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Inxilio - Juan de Quintil

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1

2
Juan de Quintil

INXILIO

Ediciones Inubicalistas
Agora Ediciones

3
4
La literatura será realista, pero deberá renovar
por el lenguaje la expresión de la realidad.

RIMBAUD

5
6
HAVOCK*

* Grito de matanza y de no dar cuartel.

7
Somos flores de carne que chorrean sangre,
somos la muerte recién podada
que florecerá muertes y más muertes hasta hacer un inmenso
jardín de muertes.

Joaquín Pasos

8
ESTADO DE PANDORGA INTERNA

Blanca Cebolla ha reemplazado su velamen por alas


de colosal vampiro, esqueletos son sus mástiles. La picana
(eléctrica) burila su grabación imposible: el disco de los
cuerpos al martirologio: Ih... ih... ih... Del color gris a
la cianosis de los cascos: al viento restallan banderas de
opresión. Los sin vacilar desembarcan en la pobrería, a
tronar contra los indefensos. De saludadores de muertos
se hartaron ya: oh alegrías: invadir y desfogar ahora el
reconcomio que nunca podremos con los ché.
Chiquillo-gorrión, las escapadas del orfelinato me
regresaban al cristal amargo de tus ondas, a la floración
esquimosa de esos condenados a galera. Tus olas motrices
encarnan un dios para el adolescente. Mi llanto primero
de hombre fue asordinado por vórtices turquesa. Cuche-
po del amor, muy otra suena esta embriaguez de vicioso.
Por lo pronto descendí los escalones, las callejas pitañosas
que conducen al puerto. Borré las pintadas que ofenden
los muros y al gentío de orden, en los mingitorios abolí los
graffittis, corrigiendo: Yo amo a los marinos, me dan mujer.

septiembre 11 de 1973

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HELLSTAR*

La macroputa de estas asesinaciones


Treinta verdolagas desfajan pantaletas
De los generales traidores
Mirad mi casa rota
Vesania toda de llamas
Esos hawker hunter sus rockets impunidad
Salvador Allende batiéndose solo
Contra nuestra estrella negra

La historia de mi tierra fue actuada


Por enemigos enconados de la vida
Ácaros autocondecorándose de patriotullismo
A vivir con gloria los del deshonor
Fusiles SIG
fósforo blanco
napalm
La pura matadera contra el popular
En algún lugar podría quedar alguna esperanza.

11/ 9/ 73

* Estrella del infierno.

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RELAJÓN

Desde una de las orillas de los conflictuados y de


amanecida se descolgaron casquitos. Bestial facticidad:
naves, tanques, aviones... Erización de esa chatarra tembló
las ciudades.
Lagarteados pustulosa onda: escudo protector de-
genera en iroqueses (sin dignidad) contra el común. Se
intenta la anomia, transformarnos en lacayil chusma. El
último rayado de la cancha es con sangre del pobreterío.
Flor de decrepitud, cainismo es nuestra taimada en-
demia. Patriotería: el más indecente de los cultos.
Rebumbios del dólar!
Bombardeo de La Moneda fue concebido como ini-
cial del exterminio; se calumnia a las personas, luego de
asesinarlas; infamísimo esto de convertir los buques en
joyolina sobre las ondas; imposible de imaginar en otro
tiempo. Sin un quebranto moral, eufemizar los vocablos:
-interrogatorio eclipsa maltratos y hasta la tortura.
-enfrentamientos son hoy las matanzas.
-pronunciamiento militar es aguachirle por Golpe de
Estado.
Ah derechistas de rabacana, qué rejueguito se traen:
brillazón que suelto da el dinero a cuatritos, mas tocan
los desollones de la cadena al popular. Preceptos de acero
degenerarán en cangrina, cacunda, cachafaz. Indumias
del oro. Inaugurado el Jurásico de Chile: período de los
escamosos y carniceros reptiles. Arrancamientos del poeta
han de volverse tentativa pterodáctilo. A nuestros grandes

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veremos en la entrepesadilla: como a imposibles canoros.
Por el pentágono digitados: ejércitos nacionales como
lansquenetes -no ahorrándoles a sus pueblos ludibrio ni
maldición. Edad de la espada en estos tiempos «heroicos»:
todo ha de pignorarse y/o vender; engreyéndose por el cai-
nismo, machetones se despiertan linajudos, hidalguetes.

12 septiembre

12
OTROSÍ DEL INFIERNO

En horas de toque, del brazo de su plutónico Lady


Macbeth reaparece; anoche, bajo ominosa luna, lucía
collar de pezones y ojos sangrantes. Tras osamenta de la
república aúllan su capatacía dorada estos chacales.
Alguna vez, por cámara de espejos han de monitorear
al tirano: sobre su cabeza una candela de gargajos cerotea
su rostro de semiciego por la eternidad. Adoradores de
cadenas se van también de salivazos. Y entre abortados
y/o excrementos, las armas bendecidas por el lucro: hacia
voraginosas alcantarillas. En donde (…) está esperando,
vestida de almirante.
Astro pulposo se levanta, bajo su negror sepultan
apresuradamente a los ejecutados. Sólo la sangre es
indeleblemente su hado. Adviene cordillera aberración:
nieve, efecto neurosis. Hurgo en la hipnagogia: ¿qué
significan esos farellones de arena y terregal? Y no poder
invisibilizarnos.
...Ciertas estrellas parecen agrandarse y hasta blan-
quear al amanecer. La hora cuando son llevados nuestros
camaradas al fusiladero. Detrás de las rejas, la impotencia
nos entelería como de trapos. Descargas se pegan a los
oídos de por vida. Al orificio que deja bala dum-dum: la
picada del alacrán, dizque milicia. En esos desamparos
de rabiar, única flor inmensa todo el piélago.

13
*

No ha de morirse el poeta sin antes constatar a estos


culebreros de mercuriarse, jodidos de la risa pero de mie-
do: del fondo de la tierra saltarán sus víctimas. Mania-
tados con alambres, con la crispadura del dolor resecos,
mutilados, explosionados hasta en puras esquirlas pero
hablan. Termino por aceptar novatada:

Pura chicha tomaba mi abuelo


en el tarro que hacía pichí
(…)

No son las armas ninguna esperanza de humana inte-


ligencia: a quienes las sirven internalizan oscuro rayón. Es
bien evidente: sus propios hermanos configuran el centro
vivo de los tunazos. Contra toda represión, los proscritos
resisten con vientos rojos y vientos negros.

13 septiembre

14
CÓMANME, PERROS

CAJSI opera en AGN ; COC( ) son los ten-


táculos de este pulpo y no de mirada de seda que manda
sobre un serrallo de cuatrocientas ventosas sobre el popular
todo indefensión. Hitler y/o Stalin habrían envidiado las
garras de El Lobito. En horas del toque (de queda), por
un pasillo subterráneo y luego por exterior escalerilla neu-
rosis suben las víctimas..., vaciarnos por la suspicacia y el
miedo: fingir hacia la sombra del Estado prepolítico. Tras
el interrogatorio, de no acceder al Nº 117( ), pasába-
mos de Casa de la Morgue ( ): a la pinta! bergantín:
discado directo a esotro color ciertas yerbas: como para
implosionar en agonizos. De ayuyunes con el momiaje
éstas son asuntadas del cherruve ojos de whisky. Dadas
las reducciones del autoritarismo bloqueando expresión
de la libre: efecto mascarita lo padeceremos después
como perversión. Grupos de Tarea se autoconfieren las
tropas de asalto. Impelen hacia el cielo sin estrellas ráfagas
de viento travesía; desde a bordo, los cerros con la orate
arquitectura de los condenados bambolean: el putsch
es maldición de toda humanidad. Trepidan otra vez los
electromagnetos y no son cavatinas las que se arrancan a
nuestros apremiados: nadie debiera cuestionar lo civili-
zado del derecho marítimo.

15
*

No hay aguas limpias en nuestro mar océano territo-


rial: si lo rancanean los fondeados en altamar!
Rascándose contra los flancos del navío, no se alimenta
de ficciones celestiales el monstruo, ni serafines son sus
ayudantes de cubierta. Aviso a los permisionarios: no es
petrel de tormenta el autor: más bien tiene el crispado
de los vetulios don nadie. Primavera es el entiemparse de
la poesía. Yo te saludo, marinante ciudad.

14 septiembre

Celebérrima frase del general Barbosa.


