Sentencia SL5154-2020
Sentencia SL5154-2020
Sentencia SL5154-2020
10/03/2023
VILLAVICENCIO
IVÁN MAURICIO LENIS GÓMEZ
Magistrado ponente
SL5154-2020
ANTECEDENTES
1. 1) (60%)para la señora Margot Nelly Sosa Gómez (sic) esto es, la suma de
ciento cincuenta millones seiscientos setenta y ocho pesos m/cte (sic)
($150.678.058) (sic).
2. 2) (10%) para [p.a.b.s] en calidad de hermano del causante,
correspondiente a la suma de veinticinco millones ciento trece mil nueve
pesos m/cte ($25.113.009)
3. 3) (10%) para Edilsa Janeth Sosa Gómez (sic) en calidad de hermana del
causante, correspondiente a la suma de veinticinco millones ciento trece mil
nueve pesos m/cte ($25.113.009)
4. 4) (10%) para Lucy arquean sosa Gómez (sic) en calidad de hermana del
causante, correspondiente a la suma de veinticinco millones ciento trece mil
nueve pesos m/cte ($25.113.009)
El juez preciso que los problemas jurídicos que debía resolver y determinar, si en
el proceso se aprueba la culpa y la ocurrencia del empleador y si había lugar al
reconocimiento de los perjuicios morales en los montos que alegan los accionistas
En esa dirección, se refirió a los artículos 22, 56, 57, 59 y 216 del Código
Sustantivo del Trabajo, explicó que el artículo 177 del Código de Procedimiento
Civil, aplicable al proceso laboral por remisión analógica
Por otra parte, indicó que los testigos presenciales del accidente Jonhatan
Fernández Díaz, Julio César Arroyave Suárez y Steven Libreros Palacios fueron
claros, coherentes y coincidentes en afirmar que la empresa suministró al
trabajador accidentado los elementos esenciales de seguridad industrial para la
ejecución de la labor encomendada y que aquel, los utilizó de manera negligente e
indebida, quien asumió su propio riesgo; y que, además, estaba capacitado para
ejecutar actividades en altura, lo que corroboró con el informe que rindió el Comité
Paritario de Salud Ocupacional de la entidad demandada
Así, concluyó que en este asunto no se acreditaron perjuicios superiores a los que
reconoció el sistema de riesgos profesionales al cual estaba afiliado el trabajador
fallecido.
RECURSO DE CASACIÓN
No se aplicó el artículo 216 del Código Sustantivo de Trabajo donde la culpa era
del empleador ya que no evaluó el peligro que corría al realizar la actividad que se
le asigno.
CONSIDERACIONES
No se niega que existió un contrato laboral entre Edwin Javier Reyes Sosa y
Sociedad Distritales S.A. el cual inicio el 11 de 2007 y terminó el 30 de noviembre
siguiente, por causa de la muerte del primero, a raíz del accidente de trabajo que
sufrió al caer de una altura aproximada de 15 metros mientras arreglaba el tejado
de la bodega de la empresa demandada ubicada en el municipio de Soacha.
El tribunal tiene que evaluar si el error del tribunal de considerar el accidente de
trabajo en que perdió la vida, y que no obedeció a culpa suficiente del empleador.
Corporación ha establecido que por regla general la misma debe ser asumida por
el trabajador demandante o sus beneficiarios, en casos en los que se le endilgue
culpa al empleador por un comportamiento omisivo de su parte, a los accionantes
les basta enunciar dichas omisiones para que la carga de la prueba se traslade a
quien ha debido obrar con diligencia en los términos del artículo 1604 del Código
Civil el empleador debe probar que cumplió sus deberes de prevención, cuidado y
diligencia a fin de resguardar la seguridad e integridad de sus trabajadores.
es obligación de los empleadores identificar, conocer, evaluar y controlar los
riesgos potenciales a los cuales puede estar expuesto un trabajador.
los empleadores tienen la responsabilidad de implementar medidas de seguridad
para minimizar el riesgo de accidentes laborales, como la caída de trabajadores.
Se mencionan ejemplos de controles que se deben implementar, como la
instalación de líneas de vida y la vigilancia continua del cumplimiento de estas
medidas de seguridad.
