Reunión Del Núcleo de Autoridades de Postgrado. Caracas, Septiembre 2011
Reunión Del Núcleo de Autoridades de Postgrado. Caracas, Septiembre 2011
Reunión Del Núcleo de Autoridades de Postgrado. Caracas, Septiembre 2011
Resumen
Se describen y relacionan los componentes a ser considerados para una posible reforma
curricular en los postgrados de las universidades venezolanas, cuyo algunos de sus fines
sea el mejoramiento de la calidad y la doble titulación, así como su influencia en la
formación para la investigación. Se describe uno de los procesos más conocidos en el
mundo en cuanto a reforma curricular por competencias, el Proyecto Tunning, sus
procedimientos y resultados. Igualmente los avances del proceso de cambio curricular que
se realiza actualmente en la Universidad Simón Bolívar. Se ejemplifican algunos de los
conceptos más importantes relacionados al cambio paradigmático del diseño curricular
centrado en el aprendizaje y no en la enseñanza. Se define el concepto de competencia,
sus tipos y modalidades y se describe el modelo esquemático de diseño de un curso por
competencia y los pasos que lo componen. Por último se destaca la competencia
transversal de la investigación y cómo debe considerarse para un diseño de competencias
de postgrado de calidad, para combatir la deserción y el índice Todo menos Tesis o TMT.
Introducción
Una primera impresión pareciera reafirmar que estas variables no tienen relación directa,
pero estas si existen, especialmente en cuanto a las consecuencias que estas reformas
Para tomar la decisión de reducir los programas de pregrado o para poder tener
programas compatibles para la doble titulación entre universidades, además de colaborar
para el desarrollo de la calidad, efectividad y transparencia en la Educación superior, se
han realizado numerosos estudios centrados en competencias, pero el más conocido es el
Proyecto Tunning (González y Wagenaar, 2003). Se inició como una experiencia en
Europa, con 135 universidades desde el año 2001. Posteriormente en América Latina,
entre 2004 y 2008.
El verbo «to tune» significa afinar, acordar, templar y se asocia a los instrumentos
musicales. La U de Tunning se encuentra en el logo del Proyecto, por analogía con el
“diapasón”, herramienta que se utiliza para afinar los instrumentos musicales.
En el proyecto Tunning se utilizó el verbo en gerundio: tunning, para enfatizar que es algo
que está en proceso y que siempre lo estará, puesto que la educación debe estar en
constante intercambio con las necesidades, siendo un proceso abierto y dinámico
Los títulos son considerados por este Proyecto, en términos de aprendizajes logrados y
competencias genéricas y profesionales desarrolladas a través de los estudios, lo cual
implica un foco centrado en el Perfil de salida o resultados obtenidos por los estudiantes,
en términos de competencias generales y profesionales y no en el profesor y sus objetivos
de enseñanza.
Pero con este nuevo enfoque, ambos se redactan de forma diferente. Este es uno de los
conceptos que más le cuesta asimilar a los profesores. No por el concepto en si mismo,
sino en su aplicación, ya que implica un cambio de paradigma. Como decimos en nuestros
talleres, hay que cambiarse el “suiche” de los objetivos de enseñanza a los objetivos de
aprendizaje. Ya que el logro de esos objetivos es lo que garantiza que se ha logrado
desarrollar la competencia.
Que el alumno aprenda los conceptos básicos del área de ingeniería informática.
Este es uno de los primeros ejercicios que hacemos en nuestros talleres. Parece fácil,
pero no lo es. Porque nuestra mente tiende a ir atrás a nuestros hábitos anteriores y al
paradigma tradicional, centrado en el profesor y no en el estudiante.
Para hacérselos más fácil, vamos a ponerles dos ejemplos de objetivos centrados en el
aprendizaje y no en la enseñanza:
¿Cuáles son las diferencias con estos objetivos? ¿hay un logro? ¿una competencia
desarrollada en cierto grado? ¿una condición bajo la cual se va a demostrar? ¿qué tipo de
competencia? Luego vamos a volver sobre estos ejemplos para responder estas
preguntas.