Comandos de Área Jurisdiccional de Seguridad Interior.
Academia de Guerra Naval.
( ) Comandos de Operación de Contrainteligencia.
( ) Colaboración.
( ) AGN

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CHINCOLITO ACUSADO DE MATAR ESCOPETA

Desfilando por las glorias navales: obreros e intelec-


tuales, estudiantes y/o estudiosos, capas bajas de clase
media..., membrillos parecían en manos de las criaturas
del diablo, e iban a parar corchitos a mercantosos: llaman
allí chutes a tercios de tambor anchotes para depositar ne-
cesidades: a su vista nadie evita estremecimientos porque
recuerdan los enteritos de la víspera, donde con el auxilio
de guinches, hunden la cabeza a los metidos (método
submarino). Oficial de cosacos comunica: cero problema
con los familiares, puesto que atleta de la prensa libre y
la atrozcracia (El Muerturio), informan ampliamente
sobre el acelerón portuario que padecemos: la lista con los
arrestados y el monito con los susodichos son publicados
en página social.
Variopinta tupición la compone la tour del nuevo
estado. En la bodega cuatro por ejemplo: diez o doce
muchachos hay equipados de baby-fútbol, de seguro fue-
ron sorprendidos por lo temprano del toque (de queda)
y/o sus impacientes patrullas; ralean viejujos; campesinos
también encontramos que hasta la hora actual estaban
catrutritos (vírgenes) para las veleidades de doña María
(la mar océano), ni en jamás de los jamases subieron a
una motora, ni siquiera a dar una vuelta por la bahía, a
ver los buques; abundan de vicio los bien atropellados
por los derechos inhumanos que, tras identificarse, chis
vai a seguirla, forman células: sobran profes (maestros

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de escuela) para encargados de educación; duran más
los pinches en malón de lolos, que la provisoriedad de
esos secretariados políticos; de arriba, merma toda con-
sideración para estructuras leninistas y demandan carne
para regodeo: en cubierta ponen la metra en las sienes
y cuidado con mirar pa` la bahía el enemigo interno;
nuevas patadas y cambio; los más fatales retornan al
Palacio de la Risa. En bodega sigue temblando firmeza y
rumorean de infiltrados, de sapiolas que en todas partes
pasan colados. Llama la atención el subibaja de oficiales
de inteligencia: fuertemente escoltados, vestidos de paisa
pero a la peliculín: el lenguaje los evidencia patas and
liberty, a dos o tres se les puntualiza como torturadores
de marineros en la insubordinación de agosto.
Costrones de ceniza de soda tienen adheridos los
mamparos: polvillo en suspensión da picor en los ojos
y bota el pelo. La víspera, en steerage colindante habían
suicidado a Sanguinetti, un empleado de la Dirección de
Investigaciones Aduaneras, lanzándolo desde la cubierta
al vacío. Rápidamente bajaron guardias con el rostro tiz-
nado, taparon los restos con un chinguillo para alzarlo:
vuélvanse a las paredes del buque, mierdas, en posición
saludo upé (manos en la nuca).
Todo viene de escotillas y nunca el maná; cosa de
las 19 horas, desde cajas para plátanos apoyadas en la
brazola volcaron la porotada que salpicó contra el suelo
inmundo. Puteando encogíanse los hombres pegados a
las planchas, al quejarse algunos los interpelaban con
frases de contingencia: Apréndele al compañero Allende,
que murió peleando.

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Sin aviso zarpó el Maipo casi medianoche del 15 de
septiembre: parte del operativo fue balacera en la ciudad
sitiada. Puesta en marcha de las turbinas y leva del ancla
suenan a lobreguez: el ranking lo lleva el fondeamiento;
chilenitos hay ilusos a las puertas del infierno: de modo
que integramos el primer contingente de exiliados a
México; tripulante bisoño, que por reclamar lo insólito
del tonelaje fue remitido cuspito a bodega adujo: en estas
ocasiones (estado de guerra), un sobre sellado entregan
al capitán y éste en altamar -bajo orden de oficial de la
armada-, recién se impone del destino de su embarcación.
Más infamador que upestoso, sociate, mapuciento, poto
colorado, terrorista, miriento..., es el gentilicio de Cuba.
La contienda desigual: nada inmortal y ninguna epopeya
del blanco y los aéreos antisubmarinos contra el Playa
Larga, sacó de quicio a los bravos. Con serenidad, Capitán
González nos había advertido: Preferimos dinamitar el
buque, antes de entregarlo a los fascistas; y esto, compañeros,
no lo decimos por cubanos, sino por revolucionarios. Así de
simple. Penábales el barco donde repartían postales con
la imagen de Martí.
Pese a los maltratos, luce el negro la hermosura
del animal selvático. Eh compadre, lo saludaban: este
escandaloso militante de la vida asentía sonriente y no
cagado de miedo como los blindados nuestros del puras
chivas (huevás-de-cutufos-que-habéis-sido-del-burgués-
el-confort). Sam Brown posee un estado físico diez: como
gato trepa escalerillas y a cada tiro resbala ensebado;
a detenidos corpachones no les quedó otra: echársele

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encima. Jura que vamos frente a Quintero, mierdas,
tengo cojones para saltar y llegar nadando donde mi
mujer, carajos. Estás loco, cumpa, en cubierta los cachas
de-la-muerte te rociarán como a rata: vas a dejarle tu niña
a los verdugos, quieres la viuda para tus asesinos? Parece
que además de César Vallejo, tienen otros removedores
los del paisito al norte.
Patriarca, geronte y no gerente de esta nueva barca
de Caronte, es un campesino de Lagunillas; capitán de
carabineros del pueblo próximo (Casablanca) redactó
denuncia y firmó sin verle: los cargos no se compadecían
con las maquineadas del viejo, que en otra boca su relato
da risa. Forjado por intemperies, reseco el continente,
pausada el habla, tiene sin embargo un nombre dulce y
agreste, como miel de monte: Amable Pozo; jodido por
la diabetes, sin los anteojos, este peligroso instructor mi-
rista de campamento guerrillero, no alcanza ni a divisar
el rostro de sus bisnietos.
Sam Brown, cholo legítimo pero nacionalizado, fue
detenido por aviáticos de Quintero; alegó que estaba en
luna de miel con su esposa chilena, además soy vendedor
de una fábrica de parkas..., de la opulencia de los des-
cargos, se desprende que políticamente es más redondo
que agujero de guitarra, pero el color de su piel lo pinta
violentista. Vos negro, soy cubano..., e injuriaban en alar-
ma roja, rasantes o en picada; blanqueaba el lóbulo por la
indignación pero nada, toma..., cholo cobarde, recrestón,
este aletazo por tu jefacho barbudo..., Fidel te manda estas
chuletas..., te vas de comboy no más; goza estos jaibazos

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que los fleta condorito Corvalán..., avisa a radio Moscú
que te devolveremos a la concha-de-tu-madre. Dale que
es chileno el muñeco; casquitos se componían la fajina,
resoplantes..., ni que el camba piloteando un Mig-22 hu-
biese recuperado para los suyos en un acto de hombrón la
estrellita del sur*, cara de chancaca tizón con ojos blanca flor
de chimenea atado de cochayuyo con patas cururo cagá`de
mierda culia`o. Si soy chilenito, chi...le...no.., señores. Vos
soy cubano, huevón, cubano, CUBANO, maraco reculia`o.
Así que ahora querís saber más que nosotros; más que las
fuerzas armadas, negro sedicioso cholo subversivo apuesto que
andabai repitiendo la consigna del bigote blanco que nosotros
somos el pueblo con uniforme métetelo con letras del porte de
un buque: CUBANO. Esta alma lilial probó la mano de
todos los institutos armados, recorriendo el espectro de
la reclusión: escuelas públicas, fortín deportivo, comisa-
rías policiales (en la quinta, daban las peras con harina
a los detenidos y vendiendo brevas por los ojos salían;
en la novena: antivillancicos en hard-rock ululaban de
mister-cachudo-baby), academia de guerra naval -allí un
ingeniero gigantón encalló en los niet, siendo políglota
el sovietincha y firmetex los electrodos del corriente-, y
el mercante Maipo para concluir.
Parte de la navegación es de agudo cabeceo, sombría:
plañen los mamparos: todo el aparataje hace sonido de
adúlteros en momentos de deprimente hotelucho, pero
no, nadie pega así a doña María en el hueso bailarín, que
la cosa es para Quiriquina o Juan Fernández: ni isla al
* Arica.