En Colombia existe una regulación desde 1979 que establece la obligación de los
empleadores de instruir a sus trabajadores acerca de los riesgos inherentes al
trabajo, suministrarles los equipos de protección adecuados para trabajar en
alturas, y vigilar y exigir el estricto cumplimiento de las normas de seguridad.
Se menciona que, para determinar la culpabilidad del empleador en un accidente
laboral, se deben considerar las obligaciones generales, específicas y
excepcionales en torno a los riesgos y controles que ejerce sobre la tarea del
trabajador. Además, se indica que la capacitación en trabajos en altura no es
suficiente para cumplir con la obligación de seguridad hacia los trabajadores.
En este sentido el cargo segundo acierta al señalar que dicho juez no ahondó en
el verdadero alcance del artículo 216 del Código Sustantivo del Trabajo, pues
pasó por alto que en la averiguación de la culpa era necesario verificar que el
empleador no solo capacitó al trabajador sobre las actividades realizadas, sino
que ejerció de manera efectiva los controles para evitar el riesgo, si brindó las
herramientas adecuadas y de calidad al trabajador para controlarlo.
Al respecto, la Sala comienza por precisar que los recurrentes acusan varios
elementos de convicción como ignorados, pese a que el edificó sus conclusiones
fácticas en «la prueba documental y testimonial decepcionada, y señaló que no
advirtió elemento de juicio que acreditara el nexo causal entre la conducta que se
atribuyó a la accionada y el accidente de trabajo sufrido por el causante.
Sin embargo, la Sala puede entender que su acusación se dirige a establecer que
las pruebas denunciadas fueron erróneamente apreciadas, bajo el argumento que,
contrario a lo que advirtió el Colegiado de instancia, evidenciaban de forma
ostensible la culpa del empleador.
Pues bien, del contrato de trabajo que vinculó a Edwin Reyes con la empresa
demandada, se advierte que fue contratado como auxiliar de bodega y que por
escrito de 20 de septiembre de 2007 se le impartió la directriz de realizar
actividades vinculadas a trabajo en alturas, aspecto que ratificó el representante
legal de la compañía al rendir interrogatorio de parte, pues aceptó que dicha orden
la dio Jenny Bernal, jefe directa del accidentado.
Se evidencia entonces que el trabajador recibió la orden para la realización de una
tarea de altura y de alto riesgo que no estaba incluida en el panorama de factores
de riesgos de la empresa, de modo que el empleador lo expuso a una labor cuyo
riesgo no había identificado, pese al peligro que representaba para la humanidad
de la persona trabajadora.
El Tribunal infirió equivocadamente del citado informe que el trabajador había sido
capacitado en la prevención del accidente en el perdió la vida, de modo que era
evidente que incumplió incluso con su obligación genérica de instruir al trabajador
acerca de la forma segura en que debía realizar el cambio de tejas, esto es, que
podía hacerse desde abajo y sin necesidad de subir a ellas; y mucho menos
podría haber ejercido las obligaciones especificas vinculadas a los controles que
debía ejecutar respecto al trabajo seguro en alturas.
MEDIDAS A ADOPTAR
SENTENCIA DE INSTANCIA
La corte resolverá las apelaciones que presentaron las dos partes de la siguiente
manera:
1. De la culpa de Discristales S.A. en el accidente de trabajo que le
ocasionó la muerte a Edwin Javier Reyes Sosa
Toda persona diferente al trabajador que tenga una relación jurídica y acredite
haber sufrido un daño material o moral con ocasión a la muerte y sea
suficientemente comprobado, puede solicitar el reconocimiento a la indemnización.
Existe duda que el fallecimiento de Edwin Javier Reyes Sosa generó aflicción e
impacto emocional en su madre, hermanas y hermano menor. Esto se corrobora
también frente a su padrastro, pues de la prueba testimonial allegada al proceso
se indicó que tenían una relación de «respeto como a un padre como a una familia
normal», que tenían un buen trato; que se entendían en sus relaciones y que
incluso compartían gastos de la casa.
Así́, teniendo en cuenta que el causante era una persona de 24 años, contribuía al
sostenimiento de su madre y los lazos familiares con esta, su padrastro y sus
hermanos eran de cercanía y acompañamiento moral y anímico constante, la Sala
considera que los perjuicios morales valorados por la a quo no se ajustan a un
criterio de razonabilidad y de justicia.
DECISÓN