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Responsabilidad Social e Interes Publico

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Responsabilidad social e inters pblico

En la dcada de los aos ochenta una Comisin de la Comunidad Europea realiz un importante estudio, en el rea de la construccin, buscando averiguar las causas de las variadas fallas en las edificaciones. Despus han repetido el estudio cada cuatro o cinco aos, con resultados reiterativos. Descubrieron que el mayor volumen de fallas no se relacionaba con la maquinaria, los procedimientos, las normas, ni la calidad de los materiales empleados. Casi un 75% de las fallas en la construccin provena de torpezas o equivocaciones del personal, fuera proyectista, directivo u operario. Esa realidad demostr lo importante que es la gente, como haban dicho los especialistas japoneses de los aos cincuenta. Los empresarios tomaron nota del tema. Las empresas europeas, entonces, empezaron a prestar atencin especial a los asuntos de sus empleados (salud, bienestar familiar, capacitacin, recreacin). Un proceso similar ya se vena desarrollando en otros ambientes mundiales, convergiendo todos en un movimiento de atencin hacia las condiciones de vida de los empleados. Pero no pas mucho tiempo para que algunas empresas se dieran cuenta de que, adems de sus operarios directos, la gente del vecindario cercano a la sede de la compaa tambin estaba relacionada con las actividades de produccin, y constituan un sector humano al que haba que dedicarle, igualmente, atenciones correspondientes. Estaban naciendo, en esos momentos, las corporaciones productivas con vocacin ciudadana, las que vengo llamando "Ciudadanos Corporativos", que no slo se ocupan de las tareas de producir y distribuir, sino que revierten parte de su ganancia y actividad en beneficio de su gente y de la gente de su entorno. Ms all de los montos que invierten las empresas y que suelen ser titulares de prensa, la tecnologa de punta que desarrollan y exportan, e inclusive el empleo que generan, las empresas son recordadas, ms que por contexto econmico, por su lado humano, por su sensibilidad social, por su compromiso con la comunidad de hombres y de mujeres que la rodean y -lo ms importante- por quienes integran su fuerza laboral. Comparto una reflexin sobre dos conceptos bsicos que son norte de toda empresa que se defina como un buen "Ciudadano Corporativo" y que quiera trascender. Me refiero a la Responsabilidad Social y al Inters pblico.

El origen del "Ciudadano Corporativo"


Las empresas se convierten en "ciudadanos corporativos" cuando al trascender su misin comercial aceptan las mismas obligaciones y derechos de cualquier otro ciudadano, profundizando en la misin SOCIAL de la organizacin. Ms all de fabricar bienes o prestar servicios, las empresas impactan positiva o negativamente la sociedad en la que se desarrollan, el ambiente, la forma de trabajo de los hombres y mujeres que las integran, y hasta las comunidades que rodean a la empresa. Es tal la conviccin y el compromiso con esta forma de ser y hacer vida que la convert en un Programa de televisin, en Televen, titulndolo Ciudadano Corporativo. Es frecuente encontrarse con vecindades cuya forma de ser ha mimetizado culturalmente la forma de trabajo de la empresa all ubicada. Sucede, por una parte,

porque la empresa puede ser una importante fuente de empleo y muchos de los vecinos trabajan all. Pero tambin puede ser por los planes estratgicos de sus relaciones comunitarias. El mejor aliado contra la contingencia es aqul que te respeta y con quien se han construido valores de utilidad y compromiso, ms all de la donacin simple y dadivosa.

En la bsqueda de nuevos modelos de responsabilidad social


Los tiempos son otros y ya la foto con el cheque de la donacin, ampliado a tamao gigante, es menos til que escuchar al vecino o al delegado sindical hablar de la empresa, en forma espontnea y para lograrlo son ms simples las actuaciones de la empresa de lo que frecuentemente se cree, por ejemplo, apoyarle en cosas tan fciles que se hacen complejas, como acompaarlo el fin de semana en un campeonato de bolas criollas o pintar juntos la escuela de sus hijos. Hablamos de inters pblico, no de nuestros intereses. Nos referimos a aquello que la comunidad valora, no a lo que decimos bajo la luz de nen, en un ambiente con aire acondicionado, durante una Junta Directiva. Un nuevo modelo de relaciones con el entorno conformado por dos partes: EMPRESAS sensibles y comprometidas con un pas y su gente, y que se ven a s mismas ms all de su rentabilidad econmica, direccionando su gestin a una ntida rentabilidad social, y: COMUNIDADES que integran los sectores econmicos, sociales y polticos, que lejos de aceptar el tradicional paternalismo, estn dispuestas a participar, comprometindose con un nuevo modelo de balance y mutuo respeto. Un ambiente creado por ambos, para el encuentro de intereses que se armonizan, tanto en las relaciones dentro de sus empresas, como sus vnculos con el entorno.

Un transparente y sustancioso intercambio de beneficios


Las compaas que han dominado este nuevo paradigma hoy cuentan con una ntida y contundente ventaja competitiva y que puede ser sostenible en la medida que abran y mantengan el dilogo con las comunidades, con los lderes empresariales, polticos, religiosos, sociales; con el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial; con los sindicatos, entre otros pblicos que pueden ser accionistas de una empresa social cuyo capital es el esfuerzo y cuyo plan de negocios sea la promocin de la comunidad y el progreso del pas. Slo podemos hablar de progreso cuando hay bienestar social, una relacin "ganar-ganar", posible, oportuna, necesaria y estratgica, para crecer. Se cree, equivocadamente, que los conceptos de responsabilidad social son nuevos y se han puesto de moda ahora. Ya en 1930 los fundadores de las Relaciones Pblicas, hoy llamadas Estratgicas, (no nos referimos a las que se relacionan con los ccteles y las notas de prensa) "evangelizaban" a sus clientes en este sensible tema.