Para lograrlo, los diseñadores o profesores, deben desarrollar una cualidad o competencia
que tenemos los terapeutas, que se llama la “empatía” o capacidad para ponerse en el
lugar del otro y pensar y actuar como el. Para ello debe dominar los procesos intelectuales
del aprendizaje. Es interesante la lectura que pusimos en las referencias, del libro de la
Dra. Margarita Sánchez sobre habilidades de pensamiento.
Dimensión cognitiva
Los conocimientos son los contenidos generales y específicos de un tema o disciplina y
orientan los programas de estudio. Sobre todo en esto todos los profesores somos unos
expertos porque nuestros cursos están muy cargados de conceptos y conocimientos. Los
conocimientos se dividen en:
a) conocimientos tácitos o “conocimiento de…”;
b) conocimientos declarativos o “saber que”…. Un ejemplo es la información verbal de
conceptos; y
c) conocimientos procedimentales o “saber como”… Un ejemplo son los procedimientos
para solucionar un problema.
Las habilidades son las capacidades o potencialidades para hacer algo o actuar. Se
dividen en
a) cognitivas (inteligencia, aptitudes),
b) físicas, sensoriales y
c) psicomotoras.
Este es un concepto dominado por los psicólogos y educadores, pero no tanto por el resto
de los profesores, por lo que hay que trabajarlo un poco en la formación de los profesores.
Dimensión psicofisiológica
Igualmente son poco distinguidas las destrezas, que son aquellas capacidades o
habilidades, pero desarrolladas por la práctica, convirtiéndose en el manejo técnico o
especializado en una determinada área.
Otra es el interés, que tiene relación con la motivación para aprender, las inclinaciones
vocacionales o profesionales, el rechazo también por los estudios. Las actitudes se
refieren a las disposiciones para actuar en determinadas circunstancias.
Otros rasgos a considerar dentro de los rasgos de la personalidad, pero poco tomados en
consideración dentro del diseño del currículum, son las actitudes positivas, la persistencia,
la autoestima, la tolerancia a la ambigüedad, el control interno, entre otras variables que
pueden coadyuvar a un desarrollo de competencias con calidad (Cemborain, 2011).
En este mapa mental elaborado por Yáber (2010), podemos observar de forma
esquemática, el concepto de competencias y sus componentes.
Tipos de competencias
El Proyecto Tunning distingue varios tipos de competencias: las generales o genéricas, las
básicas, las específicas y las transversales.
Las competencias básicas son aquellas que forman parte de la formación esencial y
fundamental de la profesión. Pueden ser comunes con otras profesiones, como la
competencia para integrar equipos, diseñar de forma creativa, planificar en situaciones
complejas e imprevistas.
Posteriormente, se dictaron una serie de talleres con los coordinadores de pre-grado, con
la finalidad de darles una formación básica en el diseño por competencias. Se planifica
ahora realizarlos a nivel de postgrado.
Una vez que se hayan definido estas competencias a todos los niveles, es que se podrá
diagnosticar cuáles son las básicas o indispensables y cuáles son periféricas o no son tan
necesarias y de las cuales podría prescindirse a la hora de una reducción del pensum de
estudio. Para pasar luego a la fase operativa del rediseño curricular.
Diseño curricular
El currículo es un concepto que tiene varias acepciones. Una se refiere al campo o sub-
disciplina dentro de la educación. El otro es más amplio y guía la gestión del proceso
curricular de una institución universitaria; también llamado Proyecto Educativo
Institucional. La tercera acepción se refiere al plan de estudios de una carrera o postgrado,
que por lo general, conduce a un título (Yáber, 2011).
El currículo centrado en competencias, produce una Matriz curricular que debe mostrar las
diversas asignaturas o cursos, su prelación, su orden en el tiempo, así como las
competencias que desarrolla cada una de ellas. Esto lo vamos a ver con más detalle en un
mapa que vamos a mostrar más adelante. Por eso, esto es un trabajo de equipo.
G= General
P= Profesional
T= Transversal
Como un aporte a la comprensión del nuevo diseño curricular que se hace necesario
desarrollar, se diseñó un esquema de parte de este proceso (Cemborain, 2011), el cual
mostraremos para ejemplificar lo difícil y complejo que resulta, pero que en el tiempo de
esta exposición no se podrá explicar a cabalidad. Pero deseamos que se despierte en
ustedes ese deseo de adquirir las competencias para lograr este cambio.
