El Barroco Novohispano
El Barroco Novohispano
El Barroco Novohispano
El barroco novohispano fue un estilo artístico desarrollado en Nueva España entre los
siglos XVII y XVIII, territorio que abarca México y las zonas circunvecinas. El estilo se
manifestó en expresiones como la arquitectura, la pintura, la escultura y la literatura.
Fruto de la irradiación del barroco español en América, el barroco novohispano contó con
la intervención de frailes y artistas europeos, indígenas, criollos y mestizos. La distancia de
la metrópolis y la participación de diferentes actores sociales le dio al barroco novohispano
características propias.
Algunos de estos rasgos fueron la inclusión de elementos temáticos del Nuevo Mundo, un
deportivismo mucho más exacerbado y gran monumentalidad. Para ello se usaron
materiales locales y técnicas como el mosaico, la yesería y el estofado. En pintura privó el
gusto por la intensa coloración y se crearon los géneros de la pintura de castas y la pintura
de biombos.
Aún así, la originalidad del barroco novohispano no lo distancia demasiado del barroco
europeo, pues acude a los mismos recursos estéticos, como el orden salomónico, el estípite
y los arcos complejos. También expresiones como relieves, retablos y sillería, y esculturas
exentas con elementos extra-escultóricos (postizos).
• Catedral de Puebla de los Ángeles. Se construyó de 1575 a 1647. La obra estuvo a cargo
de los arquitectos Francisco Becerra y Juan Gómez de Trasmonte.
• Iglesia de Santa Prisca en Taxco de Alarcón. Construida a mediados del siglo XVIII. Sus
arquitectos fueron Cayetano de Sigüenza, Diego Durán y Juan Caballero.
• Capilla del Pocito en la Villa de Guadalupe, México. Construida hacia la segunda mitad
del siglo XVIII por el arquitecto Francisco de Guerrero y Torre.
• Capilla del Rosario, en el interior del Templo de Santo Domingo, Puebla. El templo fue
construido entre 1571 y 1659, pero recibió reformas posteriores, entre las que destaca la
Capilla del Rosario, de estética barroca.
• Templo de San Francisco Acatepec, Puebla. Culminada hacia 1730. Destaca por su
fachada en ladrillo y mosaicos coloridos.
• Templo de San Francisco Javier, Tepotzotlán. Construida entre 1670 y 1682.
Participaron los arquitectos Diego de la Sierra y José Durán. La fachada estuvo a cargo de
Ildefonso de Iniesta Bejarano y Durán.
• Templo de Santo Domingo de Guzmán, Oaxaca. Su construcción se inició en 1551 y
concluido en 1666. Fue objeto de reformas en 1724 para añadir la Capilla del Rosario.