La inversin social
Cada empresa, reflejo de su propia cultura, -ese intangible donde se encuentran los valores organizacionales- debe escoger un nicho de inversin. Sin embargo ste no slo debe responder a la necesidad del entorno o a la presin social del presidente de la empresa o su esposa, sino a su propia filosofa e inclusive sus planes de negocio, es decir, su realidad empresarial. Una forma eficiente de organizarla es entender que muchas cosas que ya hace el rea de Recursos Humanos, entre otras, son parte de esta inversin. No se trata de comunicar que la donacin es el camino. La inversin en educacin o en salud para los empleados, en recreacin para sus familias, en el

patrocinio de cursos fuera de la empresa, suma -entre otras acciones- la verdadera inversin. No nos empeemos en seguir viendo como archipilago la inversin social, ella es corporativa e indivisible. Consolidar el esfuerzo humano es vital, organizndonos para luego comunicarlo a las audiencias que nos son claves. El desafo es entonces, romper el paradigma de muchos que, honestamente, consideraban inadecuado comunicar lo que hacen por la comunidad, ya que entienden genuinamente que ese es su deber, y en forma bien intencionada impiden a la empresa construir la red de aliados de quienes tienen mucho que agradecer a la empresa. Personas que quieren defenderla y que estaran dispuestas a hacer pblicas sus opiniones para que contine existiendo, y seguir recibiendo los beneficios sociales honestos que distribuye la organizacin, dentro y fuera. No se trata de vociferar a cuatro vientos lo buena que es la empresa, para ello hay estrategias ticas y transparentes que pueden buscar el punto de equilibrio del hacer y del decir qu hago. Finalizaron los tiempos del avestruz. Finalmente, aquellos que crean en ellos se dieron cuenta de que con semejante cuerpo lo nico que podan esconder era la cabeza. Lo dems, aun sin querer, est a la vista de todos. Tambin finalizaron hace mucho los tiempos de la sensibilidad virtual, es decir, aquella empresa sensible bajo la luz de nen y con abultada chequera que intenta resolver el compromiso con cheques y no con involucramiento real y concreto. Aqulla empresa que espera verse en la pgina social de los comprometidos. Vivimos, mundialmente, una compleja transicin cultural, en la que diferentes pensamientos, muchas veces contrapuestos, intentan modelar al ser humano y su relacin en sociedad. Las empresas, cuyas polticas se fundamentan slo en contribucin econmica, invierten en la propia destruccin de su credibilidad social, educando a una sociedad que se siente con el derecho de esperar que le den y no de trabajar para recibir.

El valor del compromiso: beneficios tangibles de ser Responsable


La crisis econmica global, los cambios del negocio, las fusiones culturales, los recortes presupuestarios, entre otras realidades, estn haciendo que las empresas entren en una peligrosa mora social. Justo cuando los vientos de la crisis y la desconfianza azotan las ventanas de los lderes empresariales, estamos dejando de lado importantes programas de involucramiento social que, consecuentes con la tica de la empresa, reunieron y potenciaron fuerzas para el desarrollo de estrategias que aumenten el reconocimiento a los productos que fabrica la empresa, y lo ms importante, a la empresa que fabrica los productos. El nuevo paradigma invita a las empresas a desempear un papel de lderes comprometidos, ms que involucrados, en la solucin de problemas sociales, patrocinando iniciativas de largo plazo, incentivando al personal de la empresa a organizarse y participar. Con ello estn formando alianzas estratgicas con diferentes instituciones de la sociedad, surgiendo como socios importantes en los movimientos para el cambio social, al mismo tiempo que promueven sus fines comerciales. El genuino y honesto reconocimiento a la responsabilidad social de una empresa eleva la productividad de sus empleados y potencia su compromiso y lealtad, reduce los costos de investigacin y desarrollo al crear un ambiente motivado y orientado a la innovacin, contribuye a que se superen los obstculos regulatorios y promueve sinergias entre las unidades de

trabajo, al identificar un valor de compromiso comn con la sociedad dentro y fuera de la empresa.

