METAS EFECTIVAS

Proceso guiado de coaching para planificar y alcanzar objetivos

Por: Sandra Mateus G.

Master coach ontológica profesional
ISBN INTERNACIONAL
Segunda edición revisada y actualizada
Abril 2020

Tabla De Contenidos

Mensaje del coach

SESIÓN 1 No ensillar antes de elegir el caballo adecuado
SESIÓN 2 Hora de construir una visión poderosa
SESIÓN 3 Definir el punto de partida
SESIÓN 4 Hagámoslo sencillo: Técnica Smart
SESIÓN 5 Concientizar brechas
SESIÓN 6 Cómo relacionarnos con nuestras fortalezas
SESIÓN 7 ¿Y con nuestras áreas a mejorar?
SESIÓN 8 De la meta a objetivos y acciones
SESIÓN 9 Seguimiento y ajuste, la clave
SESIÓN 10 Mantén en el radar las Anti-metas
¿Qué nos falta?
Otros títulos del autor

Mensaje del coach

Gracias por descargar mi libro “ METAS EFECTIVAS, Coaching para

planificar y alcanzar objetivos”.
Cuando en mis talleres hago la pregunta ¿Saben cuál es la diferencia entre
un sueño y una meta?, he recibido respuestas como “las ganas”, “la meta es
realizable, los sueños a veces no” o “los sueños son deseos y a la meta si le
ponemos ganas”. En realidad, la diferencia es muy sencilla: una fecha. Si
señores. Una fecha, un límite, un plazo.
¿Cuándo fue la última vez que te dijiste “mi sueño es viajar a…” o en tu
equipo de trabajo se escuchó algo como “qué bueno sería que lográramos
X”? Soñamos todo el tiempo, lanzamos deseos al aire individual o
colectivamente, y eso está perfecto, de hecho, será nuestra primera sesión,
querer algo con ganas, pero lo que no está bien es quedarnos allí. Seamos
sinceros, ¿podrías en este momento describir los detalles de aquello que
quieres: ¿Cuánto te costará, que tendrás que hacer para lograrlo, donde, con
quien, hoteles (si es un viaje), etc.? En el 80% de los casos me responden
que no. Se quedan en el anhelo.
Por eso nació METAS EFECTIVAS. ¿Qué conseguirás? Ser más consciente
de tus recursos y más efectivo al usarlos. Este libro se basa en herramientas
de coaching, porque en más de diez años de trabajo como coach ejecutiva y
de equipos empresariales, he encontrado un poder enorme en esta disciplina
basada esencialmente en la pregunta, la escucha, el compromiso,
aprendizaje y la acción. De hecho, pensé METAS EFECTIVAS como un
proceso, en el cual tendremos 10 sesiones.
Encontrarás que cada sesión empieza con la pregunta con la cual te recibiría
en cada encuentro de un proceso de coaching en la vida real. Para mí, el
coaching es más que una disciplina o técnica, es el arte de apoyar a otros, en
donde el coach provoca conversaciones basadas en la indagación, para que
quien o quienes están tomando el proceso, puedan identificar bloqueos,
creencias o áreas a mejorar, trabajen sobre ellos y generen los aprendizajes
que requieran para ser más efectivos y alcanzar lo que se proponen.
No todo será coaching. Cuando leas recomendaciones, reflexiones,
herramientas específicas que estoy compartiendo, estos son otros espacios
de aprendizaje, y para mí es fundamental hacer esta aclaración. Este
proceso puede ser aplicado a nivel personal o si lideras equipos de trabajo.
Adicionalmente, para efectos de nuestra comunicación, te propongo que
veamos las metas como ese fin más amplio y general, en tanto que los
objetivos como los pasos para alcanzarlas, son más específicos, precisos.
No sobra mencionar que lo que vas a trabajar a partir de cada sesión, aplica
tanto para situaciones “normales” y como para momentos de crisis en los
que debemos tomar decisiones en algunos casos bajo presión. Es más, este
e-book lo actualicé en plena cuarentena de aislamiento en Colombia por
cuenta del Covid19. Te propongo que vivas este proceso a conciencia, como
si en realidad nos fuéramos a encontrar semana a semana en una nueva
sesión.
SANDRA R. MATEUS G.
Master Coach Ontológica Profesional

Contactos para procesos de coaching o formación presencial y/o virtual

Facebook https://www.facebook.com/sandramateusescritora
Twitter @sandramatcoach
En Amazon, todos mis libros en Página de Autor
Perfil profesional en LinkedIn Sandra Mateus

SESIÓN 1
No ensillar antes de elegir el caballo adecuado

Trabajé con una coachee ―persona que contrata un coach―, que laboraba
como chef en un importante restaurante y quería abrir el propio. Llevaba
varios años pensándolo, no se decidía y eso estaba comenzando a frustrarla,
así que por eso me contrató, para que la apoyara en lograr eso que no había
podido, además porque estaba entrando en ese peligroso espacio de “soy
una incapaz”.
Al finalizar la primera sesión en donde exploramos su conexión
con dicho deseo y sus motivaciones, se dio cuenta que en realidad quería
hacerlo porque un día se lo había prometido a sus padres, quienes también
estaban en el sector de la gastronomía, pero no era su máximo anhelo, por
eso lo posponía y posponía. Su cuerpo también lo notaba. Cuando hablaba
del que sería su restaurante lo hacía en voz baja, muy lento, por momentos
sus ojos se perdían en el piso, pero cuando comenzaba a describir su trabajo
actual se iluminaba su rostro. Disfrutaba crear platos y amaba el ambiente
hasta por momentos estresante de la cocina. Su voz no paraba, las manos se
movían constantemente, me contaba de cuando empezó, de su primer
logro… Se imaginarán que el proceso tomó otro rumbo.
 Lo veo también con quienes quieren escribir un libro. Desde hace
varios años soy mentora de profesionales que quieren escribir libros no-
ficción, algunos toman los cursos muy entusiasmados, pero pasa el tiempo y
el manuscrito no llega. ¿Se estaban engañando? ¡No! Honestamente quieren
escribir, dejar un legado, compartir sus métodos que son fruto de años de
experiencia. Sin embargo, algunos llegan a darse cuenta que su meta no
pasa por un libro, que no tienen, ni quieren tener, la disciplina de escribir,
pero que pueden encontrar otra vía que vaya más de la mano con sus
propias fortalezas. Recuerdo uno de ellos que decidió abrir un blog y sus
objetivos están ahora en la vía de posicionarlo y nutrirlo.
No siempre es así, claro, ni tiene por qué serlo. En otras ocasiones veo a las
personas realmente conectadas y con la seguridad de lograr algo, solo que
no han sabido cómo hacerlo. Por eso es fundamental arrancar desde este
lugar, en el que nos sentamos a conversar honesta y descarnadamente con
aquello que queremos y claro, con aquello que no. Porque y así lo digo
abiertamente siempre, de qué sirve que conozcas técnicas, el paso a paso,
hasta ayudas tecnológicas, si algo dentro tuyo te dice que no lo quieres
hacer, que no conviene, que estás respondiendo a los deseos de otros, que
estás siendo reactivo a una coyuntura, que no se han dado todas las
conversaciones que se deben dar.
Llevar esta primer sesión a los equipos de trabajo en asuntos estratégicos -
no operativos-, tiene que ver con una sentada a conversar sobre lo que
realmente queremos como equipo, sobre el impacto en un proceso o en la
organización, sobre lo que necesitamos ser o tener y aún no somos o
tenemos, y escuchar tanto al que está de acuerdo como al que no, porque es
probable que esté último haya visto algo que los demás no.
Una meta da enfoque, marca prioridades y a partir de allí brinda
dirección, es decir, certeza y claridad sobre el rumbo a tomar. Inyecta
motivación, si estás de acuerdo en lo que quieres y hacia dónde vas,
automáticamente se alimentan las ganas de hacerlo. Aquí hago un
paréntesis porque en varias ocasiones me han llamado para trabajar la
motivación en el equipo. “Quiero motivarlos”, me dice el líder, y cuando
hago una primera sesión lo que sale a flote es que no existe pasión por lo
que están haciendo. Existe cumplimiento y deber, pero no compromiso
total, porque no se ha conversado del mismo, hay ausencia de propósito
colectivo, y esto último le da un sentido mayor a lo que se hace.
Es claro, que ninguno de estos cuatro beneficios se va a manifestar si te
fijas la meta incorrecta.

