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Su Reproducción: Pacha Pulai

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sobre el hilo conductor:

En esta unidad, reflexionarás


a?
¿Cuál es la aventura de tu vid tema
tos en los que se aborda este
Para ello, leerás diferentes tex
s.
desde diferentes perspectiva
previos, lee el siguiente texto.
Para activar tus aprendizajes

ón
Pacha Pulai

ci
Hugo Silva, escritor y periodista chileno.

Era, pues, una especie de harapo humano, en lo moral, el aspirante

uc
a piloto aviador que el 9 de marzo de 1914 salía con otros cuatro
compañeros a rendir las pruebas prácticas para alcanzar el permiso. Mi
destrucción interior era probablemente mucho mayor que lo que mis

od
hermanos y amigos podían sospechar.
La tarea era trazar un triángulo Lo Espejo-Melipilla-San Antonio-Lo
Espejo, de un solo vuelo. Poco más de 200 kilómetros. Un juego de
niños para cualquier aviador, aun novato, en la actualidad. En aquel

pr
tiempo, con aquellos aparatos, una verdadera hazaña.
Yo volé en mi Sánchez-Besa, especie de carreta alada en que el piloto
re
sentía la sensación de ir solo e inerme en medio del vacío, pues la
cabina estaba en la parte delantera, muy sobresaliente, y todo lo
demás, motor, hélice, tren de aterrizaje, quedaba atrás, invisible. Daban
las cinco de la mañana, y la primera luz del alba asomaba por encima
su

de la cordillera. Minutos después me encontraba yo también volando


entre nubes espesas. Sin ningún instrumento que me diera la altura.
Solo un pequeño compás de aceite. Con su ayuda traté de orientarme
hacia donde suponía debía encontrarse Melipilla. Al cabo de una
a

hora de vuelo, siempre entre neblinas, decidí virar en redondo. Había


perdido por entero la ruta, seguramente, pues en varias ocasiones vi
id

que debajo de mí aparecían, como obscuros lomos de elefantes entre


la maleza, las cumbres de la cordillera de la costa. Fue un milagro que
volando a ciegas de aquel modo no me estrellara contra alguna de esas
ib

moles invisibles. Y pensándolo bien, en aquel momento, con aquella


pena, creo que bien poco me hubiera importado. Consulté el compás.
oh

La máquina estaba enfilada directamente hacia el norte. Salté al suelo,


que me dio la impresión de ser el lecho seco de un antiguo lago. Ni una
huella, ni una señal de vida en él…
Pr

158158 Unidad 3 ¿Cuál es la aventura de tu vida?


Inicio 3
Cuando volvieron a abrirse mis ojos encontraron otra luz que la del
sol deslumbrante del valle. Una luz que más parecía una sombra.
Mi primera sensación física que me recorría la cara. Quise llevar
una mano al sitio adolorido, entre el ojo derecho y la boca. Pero me
Reúnete en grupos de cuatro
encontré que tenía vendada la cabeza entera, como la de una momia.
personas y responde las
Me hallaba en una cama amplia y mullida, sobre la cual se preguntas:
suspendían espesos cortinajes. Dos altas columnas de madera la
remataban por los pies. Camas semejantes había visto en los grabados 1 ¿Dónde ocurren los

ón
históricos, y también... ¿dónde? No podía haberlo olvidado: en casa de hechos narrados? Subraya
don Rodrigo Cisneros. Sin moverme, paseé mi vista por el aposento. las marcas textuales que
Era alto, de paredes enyesadas. Advertí algunos muebles, también te permiten saberlo.
de corte antiguo. Por la ventana, invisible para mí, a la derecha,

ci
2 ¿Cómo influyeron la
entraba la luz de la luna, que proyectaba en el suelo la sombra de los tristeza y la desmotivación
laboreados hierros de una reja colonial. en el extravío del teniente?

uc
—¿Y cómo está hoy vuesa merced? Veo que bien, veo que bien... A Explica.
ver, dígnese vuesa merced mostrarme la lengua... ¡No se imagina 3 ¿Por qué causa tanta
vuesa merced cuánto me dio que pensar ese artificio! —me dijo, extrañeza el reloj del

od
indicándome el reloj de pulsera.
teniente Bello?
— ¡Ah, el reloj!
4 Si pudieses viajar en el
— ¡Reloj, dice vuesa merced! ¿Y es un reloj que puede llevarse y tiempo: ¿qué momento y
marcar la hora aun cuando no esté al sol?
pr
—Indudablemente; vea: son las 10 y 25 minutos.
lugar elegirías?, ¿por qué?
5 Escribe en tu cuaderno un
re
Me quedé pestañeando, y del cúmulo de preguntas que afluyó a mis pequeño comentario del
labios no alcancé a formular ninguna. Una figura había aparecido en texto y luego compártelo
la puerta y me dejó mudo. Sentí frío en la raíz de los cabellos. con tu grupo.
Silva, Hugo. (2006). Pacha Pulai.
su

Santiago: Editorial Zig-Zag. (Fragmento.)


a
id
ib
oh
Pr

Lenguaje y Comunicación • 6.º básico 159

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