Ejemplos de Buenas y Malas Prcticas de Responsabilidad Social


En mi continuo inters por la Evangelizacin Corporativa, y a fin de proporcionarle, a usted lector, mayor cantidad de ancdotas que ejemplifiquen todo lo que profeso, a continuacin le presento una informacin obtenida, gracias al Dr. Gilbert Brenson Lazn, Director Ejecutivo Fundacin Neo-Humanista, titulado RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA. MITOS Y ESTRATEGIAS DE LA ADAPTACIN LABORAL, y que utilizando casos reales, trae a colacin mucho de lo que escrib dentro de este captulo. Tres PYMEs del calzado, en la ciudad de Bucaramanga, se vieron sumamente afectadas por el ingreso de la misma mercanca procedente de China, el producto contaba con las mismas caractersticas de calidad pero con precios de venta al pblico bastante menor que el de ellas. Aqui les ejemplifico las reacciones de tres empresarios, tomando en cuenta la manera de enfrentar la situacin y las consecuencias que acarrearon las mismas. El empresario 1, tom la decisin de no hacer nada. Sigui Mantuvo la produccin constante esperando que el Estado protector asegurara el bienestar de su empresa, se sent a esperar que "las cosas se compongan tarde o temprano". Cuando un asesor del SENA le insinu que una alternativa sera el recorte de personal y unas modificaciones tecnolgicas, el ejecutivo no estuvo de acuerdo. Argument que se deba a la lealtad de sus colaboradores durante tantos aos y la responsabilidad que la empresa tena para ellos. Con respecto a la alternativa de algn cambio tecnolgico, la reaccin fue ms reacia an, puesto que l conoca lo que haca, y todos los aos previos a esta situacin, sus tcnicas le haban funcionado. La consecuencia: la empresa fue a la quiebra unos meses ms tarde. El Empresario 2 escuch atentamente la sugerencia del asesor del SENA en cuanto al recorte de personal pero no se mostr muy abierto a realizar otro tipo de cambios dentro de su empresa, la razn? ni siquiera haba dinero para cumplir con la nmina, mucho menos para cubrir programas de capacitacin u otras actividades que quitaran el tiempo de produccin y ventas. Despidi a los empleados ms antiguos y a los de menor rendimiento. Los Chismes de pasillo no tardaron en hacer lo suyo, a los pocos das todos los clientes saban de los despidos. La reaccin de muchos de estos clientes fue negativa y las ventas comenzaron a bajar an ms de las de la competencia nacional. La consecuencia: su empresa cerr en menos de 6 meses despus. La Empresaria 3 se tom tiempo en cuanto a la asesora del SENA, pero se dio una situacin diferente, los directivos de la empresa se negaron rotundamente a tomar la decisin ellos solos. Reunieron a todo el personal de su empresa, que no eran ni 20 personas, para informarles de la situacin y pedir que ellos desarrollaran una serie de ideas y medidas que consideraran pudieran llevarse a cabo, a fin de superar la crisis. Hablaron y evaluaron juntos, siempre contando con el apoyo del asesor, salieron del mismo personal varias alternativas, entre ellas la modernizacin de algunas tcnicas de produccin, la capacitacin del personal en estas nuevas tcnicas, hablar con los distribuidores de los productos Chinos para llegar a conciliaciones, la apertura de dos lneas nuevas que podan producir con sus mismos equipos (sugerencia de la seora del

aseo y de los tintos), una congelacin temporal de salarios y un programa de retiro voluntario y de adaptacin laboral (con una ONG local) para poder reducir en algo la nmina. Esta empresa logr recuperarse de la crisis, utilizando la implementacin de varias de las sugerencias del mismo personal y aunque todava estn en la lucha para sobrevivir, lograron ser respetados, no como personas, sino como empresa, en la ciudad, convirtindose en un ejemplo de motivacin, sentido de pertenencia y productividad empresarial. Mediante estas tres formas diferentes de enfrentar una misma realidad, observamos lo siguiente: La empresa 1, mediante una mal llamada Responsabilidad Social se neg a realizar los despidos que el SENA recomend, y consider que el tiempo resolvera la situacin; la empresa 2 no mostr inters alguno hacia la Responsabilidad Social que tena con sus empleados, puesto que llev a cabo los despidos que en teora deberan disminuir sus gastos, y obvi la importancia de capacitar al personal que mantuvo a fin de que stos pudiesen adaptarse al cambio que sufra el entorno del sector. La empresa C se neg a los despidos, ms bien, permiti a sus empleados y colaboradores que desarrollaron propuestas que permitieran mantener la empresa a flote, participando en stas desde el personal, que en teora tiene menos responsabilidades, como lo es el personal de limpieza, hasta aquellos que desempeaban altos cargos ejecutivos. El caso de la Empresaria 3, muestra lo valioso que es para una empresa contar con estrategias adecuadas de Buen Gobierno Corporativo, y como stas se reflejan en la Responsabilidad Social que tienen, dejando a un lado, sin olvidar, que debe responder a carencias y problemticas externas, y tambin a situaciones que generen desequilibrios dentro de su propia cultura organizacional, tal y como lo fue, en este caso, la competencia internacional; gracias a su Buen Gobierno Corporativo, la empresa 3 gan reputacin, y por ende confianza, tanto del pblico a quien iba dirigido su producto (stakeholders), como de sus empleados y de la comunidad local. La Dra. Diana Droste, Directora Ejecutiva de FUNDAEMPRESA-BOGOT, entidad que ha apoyado a muchas empresas en transicin con la formacin de sus desvinculados como microempresarios, afirma que el comn denominador entre todas las empresas desvinculantes que han recurrido a sus servicios, es su deseo sincero de colaborar con el proceso de transicin de sus empleados desvinculados. Aade que cuando el proceso se lleva a cabo en su totalidad, no solamente se benefician los desvinculados, sino los empleados que se quedan y la imagen de la empresa. Estos compromisos, como todo verdadero altruismo co-evolutivo, producen resultados especficos positivos para todos, aun a nivel econmico. En un estudio de la Universidad de Atenas, Facultad de Administracin (1993), el Dr. George Venieris realiz una investigacin emprica para establecer la relacin lineal entre polticas de responsabilidad social corporativa y el rendimiento financiero corporativo de 150 empresas durante el periodo 1987-1992. La responsabilidad social corporativa result ser una funcin de liquidez, margen bruto, crecimiento de ganancias operativas y crecimiento de activos fijos. La cifra promedia de diferencia entre los grupos de alta y baja responsabilidad social corporativa en cuanto a estos cuatro factores fue del 27%. Un funcionario del Sindicato Unificado de Trabajadores de Canad, donde naci una de las principales estrategias de la adaptacin laboral, cit, en 1994, un estudio en el

