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Resumen Capitulo 8 y 9 - Primavera Silenciosa

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8.

Y Ningún pájaro canta

En Illinois los olmos (un tipo de árbol) han sido pulverizados durante años. Después
de varios años de rociadas con DDT, la ciudad ha sido casi devastada de petirrojos
y estorninos. Ya que en este árbol habitan estos tipos de pájaritos.

Las «Notas Agrícolas» son una compilación de reportajes de observadores que


han pasado muchos años en el campo de sus territorios particulares y tienen un
conocimiento sin par de la vida corriente de los pájaros de sus respectivas regiones.
Uno de tales reportajes informaba que yendo por el sur de Mississippi aquel otoño,
no había visto «ni un solo pájaro terrestre en largas distancias»

El olmo está herido con una enfermedad que lo aflige en toda su extensión, una
enfermedad tan seria, que muchos expertos creen que todos los esfuerzos que se
hagan para salvarlo terminarán por resultar estériles. Si no hay Olmos no habrán
petirrojos por ejemplo.

El llamado mal holandés se trata de una enfermedad ocasionada por hongos; éstos
invaden las aguas que arrastran a los troncos, se extiende mediante esporas
conducidas por la corriente, entre dos aguas, y mediante sus ponzoñosas
secreciones, tanto como por obstáculos mecánicos, causa la caída de las ramas y la
muerte del árbol.

Las pulverizaciones contra la enfermedad del olmo.

El área pulverizada se convirtió en trampa letal en la que cada oleada de petirrojos


inmigrantes era eliminada en el término de una semana. Después se producían
nuevas llegadas, sólo para añadir más cifras al número de aves sentenciadas a la
muerte.
Fueron varios los hechos que sugieren que los petirrojos eran envenenados, no
tanto por contacto directo con los insecticidas como por comer lombrices de tierra.

Una serpiente que se guardaba en una jaula del laboratorio sufrió violentas
convulsiones después de haber comido tales lombrices. Y éstas son el principal
alimento de los petirrojos en primavera.

Ahora sólo pueden encontrarse dos o tres docenas de petirrojos cada primavera en
la totalidad de los 185 acres de terreno.

Nuestros análisis demostraron altas concentraciones de DDT en los testículos y en


los ovarios de pájaros adultos.
El petirrojo es, por consiguiente, sólo un eslabón en la cadena de devastaciones
unida a la pulverización de los olmos.

Otra pérdida lamentable es la del pájaro del sol. El ave del paraíso se ve alguna
que otra vez, pero el robusto pájaro del sol, más común, no existe ya.

Las pulverizaciones retardadas que fueron aplicadas a los olmos en otoño y cuyo
veneno quedó en cada resquicio de la corteza, son probablemente las culpables de
la enorme reducción observada entre los papafigos, trepatroncos, zapapicos y
arrendajos.

El olmo europeo es fuertemente resistente, y muchos de ellos han sido plantados


en el D. C. de Washington. Incluso durante un período en que un alto porcentaje de
los olmos de la capital se encontraron afectados, no se presentaron casos de la
enfermedad entre esos árboles.

La finalidad principal de dichas rociadas era el exterminio del mosquito de las


marismas que habita los marjales y áreas costeras que son los típicos lugares de
aprovisionamiento de las águilas. Peces y crustáceos murieron en gran cantidad.
Los análisis de sus tejidos, efectuados en laboratorios, pusieron al descubierto altas
concentraciones de DDT.

Enfermedad que aparece en primavera cuando se siembra arroz


Los pájaros «beben el agua, quedan como paralizados y se les encuentra en las
zanjas o entre las matas de arroz, gimiendo», según un observador. La
«enfermedad» aparece en primavera, cuando se siembra el arroz. La concentración
de DDT que se emplea es varias veces la suficiente para matar a un faisán adulto
El aldrín, que es 100 veces más tóxico que el DDT para los faisanes, se emplea
ahora como revestimiento de las semillas.

