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EL PUENTE SECRETO

DEL COACHING
UNA NUEVA METODOLOGÍA PARA
SACAR
TODO TU POTENCIAL Y TALENTOS
OCULTOS

Luis Flores-Guerra
©Todos los derechos reservados Luis Flores-Guerra
Edición y diseño de la publicación digital Mónica Garciadiego
Primera Edición 2019

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida bajo ningún medio mecánico, o en la forma de
registro fonográfico. Tampoco puede ser almacenado en sistema de recuperación, transmisión o
cualquier otro método de copia para uso privado o público, con la excepción de “uso justificado” como
citas breves contenidas en los artículos y revistas con consentimiento previo del autor.
Dedicatoria
A todos los que considero mis maestros,
a quienes muchas veces sin saberlo,
me ayudaron a recorrer el camino.
Agradecimientos

Escribir un libro puede parecer un asunto muy de uno, pero la realidad es que
se requiere de muchas personas.
Quiero dar las gracias a todos los que fueron mis alumnos en las artes
marciales, que me permitieron desde muy joven ser su “sensei” y aprender de
ellos para ser una mejor persona.
A mi amigo de siempre Juan Watanabe que me acompañó en los momentos
más difíciles de mi juventud, gracias “Juanito” por estar ahí.
También a mis “senseis” y maestros de vida, Felipe Ianaconne, que me ayudó
a darme cuenta de la importancia de la salud mental y emocional y a
recuperar mi autoconfianza, a Carlos Soto Muro, que me enseñó a conocer
cómo funciona el mundo organizacional y cómo progresar en él, a Héctor
Lizano, gracias por sentar en mi las bases de la práctica de las artes marciales,
del respeto y la disciplina, a Jose Luis Higa Kameya “Chito”, por enseñarme
a pensar y hacer cosas diferentes en el arte marcial y en la vida.
A mis alumnos y clientes de coaching que me ayudaron y dieron la
oportunidad de acompañarlos en su desarrollo para ser mejores profesionales
y personas.
A mi familia, mis hermanas Jessica, Claudia y Malú “Panchú”, quienes me
permitieron ser su hermano mayor y cuidarlas siempre, a mis hermanos
Gonzalo y Leonardo, que me permiten ahora ser un referente en sus vidas, a
mi papá “El Colorao” Flores-Guerra, que me enseñó a siempre ser optimista,
ser fuerte y confiar en mí, a mi mamá Marilú, gracias madre querida por
haberme cuidado y amado y por seguir aquí conmigo, a mi Tío Enrique
Flores-Guerra, quién me sigue enseñando a que todo problema siempre tiene
solución y a estar siempre orgulloso de mi familia, a mis “perro-hijas” Luna,
Sol y Celia, quienes me siguen enseñando sobre la importancia del cuidado,
del aprecio y del amor.
A mi mejor coach de cabecera y amor de mi vida, mi esposa América
“Micky” Valencia, quién me enseñó a reencontrarme con mi sensibilidad y a
ser mejor persona, gracias por acompañarme en esta aventura de vida, ¡Te
amo!
INDICE
Introducción
Capítulo 1 Liderazgo Personal.
Capítulo 2 El Poder de nuestras Creencias.
Capítulo 3 Nuestro Propósito de Vida.
Capítulo 4 Liberando nuestros Talentos.
Capítulo 5 Coaching: El Puente a cruzar.
Conclusión
Acerca del Autor
Datos de Contacto
INTRODUCCIÓN

En toda mi trayectoria de acompañar a cientos de personas en sus procesos de


desarrollo, he aprendido y atesoro la experiencia maravillosa de explorar
principalmente en el potencial del ser humano, de toda esa grandeza que
todos tenemos y que muchas veces no conocemos o ni siquiera nos atrevemos
a contactar.
Con este libro te invito a explorar lo mejor de ti, a vivir esa experiencia, y que
puedas darte la oportunidad de construir tu propio futuro para convertirte en
tu mejor versión.
Mi propósito es facilitar la toma de consciencia en ti mismo, que te des
cuenta de que ya tienes todo lo que necesitas para ser mejor, que posees
talentos maravillosos que puedes liberar y pueden ayudarte a superar todas
esas cosas que te están deteniendo y que impiden elevarte para alcanzar tus
metas.
Vivir una buena vida, disfrutando del proceso para alcanzar nuestros sueños
está vinculado con la capacidad y el coraje que tengamos para “cruzar el
puente” y transitar el camino para sacar nuestro máximo potencial.
Permíteme acompañarte en este viaje de descubrimiento, aportando
conocimientos, recursos, herramientas y estrategias concretas que te conecten
con ese ser extraordinario, y de esta manera, eleves tu nivel de autoconfianza,
superes los miedos que pueden estar deteniéndote e impidiendo que alcances
tu máximo potencial, aprendiendo a identificar y desarrollar tus talentos
únicos, y con todo esto, puedas aplicar de manera práctica cada recurso en
este proceso para tu propio crecimiento y el logro de tus metas más
importantes.
Cruzaremos ese puente y emprenderemos este camino asistidos por el
Coaching, una metodología y proceso de desarrollo poderoso para la
transformación de las personas.
Soy un apasionado del aprendizaje y de aplicar y validar lo que aprendo. Y
esta es una invitación que siempre hago a mis alumnos, clientes y ahora a Ti,
a que te des el permiso de recibir este libro como si fuera un regalo
inesperado y que lo primero que tienes ganas de hacer es abrirlo y leerlo.
Pero más importante, de tener el coraje de poner en acción todo lo que vas a
prendiendo y puedas darte cuenta en tu propia experiencia, cómo te funciona
en tu vida personal y profesional. Te aseguro que no te vas a arrepentir.

¿Estamos listos?
CAPÍTULO 1
LIDERAZGO PERSONAL.

El trabajo empieza en casa.

“Tu mirada se aclarará sólo cuando puedas ver dentro de tu corazón. Aquel
que mira hacia afuera, sueña; aquel que mira hacia adentro, despierta”.
Carl Jung

Desde el ambiente familiar podemos ir viendo esa tendencia de prestar más


atención a los niños que tienen mayor influencia en los demás, por ejemplo,
al hijo o hermano mayor, al más inteligente o al que más destaca en la escuela
o el deporte. Lo mismo sucede en la escuela, donde los maestros prestan más
atención a los niños que sobresalen por tener las mejores calificaciones o en
aquellos que tienen mejores habilidades de comunicación o influencia sobre
los demás, el líder de la clase o el delegado del aula.
Esto se hace aún más notorio en el deporte cuando se elige de capitán del
equipo al mejor jugador o al que mete más goles o hace más puntos.
Conforme pasa el tiempo, y ya de adultos, este tema se intensifica, por
ejemplo, en el mundo empresarial prestamos mayor atención al jefe o al líder
del equipo, inclusive damos más importancia a las personas que tienen
mejores habilidades de comunicación e influencia hacia los demás.
Con todo esto, no quiero decir que lo expuesto hasta el momento no funcione
o esté mal, creo que este proceso de prestar más atención a quienes tienen
mayor liderazgo sobre los demás es muy natural en el ser humano. Lo que sí
me llama la atención es que estemos más enfocados en los demás, en cómo
lideran e influyen, en lugar de ocuparnos en nosotros mismos, en cómo
liderar nuestras propias vidas. Si el liderazgo personal fuera una asignatura
obligatoria en nuestras escuelas, creo que el mundo sería completamente
diferente.
Entiendo el Liderazgo personal como el proceso de manejar e influenciar
nuestros pensamientos, nuestras emociones y, por lo tanto, nuestros
resultados.
Basado en mi experiencia como coach profesional, al estar acompañando y
ayudando a que las personas alcancen su mayor potencial y puedan lograr sus
metas más importantes, encuentro que la mayor parte de personas no hemos
sido educadas y menos entrenadas para liderar nuestras propias vidas, para
manejar nuestros pensamientos de forma adecuada y efectiva, para manejar
nuestros estados emocionales que muchas veces nos detienen y limitan, y
menos aún, para contar con estrategias concretas y saber CÓMO hacerlo. En
todas las edades y en todos los niveles.
¿Cómo podemos pretender entonces liderar a otros, si primero no empezamos
con nosotros mismos?
En la mayor parte de cursos o programas que tengo la oportunidad de dictar
en diferentes países, culturas y empresas, siempre empiezo con la asignatura
obligatoria de “Liderazgo Personal”, ya que soy un convencido de su
importancia e impacto para nuestro desarrollo y convivencia con los demás, y
esta experiencia ha sido una de las mayores motivaciones que encontré para
escribir este libro y compartir estos conocimientos contigo.
Empecemos entonces a explorar y descubrir los diferentes elementos que
harán que podamos ejercer un Liderazgo Personal efectivo en nuestras vidas
que sea el inicio de este viaje de autoconocimiento y nos lleve a desarrollar
todo ese potencial que ya tenemos y así podamos convertirnos en nuestra
mejor versión, lograr nuestras metas y ser más felices.

Nuestro Juego Interno

“Lo que sea que mantengas en tu mente de manera constante, es exactamente


lo que vas a experimentar en tu vida.”
Tony Robbins

Recuerdo uno de los momentos más críticos de mi vida profesional donde a


vista de la mayor parte de personas que me conocían era considerado una
persona exitosa, con buen puesto de trabajo, un buen cargo, una buena
empresa en la cual me desempeñaba y ganando buen dinero con ello. El
problema era que yo no me sentía así, me encontraba insatisfecho e infeliz
porque todo lo que me habían dicho desde muy joven y que yo me venía
repitiendo día a día para ser exitoso y feliz, no se cumplía. “…estudia,
sacrifícate, esfuérzate en tu trabajo, asciende y progresa en la empresa,
compite, gana y así alcanzarás el éxito y serás feliz”. Fue en esos momentos,
cuando llegué a la cúspide de una empresa siendo el gerente general, donde
me di cuenta de que toda esa programación para ser exitoso y feliz no era
cierta. Sentía que lo que estaba haciendo y había logrado no era suficiente,
sentía que faltaba algo importante en mi vida y no tenía la menor idea de qué
era. Estaba operando en automático de acuerdo con esas programaciones del
pasado y pensaba que, si estudiaba y me esforzaba aún más, podría llegar a
ser exitoso y feliz. Como muchos ya deben de estar pensando, esto no
sucedió. Llegué a tal nivel de insatisfacción y sufrimiento que tuve que
buscar ayuda.
Lo primero que hice fue retomar una de las actividades en la cual siempre me
había sentido exitoso y feliz que era la práctica de las artes marciales, que por
paradójico que fuera, me había alejado por esa misma programación y deseo
de ser “exitoso y feliz”.
Toda arte marcial tiene una parte externa que viene a ser el entrenamiento y
condicionamiento del cuerpo, y una parte interna que es el entrenamiento y
condicionamiento de la mente. Aunque la mayoría en un inicio se orienta al
entrenamiento del cuerpo, al cabo de un tiempo se dan cuenta del gran
impacto que tiene nuestra mente en el condicionamiento del cuerpo. De cómo
todo ese juego interno mental nos ayuda a superar los retos físicos que se
presentan en el “Dojo” (lugar de práctica del arte marcial), cuando por
ejemplo tienes que enfrentarte a un oponente que físicamente es más fuerte
que tú o tiene más experiencia y habilidades para vencerte. Si no estás
preparado para afrontar la contienda, tu permanencia en el “Dojo” era muy
negativa y hasta dolorosa.
Lo mismo me estaba sucediendo en mi vida profesional, no estaba preparado
para afrontarla. Era un campo donde no estaba entrenado para jugarlo
efectivamente, solo estaba repitiendo patrones y programaciones de otras
personas y en ese juego mental no encontraba mi esencia, mi propia voz, una
voz que no jugara en contra mía y que me ayudara a enfrentar los momentos
difíciles.
Y es retomando la práctica de las artes marciales, donde me doy cuenta de
que todo lo que me venía diciendo a mí mismo – mi juego interno - no estaba
funcionando y por lo tanto, tenía que jugarlo de otra manera. La vida que
estaba teniendo y que no me hacía feliz, era como ese oponente al que me
estaba enfrentando en el dojo. ¿Te imaginas que hubiera sido si antes de
enfrentarlo me hubiera estado diciendo a mí mismo que no podía o que no era
capaz o que no merecía vencerlo? El resultado hubiera sido desastroso y con
mucho dolor y moretones de por medio.
Es entonces donde tomo consciencia de mi esencia y comienzo a escuchar mi
propia voz, una voz que me alentaba y ayudaba a disfrutar lo que hacía, a
pesar de los golpes o del dolor físico del propio entrenamiento. Me doy
cuenta de que mi vida podía cambiar, empezando por ese juego en mi mente
que no estaba jugando a mi favor. Y que lo mismo que estaba aplicando en el
“Dojo”, tenía que aplicarlo en cada aspecto de mi vida, para disfrutar no solo
del resultado, sino también del proceso de lograrlo, y que muchas veces a
pesar de que el resultado no era el esperado porque no ganaba la contienda,
siempre podía elegir sentirme bien de ganar el juego más importante, por
ganar a ese oponente más grande y formidable que era Yo mismo y así
comenzar a liderar mi vida de una forma más efectiva y feliz.
Es por todo esto por lo que considero que el paso más importante del
autoconocimiento y liderazgo personal es tomar consciencia de ese juego
interno que ocurre en nuestra mente, esas voces que escuchamos
constantemente, esos diálogos que tenemos con nosotros mismos y, sobre
todo, darnos cuenta del impacto que tienen en nuestro ser y en nuestros
resultados. Este primer paso, tomar consciencia, es vital para nuestro
desarrollo, y es uno de los principales pilares para sacar nuestro máximo
potencial.