cual se mostr que las empresas que ofrecieron programas de adaptacin laboral a sus desvinculados con al menos tres meses de anticipacin de la fecha, promediaron tasas de productividad entre 8% - 13% por encima de las empresas desvinculantes que no lo hicieron. Nuestras experiencias en Colombia, no documentadas, indican un porcentaje mucho mayor, tanto en el sector pblico como en el privado. La Directora de Capacitacin de los Ferrocarriles de Australia, inform en una comunicacin privada que despus de su segunda desvinculacin masiva en cinco aos, esta vez con un programa de capacitacin y formacin de microempresarios quienes posteriormente contrataron servicios con la misma entidad, la productividad entre los sobrevivientes aument en un 27% comparada con la primera desvinculacin. Los procesos de reestructuracin responsable son una inversin y no un gasto. Estas polticas permiten que todos los niveles de la empresa trabajen juntos para enfrentar y salir de la crisis juntos y para progresar juntos. Los desvinculados superan rpidamente su duelo y consiguen nuevos trabajos satisfactorios, las organizaciones terminan con un personal que las hace ms competitivas y los sobrevivientes desarrollan un mayor compromiso y seguridad laboral y gozan una mayor calidad de vida laboral y personal. En una poca en la que la seguridad laboral es slo un recuerdo para la mayora, una reestructuracin responsable ofrece al empresario, al empleado y a la comunidad una mayor seguridad de ganancias para todos y una mayor calidad de vida.

Financiar y fomentar alianzas


En pocas donde las empresas sufren una importante prdida de credibilidad como sector, agravadas por las mltiples decisiones internas que afectan a su recurso humano, se pueden evitar controversias pblicas que podran daar irreparablemente la reputacin y actividad de una compaa. Aquellas empresas que sostengan y amplen sus programas internos y externos de involucramiento social, construirn suficiente sentido de responsabilidad en su fuerza laboral para ayudarla a superar la crisis y compartir los sacrificios necesarios. No siempre las empresas saben cmo construir esas alianzas sociales, para ello pueden pedir ayuda a diferentes instituciones o expertos que permitan orientar y agregar la credibilidad necesaria mientras la empresa construya la propia.

La filantropa y la responsabilidad social son la misma cosa... ?


La respuesta es no, aun cuando son perfectamente incluyentes. La responsabilidad social, contiene a la filantropa, como una actividad ms, que puede ser desarrollada por la empresa socialmente responsable, sin embargo no es requisito nico. Hay un creciente debate internacional sobre este tema ya que, incluso, existen instituciones que fomentan la filantropa y sus miembros desarrollan actividades comunitarias, participando activa y personalmente en la solucin de los problemas de la comunidad a la que sirven ms all de las donaciones de carcter econmico. Conozco grandes filntropos que son socialmente irresponsables, as como seres humano sensibles y comprometidos con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y no son filntropos porque, ms all de las donaciones, construyen tejido social estableciendo redes de voluntarios que renen ellos mismos recursos econmicos, en tiempo y dinero, para financiar iniciativas que benefician la comunidad donde actan como ciudadanos responsables.

Para James Austin, profesor del Harvard Business School y fundador de la SEKN, Social Enterprise Knowledge Networks, afiliada a la Universidad de Harvard, en Boston, USA, La filantropa y las actividades integrativas que nacen de un programa que trascienda la sola participacin de la empresa, comprometindola, se diferencian dependiendo de la etapa de vinculo: en la actividad filantrpica el nivel de compromiso de las partes es bajo, mientras al ser integrativa es alto; en lo relativo al cumplimiento de la misin de la empresa, la filantropa hace que agregue un valor perifrico, sin embargo en la etapa integrativa, la empresa siente que para la misin el programa de RSE es central; en lo relativo a la magnitud y tipo de recursos la filantropa exige dinero, mientras la colaboracin que integra exige poner al servicio de la alianza las competencias claves de las partes, es decir que cada quien pone al servicio de la RSE sus mejores habilidades personales y profesionales; el espectro de las actividades de responsabilidad es estrecho en lo filantrpico y en lo integrativo es amplio, pues no esta limitado al solo intercambio de beneficio econmico, esto hace que realmente se construya tejido de relaciones humanas, conformando un networking eficiente en beneficio de la empresa y su plan de negocios. Austin, afirmo, ms tarde, cuando nos reunimos en el Instituto de Estudios Superiores de Gerencia, IESA, en Caracas que las diferencias entre filantropa e integracin de la colaboracin entre la empresa y la sociedad se expresa tambin en la frecuencia de la interaccin entre las partes, ya que en la primera la frecuencia es espordica, es decir la empresa y sus pblicos se conectan solo cuando se hace la donacin, mientras que al integrar la colaboracin se hace intensiva y mucho mas eficaz, generando mayor confianza entre las partes, consecuencia que no logra la filantropa, ya que el nivel de confianza es normalmente muy modesto. Sin embargo al integrar los programas sociales de la empresa en la sociedad, hace que la complejidad administrativa sea muy compleja, ventaja que posee la filantropa que es mucho mas simple: un cheque. Pero, al abordar la valoracin Estratgica de la filantropa podemos notar que es mucho menor que cuando integramos realmente nuestros programas de RSE, haciendo, en esa etapa del vnculo de la empresa con la sociedad sustancial y diferenciadora. En el largo plazo, no reconocer Responsabilidad Social empresarial como un estratgico eje de actuacin en la sociedad, caracterizada por una evidente y tangible tica empresarial, respetuosa de la comunidad, de los trabajadores e incluso de los competidores y proveedores, va a ir en contra de los propios intereses del empresario, y en consecuencia, de la empresa. Una reciente investigacin de la revista latinoamericana America Economa publicada en el ao 2004, presenta el ndice de los pases competitivos y simultneamente responsables, Felipe Abarca, lder del rea de investigaciones de la revista, sostiene que la RSE es sin duda, el signo empresarial de estos tiempos e incluso sostiene que ella se esta convirtiendo en el equivalente a un sello ISO de calidad, capaz de dar ventajas o desventajas competitivas a las compaas que la practiquen a travs del veredicto democrtico de los consumidores, sostiene Maria Jess Riosseco, quien tambin firma el articulo publicado por la revista. All aparece un interesante ranking, cuya fuente es: Accountability y The Copenhague Centre, junto a otras instituciones que promueven la RSE, como el instituto brasilero Ethos y la chilena PROhumana, investigacin que sostiene que Finlandia es el pas lder en Competitividad Responsable, seguido de Costa Rica, Estados Unidos, Chile, Mxico Brasil y Bolivia. El reportaje es firme al sealar que la responsabilidad social en las empresa latinoamericanas todava no parece evolucionar del bla-bla y el marketing hacia un esfuerzo de hechos concretos y mediciones objetivas sobre sus resultados. La pagina siguiente de la revista America Economa de enero 2004 muestra un titular elocuente que nace de una entrevista con Julio Lobos, escritor y consultor chileno de empresas: La tica no tiene que ver beneficencia. Una oracin simple y profunda, concreta, pero