“Las metas encienden la llama de la pasión”

La pasión a la que me refiero es aquella que nace de la conexión con

la meta adecuada. Es esa llama que se enciende cada vez que haces algo que
te entusiasma. La presencia de la pasión en la vida se nota. Y su ausencia
también. De hecho, es más frecuente esto último. ¿Cuáles son los síntomas
de la ausencia de pasión?: rutinas que día a día se van volviendo
insoportables, poca tolerancia a las dificultades, enfermedades frecuentes
que van desde catarros hasta aquellas que te dejan en cama unos días, una
sensación en el estómago de incomodidad que no nos deja en paz, insomnio
y posiblemente mal carácter frecuente, entre otras.
Sin pasión no hay vocación. Las buenas aptitudes o el talento no
son suficientes. Se necesita grandes dosis de pasión en lo que hacemos, es
lo que hace la diferencia entre “un día más” y ¡Un día más! Y si tu frase es
la primera de ellas, tu éxito profesional, tu salud y tu felicidad se resentirán.
Por eso, en esta primera sesión te invito a conectarte con lo que te apasiona
y frente al escenario de eso que quieres emprender y convertir en una meta,
respóndete:

¿Qué es lo que realmente me apasiona en la vida?

Esto que quiero hacer ¿Es mi decisión?
¿Cómo impactará mi vida?

Si las dos respuestas son un Si rotundo, ¡adelante!, pero si hay un dejo de

duda, continúa reflexionando y escribiendo lo que vaya surgiendo.
Conversa contigo hasta entender qué es aquello que dentro tuyo no está del
todo seguro.
Para que conversemos más directamente y te pueda plantea más preguntas
que te pueden apoyar en este paso, te invito a que te tomes 4,14 minutos y
veas el video que preparé sobre el tema Como encender la llama de la
pasión

SESIÓN 2
Hora de construir una visión poderosa

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Te conectaste con tu pasión?

Desde el coaching ontológico la visión es una declaración de aspiración. Es

un regalo que desde el lenguaje nos hacemos para abrirnos a la posibilidad
de crear futuros posibles. Cuando hablamos de visión, estamos entrando en
uno de los terrenos más fértiles para plantar semillas, pues nos conectamos
con aquello que queremos, aún no sabemos cómo lo lograremos, pero lo
creemos posible y gracias a esa conexión somos capaces de atravesar
obstáculos y dificultades.
Cuenta la historia que alrededor de seis millones de judíos fueron
asesinados en los campos de concentración alemanes durante la segunda
guerra mundial. Lo que allí ocurrió ha sido ampliamente documentado en
libros, películas y otro tipo de testimonios, los cuales, seguramente se han
quedado cortos frente a las atrocidades históricas que se cometieron en
contra de grupos perseguidos por los alemanes nazis por su “inferioridad
racial”. Uno de dichos testimonios fue el de Viktor Frank, psiquiatra judío,
quién no solo sobrevivió al holocausto nazi, sino que aún en medio de esta
experiencia logró un aprendizaje que salvó su vida y, años después de
finalizada la segunda guerra mundial, reveló una faceta aún más profunda
del conflicto: el pensamiento de un superviviente
Y lo hizo en su libro El Hombre en Busca de Sentido, una lectura de esas
que atrapa y no suelta hasta terminarla. “ Cualquier tentativa para
combatir la presión psicopatológica del campo sobre el prisionero, por
medios psicoterapéuticos o de otra índole debía encaminarse a fortalecerlo
interiormente señalándole una meta futura a la que aspirar, un objetivo por
alcanza r”.
Y allí estaba. Una meta. Un objetivo. Aún en las circunstancias más
severas, el ser humano necesita fijar su mente en algo más elevado que su
situación presente. Esto, porque en adición, Frank comprobó que “ al
hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las
libertades humanas: la elección de la actitud personal que debe adoptar
frente al destino ”.
Este sobreviviente del holocausto nazi dejó de pensar solo en lo que estaba
viviendo, en los ultrajes que recibía, en el olor a muerte que le rodeaba
constantemente y se imaginaba a sí mismo de pie en el estrado de un salón
de conferencias bien iluminado, frente a un auditorio dictando una
conferencia sobre la psicología de los campos de concentración. Y fue
gracias a esa visión que se distanció de la situación y vivió cada experiencia
como un aprendizaje que le permitiría llegar a esa visión final, lo cual le
permitió situarse por encima del sufrimiento.
¿Te queda clara la importancia de esta sesión?

La visión que construyas de aquello que quieres lograr, le inyectará la

fuerza que requiere tu meta para que sea poderosa y efectiva

En el terreno de los equipos empresariales, he observado de primera mano

cómo se ignora este paso. En una sesión de coaching de equipo con una
empresa familiar resultó que, al abordar la conversación sobre visión
compartida, no había tal y cada uno tenía una idea diferente y por ende las
metas no se estaban cumpliendo. No se trata de indicadores, esos
generalmente están bien formulados. Se trata de quienes los hacen posible.
Un equipo altamente eficaz es un fantástico organismo humano capaz de
alcanzar resultados muy por encima de los que individualmente pudiera
lograr. Lo malo es que las conversaciones de equipo, a menudo derivan
hacia una secuencia de opiniones individuales y no se produce un diálogo
en donde cada miembro explora atento la posición de los demás. Y es aquí,
en donde tener una visión compartida potencia y une para crear y creer en
los resultados que requieren generar. Más allá que en el ámbito corporativo
hay un sentido de obligatoriedad, es fundamental generar este primer punto
de encuentro, eso facilitará las cosas en el camino.
¿Cómo avanzar en la declaración de una visión fuerte?
Volvamos a la conexión personal. Para hacerlo, te invito a que busques un
lugar tranquilo y te sirvas otro café. Conéctate con aquello que quieres –aun
no entramos a redactar una meta-, solo imagínate que ha pasado un tiempo
X ―es fundamental que lo definas desde acá―, y has conseguido lo que te
vas a proponer, puedes cerrar los ojos si así lo deseas y ve dibujándolo a
partir de preguntas como las siguientes ( si puedes apoyarte para hacer este
ejercicio en alguien más que te las vaya formulando, fantástico, de lo
contrario te sugiero grabarlas en tu móvil, dejando cierto tiempo entre una y
otra y luego escuchas y te sumerges en el ejercicio ).
Aquello que quieres lograr ya lo conseguiste

