¿Guerra de La Triple Alianza o Guerra Civil Latinoamericana?
¿Guerra de La Triple Alianza o Guerra Civil Latinoamericana?
¿Guerra de La Triple Alianza o Guerra Civil Latinoamericana?
latinoamericana?
2013
Introducción
Si tenemos en cuenta que los discursos también son armas que intentan disuadir o
persuadir a otros sujetos de las acciones, deberes y omisiones, entonces podemos estar
seguros de que también se desarrolló una guerra entre diferentes paradigmas expresados
en cartas, artículos, manifiestos, proclamas, etc. Así, la Guerra contra el Paraguay nos
permitirá contextualizar el otro rostro del conflicto: la batalla ideológica entre las provincias
del Interior1 y el centralismo de Buenos Aires. Mediante la elección de este marco, iremos
hilvanando el discurso confrontador de Felipe Varela como representante, si se quiere, de
los intereses federales de las provincias contra el discurso de Mitre, como fiel
representante de la hegemonía económica porteña.
2
FEINNMAN, José Pablo. Filosofía y nación. Estudios sobre el pensamiento argentino. Sexto
estudio: el pensamiento del Interior mediterráneo. Booket, Buenos Aires, 2010. Pág. 238
Brasil”3. De modo que, considerar a Inglaterra como la única instigadora de la guerra es
perder de vista los conflictos regionales, heredados del tiempo de la colonia y que
confluyen en una guerra.
Ante el avance político-militar contra los federales, el mitrismo fue construyendo una
trama apoyada sobre liderazgos de fuerzas provinciales y regionales. Apoyo que Mitre
encontró: “no sólo para ir a la guerra contra el Paraguay sino también frente a rebeliones
protagonizadas por federales del interior del país, que resistían a involucrarse en el
conflicto”8. Los porteños fueron denunciados por sus compatriotas como: “liberticidas
3
SALLES, Ricardo. Guerra do Paraguay: escravidao e cidadanía. A formacao do exercito en
LUNA, Félix. Los conflictos armados. De las Invasiones Inglesas a la Guerra de Malvinas). Planeta,
Buenos Aires, 2003.
4
DE HERRERA, Luis A. El drama del 65. La culpa mitrista. Homenaje Montevideo, 1943. Pág. 33.
5
FLORIA, Carlos A. GARCÍA BELSUNCE, César. Historia de los argentinos TII. Larousse, Buenos
Aires, 1993. Pág. 115.
6
SABATO, Hilda. Disputas políticas por la construcción de la república (1850-1880) en TITTO de,
Ricardo J. (Comp.) El pensamiento de Bartolomé Mitre y los liberales. El Ateneo, Buenos Aires,
2009. Pág. 12.
7
Ibíd., pág. 19
8
Ibíd.
enemigos”, “traidores de la patria” y “enemigos de la causa nacional” 9. No obstante: “el
propio federalismo se quebró pues Urquiza, su principal referente nacional, decidió apoyar
al gobierno nacional en su decisión de guerra”10. Es más: “la traición de Urquiza a las
provincias argentinas mediterráneas dejaba abierto el camino al Paraguay de López. Los
exportadores de Manchester y de Liberpool estaban impacientes: en Londres, los
vampiros de la banca exigían la colocación de empréstitos”11.
Ahora bien, ¿cómo justificó Mitre la adhesión al tratado de la Triple Alianza? ¿Qué
imagen tenían Buenos Aires, Brasil y Uruguay respecto al Paraguay? El 8 de diciembre de
1864, Mitre escribió desde La Nación Argentina un artículo titulado “El Atila americano”
haciendo alusión a la declaración de guerra que “gratuitamente” el Paraguay le hacia al
Brasil. Mitre se preguntaba qué harían los pueblos argentinos si acaso triunfara Brasil:
“para saber de qué lado deben poner sus simpatías, por si acaso llegara el momento en
que los sucesos los arrastren, contra su voluntad de hoy, al terreno de la acción” 12. Acusa
al Paraguay de perturbar la libre marcha de las civilizaciones, de la peligrosidad de su
preponderancia militar y de la inevitabilidad de entenderse con su dictador: “que aspira a
ser el Atila de Sudamérica”13.
