahí se despertó un creciente interés por las formas de
creación y de difusión oral de la literatura. Desde los hermanos Jakob y Wilhelm
Grimm en Alemania hasta Manuel Milá i Fontanals y Antonio Machado y Álvarez
"Demófilo" en España, surgieron en la Europa del siglo XX una gran cantidad de
recolectores y de estudiosos de la literatura oral y popular que sentaron las bases
para los estudios y métodos más desarrollados y profundos del siglo XX. En éste,
filólogos como Ramón Menéndez Pidal (en el ámbito hispánico y románico)
elaboraron teorías extraordinariamente influyentes acerca de la autoría individual
y la recreación colectiva de la literatura oral. Y, en el ámbito anglosajón, Milman
Parry y Albert Bates Lord construyeron la llamada "teoría oralista" que intentaba
explicar la esencia poética de la épica homérica y de la épica oral moderna
(especialmente de la del ámbito balcánico) a partir del uso y la recombinación
constante de fórmulas patrimoniales. En la actualidad, los estudios sobre
literatura oral están conociendo un auge extraordinario en todo el mundo.
Universidades de todo el mundo la dedican amplios programas, y numerosas
revistas atienden a ella de forma monográfica.

1.10 Los géneros de la Literatura Oral.


El género literario tradicional más y mejor representado es, sin duda, la
leyenda, seguramente porque es también el más vivo en la tradición urbana
contemporánea.
Una leyenda es una narración oral o escrita que presenta hechos
extraordinarios considerados como posibles o reales por el narrador y por el
oyente, y relacionados con el pasado histórico y el medio geográfico de la
comunidad a la que atañe o en la que se desarrolla la narración.
La voz leyenda, al igual que la mayoría de sus paralelos en las distintas
lenguas occidentales Legende) deriva del latín legenda, forma de legere "leer". Se
trata de una familia de voces que, cuando hizo su aparición en las lenguas
vulgares de Occidente durante la Edad Media, se refería específicamente a las
vidas de santos (hagiografías) que ponían por escrito los clérigos para facilitar la
difusión de historias piadosas y edificantes en que lo milagroso y lo fantástico se
vinculaba estrechamente con lo histórico o pseudohistórico. Cualquier otra
narración de contenido extraordinario que no fuese hagiográfica recibía por
entonces el nombre de historia (si versaba sobre el pasado nacional o universal),
o de enxiemplo, ejemplo o conseja (si se identificaba con el cuento más o menos
moralizante). La extraordinaria proliferación medieval de las leyendas
hagiográficas haría que, en un estadio posterior, cualquier narración
extraordinaria (no necesariamente de milagros de santos) que se quisiese
presentar como auténtica y real quedase englobada bajo el epígrafe de leyenda,
aunque sería éste un proceso de resemantización lento y desigual en que la voz
leyenda siguió funcionando durante siglos como sinónimo secundario de historia
e incluso de relación. Pero a partir del siglo XVIII, la voz historia iba a sufrir un
creciente proceso de especialización hacia la acepción de hecho real objeto de la
emergente ciencia historiográfica positivista; y por la misma época, relación o
relación de sucesos, que era la denominación común de los escritos en prosa o
verso que referían sucesos más o menos extraordinarios aunque con alguna
base, ambientación o apariencia histórica, caería en desuso, tanto como la
producción de pliegos sueltos en que se solían transmitir, y que decaería
continuamente hasta su completa desaparición (en Europa occidental) en el siglo
XX. Fue entonces cuando la voz leyenda acabó imponiéndose definitivamente
para designar la narración oral o escrita que combina lo histórico con lo fabuloso.
Su aceptación final se debió también en parte al uso que de ella hicieron diversos
escritores románticos de gran popularidad, empezando por el escocés sir Walter
Scott (1771-1832) o por el francés Víctor Hugo (1802-1885), que dieron este
nombre a sus narraciones y poemas de sucesos extraordinarios supuestamente
protagonizados en ambientes y épocas históricas por personajes que tuvieron
vida real. En España, el duque de Rivas (1791-1865) y José Zorrilla (1817-1893)
dieron el título o el subtítulo de Leyendas a poemas o a obras dramáticas
inspiradas en personajes, épocas y sucesos históricos, sobre todo medievales,
aunque dotaron a sus argumentos de abundantes elementos y añadidos
fabulosos y sentimentales; y Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) dio también el
nombre de Leyendas a muchas de sus narraciones en prosa, aunque, en vez de
ceñirse de manera estricta a las escenificaciones medievales, recreó temas,
épocas y ambientes de signo muy diferente. Hoy en día, la voz leyenda se ha
impuesto de manera definitiva como nombre de la narración oral o escrita que
presenta hechos extraordinarios como si fueran históricos, reales y vinculados
cronológica y topográficamente con la comunidad a la que se refiere la narración.

1.10.1 La leyenda oral y la leyenda escrita


La leyenda constituye un subgénero literario en el que se pueden
establecer dos grandes categorías: la leyenda oral y tradicional, y la leyenda
escrita y literaria.
La leyenda oral y tradicional es una narración por lo general breve, no
compleja, y formada por uno o por unos pocos "motivos" o peripecias narrativas.
Su contenido tiene elementos sorprendentes, sobrenaturales o difícilmente
explicables desde puntos de vista empíricos, pero se percibe como posible (e
incluso a veces como real, auténtico y hasta experimentado en persona) por el
narrador y por el oyente. Sus personajes suelen ser conocidos, antepasados o
vecinos más o menos próximos, o tienen por lo menos alguna relación con la
historia del entorno local del narrador. La leyenda oral y tradicional se inscribe en
unas dimensiones de espacio conocido y local, y de tiempo pasado pero no
indefinido ni irreal. Es decir, es sentida por el narrador y por el oyente como una
historia extraordinaria y con contenidos poco explicables desde el ámbito de la
experiencia normal y de la cotidianidad, pero refrendada por su conexión con su
espacio y tiempo vitales, y muchas veces también con personajes conocidos o
inscritos en un pasado próximo o tenido por próximo.
La leyenda escrita y literaria es una narración por lo general breve, aunque
suele tener un tipo de desarrollo y complejidad literaria superiores a los de la
leyenda oral y tradicional, que suele ser su fuente última y primordial de
inspiración argumental. A veces, las leyendas escritas y literarias se estructuran
en ciclos narrativos en torno a personajes, regiones o acontecimientos concretos,
y en esos casos pueden adquirir dimensiones superiores. Su contenido presenta
ingredientes sobrenaturales, extraordinarios o difícilmente explicables desde
puntos de vista empíricos, pero que se perciben como posibles e incluso como
reales por el lector. Su autor suele operar mediante ampliación y embellecimiento
de una materia narrativa anterior, y procurar el suministro de pruebas que
redunden en la credibilidad de la historia. Sus personajes suelen ser conocidos,
antepasados o vecinos más o menos próximos, o personas que hayan tenido una
relación más o menos directa con la historia del entorno o de la comunidad
ideológica del escritor. Sin embargo, la elaboración y las pretensiones literarias
hacen que muchas leyendas escritas sean de signo menos localista que las
orales y tradicionales, y que puedan desarrollarse parcialmente en escenarios y
en épocas lejanos e irreales. En general, puede decirse que, como en el caso de
la leyenda oral, la escrita es sentida por el narrador y por el oyente como una
historia extraordinaria y con contenidos poco explicables desde el ámbito de la
experiencia normal y de la cotidianidad, pero refrendada por su conexión con su
espacio y su tiempo vitales, y muchas veces también con personajes conocidos o
inscritos en un tiempo pasado próximo o sentido como próximo.
Compilaciones

1.11 Leyendas

1. Cerro La Cruz

Este cerro iba creciendo de manera acelerad. La gente se sorprendía, y


dispusieron contarle al padre del pueblo. Y éste realizó observaciones
periódicas, lo cual comprobó lo que la gente le decía. Entonces dispuso ir a
hacer una misa al cerro, echarle agua bendita y colocar una cruz en la cima
del cerro, y así, de esta manera, el cerro no siguió creciendo y se quedó con
el nombre de Cerro la Cruz.

Guadalupe Baltodano Padilla

2. El Chaperno

Chaperno es un cerro grande que avisa cuando va a llover fuerte a


través de retumbos. Dicen que en el centro hay un lagarto de agua, porque
por todos lados tiene vertientes de agua. Además cuentan que tiene
respiraderos: unos huecos hondos, y que no siempre los encuentras en el
mismo lugar, que cuando retumba hace huecos por diferentes lugares.

Roosvel Laguna
3. La poza La Pintada

En el casco urbano El Jicaral, a orillas pasa el río Sinecapa. Allí hay una
poza que la llaman La Pintada porque hay una mujer pintada en piedra. No
se sabe quién la pintó. Pero desde que el pueblo existe, ahí ha estado La
Pintada. Si alguien de otro lado se baña en esa poza, queda encantado y no
se va del pueblo, o regresa siempre a bañarse en la poza.

Haydee Salazar. Jicaral, urbano

4. El lagarto de oro.

En la mina de oro El Pilar, en el lugar Anillo de Fierro, hay una pieza de


un molino que habían dejado los primeros gringos que vinieron a explotar
esa mina. Después vinieron otros gringos a explotar la mina, e hicieron un
túnel para extraer el oro. Ahí encontraron un lagarto de oro, que hasta le
brillaban los ojos de puro oro.
Y antes de sacarlo dijeron que hasta los ángeles del cielo iban a ser sus
criados. Entonces el túnel se aterró, y ahí murieron los gringos.
Y que el lagarto de oro ahí está.
Oscar Vanegas. Jicaral Urbano

5. La leyenda de míster Walter

En la mina de oro de Mina la India había un gringo llamado Walter. La


gente le decía “míster Walter”. Era el contador en la mina, muy buena
gente. Y cuando se desbordó la presa de La Simona, míster Walter iba del
cine en su carro y la corriente se lo llevó.
Lo buscaron por toda la ribera del río Sinecapa, por varios días, buen
grupo de hombres, hasta llegar al lago Xolotlán, que es donde desemboca
el río. Y no lo encontraron.
Dicen que Dios se lo llevó al cielo con todo y carro, porque era buena
gente.

Oscar Vanegas, Jicaral Urbano

6. El Toro Negro

El Toro Negro es una poza del río Sinecapa. A la orilla de dicha poza
hay un camino del casco urbano El Jicaral hacia varias comunidades. Entre
las más cercanas están: Las Guayabas, El Ojoche, Chagüitillo, El Ocotillo.
De estas comunidades bajan los hombres a beber guaro los fines de
semana, y cuando les agarra la noche tienen que pasar por ese camino. Y
ahí por la noche les sale el toro negro y los asusta. Y hasta les ha aparecido
como caballo, macho etc.

Denis Vanegas

7. El Toro Negro

Me contó Don José Laguna que una vez iba de noche montado en una
yegua, y cuando pasó por El Toro Negro le agarraron la yegua del fiador, o
sea las riendas. Se sorprendió porque no la dejaba caminar. Entonces sacó
su pistola y comenzó hacer disparos alrededor de donde le agarraron a la
yegua. Posteriormente escuchó que un animal salió corriendo y fue a caer
como a unas diez varas hacia delante del camino donde él tenía que pasar.
La yegua estaba asustada por los balazos y no se acomodaba. Siguió
caminando hasta donde cayó el animal, pero la yegua no quería acercarse.
Tomó de decisión de bajarse. Con una mano tenía las riendas de la yegua y
con la otra la pistola para ver quién era. Y si comprobaba que era bruja, ahí
nomás la remataba.
La sorpresa fue peor cuando vio que lo que se retorcía y resoplaba era
un macho. Entonces siguió su camino.
Al día siguiente por la mañanita se fue donde su hermano Carmelo. Le
dijo que fuera a ver de quién era el macho que había matado para pagarlo,
porque en esa comunidad nadie tenía macho.
Carmelo regresó rápido y le dijo que venía con miedo porque ahí no
había ni señas que haya estado algún animal.

Porfirio Vega, Las Guayabas

8. El Toro Negro

Le contó Francisco Vega que iba una vez del pueblo por la noche y,
después que pasó el lugar de El Toro Negro, escuchó un gran ruido que un
animal bajaba del cerro a toda carrera. Pasó el río corriendo y se dirigió
hacia el. Éste se hizo a un lado para que el toro pasara. La sorpresa más
grande fue que a unas tres varas de él se detuvo inmediatamente.
Francisco, sorprendido, caminó hacia donde había quedado el animal.
Empezó a intentar tocar con la mano, pero no había nada. Después bajó al
río para ver las huellas, y tampoco había nada. Después decidió irse hacia
su casa.

Porfirio Vega, Las Guayabas

9. El jinete acosado por una mona

Cuando yo era pequeño, una vez estaba en mi casa con mi mamá y mis
hermanos menores. Eran como las ocho de la noche. Teníamos un candil
encendido para esperar las nueve de la noche y escuchar el cuento de Pancho
Madrigal, cuando de repente escuchamos unos balazos al lado del cerro, por el
camino que conduce hacia el Ocotillo.
No le pusimos mente. Después escuchamos el tropel de un caballo, y se
dirigió hacia la casa. Un hombre se bajó del caballo.
─Buenas ─dice.
─Buenas ─le contestamo─.
Miramos que era Pilin, un joven del pueblo que venía de hacer visita a la
Lola del Ocotillo, y nos contó que una mona lo venía molestando durante todo
el camino. Le maneó el caballo, se le montó a la polca, lo abrazó y le buscaba
la pistola. Entonces le tuvo que disparar para que se bajara.
Después nos dijo que le prestáramos un cuchillo para preparar los otros
tiros que aún le quedaban. Le prestamos el cuchillo que mi mamá cortaba las
cebollas, y comenzó hacerles cruz con el cuchillo.
Revisamos el caballo, y tenía señas: las patas rojas donde lo habían
maneado. Después se fue con todo y miedo.
Ahora mi hermano Napoleón dice qué cobardes que fuimos, que no le
dijimos que se quedara en la casa y que esperara que amaneciera.