“Somos el producto de nuestros pensamientos.”


Earth Nigthingale

Las conversaciones con nosotros mismos crean nuestra realidad y somos la


suma de todas esas conversaciones que sostenemos día a día. La forma en
que conversamos con nosotros es clave para ser personas más felices, hacer
lo que más disfrutamos y obtener mejores resultados.
Cuando conversamos con nosotros mismos estoy refiriéndome al proceso de
pensamiento. ¿Qué sucede cuando pensamos? Estamos dialogando con
nosotros, interpretando, haciéndonos preguntas y muchas veces
respondiendolas, pareciera que internamente en nuestra mente se produjera
un diálogo entre dos o más personas, inclusive podemos escuchar diferentes
voces.

En este proceso de diálogo con nosotros mismos, es clave que nos demos
cuenta que todas esas voces que escuchamos la mayor parte del tiempo, son
voces prestadas o importadas de otras personas.

Reconoce tu “propia voz”.


Lo importante en este proceso de dialogar con nosotros mismos es reconocer
a ese “sabio interno” que todos tenemos y que la mayor parte del tiempo está
escondido y callado, escuchar a ese sabio interno que nos ayuda, el que
quiere lo mejor para nosotros y que muchas veces, por no decir, la mayor
parte del tiempo tiene las respuestas y soluciones a todas esas situaciones y
problemas que se nos presentan en el día a día.
Es por esto por lo que la práctica de la introspección, el tomar contacto con
nuestros pensamientos, es clave en el proceso de “estar bien” con nosotros
mismos y como consecuencia, con los demás.

Gana tu propio Juego.

Antes de ganar el juego externo de la vida, debemos ganar primero nuestro


juego interno.
Tenemos miles de pensamientos al día y la mayor parte del tiempo son la
fuente de nuestros sufrimientos, angustias y miedos más profundos que nos
impiden tomar acción hacia el camino de alcanzar nuestros sueños, y éstos
desembocan en todas estas sensaciones porque no sabemos cómo jugar ese
juego para manejarlos de forma productiva.
Timothy Gallwey, considerado uno de los padres del coaching, en su libro:
“El juego interior del tenis”, comparte una fórmula muy efectiva para elevar
nuestro desempeño:

DESEMPEÑO = POTENCIAL - INTERFERENCIAS

En la parte de “Desempeño” puedes colocar todo lo que signifique para ti


estar mejor y tener buenos resultados, como, por ejemplo, alcanzar tus
sueños, lograr tus metas, ser más productivo, ser más feliz, etc.
La parte del “Potencial” corresponde a lo que ya tenemos, pero no
conocemos de nosotros mismos o no lo hemos utilizado o desarrollado hasta
el momento, por ejemplo, nuestros talentos naturales, virtudes, conocimiento,
inteligencia, nuestra fuerza y recursos internos.
Las “Interferencias” son todos esos diálogos internos negativos, todas esas
conversaciones privadas inadecuadas que tenemos con nosotros mismos y
que son un obstáculo para que nuestro potencial crezca o se manifieste.
Ahora deja volar tu imaginación y pregúntate, ¿Qué pasaría con mi vida si las
interferencias no existieran y mi Desempeño fuera igual a mi Potencial?
Seguramente estarías haciendo cosas que ni te imaginas, o que no te atreves a
hacer aún. De pronto estarías viviendo y realizando tus sueños más profundos
o ya tendrías lo que siempre has querido tener. La mala noticia es que esas
“Interferencias” no pueden desaparecer, es parte del proceso de ser humanos,
de pensar, pero la buena noticia es que las “Interferencias” pueden ser
reemplazadas por nuestro sabio interno, por nuestro “Coach Interior”.
El Coach Interior.

Cuando cambiamos esas interferencias o diálogos internos y encontramos a


nuestra propia voz, la que nos ayuda, la que nos alienta, la que nos calma, ese
sabio interno o “Coach Interior”, es entonces cuando nuestra realidad también
cambia, ahora vemos al mundo y a los problemas de forma diferente, cambia
nuestra perspectiva y nuestras decisiones y, por lo tanto, cambian nuestras
acciones y resultados.

Ejercicio:
Con el fin de que experimentes cómo funciona tu Coach Interior, te invito a
realizar el siguiente ejercicio:
Primero toma una hoja de papel y un lapicero y rápidamente escribe tu
nombre, como siempre lo has hecho, de manera natural.
Ahora toma nuevamente el lapicero con tu mano opuesta y en una segunda
hoja de papel escribe nuevamente tu nombre. ¿Cuál fue el resultado? ¿Son
iguales?
Ahora viene lo mejor. Toma consciencia de lo que te estabas diciendo cuando
estabas escribiendo tu nombre con tu mano opuesta o la más débil, ¿Cuáles
eran los diálogos que estabas sosteniendo contigo mismo? …¡oh qué difícil!
…¡esto no me sale bien! …¿cómo voy a firmar igual si no tengo la misma
habilidad? …¡no puedo hacerlo! …¡no soy capaz!
Identifica de manera clara ese diálogo que sostenías contigo mismo mientras
hacías el ejercicio.
Ahora tómate un espacio y objetivamente observa las dos hojas de papel con
tu nombre escrito y pregúntate, ¿Qué sucedió? Nuevamente escucha los
diálogos que estás sosteniendo contigo mismo al responder esta pregunta.
Ahora que ya te has dado cuenta de cómo funciona la forma en cómo
conversamos con nosotros mismos y que casi la mayor parte del tiempo no es
la más adecuada, vamos a recurrir a nuestro “Coach Interior” para que nos
ayude a tener mejores resultados:
Toma una tercera hoja de papel y vas a firmar nuevamente con tu mano más
débil pero ahora lo vas a hacer conscientemente y ayudándote de tu Coach
Interior, ese que te habla positivamente, que te alienta y motiva.
Empezamos: Toma una respiración profunda y empieza a conversar contigo
mismo, a dialogar positivamente mientras vas escribiendo tu nombre. Por
ejemplo, mientras vas escribiendo podrías irte diciendo cosas como:

➢ Estoy tranquilo…
➢ Lo estoy haciendo muy bien…
➢ Puedo hacerlo cada vez mejor, mejor y mejor…
➢ Todo es cuestión de práctica…
➢ Qué bonito es mi nombre…
➢ Yo soy capaz de hacerlo bien…
➢ Estoy disfrutando hacerlo…etc.

La clave es que encuentres tus propias palabras, tu propia voz.


Ahora toma un espacio y objetivamente observa las tres hojas de papel con tu
nombre; la primera que escribiste con tu mano más fuerte, la segunda que
escribiste con tu mano más débil y la tercera que escribiste con la ayuda de tu
“Coach Interior”. ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Cuál de los dos nombres que
escribiste con tu mano más débil es la que más se parece a la que hiciste de
manera natural con tu mano más fuerte? ¿La segunda o tercera hoja? ¡Por
supuesto que la tercera! ¿Ahora qué pasaría si empezaras a afinar esta
práctica una y otra vez?
Finalmente, ¿Cómo sería tu vida si empiezas a ayudarte con tu “Coach
Interior” ante los problemas que se te presentan en tu día a día? Pon en
práctica este ejercicio, aplícalo en cada escenario de tu vida, cuando sientes
que no hay solución, que los problemas son más grandes que tú, cuando
sientes que no tienes los recursos para enfrentarlos. Es en esos escenarios, a
través de la ayuda de tu “Coach Interior”, donde te sorprenderás al darte
cuenta de que ya cuentas con los recursos internos y el poder para superarlos.
CAPÍTULO 2
EL PODER DE NUESTRAS
CREENCIAS.

Creer es Poder.

“Los únicos límites que tienes, son los límites de Tu creencia”


Wayne Dyer

Una creencia es una afirmación, una convicción profunda, un sentimiento de


certeza sobre el significado de algo y que consideramos verdadero. Las
creencias, que en muchas personas no son conscientes, afectan la percepción
que tenemos de nosotros mismos, de los demás y del mundo que nos rodea.
Tendemos a pensar que nuestras creencias son generalmente ciertas y
esperamos que los demás las compartan. No nos damos cuenta de que las
creencias son exclusivamente personales y en muchos casos muy diferentes a
la de los demás.
Nuestras creencias se basan en nuestras experiencias y aprendizajes del
pasado. Comienzan a formarse en nuestros primeros años de vida, con la
educación que recibimos en nuestra familia y escuela. Cuando somos niños
somos como un libro de instrucciones en blanco, no tenemos la capacidad de
analizar lo que nos dicen las personas que nos rodean y que más influencia
tienen en nosotros en esos momentos y aceptamos y damos por cierto lo que
nos dicen. Conforme vamos creciendo y según la interpretación que hacemos
de nuestras experiencias y aprendizajes tanto en la familia, escuela, medios
de comunicación, internet, amigos y trabajos, entre otras cosas, iremos
complementando y conformando el sistema de creencias o mapa mental que
nos regirá en nuestras vidas.

Creencias limitantes y creencias potenciadoras.


Nuestras creencias acerca de lo que creemos o no creemos posible
determinan finalmente lo que hacemos o lo que no hacemos. Muchas veces
son nuestras propias creencias acerca de algo lo que finalmente nos capacita o
nos limita a la hora de lograrlo.
Nosotros no vivimos la realidad en sí, sino una elaboración mental, un mapa
mental de la misma. Esto hace que sintamos nuestra vida como un lugar de
grandes oportunidades o un lugar de grandes sufrimientos. A través de
nuestras creencias damos significado y coherencia a nuestra forma de ver el
mundo.
Las creencias tienen un rol muy poderoso dentro de nuestros resultados. Si
alguien realmente cree que puede hacer algo, lo hará, y si cree que no puede
hacerlo, no lo hará. No habrá esfuerzo alguno que logre convencer a esa
persona de que se puede hacer. Todos tenemos creencias que nos potencian y
también creencias que nos limitan.
Tenemos cientos de creencias positivas y negativas o creencias que nos
potencian y nos limitan. Nuestras creencias nos hacen percibir y actuar de
cierta manera, determinan los que hacemos en nuestro día a día. Por ejemplo,
nuestras creencias sobre “el comer y nuestra salud” determinan nuestro nivel
de energía, cómo nos sentiremos, nuestro estado físico y hasta nuestra
apariencia. Si estamos en el mercado comprando alimentos, tomaremos una
decisión y elegiremos los alimentos que se alinean con nuestras creencias
sobre “el comer y nuestra salud”. El resultado de esa decisión determinará si
realmente tendremos más o menos energía, cómo nos sentiremos y hasta
cómo nos veremos a nosotros mismos. Como podemos darnos cuenta, una
pequeña decisión afecta a todo un rango de cosas y cuando decidimos
incorrectamente por largos períodos de tiempo, el resultado es muchas veces
desastroso.