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sur ni archipiélago al oeste porque navegamos en plenas
alturas de Coquimbo: granos de dormidos por océanos
desvelados, echados sobre tablones o en el entrepuente,
curvados sobre rollizos de papel.
Trigueño: bajo el pelo trinte oscurísimos ojillos de
vivacidad, carcajadas de blancor: a la edad de 45 D. es
empleado en uno de los departamentos aduanas de Val-
paraíso. En la travesía un privilegio: ex-compañero de
los cariño malo; en efecto, con riesgo los infantes desde
cubierta deslizan baldes de agua, rancho y hasta pan adi-
cionales; esas mismas bocas, ahorita propicias, aterrizan al
día siguiente la bandada de pajeros mentales: vamos a la
cuadra de Antofagasta, rumbo a Pisagua. Bromea D., a la
upestosidad: les espera una larga -larguísima- sombra: el
caldo de cabeza hay que degustarlo en años; cuanto a los
contrincantes, semilegales o de la clandesta, nada de mor-
tificación: las tales no demorarían ni tantito en cambiarle
agua al florero: al más colorín y rizado hombronazo, los
patas negras pintan negritos quiscúos, programados para
decir chalupa el más upa papito presente y/o ausente.
Diestro en la pesca submarina convida, facilitando equipo
y conocimiento, a-todos-los-animales. Había enviudado
y casado otra vez pero casi con muchacha ahora; vida trae
vidas; un hijo tenía que gateaba lindamente en su corazón
de padre feliz; de todas -y aun con la llena de derrotados
políticos en esta cárcel sobre las olas- es siempre el amor.
En mañana de camanchaca arribaron nuestros amal-
ditados: pleno día era de la independencia nacional. Co-
mandante de submarinos es el superior a bordo, ordenó

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formación: rubicundo, el gesto duro en su rostro no se
compadecía con su natural de amante de la cornucopia
de cuatro patas y bienamado por caldos de las viñas,
cambiándole color del uniforme, semeja bien el jefe de
policía de retén de la ruralidad; el pelo largo y el aspecto
mugroso de algunos dábale ataque de cacuca al galoneado
dionisios: cuando retaban los milis, compai daban la ca-
llada por respuesta. Después, en la mufa de prisión, esas
bocas conjurarían las entelequias metafísicas del melindre
mejor: Husserl abre corolas de galácticas fenomenologías,
Sartre humaniza la séptima esencialidad de dios, las
categorías del materialismo transforman universal dolor
en luminosidad para hombres. Entendamos entonces a
los cabezas desbordantes de ángulos rectos padeciendo
a los de huevo.
Circulaban embarcaciones menores que mentan pan-
gas, con custodios pero no ángeles, que tampoco huelen
a muguet, sino a bototos y M-16. Filtró: nada de campos
ni torretas, barracones ni alambradas; tampoco otro de la
cadena sheraton, la firme lo constituye un ex-venusterio,
ex-cárcel, ex-cualquier cosa con letrero PRESIDIO MI-
LITAR: Pisagua es el culo de Chile, rezongan nuestros
lapas escupiendo.
El desierto, parece aquí enarenarlo todo, plomizar
hasta el mar océano; un vaho calcáreo soplan las desha-
bitadas casas, los cuartos sarrosos: en los cuatritos molles
gorriones de escándalo gorjean, cantan rabiosamente: ale-
gatos aurorales en medio de la arquitectura de la muerte.
En cubierta al más volador órdenes de mando lo dan

23
por tierra, señalan con nombres de secciones de embar-
cación para grupos, listas, identificación de los preciosos;
un compadrito hay (obrero de la construcción) que no
existe para los papeles, ni aun así se libró jamás de chancas
y zapaterías; a fines de octubre, cuando los primeros del
regreso, tampoco figuraba en nómina que los de inteli-
gencia naval de retorno fojeaban con disimulado nervio:
nada de otra vez. En la ocasión, militar Benavides, jefe
de seguridad del campo, le espetó una pregunta seca:
¿Cuántos chiquillos tienes, hombre? Cinco, capitán. De-
mandó los papelotes el oficial, escribió algunas palabras,
firmándolo concluyó en voz alta: Este ciudadano regresa
a su casa, bajo mi responsabilidad.

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24
PERFIL DE CORVOS

25
Ellos, los vencedores
Caínes sempiternos,
De todo me arrancaron.

L. C.

26
CEMENTERIO DE CAMPAÑA

Pelones, esos cerros descomponen todo olor en hede-


tina. El amontonadero de milicos cuando el desembarco,
ese aire de amenaza con que se nos malvenía..., parece
iban a disparar si algún criminado pestañeara, las punto
treinta y sus carrilleras; desproporción sentimos al filo
del desafuero: nos destinaban tupición de muertes. Con
las manos en la nuca cortamos hacia el presidio. Quien
nada hace, nada teme, rugió el capitán. En esos momentos
hay como narcosis, otra volada de los miedos. Bajo cielos
abiertos de la casi primavera encumbran sus volantines los
críos, compiten tarabillas de esta ladera con la de enfrente:
el aire huele a cogollos y renuevos de álamo. Entonces
todos los seres son engendrados en paradisíaco, encuera-
dos también nacíamos y luego moralina nos enceniza con
trapos y otros trapos y otros. Allí, en el asilo, era de gozo
para las monjitas estrenásemos uniforme en el homenaje
a los héroes de Iquique, en Valparaíso: después nos leían
comentarios sobre bizarría, mostraban fotos; todo aquello
me sabía a bebedizo de estropajos. Larguísima hospita-
lización: ni demoré descubrir en los amaneceres ciertas
camas enteramente cubiertas: unos señores de blanco se
llevan al inmóvil projimito, la desgracia portaba un roto
costal: siempre se renovaron los tan presuntos y todavía...
de resultas entonces devine ensimismado, enclenque,
puchusco, mas qué putas: ambicionaba -nada más pero
tampoco nada menos- ser solista de Miguel Caló; estelar
arrancado desde los abrojos de quebrada Calaguala: por

27
mi vocal terciopelo me lloverían las minas. Esos polvos
del harem asumieron como gueto; apuraciones, indefen-
sión. De fragata(s) navegada(s) hice mi dios; a punto de
trasijarme hui de la gazuza.
Abroquelamos la vida al ventorrillo, al peo que dicen.
Ni maliciamos: fascismo madrugó: nos cazaron en el
nido familiar y zampamos prisioneros de guerra. De
chancacazo en los cuarteles, por cardas en los navíos.
Con tantita anterioridad, radios golpistas encocoraban a
semillas de pinochete a poner cera para pisos al pizarrón
si tu profe es upé.
Pasado ya este abisal entre hombre humanos, en el
platique con estos archiarmados nos contaron la firme:
comandante los libró al coraje, salpimentando su arenga
con nuestros intentos de tronar los buques de la escua-
dra. Cuenteretes para bobos. No es cosa de militares el
plan zeta, no, su vocación no da para esas ignominias. El
tiempo develará a todo un pueblo: partió del corazón de
los políticos de ultraderecha: mariconería del puñito de
nuestros generales civiles, enculados a la chilean way con
cagadera. A ellos debemos este trastrueque de soldados
en rufianes con uniforme; en el fondo: aberrante y más
demoníaco que la ocupación por extranjeros. Pero algo
huele a podrido desde Yanquería.
...Cuando nos metieron en prisión, nos tocoteamos
primero entre las cejas, después lentamente la cabeza,
descreídos de la no coladera. Raro eso de sentirse semi-
muerto, tan blandas las presas del cuerpo. Pero los vigías
nos retornan a la realidad, con el grito: Tranquilos!... (y
amolaban común conjetura sobre progenitora).

28
PAÍS COLORES QUEMADOS

Tantazo sol y es invierno todavía. Estos sequedales


nos convierten la vida en terral. Cállate el nombre de esta
caleta: esa palabra parece condenada a no pasar nunca.
Como tocante a los desiertos son frías las noches. Jamás
nos atreveríamos a buscar el calor de otro hombre: pero
sí los cuicos, curtidos por cuartelazos: meten la cabeza
entre las piernas de sus compañeros en lo mismo. Ese
recurso es puro 69, rechazamos escandalizados. Cada vez
que allí asumen los milicos, a los detenidos se les exige
descubrirse la camisa: si no hay cicatriz de izquierda a
derecha te zanjan con bayoneta: durante toda la vida
en adelante vas marcado como subversivo. Mundos de
universitarios y obreros del Altiplano llevan esa impronta.
Compadre, sin duda que los bolivianos somos personas
decentes al lado de ustedes. Cuál es el fusil que cargan
vuestros soldaditos? No, no lo sabes, sotreta. Son SIG y
disparan balas dum-dum; un tunazo de esos bocanegra
puede volarle la cabeza a un cristiano. Esos tiros están
prohibidos por tratados internacionales. Lo saben el man-
damás de este campo y su general de división, para nada
lo desconoce el comandante en jefe de los militronches.
Aquí, la mafia de la coca también puede más. Me dan
lástima los chilenitos; la que les espera. Te acordarás de
esta conversa, fraterno, los vemos como entregados a la
muerte. Estas matazones sin cadáveres no pacifican a
nadie; en las gentes pardea el odio.

29
CONSEJO VERBAL DE GUERRA

Reducidos en tacizos, nuestro suspense da a tem-


bladeral. Metidos en capuchas, recorríamos escalas y/o
pasadizos sin fin, desde ignota cubierta conducidos hacia
marejadilla neurosis: ni balanceo ni rolar, no trepidan
por el vuelo esas máquinas: acuciosidad, del oído registra
grabaciones. Soñaba despierto: tractables ravenalas para
el martirio: abren y pliegan su abanico descomunal pero
diodos. Érase que era la sumergida de algosa cabellera
y azuritas en fulva gruta: una fisura cruza su rostro: no
mana ni gota de sangre! demiurgia del uranio corriendo
en agua. De resultas la golpiza, pierdo percepción al
craquearse las torres de una ciudad polar.

