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C10-Movimientos C

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CURSO DE ASTRONOMÍA Eric Escalera

capitulo 10

Movimientos, leyes universales


La Naturaleza y sus Leyes yacían ocultas en la Noche, Y dijo Dios: “Hagamos Newton”, y se hizo
la Luz…
Epitafio propuesto por Alexander Pope a la muerte de Newton, rechazado por la Iglesia

En el Universo todo se mueve constantemente, desde las frenéticas


moléculas del aire hasta las majestuosas corrientes de galaxias en los
cúmulos gigantes.
Lo mas extraño es que tan solo unas pocas leyes de física describen todos
esos movimientos, por muy diversos y variados que sean.
Ciertamente el haber descubierto esas leyes fue uno de los mas destacados
logros de la civilización humana.
La revolución Copernicana ha sido la que dio el impulso necesario para el
descubrimiento de las leyes de los movimientos, notablemente las
observaciones y experimentos de Galileo, pero quien lo puso todo en orden
fue Sir Isaac Newton, una de las mentes mas brillantes de todos los tiempos.
En este capítulo vamos a detallar las leyes de Newton, y ver por qué son tan importantes para la
astronomía.

No son tan difíciles de entender: con un poco de atención se logran captar los conceptos
fundamentales, lo que permite luego comprender todo los aspectos del Universo, y también los
fenómenos de la vida corriente...

10.1 experiencias cuotidianas


En esta sección vamos a aclarar los significados de tantas palabras que son de uso corriente pero
cuyas definiciones precisas ya se van olvidando o incluso difieren de lo que uno piensa.

Velocidad y aceleración
La velocidad es la distancia recorrida en determinado periodo de tiempo, expresándose por
ejemplo en kilómetros por hora (km/h).

Cualquier cambio que ocurra en la velocidad se llama aceleración. La experiencia más conocida
de aceleración es el aumento de velocidad, pero también es aceleración el simple cambio de
dirección, sin modificar la distancia recorrida1. En la vida cuotidiana es muy fácil experimentar lo

1
El idioma ingles tiene dos palabras para expresar la velocidad, sin que exista la contraparte en español: speed es la
velocidad tradicional, mientras que velocity es la velocidad en una dirección determinada. Así los pueblos anglófonos
tienen mas claro el concepto de que el simple cambio de dirección equivale a una aceleración.

1
que es la aceleración: siempre que la velocidad sea constante, no notamos ninguna sensación.
Eso pasa con un vehículo que corra a velocidad constante, o en un avión de línea. Pero en
cuantos el vehículo emprenda una curva, o el avión suba o baje, ya experimentamos una
sensación. Eso prueba que el cambio de dirección es equivalente a una aceleración.

Asimismo el término aceleración corresponde a cualquier cambio de velocidad, incluso negativo –


es decir disminución de la velocidad, aunque en ese caso se suele usar mas bien la palabra
deceleración.

Las aceleraciones se expresan en distancias por unidades de tiempo al cuadrado, por ejemplo
m/s2 (metros por segundo cuadrado)

La gravedad
Existen muchas formas de aceleración según el proceso que las genere. Una de las formas mas
importantes es la provocada por la fuerza de gravedad, y se llama sencillamente la aceleración
de la gravedad.

La características mas destacadas de la aceleración de la gravedad es que es constante para todos


los objetos, sin importar la masa : esto muchas veces contradice el sentido común, pues tenemos
la sensación de que los objetos mas pesados caen mas aprisa, pero eso es falso. Si efectivamente
una pluma cae mas despacio que una piedra, es debido a la fricción con el aire, que consigue
frenar la pluma pero no la piedra. Si se hace el experimento en la Luna (y de hecho lo hicieron 2)
en donde no hay atmósfera, la pluma y la piedra llegan al suelo exactamente al mismo momento.
Es famosa la imagen de Galileo ubicado en lo alto de la Torre inclinada de Pisa, soltando objetos
de masas diversas, lo que le permitió descubrir la constancia de la aceleración de la gravedad (en
realidad Galileo realizaba esos experimentos en su taller, con estructuras de su propia fabricación,
pero el cuento popular siempre persistirá...)

En la Tierra y al nivel del mar la aceleración de la gravedad vale 9,81 m/s 2, lo que significa que un
objeto en caída libre vería su velocidad aumentar de 9,81 m/s a cada segundo: así por ejemplo al
cabo de 1 minuto su velocidad alcanzaría teóricamente 9,81 x 60 = 588,6 m/s. Sin embargo en la
atmosfera terrestre no se llega nunca ese valor tan elevado en razón de la fricción con el aire.

Fuerzas y momentos
En física el término momento (símbolo ) se refiere a un concepto fundamental pero poco
conocido en la vida corriente: es una combinación de masa y velocidad, y de hecho la relación que
lo expresa es sencillamente el producto de la masa por la velocidad:

=m x v
El momento, como las energías, se puede transmitir de un objeto a otro. En una colisión por
ejemplo, el objeto impactante transmite cierta cantidad de momento al objeto impactado.