¿Cómo se ve?
¿Qué estás haciendo?
¿Quién o quiénes están junto a ti?
¿Qué estas sintiendo?
¿Qué cosas están pasando?
¿Qué olores puedes percibir?
Esta sesión es neurálgica. No importa si la visión que estás construyendo es
para un viaje, una empresa, tu familia o tu vida en general. Entre mas
detalles puedas vislumbrar mejor. Si vas a realizar el ejercicio con tu equipo
recomiendo que se acuerde primero el contexto sobre el cual se quiere
construir la visión (estratégico-operativo/ largo, mediano o corto plazo) / un
proyecto específico, etc). Todos reunidos, primero se realiza a nivel
individual y luego compartir y consolidar. Para ello, sugiero las siguientes
preguntas:
Ya logramos llegar donde queremos, así que pídeles visualizar y
escribir. En ese momento del futuro…

¿Quiénes estamos siendo como equipo?

¿Cómo son nuestras relaciones?
¿Cómo es un día a día entre nosotros?
¿Qué lenguaje usamos?
¿Cómo es nuestra relación con otros equipos de la compañía?
¿Qué comportamientos tenemos?
¿Quiénes están orgullosos de nosotros?
Una vez terminado este ejercicio de conexión mente-corazón, vas a redactar
tu visión en presente, como si ya se hubiera realizado, por ende, vas a
escribir lo que lograste.
Un ejemplo de visión podría ser “ me levanto sin preocupaciones
financieras, recibo ingresos constantes de diversas fuentes sin necesidad de
cumplir un horario, y comparto más tiempo con mi esposa y mis hijos” .
El poder de una visión es tan fuerte que por eso los primeros pasos en
planificación estratégica de una empresa tienen que ver con la declaración
de su misión, visión y valores. Y si esto es fundamental en lo corporativo,
¿por qué no nos enseñaron incluso desde la escuela a hacerlo para nuestra
vida?
Te propongo que te tomes 5,09 minutos y tengamos una conversación más
profunda sobre este tema en mi video Pasos y conversaciones para declarar
una visión poderosa
Recuérdalo siempre

La visión inyecta inspiración para avanzar hacia nuestros

objetivos

SESIÓN 3
Definir el punto de partida

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Qué te aportó la construcción de tu visión?

Así vas… Ya sabes lo que quieres. Estás conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación y se convierte en tu gran meta, aunque todavía
está un poco “floja” para considerarla efectiva, falta terreno por recorrer.
Así que, continuemos. Antes de entrar en el pormenor de la formulación de
metas y objetivos, es necesario asegurarnos de algo más y es estar seguros
de cuál es nuestro punto de partida.
En coaching ontológico es lo que llamaríamos entrar a la dimensión de la
“Realidad” y tiene que ver, no con lo que yo creo que tengo, o soy, sino
con lo que puedo demostrar que está presente. La herramienta a utilizar es
un acto del lenguaje que se llama “Afirmación” y lleva a buscar en nuestro
inventario de lo que hay y concientizarnos de lo que no, siempre bajo la
sombrilla de su veracidad en tanto son hechos comprobables.
Un ejemplo para no enredar la pita (cuerda). Retomemos la visión dada
como modelo en la sesión anterior: “ Me levanto sin preocupaciones
financieras, recibo ingresos constantes de diversas fuentes sin necesidad de
cumplir un horario , y comparto más tiempo con mi esposa y mis hijos ” .
En primer lugar, la descripción del punto de partida, llamémoslo “Mi
realidad”, debe abarcar los mismos espacios allí declarados, que en este
caso la persona que la formuló podría responderse a la pregunta ¿qué hay
hoy en mi vida en términos financieros, laborales y de tiempo compartido
con mi esposa e hijos? He aquí dos respuestas, una está acertada y otra no.
1. Hoy tengo una vida aburrida, cumplo horarios que no me gustan,
comparto poco tiempo con mi familia. ERRADA. Esta es una frase que
refleja sentimientos, emociones o interpretación de lo que vive. ¿Qué es
poco tiempo con mi familia? A lo mejor lo que yo considero poco para otro
es mucho. Los adjetivos calificativos llevan a un lugar de subjetividad y por
ende inefectividad.
2. Mi única fuente de ingreso hoy es mi trabajo y con eso gano mil dólares
mensuales. Debo cumplir un horario de 7am a 6pm y hay semanas en las
que se extiende hasta las 7pm u 8pm por la carga laboral. Mi recorrido a
casa dura una hora con lo cual a veces solo comparto una hora o dos con
mi familia porque los chicos se acuestan a las 9pm para madrugar al día
siguiente . CORRECTA. Esta frase se sustenta en hechos, que seguramente
sostendrían las insatisfacciones reflejadas en la respuesta que señalé como
errada. La diferencia es que los datos son medibles y permitirán más
adelante construir una meta y objetivos específicos y fiables.
Como ves, las preguntas que nos ayudan a gestionar esta dimensión están
más direccionadas hacia

¿Qué información de la que posees o posee tu equipo es relevante

para la meta que te propones o se proponen?
¿Cuánta no lo es?
¿Cuánta falta? ¿Qué debes hacer para conseguirla?
¿Cuántas de tus decisiones las estás tomando basado en
interpretaciones tuyas o de otros y no en datos y hechos verificables?

En un proceso de coaching ejecutivo, el líder llegó muy contrariado a la

sesión en la que iba a mapear su punto de partida frente a una meta que
quería lograr con su equipo. Algo había salido mal en la entrega de unos
documentos por parte de varios de sus colaboradores, así que su juicio en
ese momento, reflejado en sus palabras, era que estaba rodeado de “ineptos”
y “voluntariosos”. Con el transcurrir de la conversación su emoción fue
cambiando y solo hasta cuando se declaró tranquilo y aceptó que también
hubo responsabilidad de su parte en ese resultado y revisó los calificativos
que momentos antes había dado a quienes formaban parte de su equipo,
iniciamos el proceso de mapeo de su realidad.
El estado de ánimo, la emoción y el contexto, todo cuenta a la hora de mirar
el punto de partida. Son lentes a través de los cuales nos relacionamos con
lo que sucede y es importante hacer consciencia de ello.

SESIÓN 4
Hagámoslo sencillo: Técnica SMART

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿De qué te diste cuenta al mapear tu realidad relacionada con la visión que
quieres alcanzar?