Porfirio Vega, Las Guayabas

10 El viajero asustado y la gorra hacia arriba

Una vez me trasladaba de la comunidad El Tagüe a la Comunidad San


Juan de Dios, de donde soy originario. Iba por la finca el Quebracho, en una
noche de invierno que no se miraba ni la palma de la mano.
Cuando de repente sentí un sonido fuerte en mis oídos, y estaba
perdido. Caminé hacia diferentes lugares, y solo con espinas me topaba.
Entonces me acordé de un secreto, y puse la gorra hacia arriba, y me
senté. Posteriormente me volvieron a sonar los oídos, y sentí mi mente
clara, y me volví a ubicar.
Después encontré el camino y seguí caminando hacia mi casa.

Eusebio Laguna, San Juan de Dios


10. Los cazadores que se perdieron

En otra ocasión andaba cazando con un sobrino, buscando cuzucos o


armadillos.
Estábamos entre las comunidades El Tamarindo, La Carbonera y San
Juan de Dios, cuando sentimos un tufo a mierda de gente. Los perros
ladraron y salieron corriendo, y nosotros detrás.
Al mucho tiempo de correr, nos sentimos perdidos y nos detuvimos para
orientarnos. Y el muchacho me decía que teníamos que caminar hacia el
oeste.
Pues le hice caso, pero no me sentía bien, y me acordé que yo había
salido preparado, es decir, yo había rezado tres padres nuestros y tres
avemarías. Además, me acordé que andaba tres ajos en mis bolsas.
Entonces le dije a mi sobrino que me hiciera caso y que lo siguiera, y de
esa manera logramos ubicarnos en el terreno que andábamos.

Eusebio Laguna, San Juan de Dios

11. El hombre brujo y la negra hechicera

Hay un señor que se transforma en brujo.


Me contó que una vez que andaba cortando café en las haciendas de
Matagalpa se encontró con unos negros que sabían de brujerías y que
platicaban con él, y que a veces se contradecían por los saberes sobre el
tema.
A los días, empezó a enamorar a una hermana de los negros, y le dijo
que era soltero, o sea, que no tenía mujer. Pero la negra se dio cuenta que
era casado.
Cuando llegó como de costumbre, por la tarde, la muchacha lo recibió
bien. Además le ofreció tomar un fresco. Lo tomó con la mano, y cuando lo
llevó hacia la boca, se fijó que le estaba dando un hechizo. Entonces no se
lo tomó, pero el vaso lo llevó hasta los labios, y empezaron a discutir con la
muchacha.
Él le dijo que quería fregarlo. Ella le dijo que con lo que le quedó en los
labios era suficiente, y que se iba a dar cuenta después que pasara el
puente.
Él se fue sin esperar nada. La sorpresa es que, cuando cruzó el puente,
empezó a tirarse pedos de una manera seguida. Llegó al campamento: iba
igual. Pasaban las horas y seguía de la misma manera. Era la una de la
mañana, y de la misma manera. Ya sin fuerzas, y con el estómago crecido,
de repente apareció el papá de la muchacha, y le dijo que lo curaba, pero
que antes del amanecer tenía que irse.
Éste aceptó, y el señor hizo una seña con los dedos y le dijo que ya
estaba curado. En efecto, dejó de tirarse pedos.
Pero ahí nomás le envió un hechizo a la muchacha a través del viento.
A esa misma hora empezaron hacer maletas, y a las cuatro de la
mañana empezaron a caminar. A las seis de la mañana llegaron al lugar
donde pasaba el trasporte colectivo, un camión donde se montaron sus
familiares y él hacia Matagalpa.
Cuando llegaron, se dirigieron a buscar el bus hacia Estelí. Se
encontraron con el papá de la muchacha. Éste le dijo que lo había curado,
pero que le había hecho daño a su hija, y que estaba con hemorragia
incontenible.
Entonces él hizo seña con los dedos y le dijo:
─Ya está curada. Se puede ir sin problemas.
Pero antes de irse, se pusieron de acuerdo que cualquier cosa se
llamarían a través de sus señales. Pero que hasta la fecha nadie se ha
llamado.

Porfirio Vega, Las Guayabas


12. El brujo que se transformaba en cuervo y en cerdo

Me contó José Laguna que había un señor que se hacía brujo, y lo


llamaban el cuervo. Y éste lo que hacía era introducirse en las casas de los
hombres casados a mamarle los pechos a las mujeres, y cuando éstas se
despertaban, salía el cuervo rápido de la casa.
José Laguna dice que una vez quiso entrar en su casa, pero éste se
topó primero con unos cerdos. No se los llevó, sino que decidió entrar a la
casa. Pero don José estaba solo, y cuando lo miró entrar por la puerta le
hizo varios disparos con su pistola. Pero no le pegó ningún balazo.
Este señor dijo que donde lo encontrara lo mataría.
Un día llegó llorando un niño y dijo que había encontrado a un hombre
negro grande, que iba descalzo y que era horrible. Don José se acordó del
cuervo.
Entonces decidió seguirlo a caballo, con su pistola en la mano. Al
caminar mucho, lo divisó y empezó a seguirlo rápido y no lo podía alcanzar.
Entonces le hablo:
─Párate ahí.
El cuervo no lo volvió a ver, y seguía caminando rápido. Le hizo un
balazo y le apeó un casco que llevaba en la cabeza, el que utilizaba en la
Mina.
Lo tomó con la mano y siguió caminando. Don José le siguió disparando.
Terminó los tiros, cargó de nuevo la pistola y le siguió disparando. Tampoco
le pudo pegar.
Entonces don José se fue a buscar a sus hermanos para que lo
mataran, y planearon que en un rezo que él no iba a fallar ahí lo matarían.
Llegó la fecha, se fueron al lugar, lo rodearon, cuando miraron que salió
a la orilla de ellos un cerdo negro. Y no lo pudieron matar.

Porfirio Vega, Las Guayabas


13. La brujería a través del aire y a través de la sangre

A mi hijo lo tenían embrujado. Y que la forma de embrujarlo fue a través


de la sangre, de la cual no hay cura. Es decir, que es más fácil curar cuando
la brujería es hecha a través del aire.
Para hacerla por la sangre, el brujo le golpea a su víctima con una piedra
en la cabeza. Primero se le forma una gusanera, y luego se le introduce en
la sangre, y ya queda embrujado. O sea, no sale de la casa, no se deja ver
de nadie, no come solo por las noches cuando nadie lo ve, y en el día pasa
acostado.

Anastasio Obando, El Carrizal

14. Los fantasmas que piden perdón

Cuando yo estaba pequeña, iba a visitar a su madrina llamada Gregoria.


Y una vez me quedé acompañándola por la noche.
Estaba la luna que era el día, cuando de repente mi madrina escuchó
que sus dos hijos le decían: “perdónanos, mamita”. Y ella les respondió:
“están perdonados”.
Y era que ya habían muerto. Los habían matado en una comunidad que
ellos andaban.

Isabel Padilla Jicaral Urbano

15. La calle maldita por el diablo

Yo viví en el casco urbano del Jicaral, en una calle que a ella le


contaban que era maldita por el diablo.
Es decir, ahí se mataron muchos hombres, y que además ella tuvo una
buena venta con su marido, y que fracasaron. Es más hasta llegaron a
separarse.

16. La señora hechizada

Había una señora que tenía varios hijos. En una ocasión estaba en la
casa, empezando la noche, chineando al niño. De repente se le desapareció de
los brazos. Lo buscaron toda la noche con su marido y el resto de la familia, y
no lo pudieron encontrar. Hasta en la mañana lo encontraron detrás de la casa,
con los oídos reventados. Lugar donde lo habían buscado varias veces por la
noche. Escucharon una voz que la decía a la mamá “y así te va a pasar a vos”.
A la señora la siguieron persiguiendo. Caía en cama y no comía. Dicen
que la tenían embrujada. Cuando ella quería comer, pedía un pollito asado, y
cuando se lo llevaban se le desaparecía de la mano. Al rato una carcajada y
una voz que le decía: “tan rico que estaba el pollo y ni lo probaste”.
Tampoco podían dejar objetos cerca de ella, porque se los estrellaban
en el cuerpo a la señora.
Como la familia era bien católica, llamaron al delegado de la palabra.
Cuando llegó ahí, nomás le dieron de comer. Después que comió, se escuchó
la voz que decía “venía con hambre David, el delegado”.
Después llevaron al sacerdote, quien hizo misa en la comunidad.
Después que el sacerdote se regresó, se escuchó la voz que decía “vino el
sotanudo y nada me hizo”.
Posteriormente llevaron un brujo de Niquinomo montado en un macho.
Cuando éste se bajó, escucharon la voz que le dijo “¿y vos a qué vienes, si no
me llegas ni a los ojos del pie?”. Y le echó un chorro de agua en los pies, y
después un puño de tierra.
El brujo se llenó de miedo y no hallaba las horas que amaneciera para
regresarse, porque no pudo hacer nada.
De esa manera la han trasladado a otras comunidades. Al inicio no la
molestan, pero después sigue de la misma manera. Le mató también a una
niña recién nacida, porque pasa tiempo que no la afecta.
Alguna gente dice que puede ser alguna bruja que es enamorada de su
marido. Otros dicen que ella tiene poder sobrenatural y que no lo sabe utilizar.

17. La bruja que encuentra cosas por teléfono

En Juigalpa hay una bruja que da su número de teléfono para que la


llamen por cualquier situación. A mi me dio el número un amigo que trabaja en
la mina de La Libertad- Chontales.
Fíjate que se me había perdido un perro que le había comprado a los
chavalos y no lo encontraba. Decidí llamar a la bruja que le dicen La Millón.
Ahí nomás me contestó. Yo le planteé la situación por la noche, a
mediados de semana, y ella me dijo:
─No hay problema, yo te lo resuelvo. Ahorita estoy ocupada. Voy para la
Guinea a ver un robo de ganado. Pero no te preocupes: el viernes te doy
respuesta a vos. Ese perro está ahí nomás, al otro lado del puente. Y se lo
llevó un muchacho que llega bastante a tú casa. Me llevas el pago a la casa.
Son cincuenta córdobas. Pero como tengo que volar hasta El Jicaral a verificar
bien dónde está el perro, entonces me das ciento cincuenta córdobas.
Fui a pagarle y, en efecto, el perro me llegó el día que ella me dijo.

Oscar Vanegas, El Jicaral

18. La bruja que desembruja por teléfono

Mis primas me contaron que tenían hechizado a su papá en Costa Rica,


y a una hermana aquí en Nicaragua. Yo les dije que andaba el número de
teléfono de una bruja, y que ella se los curaba.
Les di el número de teléfono, la llamaron y ella contestó:
─Aló, soy la bruja Millón. ¿Qué deseaba?
Mi prima le dijo lo que necesitaba, y ella le dijo:
─No hay problema. Te curo a los dos por siete mil córdobas.
Mi prima fue donde ella y le dio todo: unos perfumes para cuando
hablara con su papá, se estuviera echando. Y así fue. Cuando hablaban con el
papá, se echaban el perfume, y el papá les decía:
─¡Qué barbaridad! ¡Cómo se siente hasta aquí el perfume que andas!
Y de esa manera los curó.

Oscar Vanegas, El Jicaral

19. El muchacho al que perseguía una bruja

A un muchacho que murió pegado en una cueva cazando cuzucos,


dicen que un brujo investigó que lo mató la bruja, porque a él lo perseguía la
bruja.
Cuando él decía que iba a salir al pueblo, la bruja le escondía el dinero o
le aparecía roto.

Oscar Vanegas, El Jicaral

20. El muchacho hechizado que se transformaba en perro

Un muchacho está hechizado porque se corre y entre veinte hombres les


cuesta agarrarlo: se les escapa.
Un día lo agarraron, y una señora que es partera empezó a rezarle
oraciones, y el muchacho la cara se le transformaba en perro, gente, perro,
gente. Y la señora, rápido rezándole. Y la cara del muchacho trasformando en
perro, gente, perro, gente.
De repente salió un gran zopilote volando, y el muchacho se les
desapareció. Todos se quedaron asustados, y hasta los perros de la casa se
orinaron del miedo.

Oscar Vanegas, El Jicaral

21. Los duendes y las oraciones malas

A un muchacho le salía el duende y le enseñaba billetes. Lo llamaba que


se fuera con él. Pero éste tenía miedo, y contó a su familia que le salía el
duende.
Entonces le comenzaron a buscar remedio en Ciudad Darío. Cuando
iban a caballo por la noche, con otros acompañantes, en el camino el duende
les lanzaba tierra. Pero ellos no se atrasaron, siempre seguían caminando.
El remedio que traían no le hacía nada, y siempre los amigos llegaban a
acompañarlo por las noches, ya que a la familia y a él les daba miedo.
Un día por la noche escucharon una voz, y uno de los señores que
estaba ahí dijo que él se enfrentaría con esa voz. La voz le dijo:
─Ven al pozo.
El señor preguntó dónde queda el pozo. La voz le contestó:
─El baboso te haces.
El señor dijo:
─Pásenme una luz.
La voz le contestó:
─Yo te voy a iluminar.
El señor iba a ir, pero los demás no lo dejaron.
La familia decidió trasladar al muchacho a otra comunidad, porque ya no
soportaban al duende, y esta vez lo acompañó un guardia.
Cuando llegaron al paso del río, el muchacho no se quería quitar el
pantalón, y lo obligaron que se lo quitara para pasarse el río.
Después que se lo quitó, revisaron el pantalón, y encontraron unas
oraciones. El guardia lo culateó y nunca más le volvió a salir el duende.
Dicen que los que andan oraciones malas los asustan de diferentes
maneras.