Cualquier cambio que se produzca en el momento es lo que llamamos fuerza. De hecho el


término fuerza se usa para todo lo que sea capaz de modificar el momento de un objeto.

2
En Julio de 1971, cuando el astronauta David R. Scott, comandante de la misión Apolo 15, se encontraba sobre la
superficie lunar, ejecutó ese experimento sencillo pero de gran transcendencia histórica: dejó caer un martillo y una
pluma simultáneamente desde una misma altura. Como resultado ya esperado, ambos objetos alcanzaron el suelo al
mismo tiempo, tal como puede apreciarse en la famosa grabación para la televisión. “Galileo tenía razón” concluyó
Scott con satisfacción. En realidad, el propósito del experimento no era demostrar una ley de la gravedad ya totalmente
admitida, sino simplemente homenajear al físico visionario que había asentado las bases para que fuera posible la
explosión tecnológica que conocimos, permitiendo, por ejemplo, construir cohetes como los de las misiones Apolo…
2
Ya que habitualmente los objetos no cambian de masa, un cambio en el momento implica un
cambio en la velocidad, es decir una aceleración. Eso significa que toda aceleración es el resultado
de una fuerza, o genera una fuerza (no importa como se mire), y eso explica la mencionada
“sensación” que percibimos cuando vamos en un vehículo que acelera. Por eso toda fuerza F se
expresa como el producto de la masa por la aceleración (símbolo ) a la cual es sometida:

F = m x 

Masa y peso
La masa es una palabra corriente, pero suele haber cierta confusión con su definición. La masa
designa la cantidad de materia que posee un objeto, y el concepto es muy diferente del peso.
Precisamente el peso es una fuerza, y caracteriza una masa sometida a una o varias
aceleraciones. En la superficie terrestre por ejemplo, el peso de un cuerpo sometido a la sola
gravedad se expresa sencillamente por el producto de su masa por la aceleración de la gravedad
(símbolo g) :
P = m x g

La distinción entre peso y masa es importante porque, si bien la masa es constante, el peso
depende de lo que ocurra. En la Luna conservamos nuestra masa pero pesamos menos que en la
Tierra, porque ahí la gravedad es menor. En un ascensor que suba pesamos mas de lo normal,
porque nuestro cuerpo (nuestra masa) está sometida a una aceleración artificial que se añade a la
gravedad. La sensación que percibimos entonces es simplemente una reacción fisiológica hacia lo
que nuestro cuerpo interpreta como una variación de peso. Las aceleraciones a las cuales estamos
sometidos suelen conocerse popularmente como fuerzas G : por ejemplo, un astronauta sometido
a una fuerza de 3G significa que sufre una aceleración de 3 veces la de la gravedad, por lo cual su
peso equivalente se triplica.

Es curioso notar que la confusión entre masa y peso es tal que expresamos el peso en kilogramos,
lo cual es incorrecto: los kilogramos son una unidad de masa, mientras que el peso es una fuerza
y tendría que expresarse en unidades de fuerzas. Es muy tarde sin embargo para cambiar las
costumbres, y mientras seguimos hablando de kilogramos es importante por lo menos recordar las
definiciones...

Ingravidez, orbita, y escape...


En determinadas circunstancias un objeto es sometido a una o varias aceleraciones que se oponen
a la gravedad terrestre. Puede ocurrir entonces que la aceleración combinada (gravedad + otras)
se anule, y en ese caso el objeto ya no tiene peso –se habla entonces de ingravidez. Es el caso
por ejemplo de un objeto que se lanzó al aire: la fuerza del lanzamiento genera una aceleración
que se opone a la aceleración de la gravedad. Además, en el preciso instante en que el objeto se
detiene antes de recaer, no tiene peso…

De hecho, la principal circunstancia de ingravidez es la caída libre. Vimos que el peso es una
fuerza, lo que se puede interpretar también como la facultad de retención de un objeto sometido
a la gravedad. En el caso de caída libre, al no haber ningún contacto con nada ya no hay
retención, por lo que no hay peso. Eso es el caso por ejemplo de los objetos en orbita alrededor
de la Tierra. Cuanto más fuerte se lance un objeto, más lejos llega antes de retumbar. Las naves
espaciales “se lanzaron tan fuerte” que están en un estado de prolongada caída libre, y eso
explica la sensación de mareo que muchas veces sufre el astronauta, sobre todo en sus primeras
experiencias.