Las creencias determinan nuestra felicidad.


Nuestras creencias influyen en todas las decisiones de nuestra vida. Una
decisión trae siempre como consecuencia un resultado. Y es aquí donde
nuestras creencias tienen un rol determinante para que nuestros resultados
sean los que estamos buscando. El detenernos a reflexionar y hacernos
conscientes de nuestras creencias, las que nos potencian y las que nos limitan,
nos hace capaces de poder tomar las mejores decisiones para hacer nuestra
vida más plena y feliz.

Creencias y nuestro potencial.


Lo que debemos tener en cuenta también es si nuestras creencias pueden
llevarnos hacia nuestras metas y a alcanzar nuestros sueños. Tal vez hemos
escuchado la historia de cómo antiguamente los elefantes eran entrenados
para permanecer atados a una pequeña estaca en el suelo, que podrían
fácilmente levantar simplemente usando su fuerza. Cuando un elefante está
joven, el entrenador lo ata a una cadena con un grillete alrededor de su
tobillo, que inclusive le causa heridas dolorosas. En un período corto de
tiempo, el elefante está condicionado a que tratar de jalar y soltarse es igual al
dolor. A medida que el elefante crece, el entrenador puede usar una atadura
cada vez más débil como una simple cuerda porque sabe que el elefante no
tratará de soltarse.
Es muy probable que muchas de nuestras creencias estén actuando como esa
cuerda, creencias que nos mantienen en el mismo lugar donde estamos y nos
impiden ir hacia donde queremos llegar. Este es uno de los principales
motivos por los cuales encontramos personas que se mantienen en relaciones
insanas, que siguen en el trabajo que no les gusta, que continúan descuidando
su salud, y así sucesivamente. La buena noticia es que podemos cambiarlas,
podemos liberarnos de esas ataduras y elegir las creencias que nos ayuden a
lograr nuestras metas y sacar nuestro máximo potencial.
Tendemos a identificarnos tanto con nuestras creencias que la parte más
difícil es aceptar que necesitamos cambiar. Es como decir: "No soy lo
suficiente como soy". Bueno, de la misma manera que no somos nuestro
cuerpo sino tenemos un cuerpo, tampoco somos nuestras creencias, tenemos
creencias. Y en la mayor parte de nuestra vida, nuestras creencias pueden no
ser suficientes para desarrollar nuestro más grande potencial y obtener los
resultados que deseamos.
Pregúntate si tus creencias más importantes te están sirviendo o no. ¿Te
ayudan a crear la vida de tus sueños? ¿Te limitan a ti y a las personas que
amas? Recuerda que las creencias son como las anteojeras que utilizan los
caballos de carrera, solo que, en este caso, son utilizadas por muchas
personas para operar en el mundo donde viven. Pueden ser tan poderosas que
te hacen ver sólo lo que está alineado con ellas. Sin embargo, no son la
verdad. Son solo tu percepción de la verdad, basada en tus enseñanzas y
experiencias pasadas.

“Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree.”


San Agustín

Lo que crees…creas.
Proyectamos y creamos nuestro día a día, de acuerdo con lo que creemos que
sucederá. Imagínate empezar tu día pensando en que todo va a salir mal y que
te vas a encontrar con las situaciones más negativas que se te podrían
presentar, ¿Qué crees que va a pasar entonces? No va a ser casualidad o mala
suerte que ese día no va a ser de los mejores ¿verdad? Bueno, ese es el poder
que tienen nuestras creencias, determinan nuestra realidad.
Hacernos conscientes de nuestras creencias es un paso clave para darnos
cuenta de cuáles son las que nos están limitando y cuáles nos potencian.
Identificarlas y tomar consciencia hace que podamos cambiar las creencias
que nos limitan por creencias que nos potencien, e inclusive, cambiar las que
nos potencian y hacerlas mucho mejores.
¿Cuáles son esas creencias que te harán ser mejor de lo que eres? ¿Cuáles son
aquellas que te permitirán tener una vida más plena y feliz y que te ayudarán
a alcanzar tus sueños? ¡No pierdas tiempo y toma acción sobre tus creencias,
cree más rápido y más grande!

Ejercicio para reformular tus creencias.


Ahora cierra los ojos y conéctate con tu mejor futuro, con la mejor versión de
ti mismo. Visualízate feliz y totalmente realizado, alcanzando tus metas,
viviendo tus más grandes sueños. Conéctate con lo que sientes y percibe esa
nueva realidad con todos tus sentidos. ¿Qué ves? Observa con los ojos de tu
mente todos los detalles al estar viviéndolo. ¿Qué escuchas? ¿Qué te estás
diciendo a ti mismo mientras estás viviendo de esa manera maravillosa?
Escucha lo que te dicen los demás, las mejores palabras, en el mejor tono.
¿Qué sientes? Siente esa energía tan especial que recorre todo tu cuerpo
mientras estás viviendo esta experiencia fabulosa. Percibe los olores
agradables del lugar donde estás, los sabores en tu boca y disfrútalos al
máximo. Integra todos tus sentidos en esta experiencia y vívela intensamente
aquí y ahora, en tu presente.
Ahora abre los ojos y en tres hojas de papel escribe en la cabecera de cada
una de ellas los siguientes enunciados:

Hoja #1 escribe: Yo PUEDO….


Hoja #2 escribe: Yo SOY CAPAZ…
Hoja #3 escribe: Yo MEREZCO…

Toma cada hoja de papel y empieza a escribir todo lo que te venga a la mente
en este momento al estar viviendo esta experiencia de la mejor versión de ti
mismo. Deja fluir a tu mente y escribe.

Hoja #1 de Yo PUEDO:

Escribe, por ejemplo:


Yo PUEDO ser la mejor versión de mí mismo.
Yo PUEDO lograr todas mis metas.
Yo PUEDO alcanzar mis sueños.
Yo PUEDO empezar mi propio negocio…etc.

Hoja #2 de Yo SOY CAPAZ:

Escribe, por ejemplo:


Yo SOY CAPAZ de desarrollar las habilidades que necesito para lograr mis
metas.
Yo SOY CAPAZ de aprender cosas nuevas y útiles.
Yo SOY CAPAZ de cambiar los hábitos que no me convienen por otros más
efectivos…etc.

Hoja #3 de Yo MEREZCO:

Escribe, por ejemplo:


Yo MEREZCO ser feliz y dichoso con mi vida.
Yo MEREZCO tener una vida mejor, rodeado de todas las personas que me
importan.
Yo MEREZCO estar bien conmigo mismo y con los demás…etc.

No pares de escribir, no te pongas límites para ello. Haz este ejercicio


repetidamente y afirma cada frase que hayas escrito día a día, hasta que creas
y sientas realmente que estás viviendo de esa manera. Sé lo más específico
posible, utiliza todos los detalles que puedas, créeme que vale la pena. Tu
mente acogerá todo ese futuro que estás creando para ti, ¿Sabes por qué?
Porque ya está dentro tuyo. Tú puedes, Tú eres capaz y Tú mereces ese
futuro, tu labor es traerlo a tu presente y vivirlo intensamente.

Manejo del miedo

“Siente el miedo…y hazlo de todas maneras.”


Susan Jeffers
Nuestros miedos siempre serán una parte importante en nuestras vidas de una
u otra forma. No importa lo que estemos viviendo, todos lo sentimos en algún
momento, pero el miedo no tiene por qué ser una fuente de sufrimiento para
vivir una buena vida ni tampoco tiene que ser una causa de parálisis que
impida cumplir nuestros sueños. Todos tenemos la capacidad de
sobreponernos a nuestros miedos y poder manejarlos a nuestro favor.
Como he señalado en el anterior capítulo de nuestro “Juego Interno”, el uso
de nuestro lenguaje puede ser muy poderoso cuando lo utilizas a favor o en
contra de ti mismo o los demás. Las frases “eliminar tus miedos” o “controlar
tus miedos”, son palabras que, para algunas personas, pueden tener un
impacto negativo en su estado mental y emocional, es como traer una lucha
interna a la mente y por lo tanto activar en nuestro organismo las mismas
emociones que cuando peleamos con alguien, huimos, nos paralizamos o
atacamos.
Es por esto por lo que prefiero utilizar la frase “manejar nuestros miedos”,
como una frase más efectiva, ya que nos ayuda a darle un concepto diferente
al miedo y a reconocerlo como una energía sumamente útil para el logro de
nuestros objetivos. Manejar nuestros miedos nos ayuda a sobrevivir, a estar
alertas, a tener cuidado y podemos utilizarlos como una energía muy
poderosa para impulsarnos hacia adelante y alcanzar nuestras metas.
El miedo puede mantenernos estancados en el pasado o preocupados por el
futuro. El pasado es historia y el futuro es expectativa. Lo más real que
tenemos es nuestro presente y es ahí donde debemos aprender a manejar
nuestros miedos con efectividad.
Un primer paso para manejarlo es reconocer dónde y cómo se manifiesta en
nosotros desde que aparece. Podemos darnos cuenta de él a través de una
sensación en alguna parte específica de nuestro cuerpo acompañada casi
siempre por nuestro juego interno, algo que nos estamos diciendo que
retroalimenta e intensifica esa sensación. La mayor parte del tiempo nos
damos cuenta del miedo cuando ya es demasiado tarde para poder manejarlo
y nos quedamos paralizados, huimos o peleamos ante una situación
particular. Por ejemplo, cuando tenemos que afrontar una discusión con
alguien que es importante en nuestra vida, tendemos a evitar la discusión
(huimos), o no hacemos nada (nos paralizamos) o discutimos de manera
inadecuada (peleamos), pudiendo manejar nuestro miedo de una manera más
inteligente.
Este primer paso de reconocer nuestro miedo es de vital importancia, consiste
precisamente, en permitir que surja en nuestra consciencia, sin juzgarlo, es
suficiente con reconocer amablemente que está presente. Esto, por sí solo,
resulta muy liberador. La toma de consciencia es curativa. Y cuando nuestro
miedo se haya calmado, podremos mirar profundamente sus raíces,
entendiéndolo y aceptándolo.
El paso siguiente, luego de reconocer el miedo, es reflexionar sobre qué nos
quiere comunicar y para eso podemos utilizar la estrategia de, “Hacerte
amigo de tu miedo”. El proceso funciona de la siguiente manera:
Cuando ya reconociste tu miedo, empieza a conversar con él, si gustas puedes
hasta ponerle un nombre, pero que sea un nombre que no te produzca más
miedo ¡por favor!
Busca un nombre hasta gracioso para quitarle el peso que le estabas dando.
Puedes mantener un diálogo con tu nuevo amigo de la manera siguiente: …
“hola “su nombre”, ya sé que estás ahí y que tu intención siempre es buena y
esta vez has venido para ayudarme en esta situación”. Ahora pregúntale,
¿Qué es lo que realmente me quieres decir? ¿Qué quieres comunicarme?
Date un espacio y ponte en contacto con tu “sabio interior” y escucha las
respuestas. Puedo asegurarte de que vas a encontrar las respuestas que van a
ayudarte a manejar tu miedo de forma diferente y así afrontar esa situación de
manera más efectiva.

