Psicología Ideología y Ciencia
Psicología Ideología y Ciencia
Psicología Ideología y Ciencia
NÉSTOR
A Freud lo hacemos con cada lectura, lo hacemos con cada reflexión (...) no se trata
entonces de encontrar la realidad de un Freud hecho y terminado (...) sino de construir
un Freud a partir de lo que hacemos con la lectura de él. (p. 1)
objeto soy yo, es decir, como un objeto que desde su palabra me cuestiona, me
pregunta: ¿y tú quién eres? ¿qué quieres? ¿a qué apuntas? (...) Esto implica, por cierto,
una ética de la lectura. (p.2-3)
Freud era un señor que leía y las cosas que
leía son las lecturas de Freud
(...) algo que tiene que ver con el deseo de los otros que
le preexisten a él y donde él tiene que llegar a hacerse un
lugar. (...) este sistema de representaciones se constituye
en relación con el Otro y que es también en relación con
ese Otro donde ciertas representaciones no pueden
encontrar su lugar. (p. 5)
¿Qué significado tiene para la clínica
psicoanalítica el inconsciente?
B) POSICIÓN SUBJETIVA
Se definen así las actitudes generales del analizado ante el objeto del deseo y
ante la ley, es decir, sus posiciones de sujeto o posiciones subjetivas. Ellas son las
resultantes finales del proceso histórico de constitución del sujeto y,
fundamentalmente, de la modalidad de resolución del complejo de Edipo que ha
coagulado en una particular estructuración de esas regiones de lo psíquico. (p.52-
53)
C) APARATO PSÍQUICO
Este "aparato" no es un objeto material (...). Es una metáfora, una construcción
teórica, una representación gráfica que pretende acceder a la compresión de
cómo está organizado el proceso de producción de conciencias y de conductas.
No tiene una realidad mecánica ni tampoco una realidad anatómica. (p.54)
Un paciente acostado en un diván y un
psicoanalista sentado detrás de él y escuchando
Desde un punto de vista dinámico, es decir, por su modo de participación en los conflictos, la
Conciencia forma un solo sistema con el Preconsciente oponiéndose al sistema inconsciente.
Teóricamente, el funcionamiento de esta concepción del aparato psíquico que rompía con la
tradición de considerar a la conciencia como sinónimo de lo psíquico, resultaba difícil de sostener.
Por una parte, la Conciencia no podía ser considerada como una instancia de lo psíquico
aislada, no era una subestructura separada sino más bien una de las funciones del conjunto
del aparato. Por otra, pudo verse que el Preconsciente tenía a su vez, funciones que
escapaban a la Conciencia y que eran, por lo tanto, inconscientes; el ejemplo más claro de esto
lo tenemos en la represión: si lo inconsciente está reprimido, ¿quién lo reprimió?
La estructura del aparato psíquico
POSTULÓ EN EL CURSO DE SU VIDA DOS TEORÍAS DIFERENTES SOBRE LA ESTRUCTURA
DE ESTE APARATO
Estos obstáculos obligaron a Freud a renunciar a su primera teoría y a elaborar, a partir de 1920,
la segunda tópica. En esta segunda tópica las instancias siguen siendo tres: Yo, Ello y Superyó.
Psicología: ideología y ciencia (1982)
Sin embargo, no se abandonan las distinciones que constituían la primera formulación del aparato
psíquico. Simplemente que ya no se habla más de Inconsciente, Preconsciente y Conciencia como
sustantivos; ellos se transforman en adjetivos que califican fenómenos. [Punto de vista dinámico].
Las regiones de la primera tópica pasan a ser en la segunda cualidades de lo psíquico.
(...) el Ello no está en contacto directo con la realidad exterior sino que ese contacto corresponde
a otra instancia del aparato: el Yo, que actúa como un intermediario; entre ambos y que tiene a su
Psicología: ideología y ciencia (1982)
cargo la esencial función de la auto-conservación. Este Yo está sometido además al control de una
tercera instancia, el Superyó que somete a examen a las pulsiones del Ello que permanentemente
están tratando de forzar el acceso a la conciencia, las encuentra aceptables o reprobables y, de
este modo, regula así el funcionamiento del Yo, la conciencia y la actividad. Este Superyó es un
segmento del mundo exterior incorporado, introyectado, en los primeros años de la vida y muestra
sectores que son preconscientes, que están en contacto con el Yo preconsciente y al que regulan, y
sectores inconscientes, en contacto con el Ello y con el Yo inconsciente. De esta descripción, resulta
que el Yo está en contacto con la realidad exterior, con el Superyó y con el Ello.
ESA "REALIDAD MATERIAL" ESTÁ DETERMINADA ESTRUCTURALMENTE
POR ESA OTRA "REALIDAD PSÍQUICA"
deseo infantil, sus representantes pulsionales, las restricciones culturales, los procesos
de represión y la producción de formaciones transaccionales o formaciones del
inconsciente."