Así vas…Ya sabes lo que quieres. Estás conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación. Ya estás más consiente de donde estás hoy, has
mapeado tu punto de partida. Vas bien. Ahora, el verdadero desafío en el
cumplimiento de una meta radica en gran medida en la manera cómo la
formulamos. ¿Has leído Alicia en el país de las maravillas? Amo el
siguiente diálogo entre la protagonista y el gato de Cheshire.
 –¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
– Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar – dijo el Gato.
– No me importa mucho el sitio… –dijo Alicia.
– Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes – dijo el Gato.
– … siempre que llegue a alguna parte – añadió Alicia como explicación.
– ¡Oh, siempre llegarás a alguna parte – aseguró el Gato- , si caminas lo suficiente!

En esta cuarta sesión vas a definir con mayor claridad donde quieres llegar
y así evitar que mas adelante te tientes con caminos equivocados. Y para
ello no voy a inventar nada, la rueda fue inventada hace tiempo, así que voy
a proponerte que hagas uso de una herramienta ampliamente conocida, la
Técnica SMART para formulación de metas y objetivos. Toma tu visión y
conviértela en una meta aplicando los cinco elementos que sugiere esta
técnica.
Specific (ESPECIFICA)
Imagina que tomas un taxi y le dices al conductor “ Por favor lléveme ”. De
seguro la pregunta que él hará será ¿ A dónde ? “ A unos kilómetros de acá
” ―respondes―, “ con gusto ”, ―dice él― y arranca el carro. Pasados
unos cuantos kilómetros detiene el automóvil y te dice “ ya llegamos ”.
Miras alrededor y te das cuenta que estás cerca del lugar al cual te diriges
pero que no estás exactamente allí “N o señor, aquí no es ”, a lo que el
conductor te responde “ Usted me dijo que a unos kilómetros, bueno pues
ya pasamos unos kilómetros ”. Entonces ahí recapacitas y aclaras,, “ lo que
pasa es que es en la calle XXX con XX ” La persona al volante arranca
nuevamente y te dice “ perfecto, allá iremos ” …
¿Qué pasó aquí? Pues que solo en el momento en el que manifestaste con
exactitud el lugar donde irías, el taxista te llevará. La clave está en ser
ESPECÍFICO, dar los mayores detalles posibles

¿Quién está implicado?

¿Qué quieres lograr?
¿Dónde puede ser?

Measurable (MEDIBLE)
Una de las causas por las cuales las metas no se alcanzan es que no se
establecen desde un comienzo indicadores claros de cumplimiento,
entonces ¿Cómo tener la certeza que se está logrando? Por eso es
fundamental establecer criterios precisos de cumplimiento. Un ejemplo es
cuando decimos “quiero bajar de peso” “Ajá” … ¿Cuántos kilos te
propones bajar? Las preguntas que puedes proponerte para incluir este
factor son aquellas que se construyen a partir del “qué” o “cuánto”.
Attainable (ALCANZABLE)
Para no caer en el riesgo de frustración por la no consecución de una meta,
es fundamental que al momento de plantearla se analicen todos los factores
que influirán positiva y negativamente en su cumplimiento y su capacidad
para afrontarlos adecuadamente. Aquí el verbo clave es “poder” ¿puedo?
¿es posible?
Realistic (REALISTA)
Si bien es cierto que podemos alcanzar grandes sueños, también lo es que es
importante siempre tener claro de qué sí somos capaces de lograr y que no.
¿Está en nuestras manos el cumplimiento de nuestras metas? Querer
alcanzar la paz mundial puede ser una meta alta y altruista, pero... ¿Es
realista?
Una meta realista no puede depender de la suerte o de factores externos, tú
eres el único que puede decidir qué tan elevada es tu meta, pero es
fundamental que tenga en cuenta si dispones del tiempo y los recursos
necesarios para alcanzarla.
Time (TIEMPO)
Meta, es un sueño al que se le ha fijado una fecha para su cumplimiento, te
lo compartí desde el inicio de este libro. Cuando se establece un horizonte
claro, pueden organizarse de mejor manera las acciones que se requieren
implementar para conseguir lo propuesto. Si la meta es tan grande que
requieres un lapso amplio (dos años, cinco años), se deben fijar objetivos
intermedios para que de esa manera el impulso de lograr lo que se quiere no
se diluya al paso del tiempo.
Algunos métodos de planificación recomiendan fijarse objetivos
trimestrales pues es un período suficiente para avanzar y medir resultados.
Ahora tu…
Con base en las cinco características SMART, redacta en este momento tu
meta basada en la visión que tienes. Voy a volver al ejemplo que vengo
trabajando.
Visión
Me levanto sin preocupaciones financieras, recibo ingresos constantes de
diversas fuentes sin necesidad de cumplir un horario, y comparto más
tiempo con mi esposa y mis hijos
Meta SMART
Durante los próximos tres años (TIEMPO- REALISTA) desarrollaré una
actividad que me genere ingresos pasivos de cinco mil dólares mensual
(ESPECIFICO-MEDIBLE) y que para mantenerla solo me tome la mitad
de mi tiempo diario y pueda así compartir más con mi familia
(ALCANZABLE)
La visión se convierte así en una meta tangible, real y con fecha. Claro, este
sigue siendo solo el inicio, pero ¡que poderoso inicio!

SESIÓN 5
Concientizar brechas

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Qué sentiste al formular tu meta SMART?
Así vas… Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has
mapeado tu punto de partida y formulado una meta que te empodere y te
brinde un marco de acción más efectivo. ¿Cuáles el siguiente paso? Definir
qué es lo que te hace falta para llegar a ella. Esto se llama brecha.
¿Qué te falta para avanzar del punto A donde te encuentras, al punto
B donde quieres llegar?
Te propongo conversar a partir de cuatro brechas.

Primera brecha Aprendizaje : El aprendizaje tiene que ver con expandir

tu capacidad de acción. Cuando cambias un hábito o adquieres un
conocimiento que llevas a la práctica para mejorar en algo, allí lograste un
aprendizaje. Lo digo en mis talleres “ es lo que te llevas puesto, no solo lo
miraste o dijiste “que bonito es esto”, sino que lo tomaste para ti ”.
Entrené en varias sesiones, justo antes de la declaración de cuarentena por
el coronavirus en Colombia, a varios equipos de una gran compañía en
habilidades para mejorar la experiencia del cliente interno. A los pocos días
de nuestro tercer encuentro y debido a las circunstancias del país, toda la
empresa se fue a teletrabajo, más de 300 empleados, así que la labor de
estos equipos, de soporte, procesos y tecnología fueron neurálgicos para el
éxito de dicho cambio. A los pocos días de que esto sucediera me enteré
que no solo en lo operativo fueron muy exitosos, sino que estaban
recibiendo el reconocimiento de toda la organización por su capacidad de
escucha y actitud de servicio, gracias a que pusieron en práctica las
herramientas que veníamos entrenando. Confieso que lagrimeé mientras
escuchaba esto de boca de uno de los vicepresidentes, menos mal era
conversación telefónica, y mi emoción era de infinita alegra y gratitud
porque estos equipos habían APRENDIDO, realmente. Estaban
comprometidos con su APRENDIZAJE, se lo llevaron puesto.
Por eso esta brecha es tan importante. En este punto te invito a identificar
los vacíos que puedes tener en conocimiento, actitud o habilidades (Los vas
a trabajar más a fondo en las sesiones 6 y 7) para alcanzar lo que te has
propuesto. Algunas preguntas para identificar esta brecha, pueden ser:
 ¿Qué deberías saber a mayor profundidad?
¿Qué habilidad no posees y necesitarías desarrollar?
¿Qué comportamiento debes modificar?
¿Dónde puedes encontrar ese aprendizaje?
¿Qué debes desaprender?
¿Qué debes modificar de tu forma de ser o hacer?

