9ab Religion
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Decimos que los principios morales rigen el comportamiento de las personas. Estos
demuestran si sus acciones o caracteres tienen un comportamiento humano, respetuoso,
bondadoso, enemigo de la maldad. Estas actitudes nacen en el espíritu del hombre, no en lo
material o en lo jurídico. Es así como la moral es un conjunto de valores espirituales, únicos y
capaces de hacernos saber si las normas de conducta humana son buenas y aceptables y si
no lo son. Pero la mejor forma de saber que es moral, es conocer a Jesucristo, él es el
hombre perfecto, por tanto, si imitamos a Jesús, estamos imitando su moralidad.
Ser buen “cristiano”, es ser un hombre apegado a los valores morales y la vida junto a Cristo,
entrega de valores morales que se necesitan para serlo. En efecto sólo gracias a él, se
puede encontrar sentido a la vida recta que exige los principios de la moralidad.
Se equivocan los que aseguran que la moral es un conjunto de normas que se cumplen
como mandatos, como si fueran puntos de unas ciertas reglas que debe cumplirse porque los
ha establecido la razón de los hombres. Sin embargo, están en lo cierto los que aseguran
que la moral es la esencia, lo característico, y lo más importante de todo lo que nos enseñó
Jesucristo como modo de vida temporal y en preparación para la vida eterna.
Es por tanto el seguimiento de Jesucristo, la ADHESIÓN INCONDICIONAL a él, vivir como él
nos enseñó y compartir con todos nuestros hermanos el modo de vida que él nos instruyó, la
esencia de lo que debe entenderse por valores morales.
Al reconocer que somos hijos de Dios, aceptamos que todo lo que recibimos viene de él, por
tanto, las leyes morales, son propias del hombre porque las recibimos constantemente de
Dios en nuestros corazones, él nos transmite su natural inclinación a ser bondadoso y a
buscar el bien, que es la forma de vida verdadera para llegar a la vida eterna.
El hombre soberbio, se convence que la moral es sólo algo que le compete a la razón, y que
nace en él como hombre, otros piensan que la moral es cuestión de fe y punto. Pero los
hombres cristianos o creyentes en Dios, reconocemos que le debemos la inteligencia, la luz y
la sabiduría a él como nuestro Padre y Creador. Tener la convicción de esto es fortalecer e
iluminar la razón, y es ejercer la facultad de comprender, conocer, razonar y vivir con claridad
de su vida en Cristo, por tanto, en la moral.
Las características propias que distinguen al hombre bueno, lo que hace libre de la maldad,
lo que le hace ser un hombre digno del amor de Dios y merecedor de toda su gracia, es
hacer una vida asemejada a la de Cristo.
A. Apego absoluto
B. Unión momentánea
C. Apego limitado
D. Desapego eterno
A. Conocer la razón
B. Cumplir reglas morales
C. Conocer a Jesucristo
D. Conocer el conjunto de normas
3. Lo siguiente, es lo que hace una vida asemejada a la de Cristo:
5. En el texto se menciona al hombre que está convencido de la moral, como algo que le
compete a la razón, y que nace en él como hombre. Este es el hombre:
A. Cristiano
B. Creyente
C. Moral
D. Soberbio
A partir de entonces le llamaron Buda, que significa «iluminado», y comenzó a difundir sus
enseñanzas. Practicó el valor de la verdadera tolerancia. En una ocasión, sus monjes le
preguntaron qué religión expresaba mejor el misterio de Dios. Entonces, Buda les contó esta
parábola: «Una vez, un rey hindú reunió a varios ciegos. Después, ordenó que los pusieran
delante de un elefante, y que cada uno lo tocase y dijera qué era. Un ciego tocó la cabeza y
dijo: “Es un gran cacharro”. Otro tocó la oreja y aseguró: “Es una cesta”. El que tocó el
colmillo afirmó: “Es un barrote”. Y quien tocó el cuerpo expresó: “Es una gran choza”». Al
terminar, Buda explicó el significado de la parábola: — Cada ciego representa las creencias
de una religión. Y cada religión es un camino para llegar a Dios.
RESPUESTAS:
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