El Tragaldabas
El Tragaldabas
El Tragaldabas
_¡Qué despistada soy! – se dijo-. Bueno, encargaré una cosa a cada nieta y
ya está.
Después a la mediana:
¡Pepiii…!
_¿Qué traigo, abuela?
_Necesito una docena de.. pero eres tan pequeña… Nada, nada, ¡déjalo!
Y se fue cantando:
-Pues por haber sido tan buena, baja a la bodega a comer pan con miel.
Poco después llegó la nieta mediana con la leche y la abuela también la mandó
a la bodega. Bajó por las escaleras, oscuras, frías y tenebrosas. Empujó la
puerta, que se abrió haciendo chirriare sus bisagras, y oyó una voz que decía:
Bajó por las escaleras, oscuras, frías y tenebrosas, saltando y cantando: ¡Pan
con miel, pan con miel…!. Abrió la puerta de un empujón, cantando: ¡Pan con
miel, pan con miel…!
Cantando ¡Pan con miel, pan con miel…! se metió por la boca del tragaldabas
y llegó hasta la barriga. Y, desde dentro, se oía: ¡Pan con miel, pan con miel…!
La abuela terminó de hacer la tarta, pero las nietas no subían; hizo galletas,
paella, lentejas…, pero las nietas no subían; limpió la cocina, arregló una
gotera…, pero las nietas no subían. Cuando ya tenía comida para un regimiento
y la casa relucía como nunca, se dio cuenta de que algo debía pasar porque sus
nietas tardaban demasiado:
Bajó por las escaleras oscuras, frías y tenebrosas. Empezó a abrir la puerta,
pero chirriaba tanto que subió a por la aceitera y engrasó las bisagras. Abrió de
nuevo la puerta, ya sin ruido; y cuando iba a dar un paso, oyó la voz del
tragaldabas:
¡ABUELA, Abuela!!
No tuvo que oír más, porque conocía de sobra aquella voz. En dos saltos se
plantó en la cocina y, con un disgusto enorme, salió llorando a la calle.
__¿Qué te pasa, abuela? (no era su abuela; pero, a veces, los generales hablan
así)
__ ¡Ay, hijo…! (no era su hijo; pero, a veces, las abuelas hablan así)
El general mandó llamar a su ejército. El ejército llegó con sus tanques. De los
tanques salieron soldados. Los soldados bajaron a la bodega y el tragaldabas,
haciendo GROUM-GROUM-GROUM …, ¡se los comió!
La abuela miro abajo, vio una hormiga, y le contó lo que había pasado.
¡ y el tragaldabas!