En conclusión:

Por la pulverización de los árboles se vienen de encuentro la muerte de cientos de


aves y extinción de ellas por altas concentraciones de DDT, aldrin y otros. Por
querer erradicar la enfermedad de dichos árboles se vienen de encuentro las aves
que viven en ellos. La muerte de ellas se produce por lo que ellas se comen por
ejemplo las lombrices que contienen concentraciones considerables de dichos
insecticidas. Por querer mantener bajo control la vida de los olmos perdemos sus
habitantes, osea las aves. Pero si no hay árboles no habrá aves.
Las pulverizaciones llegan hasta acabar con la vida de las aves. Y es lamentable.
9. Ríos de Muerte

El Gobierno canadiense emprendió el año anterior y tenía por objeto librar a los
bosques de las larvas de orugas del abeto. Esa oruga es un insecto indígena que
ataca diversas clases de árboles de hoja perenne.
Para combatirlas empezaron las pulverizaciones con DDT, primero en pequeña
escala, después, en 1953, en proporciones aceleradas. Miles de kilómetros de selva
fueron rociados en vez de los centenares del principio, en un esfuerzo desesperado
por salvar las coníferas que son la base principal de la industria de pasta de papel.
Por la fumigación de los bosques se lleva de encuentro los rios y con ellos los
peces.

Las pulverizaciones eran


—media libra de DDT por acre en una solución de aceite.

Y claro, llevo consigo síntomas indudables de que no todo iba bien. Al cabo de dos
días se encontraron a lo largo de las orillas del río, peces muertos o moribundos,
incluidos muchos pequeños salmones. Entre estos peces muertos aparecieron
también truchas de río, mientras que en los bosques morían los pájaros. Toda la
vida del río quedó silenciada.
Pero los insectos del agua habían muerto, matados por el DDT, y no quedaba qué
comer para el salmón.

El recuento puso al descubierto algo más que la pérdida de las crías de pescado:
reveló un serio cambio en los propios ríos. Las repetidas pulverizaciones habían
alterado completamente el medio ambiente y los insectos acuáticos que eran el
alimento de los salmones y truchas habían sido aniquilados.

El hecho de que el DDT pueda causar la ceguera en el pescado está confirmado


en diversos estudios.

Una vez destruidos estos insectos, tan esenciales para la supervivencia de las
truchas, cuesta mucho tiempo que aparezcan

Se encontró DDT en los tejidos de los pescados.

Se menciona que la amenaza que los plaguicidas representan para los peces puede
dividirse en tres partes.
● Una, como hemos visto, atañe al pescado que recorre los ríos en los bosques
del Norte y con el único problema de las pulverizaciones forestales. Se
reduce casi por entero a los efectos del DDT.
● Otro es vasto, desparramado y difuso, porque concierne a diferentes clases
de peces: lubinas, ruedas, barbos, rémoras y otros que habitan en muchas
clases de agua. También concierne a la totalidad de insecticidas actualmente
en uso agrícola, aunque unos cuantos de los principales tóxicos, como el
endrín, toxafén, dieldrín y percloruros, pueden retirarse fácilmente del
mercado
● Podríamos lógicamente suponer que ocurrirá en el futuro, porque los estudios
para poner los hechos en claro están iniciados únicamente. Éste se relaciona
con los peces de las marismas, bahías y estuarios.

Los peces son asombrosamente sensibles a los hidrocarburos perclóricos que


constituyen la base de los plaguicidas actuales.

La tolerancia a los insecticidas del camarón joven, en cuanto sale del estado de
larva, se ha descubierto que es sumamente baja. El endrín, uno de los plaguicidas
más mortales, mató la mitad de los camarones a una concentración de media
milésima de micrón.

La amenaza para ostras y almejas es múltiple. También las crías son más
vulnerables.

Sabemos que los plaguicidas contenidos en las corrientes que atraviesan granjas y
bosques van conducidos al mar ahora por las aguas de muchos, o quizá de todos
los mayores ríos. Pero no conocemos la clase de los productos ni su cantidad total.

En conclusión:

De nuevo podemos observar que las pulverizaciones se llevan de encuentro a la


vida marina, por querer combatir problemas en los bosques estos insecticidas llegan
a los ríos, mares y todo tipo de aguas y por ellos mueren miles de especies marinas
empezando por los peces hasta camarones por altas concentraciones de DDT,
endrin y otros productos.
Y es interesante darse cuenta que las pulverizaciones han alterado completamente
el medio ambiente y los insectos acuáticos que son el alimento de los salmones.
Esto es un claro ejemplo de que todo lo que utilizamos regresa a nosotros sea
bueno o malo, en este caso porque nos alimentamos de peces por ejemplo.

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