Fabián Rodrigue Laguna, El Jicaral

22. Las oraciones malas cuando llega la muerte

Cuenta que una persona cuando tiene oraciones malignas le cuesta


morir, y no se muere si no le deja las oraciones a otra persona.
Puede ser un familiar u otra que tenga el valor de agarrarlas. Y si no
encuentra a nadie, no puede morir.
La única forma que muere es que una persona que sepa esas oraciones
y las pueda rezar al revés, es decir de atrás para adelante.

23. El hombre al que se le llevó el diablo

Me contaron que un señor de la comunidad Las Mojarras sabía muchas


oraciones y se convertía en animales. Que, además, si había alguien que no
podía morir porque tenía oraciones malignas, él se la rezaba al revés y
después morían.
Dicen que una vez el diablo se lo había llevado por varios días, y los
familiares lo encontraron lejos por otras comunidades. Y que el diablo le dijo:
─Esta vez te dejo, pero dile a tu familia que la próxima no te busque,
porque te llevaré definitivo.
Al tiempo el señor se perdió. Los familiares lo buscaron y no lo
encontraron. Pidieron auxilio con los bomberos con la policía. Hicieron una
búsqueda intensa, pero todo fue en vano.
Aida Luz Altamirano, La Montañita.
24. El brujo que mató a otro brujo

En Jicaral había un hombre que tenía enemigos. Pero éstos no lo podían


matar, ya que lo esperaban en los caminos y se les transformaba en anciano,
en niño. Entonces no le disparaban.
Cuando ya había recorrido buen trecho de camino, lo divisaban y
miraban que era el hombre que estaban esperando. De esa forma se les
escapó muchas veces.
Decidieron buscar a un brujo. Éste pasó tres días preparándose, leyendo
oraciones, sin comer, solo masticando tabaco, y se llegó el día que lo
esperaron. El brujo los ubicó, y cuando pasó el brujo, dio la orden de disparo.
Y de esa manera lo mataron. Al brujo le dio una gran calentura que
hasta temblaba.
Guadalupe Baltodano, Jicaral.

25. El brujo muerto en el monte

Había otro hombre que era malo, que ganaba por matar a otros hombres
y tenía muchos enemigos. Lo buscaban y no lo podían encontrar. No se
mantenía en su casa, sino en una parte montañosa. Ahí le llevaban la comida.
Los enemigos lo encontraron en ese monte, y la primera vez no le
pudieron disparar. Otro día se fueron preparados. Lo encontraron y lo mataron.
Después lo revisaron y encontraron todas las oraciones malas que caminaba.
Las quemaron y ahí lo dejaron. Los familiares lo encontraron
descompuesto. La guardia allí lo quemó, porque ya no se podía traer.
Isabel Padilla, Jicaral

26. La bruja que se transformaba en animal

Una vez me querían asustar. Yo estaba solo en mi casa. Mi esposa y


mis hijos andaban en otro lado. Ya era de noche. Me estaba quedando dormido
cuando escuché un ruido fuera de la casa. Me comenzó a doler la cabeza,
además me la sentía grande. Me puse de pie y fui al lugar donde se escuchaba
el ruido, y miré un animal arriba de la casa. Y me acordé de lo que me había
dicho un señor cuando trabajaba en el Ingenio.
Entonces empecé a caminar hacia atrás, de espalda, para donde tenía
unas baterías nuevas y una lámpara de mano, también nueva. Las tomé con
las manos hacia atrás. Ahí le puse las baterías a la lámpara, y cuando ya la
tenía lista alumbré donde estaba el animal, y éste cayó de un solo al suelo.
Era la bruja, y en vez de darme miedo me puse a reír, y le dije:
─¿Te fijas que te golpeaste?
A los días una señora que la mencionaban que se hacía bruja dijo que
yo mataba a cualquiera.

Francisco Espinoza, San Pedro

27. La señora hechizada y los gusanos

A una señora la mataron con hechizos, y como los médicos no pueden


curar eso, solamente los brujos, entonces se murió, porque no tuvieron dinero
para pagarle al brujo.
Y que cuando murió le salieron gusanos por la boca, y que también los
defecó.
A otra señora le hicieron hechizo y no la pudieron curar con medicina.
Tampoco le buscaron remedio con los brujos, y se le pudrió la boca. Y de ahí le
salían unos gusanos peludos.

Francisco Espinoza, San Pedro


28. La cabeza parlante del hombre muerto

A un señor lo mataron los enemigos. Cuando ya iban de viaje, les


dijo:
─¿Ustedes creen que no le voy a decir a mis familiares quiénes
me mataron?
Los enemigos se regresaron y le cortaron la cabeza. Y la cabeza
del muerto les dijo:
─¿Ustedes creen que, porque me cortan la cabeza, no voy a decir
quiénes fueron? Si son julano, sutano...
Y los mencionó a todos. Éstos se regresaron de nuevo y le
cortaron la lengua, y siempre les decía:
─¿Ustedes creen que, porque me cortaron la lengua, no voy a
decir quiénes me mataron?
Y los enemigos se aburrieron y le dijeron:
─Pues ahí quedate.
Cuando los familiares llegaron, el señor siempre hablaba.
Tuvieron que buscar a otro señor para que le rezaran las
oraciones y se pudiera morir totalmente.

Nazario Rivera, Jicaral Urbano

29. El muerto al que salieron dos culebras por la boca

Cuando murió un señor que tenía oraciones y lo estaban velando le


salieron dos culebras de la boca.
Toda la gente salió corriendo asustada, y solo se quedó una persona
que logró matar una de las culebras. La otra se fue.

Cristóbal Cruz, El Censo


30. El hombre que asaltaba y tenía oraciones malignas

Había un señor que tenía oraciones malignas y asaltaba. Una vez asaltó
a otro señor que venía montado a caballo con una alforja en la que traía oro.
La guardia lo buscaba para echarlo preso, y nunca lo podían agarrar. Se
les transformaba en sepa de guineo, lo acorralaban y salía hecho animal.
Una vez los enemigos le tenían una emboscada, y él se dio cuenta.
Entonces iba por detrás de donde estaban los enemigos. De repente
escucharon el ruido de una rama que se quebró. Uno de los que lo estaban
esperando se volteó hacia atrás y, sin ver, le disparó.
Y se fueron corriendo del lugar. No se dieron cuenta que el disparo le
había dado en el ombligo al señor y lo mató.
Cuentan que si no ves a las personas que tienen oraciones y les
disparas, lo puedes matar. Porque el efecto ellos lo hacen cuando te ven.

Nazario Rivera, Jicaral Urbano


1.12 Supersticiones

1. Embarazadas no pueden ver a los recién nacidos porque les da pujo.


Y para que se les quite el pujo, tienen que chinearlos y darle la chiche.

2. Las señoritas, cuando andan con la regla, no pueden ver a los recién
nacidos, porque les da pujo. Para que se les quite el pujo, les tienen que dar
la chiche.

3. Cuando los niños se mecen en hamacas, los levantan con rapidez


hacia arriba o los asustan, se les cae la mollera.

4. Cuando los niños tienen empacho, se juntan las dos piernitas y se


estiran. Y si tiene una más larga que la otra, en ese lado tienen el empacho
pegado.

5. Cuando los niños tienen sol de cielo o sol de vista, se pone a quemar
un ladrillo de barro; después se mete en agua fría, y con esa agua se baña
el niño.
6. Cuando hay eclipse, las embarazadas no pueden salir, porque se le
puede morir el niño, o le nace labio leporino, o con manchas en el cuerpo.

7. A los niños tiernos que los ven los borrachos o andan de goma les da
pujo. Y para curarse lo tienen que chinear con la camisa que andaba el
borracho o el que andaba de goma.

8. Las personas que llegan soleados de la huerta y ven a un niño tierno


le pasan el sol. Esa persona lo tiene que chinear y metérselo en el seno.

9. A los niños bonitos les hacen ojo las personas que los quedan viendo
mucho. Para curarlos los rosean con la boca con guaro de cususa, y le
echan con la mano ruda.
10. También, para protegerlos que no los ojeen, cuando van a salir lo
visten de rojo o le ponen una pulsera especiales para que no les hagan ojo.

11. Los niños que nacen embolsados, cuando están grandes los utilizan
para matar las plagas en los plantillos de maíz (langosta). Lo llevan en la
noche, lo desnudan y le dan vuelta a todo el plantillo, y la plaga se muere.
Además, estas personas que nacen embolsados pueden determinar con un
bejuco o con un alambre el lugar donde hay agua y se puede cavar un pozo. Si
el bejuco o el alambre se mueve hacia abajo, es agua. Y si se mueve hacia
arriba, es metal.

12. Las recién paridas [no] se bañaban hasta los ocho días y hasta
entonces le daban pollo asado.
Durante los ocho días solo comían tortilla tostada con cuajada y pinol
tibio de maíz.

13- Las recién paridas [no] tenían relaciones sexuales con su pareja
hasta los cuarenta días (cuarentena).

14. Las señoras hacían una práctica para darse cuenta [de] si sus hijas eran
señoritas: tomaban un cordón, le medía el cuello, y luego con esa medida las
ponían que agarrara los extremos con los dientes. Después se lo pasaban
hacia la cabeza. Si le llegaba hasta la parte trasera de la cabeza, ya no era
señorita. Y se le quedaba en la frente, sí era señorita o no había perdido la
virginidad.

15. También hacían otra práctica. Las ponían a orinar en el suelo, si hace
hoyo, no es señorita; y si hacen como caminito, sí es señorita.

16. A las embarazadas no les gusta decir a cualquiera cuántos meses


tienen de embarazo, porque le pueden amarrar los meses.
Es decir, la persona que se los amarra toma una hebra de pelo y cada que
cumple un mes la embarazada, le hace un nudo. Cuando llegan los nueve
meses, la embarazada no puede dar a luz, porque el cordón umbilical lo tiene
el niño envuelto en el cuello, y de esa manera mueren los dos.

17. Cuando las embarazadas ya tienen más de cinco meses, las otras
mujeres empiezan a decirle qué va a parir: si la panza es redonda, va a parir
mujer; y si la panza es inclinada, parirá varón.

18. Cuando están cocinando y el fuego buja, es que va a llegar visita.

19. Cuando dos pollitos están como platicando, es que va a llegar visita.

20. Cuando están varias gallinas rodeadas peinándose, es que va haber


llovedero.

21. Cuando una persona está comiendo pescado y se la queda una


espina atravesada en la garganta, se coloca un tizón del fuego volteado, es
decir, lo encendido para afuera.

22. Las personas que tienen vista caliente paran las culebras, matan a
los potrillitos tiernos, los revientan, hacen que se caigan los frutos tiernos de
ayote pipián, sandías, etc.

23. Dicen los campesinos que el arco iris se chupa el agua y no la deja
caer a la tierra.

24. Otros dicen que, si te vas a orinar al pie de un arco iris, te cambia de
sexo.

25. Cuando llega una mariposa café a una casa, es que van a tener
suerte o dinero. Y si llega una negra, es que alguien se va a morir.

26. Cuando cantan las gallinas por la noche, es que algo malo va a
suceder en la casa. Para que no ocurra tienes que levantarte y fijarte cuál
de las gallinas es la que canta, y ésa la tienes que matar el siguiente día.
27. Cuando los gallos cantan por la noche es que anuncian algo malo
que va a suceder en la cas Y otros dicen que es cambio de tiempo: o sea, si
esta lloviendo, va a dejar de llover; y si no está lloviendo, es que va a llover.

28. Cuando está lloviendo mucho y hay rayería, ponen botellas en cruz o
ceniza en cruz. Y a los niños y demás personas se ponen palma bendita en
la cabeza, para que no les caiga un rayo.
Karla Centeno, Jicaral.

29. Cuando las lagartijas café se aparean, el macho corta una hojita y,
cuando están haciendo el sexo, el macho suelta la hojita. El hombre toma
esa hojita y la anda en la bolsa, y de esa manera ningún otro hombre le
queda a las mujeres.

30. También se cuenta del tijul, aves que, cuando se aparean, corta una
hojita y hasta que tienen sexo la suelta. La tomas y la andas en la bolsa del
pantalón, y nadie te llega a tener mujeres.

31. Cuentan que cuando una mujer la enamoras y no te hace caso, y


estas super enamorado de ella, intentas varias veces y no lo consigues, o
se burla de vos, entonces te consigues pene de mapachín disecada, raspas
un poquito de polvo y lo introduces en una bebida, y se la das a la mujer
que quieres. Y ésta se entrega de inmediato. Y si le pasas la dosis, queda
con deseos sexuales incontrolables y tiene sexo sin control.

32. Los venados tienen virtud, es decir, no los puedes matar si no


preparas los tiros en cruz. Cuando el venado muere, arroja una piedra
transparente. La tomas sin que nadie te vea y la caminas para darte cuenta
dónde están los venados.
33. Cuando sales a cazar, miras la piedra. Si ves un venado echado,
mejor no vayas. Y si lo vez caminando, andá, que seguro cazarás.
34. También cuentan que, de repente, te salen varios venados y te
siguen para quitarte la piedra y no los sigas matando.