Recuerdo hace algunos años que trabajaba en el mundo deportivo y me


eligieron para desarrollar la parte mental y emocional de algunos deportistas
de la selección de natación de mi país. Estuve trabajando con un joven
adolescente que tenía un potencial tremendo de ser un excelente nadador,
batía todas las marcas y ganaba todas las competencias, pero solo lo hacía en
la piscina que siempre entrenaba desde muy niño. Cada vez que competía en
una piscina diferente a la que estaba acostumbrado, sus resultados eran
desastrosos. ¿Qué estaba pasando ahí? Si nos ponemos a pensar, todas las
piscinas eran del mismo tamaño, todas tienen agua, era obvio que algo estaba
sucediendo en su juego interno.
Cuando empecé a trabajar con él le pregunté qué era lo que él reconocía que
le estaba pasando y su respuesta era siempre la misma… “tengo miedo de
que me falte el aire”. Explorando un poco más con él el proceso que lo
llevaba a esa sensación de “tengo miedo de que me falte el aire”, se dio
cuenta que cada vez que competía en una piscina diferente a la que estaba
acostumbrado, sentía una presión en el pecho y tenía un diálogo interno que
se repetía una y otra vez… “tengo miedo de que me falte el aire”. No había
tomado consciencia de ese diálogo hasta ese momento y menos de las
sensaciones en su cuerpo cada vez que se repetía lo mismo, prácticamente
estaba paralizado por el miedo. Era una programación que se repetía una y
otra vez cuando competía.
El primer paso que dimos para solucionar este problema fue que reconociera
que ese miedo que sentía que lo paralizaba y del cual era ahora consciente, lo
podía transformar en un muy buen amigo, un compañero de aventura cada
vez que competía fuera de la piscina a la que estaba acostumbrado.
El segundo paso fue que encontrara su propia voz para cambiar el diálogo
que no lo ayudaba. En lugar de decirse “tengo miedo de que me falte el aire”,
cambió su diálogo por… “hola, ya sé que estás aquí y sé que has venido a
ayudarme para ganar y ser mejor”. Cada vez que sentía presión en el pecho
y se daba cuenta de su diálogo “tengo miedo de que me falte el aire”,
recurría a su nuevo amigo y se sentía listo y con ganas de competir y ganar. Y
eso es lo que sucedió.
Empezó a ganar en diferentes competiciones a nivel nacional e internacional,
todas fuera de su piscina. Lo más curioso es que al cabo de un tiempo me
contó que su nuevo amigo también lo ayudaba en la escuela para sacar
mejores notas en los exámenes y también para enamorar a las chicas. Se
notaba que lo estaba haciendo trabajar muy bien ¿verdad? ¡Ese es el poder de
manejar nuestros miedos!

Ahora te toca a Ti.


Imagina que vas a afrontar una discusión que ha estado pendiente con alguien
que es muy importante en tu vida y esa discusión la has estado evitando por
alguna razón.
Cierra los ojos y visualízate justo un momento antes de discutir con esa
persona y ponte en contacto con lo que empiezas a sentir, date cuenta cómo
va surgiendo ese miedo que ha estado evitando que tomes acción y enfrentes
esa discusión. Ahora haz un alto y empieza a conversar con él, con tu miedo,
reconócelo y salúdalo por su nombre: Hola “su nombre” aquí estás
nuevamente, sé que has venido para ayudarme así que conversemos un rato
que quiero hacerte una pregunta que es muy importante para mí. Pregúntale:
Ahora que ya estás aquí ¿qué es lo que realmente me quieres decir?, quédate
unos momentos en silencio y ponte en contacto con lo que venga a tu mente
en ese momento, deja que ese “coach interior” surja con las respuestas que
necesitas. Podrían surgir algunas como las siguientes:
… quiero decirte que te prepares un poco más antes de hablar.
… quiero decirte que pidas consejo de alguien que haya pasado por una
situación similar.
… quiero comunicarte que, si conversas con honestidad con esa persona, las
cosas vana salir muy bien.
… quiero decirte que tienes derecho a discutir y defender tu posición.
… quiero comunicarte que es importante que utilices un lenguaje
adecuado…etc.

Y podrían surgir más respuestas, pero todo va a depender de la situación en


particular que vayas a afrontar y los resultados que puedas obtener siguiendo
este ejercicio. No busques la respuesta correcta, solamente déjate fluir
siguiendo el proceso que he descrito y ten fe de que ese coach interior te dará
lo que necesitas.
Cuando trabajo en coaching con alguno de mis clientes realizando este
ejercicio y con el objetivo de que se relajen y puedan fluir de manera natural,
suelo decirles…las respuestas que vas a encontrar puede que no te aseguren
el éxito, ¡pero si te van a dar más probabilidades de alcanzarlo!…así que
fluye y conéctate con tu nuevo amigo el miedo.
El problema con el miedo no es el miedo en sí, sino cómo reaccionamos ante
él. Nos paralizamos, peleamos, o huimos, y todo este tipo de reacciones se
manifiestan en comportamientos muchas veces disfuncionales ante los
demás. El miedo si no es bien manejado, puede ser un obstáculo casi
invencible que nos impide cruzar el puente hacia el logro de nuestros
objetivos y sacar nuestro máximo potencial.

Identificando tus Miedos.


No podemos cambiar y manejar algo de lo cual no somos conscientes. Es por
esto por lo que reconocer qué tipo de miedo es el que tenemos en una
situación particular, nos ayudará a poderlo manejar de forma más efectiva.
Nuestros miedos la mayor parte del tiempo se manifiestan con diferentes
cubiertas o disfraces de comportamientos inadecuados.
Te voy a compartir algunos tipos de miedo que considero son grandes
obstáculos para el despliegue de tu potencial.

Miedo al fracaso:
La mayoría de las veces el miedo al fracaso nos impide actuar y cuando no
actuamos, muchos de nuestros problemas se incrementan, nuestras
experiencias son cada vez más reducidas y nuestro bienestar disminuye. El
miedo al fracaso es el temor de no lograr nuestros objetivos o metas. Pero el
problema no está en el fracaso en sí. El fracaso sólo nos indica que el camino
que elegimos no es el más adecuado, que es necesario buscar otra alternativa.
El verdadero problema está en el significado que cada uno de nosotros le
damos y en la forma en que nos calificamos a través de él.

Miedo al éxito:
Es difícil creer que las personas puedan tener miedo al éxito, es un miedo
difícil de reconocer, pero puede convertirse en un gran obstáculo para lograr
nuestro propio éxito si no lo reconocemos. Todos queremos tener éxito
¿cierto?, entonces pareciera ilógico que le tengamos miedo. Y la razón por la
cual el éxito puede causar miedo es por el significado que le damos, sobre
todo, cuando consideramos que el éxito demuestra nuestro valor como
persona. Es pensar que si tenemos éxito somos personas valiosas y si no lo
tenemos, no valemos.

Miedo al Cambio:
Sabemos que el cambio es inevitable, que es permanente, que es parte de
nuestras vidas. Y si eres de las personas que creen que el cambio no sucederá
en ti, o que constantemente dices… “así soy Yo”, lo único que tienes que
hacer para convencerte de que puedes cambiar es observar alguna fotografía
de ti mismo de hace más de diez años y verás que el cambio si sucedió
¿verdad?
Cuando estoy dando algún entrenamiento de Coaching, suelo hacer un
ejercicio donde en un momento invito a todos los participantes de forma
repentina a cambiarse de lugar y observo las diferentes reacciones ante esa
invitación. Te invito a hacerlo en este momento. Cámbiate en este preciso
momento del lugar en donde estás leyendo este libro. Ahora mismo, rápido,
sin pensar. Muévete a otro lado. ¿Cuál fue tu actitud ante este cambio?
La mayor parte de personas que realizan este ejercicio sienten una sensación
de incomodidad o miedo al cambio porque no se explican o no saben cómo
manejar esta nueva situación, se dicen a sí mismas, ¿y qué va a suceder si me
cambio a otro lugar?, otras personas pueden tener miedo a cambiarse de lugar
porque sienten que van a perder algo, se dicen ¿por qué cambiar si ya estaba
cómodo aquí? o se resisten al cambio, se cuestionan y dicen ¿por qué voy a
cambiarme de sitio, solo porque me lo pide esta persona?, ¿quién se cree que
es él para pedírmelo?. De pronto necesitan más información o no es el
momento más adecuado para ellas para cambiar. Por otro lado, otras personas
tienen miedo a cambiar porque sienten que van a ser criticados por los demás,
se dicen a sí mismos ¿si cambio que van a decir los demás? Y en tu caso,
¿cuál fue tu reacción ante este cambio?

El uso de nuestra fisiología

“Simula hasta lograrlo y podrás transformarlo”


Amy Cuddy

Como les había contado, practico artes marciales desde niño, ya son más de
cuarenta años de práctica y es ahí donde pude darme cuenta del gran impacto
que mi fisiología podía tener en la actitud que adoptaba ante una situación
difícil. Me sentía sereno, calmado, seguro de mí mismo y sobre todo que esa
sensación iba acompañada de buenos resultados, ganaba casi todas las
competencias en el “dojo”. Cuando hablo de fisiología, me refiero a nuestra
postura corporal y nuestra forma de respirar. Las diferentes posiciones o
posturas corporales en las que uno se entrena en las artes marciales para
poder defenderse efectivamente frente a una situación de peligro, por
ejemplo, un ataque o ante un enfrentamiento con un adversario, son claves
para generar una actitud óptima para hacer frente a la situación y tener un
buen resultado. Aunque pasé horas de horas practicando las mismas
posiciones una y otra vez, muchas veces sin descanso y con mucho dolor, no
me di cuenta hasta pasados los años, del gran impacto que tuvo este
entrenamiento no solo en mi cuerpo, sino también en mi mente y mi actitud
para hacer frente a los momentos difíciles y ante la vida misma. Con esto no
estoy diciendo que tengas que pasar por lo mismo o por experiencias de
dolor, felizmente hay maneras más rápidas de producir la misma actitud de
serenidad, calma y seguridad, sin tener que practicar artes marciales durante
tanto tiempo ¡y con tanto dolor!
Nuestra fisiología, es uno de los recursos más poderosos que tenemos para
cambiar nuestro estado emocional, nuestro juego interno, nuestros
comportamientos y por lo tanto nuestros resultados. Por ejemplo, cuando
cambiamos nuestra postura corporal a una postura de poder, y nos
comportamos como tal, ya sea caminando y respirando erguidos y mirando
ligeramente hacia arriba como si realmente tuviéramos poder, generamos el
escenario en nuestro propio cuerpo para que se produzcan cambios químicos
que producen emociones asociadas al poder. El actuar o comportarse “como
si…” cambiar nuestra fisiología, tiene un gran impacto no solo en nuestro
estado emocional sino también en el juego interno de nuestros pensamientos
y por lo tanto en nuestros resultados.
La doctora Amy Cuddy en su conferencia “Tu lenguaje corporal moldea
quién eres”, que es una de las conferencias más vistas en el internet, expone
todo un estudio científico de cómo ciertas posturas corporales mantenidas
durante dos minutos, impactan en los intercambios químicos que se dan en
nuestro organismo a nivel hormonal y generan emociones que nos empoderan
o nos disminuyen.
Cuando estoy haciendo coaching y ellos traen a la sesión el tema de cómo
manejarse emocionalmente ante alguna situación problemática, uno de los
ejercicios que suelo invitarlos a realizar y que tiene como objetivo puedan
tomar consciencia de cómo ellos mismos tienen la capacidad de cambiar sus
estados emocionales de manera muy rápida y efectiva, es el siguiente:
Primero que evoquen la situación que les está generando la emoción que
quieren cambiar, por ejemplo, un problema que están enfrentando, una
preocupación que les quita el sueño, o una discusión que tuvieron, y en ese
preciso momento que se den cuenta de lo que está sucediendo en su cuerpo,
en qué postura corporal se encuentran y cómo están respirando. Y luego les
pido que cambien su postura corporal y su respiración y sostengan esa nueva
postura y forma de respirar durante unos segundos para que puedan darse
cuenta del resultado. La mayor parte del tiempo me comentan que se dieron
cuenta que su estado emocional cambió y pudieron manejar mentalmente la
situación de manera más efectiva, en algunos casos se tranquilizaron y
pudieron afrontar la situación de manera diferente.
Este ejercicio de consciencia corporal hace que puedan irse ejercitando en
una nueva habilidad que pueden utilizar más adelante ante alguna situación
similar. También a que puedan entender que un estado emocional
inadecuado, no se encuentra en el medio ambiente y de pronto se apodera de
uno por casualidad o mala suerte, sino que nosotros mismos lo generamos, no
solo a través de nuestro juego interno sino también a través de nuestra postura
corporal y respiración. Un día en un corto periodo de tiempo, empieza a
caminar lento, arrastrando los pies, con tus hombros y mirada hacia abajo. Te
darás cuenta de que las emociones que generas en ese momento no te ayudan
a ser más efectivo y menos a enfrentar los problemas de tu día a día. Por
favor no lo hagas durante mucho tiempo. Solo como un ejercicio de
consciencia que te ayudará a tomar mayor responsabilidad sobre el manejo de
tu fisiología y tu estado emocional.
Exactamente lo mismo sucede cuando estamos en un estado emocional
óptimo y positivo, podemos utilizar esa misma fisiología y la podemos
replicar ante alguna situación difícil que necesitemos afrontar con
efectividad, eso nos hará sentirnos llenos de recursos y en un estado
emocional adecuado para afrontar la situación difícil con seguridad y
confianza en nosotros mismos.
Que tus sueños sean más grandes que tus miedos.