Segunda brecha Recursos: Cuando se habla de recursos esto abarca tanto

los internos ―estos se resuelven en la brecha de aprendizaje―, como los
externos. ¿Te gusta cocinar? ¿Cuál es el plato que más te gusta preparar?
¿Arrancarías a cocinar sin haber revisado si tienes todos los ingredientes a
la mano? Seguro que no. Primero harías una lista de todo lo que necesitas,
irías a comprar aquello que hace falta y luego sí ¡manos a la obra!, porque
de lo contrario correrías el riesgo de tener que apagar la estufa, el horno, y
salir a comprar, con el agravante que el plato no salga tan rico como
pensabas.
Eso mismo ocurre cuando iniciamos el camino en búsqueda de algo que
queremos. A veces no nos damos el tiempo de visualizar desde el comienzo
qué es aquello que no debemos olvidar conseguir. Te invito a que te tomes
14,04 minutos para que aprendas conmigo cómo cocinar ñoquis de papa (lo
aprendí en mi residencia en Argentina) y su relación con la formulación de
metas Como hacer ñoquis caseros
Algunas preguntas para identificar esta brechas pueden ser
¿Qué recursos financieros requiero?
¿Dónde o cómo los puedo conseguir?
¿Quién me puede apoyar en este camino?
¿A quién necesitaría como aliado que hoy no tengo?
¿Requiero infraestructura física?
Tercera brecha Creencias: Este punto es fundamental y aunque a simple
vista es sencillo en realidad es muy complejo, porque se trata de identificar
aquellos pensamientos arraigados dentro de ti que te pueden limitar en lo
que quieres conseguir. Incluso, pensamientos de los cuales no eres
conscientes. En el ejemplo que hemos venido manejando de la meta de
libertad financiera, si esta persona tiene la creencia de que “en la vida hay
que trabajar duro para conseguir el pan de cada día”, este pensamiento
profundo que le ha acompañado, de seguro va a sabotear lo que quiere
hacer.
Algunas preguntas que te puedo plantear para identificar esta brecha pueden
ser:

¿Cuándo dices tu meta en voz alta cual es la primera objeción que

llega a tu cabeza? – esa objeción viene de una creencia-
¿Qué necesitas creer para lograrlo?
¿Cómo vas a cambiar las creencias limitantes que identificaste?

Una forma de identificar creencias es revisar la lista de fortalezas (SESIÓN

6) y puntos a mejorar (SESIÓN 7), cada una de ellas tiene detrás una
creencia fuerte:
Cuarta brecha Acción. Esta última me da paso a mi plan de acción y fijar
objetivos (SESIÓN 8), en donde, de hecho, se incluirá lo que hayas
identificado en las brechas anteriores. Algunas preguntas para identificar
esta brecha pueden ser:

¿Cuáles van a ser los primeros pasos?

¿En que tiempo?
¿Cómo te mantendrás firme en tu propósito?
Y recuerda siempre…
 Decisión sin Acción es Pura Ilusión
.

SESIÓN 6
Cómo relacionarnos con nuestras fortalezas

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Qué te reveló el proceso de identificar las brechas existentes en tu
propósito?

Así vas…Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has
mapeado tu punto de partida y formulado una meta que te empodera y te
brinda un marco de acción más efectivo. Definiste brechas. En esta parte
del camino te propongo un respiro para conectarte con tus recursos
personales, esto aportará además a tu brecha de aprendizaje.
En el año 2014, Gallup reveló los resultados de una investigación que
incluyó la colaboración de 2.500 emprendedores, en donde buscó un mejor
entendimiento sobre la creación y crecimiento de empresas. El estudio
descubrió dos hallazgos muy interesantes.
1. Existen 10 talentos que conducen al éxito de un emprendedor.
2. Tienes una mayor probabilidad de éxito si trabajas junto a tus
fortalezas y talentos naturales.
¡Eureka! Bienvenido/a a la poderosa SESIÓN 6
Consideremos entonces fortalezas a aquellas cualidades, habilidades,
características personales o actitudes en las que sobresales y te facilitan la
realización de actividades o te significan una ventaja en lo que realizas.
Ubicarlas es un paso fundamental dentro del proceso que estás
emprendiendo, pues forma parte de una herramienta básica de planeación:
FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, y Amenazas).
Un lector de mi blog Liderazgo Arriba en el diario El Tiempo me escribió
cuando publiqué algo relacionado con este mismo tema, preguntando si este
proceso se podía aplicar a la planeación en su empresa y la respuesta es sí.
Como hemos visto, cada paso, si bien está enfocado en lo personal, puedes
darle la proyección que quieras. En el caso particular de las fortalezas, se
trata de identificar nuestro diferencial como equipo o empresa que nos
permite ser competitivos en el mercado en el cual nos encontremos.
En ese marco, y para no dejar de lado el FODA, entenderemos a las
oportunidades como aquellas circunstancias que se dan o podrían darse
dentro de tu entorno y que podrían beneficiarte para alcanzar tus metas
personales, en tanto que las amenazas serán las situaciones que
probablemente representen un riesgo o peligro en tu medio y pudieran
dificultar el cumplimiento de tus metas. Dentro del análisis externo deberás
considerar elementos de tu marco micro social (familia, pareja, trabajo,
escuela); así como factores de tu marco social (elementos político, social,
económico, cultural y tecnológico de tu país o del mundo).
En pocas palabras, Fortalezas y Debilidades (SESIÓN 7) se ubican dentro
de nosotros mismos, aquello que depende estrictamente de mí, y
Oportunidades y Amenazas es todo lo que está fuera, no está bajo mi
control, pero debo tenerlos en cuenta.

Identificar tus fortalezas de forma consciente las potencia y te da el

poder para usarlas a tu favor estratégicamente

Si encuentras un anillo de oro macizo y se lo llevas al carnicero para que te

diga cuánto vale, podría ofrecerte 10 kilos de carne, y si se lo llevas a un
joyero podría sorprenderte con una oferta de 10.000 dólares. ¿Qué hizo la
diferencia en el valor? El ojo que lo valuaba. ¿Con qué mirada valoras tus
propios recursos? ¿Los valoras tu o se los das a valorar a otros? No existe
una realidad, existen tantas realidades acordes con los filtros que colocamos
para verlas. ¿No te has encontrado con personas que admiras por alguna
virtud o habilidad en particular, pero cuando hablas con ellas ni siquiera se
habían dado cuenta de eso que despertó tu admiración? ¿No te ha pasado a
ti?
Pero bueno, y esto ¿Qué tiene que ver con el proceso de formularnos y
METAS EFECTIVAS? Todo. La imagen y la estima que tengamos de
nosotros mismos son directamente proporcionales a nuestras posibilidades
de éxito en lo que emprendamos. Si soy consciente de mis talentos y
recursos personales, podré convertirlos en mi “cajita de herramientas” para
acudir a ellos cuando lo requiera.
¿Cómo hacerlo? Sencillo. Vas a hacer un inventario que responda a las
siguientes preguntas:

¿Cuáles son tus 5 principales virtudes?