La caída libre de una nave espacial –es decir su puesta en orbita –se obtiene dándole un impulso
inicial perfectamente calculado. Superando ese impulso, no solo se anula el peso sino que se
3
comunica al objeto una aceleración vertical que la gravedad no podrá compensar: el objeto
consigue entonces escapar a la gravedad. Para ello se necesita imprimir al objeto una velocidad
suficiente, llamada velocidad de escape. En el caso de la Tierra 3, la velocidad de escape es de
unos 40.000 km/h. Sin embargo, al contrario de la creencia popular, no es necesario alcanzar la
velocidad de escape para despegar de un planeta: con velocidades inferiores se pueden alcanzar
orbitas, de las cuales luego es mas fácil escapar… La velocidad de escape es la que permite una
salida directa, sin tener que pasar por las orbitas.

10.2 Las leyes de los movimientos de Newton


Según podemos observar en la vida corriente las cosas se mueven de manera muy complicada –
basta fijarse en la caída de una hoja, o de una piedra por un barranco, para parecernos que las
fórmulas que describen tan complejas trayectorias son dificilísimas. Pero no es así: las leyes de los
movimientos son extraordinariamente simples, y Galileo fue el primero que intuyó que unas pocas
reglas sencillas debían explicarlo todo. Curiosamente, aunque los trabajos de Galileo sobre los
movimientos fueron cruciales para la ciencia, estos no se recuerden tanto como sus logros en
astronomía. Galileo pasó años lanzando bolas por planos inclinados, estudiando metódicamente
las relaciones entre masas, trayectorias, y fuerzas. Ya vimos que descubrió que la velocidad de
caída libre de los objetos no depende de sus masas, lo que le preocupó bastante. Incluso intuyó
que existe una equivalencia entre fuerzas y aceleraciones: realmente estuvo a punto de descubrir
las leyes universales de los movimientos, de no ser por sus debates sobre cosmología que no le
dejaron tiempo para completar el esquema. Eso le correspondió a Isaac Newton (1642–1727), y
hay cierta ironía en el hecho de que naciera unos meses después de la muerte de Galileo 4…

La Tierra y el cielo unidos


La leyenda cuenta que en el año 1666 Newton estaba sentado bajo un manzanal del colegio
Trinity en Cambridge, reflexionando sobre la incoherencia entre las enseñanzas de Copérnico y de
Aristóteles. Este último sostuvo que las leyes que rigen la Tierra son distintas de las que rigen el
Cosmos, lo cual no encaja con el modelo Copernicano que le quitó a la Tierra su posición central.
Entonces cayó una manzana, y eso le dio a Newton la visión de que la fuerza que llevó la
manzana al suelo es la misma que la que mantiene la Luna en su órbita: se le ocurrió que no hay
distinción entre la Tierra y el Cosmos, siendo todo un solo Universo. Ese concepto le permitió
enfocar los problemas de un modo totalmente inédito. Se puede decir que ahí empezó la
astrofísica contemporánea, pues en aquellos tiempos la universalidad de las leyes de la física no
era conocida.

La anécdota de la manzana probablemente no sea verídica (Newton solía contarla en su vejez,


siendo ya rico y famoso, probablemente para favorecer la leyenda…), pues sabemos que el
proceso intelectual fue largo y laborioso, y con él Newton empezó a revolucionar las matemáticas
y las ciencias. Descubrió las leyes de los movimientos, y la ley universal de la gravedad. Investigó
la naturaleza de la luz, e inventó un tipo de telescopio que hoy día aun lleva su nombre. Inventó
las matemáticas de los cálculos... Se necesitaría un libro entero para exponer todos los trabajos
de Newton, y otro para describir sus profundas influencias en la civilización humana, pero se

3
Tal como ocurre con la velocidad de caída libre, la velocidad de escape no depende de la masa del objeto que desee
“escapar”, sino tan solo de la masa y tamaño del planeta. Sin embargo, cuanto mas masivo sea el objeto, mas energía
habrá que imprimirle para que alcance dicha velocidad.
4
Se suele mencionar que Newton nació el mismo año de la muerte de Galileo, en 1642. Sin embargo eso no es
rigurosamente cierto: las fechas para Galileo se computan en el calendario gregoriano, mientras que las de Newton lo
hacen respecto al juliano, entonces aun en uso en Inglaterra. De computarse en el calendario gregoriano, Newton habría
nacido el 4 de enero de 1643 en vez de diciembre de 1642, rompiendo, por muy poco, el hechizo de la concomitancia
de fechas…

4
puede resumir afirmando que Newton fue capaz de crear una física nueva, incluso podríamos
decir una física completa, terminada. Todos los avances ulteriores vinieron de ahí, tal como la
revolución industrial del siglo 19, o la teoría de la relatividad de Einstein. En uno de sus escasos
momentos de humildez, el propio Newton declaró: “ Si pude ver más allá de cualquier otro
hombre, es porque me subí a espaldas de un gigante”. Luego se supo que se refería a …Galileo.

Para lo que interesa a la astronomía, discutiremos aquí de tan solo dos aspectos de las obras de
Newton: las mencionadas leyes de los movimientos, y la ley universal de la gravedad.

