Producto Académino Nº2 Derecho Economico JULIO SAAVEDRA
Producto Académino Nº2 Derecho Economico JULIO SAAVEDRA
Producto Académino Nº2 Derecho Economico JULIO SAAVEDRA
Económico del
Derecho
Producto Académico N° 02
Producto Académico N° 02
INFORME
Introducción
La protección al consumidor nace en Perú con la apertura del mercado, como una
manera de corregir las imperfecciones originadas por la asimetría informativa entre
proveedores y consumidores.
El sistema de protección al consumidor ha desarrollado el concepto de consumidor
razonable, que en términos abstractos resulta muy interesante e inclusive lógico y
apreciable. Sin embargo, cuando corresponde contrastarlo con la realidad, resulta que
el mismo no es entendible, ni lógico y menos apreciable en términos jurídicos, pues
involucra en esencia un trato discriminatorio basado en la exigencia de un
comportamiento esperado respecto de personas que son diferentes por cuestiones
sociales, culturales y económicas.
Por lo tanto, esta afirmación inicial debe ser asociada necesariamente con la realidad
peruana; en este punto, no se hace referencia a los números que arrojan las
estadísticas o a los factores de crecimiento económico, que son alentadores para el
futuro mediato, sino a la realidad social de la mayoría de consumidores.
El consumidor razonable, aquel que en términos simples suele entender su proceso de
consumo y las responsabilidades que le competen debido a que busca información,
analiza las características, cualidades y desventajas de un producto o una prestación
de servicio, y en esencia “sabe lo que hace”, es definido en nuestro país en base a una
minoría que vive en algunos distritos de Lima y de ciertas capitales de provincia. Esto,
nos lleva a reflexionar respecto a los procesos volitivos de consumo, que están
definidos en base a una elección sin alternativa de intención, por lo que resulta
perverso imaginar a un consumidor razonable en estas condiciones. Cuando hacemos
referencia a un consumidor razonable no estamos haciendo referencia a un consumidor
experto o excesivamente exigente y cuidadoso. No es un consumidor racional,
calculador y frio capaz de analizar con detalle todas las cosas. Por el contrario, es una
persona que actúa con la diligencia ordinaria (información y precauciones necesarias
para adoptar una decisión de consumo) que se le puede exigir a cualquier persona
según las circunstancias.
Según ASPEC (una de las asociaciones de consumidores más reconocidas en nuestro
país) se define como consumidor razonable a aquel que lee las etiquetas,
especialmente las fechas de vencimiento, compara precios y cualidades antes de
comprar y lee con cuidado los contratos antes de firmarlos. Reclama si considera que
sus derechos han sido violados, es un buen consumidor, en tanto demuestra un nivel
aceptable de cultura de consumo y, además entiende la problemática del consumo
como algo integral que nutre inclusive al propio sistema de mercado y promueve que
1|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
2|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
3|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
El estudio de las resoluciones del Tribunal del Indecopi en materia del consumidor
demuestra que a pesar de existir en el Perú una ley de protección al consumidor desde
el año 1991, no se ha desarrollado en el país una cultura de consumo integral que
demuestre de un lado el cumplimiento de las obligaciones legales por parte de los
proveedores en cuanto al derecho a la información e idoneidad de los productos y
servicios, así como el respeto a los derechos del ciudadano consumidor.
En este contexto ha sido necesario que se promulgue una nueva ley llamada “Código
de Protección y Defensa del Consumidor”, la misma que tiene mucho más contenido y
propiedad para la defensa de los consumidores en la medida que recoge nuevos
principios, sin embargo aún se observan algunos vacíos de esta nueva ley que no
garantizan el respeto a los derechos y un completo beneficio para los consumidores
porque el mercado peruano es muy complejo, ya que la composición social es
heterogénea social, cultural y económicamente. A través de la Ley Nº 29571
(02/09/2010) se promulgó el Código de Protección y Defensa al Consumidor, el cual
regula las relaciones entre consumidores y proveedores, fijando los derechos y las
obligaciones que les corresponden a éstos, así como el rol que debe desempeñar la
autoridad de consumo para el cumplimiento de las disposiciones de este cuerpo y
garantizar la adecuada protección de los derechos e intereses de los consumidores.
