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Hepatitis D

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UNIVERSIDAD GALILEO

ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD.

TECNICO EN LABORATORIO CLINICO

Catedrática Dra. Esteffanny Yohana Tello Rios


Curso Anatomía y Fisiología II
Sección A
Tercer Semestre
Alumnas
Darlin Geaneth Mazariegos Granados (22009387)
Maria Fernanda Martínez Cobon (22006311)
Nataly Sarai Martínez Merida (22007953)
Ana Beli Merida Monzón (22008905)

Hepatitis D

Huehuetenango Guatemala
2,023
Hepatitis D

 Es una infección viral que causa inflamación y daño al hígado. La inflamación es una
hinchazón que ocurre cuando los tejidos del cuerpo se lesionan o infectan. La
inflamación puede dañar los órganos.
Los virus invaden las células normales del cuerpo. Muchos virus causan infecciones
que pueden transmitirse de una persona a otra.
El virus de la hepatitis D es inusual porque solo puede infectar a la persona cuando él o
ella también tiene una infección por el virus de la hepatitis B . Por esto, se puede decir
que la hepatitis D es una doble infección. Puede protegerse de la hepatitis D al
protegerse contra la hepatitis B recibiendo la vacuna contra esa enfermedad .
La hepatitis D se transmite de la misma manera que la hepatitis B, a través del contacto
con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada.
La hepatitis D puede causar una infección aguda o crónica, o ambas.

Hepatitis D aguda

Es una infección a corto plazo. Los síntomas de la hepatitis D aguda son los mismos


síntomas de cualquier otro tipo de hepatitis, pero a menudo son más severos. En
algunos casos, el cuerpo puede combatir la infección y el virus desaparece.

Hepatitis D crónica

Es una infección duradera. La hepatitis D crónica ocurre cuando el cuerpo no puede


combatir el virus y el virus no desaparece. Las personas que tienen hepatitis B y D
crónicas tienen complicaciones con más frecuencia y rapidez que las personas que
solo tienen hepatitis B crónica.

¿Cómo ocurren juntas las infecciones por hepatitis D y hepatitis B?


Las infecciones por hepatitis D y por hepatitis B pueden ocurrir juntas como una
coinfección o como una sobreinfección. Las personas solo pueden infectarse con
hepatitis D cuando también tienen hepatitis B.

Coinfección
Una coinfección ocurre cuando se contrae la hepatitis D y hepatitis B al mismo tiempo
desaparecen. 

sobreinfección
Se produce una sobreinfección cuando ya tiene hepatitis B crónica y luego se infecta
con hepatitis D. Cuando se produce una sobreinfección, puede tener síntomas graves
de hepatitis aguda. 

¿Es frecuente la hepatitis D?


La hepatitis D no es frecuente en los Estados Unidos. Es más frecuente en otras partes
del mundo, como en Europa del Este y del Sur; la región mediterránea y el Medio
Oriente; partes de Asia, incluida Mongolia; África Central; y la cuenca del río Amazonas
en América del Sur. 

 Causas de la hepatitis D

El virus de la hepatitis D (VHD) solo se encuentra en personas portadoras del virus de