“Demasiados de nosotros no vivimos nuestros sueños porque vivimos


nuestros miedos”.
Les Brown.

Tus sueños son los potenciadores de tu éxito; ellos proporcionan las imágenes
para tu mejor futuro. Cuando comienzas a imaginar y vivir tus sueños en el
presente, comenzarás a atraerlos minuto a minuto y tu mente se enfocará y
encontrará una manera de convertir esos sueños en una realidad. Todas las
cosas se crean dos veces, primero en la mente de alguien y luego se
materializan en la realidad en que vivimos. En la vida no solo consigues lo
que quieres solo por desearlo, lo obtienes por imaginarlo y actuar. Hacer que
nuestros sueños sean más grandes que nuestros miedos es otra manera de
empoderarnos para poder realizarlos. No hace que nuestros miedos
desaparezcan, pero si los hace irrelevantes ante los sueños que queremos
alcanzar.
Ejercicio:
Imagina tu éxito. Haz que tus sueños sean tan grandes de tal manera que
generen una energía inmensa que te empodera, que te motiva, que generen un
alto nivel de confianza en ti mismo y te den el coraje para que superes tus
miedos y salgas de tu zona de estancamiento o de frustración, dando así los
primeros pasos para cruzar el puente y acercarte a ellos. Visualizalos de tal
forma que puedas vivenciarlos en el presente, en otras palabras, trae tu mejor
futuro al presente y vívelo intensamente.
Y si a este ejercicio lo acompañas con “actuar como si” estuvieras viviendo
tu propio éxito, cambiando tu fisiología, y dejando que tu Coach interior te
hable en todo momento, este ejercicio se hace aún más poderoso.

Auto Confianza Máxima

“La vida se encoge o se expande en proporción al valor de uno”


Anaïs Nin.

La auto confianza máxima es el sentimiento pleno que tenemos sobre


nosotros mismos de que podemos lograr todo lo que nos proponemos hacer;
es el elemento esencial para cruzar el puente para sacar nuestro máximo
potencial.
Uno de los motivos principales por los cuales muchas personas no se atreven
a tener una vida plena, productiva y feliz es la falta de este ingrediente clave.

¿Por qué las personas no tienen una auto confianza máxima?


Cuando estoy haciendo coaching a un ejecutivo en una empresa para que
logre alguna meta importante, el momento crucial del proceso es cuando
empieza a darse cuenta del grado de confianza que tiene en sí mismo para
alcanzar esa meta. Casi en la mayor parte de procesos que he desarrollado en
más de quince años con cientos de clientes, puedo decir que el gran obstáculo
que encuentran las personas para lograr sus metas es la falta de seguridad en
sí mismas. El motivo más común que he encontrado es que las personas que
tuvieron influencia en ellos en algún momento importante de sus vidas, por
ejemplo, sus padres o maestros, nunca estuvieron satisfechos con su
desempeño en la casa o en la escuela y los han dejado con un sentimiento de
inferioridad. Otro de los motivos es que han fracasado en algún momento de
sus vidas y temen que esto vuelva a suceder. Han tenido algún fracaso en
alguna actividad personal o profesional que los ha marcado de tal manera que
ese fracaso ahora los domina y los lleva a sentir una falta de confianza en
todo lo que hacen. Sea cual fuera el motivo, sienten que lograr sus metas no
es posible o sienten que no son capaces de ello o peor aún, que no lo
merecen.

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”


Eleanor Roosevelt.

La autoconfianza máxima es una parte integral de nuestra autoestima. Para


poder construir una autoconfianza máxima debemos creer en nosotros
mismos. Debemos sentir que somos alguien que vale la pena.
Si quieres cruzar el puente y sacar tu máximo potencial, tienes que creer que
eso es posible, que eres capaz de hacerlo y que lo mereces. Tienes que creer
que eres suficiente y que tienes todos los recursos internos, talentos,
habilidades, y fortalezas para lograrlo. Tienes que creer en ti mismo. Tienes
que desarrollar la convicción de que ya tienes lo que se necesita, que ya eres
suficiente.

¿Cómo construir una Auto Confianza Máxima?


Sea que ahora leyendo este capítulo te has dado cuenta de que no tienes la
auto confianza que desearías o que, si la tienes, igualmente puedes mejorarla,
te invito a implementar estas 5 estrategias para que puedas hacer crecer tu
autoconfianza y puedas llevarla a su máximo nivel.

1. Alejar:
Aléjate de todo lo negativo que identificas en ti y de lo que está fuera de tu
vida. Aleja tus temores, pensamientos negativos, creencias limitantes. Ahora
en este libro tienes más información y conocimiento para hacerlo. Aleja las
influencias negativas desde la televisión hasta las noticias del mundo, las
relaciones tóxicas tanto a nivel familiar como laboral y las amistades que no
aportan en tu vida. Haz una lista de todo ello y aléjate.

2. Acercar:
Acércate a todo lo positivo, a todo lo opuesto de lo que quieres alejar de tu
vida. Haz una lista de todo lo que quieres acercar a tu vida que usualmente es
lo opuesto de la estrategia del punto anterior.

3. Aceptar:
Acéptate tal como eres, que tienes un potencial extraordinario, que tienes
talentos valiosos por liberar, que tienes experiencias de éxito en tu pasado,
que tienes fortalezas y debilidades, acepta que has cometido errores y que los
vas a seguir cometiendo, pero ahora tienes todas las capacidades para hacer
algo diferente, para no volver a cometer el mismo error. Acepta que no eres
tú pasado, que tienes defectos y virtudes. Acéptate sin conformarte. La
aceptación no es resignación.

4. Aprender:
¡Y sí! Ya lo estás haciendo. Desde que te has tomado el tiempo e interés para
leer este libro y te vas haciendo consciente de cómo la información que estoy
compartiendo contigo puede ayudarte a cruzar ese puente para sacar tu mayor
potencial, ¡ya estás aprendiendo!

5. Accionar:
Esta última estrategia es la que realmente hace la diferencia. Toma acción,
empieza a implementar todo lo que vas aprendiendo y podrás validarlo en tu
propia experiencia. No vas a darte cuenta si funciona si no lo haces. No
esperes a estar totalmente preparado para recién aplicar lo que aprendes. El
mejor aprendizaje se da en la acción. No esperes el momento perfecto para
recién hacerlo. ¡Toma acción imperfecta! Un paso a la vez. Sé tolerante con
los errores que cometerás, pero muy optimista con lo que conseguirás.
Siéntete cómodo en la incomodidad. Sé valiente y saca ese coraje que ya
tienes para probarte a ti mismo que sí puedes, que eres capaz y que te lo
mereces. ¡Ahora solo hazlo!

¿Te imaginas levantándote una mañana sintiendo que tienes una auto
confianza máxima a prueba de todo? ¿Qué sientes que puedes lograr todo lo
que deseas? ¿Te gustaría sentirlo? Te invito a dar ese primer paso para
transitar ese puente que te llevará a sacar tu máximo potencial,
implementando estas cinco estrategias. ¡Tú puedes, Tú eres capaz y Tú lo
mereces!
CAPÍTULO 3
NUESTRO PROPÓSITO DE
VIDA.

La importancia de nuestro propósito.

“El propósito de la vida es una vida de propósito”


Robin Sharma

Nuestro propósito es la esencia de quiénes somos y por qué estamos aquí.


Nuestro propósito es una fuente de energía y dirección, a través del cual
podemos vernos a nosotros mismos y a nuestro futuro con mayor claridad.
Nuestro propósito es esa fuerza que nos ayuda a levantarnos de la cama cada
mañana y salir a contribuir al mundo viviendo activamente nuestros valores.
Es lo que da sentido a nuestras vidas.
Para que un propósito sea realmente poderoso necesita un objetivo fuera de
nosotros mismos. Solo cuando es más grande que nosotros, su significado
puede ser entendido. Tener un motivo poderoso para vivir no solo le da años
a tu vida, ¡sino también vida a tus años!
Si todos conociéramos nuestro propósito, sabríamos exactamente por qué
estamos aquí y estaríamos viviéndolo cada día. Si sientes que no tienes una
razón para levantarte cada mañana o que estás operando en el mundo en
automático y no le encuentras sentido a lo que haces o te estás haciendo
preguntas importantes que no sabes sus respuestas, estas son buenas señales
de que es momento de descubrir tu propósito. Por ejemplo, podrías estar en
algunas de estas situaciones haciéndote preguntas como las siguientes:

.. Tienes muchos años en alguna actividad. ¿Cómo encuentro sentido a lo


que vengo haciendo en mi vida?
.. Has logrado tus metas. ¿Esto es todo lo que hay? ¿qué sigue?
..Estás interesado en crecer y desarrollarte espiritualmente. ¿Cómo conecto
mi desarrollo espiritual con mi trabajo? ¿cómo encuentro la realización
interna?
.. Estás pasando por un cambio importante en tu vida (personal o laboral)
¿Cómo encuentro significado y dirección a este cambio?

Recuerdo vívidamente cuando en un momento de mi vida me hacía estas


mismas preguntas y me despertaba cada mañana sintiendo que lo que había
logrado a nivel profesional no tenía sentido. Era el gerente general de una
empresa y me encontraba insatisfecho con lo que venía haciendo hasta el
momento, inclusive me cuestionaba si lo que había decidido estudiar como
profesión en la universidad había sido una buena decisión y era lo que
realmente necesitaba. Esta situación fue el comienzo de mi búsqueda de mi
propio propósito y si esta es tu misma situación o estás pasando por algo
parecido, ten fe de que a pesar de lo que pudieras estar sintiendo, es el
camino por el cual muchos pasan para encontrar un verdadero sentido a sus
vidas. El resultado de este proceso es realmente potenciador.
Descubriendo nuestro propósito.

“Los dos días más importantes en la vida son el día que naciste y el día que
descubres la razón por la cual.
Mark Twain

Descubrir nuestro propósito comienza con la creencia de que tenemos


realmente uno. Es un proceso que puede presentarse en varias etapas de
nuestras vidas, normalmente aparece en momentos de crisis o cambios
importantes. Creo que no es necesario esperar una crisis o un cambio para
empezar a descubrirlo, si ya estás aquí aprovecha para revelarlo.
Entender que cada uno de nosotros queremos contribuir al mundo de una
forma única y que queremos dejar un legado él, es otro paso importante en
este proceso de descubrirlo. Nuestro propósito se encuentra en lo más
profundo de nuestro ser y cada uno de nosotros tenemos un propósito único.
Todos tenemos dones únicos y un propósito de poner esos dones al servicio
del mundo.
Una pregunta que puedes hacerte en esta etapa y que te ayudará a estar más
cerca de descubrir tu propósito, es la siguiente: Si tuvieras la oportunidad de
vivir tu vida nuevamente, ¿qué harías diferente?