(La Ley 2010: 12). Existieron algunas innovaciones en el Código, así como algunas de
sus diferencias con la ley anterior. Con ello se consolido un verdadero “Sistema de
Desprotección al Consumidor”, sistema que regula de manera desarticulada lo
concerniente a las cláusulas vejatorias, que omite hacer referencia a los derechos del
consumidor frente a la publicidad (cuya norma especial fue simplemente derogada),
que no protege al consumidor frente al abuso de la posición económica de las
empresas ni las ventas agresivas y, lo que es peor, sistema que ha restringido el
concepto mismo de consumidor. La delimitación del concepto de consumidor es uno de
los temas más controvertidos y con más vaivenes en la legislación nacional. Su
relevancia es innegable desde que su determinación abre la puerta de mecanismos de
tutela especiales distintos de los clásicos remedios civilistas y que se hacen valer en
sede administrativa.
Vacíos del Código del Consumidor frente a la realidad del mercado peruano
El crecimiento del mercado peruano en los últimos años ha determinado una creciente
dinámica comercial que se ve materializada en una serie de formas de operar y ofertar
los bienes y servicios en el mercado. En este contexto múltiples técnicas de mercadeo
y de fidelización de clientes han llevado a los proveedores a promover campañas
masivas de venta cuyas modalidades en algunos casos tienen algunas formas
engañosas que violan los derechos del consumidor. Y el Código, a pesar de ser una ley
nueva no puede ponerse en todos los casos. De manera que, ante este crecimiento del
mercado siempre van a haber cosas que están fuera de la ley, por ello es necesario
prever estas situaciones a fin de estar alertas para salvaguardar los derechos de los
consumidores.
4|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
5|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
costos merece un juicio favorable desde el punto de vista del derecho de acceso a la
justicia por actuar como incentivo para el ejercicio de las pretensiones fundadas, ahora
bien, en el entendido que el solicitante del reembolso de los costos haya acreditado con
documentos de fecha cierta el patrocinio recibido por el letrado, esta Sala considera
que, en principio, no corresponde a la autoridad administrativa graduar
discrecionalmente la cuantía de los costos demandados por parte de los denunciantes
en función a las incidencias del procedimiento, luego de haberse acreditado la
prestación efectiva de los servicios de asesoría legal que los sustentan y los gastos
incurridos.
Desconocer el 100% de las costas y costos beneficia a los infractores y perjudica a los
consumidores y se constituye en una barrera al acceso a la justicia, opuesto al principio
de gratuidad.
Conclusión y recomendaciones
6|Página
ANALISIS ECONÓMICO DEL DERECHO Producto Académico N° 02
comerciales y demás argumentos que se repiten respecto de este tema, debe tenerse
en consideración que corresponde preguntarse respecto de qué productos y de qué
prestaciones de servicios se trata, y si estos costos corresponden a los productos
consumidos mayoritariamente por los 26 millones de consumidores, a los que hacemos
referencia como aislados del sistema. Y es que el sistema de protección al consumidor
no puede estar asociado, ni concebido respecto a los que acuden a las tiendas por
departamentos o grandes centros comerciales en las ciudades. Nuestro sistema de
identificación del consumidor razonable parece estar diseñado, pensado y aplicado a
los habitantes de un muy reducido número de distritos de Lima. La realidad económica
vence a cualquier consideración teórica y a las estadísticas que están bien para la foto
o para presentarlas como logros, sin embargo, se debe tomar como dato, la realidad
caminada, rutas de viaje, conversaciones largas y entretenidas con los pobladores de
diversas ciudades, provincias, distritos y centros poblados, en las que se percibe la
realidad del consumidor peruano, que no es otra cosa que el limitado consumo de un
sub empleado, quienes desconocen absolutamente todo respecto del sistema de
protección al consumidor y de lo que es el consumidor razonable. El consumidor real,
nunca consume lo que desea. Dicho en términos muy entrañables por ellos mismos
“consumo lo que puedo, y no hay tiempo para pensar en cosa diferente”.
Bibliografía
- Bullard, Alfredo (1996), “Lo que no mata, engorda”, Ius Veritas, 12, Pontificia
Universidad Católica del Perú.
- Espinoza, Juan (2004), La Ley de Protección al Consumidor, Lima, Editorial
Rodhas
- LEY N° 29571 Código de Protección y Defensa del Consumidor.
- Gaceta Jurídica (Normas Complementarias, Glosario, Índice Analítico).
- Documentos Diversos del INDECOPI (Dirección de Derechos de
Autor, Registro de Obras Literarias, Patentes y Marcas, etc.).
- INDECOPI: Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección
de la Propiedad Intelectual.
7|Página