Primer Analisis R.Pensional Observatorio PUJ
Primer Analisis R.Pensional Observatorio PUJ
Primer Analisis R.Pensional Observatorio PUJ
proyecto de reforma
pensional
Informe #39
marzo Observatorio Fiscal PUJ
de 2023
Índice
Introducción 3
Régimen de transición 17
Conclusiones y recomendaciones 23
― Introducción
En este primer informe sobre la reforma pensional recordamos, en primer lugar, cómo fun-
ciona el sistema actual. A continuación describimos las propuestas del proyecto de refor-
ma, ilustrando mediante ejemplos didácticos lo que implica para el ciudadano común, tanto
en la etapa de su vida en la cual trabaja como en la etapa de su vida donde trata de disfrutar
su jubilación. Posteriormente hacemos un análisis sobre las implicaciones que tendría para
nuestra sociedad la aprobación de la reforma, tanto en el corto como en el largo plazo.
Finalmente realizamos algunas recomendaciones para mejorar la propuesta de reforma.
Este informe está dirigido a todos los ciudadanos que, sin ser especialistas en pensio-
nes, quieren entender los aspectos más relevantes de la reforma. De esta forma, apor-
tamos un insumo pedagógico para una toma de decisiones informada.
El sistema de protección a la vejez que estará vigente hasta 2024 está conformado por dos
regímenes que compiten entre sí.
Cada cotizante, al inicio de su vida laboral y antes de estar a 10 años de la edad de jubila-
ción, escoge si afiliarse al régimen público (Colpensiones) o al régimen privado (alguna de
las AFPs). En otras palabras, el régimen público y el régimen privado compiten entre sí por
los aportes obligatorios que hacen los afiliados.
En ambos regímenes, la tasa de cotización (el porcentaje del salario destinado a alguno de
los dos regímenes) es del 16%. En el régimen público de reparto, la pensión es un porcen-
taje del salario devengado en los 10 últimos años de vida laboral. En el caso del régimen
privado de ahorro, la pensión es una fracción del capital acumulado.
En el régimen público se accede a una pensión de vejez si se tiene la edad necesaria (62
años para los hombres y 57 años para las mujeres) y al menos 1.300 semanas (26 años) de
cotización. En el régimen privado, se debe cumplir con el mismo requisito de edad pero
con 1.150 semanas (23 años) de cotización o contar con capital acumulado suficiente para
obtener una pensión equivalente al 110% de un salario mínimo.
Pese a todo lo anterior, menos de la mitad de la población trabajadora cotiza a alguno de los
dos regímenes. Dada esta falta de cobertura, existen programas de asistencia social para
los adultos mayores en condición de pobreza extrema (Colombia Mayor) y mecanismos de
ahorro voluntario subsidiado para quienes devengan menos de un salario mínimo (Benefi-
cios Económicos Periódicos (BEPS)).
Al final de la vida laboral, sólo 1 de cada 4 adultos mayores logra obtener una pensión, es
decir, tan solo el 25%. Aún sumando los pensionados de los regímenes exceptuados y los
beneficiarios de Colombia Mayor y los BEPS, siguen habiendo 3,9 millones de adultos ma-
yores que se encuentran desprotegidos económicamente.
Como si esto fuera poco, sólo existe una brecha entre quienes logran alcanzar los requisi-
tos para una pensión y quienes no. Las personas que no logran cotizar las suficientes sema-
nas (usualmente personas con menos recursos y empleos más inestables) terminan sub-
sidiando a aquellas quienes sí lo logran (usualmente con empleos más estables y mejores
ingresos). En efecto, el sistema pensional actual es regresivo.
Para más información sobre el sistema vigente hasta el 2024, puede consultar nuestra
Guía Ciudadana del Sistema de Pensiones y Protección a la Vejez en Colombia (2019).
1. El pilar solidario, consiste en una renta básica que será como mínimo de
$223.000 mensuales para los adultos mayores de 65 años que no tienen una
pensión y que se encuentran en situación de pobreza extrema, pobreza y vul-
nerabilidad conforme a los criterios de focalización que establezca el gobierno
una vez aprobada la reforma.