la hepatitis B. El VHD puede empeorar una enfermedad hepática en personas que
tengan una infección por hepatitis B reciente (aguda) o prolongada (crónica) actual.
Este virus puede incluso causar síntomas en personas que portan el virus de
la hepatitis B, pero que nunca tuvieron síntomas.
 La hepatitis D infecta a alrededor de 15 millones de personas en todo el mundo.
Esta se presenta en un pequeño número de personas portadoras de hepatitis B.
 Los factores de riesgo incluyen:
 Abusar de drogas intravenosas (IV) o inyectadas
 Estar infectada durante el embarazo (la madre le puede pasar el virus al bebé)
 Portar el virus de la hepatitis B
 Hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres
 Recibir muchas transfusiones de sangre
No se puede contraer la hepatitis D
 si una persona vive, tose o estornuda encima suyo
 al beber agua o comer alimentos
 por abrazar a una persona enamorada
 por darle la mano o tomarle la mano a una persona afectada
 al compartir cucharas, tenedores y otros utensilios para comer
 por estar sentado al lado de una persona infectada.
EPIDEMIOLOGíA DE LA HEPATITIS D
La prevalencia global de infección por virus D en portadores crónicos del virus B es del
5% (hay unos 15 millones de personas en el mundo infectadas por el virus D). La
hepatitis viral D tiene una distribución mundial asociado a dos patrones
epidemiólogicos:
Uno relacionado a difusión no parenteral del virus, como en el sur de Italia, el área
Amazónica y algunas partes de Africa, postulándose en este caso la transmisión de
persona a persona, en ausencia de exposición percutánea. El otro patrón está asociado
a transmisión parenteral como el caso de hemofílicos, politransfundidos y drogadictos
endovenosos tal como sucede en EE.UU. y en el Oeste de Europa Las vías de
transmisión de la hepatitis D son comunes a las del virus B, siendo la fundamental la
parenteral.
También puede transmitirse por fluidos orgánicos. Si las condiciones higiénicas son
malas, aumenta su difusión; esto explica su mayor prevalencia en países tropicales,
fundamentalmente en estratos sociales bajos. En los países occidentales, donde la
prevalencia del virus B es baja, la infección por el virus D está confinada a los
hemofílicos politransfundidos y a los adictos a drogas por vía parenteral, siendo
además el 50-60% seropositivos para el HIV. Los hemofílicos politransfundidos tienen
entre un 30- 70% marcadores de virus D. El riesgo de transmisión por transfusión es
mayor si el receptor es portador crónico del virus B, porque cantidades mínimas de
virus D desarrollan la infección. Se ha calculado que el riesgo de transmisión es 30
veces inferior al del virus B. Los grupos de riesgo para adquirir infección por hepatitis D
son similares a los de hepatitis B. Así se hallan en riesgo, drogadictos por vía
intravenosa, hemofílicos, multitransfundidos, residentes en zonas endémicas y las
personas privadas de su libertad. La importancia de la transmisión perinatal es mínima,
y solo en madres HBeAg positivas.
La infección D es infrecuente en los hemodializados y en los deficientes mentales
ingresados en instituciones cerradas. En los estudios realizados en Estados Unidos con
homosexuales masculinos la prevalencia es baja, y en Europa no se ha detectado en
este colectivo, a no ser que sean adema s adictos a drogas endovenosas. En el sur de
Italia se describió inicialmente que el 50% de los portadores crónicos del HBsAg
estaban sobreinfectados por el virus D; sin embargo estudios mas recientes indican
que sólo se trataría del 10%. La infección es endémica en la Rusia Asiática, algunos
países de Africa Central y en algunas zonas de América del Sur. En estos países se
han descrito epidemias de infección D en forma de hepatitis fulminante. Cerca del 25%
de casos de fulminante, están asociados a coinfección con VHD, además la infección
por virus D agrava la enfermedad hepática crónica en los portadores del HBsAg, así
aquellos portadores que tienen además anticuerpos anti-Delta tienen 4 veces mas
riesgo de enfermedad crónica que aquellos que no presentan dichos anticuerpos. Los
PATRONES DE ENDEMICIDAD para el HVD se han definido como de muy baja
cuando la prevalencia es de 0 a 2% en portadores asintomático del HbsAg y menos del
5% en casos de hepatitis B crónicas, baja cuando la prevalencia de VHD es de 0 a 9%
en portadores asintomático y del 10 a 25% en casos de hepatitis crónica o cirrosis;
moderada, cuando la prevalencia es de 10 a 19% en portadores asintomático y 30 a
50% en casos de hepatitis crónica ; y elevada cuando la prevalencia esta por encima
del 20% en los portadores asintomático del HbsAg y por encima del 60% en casos de
hepatitis crónicas. HBsAg (diagnóstico de hepatitis por virus B)
El virus de la hepatitis D (VHD) fue descubierto por primera vez por Rizzetto y colegas
a mediados de la década de 1970 mientras investigaban a un grupo de pacientes con
VHB con hepatitis grave. El VHD es un virus defectuoso ya que sólo puede propagarse
si existe el VHB. Se estimaba que aproximadamente el 5% de los portadores crónicos
de VHB se coinfectan con VHD. Según los datos publicados entre los años 80 y 90, se
estimaba que entre 15 y 20 millones de personas eran portadoras del VHD en todo el
mundo.
Los estudios sistemáticos realizados sobre la historia natural de la coinfección crónica
del VHB y VHD es una de las formas más grave de hepatitis viral, y este grupo tiene un
riesgo más elevado de desarrollar cirrosis y carcinoma hepatocelular (HCC) que las
personas con monoinfección por VHB. En 2015, 97 naciones habían incluido la vacuna
del VHB para los recién nacidos, y 180 países incluyeron la vacuna HepB3 (HepB3 =
tres dosis de la vacuna de la hepatitis B) en su programa de vacunaciones de rutina.