¿Qué cualidades personales te han ayudado a la consecución de tus
logros?
¿Cuáles son tus puntos fuertes a la hora de hablar del saber –
conocimiento?
¿Qué hay en ti que facilita tus relaciones personales/profesionales?
¿Qué reconocen otros en ti como bueno y te lo han dicho alguna vez?
Busca abarcar tanto tus habilidades blandas, aquello que no es cuantificable
y está en ti (comunicación, enfoque, liderazgo, inteligencia emocional,
actitud, escucha, etc) como las duras, que te dan las bases técnicas para tu
hacer (conocimientos, entrenamientos específicos, escribir, etc.)
Cuando hayas hecho la lista a partir de cada pregunta, te propongo un filtro
adicional. Fragméntalas. Ello es que te preguntes si hay más elementos que
conforman esa habilidad. Por ejemplo, si escribiste que eres sociable, esta
cualidad requiere otras como empatía, buen conversador, probablemente un
buen escucha, etc. Cada fortaleza tuya tiene intrínsecas otras “sub-
fortalezas”.

SESIÓN 7
¿Y nuestras áreas de mejora?

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Qué emociones despertó en ti la concientización de tus fortalezas?

Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte que te
inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has mapeado
tu punto de partida y formulado una meta que te empodera y te brinda un
marco de acción más efectivo. Definiste tus brechas. Te has reconectado
con tus recursos personales a través de tus fortalezas. Llegó el momento de
conectarte y reconciliarte con aquello que no te gusta de ti, que a veces
incluso rechazas: tus debilidades. Gran aporte a tu brecha de aprendizaje.
Sé que estos son temas críticos y confieso que personalmente me gusta
denominar las debilidades como “Áreas de mejora”. ¿Qué hace la
diferencia? El efecto inconsciente que causa en nosotros las dos
expresiones, porque cuando nos referimos a debilidades de entrada le
estamos dando una connotación negativa, aquello que se oculta, que nos
hace vulnerables, es una calificación, una interpretación de una parte de
nuestro ser.
En cambio, cuando hablamos de “Áreas de mejora”, nos paramos en el
espacio de la acción. Es distinto decir “soy un miedoso” a “temo asumir
riesgos”, en la primera frase comprometemos nuestra identidad, en la
segunda hay una circunstancia para abordar.
Por eso en esta sesión te vas a detener en esa parte tuya. Y aquí te voy a
revelar algo importantísimo: Muchas de las áreas de mejora, nacen de las
fortalezas, de hecho, son fortalezas excedidas.
¿Cómo puede ser eso? Veámoslo con un ejemplo. Si temo asumir riesgos
probablemente en mi lista de fortalezas está “soy cauteloso” y eso me
permite estar seguro de lo que hago siempre. Es un punto a favor, pero
cuando lo excedo me puede jugar en contra, porque me puedo paralizar o
demorar más del tiempo necesario en la toma de una decisión. ¿Se entiende
la relación entre estos dos espacios?

Área de mejora = Fortaleza excedida

En cierta ocasión al finalizar un proceso de coaching y hacer un balance del

mismo, un coacheé me compartió “ Entre las cosas que logré con el
proceso y valoro mucho, está el que por años me reproché mi timidez, pero
cuando me di cuenta que en realidad era fruto de un exceso de prudencia,
la cual siempre consideré como una fortaleza mía, entendí que era una
manera en la que yo mismo me cuidaba, así que dejé de reprochármelo y
cuando me preguntaste ¿Qué vas a hacer con eso que te estás dando
cuenta? tomé la decisión de demostrarme que me puedo cuidar de otra
manera, no perder mi cuidado en las palabras, pero ser más abierto, así
que ya he ido a más reuniones sociales y gracias a eso estoy ampliando mi
círculo de relacionamiento. Ahora quiero a mi timidez y ya me llevo mejor
con ella ”
Es el mejor ejemplo que te puedo compartir. Identificar nuestras áreas de
mejora, su origen, y más importante aún, la razón por la cual están en
nosotros, nos da luces para elegir cómo mejorarlas. Algunas veces basta con
una decisión como mi coachee, pero en otras puede requerir buscar
entrenamientos específicos, tomar un curso, esfuerzo personal en cambios
de hábito o, cuestionarnos creencias personales.
Para identificarlas se requiere un ejercicio de introspección sincero, sin
autoengaño diciéndote que haces casi todo perfecto, pero también sin
lapidación en donde la lista se alarga y se alarga. Ni mucho que queme al
santo, ni poco que no lo alumbre, dice el refrán popular. Y esto lo digo no
por agregarle renglones al texto. En mis talleres o trabajo con equipos,
cuando pido estas dos listas, fortalezas y áreas a mejorar, a los participantes
en general les cuesta más trabajo identificar las primeras y se dan mucho
látigo con las segundas.
Así pues, al igual que con las fortalezas, te propongo que hagas un
inventario teniendo en cuenta tus habilidades blandas y duras, es decir,
revisa áreas de mejora desde el SER (actitudes, valores, hábitos,
comunicación intra e interpersonal, gestión emocional, etc) y el HACER
(conocimientos específicos y técnicos). Escribe todo aquello que consideras
te limitan.
BONUS. Te recomiendo tanto para el mapeo de fortalezas como áreas a
mejorar, hacer un ejercicio de feedback con otros. Elige cinco personas
cercanas y de confianza y pídeles que te respondan dos preguntas

¿Qué fortalezas ves en mí y piensas que con ellas no solo me ayudo a

mi mismo/a, sino que también te aporto a ti? Y
¿Qué cosas ves en mí que si las mejoro podría ayudarme a mejorar a
su vez mis relaciones y resultados

Te aseguro que te sorprenderás con lo que recibas.