30
CAREPALO LA FOTOCOPIA DEL EDÉN

Otra época: poblaron el puerto arriba de 4 mil al-


mas; gran referente del nitrato de sodio desde el moreno
músculo; sobre los mástiles pabellones del calidoscopio
internacional; apuesto los dedos de ambas manos que el
agua de las canillas también sabía a perros, no seas tan
negativo, compadre; por entonces los caballeros bañaban
a sus muñecas de tolerancia en champagne. Fatiga de los
inmensamente anónimos dulcificó este aliento calcáreo
que ni los imperios del mar océano mediatizan.
Del tiempo aquel sólo sobreviven luminosidad de
buganvilias y la transparencia de un aire que no pueden
soportar indemnes los rosales en sus llamaradas. Enso-
ñar el biselado de trigueñas que para nosotros, carne de
reclusorio, son la otra memoria del cielo.
Roídas las paredes, herrumbre desportilla techados de
casas viudas: aquí diluvió sarros la consunción. Centro de
relegación de represiones políticas, boom de pesca de la
anchoveta para su industrialización, cooperativa pesquera
de presos comunes, venusterio..., la lista es incompleta,
pero realizaciones y proyectos hurlan el sol invernal de
este puerto Lázaro. Únicamente pertrechos apostados
contra indefensos hermanos son identidad de lo nuevo.

***

Entre los acontecimientos de prisión, uno hay por

31
repetido no mengua chamusquinas: sonido que los guar-
dias motivan con cadenas y candados, entonces carne de
martirologio siente socollón. Es el capellán M***: en oca-
siones viene a platicar con un sacerdote alemán, respetado
por sus compañeros de presidio: todo supliciado encarna
a Cristo..., ahora su aflicción es por entera comunicadora:
de cinco días hace, es la muerte física de Pablo.

Hebras de nieve, costura del frío


corta la loica con agudo grito:
vivacidad terrestre contra los devoros
que tanta niebla tornan de fuego.

La ajenitud desespera sus rémoras en mi corazón;


pero contra el terror manipulado, levantan sus palabras
de luminosidad los poetas.

***

Ocurre cuando alguno asume la dignidad: por respues-


ta ideación cobra en vidas. Al conscripto Michel Selim
Nash Sáez, edad 19 años, se le actuó la ley de fuga: 29
sept. 1973. Natural de Santiago, con alguna anterioridad
participó en la J.J.C.C. Cumplía la milicia en regimiento
Granaderos de Iquique; un consejo de guerra lo conde-
nó, el 14, a prisión en Pisagua, acusado de infiltración
política e insubordinación. No, señor, no disparo contra mi
pueblo. Nuestra misión es protegerlo y no luchar contra él.
Otro muerto sin cadáver. Ni mentarlo: puertas hay que

32
se abren dando hacia laberintos agrios, salvajes; las bocas
se ahogan bajo caliche. Desde las salitreras malditas, el
viento de la pampa suena Caín. Bandera de histriones
invoca muerte.

***

Dos teleguiados visitan el presidio: rubiascos: uno


de los gringos alargaba hociquillo hacia los barrotes, así
de miope; su rostro de mico blondo producía sonrisas.
Conocido abogado nacionalista de Valparaíso protago-
niza anfitrión; el sujeto parece florearse para las pantallas
T.V. No he podido entender nunca la agresión de ciertos
carachos pasados los cuarenta, tal vez en algún minuto del
universo infantil, los implosionó ensanchar las narices en
la ropa de interior sucia -que sostenían con una mano- de
sus madres y/o hermanas. Del otro lado imperativamente
escabroso, estos presos políticos de Chile representan el
antivietnam del pánico fascista. Ante el perplejo del tra-
bajador mundial, se ha meado en la boca de sus hermanos
el descuidero, ciscándose de la risa con esta situación de
sangre -por añares soportaremos el amedrentamiento
del déspota audaz-; a quien sin embargo, cucalones le
revolotean chisme en el ojo.
Sufriremos encasquetado en su bunker-móvil a Stafo-
relli patéticamente ñoncho, validando aquesas cóleras que
temerarios brochazan en las paredes: (malditos los chilenos
si*** muere de viejo). Ninguna sangre ha de saciaros,
belíferos, guay que os ahogará su coloratura punzó. Esta

33
guerra tiene su tablero de dirección en W., delegando en
tetrápodos labores de alcantarilla. Valga en lo inmediato
la poca de lucidez, la asistencia referida a puntuales dosis
de valium y voladas otras a toda pepa. Mamo todaviiza
su pandora monstruo: el arma química.

***

Cinco internos a quienes previamente un oficial


paracaidista designara «voluntarios», son ametrallados...
El propio comandante lanzó hablada sin nombre: los
masacradores son los masacrados. En cada fusiladero:
inexorables apagamientos pero primaveras también:
semillazos siempre. Contraelegía.

------------------------------------------------------------------

34
VUELVE POR SUS GALAS, PRIMAVERA;
COMO EL TIGRÓN ESTOS TUTURUTAS

*
TRAGABALAS

Habitamos la casa del dar tortor. Quien nos tiene


la vida en un tiento: arquetipo del mílite sin desbravar,
verbalización a mandibulazos, sus ojirris recuerdan los
de la orca: hecho un chile, alardea puntería de vaquero
a la italiana; no disimula su recurrente mala contra los
chutos, ni tampoco oculta su grosería cobardeándolos: él,
con armada compaña; detrás de las rejas los peruanos. Mi
padre es comandante de regimiento en Arequipa, con la
diferencia que además de culto, es un hombre de honor,
corrige fraterno de Javier Heraud. Saldo: los upelientos
se ganan superlativamente la bronca del hombrón: tenís
cara de malo, allendista tal por cual, anda poniendo las
barbas en remojo: te advierto: aquí presido yo el consejo de
guerra. Posible: mañana -festinado ya por don viruñas-,
algún conduerma lo memore conciliador.

*
CHAFAROTE

En ribereños de Lanalhue, lago a los pies de cordillera


Nahuelbuta, alguna vez escuchamos comentos sobre este
oficialón de ejército: heredero de poderosos de Araucanía;

35
pamentoso destino: caletre no les da para ingresar a
ninguna universidad, mucho menos para la lectura ni
de media página de El Capital, pero hinchan cochumbas
de todo el pueblo con cantaletas antimarxismo. Golpe
de Estado, volvióle incondicional del cantinflero de
uniforme.
Enjaulados, esperábamos en formación ese mediodía
su visita por las galeras del presidio: cholo absoluto ya-
cía en cuclillas: al percatarse del indiferente cabrillaron
pupilas al mandamás. Ah, es el cubano, advirtió uno de
los vinchadores. Nada que ver! subrayaron voces desde el
calabozo. Te voy a hacer fusilar, porquería; los de tu raza
son todos patos malos. Por respuesta alargó decididamente
su mano el negro: Como usted mande, jefe, pero primero
convídese un puchito. En siglos del instante descaro del
zungo lo confundió, luego echó mano al paquete con
cigarrillos, alargándoselo... Al retirarse con su guardia,
comprendí que hasta los generales pueblan la casa del
jabonero para el gran felónico gran, pero éste bien puede
llegar a vice: rutila en la galaxia de nuestros Asesinos.

*
PICHUNCHERO

Folgar con el diablo y con dios ilumina la vida del


dinero, mortificando a ese inmenso sin rostro pero con
manos, ni tan curioso entonces: casi la completud gusta
veleidades del lucro. Bien que la tierra pueda concluir

36
tetamenta de octogenaria piruja: por un puñado de dó-
lares hay el milagro de zurcirle la virgo, luego publicitarla
doncellísima; países donde la cosmética es recurso de
funebreras. Más modestos, dada nuestra tercermundista
vocación, los verdes rompieron espinazo de una demo-
cracia con decencia.
La burguesía embriagó sus oídos con ínfulas de con-
trafidel y glorias de mítico general. Clarividencia: código
de acero, represión como de matarnos la madre entre
chilenos; de vez en cuando: azanahoriate de su encan-
tada chapola. Verdaderas guarniciones por escolta. Tras
cada Sermón del Montañés: clarines y redoblantes más
inhóspitos que su reconcor. Capataz general descueve y/o
afortinado pendejo? Sin rajar ni morirse, este colmilludo
bajo palio concluirá en la deshonra. Y la risión nacional.
Hurra por la enfermiza luz de su corazón de Nornas, oh
estremecimientos de su mélica inflexión!

37
ASIMETRÍA

POLVO ENAMORADO

Por sus aberradas se ha ganado apodo el diablo se di-


vierte nuestro coronel*** hasta para el más ninguneado
de nuestros camaradas: estos actos de maldad del coman-
dante del campo de detenidos políticos, desacralizan sus
galones. Opción: el sufrimiento físico y/o moral de la
carne de indefensión gratifica oscuramente su libídine;
sus orgasmos aullados no desatan a cabalidad su lupino;
la muerte pega en el gusto de su sublunar erógeno; por
extensión: ese procaz lenguaje es también sexo oral. De
todas todas: en nuestro pobrecito remonta epifanía.