“Tu propósito en la vida es encontrar tu propósito y dar todo tu corazón y


alma a él”.
Gautama Buddha

Para continuar en el proceso de descubrir nuestro propósito es importante ir


develando nuestra historia de vida, los momentos más importantes donde se
revelaron nuestros dones donde los vivimos a plenitud. Todos tenemos dones
únicos que podemos compartir con los demás. ¿Cuáles son? Los veremos
ahora cuando realicemos el ejercicio para declarar nuestro propósito de vida.

Declarando nuestro Propósito.


Tener una declaración clara de nuestro propósito nos hace sentirnos plenos y
felices y así nos ayuda a levantarnos cada día llenos de energía para trabajar y
contribuir al mundo. Para hacer una buena declaración de propósito es
importante que las palabras que encuentres sean tuyas, deben estar
relacionadas con tu experiencia y conectar con tu esencia. Son palabras que te
mueven a la acción y que te ayudan a imaginarte teniendo un impacto
extraordinario en el mundo al estar viviendo tu propósito. Deben ayudarte a
responder la siguiente pregunta: ¿Para qué estoy aquí en este mundo?
Un propósito de vida es lo que estamos destinados a ser y hacer con nuestra
vida.

Ejercicio para declarar tu Propósito.


En esta etapa voy a compartir contigo como ejemplo mi propio propósito de
vida y el ejercicio que realicé hace algunos años y que me permitió declararlo
y ahora vivirlo. El ejercicio se llama “Mi Propósito de Vida” y espero que te
sea de mucha ayuda para que puedas articular tu propósito como lo fue
conmigo al realizarlo. ¿Estás listo? ¡Entonces pasemos a la acción!

Prepara varias hojas de papel y tu lapicero favorito, mientras más escribas,


mucho mejor.
Como una manera de disponerte positivamente a nivel mental y emocional, te
invito a seguir estos simples pasos durante unos minutos previos a empezar el
ejercicio:

.. Encuentra un lugar tranquilo donde puedas desconectarte de los ruidos


externos comunes. Regálate este espacio.
.. Ponte cómodo y cierra los ojos, toma una respiración profunda y conforme
vas expulsando el aire de tu cuerpo, siente cómo te vas relajando cada vez
más. Repite este proceso 3 veces. A medida que te vas relajando, visualiza el
mejor momento o situación que hayas tenido en esta última semana o mes.
Revívelo con intensidad con todos tus sentidos. Disfruta de este momento,
aquí y ahora.
.. Abre los ojos, estira tu cuerpo, párate derecho mirando hacia arriba,
expándete y sonríe. Vas a empezar unos de los momentos más importantes de
tu vida. Toma una hoja de papel, tu lapicero favorito y empieza el ejercicio.

“Mi Propósito de Vida”


1. Haz una lista de todas las cualidades que consideras son únicas en ti. Elije
las dos principales y que consideres son las más importantes:
Ejemplo…ayudar e inspirar

2. Escribe dos maneras en que tú disfrutas expresando esas cualidades cuando


interactúas con otros:
Ejemplo… “ayudando a las personas a ser mejores, inspirándolas a
tomar acción”
3. Asume que el mundo es perfecto en este momento. ¿Cómo sería? ¿cómo
estarían interactuando unos con otros? ¿cómo te hace sentir?
Escribe (en presente) haciendo una descripción de tu mundo perfecto, de
cómo lo ves, de cómo lo sientes. Utiliza todos tus sentidos y hazlo como si lo
estuvieras viviendo ahora mismo.

Ejemplo… “yo estoy muy cómodo y tranquilo sentado en mi casa-oficina


rodeado de las personas que más me importan. Me siento muy motivado y
comprometido con mis metas y mis sueños, desarrollando mi potencial día a
día, aprendiendo de mis talentos y de los talentos de los demás. Veo cómo
estoy logrando resultados extraordinarios conmigo mismo y ayudando a
miles de personas a que también lo logren. Estoy conectado con el mundo a
través del internet, enseñando coaching, compartiendo, creando. Yo estoy
muy feliz de que todos estén disfrutando y aprendiendo a ser mejores
personas, mejores líderes de su propia vida. Yo me siento en paz y
tranquilidad y sumamente agradecido por mi vida”

4. Ahora resalta y combina las palabras y frases que más te resuenan en todo
lo que hayas escrito en los puntos 1, 2 y 3. Escríbelas en un solo enunciado.
Ejemplo: … “Yo estoy tan feliz y agradecido de estar ayudando e inspirando
a miles de personas a alcanzar su mayor potencial y felicidad, a que sean lo
mejor de lo que pueden ser. ¡¡¡Gracias, gracias, gracias!!!”

5. Revisa tu declaración todo el tiempo que quieras. Puedes hacerlo día a día.
Repite el enunciado el tiempo que creas conveniente. De pronto algunas
palabras o frases cambiarán, pues entonces cámbialas. Confía que en el
momento que tenga que ser, te conectarás a tu declaración y sentirás que tu
propósito está ahí y ¡empezarás a vivirlo!.
CAPÍTULO 4
LIBERANDO NUESTROS
TALENTOS

Potencial Humano.

“Utiliza en la vida los talentos que poseas: el bosque estaría muy silencioso
si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan”.
Henry Van Dyke

Nuestro cerebro no tiene como función principal el que seamos felices, lo que
hace principalmente y para lo que está diseñado es para sobrevivir. Para ello,
necesitamos ver lo que está mal o lo que no está funcionando. Para ir a un
extremo, el visualizar los escenarios más catastróficos de lo que nos podría
suceder nos ayudaría a prepararnos para la batalla de la vida.
Esta función es la que nos ha permitido sobrevivir como especie humana, es
lo que nos permite estar alertas ante el peligro y tener cuidado para tomar
decisiones. ¿Te imaginas a nuestros antepasados hace miles de años saliendo
al mundo a buscar comida y pensando que todo es positivo, maravilloso, que
todas las personas son buenas y bien intencionadas, incluidos los animales de
esa época? ¡De ninguna manera! Tenían que pensar en todos los peligros que
se les podían presentar, como, por ejemplo, el ser atacados por cualquier
animal o por otra tribu para quitarles su comida, etc. De lo contrario no
hubieran sobrevivido ni siquiera minutos.
Es en ese entonces donde vamos desarrollando esa manera de operar en el
mundo, pensando solo en lo negativo o en lo peor que podría suceder, una
manera de pensar que nos ayuda y que nos es muy útil en la actualidad para
tener cuidado y para sobrevivir. El problema es que esa misma manera de
pensar queremos aplicarla a todos los aspectos de nuestras vidas, a nuestras
relaciones, nuestro trabajo y nuestro desarrollo. Y es ahí, en nuestro
desarrollo, donde esta forma de pensar no es suficiente. Si lo que queremos es
aprender, crecer y pasar al siguiente nivel de desarrollo, tenemos que ir un
paso más allá, empezar a ver lo bueno, lo que funciona, lo que ya tenemos, lo
mejor que podría suceder, lo positivo y ver todos esos dones con los que ya
venimos al mundo. Es por esto que el proceso de liberar nuestros talentos
cobra real importancia para apreciar y ver al mundo y a las personas que nos
rodean de una forma diferente, en todo su potencial.

“Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para
cambiar las cosas”.
Paulo Coelho

El potencial para nuestro caso lo definiremos como: lo que todo ser humano
es capaz de crear, hacer y lograr, aquello que yace en nuestro interior y que
todavía no hemos liberado. Es importante ser conscientes de que todos
tenemos un gran potencial que podríamos desarrollar para mejorar nuestra
vida y por qué no, para mejorar el mundo. Desarrollar nuestro potencial
requiere una mayor conciencia sobre nosotros mismos, nuestras capacidades
y sobre el mundo.
En la medida de que identifiquemos y liberemos nuestros talentos naturales,
tendremos la materia prima más importante para alcanzar nuestro máximo
potencial.

“Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser
cuestión de tener talento”
Jacinto Benavente

Veo contraproducente que la mayor parte de personas que están preocupadas


por construir una vida digna y feliz, solo estén orientadas a ver más el
defecto, lo que falta, lo que anda mal, o solo lo negativo. Y seamos sinceros,
nadie construiría su vida sobre lo que no tiene, la construiremos con lo que ya
tenemos. Imagínate levantándote una mañana y lo primero que haces es
pensar en todo lo que no tienes, no tengo dinero, no tengo el trabajo que me
gusta, no tengo los estudios suficientes, no soy un buen profesional, no tengo
el jefe que quisiera, no soy un buen padre, no tengo la familia correcta, etc.
¿cómo sería tu día si lo empiezas con ese tipo de mentalidad?
Por otro lado, ¿qué sucedería si empiezas esa misma mañana pensando en
todo lo que ya tienes? Tengo un potencial inmenso por descubrir, tengo
talentos por liberar, tengo inteligencia, creatividad, determinación,
capacidades. ¿Sería diferente tu vida? El problema es que tendemos a
desvalorar lo que ya viene con nosotros. Lo damos por hecho.
Los mejores resultados que he podido ver en las personas que tengo la
oportunidad de ayudar y acompañar en sus procesos de desarrollo y
crecimiento a través del coaching, han sido los que más se han enfocado en lo
que ya tienen, sus talentos y potencial, y cuentan con una actitud positiva
hacia la vida, tienen curiosidad por explorar más a fondo todo ese potencial
que llevan dentro y todos esos talentos que todavía no han liberado, son los
que tienen esa ganas de saber más y descubrir dentro de ellos toda esa riqueza
que los hace diferentes a cualquier otra persona en el mundo. Quieren
encontrar su propio sello personal, su “huella digital” que los hará marcar una
diferencia, en lo que pueden ser, hacer y tener.
Es en ese potencial que todos tenemos dónde se encuentran nuestros talentos
únicos, esos dones que ya vienen con nosotros desde que nacemos, todo ese
cableado en nuestro cerebro donde están dibujadas las conexiones neuronales
más fuertes de lo que realmente somos, todas esas capacidades que no hemos
desplegado aún y para decir verdades, ni siquiera conocemos.

“Las dificultades tienen el don de despertar talentos que se habrían quedado


dormidos en la comodidad”
Horacio.

Muchos se pasan por la vida sin conocer su potencial, sin explorarlo y


tratando de hacer cosas de acuerdo con las personas que fueron un modelo o
referente en su crianza o en la educación que recibieron. Y luego tarde se dan
cuenta que nos son felices siendo lo que son o haciendo lo que hacen y es
cuando entran en esas crisis que ya no solo se da en la madurez de nuestras
vidas, sino que sucede cada vez más frecuente en personas cada vez más
jóvenes. Se dan cuenta de su incapacidad para saber lo que quieren ser y
hacer con sus vidas, o qué es lo que quieren estudiar o cuál es su vocación.
Esto se manifiesta frecuentemente en deserciones o abandono de sus carreras
de estudio, ya que las empezaron cumpliendo más con las expectativas de sus
padres o la sociedad y no porque estén convencidos de que ese era su llamado
o era lo que más iban a disfrutar y donde más podían expresar sus talentos
únicos para aportar al mundo. La consecuencia de todo esto es muy triste y
dolorosa, pérdida de energía mental y emocional, pérdida de tiempo, dinero y
mucha infelicidad.
Lo mismo sucede en las personas mayores que sobreviven y son infelices
haciendo lo que no les gusta, desempeñándose en un trabajo que no les llena
o soportando un jefe que no les aporta en su desarrollo, se dan cuenta tarde
que no nacieron para hacer lo que están haciendo, que no se sienten
realizados ni felices en la vida que tienen porque están más enfocadas en el
tener y hacer, y no se detuvieron o dieron la oportunidad de explorar en la
esencia de su ser, que es donde radica todo ese potencial.
En mi experiencia, y creo que no es casualidad, veo que, en estos últimos
años de estar haciendo coaching, el porcentaje de personas que más lo
requieren haya crecido porque están buscando hacer un cambio importante en
sus vidas, cambiar de carrera o profesión o dedicarse a otra actividad, un
nuevo rumbo en sus vidas. O también porque no encuentran un sentido a lo
que están haciendo actualmente y están sumamente infelices. En otras
palabras, no están viviendo su propósito de vida y no conocen su potencial.
Es enfocándonos en liberar nuestros talentos, donde tenemos mayores
probabilidades de construir nuestro propio éxito y alcanzar nuestras metas, y
de esta forma, tener el mayor impacto en los demás viviendo nuestro
propósito de vida.
Desarrolla lo que ya tienes, lo que ya viene contigo, lo que funciona de
manera natural. Principalmente libera todos esos talentos, esas capacidades
latentes que no estás utilizando de manera productiva, y así podrás cruzar el
puente que te llevará de manera más fácil y segura a sacar tu máximo
potencial.

