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Bienio Progresista (1931-1933)

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BIENIO PROGRESISTA (1931-1933)

El Bienio Progresista fue un período de la historia de España que comprende


desde 1931 hasta 1933. Este período fue caracterizado por un gobierno
progresista y reformista que implementó una serie de medidas que buscaban
modernizar el país y promover la justicia social. Está considerado como el
periodo más importante.
El Bienio Progresista comenzó con la proclamación de la Segunda República
Española en 1931 y la formación de un gobierno de coalición liderado por el
Partido Republicano Radical y apoyado por otros partidos de izquierda. Este
gobierno llevó a cabo reformas importantes en áreas como la educación, la
cultura, el derecho al voto de las mujeres, la separación de la Iglesia y el
Estado, la reforma agraria y la descentralización del poder.
Entre las medidas más importantes que se llevaron a cabo durante el Bienio
Progresista se encuentran la promulgación de una nueva Constitución en 1931,
la creación de una ley de divorcio en 1932, la aprobación de una ley de
libertad de culto en 1933, la creación de un sistema público de educación y la
construcción de viviendas sociales para los trabajadores.
Sin embargo, el Bienio Progresista también enfrentó fuertes oposiciones de
sectores conservadores y de derecha, incluyendo militares, terratenientes y la
Iglesia Católica, quienes se opusieron a las reformas y medidas progresistas
que se estaban llevando a cabo. Estas tensiones finalmente llevaron al fin del
Bienio Progresista y a la llegada al poder de un gobierno de derecha en 1933.

BIENIO CONSERVADOR (1933-1935)


El Bienio Conservador fue un período político en España, que abarcó desde
1933 a 1935, y que estuvo caracterizado por la hegemonía política de las
fuerzas conservadoras en el gobierno y el parlamento.
Durante este período, el gobierno estuvo liderado por la CEDA (Confederación
Española de Derechas Autónomas), un partido conservador y católico, que
contó con el apoyo del Partido Radical de Lerroux y de otros partidos
conservadores.
La política del gobierno se caracterizó por el conservadurismo social y
económico, la promoción de la enseñanza religiosa en las escuelas y la
represión de los movimientos obreros y republicanos. También se tomaron
medidas para limitar la autonomía de las regiones y frenar el avance del
catalanismo y el vasquismo.
El Bienio Conservador tuvo como consecuencia el aumento de las tensiones
sociales y políticas en España, que desembocaron en la Guerra Civil española
en 1936.

FRENTE POPULAR (1935-1936)


El Frente Popular fue una coalición política de partidos de izquierda y
republicanos, que se formó en España a comienzos de 1936, de cara a las
elecciones generales convocadas para ese año.
El objetivo principal del Frente Popular era la defensa de la República y la
consecución de reformas sociales, políticas y económicas, que incluían la lucha
contra el fascismo, la separación de la Iglesia y el Estado, la reforma agraria y
la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores.
Entre los partidos que conformaron el Frente Popular se encontraban el
Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Comunista de España
(PCE), el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), entre otros.
El Frente Popular ganó las elecciones de 1936 y formó un nuevo gobierno
liderado por el socialista Manuel Azaña. Sin embargo, la victoria electoral del
Frente Popular fue el preludio de una etapa de fuerte polarización política y
social que desembocó en la Guerra Civil española apenas unos meses después.
GUERRA CIVIL (1936-1939)
La Guerra Civil española fue un conflicto armado que se produjo entre 1936 y
1939. El conflicto se originó por la división política, social y económica que
existía en España en ese momento. Es el periodo del que más se habla del
siglo, pues fue uno de los mayores acontecimientos de la historia española que
dio comienzo a la dictadura franquista.
Durante la Guerra Civil española, los bandos enfrentados tenían proyectos
políticos y sociales muy diferentes, lo que hizo que el conflicto se caracterizara
por una enorme polarización. Mientras que el bando republicano defendía la
modernización de España, la creación de un Estado laico y democrático y la
redistribución de la riqueza, el bando franquista se oponía a estas reformas y
defendía un Estado autoritario, católico y tradicionalista.
Esta polarización y la intensidad del conflicto, que se desarrolló en un
ambiente de guerra y violencia, dificultaron enormemente la posibilidad de
llevar a cabo reformas políticas y sociales profundas. Además, durante la
Guerra Civil española, las necesidades de los bandos enfrentados eran
principalmente militares y bélicas, lo que hizo que los recursos y las energías
se destinaran a la lucha y no a las reformas.