DEFINICIONES OPERATIVAS
1. Caso probable sintomático: individuo con manifestaciones clínicas: Fiebre, ictericia,
malestar general, fatiga intensa, anorexia, naúseas, vómitos, dolor abdominal
(predominantemente en el hipocondrio derecho) coluria, y que presenta aumento del
nivel de transaminasas hepáticas mayor o igual a tres veces el valor normal (según el
método utilizado) así como bilirrubinas aumentadas a predominio directo, durante los
primeros días de la enfermedad
2. Caso probable asintomático: Individuo asintomático y sin historia clínica previa de
hepatitis viral que presenta transaminasas elevadas de cualquier valor.
3. Caso confirmado : Aquel que tiene uno o más de los marcadores serológicos
positivos para hepatitis viral.
4. Contactos:
• Pareja sexual de un paciente infectado.
• Persona que comparte jeringas o agujas contaminadas (usuario de drogas
endovenosas).Hijos de madres con antígeno de superficie positivo.
• Individuo que manipula o que recibe sangre o material biológico de persona
infectada.
• Paciente sometido a procedimientos quirúrgicos ú odontológicos que haya compartido
material instrumental D contaminado.
• Usuario de hemodiálisis.
• Persona que vive con portador crónico de hepatitis B.
5. Portador crónico: Individuo que conserva el virus (TIPO B. B /D, C) por más de seis
meses. Puede ser clínicamente sintomático o asintomático con transarninasas
normales o aumentadas.
6. Asociación epidemiológica: Persona con cuadro agudo clínico compatible con
hepatitis viral y antecedente de contacto con un caso confirmado, un portador o de
exposición accidental al virus de la hepatitis.
7. Brote epidémico: Aumento del número esperado de casos en un área específica y
un período determinado.
CONDUCTA FRENTE A UN BROTE O EPIDEMIA
1. Notificar inmediatamente al nivel regional, y posteriormente al nivel central sobre la
presencia de casos de hepatitis viral en cualquier parte del país. La notificación de
casos probables debe hacerse semanalmente a través de la Red Nacional de
Epidemiología, además en caso de no presentarse ningún caso, también debe
notificarse como "negativo".
2. Iniciar investigación epidemiológica a fin de identificar el caso índice, sus contactos,
la fuente de infección y el mecanismo de transmisión, la población de mayor riesgo, el
número de casos. Al tener ésta información básica es importante comparar la
incidencia actual con la de períodos similares.
3. Aplicar medidas de control: Visitar las residencias de las familias donde se
presentaron casos para obtener muestras de sangre y buscar la presencia de
marcadores serológicos para hepatitis virales. En caso de hepatitis tipo B vacunar a los
contactos.
4. Establecer un adecuado sistema de obtención y envío de muestras desde los niveles
locales hasta el laboratorio regional y/o central a fin de garantizar la calidad de la
muestra para su procesamiento. El laboratorio encargado de procesar la muestra debe
estar adecuadamente implementado y tener personal capacitado.
5. Educación a la comunidad, orientar sobre la forma de diseminación del virus,
enseñar medidas simples para evitar la diseminación evitando contacto con la sangre o
secreciones corporales del paciente infectado en el caso de los virus B Y C. Desinfectar
con solución de hipoclorito de sodio (Comercial).
MEDIDAS DE PREVENCIÓN HEPATITIS D
PROFILAXIS. HEPATITIS D
La prevención de la infección del virus B evita la del virus D. En los sujetos HBsAg
negativos, se recomienda la vacunación frente a la hepatitis B si son grupos de riesgo.
En los que son HBsAg positivos, no hay inmunoprofilaxis específica. Solo se puede
recomendar las medidas para evitar la exposición.
MEDIDAS DE CONTROL
Es importante resaltar que, aparte de las medidas de control específicas es necesario
la educación de la comunidad referente a las formas de transmisión, tratamiento y
prevención de las hepatitis virales.
• Fuente de agua para consumo humano
• No es de gran importancia como ocurre en la infección de tipo A y E.
• Individuos infectados.
Los profesionales de salud al manipular pacientes infectados durante el examen clínico,
procedimientos invasivos, exámenes diversos de líquidos y secreciones corporales,
deben obedecer a las recomendaciones internacionales de bioseguridad: lavar las
manos después del examen de cada paciente; estar vacunado contra la Hepatitis B,
usar guantes de látex y lentes de protección en los procedimientos en los que haya
contacto con secreciones y líquidos corporales de los pacientes infectados. Si existen
soluciones de continuidad en las manos no se deben realizar procedimientos.
En caso de exposición a secreciones debe usarse inmunoglobulina hiperinmune contra
el virus de la hepatitis tipo B (HBIG) Y vacuna específica contra hepatitis B (ver
profilaxis) Los portadores deben ser evaluados por médicos especialistas. En relación a
sus compañeros sexuales y contactos domiciliares susceptibles deben ser vacunados
contra la hepatitis B. Las relaciones sexuales deben ser realizadas con preservativo.
Los hijos de madres seropositivas deben ser vacunados inmediatamente después del
nacimiento (de preferencia antes de las 12 horas de haber nacido), la segunda dosis a
los treinta días y la tercera dosis a los seis meses de edad. Cuando esté disponible es
recomendable el uso de inmunoglobulina específica en las primeras 24 horas de vida
después del nacimiento. Los pacientes con manifestaciones clínicas de hepatitis viral
aguda deben ser evaluados por un médico, usar preservativos durante las relaciones
sexuales y vacunar a sus contactos susceptibles.