SESIÓN 8
De la meta a objetivos y acciones

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Cómo está ahora tu relación con tus áreas a mejorar?
Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte que te
inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has mapeado
tu punto de partida y formulado una meta que te empodera y te brinda un
marco de acción más efectivo. Definiste tus brechas. Te has reconectado
con tus recursos personales a través de tus fortalezas y también áreas a
mejorar. ¿Vamos bien hasta aquí? Si la respuesta es positiva, iniciemos esta
octava sesión, de lo contrario te sugiero devolverte hasta el punto que aún
no está completo y luego de avanzar entonces continuemos.
Llegó el momento de accionar y para ello te propongo una sesión en donde
tomes esa gran meta que desde el comienzo te has planteado y la desgloses
en objetivos más cortos que te permitan empezar a obtener victorias
tempranas.
Si estuviéramos frente a frente te diría algo como esto “ imagínate que ya
lograste aquella meta que te formulaste en nuestra cuarta sesión ¿ya lo
hiciste? Bien, ahora imagínate que yo soy una amiga a quién no veías hace
años, por allá en el tiempo en el que formulaste tu meta. Nos encontramos,
nos tomamos un café y empiezas a contarme todo lo que hiciste para
lograrla. Empieza a hacerlo y al mismo tiempo ve escribiendo la lista en
una hoja”
Si retomara el ejemplo de la meta que allí propuse. Recordemos: Durante
los próximos tres años desarrollaré una actividad que me genere ingresos
pasivos de cinco mil dólares mensual y que para mantenerla solo me tome
la mitad de mi tiempo diario y pueda así compartir más con mi familia, al
realizar el ejercicio esa persona podría decirme cosas como:
Busqué opciones de generación de ingresos pasivos
Me capacité en la opción que encontré más interesante y también en
marketing digital
Asistí a varios webinars y conferencias con personas que ya lo habían
hecho
Involucré a mi esposa y ella me ayudó a encontrar información
Dediqué varias noches a la semana para empezar a desarrollar todo
Una vez has realizado tu propio ejercicio, te pido que conviertas cada
acción en un objetivo específico, que incluya los siguientes elementos:
Fecha (Tiempo) ¿Cuándo lo voy a llevar a cabo? ¿A partir de qué fecha? o
¿Fecha límite para llevarla a cabo? Entre más específico mejor
Lugar ¿En donde la debo realizar? ¿Es necesario apartar algún espacio
específico? ¿Virtual? ¿Físico?
Quién ¿Involucra a otra persona? ¿Qué conversación debo tener con ella/s?
¿Debo coordinar alguna reunión?
Para qué ¿ Cuál es el para qué de esta acción? ¿Qué me va a aportar a la
meta final?
Costo ¿Conlleva algún costo monetario? ¿Qué cifra?
Todo lo anterior lo puedes incluir en un “Cuadro de mando” que se realiza
incluso en Excel de forma sencilla. Tener todo esto en un solo lugar te dará
más certeza en la ejecución. (mira el ejemplo en la siguiente página)
Es importante tener en cuenta que puede haber Subactividades o acciones
que se deban realizar para lograr ese objetivo.
Si la meta es a un año, por ejemplo, los objetivos se deben plantear de
forma escalonada. Algunos serán ejecutables en el corto plazo -120 días- y
otros en un mediano plazo -entre 180 y 240 días- . No busques hacer todo
de una vez, eso le quitaría el factor REALISTA (SMART). Una vez
determines esto, continúa subdividiéndolos en pasos más pequeños ¿Qué
tendría que hacer en un mes? ¿en quince dias? ¿esta semana?
Esto logra que el panorama se vea más factible, pues un paso es más fácil
de dar que 100. Un consejo: cuando hagas tu planeación semanal
tradicional -si no lo haces, ya es hora de empezar- recuerda incluir al menos
una acción para cada objetivo propuesto, de manera tal que sin darte cuenta
cada día estarás más cerca a ella.

SESIÓN 9
Seguimiento y ajustes, la clave

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Qué sentido te hizo llevar tu meta a objetivos, acciones y cronograma?

Así vas… Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has
mapeado tu punto de partida y formulado una meta que te empodera y te
brinda un marco de acción más efectivo. Definiste tus brechas. Te has
reconectado con tus recursos personales a través de tus fortalezas y áreas a
mejorar, y tienes tu cuadro de mando con los objetivos y acciones del mes,
quincena y semana. Esto no se detiene aquí.
En cierta ocasión, nuevamente me remito a mis años de estadía en
Argentina, preparaba el almuerzo de mi familia, puse a cocinar el arroz y al
poco tiempo me dí cuenta que era la hora de recoger en el colegio a uno de
mis hijos, así que salí. Ir y volver me tomaba no más de 15 minutos y
amaba hacerlo. Sin embargo, ese día por alguna razón la salida de los
chicos se demoró mucho más y ya llevaba casi media hora esperando
tranquilamente, cuando me llegó un pensamiento revelador ¡había dejado el
fogón encendido con el arroz! Me debatía entre salir corriendo a apagarlo o
esperar a mi hijo y, claro, elegí esto último, no iba a dejarlo solo, pero eso sí
en cuanto lo vi, le tomé la mano y salí a correr desesperada rogando no ver
salir humo por la ventana de la cocina. Afortunadamente no pasó nada, más
allá del panorama desolador de un arroz completamente quemado…
¡Cuántas veces se queman metas, objetivos, proyectos porque se nos
olvidan que están en proceso! Por eso, en esta sesión te voy a invitar a
llevar tu mirada hacia la construcción de un mecanismo que te impida
abandonar por el camino lo que te has propuesto y puedas darte cuenta a
tiempo de los logros que vas alcanzando -victorias tempranas- o si debes
ajustar algo que creías que te iba a llevar un tiempo y resulta que te tomó
más de lo esperado.
Hay muchas formas de hacer seguimiento a los objetivos: agenda, notas o
post it pegadas en la pared, una pizarra blanca, tablero de corcho, planeador
de escritorio, el calendario de tu celular, alguna aplicación o software e
incluso herramientas como utilizar el calendario de Google. Elegirla
dependerá de tu respuesta a la pregunta ¿Qué recurso se acerca más a tu
forma de ser? ¿A tus conocimientos tecnológicos? Porque si la tecnología y
tu no son amigos y eliges bajar una app a tu celular, tienes por delante un
desafío que si lo aceptas ¡maravilloso!: aprender a usarla de forma natural.
Pero si te cuesta mucho, pues elige algo que esté más acorde con tu forma
natural de trabajar. No se trata de incomodarnos, se trata de apoyarnos en lo
que ya somos buenos (devuélvete a la sesión de fortalezas)
De hecho, hay otra manera: apóyate en alguien de tu confianza a quien
semanal o quincenalmente “le rindas informe”, y lo pongo en comillas
porque no es exactamente eso, sino sentir acompañamiento y por qué no
“llamados de atención” si te has colgado en algo de lo propuesto o con
quién conversar frente a dificultades que hayan aparecido en el camino.
 SESIÓN 10
Mantén en el radar las anti-metas

¿Cómo llegas a esta sesión?

¿Cuál fue tu mejor sistema de auto seguimiento?