Primera ley de Newton


Las leyes de los movimientos de Newton son tres, y se les enumera según aparecen en su famoso
libro “Philosophae Naturalis Principia Matematica ” (principios matemáticos de la filosofía de la
naturaleza) publicado en 1687.

La primera ley corresponde a la intuición que ya tuvo Galileo, y que incluso logró demostrar con
sus famosos experimentos:

“ Mientras no sea sometido a alguna fuerza, un objeto mantiene su velocidad


constante”

Hasta aquí se creía lo contrario, es decir que había que constantemente imprimir una fuerza a un
objeto para que se mantenga en movimiento. Eso permite que las naves espaciales sigan
avanzando sin ninguna clase de propulsión, haciendo que se necesite combustible tan solo para
las maniobras de despegue y aterrizaje, o cambio de rumbo, no para el viaje en sí. En realidad,
movimiento uniforme o reposo no son estados absolutos, sino simples perspectivas, puntos de
vista entre observadores pertenecientes a un mismo marco de referencia. Una persona sentada en
el sillón de un tren en marcha se considera en reposo, pero está avanzando a la velocidad del
tren. Un tren detenido en la estación se considera en reposo, pero viaja por el Cosmos a la
velocidad de la Tierra, etc… Dentro de un marco de referencia determinado, se observan estados
de movimientos o estados de reposo, y el hecho de que el marco de referencia esté él mismo en
movimiento respecto a otro marco de referencia mas amplio no afecta para nada dichas
observaciones. Así se explica por qué no tenemos ninguna sensación en un avión, a pesar de sus
casi 1.000 km/h, pareciendo que estuviera inmóvil, y por qué podamos caminar normalmente por
los pasillos del avión sin que los casi 1.000 km/h compliquen para nada nuestros pasos (Galileo
usaba ejemplos de su tiempo, como el de moscas volando en la cabina de un barco…)

Segunda ley de Newton


Lógicamente la segunda ley nos dice lo que sucede cuando justamente aparece una fuerza en un
objeto:

“ Cualquier variación del momento es equivalente a una fuerza, y vise-versa ”

Lo cual se expresa también con la relación que ya mencionamos: toda fuerza es el producto de
una masa por una aceleración. Esto explica por qué lanzamos más lejos una pelotita que una
piedra pesada: puesto que la fuerza desarrollada por nuestro brazo es constante, si la masa del
objeto es menor la aceleración que le imprimimos será mayor.

Esto explica también lo que sucede con las trayectorias curvas: para desviar un objeto de su
trayectoria recta, es como si se aplicara constantemente una fuerza, lo que equivale a una
aceleración. Es por eso que en física un simple cambio de dirección es siempre equivalente a una
aceleración. Eso vale tanto para los vehículos en las carreteras como para los planetas. En el caso
de los vehículos, la fuerza constante que imprime la curva es la fricción de los neumáticos contra

5
la carretera: cuanto mas cerrada sea la curva, o cuanto más aprisa vaya el auto, más “fuerza” se
necesita para mantenerlo en la trayectoria curva. En el caso de los planetas, la fuerza constante
es simplemente la gravedad, y en la siguiente sección veremos cómo eso explica todos los
aspectos de las trayectorias de los planetas.

Tercera ley de Newton


Si lo pensamos detenidamente, un simple objeto posado en el suelo esta contradiciendo la
segunda ley de Newton: ya que el objeto está sometido a una aceleración –la aceleración de la
gravedad –tendría que moverse! La tercera ley de Newton resuelve el caso:

“A toda fuerza corresponde una fuerza de reacción, igual y opuesta”

El objeto posado en el suelo ejerce una fuerza de reacción equivalente pero opuesta a la fuerza de
gravedad: ya que el suelo no se mueve (en razón de numerosas fuerzas, por ejemplo las que
mantienen unidos a los átomos), esa fuerza de reacción se transmite enteramente al objeto,
resultándole así el balance nulo, por lo que no se mueve.

Esto explica también el principio de los lanzamientos hacia el espacio: los cohetes desarrollan una
fuerza hacia abajo (generada por la energía química de sus motores) que provoca una reacción
equivalente hacia arriba: como en este caso nada retiene el cohete, este sale disparado hacia el
espacio.

Consecuencia: conservación del momento


En realidad las tres leyes de Newton vienen reflejando un único y profundo principio: la
conservación del momento (el cual vimos es el producto de la masa por la velocidad). La primera
ley dice que si el objeto no es perturbado conserva su momento. La segunda dice que cualquier
fuerza altera el momento, pero la tercera dice que sistemáticamente aparece una reacción
opuesta, por lo cual se restablece el momento. En definitiva, pase lo que pase, el momento queda
constante...

El fenómeno a veces es sutil. Por ejemplo, cuando uno da un salto, aparentemente gana
momento, ya que adquiere una velocidad que no tenía. Pero el impulso que se necesita para
efectuar el salto transmite a la Tierra un momento equivalente y opuesto, por lo que el momento
del sistema total (Tierra + individuo) queda constante. Es curioso anotar que ese momento que se
transmite a la Tierra, en teoría genera cierta velocidad pero debido a su masa (comparada con la
del individuo) la velocidad que la Tierra adquiere es estrictamente insignificante...