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis D?


Hepatitis D aguda.
La hepatitis D aguda es una infección a corto plazo. Los síntomas de la hepatitis D
aguda son los mismos síntomas de cualquier otro tipo de hepatitis, pero a menudo son
más severos. En algunos casos, el cuerpo puede combatir la infección y el virus
desaparece.
Hepatitis D crónica.
La hepatitis D crónica es una infección duradera. La hepatitis D crónica ocurre cuando
el cuerpo no puede combatir el virus y el virus no desaparece. Las personas que tienen
hepatitis B y D crónicas tienen complicaciones con más frecuencia y rapidez que las
personas que solo tienen hepatitis B crónica. Requiere diagnóstico médico
Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas y fatiga., puede no presentar
síntomas, pero las personas pueden sufrir:
Áreas de dolor: abdomen
También comunes: fatiga, náuseas o piel y ojos amarillos
La mayoría de las personas con hepatitis D aguda tienen síntomas, que pueden incluir
 sentirse cansado
 náuseas y vómitos
 pérdida de apetito
 dolor en la parte superior del abdomen sobre el hígado
 orina de color más oscuro
 heces de color más claro
 dolor en las articulaciones
 ojos y piel amarillentos, lo que se llama ictericia.

Por el contrario, la mayoría de las personas con hepatitis D crónica tienen pocos
síntomas hasta que se desarrollan las complicaciones, lo que podría ser varios
años después de haber contraído la infección. Algunos síntomas de la cirrosis
incluyen
 debilidad y sentirse cansado
 pérdida de peso
 hinchazón del abdomen
 hinchazón de los tobillos, lo que se llama edema
 picazón en la piel
 ictericia.