Por lo que los pueblos argentinos no deberían oponerse al Brasil ya que: “es un
gobierno liberal, civilizado, regular y amigo de la República Argentina. Su alianza moral
con ésta, está en el interés de muchos países y representa el triunfo de la civilización en
el Río de la Plata” 14. Lo contrario del apoyo al Brasil seria el reinado de la barbarie por
parte del Paraguay, y el atraso inevitable de la Argentina. Mitre, constantemente trata de
convencer a sus lectores de que Argentina estaba siendo obligada a ir a la guerra:
“Nosotros no tememos a la guerra y la aceptaríamos como todos los sacrificios de honor
el día en que fuese necesaria” […] “Como argentinos, pues, y como enemigos de la
barbarie y de la dictadura, deseamos que, si el gobierno paraguayo lleva adelante la
9
Proclama de Felipe Varela del 6 de diciembre de 1866 en el “Campamento en marcha”,
transcripta en ORTEGA PEÑA, R. y DUHALDE, E. Felipe Varela contra el imperio Británico,
Schapire, Buenos Aires, 1975.
10
SABATO. Ob., cit., pág. 20
11
PEREYRA, Carlos. Francisco Solano López y la guerra del Paraguay. San Marcos, Buenos
Aires, 1945. Pág. 10
12
TITTO de, Ricardo J. (Comp.) El pensamiento de Bartolomé Mitre y los liberales. Parte V. La
Guerra contra el Paraguay. El Ateneo, Buenos Aires, 2009. Pág. 138.
13
Ibíd., pág. 139
14
Ibíd.
guerra, sea derrotado por el Brasil, salvando este hecho providencial el honor y las
libertades del pueblo paraguayo”15.
Pero lo que más nos interesa destacar de este disuasivo articulo es la manera en que
se dirige a las provincias: [El Paraguay] “hoy mismo trata de remover los elementos
inquietos que ha creído encontrar en Corrientes y Entre Ríos. Hoy, inclinarse al Paraguay
no es sólo defeccionar la causa de la civilización y del derecho de los pueblos oprimidos,
es traicionar a la República Argentina, amenazada por los planes ulteriores del déspota
paraguayo”16. A cuesta de no caer en la barbarie y de seguir la senda de la civilización,
Mitre instiga a las provincias a ponerse de acuerdo para: “contrarrestar al nuevo Atila que
amenaza con la irrupción de la barbarie a los pueblos del Río de la Plata” 17. ¿Cuál fue la
respuesta del Interior a la política del gobierno de Mitre? La sublevación de un cuartel
policial en Mendoza, por el atraso en el pago de los sueldos, y la posterior insurrección de
un contingente destinada a la guerra del Paraguay hizo estallar la rebelión.
15
Ibíd. Hay que tener en cuenta que el Tratado secreto de la Triple Alianza, firmado por Carlos de
Castro (Uruguay), Francisco O. de Almeida Rosa (Brasil), Rufino de Elizalde (Argentina) el 1° de
mayo de 1865, ponía a Solano López, no así al “pueblo paraguayo”, como único culpable de la
guerra. Por lo que establecía en su artículo 7: No siendo la guerra contra el pueblo paraguayo sino
contra su gobierno, los aliados podrán admitir a todos los ciudadanos de esa nación que quisieran
concurrir al derrocamiento de dicho gobierno, y les proporcionarán los elementos que necesiten, en
las formas y condiciones que se convenga. En el artículo 8: Los aliados se obligan a respetar la
independencia, soberanía e integridad territorial de la República del Paraguay. En consecuencia, el
pueblo paraguayo podrá elegir el gobierno y las instituciones que le convengan, no incorporándose
ni pidiendo el protectorado de ninguno de los aliados, como resultado de la guerra. Obviamente, lo
establecido fue letra muerta.
16
Ibíd., pág. 140
17
Ibíd.
18
LUNA, Félix. Felipe Varela. Planeta, Buenos Aires, 2000. Pág. 146.
19
Tengamos presente la visión americanista de Varela y de su proyecto político: “¡Viva la Unión
Americana!”