¿Qué es talento?
Solemos confundir el talento con una habilidad. La diferencia radica en que
una habilidad puedes adquirirla con entrenamiento y práctica, mientras que
un talento o viene contigo o no. Es por eso por lo que es importante tener una
definición sobre qué es talento para que nos permita tener un marco de
referencia y entender de qué manera se relaciona con el desarrollo de nuestro
potencial. En nuestro caso basaremos la definición en lo que proponen
Marcus Buckingham y Donald O. Clifton en su libro “Ahora, descubra sus
fortalezas”:

“Talento es un patrón de pensamiento, sentimiento o comportamiento que se


puede aplicar productivamente”

Como podemos darnos cuenta en esta definición, no es suficiente ser


talentoso, nadie duda que tenemos talentos, bueno, algunos sí lo hacen; la
cuestión es que podamos aplicar esos talentos productivamente para lograr
nuestras metas y sacar nuestro máximo potencial.

¿Cómo identificar mis talentos?


La manera más precisa que conozco es que puedas tomar una evaluación
especializada. En los diferentes programas de coaching que dicto tanto a nivel
personal como organizacional, utilizo el Clifton Strengths Finder. Igualmente
utilizo la misma prueba con todos mis alumnos que están formándose como
coaches profesionales en mi programa de Coaching “Black Belt”. Al final de
este libro voy a dejarte más información para que puedas tomarla si así lo
decides.
Señales de talento.
Otra forma efectiva para identificar tus talentos es que estés muy alerta a las
siguientes 5 señales que voy a compartir contigo en este momento. Cada
señal responde a una pregunta y fueron desarrolladas por Gallup
International, que es una de las compañías de investigación y desarrollo más
importantes en el mundo en este tema.

Los anhelos. ¿Hacia qué actividades te sientes atraído naturalmente?


El aprendizaje rápido. ¿Qué tipo de actividades aprendes con facilidad?
La fluidez. ¿En qué actividades reconoces automáticamente los pasos a
seguir?
Los destellos de excelencia. Durante qué actividades has experimentado
momentos de excelencia al pensar… ¿Cómo hice esto?
El grado de satisfacción. ¿Qué actividades mientras las hacías o
inmediatamente después de finalizarlas, te hicieron pensar… ¿cuándo puedo
hacer esto de nuevo?

Responde cada una de las preguntas en cada señal de talento y te recomiendo


hacer algo adicional e importante. Busca a las personas que más te aprecian y
sobre todo que consideras te conocen muy bien, puede ser familiares, amigos
de la infancia, compañeros de trabajo o jefes con los que hayas trabajado, y
hazles las mismas preguntas en cada una de estas 5 señales. ¿Cómo han visto
ellos que esas señales se manifiestan en ti? Pídeles que te den todos los
detalles de qué era lo que hacías y cómo la hacías.
Aparte de ser una experiencia muy enriquecedora en el aprendizaje de tus
talentos, será muy valiosa y sorprendente el escuchar y conocer cómo otras
personas reconocen en ti talentos que tú mismo no conocías o no valorabas.
CAPÍTULO 5
COACHING: EL PUENTE A
CRUZAR.

Recuerdo que cuando era niño y me dirigía a la escuela tenía que cruzar un
puente muy grande. Este puente estaba por encima de una de las avenidas
principales y de mayor tráfico de automóviles en mi país. Cada extremo de
ese puente era diferente para mí, era como una aventura de riesgo que mi
creatividad de niño generaba para pasarla bien. El inicio del puente
representaba el peligro, lo difícil – había que subir unas escaleras para
acceder a él - y también era la parte donde te podían robar y hacer daño
personas de mal vivir. En cambio, el otro extremo era el lado que
representaba el éxito y el logro, el lado tranquilo y seguro.
Lo crucé durante más de siete años de mi vida. Hasta el día de hoy ese puente
cruza una de las avenidas principales y de mayor tráfico de automóviles de
mi ciudad, así que no hay otra opción que pasar por ahí si no quieres poner en
riesgo tu vida por la cantidad de automóviles que transitan.
En esa aventura de mi niñez, una de las partes que más peligro llevaba era
transitarlo caminando – casi siempre lo hacía corriendo – ya que el puente
empezaba a temblar casi todo el tiempo cuando pasaban los automóviles por
debajo de él; sentía miedo y ganas de empezar a correr para llegar rápido al
otro extremo. Mi imaginación me decía que el puente podía derrumbarse en
cualquier momento, así que correr y pasarlo rápido era la mejor opción.
Hace poco tiempo tuve que cruzar el mismo puente nuevamente y es increíble
cómo todos esos recuerdos de mi niñez vinieron a mi memoria y sentí lo
mismo que sentía hace más de 30 años atrás, me dieron ganas de correr y
llegar rápido al otro extremo. Subir nuevamente las escaleras y cruzarlo
caminando provocaron las mismas sensaciones que tuve cuando niño. Ahora
la diferencia era que me daba cuenta de que ese puente era casi imposible que
se cayera, tiene una estructura tan sólida que ha resistido los terremotos más
fuertes y de mayor intensidad ocurridos en mi país desde hace más de 50
años y todavía se mantiene en el mismo lugar.
El reto de cruzar el puente no solo me hizo revivir mi experiencia de niño
sino también recrear en mi mente el gran parecido que existe entre cruzarlo y
la vida misma. Constantemente transitamos nuestra vida de un lado a otro. Es
como cruzar un puente de un extremo a otro. Vamos desde un estado presente
– nuestra situación actual – hacia un estado futuro – nuestras metas,
objetivos, nuestros sueños. Algunas veces vemos un puente muy largo por
cruzar, otras veces lo vemos muy corto. Percibimos el camino como difícil y
hasta peligroso o como fácil, tranquilo y seguro. Sea cualquiera la situación
en la que estás en este momento, difícil o fácil, o que percibas que el camino
sea peligroso o seguro, igualmente tienes que “cruzar el puente”. Las
preguntas importantes que puedes hacerte son: ¿quieres cruzarlo totalmente
solo y sintiendo en todo momento que se puede caer y tú con él? o ¿prefieres
cruzarlo sintiéndote seguro y acompañado? ¿quieres cruzar tu vida por un
puente débil o por uno fuerte y sólido?

El Puente es una buena representación del Coaching, una estructura fuerte y


sólida que nos ayuda a transitar de un lugar a otro. De la misma manera, el
Coaching es una estructura fuerte y sólida – metodología y técnica - que nos
ayuda a transitar nuestra vida hacia el logro de nuestras metas y así sacar
nuestro máximo potencial.
Cuando escuchamos las palabras “coach” o “coaching”, las relacionamos
muchas veces al ámbito deportivo, un entrenador o una metodología de
entrenamiento que guía o entrena a los atletas hacia el logro de sus metas.
Actualmente estas acepciones todavía generan mucha confusión ya que no
son las más útiles para definir qué es Coaching y lo que hace un Coach en la
vida de las personas.

¿Qué es realmente el Coaching y cómo funciona?


Solo hay que buscar en el internet y veremos cientos de definiciones de los
que es coaching. Para nuestro caso utilizaremos la siguiente definición:
“El Coaching es una metodología y técnica conversacional orientada al
desarrollo del potencial de las personas. En ese proceso de desarrollo, un
Coach, utilizando la metodología del coaching, acompaña a la persona para
que pueda lograr sus metas y sacar su máximo potencial”
Entonces, ¿qué lo hace diferente de un entrenamiento deportivo? Aunque
existen algunas similitudes, podemos mencionar principalmente las
siguientes diferencias. En el Coaching…
✓ No existe una relación de superioridad donde el coach esté por encima de
la persona, sea por su experiencia, edad, cargo o autoridad.
✓ No se dan órdenes y el coach no le dice a la persona qué es lo que puede
o lo que tiene que hacer, por el contrario, la empodera para que pueda
hacerse cargo de sus propias decisiones.
✓ No es un proceso donde se “arregla” a la persona o en la que solo se ven
sus fallas o errores, en donde solo se ve la parte negativa y lo que le falta.
Por el contrario, la mayor parte del proceso se orienta al potencial, donde
se ve lo que la persona ya tiene y que todavía no ha utilizado.

Ante estas diferencias, algunos podrían estarse preguntando, entonces ¿para


qué necesito el Coaching?, cuando de pronto estaría mejor con alguien de
experiencia que me diga lo que puedo y lo que tengo que hacer. ¿Esto les
suena familiar? pues creo que la mayor parte de personas han sido educadas
de esta manera, desde su entorno familiar, escuela, universidad, hasta en el
ámbito organizacional, donde una persona de autoridad y de más experiencia
les ordena o les dice qué es lo que deben o tienen que hacer.
La mayor parte del tiempo encuentro ejecutivos que han sido educados bajo
el modelo de seguir órdenes, desde el entorno familiar, sus escuelas o equipos
deportivos. Luego cuando ingresaron al mundo organizacional se encontraron
con el mismo modelo de liderazgo, donde les dicen qué es lo que tienen que
hacer.
Conforme van presentándose los retos y exigencias propios de su rol, se les
exige que sean “proactivos”, en otras palabras, que tengan iniciativa para
tomar decisiones y hacer que las cosas sucedan. ¿te das cuenta del problema?
Mientras que casi toda su vida han sido educados para obedecer, ahora les
toca tener iniciativa y tomar decisiones. Es aquí donde se origina el mayor
conflicto porque el ejecutivo no está preparado ni entrenado para ello.
Es en este tipo de situaciones donde muchas organizaciones se orientan a
contratar un coach, cuando “falta algo” o para “corregir defectos”, en otras
palabras, para modificar lo que no funciona. Por ejemplo, la organización
contrata un coach solo para corregir los defectos de un ejecutivo en
particular, y se olvidan o muchas veces no les interesa desarrollar el potencial
que ya tiene o lo que ya funciona bien en él. Creen que trabajando solo en
modificar lo que no tiene o sus defectos, va a ser suficiente para tener un
nuevo ejecutivo extraordinario.
Y es aquí donde el coaching hace una gran diferencia. No estoy diciendo que
el tipo de educación donde te dicen lo que tienes que hacer está totalmente
mal, creo que depende de la situación y grado de madurez de la persona,
tampoco digo que el coaching no podría ayudar a ese ejecutivo en particular a
desarrollar su proactividad. Lo que afirmo, y estoy convencido de ello, es que
la gran diferencia e impacto positivo que tiene el coaching y en donde más y
mejor puede ayudar a las personas, es cuando su mayor enfoque está en
desarrollar el potencial y lo que ya funciona, cuando se orienta a sacar lo
mejor de ella y liberar todo lo bueno que ya tiene, sus experiencias de éxito
del pasado, sus recursos internos, sus talentos.

“No podemos resolver los problemas con el mismo nivel de pensamiento que
usamos cuando se crearon”.
Albert Einstein

Si en este momento te estás preguntando: ¿y qué hago con lo que no


funciona, con lo que falta, con los defectos? ¿cómo hace el coaching con todo
esto? Como mencioné anteriormente, el mayor y principal enfoque está en
desarrollar el potencial y todo lo bueno de la persona, y cuando esto sucede,
la persona se empodera, su nivel de creencia se hace mucho más grande en
sus posibilidades y capacidades para salir adelante, toma mayor consciencia y
autoconfianza para hacerse cargo de sus defectos o de lo que no está
funcionando y encuentra opciones más creativas y hasta divertidas para
solucionar lo que no funciona y los problemas que se generan con ello.
Su nivel de consciencia se eleva para dar lugar a un nuevo enfoque y de
mayor perspectiva de lo que no funciona. Aquello en lo que nos enfocamos…
¡crece! Si solo nos enfocamos en lo que no tenemos, en el defecto o lo que no
funciona, todo eso crecerá. Si nos enfocamos en el potencial, en lo que ya
tenemos y lo que nos funciona, ¿Qué crees que sucederá?