Qué tiene que ver el TMT en todo ésto. La formación para la investigación
El índice TMT o Todo Menos Tesis, es aquél que define el conjunto de estudiantes que,
habiendo concluído todas las asignaturas o requisitos de una carrera, se retrasan o no
terminan uno de esos requisitos: la tesis. Ha sido ampliamente difundido el alto índice
reportado, especialmente en los postgrados (Valarino, 2000).
Dentro de los aspectos cognoscitivos hay que mencionar las capacidades, destrezas y
conocimientos para la investigación, los cuales muchas veces se han desarrollado en
forma deficitaria en los programas académicos. En los aspectos socio-emocionales y
sociales, poco tomados en cuenta en el diseño curricular tradicional y ahora valorados en
el enfoque por competencias, se describen una serie de variables relacionadas a factores
de personalidad que influyen en la baja productividad en las tesis, como el control interno,
la persistencia, la esperanza pasiva, los bloqueos, el perfeccionismo, los hábitos, la
motivación, la impaciencia, las cogniciones inadecuadas, la baja autoestima, las actitudes,
entre otras. Y dentro de los comportamientos sociales, se encuentra la famosa
postergación y el aislamiento. Todas estas variables estarían ahora valoradas e incluidas
dentro del concepto de competencias y por lo tanto de un diseño curricular centrado en
ellas (Cemborain, 2011).
Sería muy interesante validar esta hipótesis, analizando cuáles de estos componentes son
tomados en consideración dentro de los Programas actuales de estudio y relacionarlos al
rendimiento en las tesis.
Los autores de este trabajo en su última publicación en formato libro (Valarino, Yáber y
Cemborain, 2010), proponen que los estudios de pregrado y las especializaciones,
deberían en todo caso exigir solamente un trabajo de grado centrado en la aplicación de
conocimientos de la carrera (monografía) o un trabajo aplicado.
Por ello, cuando se elabora un plan para el diseño por competencias, estas condiciones
anteriores deben ser estudiadas, mediante un análisis del perfil de los profesores que se
elijan para desempeñar ese rol. Igualmente, que los mismos puedan tener oportunidades
de formarse para desarrollar esas competencias, además de aquellas en el diseño de
cursos o asesorías por competencias.
La universidad debe entonces además, estimular que hayan profesores con la dedicación
suficiente para dedicarse a esta función, motivados y recompensados por su esfuerzo y
que cada programa de postgrado posea líneas de investigación bien definidas con
productos acabados y no promesas de obtener los mismos.
El diseño curricular debe ser tal, que la matriz de asignaturas y los cursos en sí mismos,
contemplen la formación continua para el desarrollo de competencias para la investigación
en sus estudiantes. Con un plan de aseguramiento de la calidad con respecto a la
investigación que emane del postgrado, con normativas actualizadas y reglamentos que
orienten, conduzcan y regulen estas actividades y funciones.
Todas estas condiciones deben darse para que pueda garantizarse un aumento del
número y calidad de las investigaciones producidas en el postgrado, por lo que deben
considerarse al elaborar un Plan operativo para el diseño por competencias.
Conclusiones
No nos cansamos de proponer las mismas cosas que hemos dicho desde hace muchos
años. El profesor, así como no está formado en su mayoría para enseñar a investigar,
tampoco está formado en el diseño y enseñanza orientada por competencias. Por lo tanto,
deben crearse Programas de Formación de profesores en estas áreas, con sus recursos
asociados.
En el caso de una reforma curricular por competencias, los postgrados deben considerar
la competencia transversal de la investigación y sus diferentes unidades de competencia
descritas en este trabajo, para fortalecer aquellas variables que inciden en los estudiantes
para una feliz finalización de sus estudios de postgrado.
En el taller al final de este evento, ustedes podrán analizar todos estas inquietudes, para
luego proponer lineamientos que los orienten en un futuro para conseguir que cada una de
sus universidades pueda realizar este cambio de forma ordenada, planificada y con
excelencia.
Por eso sugerimos a los coordinadores del evento, que el producto final del taller final
fuera el siguiente:
4- Lineamientos para el Plan Operativo del nuevo Diseño curricular de cada postgrado y
cada una de las asignaturas.
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