confusa para aquellos que no dejan los complejos a un lado y asumen que la Responsabilidad social debe ser un inters central de la empresa y que beneficia a su plan de negocios, adems de agregar gran valor al capital humano que lo desarrolla y ejecuta en beneficio de los accionistas de la empresa, sus empleados y la sociedad en general. Las empresas buscan un nuevo modelo de responsabilidad social, iniciativas, que adems de las filantrpicas, deben hacer progresar sus intereses mediante alianzas estratgicas con las funciones de mercadeo, relaciones gubernamentales, asuntos pblicos y recursos humanos, entre otros. Un buen programa de Responsabilidad Social debe estar alineado al plan de negocios de la empresa, lo cual le permitir permanecer en el tiempo y no estar sujetos a la voluntad errtica de una junta directiva, o a coyunturas financieras. El oportuno, sostenido y coherente comportamiento como "ciudadano corporativo" fortalece la sensibilidad de la empresa con su ambiente. Numerosas empresas multinacionales consideran a la filantropa como el mejor medio para crear relacin con audiencias claves como los lderes gubernamentales, para superar problemas regulatorios, capturar la atencin de sus clientes y abrir un dilogo con las comunidades anfitrionas sobre cmo pueden satisfacer sus necesidades, sin embargo, como antes sealo, la chequera no es un camino seguro de relacionamiento en el largo plazo, ni de que las alianzas agreguen certidumbre a la vinculacin. La clave del xito es dar poder de decisin a los profesionales que gerencian la responsabilidad social de la empresa y que ellos, en el marco de ntidas polticas de involucramiento social, puedan decidir el mejor camino de construir la alianza, y alimentar la confianza, testimoniada en hechos, no en palabras, folletos o audiovisuales. Es importante escuchar a quienes dirigen los programas sociales de la empresa, sea cual fuera la posicin o lnea de reporte dentro de la empresa, as tendrn la oportunidad de defender sus causas con altos directivos y tener un lugar en las sesiones de estrategia de la compaa. Hacindolos parte de la decisin, no slo actuaran como embajadores de la empresa, sino tambin como sus ojos y odos. En el Banco Interamericano de Desarrollo hemos estado promoviendo, desde el Consejo Asesor que promueve la Conferencia Iberoamericana de Responsabilidad Social, organizadas en el 2002 en Miami, en el 2003 en Panam y en Mxico para el ao 2004. En ese equipo, James Austin, fundador de la SEKN, Social Enterprise Knowledge Networks, comenta que es necesaria una estrecha relacin entre las empresas y su pblico, mediante un alineamiento de las estrategias, valores y la misin de la organizacin con el sector social con el que se interrelaciona constantemente, de igual forma, aade, que es necesario que las empresas, a fin de incrementar su valor, movilice sus activos claves, es decir, las destrezas y capacidades que le permiten lograr el xito, a fin de proveer mayores beneficios a la sociedad, todo esto teniendo como eje transversal la Buena Comunicacin, hacia adentro y hacia fuera, interna y externa, es decir, transparencia en la comunicacin, hacia el interior de la empresa se debe comunicar los beneficios que trae consigo la Responsabilidad con la sociedad, y hacia fuera se deben determinar las estrategias para comunicar al pblico la intervencin que ha realizado la empresa para dar una mejor calidad de vida a la sociedad. No hemos aprendido a manejar, sin complejos, la palabra inters. Ocultamos hablar de inters que nos anima a la actuacin en el rea social y mucho menos a aceptar que todo lo hacemos por algn inters particular. Sostengo que el problema no es sentir inters cuando actuamos, sino que l est en armona con el inters de aquellos con los que deseamos comunicarnos. Por ello, siempre propongo hablar, como antes lo he