MUECA DE CALAVERA

En cambio, señor fiscal: al súbito uniformado: (el


poder de la nivosa, aerizante diva!) y general Carlos
F*** -profesionalmente batallón y armífero de por vida-,
padecen esterilidad de lo indecible. Dónde la positividad
de sus negativos? Para sus individuades, griega es la
expresión que suscribimos: thánatos athánatos*.

*muerte inmortal.

38
*

INTERREGNO

Poseen las palabras de los fusilados una evidencia social


más sobrecogedora que este pobre caldo de cabeza escrito
en el aire de prisión.
Pero habrán de pasar algunos años...

39
PREVENTIVO EN PROVISORIA CASA Y/O
FUTBOLERO PRESUNTO

Sabe todo el mundo que mi ignorancia pelotera es


colmo, paradigma, puro relajo. Tampoco me cae nada
bien; como a maestros de escuela: fría e impersonalmente
van a insolventarlo; pero también en estos años macabros
servirá los motivos del avestruz: torpeza, miedo físico,
cobardía moral.
En el mundial del 62, mientras la compañera y los
hijos cangureaban de alegría por nuestra victoria contra
los soviéticos, en Arica, leía (yo) al espaciador francés.
Casi me pegaron cuando este volado aseguró que la au-
toría de los goles es de Neruda y dejó como conejitos en
la nieve a los imbatibles Pushkin y Maiacowski.
Un muchacho hay aquí: ojos pillos, bigote, modesta
estatura pero simpatía de morenazo: Bahamondes se ape-
dilla: un tipo popular por cantidades en el país que avanza
hacia el siglo XIX; en pleno festín fascista lo pasaron al
área social como Caszely. No tenía la menor puta idea
del jugador tal; juro que al retornar a la humanidad me-
morizaré hasta las cuartas especiales. Soldadesca le tiene
mucho más buena que los pensionistas; dan un trato de
excepción al joven; solicitado por los milis regresa sin
rasguño, cigarrillos y hasta un trozo de pan para ambu-
cientos, que es de lo que más hay. Cuestionados tenemos
una clave con las manos: si tomadas por los pulgares bien
abiertas el trato es soportable; si empuñadas blandamente
están costaleando pesadito; si apretadas quiere decir que

40
a uno le sacan toda la genitalidad de las amazonas del
mundo, más otra mitadita.
Con detención, observado Caszely, perdón debo
mentar Bahamondes, es humilde; sin gota de líder o
mesianismo, saludable como un picasal, tallerazo pero
incapaz de pasarle un gol de mediacancha ni a las mon-
jitas. Debe amarlo alguna hembra mándame a llamar
con lluvia, atesorando uno de sus cachirulos entre los 20
poemas. Preguntan si la novia le encuentra algún símil al
golero: naca; en la pega y vecindad, pirinaca; un tufillo,
la madre; aduce él que es regularcito en la cancha.
A fin de cuentas desconocíamos por entero al mili-
quismo; eran la marinería medio parentona de todo el
puerto para cada 21 de mayo; o bien: los de Buin echando
pura pinta del carajo: un rotundo carácter popular en la
gran parada gran del 19, en Santiago. Aquí, ingresamos
a gayola el día de las glorias del ejército; en vez de la
visión marcial nos propinaron tremenda patada en lo
que es raja. Para nada mencionó nadie el match con los
rusiowsky, pero a todos preocupaba el resultado; de ganar
los rojos-rojos de la nieve nos vamos de zapatería los del
arenal. De alguna manera P., es para sede de elimina-
torias del mundial 74. Eficaces engullimientos dejaron
agujeros en el hogar, la fábrica, la escuela..., repletos es-
tán los estadios (de concentración) para el partido entre
armados y almados: el encuentro es la gran joda porque
estos últimos desde el indio Colo Colo de la historia,
son perdidizos por patria naturaleza; aquí, aunque sea
uno clorótico de por vida, tarjetean rojo sin apelación:
ninguno era allendista y quién ch..., iba entonces a los

41
desfiles; todos independientes, mierdas, y como el Inde-
pendiente le ganó la vez última por dos cero al Colo...,
el pitazo no lo entendemos ni por los gestos, a fuerza de
involuntariamente ciegos maduramos para sordos: con
el objetivo en tránsito teléfono dañan y/o rompen los
tímpanos; cómo andaré de suertudo que la pelota no vi,
pero me patearon duro el trasero; terminé en el suelo
dando saltos de rana despellejada..., a ver allendista de
tu anciana, dignísima, epónima madre, adivina cuántos
somos y me cargaban número de chuletas que cantaba;
memoro que en cierta ocasión respondí que uno y me
acusaron de comunista vivaracho, pillín; el acabóse fue
que desesperado contesté: un milico grande y otro chi-
quito..., tinieblas y la sensación de que nos meten en un
túnel de blancor aullante, en tanto plañen, ululan otros
la danza voltaica... Creí estar muerto y siento el tirón de
la soga al cogote, seguían vendados los ojos y una voz oí
sifrosinia casi..., que especulé serafín, pero que sin error
posible en este hoy fue de ejecutivo de marina y/o fiscal:
Olvídese para siempre de la política, señor; ahora usted
regresará a Valparaíso, con los suyos, a reconstruir Chile;
volví a desvanecerme... desperté en prisión: Los compa-
dres tanto o más golpeados que quien esto narra..., me
cuidaban, se desprendieron de sus frazadas tapándome,
pronunciando palabras de solidaridad..., no acierto a
comprender de dónde crestas lograron un añejo trozo
de queque depositado en mis manos que muequeaban.
¿Contempla acaso la praxis del materialismo dialéctico
la vía futbolera hacia la sobrevivencia? De profundis Dó-
mine, suis-je bête!

42
ALAMBRADA
SOBREVIDA

43
Así ocurre en tu tierra, la tierra de los muertos,
Adonde ahora todo nace muerto,
Vive muerto y muere muerto (...)

CERNUDA

44
EL REGRESO

Multidimensional ciudad, habitaciones del pobreterío


centellean sus vidrios al sol en remolino. Radioemisoras
concertan funérea liberación. Puertas golpetean virgen-
cillas por un visionado pan que huye, descienden por
callejas buses con amenazas de uniforme, conductor
obliga los cambios que suenan pavura en el corazón,
respírase aliviado luego que pasan y asco nuevamente:
otros van allí, otros como tú, como la inmensa chilenidad
de sojuzgamiento.
Proscritos hay que por senderillos fugan a refugiarse
en cavernas de la costa; con implementos andinistas y
en operativo de espectáculo bajan nuestros aguerridos
la muerte: sencillas gentes y hasta chiquillos esperan al
fondo de esa abrupta litoralina.
Viento de Valparaíso, batanador surazo azotando y
todo burilador en tarde de estiaje; tu prora tictaqueas a
borde de abismo, orbitado y no por albatros de maldito,
ni por esotro que viene volando; Valparaíso: nave pánica
y nunca el mar océano sino parameras, desiertos...

45
PUEBLO OCUPADO

De boca de inhabitante toda tierra, escuché: Cuando


imperan decretazos, de hecho sobrevivientes pasan a la
clandestinidad. Reinserta isla de paz en celda de castigo:
llueve sangre durante 72 horas del día de aquí; no
siempre son pesadilla de invasores. Por fundamentalismo,
cualquier sospechoso es cortado en pedazos por los
etnocidas. Entre tiro y tiro al comienzo, después bajo
calosfrío de las ráfagas, se multiplican de conejo los
viles; aprendo: color azul es complejo de sintetizar para
las florecillas (de la viuda invocan) que a la gleba duelen
como criaturas de fémina: prados y laderas encelando
Océanos amatista, no sé qué máquinas de aterración
(vuelan, reptan, submarinan?...), o es el viento quien
descontamina astrosos y/o exitistas; convertidos en
calabozos flotantes barcos rumban mar adentro aguas
anémona; mal eviscerados infelices regresan sobre las
olas, festinando jaibas puntuales. Diarios no se atreven
a comunicar el rostro de tanto pimpante remoto, a
quienes se culpa de intentona cambiarnos bandera
nacional, apernándole demonizados símbolos; tampoco
publicítanse las máscaras de estos magistrados de miedo.
Por deliberado albur, cornetear de papel impreso remacha
el descaro fotográfico de sillón donde preside nuestro
Consejo de Guerra.