Principio de Palanca:
“Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.
Arquímedes

Creo que son muchas las personas que viven bajo lo que llamo “la ley del
esfuerzo” … “esfuérzate para que te vaya bien en la vida”. Como si la vida
se tratara solo de esforzarte para asegurarte de que te vaya bien. Es lo mismo
que decir… ¡Si quieres que te vaya mejor, entonces esfuérzate más y listo!.
Si esta ley fuera cierta, te recomendaría hacer lo siguiente: Toma un martillo
y golpéate fuertemente un pie y una mano. Empieza tu día para ir a trabajar
golpeándote con un martillo ¿vas a esforzarte más? por supuesto que sí.
Ahora solo tienes una mano y un pie que funcionan, pero este esfuerzo que
vas a hacer al trabajar todo golpeado día a día ¿te asegurará que te vaya bien?
¡definitivamente no! entonces ¿qué hacemos?

Pues aquí tienes una nueva ley que es la del mínimo esfuerzo y máximo
rendimiento… “Esfuérzate inteligentemente para que te vaya bien en la
vida”. Como el principio de palanca de Arquímedes, que nos ayuda y facilita
a mover las cosas de forma inteligente y sin mayor esfuerzo.
Tener un proceso de Coaching y un Coach que te acompañe en tu proceso de
desarrollo, es aplicar la ley del esfuerzo inteligente. Y es ahora cuando voy a
compartir contigo la misma metodología y el mismo proceso que he utilizado
con cientos de mis clientes durante más de 15 años de estar acompañándolos
para que crucen el puente de sus vidas, logren sus metas y alcancen su mayor
potencial.

La metodología “3A” para sacar tu mayor potencial.


Como lo he expuesto en este capítulo, el coaching es una estructura poderosa,
como un puente, para transitar tu vida de una forma efectiva e inteligente. El
camino para transitarlo implica seguir 3 pasos importantes para cruzar ese
puente hasta llegar a tu destino final, el que elijas para ti, podría ser el lograr
tus metas, alcanzar tus sueños, desarrollar tu potencial, lo que tú definas
como destino final al que quieras llegar. Los pasos para ello son los
siguientes:

Paso 1: Aclarar.
En este paso el objetivo es identificar nuestros talentos naturales. Tomamos
consciencia de cuáles son esas tendencias de pensamiento, sentimiento y
comportamiento que tenemos. Puede ser que identifiques muchos o pocos
talentos en ti, pero para empezar podemos trabajar con tres a cinco talentos
que puedas identificar plenamente.
Para identificarlos puedes apoyarte en las estrategias que he compartido en la
sección de ¿Cómo identificar mis Talentos? del capítulo anterior.

Paso 2: Alinear.
En un inicio comenzamos a estudiar y conocer nuestros talentos con mayor
profundidad. ¿Qué significan cada uno de ellos? ¿cómo se manifiestan en
nuestra vida? Con este conocimiento vamos alineando nuestros talentos a
nuestra propia experiencia. Para darle más profundidad a este paso y así
poder validar cada uno de tus talentos, puedes emprender las siguientes
actividades:

Pide retroalimentación. Pregunta a las personas que más te conocen y que


hayan tenido contacto contigo durante largos periodos de tiempo, cómo ellos
ven que tus talentos se manifiestan en ti en tu día a día. Por ejemplo, puedes
pedir retroalimentación a familiares, amigos, maestros de tu escuela, colegas
o jefes en tu trabajo y principalmente a tu pareja, que usualmente es la
persona que más te conoce.
Escucha de manera abierta y toma nota de todo lo que ellos manifiesten, te
sorprenderás de una manera muy grata con la información tan valiosa que te
darán y que muchas veces no conocías o ni siquiera tomabas en cuenta.
Explora en tus experiencias de éxito del pasado. ¿Cuáles fueron esos
sucesos, tanto en tu vida personal y profesional, que te trajeron la mayor
satisfacción y mejores resultados? Busca en el almacén de recuerdos de tu
memoria, esas experiencias cumbre o de mayor impacto que te hicieron sentir
muy orgulloso de ti mismo. ¿Qué actividades te hicieron sentir totalmente
realizado? ¿Qué decisiones tomaste que te trajeron los mejores resultados?
Toma nota con mucho detalle de todo lo que hacías, veías, lo que escuchabas
y sentías cuando estabas realizándolas.
Estas dos actividades te ayudarán a afianzar aún más el conocimiento de tus
talentos y sobre todo a ir alineándolos en tu experiencia para que puedas
ponerlos en acción en el siguiente paso.

Paso 3: Aplicar.
El objetivo en este paso final es poner en acción tus talentos en las diferentes
actividades que realizas tanto a nivel personal como profesional y así sacar tu
máximo potencial. Este paso comprende la aplicación de cada uno de tus
talentos bajo una estructura que te permita vivirlos constantemente en tus
diferentes actividades y que puedas darte cuenta de que tan productivos son.
¿Te imaginas teniendo la oportunidad de aplicar tus diferentes talentos en tu
día a día, haciendo las cosas que te hacen más productivo y feliz? ¿te
imaginas fluyendo en tus talentos y terminar tus actividades lleno de
motivación y energía? ¿te imaginas utilizándolos para hacer frente a los
diferentes retos que te presenta la vida y obteniendo resultados
extraordinarios? ese es el efecto que tiene el liberar nuestros talentos.
La estructura en la que puedes apoyarte para poner tus talentos en acción es a
través de este ejercicio de coaching que puedes utilizar para diferentes
situaciones que se te estén presentando. Aquí la comparto contigo:
Identifica con mucho detalle un reto que quieras superar en estos momentos,
puede ser un problema para resolver, un cambio importante por realizar o una
decisión que te toca tomar y que sabes puede cambiar tu vida.
Si ya conoces tus talentos, busca en cuáles de ellos puedes apoyarte para
superar ese reto. Haz una lista de todas las formas en cómo ese talento en
particular te ayudará a superarlo.
Si todavía no tienes muy claro cuáles son tus talentos, puedes hacer lo
siguiente: Busca una experiencia de éxito en tu pasado donde hayas resuelto
satisfactoriamente un reto similar o parecido al que se te presenta ahora.
Puedes hacerte las siguientes preguntas:
¿Qué veía, sentía o escuchaba cuando estaba superando ese reto en el
pasado?
¿Qué habilidades estaba utilizando para superarlo?
¿Qué hacía específicamente para superar ese reto?

Toma nota de toda la información relevante que surgirá en tus respuestas a


estas preguntas. Esto será el material principal que podrás utilizar y que te
ayudará a superar el reto que has planteado.
Ahora viene lo que marcará la diferencia. Con toda la información obtenida
del ejercicio, te toca generar un plan de acción que te permita superar tu reto.
Para ello hazte las siguientes preguntas:
¿Cuáles son los talentos que ahora identifico en mi experiencia de éxito de
mi pasado, que me ayudarán a superar mi reto actual?
¿Cómo voy a utilizar esos talentos para superar mi reto?
¿Cuándo lo haré?
¿Cuáles son las señales que tendré que ver para darme cuenta que estoy en
el camino correcto?
¿Cómo será el resultado al aplicar mis talentos en este reto? ¿Qué veré,
sentiré y me diré a mí mismo cuando lo esté logrando?

Las respuestas a estas preguntas poderosas te darán los pasos necesarios para
tomar acción y superar tu reto.
Este mismo ejercicio puedes aplicarlo a las diferentes situaciones que se
presenten en tu vida ya que es una estructura sólida y efectiva para afrontar
los problemas y superarlos. No tendrás que hacerlo de acuerdo a recetas
importadas de otras personas. Lo harás desde tu esencia, de lo que tú eres, de
lo más valioso y que mejor funciona en ti, desde esos dones con los que ya
viniste al mundo y que ahora te toca liberar y poner en acción.

Plan de Acción hacia el Éxito.

“El valiente no es el que no siente miedo, sino el que a pesar de tenerlo


actúa”.
Anónimo
El plan de acción es la propuesta final de este libro. Si lo has seguido capítulo
a capítulo y has aplicado cada uno de los ejercicios y estrategias que he
compartido, estarás más que listo para recibir los resultados que estás
esperando.
Aquí te dejo paso a paso, el proceso que puedes seguir que corresponden a
todo lo expuesto en cada capítulo de lo que es ahora tu libro, y por el cual
puedes llevar a cabo tu plan de acción hacia el éxito.

1. Empieza por ti, recuerda que el trabajo empieza en casa. Date cuenta de tu
juego interno y que tienes un Coach Interior dentro de ti y que tiene las
respuestas que necesitas.
2. Tus creencias son poderosas, de acuerdo con ellas filtras el mundo y sus
posibilidades. Cree que puedes, que eres capaz y que mereces el éxito.
Potencia esas creencias, hazlas más grandes y mejores. Aprende a manejar el
miedo y que no sea tu enemigo, hazte de él un amigo que te ayude a lograr
tus metas. Tienes la herramienta principal para hacerlo que es tu cuerpo y su
fisiología. Todo esto te ayudará a convertirte en una persona con una
autoconfianza máxima.
3. Descubre, define y declara tu propósito de vida, con ello encontrarás un
sentido a lo que eres y lo que haces. Obtendrás toda la energía que necesitas
para hacer frente a tu día a día.
4. Libera tus talentos, esos dones con los que vienes al mundo y que son el
material principal para sacar tu mayor potencial.
5. Cruza el puente. Apóyate en el coaching para transitar tu vida y construir
tu propio éxito. Aplica cada uno de estos pasos de este plan de acción y
estarás mucho más cerca de alcanzar tu máximo potencial.
CONCLUSIÓN
Nadie puede definir el éxito por ti. Eso es algo que solo tú puedes hacer. Para
algunos el éxito será tener una vida tranquila y feliz al lado de su familia,
para otros el éxito será tener una vida muy activa llena de retos a superar.
Ninguna es mejor que la otra, lo importante es que sepas qué es lo que
quieres para ti y construyas tu propio éxito, tu propia felicidad.
No busques el éxito para recién ser feliz, por el contrario, sé feliz
construyendo tu propio éxito.
No copies lo que otros proponen como la receta del éxito o de la felicidad,
eso les pertenece a ellos. Busca lo que es tuyo de verdad, tu propia esencia y
lo que te hace ser y estar en este mundo. Ahí es donde está tu verdadero ser,
todo ese potencial que ya tienes y que está esperándote a que lo liberes. Ahí
están todos esos dones con los que has venido a este mundo, tus propios
talentos y que ahora te toca poner en acción para cruzar el puente y sacar tu
máximo potencial.
Te deseo de corazón que disfrutes cruzando el puente, ya sabes que es un
puente sólido y seguro en el que puedes apoyarte.
Que tengas una buena vida en el camino.
ACERCA DEL AUTOR:

En más de quince años, Luis Flores-Guerra ha venido ayudando a cientos de


alumnos, clientes y organizaciones de todo el mundo a desarrollar su
potencial y liderazgo a través del coaching. Luis es creador del programa de
“Coaching Black Belt” donde entrena a diferentes personas para que puedan
certificarse como un Coach profesional y también puedan lograr sus metas
desarrollando su máximo potencial a nivel personal y en sus negocios. Su
experiencia de más de 40 años en las artes marciales integrada a su
experiencia en el mundo organizacional y de los negocios, lo ha llevado a ser
un referente del desarrollo del potencial a través del coaching en el mundo.
DATOS DE CONTACTO
LUIS FLORES-GUERRA

Programa de Certificación en
Coaching “Black Belt”

http://bit.ly/metodoblackbelt

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