mencionado en estas reflexiones, de la alineacin o armonizacin de los intereses de la empresa con la sociedad en la que servimos. El inters es la fuente de motivacin mas importante del ser humano y para James Austin, explican el por qu invertir en Responsabilidad Social Corporativa. En su opinin, las motivaciones para invertir deben ser mixtas para contar con un mnimo de sostenibilidad. Es decir, combinar el inters utilitario o el altruismo que muchas veces caracteriza el comportamiento de empresas e individuos. El inters o motivacin alturistico, se refiere para Austin, a ser caritativo, comprometido con la comunidad practicando valores personales y organizacionales, a mantener en la mente un modelo de cambio social que busca siempre solucionar la problemtica comunitaria, creando capital social a travs del fortalecimiento del tejido social con el fin de construir un futuro sostenible. Mientras, el impulso motivacional utilitario, busca en los pblicos internos de la empresa: la motivacin de los empleados; obtener, a travs de la percepcin colectiva, ventajas para reclutar mejor recurso humano para la empresa, adems de ser un factor de retencin. James Austin sostiene que el impulso utilitario tambin permite conocer mejor el mercado y desarrollar nuevas habilidades para la empresa al interactuar en sociedad mientras se desarrollan los programas de Responsabilidad Social. El Impulso utilitario, frente a pblicos externos, permite construir buena voluntad en el consumidor, los inversores y los gobiernos, convirtindose en una ventaja competitiva. Para el investigador de la Universidad de Harvard, al existir una motivacin mixta al disear y ejecutar programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), hay tambin un retorno mixto sobre la inversin que se hace. En mi opinin, slo una motivacin mixta es la garanta de sostenibilidad de la inversin de la empresa, an en situaciones de dificultad econmica, ya que no se cortaran las inversiones a los programas de RSE por contar con la garanta de retorno que contribuira al logro del plan de negocios de la empresa. Para la red SEKN que lidera Austin, los programas pueden llevarse en la empresa en forma individual o colaborando (nombre de un reciente libro publicado por James Austin). Colaboracin significa actuar a travs de alianzas donde el foco de nuestra atencin en los programas es importante, como afirma Austin, adems de que construir confianza entre las partes, institucionalizar la relacin, agregando formalidad a la informalidad de las relaciones que muchas veces sostenemos con las Organizaciones no gubernamentales, por ejemplo. Es importante, adems, fortalecer permanentemente la relacin con el socio con el que establecemos la alianza. Esta rea de colaboracin para el investigador del SEKN enfrenta siete barreras: la cultura, o forma de ser y hacer entre las partes; la competencia, comprendida como las habilidades de las partes y el manejo de sus carencias o complementaciones; los conflictos de objetivos, al no nivelar informacin de los proyectos y su desarrollo, alinear visiones y direccionar al capital humano involucrado en el programa de RSE. Es importante tambin manejar las confusiones que se presentan en el camino, controlar la ejecucin que garantice coherencia y consistencia en el pensamiento y la actuacin, vigilando las capacidades organizacionales y, por supuesto, los costos de los programas. James Austin en su muy particular forma de comunicarse habla de las 7 c de la colaboracin Estratgica: CLARIDAD de objetivos; CONEXIN con la gente y con los objetivos; CONGRUENCIA de misin, estrategia y valores; CREACIN de valor; COMUNICACIN entre los socios que colaborar; CONTINUO aprendizaje y COMPROMISO con la alianza suscrita y la visin compartida. Para Andrs Palma, actual Ministro de Planeacin de Chile, durante la Conferencia Interamericana de Responsabilidad Social de la Empresa del BID en el 2003, cit una clebre frase del Papa Paulo VI la caridad comienza donde termina la

justicia, a lo que agreg que en Latinoamrica se producen tantas injusticias que hay un amplio camino para la caridad, pero nunca la responsabilidad social de la empresa debe asumir lo que le corresponde definir a los ciudadanos, a la sociedad, por lo cual la Responsabilidad Social de la empresa debe evitar caer en un populismo dentro de las comunidades, es decir, no puede asumir el rol del gobierno, puesto que esto acarreara desequilibrio para la empresa, para la sociedad y para los pases. Frente a este planteamiento, conversando con Jonathan Coles, empresario reconocido y presidente del IESA, reconocido centro de estudios en el rea administrativa, en el que he podido llevar mi evangelizacin corporativa a diferentes profesionales, ya me haba comentado en los aos 90 que los objetivos trazados por la empresa para generar beneficio a la sociedad, deben estar en sintona con los objetivos del pas, es decir, no podemos desligarnos del contexto en el que nos desarrollamos, puesto que Gobiernos y Empresas deben tener un fin comn, desarrollar beneficios para los ciudadanos.

Principios ticos como fundamento de la competitividad responsable


La tica ha adquirido un protagonismo importante en los pensamientos de las escuelas de negocios ms importantes de mundo. Es claro para los empresarios y acadmicos que la tica es un buen negocio, an ms en una poca como la actual, en la cual las relaciones de negocio se basan, fundamentalmente, en la confianza. Gustavo Manrique, Socio de la firma Manrique & Monsalve, dedicada a la consultora y gerencia de estrategias de comunicacin, destaca que un ejemplo muy preciso de la situacin, son los procesos de fusiones y adquisiciones, los cuales requieren, indispensablemente, de una comunicacin basado en la verdad, para ser sostenibles y generar el valor esperado por los accionistas, empleados, clientes y sociedad en general. A nivel mundial se producen transacciones entre compaas de distintos pases del mundo valoradas en miles de millones de dlares. Estas compaas deben informar de manera cierta y confiable las caractersticas de sus negocios, cuota de mercado, estado financiero, avances en investigacin y desarrollo, entre otros temas de vital inters para lograr la complementariedad necesaria y asegurar que el acuerdo prospere segn lo estimado. La tica es el anclaje fundamental para negociar, pues sin la buena intencin, la transparencia y honestidad de los interlocutores difcilmente estos acuerdos pueden prosperar. Pero ms all del valor de la tica, para lograr un efectivo proceso de negociacin, hay que insistir en el valor de la tica como un activo intangible, ste percibido y comprobado, da a da, por los relacionados, proveedores, clientes y usuarios de los productos o servicios de la compaa y la opinin pblica en general. Una empresa respetada y admirada por sus Prcticas de Gobierno transparentes y honestas garantizar la viabilidad y crecimiento de sus negocios en el mercado competitivo, generando referencia para otros a partir de su propio ejemplo. El origen del comportamiento tico nace de los lderes de la organizacin, puesto que son stos quienes modelan la cultura corporativa. Plantea Meter Schwartz, en su libro Cuando las buenas compaas se portan mal, que: debido a que los seres humanos nos vemos tan identificados con las organizaciones a las que pertenecemos, estas ltimas tienen un increble poder para modelar nuestra conducta, para bien o para mal. Esta presin cultural es otro de los factores de la responsabilidad social.