46
HUMAZÓN

Vecina la chimenea alturada en 156 metros de la


cobrera: evidentísima es la contaminación que provoca;
los enemigos del poder propalan en sus catacumbas: la
refinería del miedo; guardias visten de azul, guantes y
máscara violeta, revólver y porra; en la siniestra: bra-
zalete con casamata, un ave de rapiña con serpiente en
el pico y la fecha del despojo. Más temprano que tarde
descenderán los robotizados a la búsqueda de almado
combustible para los hornos; acotan indústriase allí con
hijos de mujer. Gato o perro lanzado a esos converti-
dores explosiona patéticamente en el aire. Por efecto de
vapores sulfúricos amarillean los obreros. Una indeleble
huella deja el duermevela entre cobijas, regañados por
su pareja; no mucho tiempo después el cardenillo les
invade las entrañas. Un tal Orwell, condenado extranjero,
ha compuesto la endecha de nuestros deseperados... La
guerra es la paz, la libertad es la esclavitud, la ignorancia
es la fuerza... Por esteros y quebradas remonta la plaga
hacia los poblados de altura, inerme la gleba a la mefí-
tica improntación. Atardecer: ovoide sol polimetálico
parece desaparecer hacia un maremagno nunca jamás.
Decrece la producción agrícola por la urinosa llovizna,
no maduran ya los frutos en los árboles cuando a tierra
caen, podridos; el pasto en las veranadas empozoña a las
bestias, pestilencial sanguaza reemplaza a sangre viva.
Encima de puntudo cerro, una piedra gigantescamente

47
trepa sobre la otra: curiosidad que adquiere la potencia
de un símbolo; desde allí se divisa en ascuas el presunto
primer puerto de la diktatoria en el Pacífico, también el
turborrudor humoso por la jornada completa de fatigas;
fulgen, refulgen con temible alcance sus intermitentes.
He visto persignarse a las gentes cuando esas luces.
No para nunca de salir el humo; los vientos litorales
lo dirigen hacia la cotidianidad de los hombres: como
ojazos de ideología sólo los claveles inexplicablemente
resisten, de resultas entonces los medrosos descabezan
los carmesíes. Nuevos Pulgarcitos, desde la mole andina
motorizados siembran los caminos hacia la costa con
piedritas sílice. Otras caravanas salen entre portones, en
sus ramplas transportan barras color sangre.
Cargando años hacia la media secularidad, resuenan
en la cabeza algunos todavía de poetas leídos en la ado-
lescencia: el halo de humo pobre que hace rey al tejado*.
Pero hoy aquí son delegaciones del infierno. Nuestra
chimenea blasona en los símbolos del gobierno comunal;
allí, altanera es su estructura como la maldad; su penacho
que todo lo amortaja es ciego como la lujuria del poder;
con infrahumana, diabólica categoría.

* J. Teillier.

48
TIERRA DE SIEMPRE

Otoño. Los frutos inciensan el aire que transparenta


todavía más su azul opalino: canción son las lejanías. De
noche es el murmurio crispado de la hojarasca rasante.
Suena pitazos algún carguero traqueteando hacia Renaico.
Hay la niebla helada y el navajazo de perros alarmados.
Cuerpos de plumaje: oscura fecundidad radiante de
la pareja humana, intensada hasta trocarse un vergel.
Los hijos del pobrerío duermen bajo avarientas cobijas,
y el pulchén es vilano del brasero. Fuera, las esparcidas
piedras tienen afán de rebeldía.

***

En sus ristras, los copihues semejan pichones con


una suerte de ternura humana. En tanto que el canelo es
arcángel de las lluvias. Pasión del campesino y su silencio
clamoroso.
Selvoso por el canto del chucao, por los zarpados mi-
chayes acometido, mi corazón zancajea la cordillera de
vaharada citrosa. Junta las Aguas, Vegas Blancas, avisora
Piedra del Águila. Cómo estremeces, oh perfume frío...
Nahuelbuta, mi amor: tus piedras descienden del
sol, son su condensado fuego. Otra cosa son tus lanzas
escamadas: araucarias de recias flechas tutelares, con la
visión de Arauco vivo y verdadero. Titánica araucaria,
uno siente el fluido de tu revolucionaria voluntad.

49
***

Llueve. Una furia de aguas se vuelve el mundo. Des-


pués, es el viento que sopla como condenado: aíra rescol-
dos apagados por prevención. Los rucos de totora arden
en un jesús; cuando incendiados alientan un fondo de
fatalidades. La ventolera se apasiona por días. Entonces: el
león casi entra a la puebla, a comernos; o bien: no tenemos
con qué matar la perra; o mejor: no podemos mantenernos
con rebanadas de viento y cucharadas de nublado. Figuran
así su hambre los campesinos de Araucanía.

50
ESQUIZOCRIPTOS

51
(…) cargado de mi vicio; el vicio que hundió sus raíces de
sufrimiento en mi costado.

A. R.

52
INFANCIA

El progreso supuró su veneno en mi alma y no pude


expulsarlo todo: me trastorna a veces, estirándome -como
al adolescente la noche de su sanguínea presión muy baja.
Saltaban mis compañeros y yo hacia las ventanas del
orfanato, agarrándonos de sus barrotes como de víboras,
afanosos de un aire menos cruelísimo que el de interior...
Fuera, sonaba el infierno su mecaniquería: Fords estriden-
tes, Chevrolets delirantes, Studebakers atroces, manejados
por los sucios engendradores de huérfanos.
Y cuando ustedes encaminaban hacia la Bolsa, era que
las costillas de la Vampira... Arriba, la calavera hincó ra-
biosa su colmillo en vuestros ojos; otros cuerpos colgaban:
salivazos rojos en la gorga del abismo: agarrotadas, lívidas
las manos... Volaban cheques, condones, inmundicias con
forma de lengua y dedos, cegando nuestra emputecida
Moral (que reía desde el abandonado fono).
Tras las rejas graznaba nuestra desesperación de cormo-
ranes pelientos y hambrientos, batiendo lastimosamente las
quebradas alas. Y la endecha callé puesto que a las huilas
tenía el pico por una tarea de maldición: comerme a dios,
cotidianamente: en obleas espurias, desabridas y más pá-
lidas que pelleja de tísico; cuanto a garras, la educación...
De noche, levanto los muñones sangrientos contra el
fulgor de acetileno de las estrellas, como siempre: los epi-
lépticos de la acción bullen afuera y escucho cerrar la puerta
de la casa de los hombres: con tanta dignidad lo hacen, que
uno cree abrochan así la bragueta de Dios.

53
ESTUDIANTE(S) PERO NO ESTUDIOSO(S)

Por entonces y muy aislados, mis padres habitan geo-


grafía de hermosura, vindican esa soledad; quebradas y
bosques de desaforada clorofila; vertientes de puro cristal
emulan con las tencas; condenado al extrañamiento,
primeros abrazos los destinamos al maitén.
Bajo catedralicia arboleda fueron despedidos argo-
nautas de buque-escuela apalomando por Valparaíso,
luego regalaron su nave* a los nuestros. Salomas escuché
en desconocido lenguaje; en otros puertos del planeta
campeonar la cerveza he visto, pero nunca tan caudales
bebedores. Cerraba los ojos al imaginar ese aurifiscente
coral torpedeado sin apelación, flotando en el agua
amarga sus cadáveres, sin un Tirteo para cantar aquel
asombro de belleza.
A menudo nos visitan matrimonios germanos, al
pronto entonces la primera tribulación con faldas; niña
cuyo apelativo sonaba Icha. Esta María parece detenida
en el tiempo: blanquirrosado el rostro con algunas pe-
cas, color jacintina los ojos, bajo lloviznado limonero
sonríe con sus trenzas como retintas en coñac; no brota
contraflor de la boca mía; con este parado de tarzán del
subdesarrollo que nos acompaña de por vida, no puede
la señorita llevarnos siquiera de apunte. Pimpante como
abejorro en octubrina pradera: así fue reencontrada en sus

* Priwall.

54
diecisiete. Por aquel tiempo, fraterno estudiaba en insti-
tuto militar; bajo pretexto de contrariados polinomios,
madre solicitó al cadete unas clases, a quien después de
una sesión no temblóle el ánimo de sentenciarla «estú-
pida». Normalista sin destino salimos entonces hacia la
niebla de la costa: camanchaca que dicen.
Tras la noche del turbión, a la playa desciendo por
piedritas cornalinas; entre polimetálicos miasmas y otras
poluciones sin nombre, varó nereida. Con auxiliar de
algunos libros nos minimizamos gusanillo y/o cosito
terminal. En mi templo todos los dioses son malditos.
Otro, todavía más desesperado, en cierta página pasa su
destacador: La vraie vie est absente. Nous ne sommes pas
au monde (La verdadera vida está ausente; no estamos en
el mundo).