Conservación del momento angular


En astronomía se usa más bien una variante particular del momento, llamada momento
angular. Este corresponde a objetos desplazándose por un circulo, y se expresa con la relación :

=m x v x r

Al producto de la masa por la velocidad se incluye el radio del círculo. En física, la fuerza se define
como lo que altera un momento. De la misma manera, lo que altera un momento angular se llama
torque. El torque es una cantidad que contempla a la vez una fuerza y el radio r de la trayectoria.
Aunque la palabra sea poco conocida, en la vida corriente y sin ser concientes de ello a menudo
tenemos experiencia de lo que es el torque. Por ejemplo al empujar una puerta: si lo hacemos por
la puñada se abre fácilmente. Si empujamos en mitad de la puerta, es decir mas cerca del eje de
rotación, se abre pero ejerciendo mucho empuje: el torque disminuye como el radio r ... Y si
somos lo bastante despistados como para empujar por el lado de las bisagras, es decir muy cerca
6
del eje de rotación la puerta no se abre pues el torque que ejercemos es casi nulo ( r tiende a
anularse).

Ahora podemos expresar la ley de conservación del momento angular:

“ El momento angular total de un sistema queda constante mientras no se le


aplique ningún torque”
Esta regla es fundamental para la astronomía, ya que prácticamente todo está en movimientos
circulares: los astros giran sobre si mismos, orbitan otros astros, la galaxia está en rotación, etc...
Y todos esos movimientos se desarrollan simplemente por obedecer a esa regla de conservación
del momento angular. Así por ejemplo, mientras nada venga a alterar el torque, la Tierra seguirá
rotando y orbitando eternamente...

10.3 la ley Universal de la gravedad


Las leyes de los movimientos que acabamos de comentar describen todo tipo de movimientos,
cualquiera que sea la fuerza que los genera. Newton decidió ir mas lejos e investigar la naturaleza
misma de una de las fuerzas, de hecho la mas importante para la astronomía, la fuerza de
gravedad. Y consiguió describir cómo funciona. Esa es la ley Universal de la gravedad.

Newton descubrió que la gravedad presenta 3 características:

- la materia se atrae sistemáticamente, generándose la fuerza de gravedad;

- la fuerza de gravedad entre dos objetos depende del producto de sus dos masas. Por
ejemplo, si duplicamos una sola de las masas, se duplica la fuerza de gravedad;

- la fuerza de gravedad disminuye según el cuadrado de la distancia que separa los centros
de los objetos;

Todo ello se expresa con una única relación :

G× M × m
F= 2
d
M y m son las dos masas, d es la distancia entre los respectivos centros, y G es una simple
constante numérica, llamada constante de la gravitación, o constante de Newton (aunque él
nunca llegara a determinar su valor). Hoy sabemos precisamente que vale 6,67 x 10 -11 si se usan
las unidades internacionales (metros, kilogramos, y segundos)

Las Leyes de Kepler explicadas !


En los tiempos de Newton ya se sabía que las leyes de Kepler funcionaban, pero no se sabía cómo
ni por qué. Newton lo explicó todo.

Las dos primeras leyes de Kepler dicen que las orbitas de los planetas son elipses, y que estos se
desplazan mas rápido en las zonas en donde están mas cerca del Sol. Esto se interpreta como la
conservación del momento angular: ya que en el momento angular interviene el producto de la
velocidad por el radio de la trayectoria, cuando uno disminuye el otro tiene que aumentar. Y las
elipses son orbitas que respetan muy precisamente esa relación entre la distancia al Sol y la
velocidad orbital.

La tercera ley de Kepler dice que los planetas mas lejanos se desplazan mas despacio: eso
corresponde tanto a la ley universal de la gravedad como a la ley de los movimientos. Por un lado
7
Newton nos dice que la fuerza de gravedad disminuye con la distancia, y por otro lado que las
fuerzas son equivalentes a aceleraciones, por lo que con los planetas alejados la aceleración –y a
consecuencia la velocidad –disminuye.

Las leyes de Newton marcaron el triunfo definitivo de la revolución Copernicana. Hasta aquí
siempre se podía alegar que las leyes de Kepler eran “un modelo mas” que de momento
funcionaba pero que ulteriormente podría refutarse, pero al aportar explicaciones científicas
Newton disipó todas las dudas que aun quedaban sobre la validez de un sistema planetario
centrado en el Sol.

Las leyes de Kepler extendidas !