En el documento presentado en la Universidad Montevila de Venezuela por Manrique & Monsalve, en el marco del II Congreso de Globalizacin queda en evidencia el modelaje que los lderes de las organizaciones ejercen sobre su personal, y cmo estas actitudes conforman la cultura corporativa. Las prcticas ticas deben constituir parte fundamental de la cultura corporativa de una empresa y debe imbuir su manera de ser y hacer las cosas como organizacin para asegurar la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Esta es la base para el desarrollo de una identidad corporativa basada en valores compartidos, con una clara orientacin de los principios de lealtad y honestidad que deben fundamentar la personalidad de la empresa y su proyeccin a los pblicos internos y externos, que permitan desarrollar capital de confianza, reputacin y credibilidad como activos intangibles fundamentales para el logro del plan de negocios que la organizacin se ha fijado. Se trata de asumir el comportamiento tico como parte de la vida diaria de la empresa y la tica como mediadora en la toma de decisiones. Construir una identidad y una imagen sin una insercin de los principios ticos en la cultura corporativa, constituye una prctica poco sostenible en el tiempo. El puro marketing de lo valores ticos y humanos sin una interiorizacin y, por ende, del convencimiento de su valor, termina por minar el futuro de la organizacin en un corto perodo de tiempo, afectando dramticamente su viabilidad en un mundo en el que ocultarse es imposible, y tanto los medios como los grupos de presin y la opinin pblica en general, estn atentos para sealar abierta y masivamente a aquellas organizaciones cuya conducta est en tela de juicio. Durante la dcada pasada, y como ya he comentado, fueron diversas las situaciones en las cuales la opinin pblica, los grupos de presin y medios de comunicacin, ejercieron un ataque feroz ante las repetidas malas Prcticas Corporativas de las multinacionales. Desde el caso del Exxon-Valdez hasta la crisis de Coca Cola en Europa, la manipulacin de estados financieros de compaas superpoderosas, que apelaban a cdigos de tica como fachada para sus abusos; la crisis ecolgica y social de Shell con Brent Spar y Nigeria, los ataques contra los abusos y atentado contra los derechos humanos de Nike o Gap, las regulaciones contra los alimentos transgnicos de Monsanto, la crisis entre Ford y Firestone o los ataques contra Mitsubishi por ocultar fallas en sus vehculos durante 30 aos, han merecido un protagonismo de insospechadas magnitudes en los medios de comunicacin y la opinin pblica en general. Las alguna vez beneficiosas corporaciones, junto con las instituciones financieras, se han transformado en instrumento de una tirana de mercado que se extiende por todo el planeta como un cncer, colonizando cada vez ms lugares habitables del planeta, destruyendo formas de vida, desplazando a la gente y, en su insaciable hambre de dinero, alimentndose de nuestras vidas. Este breve texto publicado en 1995 en el libro Cuando las corporaciones gobiernan el mundo refleja una parte de la matriz de opinin que se form en torno a las empresas en los ltimos aos. Por otra parte, un gran nmero de empresas han trabajado en silencio, consolidando modelos de buenas prcticas que hoy marcan la pauta en el ejercicio empresarial tanto pblico como privado. La combinacin de estas dinmicas de opinin pblica, presiones sociales y modelos de buenas prcticas son, sin lugar a dudas, un eficiente regulador de las prcticas gerenciales.

Han sido estas realidades las que han potenciado la renovacin y surgimiento de nuevos principios para garantizar lo que hemos llamado una competitividad responsable en el marco de unas realidades econmicas, sociales y polticas donde el equilibrio fundamental est basado en el dilogo. Hoy, empresas que en el pasado fueron sealadas de malas prcticas, estn retomando el camino de la competitividad responsable. Han aprendido a valorar la importancia de la actuacin tica y el valor aadido a los negocios que ofrecen los activos intangibles, que modelan y desarrollan las empresas a travs de una comunicacin abierta, consistente, oportuna y transparente con sus audiencias.