Denis Vanegas, Las Guayabas

35. Los venados no tienen hiel, y si encuentras a uno que tenga, la


agarras con un trapo y la caminas, y siempre cazarás venados. O si no le
untas la hiel a tu ropa, pero no la tienes que lavar, te la pones cuando vayas
a cazar y vas solo a traer el venado, si la lavas no encontrarás nada cuando
vayas de cacería.

Denis Vanegas, Las Guayabas

36. Cadenas de oro que tengan crucifijo para darse cuenta que va a parir
una embarazada.
37. Le ponen la cadena en la mano y luego la levantan lentamente.
Cuando la cadena queda en el aire, si se mueve de manera circular va a ser
niña, si se mueve lateral va a ser niño.
38. De esa manera le hacen la prueba para ver cuántos hijos va a parir.
Cuando la cadena no se mueve para ningún lado, es que ya no va a parir
más hijos.
Karla Centeno, Jicaral

39. Las cabañuelas

Los campesinos hacen pruebas de cómo será el invierno, es decir, los


seis meses de lluvia durante el año. Colocan en el techo sal en los primeros
seis días del mes de enero, y, según la humedad que amanecía en la sal,
así sería cada mes de invierno.
Denis Vanegas, Las Guayabas.
40. Cuando no deben encubar las gallinas

En el invierno, cuando llueve y hay mucha rayería, mata los pollitos.


Pero muchas señoras los protegen poniendo un clavo junto con los huevos.
Tampoco se puede encubar los huevos de gallina cuando éstas han
comido gusanos o una fruta pequeña y roja llamada chilillo.
Guadalupe Baltodano, jicaral

41. Cómo aquerenciar un perro

Si uno quiere aquerenciar un perro que le regalan, y no quiere que se


vaya donde su antiguo dueño, le dan un pedazo de tortilla. Después que lo
han andado durante dos horas de trabajo en el campo y después, lo ponen
a solear. Posteriormente se lo dan al perro, y de esa manera no se va de la
casa.

Rigoberto Rodríguez, Pita-Pavón

42. Hay otros que tienen oraciones para que el perro no se vaya de
donde su nuevo amo. A un hombre que hace estas oraciones le regalaron
una perra y se la llevó el dueño anterior. Y cuando éste se regresó, llamó a
la perra, pero la perra no lo siguió, ni lo volvió a ver.
Rigoberto Rodríguez, Pita-Pavón

43. El secreto para que no se vaya un asesino lejos

Cuentan que, para que un asesino no pueda irse lejos de donde hizo el
hecho y los enemigos lo puedan alcanzar, al fallecido le amarran los dedos
pulgares de los pies y le echan huevos de gallina en las bolsas del pantalón.
El asesino no se puede ir lejos, y es encontrado por la policía o por los
familiares del occiso, los cuales buscan la venganza.
Denis Vanegas, Las Guayabas.
1.13 CUENTOS

1. Tío Coyote, Tío Conejo y la sandía de la vieja

Una vez Tío Coyote y Tío Conejo decidieron ir a robar sandías a una
señora. Se fueron al plantillo y observaron que la señora estaba diciendo:
─Estas sandías ya van a estar de punto para el domingo. Le voy a llevar
una al tata cura, pero le voy a llevar la más hermosa. Voy a ver cuál le llevo.
Tío Conejo y Tío Coyote estaban poniendo cuidado a ver cuál señalaba,
y la anciana dijo:
─Ésta le voy a llevar.
Y ellos se fijaron bien. Cuando la viejita se fue y los dos se acercaron, y
el Tío Conejo le dijo a Tío Coyote:
─Le hacemos una trastada a esta viejita.
Y el Tío Coyote le dijo que no. Pero Tío Conejo andaba un cuchillito, y
caló la sandía. Se comieron todo lo rojo. Después le pusieron el tapón como
que no había pasado nada.
Llegó el domingo, y la señora le llevó la sandía al tata cura. Después de
la misa, el cura ordenó al sacristán que le llevara la sandía y un cuchillo para
partir y come. Cuál fue el susto cuando la partió que salieron de adentro de la
sandía mierda de Conejo. Y el cura dijo:
─¡Ay, ay, qué vieja más chancha, lo que me trajo!
El siguiente domingo le reclamó a la señora, y la señora le dijo que
seguramente tenía ese daño de Conejos que se le estaban comiendo las
sandías.
Entonces el cura le dijo:
─Te voy a regalar una cera, para que agarres a ese mañoso.
La viejita se fue para su casa. Con la cera hizo un muñeco, y le puso una
cumba de pinol en la mano. Por la tarde lo fue a poner en el plantillo.
El Tío Conejo se fue para el plantillo sin decirle a Tío Coyote. Al llegar al
plantillo se encontró con el muñeco y le dijo:
─Regálame pino.
Y como éste no le contestó, le dijo:
─Se lo voy arrebatar.
Y cuando lo agarró con una mano para quitarle el pinol, se quedó
pegado con la otra mano. El Conejo le dijo:
─Tengo la otra mano.
Y también se quedó pegado. Entonces dijo:
─Tengo patas.
Y también se quedó pegado.
Y dijo:
─Tengo la otra.
También se quedó pegado. Y dijo:
─Tengo mi panza.
Y también se quedó pegado. Y dijo:
─Tengo la cabeza.
Y también se quedó pegado.
El siguiente día que la señora llegó a rondar encontró al Conejo atado al
muñeco. Ella le dijo:
─¡Así te quería agarrar, conejito! ¡Ya vas a saber lo que es sabroso!
Y se lo llevó a la casa, lo metió en un zurrón y amarró la parte de arriba.
Puso un asador al fuego y se fue a traer leña para calentarlo mejor.
De repente, Tío Conejo escuchó que andaba Tío Coyote por ahí, y como
la casa era destapada, Tío Conejo empezó a decir:
─Hala, a mí me quieren dar carne y yo no como carne. Que viniera Tío
Coyote, yo se la diera a él.
Tío Coyote, que estaba escuchando, se acercó y preguntó:
─¿Cómo dices? Que me quieren dar carne y yo no como carne. Si usted
quiere que se la den a usted, ¿qué dice?
Tío Coyote dijo:
─Yo sí me la como.
Entonces dijo Tío Conejo:
─Sáqueme de aquí y se mete usted.
Tío Coyote sacó a Tío Conejo y se metió él. Tío Conejo cerró bien el
zurrón y se fue un poquito distante de la casa, a esperar qué pasaba.
Cuando llegó la viejita, echó leña al fuego, y cuando el asador estaba
rojito, lo tomó y se fue adonde tenía el zurrón. Cuál fue la sorpresa que lo que
encontró fue a Tío Coyote, y la viejita dijo:
─Eh, de Conejo se me hizo coyote. Pero no importa, lo mismo da.
Y le metió el asador en el culo al Tío Coyote. Éste salió corriendo para el
río, y Tío Conejo le gritaba:
─¡Adiós, Tío Coyote, culo quemado!

Guadalupe Baltodano. Jicaral

2. Tío Conejo, Tío Coyote y los zapotes maduros

Otro día Tío Coyote encontró a Tío Conejo y le dijo que se lo iba a
comer, que se las debía.
─¿Cómo que me va a comer? Cortemos zapotes, viera qué maduritos
están. Y se subió al palo y empezó a comer un zapote que estaba maduro. Y le
dijo:
─Le voy a bajar uno que está bien madurito. Cuidado, se le cae. Abra
bien la boca.
Y Tío Coyote abrió bien la boca, y Tío Conejo le dejó caer uno verde que
le quebró los dientes.
Tío Coyote salió corriendo con el dolor, y Tío Conejo le gritaba:
─¡Adiós, Tío Coyote, culo quemado, dientes quebrados!

Guadalupe Baltodano. Jicaral


3. Tío Conejo, Tío Coyote y el queso en la laguna

En otra ocasión Tío Coyote encontró a Tío Conejo en una laguna


bebiendo agua. Estaba la luna que era el día. Y como Tío Conejo no tenía para
dónde escapar, Tío Coyote le dijo que ahora sí se lo iba a comer
Tío Conejo le dijo que cómo que se lo iba a comer, que bebieran agua
de la laguna, que abajo estaba un queso. Y se lo enseñó, y era la luna que se
reflejaba en el agua. Y Tío Coyote le creyó, y empezaron a beber agua.
Tío Conejo solo hacía la mueca. De repente le dijo:
─Tío Conejo, se me está saliendo el agua por una oreja.
─No se preocupe ─le dijo Tío Conejo─. Le ponemos un tapón de hojas.
Y se lo cerró. Después le dijo Tío Coyote:
─Se me está saliendo el agua por la otra oreja.
─No se preocupe ─le dijo Tío Conejo─. Le ponemos otro tapón de hojas.
Y se lo tapó. Al rato dijo Tío Coyote:
─Se me está saliendo el agua por el trasero.
─No se preocupe ─dijo Tío Conejo─. Le ponemos otro tapón de hojas.
Y se lo tapó.
Después dijo Tío Coyote:
─Ya no quiero.
Y Tío Conejo dijo:
─Tengo una buena idea, Tío Coyote. Vamos a dar una carrerita a esa
parte pareja. Yo me voy a montar en usted. Cuando regresemos, vamos a
tener más sed. De esa manera terminamos esa agua y nos comemos el queso.
Empezaron a correr, y Tío Conejo montado en Tío Coyote. Al llegar a
una pendiente, Tío Coyote cayó muerto reventado, y Tío Conejo por ahí debe
andar.

Guadalupe Baltodano. Jicaral


4. Tío Conejo y Tío Tigre haciéndose el muerto

Un día estaba el Conejo en el campo, cuando de repente empezó a


llover. Y como estaba lejos de su cueva, se introdujo en la primera que se
encontró, sin darse cuenta que era la del Tigre, que andaba un poco más
distante.
Cuando entró a su cueva, sintió el olor a carne, y dijo:
─¡Siento un olor a carne! Pero voy a seguir hacia dentro.
Fue entonces que se topó con el Conejo, y al tocarlo el Conejo, dijo:
─¿Quién me toca el dedo chiquito?
El Tigre se asustó, y se preguntó:
─Si así es el dedo chiquito, ¿cómo será el más grande?
Pero lo voy a volver a tocar. Diciendo de nuevo el Conejo que quién le
tocaba el dedo chiquito. A lo cual el Tigre se asustaba, y dijo:
─Lo voy a tocar la última vez.
Respondiendo lo mismo el Conejo. Y como el Tigre no identificó qué
animal era, entonces se salió de su cueva. Detrás venía el Conejo, y cuando lo
vio salir el Tigre, le dijo:
─Vas a ver, Conejito. ¡Otro día te como!
Eso si puede ─le contestó el Conejo─. Y salió corriendo hacia una loma.
Otro día lo encontró el Tigre cerca, y el Tigre se tendió y se hizo el
muerto. Cuando el Conejo lo vio, dijo:
─Pobrecito Tío Tigre, cómo murió ─sospechando que se hacía el muerto
para que se acercara y luego comérselo.
Entonces, para salir de la duda, sin acercarse dijo:
─Estará muerto. Pero bueno, dicen que cuando uno se muere, se tira un
pedo al rato.
Para que el Conejo confirmara que estaba muerto, se tiró un pedo. A lo
cual dijo el Conejo:
─Venga, está vivo.
Y salió corriendo.

Guadalupe Baltodano. Jicaral


5. Tío Conejo y el Tío Tigre amarrado

Otro día se lo encontró y lo topó muy cerca, donde el Conejo no pudo


escapar, sino que inventar que venía un ventarrón. Y empezó a arrancar
bejucos para amarrarse. Y le dijo:
─Arranque usted también. Si no, no va a quedar vivo, ya que nos
tendremos que amarrar de un árbol fuerte. Y Tío Tigre empezó a arrancar
también. Luego le preguntó:
─¿Está bien con esto?
El Conejo le dijo:
─Arranque más, que eso no es suficiente.
Después le dijo:
─¿Cuál palo va a escoger?
─Ése ─dijo Tío Tigre, señalando un pequeño.
─No ─respondió Tío Conejo─. Ése es muy pequeño. Búsquese uno más
grande, que usted es pesado.
─¿Ése? ─dijo Tío Tigre─.
─Claro ─respondió Tío Conejo─. Mire, yo escogí ése ─señalando uno
más grande.
Cuando ya tenían todo preparado, dijo Tío Conejo:
─Mire, vamos hacer una cosa. Como usted es tan grande, yo lo voy
amarrar. Y como yo soy pequeño, me amarro de cualquier manera.
A lo cual Tío Tigre aceptó. Y empezó a atarlo Tío Conejo. Cuando miró
que no se podría soltar, le dijo:
─¿Sabe qué, Tío Tigre? Se nos olvidó traer un cuchillo para soltarnos.
Voy a irlo a traer ahorita. Y se fue. Tío Tigre quedó esperando a Tío Conejo, y
éste debe de andar por ahí en el campo.