Es importante señalar que este sistema de pilares sólo aplica para quienes al 1ro de enero
de 2025 tengan menos de 1000 semanas cotizadas. La situación de quienes tengan más
de 1000 semanas cotizadas a esta fecha se explica en la siguiente sección (Régimen de
Transición).
Gráfica 2
Gráfica 3
Etapa de desacumulación
En esta etapa el acceso a la pensión dependerá de haber alcanzado una edad mínima (62
años para los hombres y 57 años para las mujeres) pero también del número de semanas
cotizadas. Los escenarios son los siguientes: a) se cotizaron menos de 150 semanas, b) se
cotizaron entre 150 y 1000 semanas, c) se cotizaron entre 1000 y 1300 semanas, y d) se
cotizaron 1300 semanas o más.
La Gráfica 4 ilustra de manera simplificada cada uno de los beneficios que habrían en el nue-
vo sistema de protección a la vejez dependiendo de la cantidad de semanas que se coticen.
A continuación se profundizará en cada uno de los cuatro escenarios.
En este caso, si la persona es elegible podrá ser beneficiaria del pilar solidario. Es decir,
recibiría una renta básica solidaria correspondiente como mínimo a la línea de pobreza
extrema. Para ser beneficiario de este pilar, la persona deberá ser ciudadano colombiano,
acreditar residencia en el país mínimo 10 años , tener mínimo 65 años e integrar el grupo
de pobreza extrema, pobreza y vulnerabilidad conforme con la focalización que esta-
blezca el gobierno una vez aprobada la reforma.
Si la persona llega a los 65 años sin haber cumplido el requisito de semanas, pasará a ser
beneficiaria del pilar semicontributivo.
Este pilar está diseñado para aquellas personas mayores de 65 años que solo alcanzaron
a cotizar entre 150 y 1.000 semanas. Este pilar tomará los aportes obligatorios de estas
personas y los convertirá en una renta vitalicia. Si la persona califica para ser beneficiaria
de la renta básica del pilar solidario, la cual equivaldría como mínimo a $233.000, más sus
aportes al componente de prima media (a los que se les reconocerá la inflación) converti-
dos en una renta vitalicia. Si la persona no califica para ser beneficiaria de la renta básica del
pilar solidario, a sus aportes al componente de prima media se les reconocerá la inflación
más un retorno del 3% anual.
Para aquellos afiliados que cumplan 65 años de edad después de haber entrado en vigencia
el nuevo sistema y que tengan entre 1.000 y 1.300 semanas cotizadas podrán acceder a
un nuevo mecanismo creado por la reforma denominado prestación anticipada de vejez.
Esta prestación hace parte del pilar contributivo y está diseñada para aquellos afiliados
que no reúnan las semanas mínimas para acceder a la pensión de vejez del pilar contributi-
vo pero tengan más de 1.000 semanas cotizadas.
Si la persona tiene al menos 62 años si es hombre o 57 años si es mujer y alcanza las 1.300
semanas cotizadas, accederá a los beneficios del pilar contributivo. Con este número de
semanas, la pensión nunca será menor al salario mínimo vigente.
El cálculo de la pensión para una persona que obtuvo menos de 3 salarios mínimos durante
sus últimos 10 años de vida laboral no es relativamente complejo. La pensión puede ser
aproximadamente el 65% de su ingreso, siempre y cuando ese 65% no sea menor a un
salario mínimo. Este porcentaje puede variar dependiendo del ingreso y de las semanas
adicionales condicionadas. Esta pensión la otorga exclusivamente el componente de prima
media del pilar contributivo.
La Gráfica 5 ilustra la pensión como función del salario que se devenga como trabajador.
En realidad el cómputo de la pensión es un proceso más complejo. Sin embargo, para fines
ilustrativos, suponemos que cada persona devenga siempre el mismo salario a lo largo de
su vida laboral, que cada salario mínimo adicional devengado en el componente de prima
media aumenta la pensión en 0.65 salarios mínimos y que cada salario mínimo adicional
devengado en el componente de ahorro individual aumenta la pensión en 0.35 salarios mí-
nimos. La gráfica considera tres escenarios: a) un escenario sin reforma para una persona
en el régimen de ahorro actual, b) un escenario sin reforma para una persona en el régimen
prima media actual, y c) un escenario en el sistema de pilares propuesto.