LAS MUJERES EN LA GUERRA CIVIL


Durante la guerra, las mujeres se implicaron en diferentes tareas, tanto en el
frente como en la retaguardia. En el frente de batalla, algunas mujeres se
unieron a las milicias y lucharon en el
frente junto a los hombres, aunque su
participación en combate fue limitada y no
estuvo exenta de obstáculos y prejuicios.
En la retaguardia, las mujeres jugaron un
papel fundamental en la organización de la
vida cotidiana, en la creación de redes de
ayuda mutua y en la gestión de los servicios
básicos, como la sanidad, la alimentación y la educación. Muchas mujeres
trabajaron en hospitales de campaña y en el cuidado de los heridos, mientras
que otras se encargaron de la gestión de comedores populares y de la
distribución de alimentos y otros suministros.
LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1939)
El 14 de abril de 1931 se proclamó la Segunda
República española, después de las elecciones
municipales del 12 de abril que supusieron una
amplia victoria para las fuerzas republicanas y de
izquierda. Ese día, el rey Alfonso XIII, que había
abdicado dos días antes, abandonó España, lo que
abrió paso a la proclamación de la Segunda República. Ese mismo día, se
constituyó una Asamblea Constituyente y se proclamó la República española,
con Niceto Alcalá-Zamora como presidente provisional. Era bastante parecida
a una dictadura.
El gobierno constituyente es una forma de democracia participativa en la que
los ciudadanos pueden participar directamente en el proceso de redacción de
la Constitución y en la creación de un nuevo sistema político y social. Sin
embargo, también puede ser un proceso largo y complicado, ya que a menudo
se requiere un consenso amplio y complejo entre los diferentes sectores de la
sociedad y los partidos políticos.

SISTEMA POLÍTICO
–Sistema político: La Segunda República española fue un régimen
democrático, en el que el poder ejecutivo estaba en manos del presidente de la
República, elegido por sufragio universal.
–Poder Legislativo: El poder legislativo estaba en manos de las Cortes,
compuestas por dos cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado. El
Congreso de los Diputados era elegido por sufragio universal y directo,
mientras que el Senado era elegido por sufragio indirecto y representaba a las
provincias y las regiones autónomas. Las Cortes tenían atribuciones como
elaborar y sancionar las leyes, aprobar los presupuestos del Estado, y
controlar al gobierno.
–Todos los españoles son iguales ante la ley. Es decir, el poder judicial.
–Las mujeres votaron por primera vez en 1933.
–Existió la libertad de culto, en la que cualquiera tenía la autodeterminación
de elegir su propia religión.
ECONOMÍA: AUTONOMÍAS
Las autonomías en la Segunda República española eran una medida para
descentralizar el poder y otorgar una mayor autonomía a las diferentes
regiones y nacionalidades históricas de España.
En 1931, poco después de la proclamación de la República, se creó la
Generalitat de Cataluña, que se convirtió en el primer estatuto de autonomía
aprobado en España. Posteriormente, se aprobaron otros estatutos de
autonomía en otras regiones, como el Estatuto de Galicia de 1932 y el Estatuto
Vasco de 1936. Estos estatutos de autonomía establecían un marco legal y
político que reconocía la personalidad y la identidad de las distintas regiones y
les otorgaba una cierta capacidad de autogobierno en determinadas materias,
como la cultura, la educación o la gestión de recursos.

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