Guadalupe Baltodano. Jicaral


6. Tío Tigre, Tío Buey y Tío Conejo

Una vez le cayó una rama encima a Tío Tigre. En eso iba pasando Tío
Buey, y el Tigre le dijo:
─Tío Buey, ayúdeme con sus cachos a quitar esta ramazón de mi
cuerpo, que me está matando.
─No ─le dijo Tío Buey─. Después usted me va a comer.
─No ─le dijo el Tigre─. ¿Cómo cree que si usted me saca de aquí yo me
lo voy a comer? No se preocupe, yo no me lo como.
Vino el Buey y apartó las ramas que estaban encima del Tigre. Cuando
ya se sintió libre y con hambre, le dijo:
─Ahora sí te como.
─No ─le dijo el Buey─. ¡Si yo te salvé la vida!
─Sí, pero yo tengo hambre.
En esa discusión estaban cuando se acercó Tío Conejo y les dijo:
─¿Cuál es la discusión?
Tío Buey le dijo que cuando él llegó,
─El Tigre estaba atrapado entre esas ramas y yo lo ayudé a salir. Y
ahora me quiere comer.
─No les entiendo ─les dijo el Conejo.
Y Tío Buey volvió a contarle la historia. Y el Conejo les volvió a decir:
─No les entiendo. A ver, pónganse a como estaban para poderles
entender.
El Buey levantó las ramas, y el Tigre se metió debajo.
─Ahora suéltelo ─le dijo a Tío Buey─. Ahí déjelo, para que no ande de
mal agradecido.
Así murió el Tigre, atrapado en la ramazón.
El Conejo y el Buey ahí deben de andar todavía.

Karla Raudales. La Montañita


7. Tío Conejo y Tío Cangrejo

Tío Conejo y Tío Cangrejo decidieron sembrar arroz. A uno le tocó


preparar la tierra, al otro sembrar, y así fueron hasta quitar malezas, regar y
levantar la cosecha. La cual le correspondió a Tío Conejo.
Una vez teniendo la cosecha, Tío Conejo hizo dos montones, un grande
y un pequeño. El pequeño estaba limpio, y el grande al centro tenía malezas.
Luego llamó al Cangrejo para que se repartieran, y le dijo:
─Escoja cualquiera de los montones ─esperanzado que escogería el
grande.
Pero el Cangrejo le dijo que escogería el pequeño. El Conejo le
respondió que no, que tomara el grande. Pero el Cangrejo insistió en tomar el
pequeño. Y viendo que era difícil, y que el Cangrejo lo descubriría, le dijo:
─Hagamos una cosa: echémonos a la carrera, y el que gane se lleva los
dos.
El Cangrejo le respondió que sí. Es más, le iba a dar ventaja. A lo cual el
Conejo dijo:
─Está bien.
Y empezaron la carrera. Cuando el Conejo inició la carrera, el Cangrejo
se le pegó de la cola. Y cuando volvía a ver hacia atrás, lo miraba cerca, lo cual
aceleraba el paso. Volvía a ver hacia atrás, y siempre lo miraba cerca.
Cuando llegó a la meta, se volteó a ver hacia atrás, y dijo:
─¿Por donde viene Tío Cangrejo?
El Cangrejo estaba delante de la neta y le dijo:
─Estoy descansando ─sorprendido el Conejo que cómo estaba ahí.
Así el Cangrejo se llevó los dos montones de arroz.
8. Tío Conejo, Tía Cucaracha, Tía Gallina, Tía Zorra, Tío Coyote, Tío Tigre
y el hombre

Tío Conejo, como no le gustaba trabajar, durante el invierno anduvo


prestando comida a Tía Cucaracha, Tía Gallina, Tía Zorra, Tío Coyote, Tío
Tigre y al mismo hombre con el compromiso que cuando saliera la cosecha les
pagaría sin tener ningún cultivo.
A la salida de la cosecha todos lo llegaban a cobrar. Les decía que
después les pagaría. A la mucha insistencia hizo un plan de hacerlos llegar el
mismo día, a lo cual llegó primero la cucaracha. Y empezaron a platicar, y
cuando le dijo que andaba deprisa, en eso se acercó la gallina, y le dijo a la
cucaracha que venía la gallina. Ésta, sorprendida, le dijo:
─¿Adónde me escondo?
Tío Conejo le dijo:
─Ahí, debajo de esa cáscara.
Cuando llegó la gallina, empezaron a platicar. Tío Conejo hacía estas
tácticas mientras llegaba el otro invitado. Cuando lo cobró, le dijo si se
conformaba con comerse una cucaracha. Tía Gallina preguntó que dónde
estaba Tío Conejo. Le dijo que debajo de la cáscara, y se la comió. Y luego le
dijo:
─Con esto no me conformo. Me tienes que pagar.
El Conejo dijo:
─Tía Gallina, viene Tía Zorra.
Ella dijo:
─¿Dónde me escondo?
Él dijo:
─Ahí en ese árbol.
Llegó Tía Zorra y empezaron a platicar, y cuando lo cobró, le dijo si se
conformaba con comerse una gallina. Dijo que dónde estaba. Le dijo que arriba
del árbol. Se la comió.
Luego le dijo que tenía que pagarle. Entonces dijo que llegaba Tío
Coyote, y ella, preocupada, preguntó que dónde se escondía él. Respondió que
detrás de un zurrón. Llegó Tío Coyote, y empezaron a platicar. Y cuando lo
cobró, le dijo que si se conformaba con comerse una zorra. Preguntó que
dónde estaba Tío Conejo. Le enseñó, se la comió.
Y luego le dijo que le tenía que pagar. Éste dijo que venía Tío Tigre.
Preguntó que dónde se escondía. Dijo que en un tabanco. Empezaron a
platicar, y cuando lo cobró, le dijo que si se conformaba con comerse a Tío
Coyote. Éste dijo que dónde estaba él. Respondió que en el tabanco. Se lo
comió.
Luego lo cobró y le dijo que llegaba el hombre. Preguntó que dónde se
escondía. Tío Conejo dijo que en el cuarto. Empezaron a platicar, pero éste ahí
nomás lo cobró, que no tenía mucho tiempo. No tuvo opción Tío Conejo, y dijo
si se conformaba con matar a Tío Tigre. Preguntó que dónde estaba. Tío
Conejo le enseñó, lo mató.
Pero éste le dijo que le tenía que pagar. Y como Tío Conejo no tenía a
nadie más que lo salvara, salió corriendo.
El hombre le hizo un disparo. No le pegó. Es por eso que los Conejos se
le corren al hombre por la deuda que tienen con él.
.
María Anita Rodríguez, Jicaral

9. La carrera del Tío Conejo y el Tío Sapo

Una vez estaban discutiendo Tío Conejo y Tío Sapo de quién era más
rápido. El Sapo le decía que él, y lo mismo decía el Conejo. Hasta que le dijo el
Sapo:
─Echémonos a la carrera, y nos daremos cuenta quién es el más rápido.
Decidieron hacer la carrera. El Sapo buscó a todos sus amigos, y los
puso en el lugar de la carrera. Y les dijo que cada uno solo iba a dar un salto, y
se quedaba en el mismo lugar.
Llegó el día de la carrera. El resto de animales sirvieron de jurada. Y
empezó la carrera. El Conejo empezó a toda velocidad, y le decía:
─Adelante, Tío Sapo. Y le contestaba otro:
─Adelante estoy.
Y saltaba delante del Conejo. Éste seguía corriendo más rápido, y decía:
─Adelante, Tío Sapo.
Y otro sapo contestaba:
─Adelante estoy.
De esa manera le ganaron la carrera al Conejo.

10. El grillo y el león

Una vez, estando en la selva, el grillo estaba cantando en los oídos del
león. Y éste le dijo que se callara. El grillo le contestó que él no lo mandaba. El
león le dijo:
─¡Yo mando aquí! ¡Soy el rey de la selva!
El grillo le dijo que no lo callaba.
─Es más ─le dijo─, invita a todos tus amigos. Yo invitaré a los míos para
que tengamos una pelea y no digan que te gané a las malas. El león le dijo:
─Invita a quien vos quieras, que yo solo aquí los espero.
Se llegó el día del encuentro, y el grillo invitó a hormigas de diferentes
especies, avispas de todo tipo. Y el león solo.
El grillo se fue solo adelante, y le dijo:
─¿Estás preparado?
El león le dijo:
─Yo todo el tiempo estoy preparado.
El grillo empezó a llamar a todos sus invitados, y les dijo que atacaran el
león. Y se quedó atrás.
Empezaron a picarle las avispas, las hormigas, y cuando el león no
aguantó, salió corriendo.
De esta manera el grillo le ganó la batalla al león.
11. Los animales que salieron en busca de fortuna

Una vez unos animales se fueron a rodar fortuna. Iban un gallo, un


mono, un burro, un pato y un gato. Caminaron todo el día y no encontraron
nada bueno.
Cuando empezó anochecer, dispusieron buscar dónde pasar la noche, y
encontraron una casa abandonada. Y como no encontraron a nadie,
dispusieron quedarse ahí, sin darse cuenta que allí dormía una manada de
coyotes que en ese momento andaban buscando que cazar.
El burro los empezó a ordenar dónde deberían dormir, y les dijo:
─Vos, gallo, súbete a ese árbol. Vos, mono, quédate en la puerta. Vos,
gato, súbete al tapesco que está en la cocina. Vos, pato, súbete a ese banco. Y
yo me quedaré en la sala.
Cuando llegó la medianoche, los coyotes regresaron y olfatearon que su
casa estaba ocupada por extraños. Decidieron enviar al coyote más listo a que
fuera a investigar quiénes estaban en su casa. Éste se fue cautelosamente.
Entró, cuando lo agarró el mono con la cola y no lo soltaba. Salió corriendo
para la cocina, y el gato empezó a rasguñarlo. Se regresó, y el pato lo picoteó.
Se fue hacia la sala, y el burro lo agarró a patadas.
En eso el gallo cantó, y el coyote logró escaparse. Regresó donde sus
compañeros, que lo estaban esperando preocupados. El coyote les contó lo
que le había sucedido. Les dijo:
─Hermanos, no podemos entrar, hay demasiada gente en esa casa, y
con buenas cualidades para pelear. Desde que entré, un campisto me lazó. Me
le escapé, y estaba un hombre con las uñas largas y me aruñó. Salí hacia otro
lado, y un albañil me empezó a dar con la cuchara en la cabeza. Me alejé, y
después un karateka me empezó a patear. Había otro que decía “apriételo,
apriételo”. Pero eso es nada. No me enfrenté al mejorcito de ellos. Creo que
ése sí me hubiera matado, porque decía “échenmelo para acá”.

Guadalupe Baltodano. Jicaral


1.14 Chistes

1. El niño del huevo quebrado

Una señora tenía varios hijos. Uno de ellos estaba estudiando


secundaria. Un día que había reunión de padres de familia, cuando la señora
se estaba vistiendo para irse a la reunión, un niño de los pequeños quería ir
con ella. Pero ella le dijo que no, y se fue a la reunión.
El niño la siguió sin camisa y descalzo, y ella le decía:
─Regrésate.
El niño no le obedecía. Ella se regresaba para castigarlo. Él se corría de
regreso. Cuando la señora volvía a su camino, el niño la seguía llorando y le
decía:
─Mamá, yo quiero ir con usted.
Y ella le respondía:
─Regresate.
Hasta que lo siguió y casi lo alcanza. El niño se regresó a la casa, y la
señora se fue a la reunión. El niño, estando en la casa, se encontró un huevo
de gallina, y empezaron a jugar con el hermano mayor, llamado Enrique.
Y éste, jugando, le quebró el huevo. El niño se fue para donde su mamá
en un solo lloro. Cuando llegó donde la mamá llorando, ella se salió de la
reunión y le preguntó:
─¿Qué te pasó, hijito?
Y él le contestó:
─Enrique me quebró un huevo, mama.
Ella le dijo:
─Camina, chiquito. Te voy a llevar al centro de salud.
Y se lo llevó. Estando en el centro, le dijo a la enfermera que el niño
mayor le había quebrado un huevo. La enfermera lo revisó bien, y le dijo que
no tenía nad. El niño dijo:
─Es que fue un huevo de gallina, mama.
Ella le dijo:
─Caminá, hijo de la gran puta, antes que te pegue, que ya me metistes
en vergüenza.

Pablo Rodríguez y Victoria Rodríguez, El Jicaral

2. María García y la burla al padre, al sacristán y al campanero

Había una señora llamada María García, hermosa. Llegaba todos los
domingos a misa e iba a saludar al padre. Le dijo:
─¿Cómo amaneció, padrecito?
El padre respondió:
─Riqui riqui, riqui raca.
Ella se sorprendió y se fue a saludar al sacristán. Y lo saludó:
─¿Cómo amaneció, sacristán?
Éste le contestó:
─Riqui riqui, riqui raca.
También se sorprendió, y se fue a saludar al campanero. Y le dijo:
─¿Cómo amaneció, campanero?
─Riqui riqui, riqui raca.
Después de la misa se fue a su casa, y le contó a su marido Juan. Éste
le dijo que, si el siguiente domingo te dicen lo mismo, a uno le dices llegue a las
siete de la noche, al otro llegue a las siete y media de la noche, y al otro llegue
a las ocho de la noche.
Se llegó el siguiente domingo, y ella, como siempre, se fue temprano a
misa , como de costumbre a saludar al padre primero. Y le dijo:
─¿Cómo amaneció, padrecito?
Él le respondió:
─Riqui riqui, riqui raca.
Ella le contestó:
─Llegue a las siete de la noche.
Y se fue donde el sacristán, y lo saludó:
─¿Cómo amaneció, sacristán?
Él le dijo:
─Riqui riqui, riqui raca.
Ella le dijo:
─Llegue a las siete y media de la noche.
Después se fue a saludar al campanero. Le dijo:
─¿Cómo amaneció, campanero?
Él le dijo:
─Riqui riqui, riqui raca.
Ella le contestó:
─Llegue a las ocho de la noche.
Después de misa se regresó a su casa su marido. Le preguntó qué
había pasado. Ella le dijo que había hecho lo que él le dijo. Él le dijo que no se
metiera en nada, que él tenía un plan.
Cuando llegó la hora, las siete de la noche, en efecto el padre llegó, y
Juan tenía tres barriles destapados, y lo metió de cabeza en uno de ellos. A las
siete y media llegó el sacristán y Juan lo metió en otro barril. A las ocho de la
noche llegó el campanero, y Juan hizo lo mismo: lo metió en el otro barril. Y les
dijo que de menos que no le dieran quinientos pesos cada uno, no los dejaba ir.
Y les iba a poner una candela en el trasero hasta que se terminara.
El padre sacó los quinientos pesos y pagó. El sacristán por supuesto que
también andaba, los pagó. El campanero no andaba nada, y le pusieron la
candela en el trasero. Y hasta que se terminó la candela, Juan lo soltó.
El siguiente domingo la María se compró una ropa nueva y, por estarse
arreglando, llegó tarde. La misa ya había empezado, y cuando el padre la vio,
dijo:
─¡Qué linda viene la María García!
El campanero dijo:
─¡Con su plata y con la mía!
Y el campanero dijo:
─¡Y yo, como no andaba dinero, me pusieron el culo de candelero!
Y como la gente está en todo menos en misa, contestaron:
─¡Amén!