Al comparar los tres escenarios, se infiere que la reforma tiene implicaciones diversas para
las personas que eventualmente alcanzan las 1300 semanas:
― Régimen de transición
El nuevo sistema pensional empezará a funcionar a partir del 1ro de enero de 2025. Las
personas que a esa fecha no cuenten con 1.000 semanas cotizadas harán parte del nuevo
sistema de pensiones y no serán beneficiarios del régimen de transición.
¿Qué les espera a las personas que no van a alcanzar las 1.000 semanas de cotización el
1ro de enero y hoy están afiliadas al RAIS o al RPM? Aunque no es inmediato de deducir,
las reglas se aplican retroactivamente como si estas personas siempre hubiesen estado en
el régimen de pilares. Todas las cotizaciones que se hicieron por debajo de 3 salarios míni-
mos eventualmente pasarán al componente de prima media al llegar a la edad de jubilación.
Todas las cotizaciones que se hicieron por encima de 3 salarios mínimos eventualmente
harán parte del capital con el que se liquida la pensión del componente de ahorro individual
al llegar a la edad de jubilación. Aparentemente, no hay beneficio alguno en trasladarse de
un régimen a otro antes de la entrada de vigencia de la ley.
Por otro lado, las personas que a 1ro de enero de 2025 cuenten con 1.000 o más semanas
cotizadas, continuarán siendo cobijadas por el régimen de pensiones actual. Sin embargo,
con la reforma tendrán un beneficio adicional. En el sistema de pensiones actual, no puede
haber traslados entre regímenes (RPM a RAIS o viceversa) si a la persona le faltan menos
de 10 años para tener la edad de pensión. Este punto es modificado por la reforma pen-
sional, de tal forma que aquellas personas beneficiarias del régimen de transición tendrán
2 años para trasladarse entre regímenes, así les falten menos de 10 años para alcanzar la
edad de pensión. Lo anterior implica que en el corto plazo, el RPM podría recibir una canti-
dad considerable de recursos provenientes del RAIS producto de estos traslados.
Reconocimiento de semanas para las mujeres y beneficio para madres o padres con
hijo invalido o con discapacidad
En la reforma sobresalen dos nuevos beneficios: (i) Uno consiste en disminuir en 50 se-
manas por cada hijo (hasta un máximo de 150 semanas) las semanas requeridas para que
una mujer se pensione. (ii) El otro consiste en un beneficio para madres o padres cuyo hijo
padece de invalidez física o mental o discapacidad. En estos casos, la madre o el padre po-
drá acceder a una pensión especial de vejez a cualquier edad siempre que haya cotizado
1.300 semanas en el componente de prima media.
Las personas que se acojan a estos beneficios y hayan cotizado entre 1.000 y 1.300 sema-
nas al sistema no podrán ser beneficiarias de la prestación anticipada de vejez mencionada
anteriormente.
Con la reforma, las AFP que hagan parte del componente de ahorro individual ya no re-
conocerán pensiones de invalidez y sobrevivencia. Este tipo de pensiones estarán a cargo
exclusivamente del componente de prima media del pilar contributivo. Esto se financia-
La reforma modifica las tarifas de esta contribución. En primer lugar, las pensiones supe-
riores a 10 salarios mínimos y hasta 20 salarios mínimos contribuirán el 2% mientras que
aquellas pensiones superiores a los 20 salarios contribuirán el 3%. Desde el Observatorio
Fiscal de la Javeriana consideramos que incrementar estas tarifas es un paso en la direc-
ción correcta y una oportunidad de corregir las inequidades del sistema pensional.
Esta posibilidad permite la cotización por días o por semanas en proporción al salario mínimo, para
trabajadores que laboran por días, lo que posibilitará mayor cobertura del sistema pensional.
En estos casos los trabajadores dependientes que se encuentren vinculados laboralmente por
periodos inferiores a un mes o por días, y los trabajadores independientes que reciban un in-
greso mensual inferior a un salario mínimo, cotizarán de acuerdo con el número de días labora-
dos y sobre un monto no inferior al salario mínimo legal diario vigente al pilar contributivo en
los mismos porcentajes que aquellos que cotizan de manera regular por periodos mensuales.