Según su costumbre, Newton no se detuvo al explicar las leyes de Kepler, sino que investigó mas
y descubrió que podían aplicarse a mucho mas que las orbitas de los planetas, y eso realmente
fue lo que desencadenó la nueva disciplina llamada astrofísica;

1. Newton descubrió que las dos primeras leyes de Kepler se aplican a cualquier objeto en
orbita, como por ejemplo los satélites de los planetas. Una consecuencia importante es
que dos masas atrayéndose mutuamente se ponen en orbita alrededor de un centro de
gravedad común, llamado centro de masa: esto regula las orbitas de todas las estrellas
dobles!

2. Newton descubrió que las elipses de Kepler no son las únicas trayectorias posibles: son las
únicas en caso de orbitas cerradas, pero calculó que un objeto que se acerque a otro
puede tomar orbitas abiertas, como parábolas e hipérbolas, que es precisamente el caso
de la mayoría de los cometas; Todas esas trayectorias –elipses y círculos incluidos –se
llaman cónicas porque todas se definen como la intersección de un cono con un plano, y
Newton estableció que todas corresponden a posibles trayectorias de objetos
desplazándose en un campo gravitacional;

3. Newton descubrió que la tercera ley de Kepler –la que relaciona el periodo de un planeta
con su distancia –permite en realidad calcular la masa del objeto central ! Esto se llama la
“versión newtoniana de la tercera ley de Kepler”, y tuvo importantes consecuencias en
astrofísica, como por ejemplo deducir la masa del Sol con la órbita terrestre, o la masa de
Júpiter con solo observar los satélites: lo único que se necesita es determinar el periodo y
la distancia del objeto en órbita...

En total, los descubrimientos de Newton tuvieron incontables repercusiones en nuestro


entendimiento de cantidad de fenómenos relacionados con la gravedad. Por ejemplo al fin se
entendió el origen de la precesión de los equinoccios, un tema conocido y sin resolver desde los
sabios griegos… Otra de las predicciones de las enseñanzas de Newton es que la Tierra es
achatada en los polos, consecuencia de su precisa descripción del mecanismo de las fuerzas
centrifugas. En aquellos tiempos se pensaba que nuestro planeta debiera ser una esfera perfecta,
con lo que ahí había una forma práctica y tajante de demostrar la validez de las nuevas teorías. A
principios del siglo 18, la Academia de Ciencia de Paris decidió llevar a cabo tan intrépida
empresa, organizando dos expediciones simultaneas para medir el arco del meridiano, una a
Laponia, la otra a Perú. Las mediciones fueron toda una aventura, pero dejaron bien establecido
el achatamiento en los polos, lo que supuso el triunfo definitivo del sistema newtoniano.

Se admite incluso que los trabajos de Newton fueron el impulso de movimiento intelectual que
concluiría con la revolución industrial del siglo 19. Aquí sin embargo nos limitaremos a estudiar
tres conceptos muy importantes para la astronomía: las mareas, la energía orbital, y la
aceleración de la gravedad.

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10.4 Las fuerzas de marea
Todos conocemos las mareas de los océanos, y es bien sabido que estas ocurren dos veces al día.
Pero se sabe menos el mecanismo preciso que origina las mareas, y sobre todo por qué son
precisamente dos al día. Con Newton queda todo claro, e incluso se descubrió que las fuerzas de
marea no solo afectan a las aguas, sino que producen otros efectos, como la fricción gravitacional
o las rotaciones sincronizadas...

Mareas acuáticas
Las mareas tradicionales, es decir la de todos los océanos terrestres, son un efecto de la atracción
mutua entre la Tierra y la Luna. La fuerza de gravedad depende de la distancia, por lo que el
punto de la Tierra encarado con la Luna es atraído con mas fuerza que el resto del planeta: esta
parte tiende a estirarse hacia la Luna, y lógicamente son las aguas, por ser fluidos, son lo único
que se desplaza (el efecto ocurre igualmente en las rocas, pero estas no se inmutan...); De la
misma manera la zona de la Tierra opuesta a la Luna es atraída con menos fuerza que el resto del
planeta: esa zona tiende a alejarse de la Luna (en realidad es el resto del planeta que se acerca
mas a la Luna), y nuevamente son las aguas las únicas que reaccionan. Así se producen dos
“bultos” o masas de aguas en la Tierra, uno en dirección de la Luna, el otro en dirección opuesta.
Eso explica las dos mareas diarias, que teóricamente tendrían que presentarse con 12 horas de
intervalo exactamente: en realidad la segunda marea se demora 12 horas y 25 minutos,
simplemente porque en ese lapso de las 12 horas la Luna avanza por su orbita, haciendo que se
necesite mas tiempo para realizar el segundo alineamiento.

Tampoco se producen las mareas en la dirección exacta a la Luna, por efectos de inercia creados
por la propia rotación de la Tierra. Así los “bultos” siempre apuntan a unos grados de la Luna, y
eso explica por qué en los momentos de pleamar no se ve la Luna en pleno cielo, y no siempre
cerca del horizonte.