Antonio Navarrete, Mina La India

3. El camión y la manteca de chancho

Un señor había comprado un camión, y como él no sabía conducir,


buscó un conductor. El conductor le dijo:
─Mire, el camión no anda aceite.
El señor le dijo:
─No, hombre, así corre.
─Bueno ─le dijo el conductor─. Si se daña, no me eche la culpa a mí.
─No te preocupes: así corre.
En efecto, el camión se quemó por no tener aceite. Cuando trajeron de
regreso el camión remolcado, buscó un mecánico que se lo reparara. El
mecánico le dijo que si tenía aceite. El señor le dijo:
─Esperate.
Y se fue donde la esposa. Y cuando regresó, le dijo:
─Dice la mujer que solo manteca de chancho tiene.

Oswaldo Hidalgo, Jicaral

4. El burro que leía

Una vez un hombre estaba leyendo la Biblia en la plaza. Un burro estaba


tras de él también leyendo. De repente cayeron dos gotas de lágrimas en la
Biblia. El hombre mira hacia atrás, y ve que es el burro el que está llorando. Y
le dice:
─¿De qué llora, señor burro?
El burro le responde:
─Crees que es mierda lo que dice ahí.
─¿Qué cosa ─contesta el hombre─, que no estaba leyendo la segunda
página?
─¿No ves lo que dice ahí? Que con la vara que medís serás remedido.

5. La lora, el gallo y la gallina

Había una lora que dormía en el palo con las gallinas. Cuando
amanecía, el gallo que se llamaba Ramón se bajaba primero, y la gallina que
se bajaba la iba picando. Cuando el gallo seguía las gallinas, la lora le decía:
─¡Síguela, Ramón! ¡Tuya, Ramón! ¡Síguela, Ramón!
Eso hacía todos los días. Y le gritaba al gallo cada que seguía una
gallina. Una mañana, por estar en ese afán, la lora se cayó. Y el gallo, que
pensó que era una gallina la que se había bajado del palo, salió para donde
ella. Y la lora le decía:
─¡Suave Ramón! ¡Suave, Ramón!

6. La niña que descubrió el secreto de su madre

Una señora que se la había muerto su marido. Ella estaba joven y le


quedó una niña. Pero la señora dijo que nunca traicionaría a su marido, y no se
volvió a casar. Pero tenía un cuarto que solo ella entraba.
Cuando su niña tenía quince años, tenía la curiosidad por qué su mamá
nunca le permitía entrar a ese cuarto. Un día la señora se fue de compras y se
le olvidó llevar la llave. La niña entró al cuarto, y lo que vio fue una silla y una
olla encima de la silla. Se acercó a ver qué había en la olla, y lo que encontró
adentro de la olla con agua, un chulín.
La niña lo tomó con la mano, y empezó a preguntarse:
─¿Para qué querrá esto mi mamá?
Y dijo:
─¿Será para esto?
Y se lo introdujo entre sus dos piernas, y se le fue de viaje, de tal
manera que ni lo tocaba.
Ella, asustada, se acercó a la calle donde iba pasando un viejito. Y le
dice:
─¿Quiere hacer el amor?
El viejito le contesta:
─¿Cómo no, mi hijita, si hasta preparada estas ya?
Y se fue con ella hacia adentro. Cuál fue el susto del viejito que, cuando
penetró, un animal se le agarró del pene y se guiñó para atrás, trayendo el
chulín pegado.
El señor le dijo:
─¡No, no, mi hijita! ¡A mí me dijiste que si quería hacer el amor, no si
quería pescar!

Alfredo Vallejos, El Jicaral

7. El padrecito y el sacristán

Una vez un padrecito y el sacristán se fueron a visitar a una familia que


vivía lejos del pueblo. Iban montados en unos caballos. En el caballo que iba el
sacristán llevaban la comida.
Cuando iban a medio camino, el sacristán iba con hambre. Entonces
decidió meter la mano en la alforja y agarrar comida a escondidas del
padrecito. Cuando él intentaba meter la mano a la alforja, el padrecito le
preguntaba:
─Hijo, ¿cómo se llama ese pájaro?
El sacristán sacaba la mano de la alforja y le decía:
─Es tijul, padrecito.
Allá más adelante intentó de nuevo agarrar comida cuando el padre le
preguntó:
─Hijo, ¿cómo se llama ese palo grande que está allí?
El sacristán sacaba la mano de la alforja y le respondía:
─Es guanacaste, padrecito.
Y seguían caminando. Cuando llegaron a una parte pareja, dijo el
sacristán:
─Aquí si voy aprovechar. Voy a intentar la última vez, porque ya estamos
cerca del caserío.
Iba metiendo la mano a la alforja cuando el padre le preguntó:
─Hijo, ¿cómo se llama este llano?
El sacristán, enojado porque no pudo agarrar comida, le contestó:
─No sé, padre.
Cuando llegaron a la casa que iban a visitar, atendieron bien al
padrecito. Conversaron alegres, y el sacristán observó que el padre se
enamoró de una muchacha bonita que vivía en la casa.
El sacristán dijo:
─Hoy me desquito. Hoy no dejo hacer nada al padrecito.
Llegó la noche y les dieron el cuarto donde iban a dormir el padrecito
con el sacristán, cada quien en su cama. Ya entrada la noche, el padrecito se
levantó. Iba a buscar a la muchacha. El sacristán lo escuchó, y le dijo:
─¡Padre!
El padrecito se regresó y le contestó:
─¿Sí, hijo?
─Fíjese que me estoy acordando que el pájaro que le dije que se
llamaba tijul no era tijul. Era sanate.
─Está bien, hijo.
Y siguieron acostados. A media noche el padrecito se levantó sutilmente.
Iba para afuera cuando el sacristán le dijo:
─¡Padrecito!
El padre se regresó y le contestó:
─¿Qué fue, hijo?
─Fíjese que el palo que le dije que era guanacaste no era guanacaste.
Era jenízaro.
─Esta bien, hijo. No estés pensando en eso, busca a descansar mejor.
Por la madrugada el padrecito decidió hacer el último intento. Cuando
iba por la puerta, el sacristán le dijo:
─¡Padrecito!
El padre se regresó a la cama y le contestó:
─¿Qué fue, hijo?
─Fíjese que ya me acordé cómo se llama el llano que me preguntó.
─¿Y cómo se llama?
─Se llama llano liso, padrecito.
1.15 Juegos Infantiles

1. Conejo, pared, escopeta.

Se forman dos equipos. Se colocan de frente, y se explica el juego cómo


se representa: un conejo, es decir, con las dos manos arriba de la cabeza,
sobresaliendo dos dedos de cada mano. Luego cómo se representa pared: las
dos manos de frente a la altura del pecho. Y escopeta en forma de disparo.
Además, que Conejo le gana a pared, pared a escopeta y escopeta a
Conejo. Se pondrán de espalda, acordarán el grupo qué seña harán a la hora
que el coordinador haga cuenta de tres.
Existen reglas: el equipo que haga más de dos señas, pierde. No
pueden estar viendo hacia atrás al otro equipo, ni pueden hablar solamente con
señas. El equipo que obtenga más puntaje, gana.

2. El pañuelo

Se forman dos equipos, se enumeran según la cantidad de integrantes,


uno de izquierda a derecha, y el otro de derecha a izquierda, de modo que
puedan salir de diferentes lugares. El coordinador mide la distancia igual en
que deben estar los equipos.
Éste se encuentra al centro, y llama número al azar los cuales llegarán a
traer el pañuelo.
El que lo tome debe correr a su lugar sin ser alcanzado por el del otro
equipo. Si lo alcanza, es punto para el otro equipo.
En algún momento puede decir “todos”, en donde cada equipo buscará
la forma de llevarse el pañuelo sin ser alcanzado. Al final gana el equipo que
tenga más puntaje.
1.16 Trabalenguas

1. Allá quebradita arriba


estaba una caracatrepa
con cinco caracatrepitos;
cuando la caracatrepa trepa,
trepan los cinco caracatrepitos.

2. Me trepo al tabanco
de la gran tabanquería
a bajar la jáquima
de la gran jaquimería
para enjaquimar al garañón
de la gran garañonería.

3. Pancha plancha
con cuatro planchas,
¿con cuántas planchas
plancha Pancha?

4. El el patio de mi casa
hay un palito de girayoles;
que ricos girayoles da;
el que me lo venga a desgirayolar
un buen desgirayolador será.

5. Allá quebradita arriba


estaba una jipijapajota
con cinco jipijapajotillos;
por agarrar un jipijapajotillo
me jipipajotió
la jipijapajota vieja.
1.17 Refranes

1. Del árbol caído todos hacen leña.

2. No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

3. Coyol quebrado, coyol comido.

4. No hay mona que pegue tres brincos; y si los pega, se desnuca.

5. A caballo regalado no se le busca colmillo.

6. A Dios rogando y con el mazo dando.

7. Pide ray y quiere manejar.

8. Gato viejo, ratón tierno.

9. El que se aflige se afloja.

10. No sacan ni un perro a cagar.

11. No sacan ni una lora al sol.

12. El que madruga come pechuga, y el que tarda come albarda.

13. Al tonto ni Dios lo quiere.

14. Hacer el bien y no mires a quién.

15. Y vuelve la mula al trigo.

16. El que de amarillo se viste, a su hermosura se atiene.


17. El que siembra en tierra ajena, ni la semilla pepena.

18. El que le da comida a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.

19. Una mula muerta vale más que cien vivas.

20. Palabras sacan palabras.

21. Perro que come huevos, ni que le quemen el pico.

22. El que nació pa tamal, del cielo le caen las hojas.

23. El que nació para chancho, del cielo le cae el gancho.

24. Mujer chiquita y mula baya, suéltela que se vaya.

25. Es más fácil detener una carreta en bajada que una vieja enamorada.
1.17 Adivinanzas

Allá en el cerrito
está un viejito
con tres pelitos
en el culito.
(El Nancite)

Largo y peludo
y sabroso para tu culo
(El Caballo)

Oro no es,
plata no es
abre la cortina
y verás lo que es.
(El plátano)

Se remoja,
se retuerce
y se mete en el culito.
(El hilo y la aguja)
2. MATERIALES Y MÉTODO

En el presente apartado se abordan los aspectos referidos a la


metodología, técnica y materiales utilizados durante el desarrollo de esta
investigación.

2.1 Enfoque de la investigación.

De acuerdo con el alcance, este estudio se clasifica como exploratorio y


descriptivo. Al mismo tiempo, por su diseño se ubica en las investigaciones “no
experimentales”, pues se anotaron los cuentos y leyendas recopilados, así
como chistes, trabalenguas, supersticiones utilizados por los informantes en
situaciones cotidianas. Además, para analizar la presencia de la tradición oral
en el Municipio de Jicaral, fue necesario hacer una serie de preguntas a las
personas que integran la muestra de está investigación.
En lo pertinente a la orientación temporal de la investigación, se puede
denominar transversal o transeccional, pues las unidades analíticas fueron
evaluadas en un tiempo determinado. Se recogieron, describieron y analizaron
los datos pertinentes a esta investigación. A continuación se detallan los
paradigmas que se siguieron:

2.1.1 Exploratorio: Este paradigma de investigación permitió la familiarización


con los términos de cuentos y leyendas en el Municipio de Jicaral, conocer
cómo se había abordado el tema e identificar la posibilidad de realizar una
investigación más completa. Una vez planteada la idea y delimitado el tema de
investigación, se exploró la literatura existente y se extrajo la conveniente.
Sobre esa base, se trazó la estrategia de investigación más acertada y
pertinente.

2.1.2 Descriptivo: Este método facilitó la especificación de propiedades,


características y rasgos importantes de términos cuentos, leyendas,
supersticiones, adivinanzas, acertijos, trabalenguas. Asimismo, tomando en
cuenta este método, se midieron, evaluaron y recolectaron todo lo concerniente
a la literatura oral, para conocer las particularidades de los términos usados por
los informantes para referirse a los cuentos y leyendas.