55
MAÑANA (EN) ZARPA(S) UN BARCO

No puedo entender cómo un poeta, de tan donoso


decir si piropea a ésta del amar y callar, en otras ocasiones
eyecta palabrotas que ni el perraje; vaya que te gusto, es-
pantado, alguna vez mis azules que fulgen te recordaron
polcas, los niños del Sur mentan así sus canicas de vidrio;
con sus miradas me desnudan los rotos ora hoscos, ora
lascivos, pero presumiendo siempre: posturas ensueñan
que ni el dorima mío; harto lúcida soy cuando pienso
tu estadía en discotheque de la pampa: el viboral allí de
marxistas-leninistas-foráneos-y-extranjerizantes (moda-
lidad paranoide); algo de la puntita de alfiler empiezas a
enamoriscarme, oh enemigo interno.
Desde un puerto de Albión preparábamos el regreso,
cuando lo del golpe, entonces fui estremecida por holís-
tica intuición: a una embajada corría a refugiarse, con el
violín bajo el brazo y la fascinación de su tristeza, ése que
amo más; sufro ahora si lo imagino en C., son pródigas las
mujeres en tierras de cumbiamba, también melindrosas
señoritas inciensan en orquídeas de fuego su labelo som-
brío. Para colmo, la machacona tele invoca tu apellido
en bebistrajo, huy! ves que por dédalos de mortificación
devengo también victimada por el-pronunciamiento-de-
las-gloriosas. Conmigo never, órfica champurria, pero me
tiene escandalizada tu grosería: venir a espetarme en mi
propia cara: cero problema porque es toda una proyección
hacia la democracia mi antrum amoris cívico-militar;

56
nada me costaría te remitieran en un tris al Palacio de
la Risa: patas negras e/o ideologizados danzan abraca-
dabrantescamente allí; más debieran haberte castigado
nuestras fuerzas de orden; con tanto electro-estímulo
no ilusionar erecciones libres ni relaciones abiertas. Los
sueños son la carta del vidente de la aterrada, encerrada,
desterrada, enterrada prole. Eurídice despertó cuando te
llevaban desnudo al paredón, a pierna suelta ronca mi
legal -ruge de celos, notificándome que no sólo en sus
ausencias háceme seguir por privado agente, en cambio
tú no me das miedo, ni menos el otro tampoco, nunca:
en sus brazos soy alma de su caja numinosa- luego abrí
ventanas: ninguna luminaria en esta absolutización del
diablo. Oh viejo océano de ondas de cristal, dime si en tus
entrañas engendraste esta cuadriga de maldad, al exce-
lentísimo de los trucajes...

57
INTRAEXILIO

Para abandonarme en ti, andaleo hacia raíz de cierto


ciprés marino -y que alguna vez nos viera juntos. Oferente
transparencia y amplitud, el horizonte. Mil soñaciones
alientan las sienes; o quien suena es el corazón de nuestro
Pacífico (sur). Tu nombre doy al verde o azul de cada una
de estas irisaciones de cristal. Retraimiento a soledad: el
débito hay y las fantasmagorías de los compañeros de
prisión: transmutar la desestructuración interior. Pero
siempre devienes tú: trémula, humanamente auroral,
luminosa...

58
PAYASOGATE

Espiral fascinación y de asco. Otro descenso al infier-


no se me volvió tu carta. Pero ni tantico me extraña su
tenor. Conociéndote, padeciéndote desde algún tiempo...
Coexisten en ti la mujer y la muñeca maldita. Al final
final, fantoche pudo más.
Bajo esa mascarita de despertenencia escondes el sin
rostro del orgullo monstruoso; de pronto un luciferino
chispar en tus ojos te vende, un no sé qué avieso en la
mirada.
Ustedes, las burguesas, zorras son de tipo gigantoma.
Exaltación de la jodedera: abominación de lo humano,
ay chusquísima reina de las nalgas cascadeantes!
Aquí, ni dos años ha, por sus grietas nuestra relación
hizo agua tanta como cierta mancarrona en temporal.
Ah, regresas con puñados de dólares. Terneado de
terciopelo -semejo bien la butaca de una sala de cine de
otrora. Del chalet picante me veo propietario, al volante de
un coche insoportablemente dorado. Estás garantida con
el (…). Equivocas (in)solvencias del amor. Porque no vas
a continuar limpiándote el trasero con mis sentimientos.
Se acabó tu bicharraco. Paso al sinsentido golpeando
todas las puertas, vero que una contienda de pulpos de
a cincuenta por lado, bate en mi interioridad... Como
látigo de cochero la lengua. Derivaremos solos en el más
voraginoso abismo.

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59
AVANGOUT

Cuando fueron a noticiarle: para la ajenitud danzaba en cueros


su bella; oscurecido, hazmerreír obliteró a quienes debía su pan:
corriendo a buscarla. Como blanqueado a la cal y pintarrajeado el
rostro, nuestro (…) lloraba por el dolor y la indignación, en tanto
que atravesada a sus espaldas, movía ella sus pies en subibaja, dando
grititos dulcísimo dulces. Sopla asordinado el viento travesía, casi
céfiro. Pero personaje de sainete semeja ahora un mamarracho de
dramaticidad: piedras de la playa lo obligan a cojear.
En mi interioridad te mato, por falsa; sin esos girones de niebla
(cuando el despertar), emulsionadas como el olor de un lactante
pero manchadas de sangre las manos mías. Te lapidé entonces. No
impunibles son tus ojos, ni la otredad de fondo... bajo la tierra, fuera
de la tierra. El amor amor, pero el odio.

60
GLORIOLA Y
POMPAS OTRAS

61
Es espantoso, espantoso, y sin grandiosidad. Una tortuga en el
petróleo.

Jean Arthur

62
TIMOTINA LABINETTE* / INQUISIDOR
ADOCRETOS

Superhéroes del garrotear,


tened piedad del poeta
que de puro susto es capaz
de pedir la extremaunción
al grupiento padrecito ése
de pantalla de los menti-
razos, que tanta mala
lengua acusa de ser vicario
de soplones y batracios otros;
atado en esta parrilla
os interpelo, Jean-Nicolas-Arthur,
ni en seminarista a nuestro cuervo
dolía bajo las sotanas un corazón.

*De una prosa escolar, por Rimbaud.

63
PITONGO

El escabeche Leviathán de cara de serrucho


salucita cuando pinturea naves-calabozos
alineadas bajo su bandera Caín.
Espinacas de este Popeye trece anchos
crecen sobre las tumbas de sus humanoides hermanos:
salvas en su honor lo alucinan:
érase y los corchos son que a su marcial
saltan desde todas las botellas.

64
DE OTRO CARVA VIP

Caja Negra del tirano es puro aún


Patricio(a) through the looking-glass
Con el culo incendiándosele -como perra en su estro
En la ubicua noche de los perversos
Este loca luce galas de chiquilina
Pero marchita,
Ensoñación / pesadilla.
Suelta las trenzas, casi volitando esos aros
Espejos de feria once círculos del infierno.

65
CHORROCIENTAS ESTRELLAS

Tacho de las aguas menores sobre su cabeza:


con la zarpa derecha agita cetro de bufón:
flordelisando los calzonazos de su cerasta:
mester miedo: donisíaca sangre como su dios.

II

En esa pitón de viscosidad y que nunca acaba de pasar,


parecen haberse metamorfoseado mis remordimientos.
Creo haber comulgado diariamente con Dios y son las
obleas de Satán que polipero vuelven mi corazón.

III

Y el bando ése... no sé cuantito.

IV

Ficción guerrera: fraude, fraude, fraude. Justicia botada


al asco. Astuto ofídico.

Hasta las rosas inciensan miedo, charquero paisito pululan-


te de sapos. De los potestativos del césar liberemos a Dios.

66
VI

Tiempos de involición: a sobrevivir chañacas, apendeja-


dos, en la mugre sin nombre, al fondo de menucos del
miedo, agujeros polimetálicos en el ozono. Soyez-chic!
sobre las ruinas de ciertas industrias fomentaremos
hipermercados, ofertando cadaveritos de inocentes
(cuartomundo) a degustar nogados y/o bañados al cho-
colate; a libar con tragos a mil dólares la botella: marca
denominación tontas vanidades:

capitán general
cachureo pulento
hasta el supremo de los supremos.

VII

Officium tenebrarum: «Cincinato» de leproserías! rule-


teado por sus traiciones, la libre al autoperdón y la im-
punidad. Muy más pero bastante del licaón ensoñándose
quiltro. En la marginalidad y/o el rural esos retretes que
su deletéreo desbordan. No, ninguno poseía un alma.
-Herr lobo negro pero calzonudo.

67
IMPUDOR DEL SILENCIO

Ínsito / ocupado por mi comandante en jefe


qué digo sin tener hasta (ni) un Cristo
y sus casi dos mil desmemoriadores años
para que de un solo pinochetazo
todo caiga como los lienzos de ése sin rostro
uncido por modernidad a la swástica
con un efecto multiplicador
la corona de espinas al cuello
pero trapera Quintrala en las pantallas narcóticas
tabletean metracas muerteciendo
la
contumaz
vida
de esotros que no mueren nunca.

68
OSNOFLA REYES, EL GUATÓN ROMO Y DE-
PREDADORES VARIOS DE LA SANGRE COMÚN

Padecemos los indefensos un susto de capitanazo


generalito total, licuado por añadidura. Revemos lo
hipopotámico de lo militar, actuando de delegatorios
del capital financiero. Blasonan ellos el vestimental de
grandes palabras, máscaras sobre el rostro del oprobio,
sempiterno olor a muerte del dinero. Ellos! armaron esta
guerra: un mandarún de milimetrada inteligencia digita
con voluntariosa crueldad.
Por mucho que truene el dictador, quien reina y go-
bierna es el poderoso gran señor...
Si humano es matar, el autoperdón pinta divino.

