Datos y Cifras
Datos y Cifras
Datos y Cifras
La hepatitis D es una enfermedad hepática que puede adoptar formas agudas o crónicas, y
su agente etiológico, el VHD, requiere la presencia del VHB para replicarse. La infección
por el VHD no es posible en ausencia del VHB. La coinfección por ambos virus se
considera la forma más grave de hepatitis vírica crónica, dada su progresión más rápida
hacia el carcinoma hepatocelular y la muerte por causas hepáticas.
Distribución geográfica
Se calcula que aproximadamente un 5% de los casos mundiales de infección crónica por el
VHB están coinfectados por el VHD, lo que significa unos 15 a 20 millones de infectados
por el VHD. Las zonas con gran prevalencia son África (Central y Occidental), Asia
(Central y Septentrional, Viet Nam, Mongolia, Pakistán, Japón, China y Taipei Chino), las
islas del Pacífico (Kiribati, Nauru), Oriente Medio (todos los países), Europa Oriental
(zonas del Mediterráneo Oriental y Turquía), Sudamérica (cuenca amazónica) y
Groenlandia. No obstante, las estimaciones mundiales y la información geográfica son
incompletas porque muchos países no aportan datos sobre la prevalencia del VHD.
Transmisión
Las vías de transmisión del VHD son las mismas que las del VHB: por contacto percutáneo
o sexual con sangre o productos sanguíneos infectados. La transmisión vertical es posible,
pero rara. La vacunación contra el VHB previene la coinfección por el VHD, por lo que la
expansión de los programas de vacunación de los niños contra el VHB ha dado lugar a una
reducción de la incidencia de la hepatitis D en todo el mundo.
Síntomas
Hepatitis aguda: la infección simultánea por el VHB y el VHD puede producir hepatitis de
leve a grave, incluso fulminante, pero la recuperación suele ser total y la hepatitis D crónica
es rara (menos del 5% de los casos de hepatitis aguda).
Sobreinfección: el VHD puede infectar a personas que ya padecen infección crónica por el
VHB. Esta sobreinfección por el VHD en casos de hepatitis B crónica acelera la progresión
hacia formas más graves de la enfermedad en el 70-90% de los casos y en pacientes de
todas las edades. La sobreinfección por el VHD acelera la progresión hacia la cirrosis, que
aparece casi 10 años antes que en los casos de infección únicamente por el VHB, y ello a
pesar de que el VHD suprime la replicación del VHB. Está por esclarecer el mecanismo a
través del cual el VHD agrava la hepatitis y acelera la progresión de la fibrosis en
comparación con la infección únicamente por el VHB.
Quienes no son inmunes al VHB (sea por enfermedad natural o por vacunación) corren el
riesgo de infectarse con este virus, con el consiguiente riesgo de infección por el VHD.
Las actividades sexuales de alto riesgo (por ejemplo, trabajadores del sexo) también
aumenta el riesgo de infección por el VHD.
La migración de países con una alta prevalencia de infección por el VHD a zonas con
menor prevalencia podría influir en la epidemiología de la enfermedad en los países de
destino.
Detección y diagnóstico
La infección por el VHD se diagnostica por la presencia de títulos elevados de
inmunoglobulinas G y M anti-VHD, y se confirma por la detección de RNA del virus en el
suero.
Sin embargo, la disponibilidad de las pruebas de diagnóstico del VHD es reducida, y las
pruebas de detección del RNA del VHD, que también se utilizan para evaluar la respuesta
al tratamiento antivírico, no están normalizadas.
El HBsAg es útil para determinar la respuesta al tratamiento en caso de que no se disponga
de pruebas para cuantificar el RNA del VHB. La reducción de los títulos de HBsAg suele
anunciar una pérdida de este antígeno y la depuración del VHD, aunque la pérdida del
HBsAg es rara con el tratamiento.
Tratamiento
Las directrices actuales suelen recomendar el tratamiento con interferón alfa pegilado
durante un mínimo de 48 semanas, independientemente de la respuesta observada durante
el tratamiento. La tasa global de respuesta virológica sostenida es baja, aunque este
tratamiento es un factor independiente asociadoes a una menor probabilidad de progresión
de la enfermedad.
Prevención
La prevención y el control de la infección por el VHD se basan en la prevención de la
transmisión del VHB mediante la vacunación contra este virus, la seguridad de la sangre y
de las inyecciones, y los servicios de reducción de daños. La vacunación contra la hepatitis
B no protege contra el VHD a quienes ya están infectados por el VHB.
Respuesta de la OMS
La OMS no tiene recomendaciones específicas con respecto a la hepatitis D, pero la
prevención de la transmisión del VHB mediante la vacunación contra la hepatitis B, las
prácticas de inyección seguras, la seguridad de la sangre y los servicios de reducción de
daños mediante el suministro de jeringuillas y agujas estériles son eficaces para prevenir la
transmisión del VHD.
Además, el 28 de julio de cada año, la OMS conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis,
con el fin de acrecentar la sensibilización y el conocimiento sobre las hepatitis víricas.