2.2 Métodos y Técnicas:


Durante el proceso investigativo se utilizaron los siguientes métodos generales:

Método bibliográfico: Este método permitió explorar la bibliografía existente


sobre cuentos y leyendas en el Municipio El Jicaral. Primeramente, se consultó
la bibliografía necesaria sobre el tema de literatura oral. Los diccionarios e
investigaciones realizadas para conocer los términos que se había recopilado
hasta ese momento y en que época se había recogidos.
Posteriormente se buscó información especializada en la Internet, así
como la información que me facilitó el tutor a través de correo electrónico, lo
que permitió acopiar información útil para estructurar el Estado de la Cuestión.

Análisis: Este método facilitó el análisis, interpretación, discriminación y


ordenamientos de la información acopiada, pues procedía de fuentes
históricas, sociales, legales. Posteriormente se eligieron los datos pertinentes
para estructurar la introducción y Estado de la Cuestión de esta investigación.
Asimismo, contribuyó con la interpretación de los datos aportados por los
informantes y su posterior discusión.

Síntesis: La aplicación de este método permitió sintetizar todo el caudal de


información recopilada para organizar el Estado de la Cuestión. Posteriormente
facilitó el establecimiento de nexos entre el grupo de literatura oral analizada,
compararla y obtener nuevos datos de suma importancia para la investigación.
Con la síntesis se logró diferenciar el uso de un término y otro.

2.3 Métodos especializados

Método Lexicográfico: Se utilizó para organizar el vocabulario recopilado en


un glosario.
Método de análisis gramatical: Con la aplicación de este método se
identificaron las categorías gramaticales a las que pertenecen los términos
recopilados.

Análisis en campos semánticos: Este método permitió relacionar la serie de


unidades léxicas recolectadas y encontrar sus similitudes semánticas y
delimitar los campos semánticos a los que éstas pertenecen. Además, facilitó el
análisis del significado de las lexías recopiladas.

2.4 Técnicas aplicadas.


Para realizar esta investigación fue necesario recopilar cuentos y leyendas
usando las siguientes técnicas:

Encuesta: Consistió en un instrumento que integra un listado de palabras con


la finalidad de validar los términos previamente recopilados y una serie de
preguntas abiertas para recopilar los términos más usuales sobre cuentos y
leyendas. Las respuestas de ambos tipos de preguntas se obtuvieron de forma
oral mediante grabaciones magnetofónicas que posteriormente se
transcribieron.
El medio para realizar cada una de las encuestas fue la entrevista
personal, ya sea en el lugar de trabajo del informante o en su casa de
habitación. Primeramente se les explicaba el objetivo de la encuesta y se
aclaraban las dudas de los informantes y luego se procedía con la entrevista.
Además, fueron muy provechosas algunas pláticas informales con los
informantes o con personas que no fueron parte de la muestra. En estos
encuentros se introducía a los entrevistados al tema en estudio a través de
preguntas que los motivaran a hablar.
Un ejemplo de esas preguntas es “¿Conoce usted alguna leyenda propia
de este municipio?”. O se les brindaban datos como el siguiente: “¿Qué sabe
usted sobre el cerro la cruz?”.
2.5 Población y Muestra:

Para validar y recopilar cuentos y leyendas en el Municipio de Jicaral se


seleccionaron hombres y mujeres mayores de 30 años, hablantes del español
nicaragüense, y habitantes de las diferentes comunidades Pita-Pavón, San
Pedro, Las Guayabas, Casco Urbano Jicaral, San Juan de Dios, El Censo,
Carrizal y La Montañita.
Cada una de las comunidades mencionadas fue seleccionada siguiendo
criterios de representatividad, tradicional a las que se dedican los informantes.
Se eligió El Casco urbano por ser el centro donde convergen una serie de
trabajadores y personas dedicadas a las más variadas actividades.
Posteriormente se procedió a la selección de la muestra (no
probabilística) más conveniente. Está constó de 23 personas con
conocimientos y experiencia sobre tradición oral. Dicha muestra atañe a
personas de diferentes comunidades, que practican la tradición oral.
Esta muestra permitió establecer nexos y diferencias en la terminología
usada en las comunidades seleccionadas. Además se pudo obtener un corpus
representativo de cuentos y leyendas.

2.6 Materiales utilizados.

Para realizar esta investigación fue necesario utilizar los siguientes equipos y
materiales: grabadoras y cintas magnetofónicas en las que se guardaban la
información brindada por los pobladores entrevistados. Además, se utilizó una
cámara digital que permitió guardar elementos gestuales propios de los cuenta
cuentos.
Libretas de campo en las que se anotaban datos de los informantes y
palabras que el entrevistado no había mencionado durante la grabación o que
fueran brindadas por personajes ajenos a la muestra.
Además, se hizo uso de los siguientes equipos informáticos:
Computadora, impresora, memoria flash, CD. Estos artefactos facilitaron
la búsqueda y almacenamiento de datos, para el tratamiento de la información
y la estructuración completa de la investigación.
3. DISCUSIÓN

En este acápite se analizan los datos obtenidos después de recopilar los


cuentos y leyendas en el municipio El Jicaral, con 23 informantes cuyas edades
oscilaban entre los 30 y los 80 años, de ocho comunidades. La mayoría del
casco urbano, el resto seleccionadas de tal manera que hubiera representación
de diferentes lugares del municipio.
Es importante destacar que la mayoría de relatos compilados son
cuentos, leyendas, supersticiones, refranes, trabalenguas, adivinanzas, chistes,
en los demás existía repetición de los mismos por los informantes.
Gráfica No 1 PORCENTAJE POR ASPECTO COMPILADO.

4; 3%

25; 20% 30; 23% 1


2
3
4
5; 4%
5
11; 9%
7; 6% 6
2; 2% 7
8
43; 33%

Leyendas (30)
Cuentos (11)

Juegos Infantiles (2)

Superstición (43)

Chistes (7)

Trabalenguas (5)

Refranes (25)

Adivinanzas (4)
Gráfico No 2 CANTIDAD DE INFORMANTES POR EDADES.
GG

4%
9%
30% 1
2
22% 3
4
5
6
13%
22%

(30-39)

(40-49)

(50-59)

(60-69)

(70-79)

(80-89)
Gráfica No 3. CANTIDAD DE INFORMANTES POR COMUNIDAD.

4%; 1 4%; 1 1
8%; 2 2
4%; 1 3
4%; 1 4
5
8%; 2 59%; 14
6

9%; 2 7
8

Jicaral (14)

Guayabas (2)

San Juan de Dios (2)

La pita (1)

San Pedro (1)

La Montañita (2)

El carrizal (1)

El censo (1)
4. UNIDAD DIDÁCTICA

Nombre de la Unidad: Cuentos y leyendas de mi comunidad.


Asignatura: Lengua y Literatura
Grado: Séptimo Grado.
Centro Educativo: Arnoldo Toruño Rojas, El Jicaral.
Cantidad de horas: 10 horas clases.
Aplicación: primer semestre 2011.

1. El Cuento:
El cuento es una narración breve de hechos imaginarios o reales,
protagonizada por un grupo reducido de personajes.

1.1 caracteres del cuento.


™ Brevedad.
Es un relato breve, más corto que la llamada novela corta.
™ Sencillez
Su trama es sencilla y posee estilo sobrio.
™ Unidad.
El asunto que trata debe ser uno solo.
™ Unidad.
El asunto que trata debe ser uno solo.
™ Interés.
Su desarrollo debe ser interesante, y el final debe descubrirse hasta
después de haber llegado al clímax.

1.2 Estructura del cuento.

™ Introducción.
Presenta el inicio de los hechos, destacando el tiempo, el lugar, los
personajes y sus características.
™ Nudo.
Es la cima del relato, cuando el interés alcanza el clímax y la historia
está por resolverse.
™ Desenlace.
Es el final del cuento, cuando baja la tensión del nudo y empieza a
descubrirse el resultado.

1.3 Técnicas del cuento.


™ Argumento.
Es la historia resumida de la trama del cuento; es su pensamiento
central, fijado en el tiempo y el espacio.

™ Personajes.
Son los llamados caracteres, las personas individuales que intervienen
en la acción. Los personajes pueden ser principales y secundarios.

™ Ambiente.
Es el lugar, el escenario donde ocurren los hechos narrados.

™ Tipos de narrador.
El narrador es el encargado de contar o narrar los acontecimientos en
una obra literaria. Auditorio es una o varias personas que escuchan la
historia que cuenta el narrador. Tradicionalmente, hemos conocido tres
tipos de narradores.

™ Narrador protagonista.
Narra su propia historia desde un punto de vista en primera persona.

™ Narrador testigo.
Cuenta la historia desde un punto de vista en primera persona, pero sin
ser personaje directo de la misma, solo descubriendo los hechos tal
como son percibidos por él.

™ Narrador omnisciente.
Cuenta la historia desde un punto de vista que le permite conocer
absolutamente todo, inclusive los pensamientos y sentimientos íntimos e
inconfesables de todos los personajes.

Modernamente se conocen otros tipos de narradores:


™ Narrador heterodiegético.
La historia es contada por un narrador ajeno a ella y está ausente en los
hechos.

™ Narrador homodiegético.
La historia es contada por un narrador de la misma diégesis y está
presente en los hechos. En el narrador homodiegético, podemos
distinguir dos modalidades, de acuerdo con la importancia que el
narrador tenga en los hechos.

™ Narrador autodiegético: es el narrador héroe de su relato.


™
™ Narrador secundario: Es el narrador que juega un papel secundario
de observador o testigo.

Actividades
A: encierre en un círculo la literal que contiene la respuesta
correcta.

1. El cuento es un relato breve:


a- En prosa.
b- De asunto real.
c- De asunto ficticio.
d- Todas las anteriores son correctas.

2. Presenta el inicio de los hechos:


a- Introducción.
b- Desenlace.
c- Nudo.
3. Es la cima del relato:
a- Desenlace.
b- Nudo.
c- Introducción.
d- Ninguna de las anteriores es correcta.

4. Baja la tensión del nudo, viene el resultado.


a- Nudo.
b- Introducción.
c- Desenlace.
d- Solo el inciso “a” es correcto.

5. El resumen de la historia se llama:


a- Ambiente.
b- Argumento o diégesis.
c- Personajes.
d- Todas las anteriores son correctas.

B- Enumere
1. Los caracteres del cuento:
a- __________________________________________
b- __________________________________________
c- ___________________________________________
d- __________________________________________

2- La estructura del cuento:


a- ___________________________________________
b- ___________________________________________
c- ___________________________________________

3- Las técnicas del cuento:


a- ____________________________________________
b- ____________________________________________
c- ____________________________________________

C Producción Textual
1. Redacte un texto y exprese las ideas sobre la importancia que tiene
conocer el concepto, la estructura, las técnicas y las características del
cuento.
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2- Pida a sus padres o cualquier familiar que le cuenten un cuento de


nuestra tradición oral y luego escríbalo.
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2. Las leyendas
Son relatos poéticos, imaginativos, con cierta base real o verosímil. La
leyenda no es producto exclusivo de la imaginación individual: es creada, en
gran parte, por los hechos y la fantasía colectiva, que la tradición popular
recoge y conserva. Por ejemplo la leyenda del Toro Negro, de la pintada.

Actividades.

A – Contesta de manera precisa


1. ¿Qué son las leyendas?
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2. ¿Por qué se dice que mezclan realidad y fantasía en las leyendas?


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4. ¿Conoces alguna leyenda que puedas compartir con el grupo?


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5. ¿La leyenda es producto de la imaginación individual?


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B- Producción Textual

1. Redacte un texto y explique en que consiste la leyenda del sol


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C. Lea y analice una leyenda.


El Toro Negro (registrada en tres versiones distintas)

El Toro Negro es una poza del río Sinecapa. A la orilla de dicha poza
hay un camino del casco urbano El Jicaral hacia varias comunidades. Entre
la más cercana están: Las Guayabas, El Ojoche, Chagüitillo, El Ocotillo.
De estas comunidades bajan los hombres a beber guaro los fines de
semana, y cuando les agarra la noche tienen que pasar por ese camino. Y
ahí por la noche les sale el toro negro y los asusta. Y hasta les ha aparecido
como caballo, macho etc.

Oscar Vanegas, Jicaral Urbano

Me contó Don José Laguna que una vez iba de noche montado en una
yegua, y cuando pasó por El Toro Negro le agarraron la yegua del fiador, o
sea las riendas. Se sorprendió porque no la dejaba caminar. Entonces sacó
su pistola y comenzó hacer disparos alrededor de donde le agarraron a la
yegua. Posteriormente escuchó que un animal salió corriendo y fue a caer
como a unas diez varas hacia delante del camino donde él tenía que pasar.
La yegua estaba asustada por los balazos y no se acomodaba. Siguió
caminando hasta donde cayó el animal, pero la yegua no quería acercarse.
Tomó de decisión de bajarse. Con una mano tenía las riendas de la yegua y
con la otra la pistola para ver quién era. Y si comprobaba que era bruja, ahí
nomás la remataba.
La sorpresa fue peor cuando vio que lo que se retorcía y resoplaba era
un macho. Entonces siguió su camino.
Al día siguiente por la mañanita se fue donde su hermano Carmelo. Le
dijo que fuera a ver de quién era el macho que había matado para pagarlo,
porque en esa comunidad nadie tenía macho.
Carmelo regresó rápido y le dijo que venía con miedo porque ahí no
había ni señas que haya estado algún animal.