Así vas…Ya sabes lo que quieres. Has conectado/a con una visión fuerte
que te inyecte motivación. Estás más consiente de donde estás hoy. Has
mapeado tu punto de partida y formulado una meta que te empodera y te
brinda un marco de acción más efectivo. Definiste tus brechas. Te has
reconectado con tus recursos personales a través de tus fortalezas y áreas a
mejorar, tienes tu cuadro de mando con los objetivos y acciones del mes,
quincena y semana y has definido tu sistema de seguimiento. ¿Qué falta?
En realidad, lo único es que ¡Arranques! ¡Qué maravilla! ¡Te llegó la hora!
Así que a manera de recomendación, no quiero que lleguemos al final de
este proceso sin advertirte sobre algunos enemigos que pueden aparecer en
tu camino, porque como dice el conocido refrán “soldado advertido, no
muere en guerra”. Porque el universo a veces nos pone a prueba en nuestra
capacidad de mantenernos firme en nuestros propósitos.
A esos enemigos los he llamado los “Anti-Metas”, y estos son los que he
identificado no solo en los procesos en empresas o de forma individual, sino
en mí misma, así que ya estoy curtidita. Identifica cuál de ellos podría
aparecer o si ya ha aparecido en alguna ocasión y proponte no dejarte
influenciar y hacerle frente
.
1. La falta de compromiso
Solemos quejarnos de la falta de compromiso de los demás. De nuestros
gobernantes para con sus deberes con la nación a su mando, de nuestros
legisladores hacia el pueblo que los eligió, de muchas empresas para con
la sostenibilidad de su entorno, de los empleados que no dan más allá de lo
estrictamente establecido en el contrato, de nuestros amigos para cumplir
sus promesas, … en fin, e incluso en algún momento de inspiración somos
capaces de admitir nuestra propia ausencia de voluntad para
comprometernos con algo.
Pareciera ser que la falta de compromiso es el mal de nuestro siglo. Te
cuento que tengo una visión diferente. Y me atrevo a decir que esto no es
cierto. Compromiso es lo que abunda, la confusión está al momento de
hablar del tipo de compromiso que cada uno tiene. Porque todos estamos
comprometidos con algo, el tema es ¿con qué?
Si al iniciar tu camino comienzas a incumplir de forma sistemática lo que te
has propuesto, reflexiona, ¿En realidad estás comprometido con tu
objetivo? ¿O lo estás con tus excusas? ¿O con la inercia? ¿En dónde está tu
compromiso? El compromiso genera acción, pero es a su vez una acción en
sí mismo. ¿A qué tipo de acciones quieres comprometerte? El compromiso
no acontece hasta que una persona lo declara y acciona en forma
consecuente. El individuo a través de su acción comprometida comienza a
construir una realidad diferente. ¿Qué realidad quieres construir? ¿Qué
realidad queremos construir como sociedad? Allí estará el compromiso.

2.Auto sabotaje
Autosabotaje es cuando decimos que queremos algo y después nos
aseguramos de que no suceda . El ejemplo más simple, es cuando alguien
dice que quiere adelgazar, pero a la primera oportunidad come un gran
helado de chocolate porque “no pude resistirlo”
Si hicieras un análisis detallado y honesto de aquello que en su momento
no lograste, probablemente te darías cuenta de que, muchas veces, fue por
algo que tú mismo provocaste. Aunque esto es todo un tema, dos caminos
para superarlo son en primer lugar reconocer y explorar nuestros
pensamientos, hábitos, actitudes, emociones y sobre todo miedos, para
entender cómo pueden estar influyendo en nuestra conducta; y en segundo,
revisar nuestra autoestima y ver si ésta puede ser la causa de nuestro
comportamiento.

3.Miedo al cambio
¿Cuántas cosas tendríamos que cambiar en nuestra vida y no nos
animamos? De seguro que has escuchado a tu voz interna decirte: no lo
necesitas, para qué si esto ya no tiene solución, mejor resígnate, si cambias
tendrás problemas, mejor malo conocido que bueno por conocer, y entonces
decides no dar un paso adelante y continuar en situaciones que poco bien te
hacen.
Una de las declaraciones más fuertes y poderosas en el lenguaje y que abre
las puertas a la acción y en particular al cambio es la de “¡Basta!”. Cuando
digo basta, estoy declarando que no acepto aquello que no me hace feliz o
que no me está siendo efectivo y me hago responsable de mis resultados y
de mi vida para obtener los resultados que realmente quiero.
Toda meta, lleva consigo al menos un cambio, porque representa una
reconfiguración del mundo conocido. Cada uno tiene mapas o
interpretaciones del mundo que conoce, y para cambiar está obligado a
hacer una nueva cartografía. ¿Cómo hacerle frente a esta anti-meta?
Primero . Declara “Basta”
Segundo . Decide con exactitud qué es lo que quieres -conéctate con tu
visión poderosa, ve a la primera sesion -.
Tercero . Aférrate a tu plan.
Cuarto . Revisa tus recursos internos y úsalos.
Quinto . Encuentra gozo en cada paso que des
Sexto. En lo posible rodéate de personas que te inspiren y apoyen para
continuar adelante
¿Has volado en parapente? Yo lo hice hace un tiempo y cuando conversaba
con quién me sostenía en el vuelo, me dijo que muchas personas lo hacían
para romper sus miedos, así que ni corta ni perezosa, utilicé mi experiencia
para profundizar este tema. Te invito a conocer en 5,49 minutos esta
experiencia en el video Como volar en parapente sin morir en el intento

4. Procrastinación
Se dice que es la tendencia sistemática a aplazar lo que tienes que hacer. Es
un enemigo silencioso de la efectividad y de la paz interior. Es un hábito
que se instala calladamente en nuestro inconsciente y cuando ve la
oportunidad actúa a través de sus frases favoritas: “piénsalo bien, no es tan
urgente”, “mejor espero a que la situación esté mejor para comenzar a
hacerlo”, “y si no funciona?” Y si somos líderes de un equipo e incluso en
nuestro liderazgo familiar, no nos sorprendamos si comenzamos a ver
postergaciones a nuestro alrededor, porque sin darnos cuenta las estamos
generando.
Por eso es necesario tener una conversación con esta anti-meta en cuanto
sospeches que está apareciendo. Una de las primeras preguntas que te
sugiero es ¿Qué estoy ganando al evitar tomar la acción en este caso?
¿Cómo ganando? Sí. Por ejemplo, al postergar ese cambio que requiero
evito hacerme cargo del miedo que me produce la sola idea de dejar atrás
aquello que voy a cambiar.
Y así como hay una ganancia, hay un costo. Así que la siguiente pregunta
es ¿Qué costo estoy pagando con esta decisión de no acción? Una vez
consciente de estos dos lados, beneficio y costo, - ojalá se haga este
ejercicio por escrito, haz dos columnas, en una los beneficios y en otras los
costos que estoy pagando - , la siguiente pregunta que llega es ¿Y qué
quiero hacer con esto? Si son más los costos que estoy pagando que los
beneficios, ¿qué me sigue deteniendo a avanzar? Y si es lo contrario ¿Qué
me detiene a declarar que NO lo voy a hacer y dejar de dedicarle tiempo,
pensamientos y energía?
 ¿Qué nos falta?

Por si te estás preguntando qué falta, te quiero decir que lo único que te
queda por hacer es que inicies el camino, o lo continúes si ya estás
avanzando. Ha sido un honor acompañarte y sé que vas a lograr lo que te
propongas y si lideras equipos que los vas a llevar a un espacio de mayor
efectividad. Si en el transcurso de este proceso te surgen dudas, escríbeme
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desde mi rol de coach y formadora escríbeme también y te cuento las
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