Transitamos por los tiempos de la filosofa corporativa


En el ao 1997 se edit un libro titulado Si Aristteles dirigiera General Motors, el cual presentaba de un nuevo enfoque tico de la vida empresarial. Muchos suponemos que si este juego de la imaginacin fuera verdad, General Motors pasara la mayora de su tiempo discutiendo sobre filosofa en vez de hacer negocios. Tulia Monsalve, Socia de la firma Manrique & Monsalve plantea que hoy las empresas no slo se ocupan de sus productos, sino tambin se ocupan de su razn de ser. Hoy hablamos de filosofa de gestin, valores corporativos, responsabilidad social y empresarial, tica y buen gobierno. En definitiva, las empresas estn dedicando tiempo a la filosofa, un tema que en una sociedad industrial y positivista no tena razn de ser. En esencia, hemos avanzado en el redescubrimiento de la persona humana. Las empresas de nuestra poca estn ms conscientes que nunca de que su mayor valor reside en su talento humano. La gente es el centro de los negocios, el capital intelectual. Esto ha exigido profundizar en nuevas competencias, no slo tcnicas o de aptitud, sino fundamentalmente de actitud. Segn una encuesta realizada por CEOVISION y Korn Ferry Internacional en el ao 2004, entre los principales atributos para que un CEO tenga xito en Amrica Latina en los prximos dos aos, destacan: CEO que est enfocado en resultados (69%), flexible y adaptable (57%), transparente en sus reacciones (50%), creativo e innovador (44%), pensamiento estratgico (43%), integrador de soluciones (20%). Adicionalmente esta misma encuesta valor las cualidades que necesita un CEO para triunfar en Amrica Latina. Los resultados arrojaron lo siguiente: visin global (65%), habilidades interpersonales (56%), integridad (55%), enfocado en operaciones (47%), orientado a ventas (46%). Las competencias vinculadas a temas de transparencia, honestidad e integridad estn por encima de otras que tradicionalmente eran medulares en los negocios, por ejemplo aquellas orientadas a las ventas. Hoy reconocemos que no puede haber volumen de negocios, fidelidad o lealtad de marca y negocios sostenibles, con una fuerte orientacin a ventas y una dbil vocacin tica. Esta realidad ha llevado a importantes organizaciones a publicar sus reportes de responsabilidad social y gobierno corporativo en pginas que todos los interesados podrn revisar mediante un simple click, Un ejemplo es la reconocida empresa de ropa casual Gap, en su pgina web, se publica, de manera detallada, un informe en el que se detalla la responsabilidad social empresarial, en ste explica sus procesos de supervisin

y su cdigo de conducta para los proveedores. As mismo, ofrece las violaciones, ya sean en procesos o en conductas encontradas en sus plantas. Algunos datos demuestran la responsabilidad que ha asumido la empresa ante estos temas y la transparencia para garantizar soluciones efectivas a los problemas detectados. Por ejemplo, el informe seala que entre un 10% y un 20% de sus fbricas en China, utilizan la coercin psicolgica o los abusos verbales. Ms de un 50% de las fbricas visitadas en frica utilizan maquinaria sin proteccin. A ninguna de sus plantas en Amrica del Sur se les revocaron los contratos por violar el cdigo de proveedores de Gap. Estos resultados ofrecidos a la opinin pblica por la empresa, constituyen un gran paso para asumir de manera efectiva el respeto a principios ticos y valores humanos como parte de una nueva cultura Gap que comienza a desarrollarse. Libros como No Logo o el Libro Negro de las Marcas exponen datos que ofrecen un panorama del seguimiento que estn haciendo los grupos de presin y expertos independientes, luchadores sociales, gremios e instituciones, gobiernos nacionales y locales contra lo que consideran prcticas poco ticas, o lo que yo he llamado Malas Prcticas de Gobierno Corporativo. En el ao 1999 Financial Times public, por citar alguno, que el consorcio petrolero anglo-holands Royal Dutch Shell indic que le gustara reducir sus vinculaciones a escala global con proveedores europeos prominentes, debido a su comportamiento poco tico. Algunos detalles de esta decisin fueron ofrecidos a la opinin pblica por su presidente, Mark Moody-Stuart, quien seal que en varias oportunidades los empleados de los proveedores europeos trataron de sobornar a empleados de la petrolera para asegurar contratos. En este sentido, el lder de Shell destac en aquella oportunidad que la poltica de la empresa es cancelar contratos o relaciones si las actividades de la compaa en relacin con Shell no son ticas. En Europa son destacados los modelos de buenas prcticas corporativas y tica empresarial. En Blgica, por ejemplo, se aprob la ley de etiqueta social, la cual garantiza a los consumidores que los productos que llevan la etiqueta han sido elaborados con respeto por los derechos laborales, sin mano de obra infantil y sin discriminaciones. En Europa occidental hay aproximadamente 240 etiquetas ambientales, ecolgicas y de comercio justo (que aseguran que los precios son razonables). Otro ejemplo a imitar es el de Francia, que obliga por ley, a las empresas, a publicar un informe social y medioambiental. Inglaterra exige a los fondos de pensiones pblicas informar sobre los criterios ticos, sociales y ambientales utilizados en sus inversiones. En Italia hay guas para elaborar informes sociales para pequeas y medianas empresas, y en algunas Regiones se da preferencia a los contratos estatales a empresas socialmente responsables. En noruega 95% de las empresas realizan accin social. Bernardo Kliksberg nos ofrece una reflexin muy clara sobre este acuerdo tico al destacar que detrs de estos cambios hay una fuerte presin sobre las empresas de sociedades civiles cada vez ms activas. Tambin inversores que, en la era post Enron, exigen transparencia y perciben que las empresas ms ticas garantizan mejor sus ahorros. No hay duda, el tema de la Responsabilidad Social Corporativa es el inicio de una transformacin social profunda donde los roles de cada actor social debe revisarse para alinear visiones en beneficio de una sociedad exigente que ha aprendido a defender sus

derechos, pero que todava es inmadura en el manejo de sus obligaciones, el Gobierno Corporativo debe desarrollar estrategias exitosas de Buenas Prcticas mediante un liderazgo sustentable. Desafo que acepto a describir en otras reflexiones que compartir en el futuro.

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