Luego las circunstancias precisas de las mareas dependen de múltiples factores locales –latitud,
clima, topografía local, etc..., haciendo por ejemplo que en ciertas zonas sean mas altas o al
contrario mas atenuadas. En un lugar del Golfo de México incluso se produce una sola marea
diaria. También ocurren localmente efectos extraños, como el Mont Saint-Michel en Francia, que
en bajamar se conecta con el continente por una extensa playa, pero se transforma en una isla a
pleamar: muchos peregrinos ignorantes de los horarios de las mareas se quedan atrapados, e
incluso hubo víctimas...

A menudo nos olvidamos que el Sol también ejerce fuerzas de marea sobre el planeta Tierra, pero
son mucho menos intensas que las de la Luna, aun cuando la fuerza de gravedad que el Sol
ejerce sobre la Tierra es mayor que la de la Luna... Aquí hay una sutileza que es importante
recordar : vimos que las mareas no dependen de la fuerza de gravedad tal, sino de la diferencia
de percepción de esa fuerza entre puntos opuestos del planeta. En el caso del Sol esa diferencia
es menor que en el caso de la Luna. En total, la influencia del Sol poco se percibe en las mareas,
excepto cuando se suman directamente a las de la Luna, y lógicamente eso ocurre a cada fase de
Luna Llena y Luna Nueva. En esas dos fechas el nivel de los mares sube más que de costumbre,
correspondiendo a las llamadas “grandes mareas”.

Por ultimo mencionemos un mito muy popular según el cual la Luna ejerce algún tipo de
influencia sobre el cuerpo humano, por ser este en gran parte constituido de agua. Esto es
absolutamente falso, por el mismo motivo que acabamos de exponer: la fuerza de gravedad
genera efectos de marea solamente cuando distintos puntos de un cuerpo están a distancias
significativamente distintas del centro de masa (en este caso la Luna). Pero nuestro cuerpo es
muy pequeño comparado con la distancia Tierra-Luna, por lo que todas sus partes están
igualmente distantes de la Luna (la diferencia se mide en centímetros lo cual en este caso es
9
estrictamente insignificante). De hecho, es fácil comprobar que los efectos de marea solo se
producen en gigantescas extensiones de agua : recordemos simplemente que los lagos no tienen
mareas…

Fricción gravitacional
Ese efecto de inercia que mencionamos, haciendo que las zonas de marea no estén exactamente
alineadas con la Luna, es importante en realidad: ya que las masas de agua luchan
constantemente por quedarse alineadas con la Luna a pesar de la rotación terrestre, se produce
un roce permanente entre la Tierra y sus aguas, que se traduce por fuerzas de fricción. Esto tiene
dos extrañas consecuencias: primero la rotación terrestre tiende a frenar, es decir que aumenta la
duración del día5; Luego por las famosas reglas de conservación de los momentos, la Luna se
aleja de la Tierra. Esos parecen efectos importantes, aunque a escala de la vida humana ninguno
de los dos es apreciable. El aumento de los días por ejemplo es de 1 segundo por 50.000 años, es
decir mucho menos que otras variaciones que intervienen por efectos diversos (como variaciones
en las reparticiones de masas en el planeta...) y la Luna se aleja de apenas 4 cm por año. Pero a
escala cósmica eso influyó mucho: así se calcula que la Tierra empezó con días de apenas 6
horas, y con una Luna a un décimo de su distancia actual !

En todo caso eso nos da una perfecta demostración de la regla de conservación del momento
angular: la cantidad de momento que pierde la Tierra por disminuir su rotación es precisamente
igual a la que gana la Luna por alejarse...

Rotación sincronizada
Ese es otro aspecto de las fuerzas de marea. Así como la Luna provoca mareas en la Tierra, a su
vez la Tierra ejerce fuerzas de marea en la Luna. Y como en este caso las proporciones de masas
son en nuestro favor, la Luna sufre mareas mucho mas intensas que las nuestras, haciendo que
se deforme hasta su estructura sólida: concretamente la Luna se alargó en la dirección de la
Tierra. Estos “bultos” sólidos generaron intensa fricción gravitacional, haciendo que la rotación de
la Luna, inicialmente bastante rápida, disminuyera hasta igualarse exactamente con su revolución.
Entonces los “bultos” se quedaron definitivamente alineados con la Tierra, y ya no hay mas
fricción: es el estado de rotación sincronizada, lo que visualmente se traduce por el hecho que la
Luna nos presente siempre la misma cara –precisamente la del bulto...

Pero las cosas no se paran ahí: por ser mas pequeña, la Luna ya alcanzó la sincronización, pero el
proceso de fricción gravitacional sigue activo y tiende a completar la sincronización entre los dos
astros, haciendo que la Tierra también haya de presentar la misma cara a la Luna: entonces esta
ya no se movería en nuestro cielo, quedándose fija para la eternidad. Sin embargo este
espectáculo probablemente no llegará a completarse: en efecto se calcula que el proceso requiere
varios miles de millones de años, es decir mas que lo que le queda de vida al Sol, por lo cual el
sistema Tierra-Luna se desestabilizará mucho antes de alcanzar la sincronización total…

10.4 Energía orbital

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Desde 1972 se van añadiendo con regularidad unos segundos adicionales al calendario, aproximadamente 1 cada 3
años, para mantener ajustados los relojes con la rotación terrestre. Por supuesto esas correcciones, que pasan
desapercibidas, no afectan nuestras vidas cotidianas.