20
FEINNMAN., ob. cit., pág. 89
y la amistad con el Paraguai, y la unión con las demás Repúblicas Americanas. ¡¡Ay de
aquel que infrinja este programa!!21
Incluso Alberdi calificó a la guerra: “justamente como una guerra civil de nuestros
pueblos contra la triple oligarquía antinacional de Buenos Aires, Montevideo y Río de
Janeiro”22.
Esta es la lógica con que operó la Triple Alianza, sobre todo Argentina (léase Buenos
Aires) ya que Brasil continuaba siendo un imperio esclavista. De modo que la integración
del Paraguay al liberalismo económico de la mano de Inglaterra era inevitable y hasta
necesaria. En otras palabras: “La incorporación dependiente de los nuevos territorios a la
economía y la política de las potencias europeas, estaba en “el espíritu de los tiempos”24.
21
Manifiesto II del General Felipe Varela a los pueblos americanos sobre los acontecimientos
políticos de la República Argentina en los años 1866 y 1867, Sudestada, Buenos Aires, 1968.
22
OBRAS SELECTAS, Buenos Aires, 1920 TVII en MEYER, Jorge. Alberdi y su tiempo. Eudeba,
Buenos Aires, 1963. Pág. 667.
23
FEINNMAN., ob. cit., pág. 250
24
FEINNMAN., ob. cit., pág. 239
grande traición a la causa americana desde el programa de mayo ya que el levantamiento
del Interior depositaba en él una garantía de triunfo.
En difinitiva, siguiendo a Alberdi: “la libertad que los presidentes Mitre y Sarmiento han
servido por la guerra contra el Paraguay, cuesta a la República Argentina diez veces más
sangre, diez veces más dinero que le costó toda la guerra de su independencia contra
España; y que si esta guerra produjo la independencia del país respecto de la corona de
España, la otra esta produciendo la enfeudación de la República a la corona del Brasil”25.
Conclusión
25
ALBERDI, Juan Bautista. El crimen de la Guerra en TITTO de, Ricardo J. (Comp.) El
pensamiento de Juan Bautista Alberdi. El Ateneo, Buenos Aires, 2009. Pág. 235
La Guerra contra el Paraguay tiene como trasfondo la lucha por la imposición del
modelo económico financiero por sobre el modelo proteccionista específico del Paraguay.
La batalla de ideas por legitimar dicho modelo, es un claro ejemplo de la resistencia que
las provincias del interior, especialmente la región mediterránea, ofreció a la Triple
Alianza. Las transformaciones que se desarrollaron en el contexto refuerzan nuestra tesis
de que, más allá de los intereses manifiestos de Inglaterra, también se estaban dirimiendo
los intereses locales. De ahí que hablamos de guerra civil latinoamericana. Es decir que,
lo que se estaba poniendo en juego, no es solo la implementación del capitalismo
financiero que ven al Paraguay, y a las provincias del interior, como resabios de un mundo
en decadencia, sino también la definición de las fronteras nacionales.
Por último, desde el punto de vista historiográfico no podemos perder de vista que los
procesos que se están desarrollando en el contexto: Guerra del Guano, Guerra de
Secesión, Unificación alemana, Unificación italiana, nos dan la pauta de la necesidad de
no focalizar los procesos históricos ya que, si concordamos con nuestra postura, vemos
que se va consolidando en modelo económico financiero en general. Lo contrario de ello
seria caer en una historia épica donde las anécdotas terminan substituyendo a una
interpretación más holística.
La historia es conflicto, por lo que, la Guerra contra el Paraguay viene a expresar, una
vez más, aquella máxima de Julio César: “divide y conquistará”.
Bibliografía
FLORIA, Carlos A. GARCÍA BELSUNCE, César. Historia de los argentinos TII. Larousse,
Buenos Aires, 1993.
LUNA, Félix. Los conflictos armados. De las Invasiones Inglesas a la Guerra de Malvinas).
Planeta, Buenos Aires, 2003.
- Felipe Varela. Planeta, Buenos Aires, 2000.
Manifiesto del General Felipe Varela a los pueblos americanos sobre los acontecimientos
políticos de la República Argentina en los años 1866 y 1867, Sudestada, Buenos Aires,
1968.