Porfirio Vega, Las Guayabas

Le contó Francisco Vega que iba una vez del pueblo por la noche y,
después que pasó el lugar de El Toro Negro, escuchó un gran ruido que un
animal bajaba del cerro a toda carrera. Pasó el río corriendo y se dirigió
hacia el. Éste se hizo a un lado para que el toro pasara. La sorpresa más
grande fue que a unas tres varas de él se detuvo inmediatament.
Francisco, sorprendido, caminó hacia donde había quedado el animal.
Empezó a intentar tocar con la mano, pero no había nada. Después bajó al
río para ver las huellas, y tampoco había nada. Después decidió irse hacia
su casa.

Porfirio Vega, Las Guayabas

Actividades
A- Conteste de manera precisa.
1. ¿A quiénes asustan según la leyenda?
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2. ¿Cual es el asunto central del texto?


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3. ¿Qué mensaje se deduce del texto?
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B Producción textual.

1. Investigue una leyenda y escríbela.


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2. Redacte un texto y explique cuál es la importancia de la mitología


nicaragüense para la formación de nuestros valores culturales.
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4 Las adivinanzas.
Es el discurso enigmático que consiste en plantear el descubrimiento de
una cosa a través a través de ciertas pistas que se presenta en la adivinanza.
Es un juego muy divertido para conocer nuevos elementos de la vida y su
relación con la realidad.

Ejemplos.

Allá en el cerrito
está un viejito
con tres pelitos
en el culito.
(El Nancite)

Largo y peludo
y sabroso para tu culo
(El Caballo)

Oro no es,
plata no es
abre la cortina
y verás lo que es.
(El plátano)

Se remoja,
se retuerce
y se mete en el culito.
(El hilo y la aguja)
Actividades.
A. contesta de manera precisa.

1. ¿Qué es la adivinanza?
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2. ¿Cuál es la relación de la adivinanza con la realidad?


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3. ¿Por qué se afirma que la adivinanza es un juego?

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B. Producción textual

1. Recopile adivinanzas propias de su comunidad y comparta con sus


compañeros.
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5. Los refranes.

Son expresiones paremiológicas o sentenciosas, llenas de agudeza, que


manifiestan una enseñanza o sabiduría nacida en la población. En Nicaragua,
el refranero es muy rico en expresiones, en su mayoría anónimas. Ejemplo.

Del árbol caído todos hacen leña.

No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.

Coyol quebrado, coyol comido.

No hay mona que pegue tres brincos; y si los pega, se desnuca.

A caballo regalado no se le busca colmillo.

A Dios rogando y con el mazo dando.

Actividades.
A. Conteste de manera precisa

1. ¿Qué es un refrán?
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2. ¿Por qué se dice que el refrán manifiesta una enseñanza?


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B Analice los refranes

1- El que de amarillo se viste, a su hermosura se atiene.


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2- El que siembra en tierra ajena, ni la semilla pepena.


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3- El que le da comida a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro.


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4- Una mula muerta vale más que cien vivas.


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5- Perro que come huevos, ni que le quemen el pico.


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C- Producción textual.
1. Recopile cinco refranes y analice el contenido.
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2. Invente dos refranes.

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5. CONCLUSIONES

En este acápite se establecen las conclusiones a las que se llegó


después de haber realizado el análisis y discusión de los géneros literarios de
tradición oral compilados. En total, se compilaron 9 géneros de tradición oral y
se recopilaron más de un centenar de discursos, en prosa y en verso,
caracterizados por su carácter oral. Tomando en cuenta lo anterior se puede
concluir que:

1. En el municipio Jicaral está bien arraigada la tradición oral, a la vista de


la cantidad y de la calidad de los materiales orales registrados.

2. Las edades de las personas que mejor transmiten estos conocimientos


suelen ser de adultos y ancianos, aunque desde la niñez hay muchas
personas que conocen muchos relatos y cantos.

3. Se lograron compilar algunas leyendas propias del Municipio, aunque


pueden haber quedado otras en las diferentes comunidades donde no
se realizó la muestra.

4. La forma de llegada de toda esta producción oral ha sido de generación


en generación, ya que en el municipio todavía existen comunidades sin
servicio de energía eléctrica, lo que da oportunidad de que la tradición
oral siga siendo cultivada como cauce dominante de la transmisión de la
cultura.

5. La población muestra conoce especialmente cuentos, leyendas,


supersticiones y refranes, ya que en los otros géneros se repetía en
muchos casos la información.
6. RECOMENDACIONES

1. Se deben tomar en consideración los cuentos y leyendas compilados


para utilizarlos en las aulas de clase en el Municipio Jicaral para su
debido estudio y análisis.

2. Es preciso crear una base de datos de informantes dispuestos a


colaborar con los estudios de literatura oral y ofrecerlos a los
investigadores.

3. Es aconsejable continuar la compilación de cuentos y leyendas en el


Municipio Jicaral, departamento de León.
7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

Corea, Thelma, et. al., Metodología de Investigación. Managua. UNAN. 2001.

Cuadra, Pablo. El nicaragüense. Managua. Hispamer. 2004

Enrique Peña Hernández. Folklore de Nicaragua. Editorial Unión, Masaya, 1968).

Milagros Palma. Senderos míticos de Nicaragua. Editorial Nueva América, Bogotá,


1987.

Morales, Pedro. Curso de Lengua y Literatura Séptimo grado Secundaria trasformada.


Managua. Distribuidora Cultural. 2009.

Moratalla, Sebastián, y José Manuel Pedrosa. La ciudad oral. Literatura


tradicional urbana del sur de Madrid. Teoría, método, textos. Madrid.
Comunidad de Madrid. 2002.

Pedrosa, José Manuel, coord. Cuentos y leyendas inmigrantes. Duendes,


fantasmas, brujas, diablos, santos, bandidos, y otros seres inquietos e
inquietantes de Hispanoamérica y de algún misterioso lugar más. Cabanillas
del Campo, Guadalajara. Palabras del Candil. 2008.

Piura, López J. Introducción a la Metodología de Investigación Científica. Managua. El


Amanecer S. A. 1994.

Tamayo. M. El Proceso de Investigación Científica. 3ra Ed. México. LIMUSA.1998.


ANEXOS

Ejemplo del cuestionario seguido en las entrevistas.

Datos Generales.
Nombres y Apellidos:
Edad:
Comunidad:

¿Qué se cuenta sobre las brujas?

¿En qué casas había duendes? ¿Qué hacían?

¿Había casos de mal de ojo?

Chistes y anécdotas

¿Qué se cuenta del arco iris?

¿Conoce sobre leyendas de su comunidad?

¿Sabe algunos cuentos?

Trabalenguas

Adivinanzas

Mitos.

Refranes
Glosario

Adivinación n. f Acción y efecto de adivinar.

Adivinanza: n f Adivinación de un Acertijo.

Astrología n. f Arte adivinatoria que consiste en determinar la influencia de los


astros sobre el curso de los acontecimientos terrestres, y en hacer predicciones
sobre el futuro.

Acertijo: n m. Enigma para entretenerse en acertarlo. 2 Cosa o afirmación muy


problemática.

Canción: n f (lat. Cantionem). Pequeña composición musical de carácter popular,


sentimental o satírico, dividida en estrofas y destinada a ser
cantada. 2. Música de una canción. 3 composición lírica, dividida en
estancias largas, todas en igual número de endecasílabos menos la
última que es una breve. Canción de cuna, canto con que se
duerme a los niños. SIN: nana.

Candil n. m lámpara de aceite formada por dos recipientes de metal


superpuestos y con un pico cada uno

Cartomancia n. f Arte de adivinar el futuro a partir de combinaciones de


naipes.

Cuento: n m. (lat. Computum, cálculo). Relación de un suceso. 2. relación, de


palabra o por escrito, de un suceso de invención, especialmente
dirigido a los muchachos para divertirlos: cuento de hadas. 3.
Narración literaria breve. 4 cómputos, el cuento de los años. 5. fam,
chisme, enredo, mentira: no me vengas con cuentos. 6. chiste,
historieta. A cuento, al caso, al propósito: venir a cuento. // Dejarse
o quitarse, de cuentos (fam) omitir los rodeos e ir a lo sustancial de
una cosa. // sin cuento, incontable // tener cuento, o mucho cuento,
decir falsedades, aparentando lo que no se es // traer a cuento,
introducir un tema remoto en un discurso o conversación

Curanderismo n. m Curandería. n. f Práctica de los curanderos. Personas que


se dedican a curar por medio de prácticas mágicas y de
conocimientos médicos populares.

Cosmogónicos adj. Relativo a la cosmogonía. Ciencia de la formación


de los objetos celestes: planetas, estrellas, galaxias, etc. FILOS.
Concepto sobre el origen del mundo.

Consejas n. f. Cuento fábula leyenda

Chiste: n m. frase o historieta improvisada, relatada o dibujada que contiene


algún doble sentido, alguna alusión burlesca o algún disparate que
provoca risa 2. Gracia chispa.

Destino n. m Hado, divinidad o voluntad divina que regula de una manera fatal
los acontecimientos futuros.

Espíritus n .m Principio inmaterial, sustancia incorpórea, en oposición a


material, corpórea. Vivacidad ingenio

Etiológicos n. f Parte de la medicina que investiga las causas de las


enfermedades.

Escatológicos n. f Relativo a la escatología parte de la teología.


Estudio de los excrementos.
Espiritismo n. m Ciencia oculta que tiene por objeto provocar la manifestación
de seres inmateriales, o espíritus, y entrar en comunicación con ellos por
medios ocultos o a través de personas en estado de trance hipnótico, llamado
médiums

Enigma: n m. (lat. Aenigmam). Cosa que debe adivinarse a partir de una


descripción o definición ambiguas.2. Persona o cosa que es difícil
definir o de conocer a fondo.

Fantasmas n. m Aparición con forme de ser real, de algo imaginado, o bien


aparición de un ser inmaterial como el alma de un difunto.

Geomancia n. f Técnica de adivinación supersticiosa basada en la observación


de las figuras que se forman con tierra, polvo, piedras etc., lanzados al azar
sobre una superficie lisa.

Híbrida adj. Dicese del animal o vegetal que es el resultado del cruce de dos
especies o géneros distintos, como la mula, hibrido del asno y la yegua fig.
Dicese de lo que es producto de elementos de distinta naturaleza.

Leyenda: n m. (Lat. Legenda, cosas que se leen). Narración o relato de sucesos


fabulosos, a veces con una base histórica, que se transmite por tradición oral o
escrita. 2. Pie explicativo de un cuadro, grabado, mapa, etc. 3. Pieza musical de
estructura variable, que casi siempre evoca un ambiente misterioso y arcaico,
inspirado en alguna leyenda literaria. 4. NUMSM. Conjunto de los caracteres que
figuran.

Magia n. f Conjunto de creencias y prácticas basadas en la ídea de que existen


poderes ocultos en la naturaleza, y que se deben conciliar o conjurar, para
conseguir un beneficio o provocar una desgracia, logrando así una eficacia
material. Atractivo o encanto de algo que parece exceder la realidad.

Mito: n. m. (gr. Mitos, fábula). Relato popular o literario en el que intervienen


seres sobrehumanos y se desarrollan acciones imaginarias que
trasponen acontecimientos históricos, reales o deseados, o en las
que se proyectan ciertos complejos individuales o ciertas
estructuras subyacentes a las relaciones familiares o sociales. 2.
Idealización de un hecho o un personaje histórico que presenta
caracteres extraordinarios: El mito napoleónico. 3. Idea, teoría,
doctrina, etc. Que expresa los sentimientos de una colectividad y
se convierte en estímulo de un movimiento: el mito americano.

Pregón: n m. promulgación o divulgación que se hace en alta voz y en un lugar


público de una noticia, aviso, o hecho que conviene hacer saber a
todos. 2. propaganda o anuncio de algún producto o mercancía que
se suele hacer a voces por la calle. 3. Discurso literario que se
pronuncia en público con ocasión de alguna festividad o
celebración. 4. Antigua forma de cante flamenco de motivo
religioso, que solía interpretarse el jueves santo en algunas
localidades andaluzas.

Paremias: n f (gr paroimia). Sentencia o refrán.

Puño n. m La mano cerrada

Proverbio: n. m (lat. Proverbium) sentencia, adagio o refrán.

Quiromancia n. f procedimiento de adivinación fundado en el estudio de la


mano. (Formas, líneas, etc.)

Refrán: n m. Sentencia que consta de pocas palabras y es de carácter


popular y didáctico.

Riendas n. f Cada una de las dos correas que sujeta al freno de las
caballerías. Sirven para conducirlas. A rienda suelta con violencia o
celeridad; sin freno ni regla reír a rienda suelta.
. Tarot n. f Conjunto de setenta y ocho cartas, mas largas y con figuras
distintas de las cartas ordinarias, especialmente dedicadas a juegos de
adivinación o cartomancia. Juego en el que se usan estas cartas.
Trabalenguas: n m. (pl. trabalenguas). Palabra o frase difícil de pronunciar.

Trasgresores n. f. acción y efecto de transgredir: infringir, violar,


desobedecer un precepto una orden o una ley.

Teogónicos adj. Relativo a la teogonía. Conjunto divinidades de una


determinada mitología. Doctrina referente al origen de los dioses, en una
mitología determinada.

Retumbos Resonar, hacer mucho ruido una cosa o repercutir el sonido.

Zopilote n. m Especie de buitre del tamaño de un pavo, que vive en toda la


América cálida, negro, con las patas rojizas y la cabeza y cuello
rojoazulados.
Fotografía: Mina El Pilar, lugar de la Leyenda. Lagarto de oro.
Cerro Chaperno

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