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El segundo concepto fundamental para la astronomía en relación a la gravedad es el tema de la
puesta en órbita de los satélites artificiales.

Cuando un objeto orbita a otro, por ejemplo un satélite alrededor de la Tierra, ocurren estos
fenómenos: la energía potencial gravitacional del satélite es mayor cuando se aleja de la Tierra, y
menor cuando se acerca; Al mismo tiempo, su energía cinética es mayor cuando está cerca de la
Tierra –ya que va mas aprisa –y menor cuando está mas lejos. Juntando estos dos hechos, se
deduce que la energía total del satélite es constante: cuando una disminuye la otra aumenta por
la misma cantidad. Esa energía total de cualquier objeto en órbita se llama energía orbital.

Toda la vida del satélite se resume entonces a maniobras –voluntarias o no –para respetar la regla
de conservación de la energía orbital. Por ejemplo la fricción con la atmósfera terrestre le hace
ganar energía (pierde un poco de energía cinética pero gana mucha energía térmica) : para
compensar, el satélite baja, perdiendo energía potencial gravitacional. Es necesario entonces
restablecer su órbita encendiendo los motores: la energía química del motor se convierte en
energía potencial gravitacional, haciendo que el satélite vuelva a subir.

La regla de conservación de la energía orbital también rige los “encuentros” entre astros: cuando
un astro se acerca a otro, por ejemplo un cometa a un planeta, se produce un intercambio de
energía orbital entre uno y otro, de tal manera que la suma total quede constante, y eso decide
de los cambios que se producirán en la órbita del cometa. Así se explican dos procesos clásicos en
astronomía: la captura y el escape. La captura es cuando un objeto se acerca a un astro grande
con una trayectoria abierta (hipérbola) y se traslada a una órbita cerrada (elipse) entorno al astro
grande –es el caso de los asteroides que fueron capturados por algunos planetas. El escape es
todo lo contrario, cuando un objeto en órbita cerrada entorno a un astro grande se traslada a una
órbita abierta, permitiéndole escapar de la atracción gravitacional del astro grande –este es el
caso de las sondas espaciales que primero ponemos en órbita terrestre, para luego con impulsos
bien calculados mandarlas al espacio interplanetario.

De ahí surgió un término muy usual en navegación interplanetaria: la “velocidad de escape”. Ya


vimos que es simplemente la velocidad mínima que debe adquirir un vehículo para trasladarse a
una órbita abierta y así escapar de la Tierra. Se puede conseguir directamente, es decir
despegando del suelo, o a partir de una órbita cerrada. En el caso de la Tierra ya dijimos que la
velocidad de escape al nivel del suelo es de unos 40.000 km/h. Pero si se sale de una órbita, el
impulso necesario es mucho menor. En total, resulta menos costoso poner primero el objeto en
órbita baja (para ello suelen bastar unos 25.000 km/h), y luego darle el impulso de escape: las
dos maniobras cumuladas necesitan menos energía que un escape directo.

10.5 La aceleración de la gravedad


Las fuerzas de marea y la energía orbital son dos importantes consecuencias de la ley universal de
la gravedad de Newton. Aunque existan muchas mas, cerraremos este capítulo con una tercera
consecuencia igualmente importante ya que explica el descubrimiento de Galileo: la velocidad de
los objetos cayendo no depende de sus masas.

Esto se deduce tan solo con observar las dos relaciones de Newton: por un lado vimos que las
fuerzas que se aplican a un objeto en movimiento son el producto de la masa m del objeto por su
aceleración  , lo cual se expresa con la relación:

F = m x 

Eso indica que la aceleración se expresa como:

 = F/m

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ya que la aceleración de la gravedad siempre se anota g en vez de , escribiremos:

g = F/m

Por otro lado vimos que la fuerza de gravedad entre dos masas depende de las dos masas y de la
distancia que las separa, según la relación:

G× M × m
F= 2
d
En este caso, m es la masa del objeto, M la masa de la Tierra, y d la distancia entre el objeto y
el centro de la Tierra. Ya podemos entonces expresar la aceleración de la gravedad g :

F G× M × m 1 G× M
g= = × =
m d2 m d2
es decir finalmente:
G×M
g=
d2

En esta expresión intervienen la masa M de la Tierra y la distancia d a su centro, pero no la masa


m del objeto: la aceleración de la gravedad, y por ende la velocidad de caída de un objeto,
no depende de la masa del objeto !

Ahí tenemos la solución al misterio que tanto preocupó a Galileo…

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