La reforma pensional tiene múltiples efectos, pero vale la pena concentrarse en el efecto
de la reforma sobre las siguientes dimensiones: cobertura, equidad, suficiencia y sosteni-
bilidad.
Cobertura
Equidad
En términos de equidad, la reforma también es un paso adelante. Pero para discutir el efec-
to sobre la equidad vale la pena recordar la forma como se liquida la pensión en cada uno
de los componentes del pilar contributivo.
Todas las personas que ganen más de tres salarios mínimos durante su vida laboral obten-
drán, como parte de su pensión, aproximadamente 2 veces el salario mínimo al momento
de jubilarse (el 65% de 3 salarios mínimos) gracias al componente de prima media. Sin em-
bargo, debe tenerse en cuenta que si la pensión sobre los tres primeros salarios mínimos
se hubiese obtenido a partir de un sistema de capitalización, la pensión sería de aproxima-
damente un salario mínimo (el 35% de 3 salarios mínimos). Como consecuencia, todos los
que se jubilen con ingresos superiores a 3 salarios mínimos estarán recibiendo un subsidio
implícito de 1 salario mínimo (la diferencia entre los 2 salarios mínimos de la pensión otor-
gada por el componente de prima media y 1 salario mínimo de pensión que se hubiese
obtenido cotizando sobre 3 salarios mínimos en un sistema de capitalización).
Sostenibilidad
En el contexto donde los adultos mayores son cada vez una proporción más grande de la
población, es importante que el sistema se respalde cada vez más del ahorro y cada vez me-
nos del reparto. Sin embargo, con un salario mínimo que crece más rápido que la inflación,
cada vez menos colombianos contribuirán al componente de ahorro individual. El marchi-
tamiento del ahorro sólo se podrá evitar con algunas de las siguientes opciones:
a) Una disminución significativa del umbral a partir del cual las cotizaciones
van al componente de ahorro individual
La reforma pensional representa una mejora con respecto al sistema actual. En primer lu-
gar, pone fin a la competencia entre el régimen de prima media y el régimen de ahorro
individual, un tema en el que se ha alcanzado un consenso desde hace mucho tiempo. Por
un lado, el régimen de prima media se convierte en el componente de prima media del pilar
contributivo, el cual recibirá cotizaciones sobre una base de hasta 3 salarios mínimos. Por
el otro, el régimen de ahorro individual se convierte en el componente de ahorro individual
del pilar contributivo, recibiendo cotizaciones sobre la base de lo que exceda los 3 salarios
mínimos. Esta medida garantiza que nadie reciba un subsidio mayor al subsidio que recibe
una persona que devengue 3 salarios mínimos. Además, se crea un pilar solidario para los
adultos mayores en situación de pobreza y un pilar semicontributivo para aquellos que no
alcancen el requisito de semanas cotizadas.
La reforma pensional establece la creación del fondo de ahorro del pilar con-
tributivo, que se nutre tanto de las cotizaciones al componente de prima media
como del componente de ahorro individual. En el corto plazo esta medida no
afecta el flujo de ahorro de la economía, lo cual había generado preocupación
en un principio. No obstante, la reforma implica que el Estado sea el encargado
de administrar estos recursos, en lugar de las AFP. Por consiguiente, surge la
inquietud de si los recursos del fondo serán invertidos de manera conveniente
5. Establecer reglas más estrictas para el uso de los recursos del fondo de
ahorro del pilar contributivo
Es fundamental que el fondo del pilar del ahorro contributivo tenga como ob-
jetivo exclusivo la financiación de los pilares semicontributivo y contributivo de
los afiliados cobijados por el nuevo régimen. En el proyecto radicado se abre
la puerta para que los recursos del fondo puedan ser utilizados para la finan-
ciación del pasivo pensional actual. La implicación de esto es que el fondo no
logrará acumular los suficientes recursos para financiar las pensiones y pres-
taciones de quienes al 1ro de enero de 2025 tengan menos de 1000 semanas