¿Cómo se diagnostica la hepatitis D?

Los doctores diagnostican la hepatitis D en base a su historia médica, un examen físico


y análisis de sangre. Si tiene hepatitis D, su médico puede hacer pruebas adicionales
para ver cómo está el hígado.

Historia medica

Su médico le preguntará acerca de sus síntomas y los factores que pueden hacer más
propensos a tener la hepatitis D .

Examen físico

Durante el examen físico, su médico verificará si hay señales de daño al hígado, como

 cambios en el color de la piel


 hinchazón en la parte inferior de las piernas, los pies o los tobillos
 sensibilidad o hinchazon en el abdomen

¿Qué pruebas usan los doctores para descubrir la hepatitis D?


Los médicos utilizan los análisis de sangre para detectar la hepatitis B. Su médico
puede solicitar exámenes para buscar para daño hepático, descubrir cuánto daño tiene
o descartar otras causas de la enfermedad del hígado.

Analisis de sangre

Su doctor puede pedir uno o más análisis de sangre para detectar la hepatitis D. Un
profesional de la salud le tomará una muestra de sangre y la producirá en un
laboratorio.

Su doctor puede pedir uno o más análisis de sangre para detectar la hepatitis D.

pruebas adicionales

Si tiene hepatitis D y hepatitis B crónica, podría tener daño al hígado. Es posible que su
médico le recomiende pruebas adicionales para determinar si tiene daño al hígado,
cuánto daño tiene o para descartar otras causas de enfermedades del hígado. Estas
pruebas pueden incluir

 analisis de sangre
 elastografía transitoria, una ecografía especial que mide el estado de rigidez o
elasticidad del hígado
 biopsia del higado , en la que el doctor usa una aguja para extraerle un trozo
pequeño de tejido del higado. Un patólogo le examinará el tejido con un
microscopio para ver si hay señales de daño o enfermedad.

Los doctores generalmente solo le hacen una biopsia del hígado si las otras pruebas no
dan suficiente información sobre el daño o la enfermedad del hígado. Pregúntele a su
médico qué exámenes son los mejores para usted.

¿Cómo se trata la hepatitis D?

Los médicos pueden tratar la hepatitis D crónica con medicamentos llamados


interferones, como el peginterferón alfa-2a Enlace externo del NIH (Pegasys). Los
investigadores están estudiando nuevos tratamientos para la hepatitis D. Además,
quizás sea necesario tomar medicamentos para la hepatitis B. Por lo general, estos
medicamentos se toman una vez al día por vía oral.

¿Cómo se tratan las complicaciones de la hepatitis D?

Si la hepatitis D crónica causa cirrosis, debe consultar a un médico especializado en


enfermedades del hígado. Los doctores pueden tratar problemas de salud relacionados
con la cirrosis con medicamentos, cirugía y otros procedimientos médicos. Si tiene
cirrosis, tiene una mayor probabilidad de tener cáncer de hígado. Su médico puede
solicitar que se haga una ecografía u otro tipo de prueba de imagines para ver si tiene
cáncer de hígado.
Si la hepatitis D aguda resulta en insuficiencia hepática aguda, o si la hepatitis D
crónica lleva a insuficiencia hepática o cáncer de hígado, es posible que necesite
un trasplante de hígado.

TRATAMIENTO DE HEPATITIS D
Altas dosis de interferón por cursos prolongados (aproximadamente por un año), ha
sido utilizado para tratar la hepatitis D, pero hasta la fecha no hay consenso respecto a
la efectividad de ésta medida. El resultado del trasplante hepático para pacientes con
coinfccción por virus D es superior. Esto se debe a que la frecuencia de reinfección por
VHB es menor con coinfección por HDV presumiblemente porque la interferencia viral
reduce la replicación activa de VHB.
TRATAMIENTO DE HEPATITIS FULMINANTE
Soporte en la DCI. Pronóstico malo. La falla severa generalmente es irreversible, y en
estos casos, es necesaria la posibilidad de un transplante hepático.

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