Gansteril underworld de los agentes de Estado! Mas-


ter-mind: pinochete; mamo, tenebrosísimo factotum.
Consignemos también el tono hard-boiled de sus jefes de
operación. Esta plaga se autojustifica con patriotería. Pero
son los medios de manipulación social los que asumen
aquello de nefelibata.

69
MARIPOSA ENCANTADA V/S TULUNCONA

INCENTATIVO DE LO CURSI: EN BRAGAS


DE RASO MALVA, HACIA UN MAR DE SANGRE
VA HIENA DEL TERRORÍFICO TIRANO
DOÑA PAVURA ATIZONADORA DE ESQUELETOS
MADRE (PORICA) DE SOMBRAS SUPERNOV(I)A
ZA(U)RINA SIN COLMO TELEVICIADA
EN LA MARQUES(IN)A DE VALPARATERROR
TODA MEGANEÓN RUTILAS, HADA MA(LAN)DRINA
DIVA DEL ALAMBRE DE PÚA, LOS MODISTOS
TE INTROYECTAN EL INSACIADO DE LAS VITRINAS
TRANSFIGURADA DE LOS JODIDOS POR LA PUBLICIDAD
QUE EN EL BESO TE REVOLETEEN SU LENGUA
LOS BOCANEGRA DE TRECEMIL EFECTIVOS:
SACÁNDOLE MENTIRAS AL PUCHO DE BELCEBÚ...
MAS CONCHUDA QUE LA GRAN TRIDACNA, BRUJA.

70
A 8, TITÁN 69

Separatividad: marxistas son los alemanes tras co-


lapsados en 1918 & 45, -de Chile; como aquéllos han
de pagar con sacrificial. Mandamiento de sangre: sin
prácticas depuratorias, después; para devenir en numen
tutelar: maternage. Los milicos son la careta de un poder
sin rostro. Cuánto y cuánto accederá a lo entrópico de lo
(i)rreal. En el paisito amanece el espanto.
Efecto del aterrador H: socialización de lo anómico:
psicótico inacabamiento; un superyó pivoteando en la
nada: arma de policía pero de manipulación. Contra-
transferencia neurosis. Fablas del tirano son las fantasea-
das del Estado-bestia. Sorprenderá a los creadores de un
no tan lejano futuro: el inagotable de esa cantera.
Aún es la cobardía feroz, recurrencia de la guerra inter-
na. Trascendido el engrupe J. G., sinergia de estructuras
del poder. Trancados por años de repre, cierto burbuja
/maremagno negociará una democracia al empuso . La
desaparición de gente acrecienta su capital mana y a la
par que la transnacionalización del miedo convoca su
paranoica unicidad.
Móvil-inmóvil; producido-reproducido: una patria de
espacios cerrados huele a gas carbónico. La verdad cede a
la existencia oblicua, al habla no parlante. Las ciudades
se vuelven desiertos de abominación, pero desapercibidas
Larva coja de patas de burro.

71
por los mirones de imágenes. Sin advertirlo las víctimas:
la calle empavorece a todo déspota.
Cuando desde las fosas salten las víctimas de vesania
homicida, se cantarán mañanadas en los cuarteles. Fija-
ciones por causeo del perro origina toda esa autocompla-
cencia. Putochetnomic ad nauseam? No, por su pública
secretividad de estado amigo del infierno, será rechupete
de fantasmas y demonios. Sin attitude, vive dios qué
vulvaridad. Pero! Je me suis armé contre la justice (…)
Plutôt, se garder de la justice.
Sean consecuentes, ladies and gentlemen, entiéndanlo
también ustedes, señores políticos: el hombrón que entre
sus verbigeraciones embolata crucinos+ por la tele, y a
quien vemos abrazando mujeres y besando chiquillos,
es un justo; sensibilízate y admítelo tú, oh infiltrado
literatoso, a un perico así no se puede llamar dictador.

Reconózcome relapso al remediero, mas chilenito


sometido a pautas blancas y cirugía de la desinforma-
ción, concluyo en ternezas: Que viva mil años, aunque
imaginamos su catitear, tan patético como esos viejecitos
que chancletean y mueven para darse impulso sus brazos
-a la manera de bielas de una locomotora de lástimas-,
atropellándose alguna polilla buchén y las piltrafas de su
autocondecoración.
Me armé contra la Justicia (…)
Cuidarse más bien de la justicia. (Rimbaud)
+ (Gentilicio). Porque perviven en la cruz los populares.

72
CUADERNILLO
PRIGUÉ

73
La peur et le courage de vivre et de mourir
La mort si difficile et si facile*

Eluard

*El miedo y el coraje de vivir y de morir


La muerte tan difícil y tan fácil

74
BANDO CERO

Ninguna humana
ni divina ley
impedirá que la musculosidad gorila
os regentee, guay condenados...
The National Security
es el detonante
del social manicomio.

29. 06. 73

75
TODEROS

Fealdad sin asco.


Visiones del castigo,
proyectadas sobre gigantescos
espejos
del masturbatorio patronal.

76
VENDEHUMOS

Tartajeante la boca de procacidad,


de homopez untados los rostros:
cada opresor es una máquina de muerte.

77
MILICADA

Dos manos: corazón: alma:


un espíritu: carne de plusvalía:
el mundo de los amos es otra vez
sobredimensionado por macacos
como tú pero de uniforme:
muñeca ñoncha, cochambrosa puta
de colorinches como el diablo: no
es nuevo el terror, ni tampoco
las armas apuntando
a tu cabeza, oh hacedor del pan.

1973, septiembre once

78
ABOCASTRO

Nada augustas las armas


del desalmado césar, ni de merino
es la piel del lobo a quien el chacal aguarda
en las sombras con moto-sierra;
ni muy otra suena unidad de longitud
en la extensión de la tortura china:
enfática la sílaba del miedo.

79
OPERATIVO CAÍN

Ensanchando sus narices sobrevuela


las poblaciones el antisubmarino:
abre y cierra pinzas de cangrejo
sobre la desnudez del pobreterío
que aprieta los puños.

80
CIRCUITO DE ESPADAS

El fuerte Silva Palma eriza


la noche con lanzagritos:
cada mañana el personal recibe órdenes
de aclarar pasillos de hospital para dar paso
a violentistas tapados con mantas
y en sillas de ruedas;
enfermeras no encuentran sitio
bueno para inyectar, sin embargo;
casi en la puerta misma de cirugía
el técnico en torturas da golpes de electricidad.

81
PERO LA VIDA DESBORDA

Chilenos de allanamiento, robados


y golpeados por el tanatismo fascista;
indefensa carne desnuda, hasta ayer no más
visteis al soldado con seriedad y respeto;
tu vecino fue: el común hombre humano
oscuro y luciente: humanísimo;
nuevo, desconocido en este hoy
que tanto o más que las armas alza su brutalidad
en esta guerra sin gloria: creación de los amos;
imposible referir aquí el mundo de torturas
pero a ti canto, compañera Elena,
honor a tu gravidez, pateada
para hacerte botar el huacho marxista.

82
ULTIMITUD

Ceniza de la boca,
ojos de desaliento:
corazón a quien penan
los muertos a mansalva.

Desde el cuerpo confuso


manos adelantan
su herramienta real:
sonido de la aurora!

83
NI PROTOZOARIO DIOS EL POETA

Alguna vez ave cetrera te soñaste


con fatal capirota pero vidente:
nos gasta cada ironía la vida:
tiemblas chilenito encapuchado,
enemigo interno para estos histriones
bancando toda violencia.

84
T’hanno scavato gli occhi, rotto
le mani per un nome da tradire.
Mostrami gli occhi, dammi qui le mani:
sei morto, figlio! Perché tu sei morto
puoi perdonare: figlio, figlio, figlio!*

QUASIMODO

*Te ahuecaron los ojos, te rompieron


las manos para traicionar un nombre.
Muéstrame los ojos, dame tus manos:
hijo, estás muerto! Porque tú estás muerto
puedes perdonar: hijo, hijo, hijo!

85
MARINA

Espesa al mar color crimen:


muy más que el tableteo de plomo
espectran,
visionan
esos ojos,
todos esos ojos!

Atados en parejas a un trozo


de riel, luego
de
vaciadas
las
vísceras,
para que las aguas no devuelvan
a superficie los sacrificados.

86
GORRA CON LAURELES Y SU HOMBRECITO

Prisioneros de guerra:
la comida es poca y punto:
toda sublevación será castigada con fusilamiento
del instigador y otros nueve más, así
son las leyes de la guerra.
Y no olviden que los militares
hablamos una sola vez.

18/ 09/ 73

87
LA VITA NON È SOGNO*

El suelo pelado tajea el duermevela


en el corazón de la noche: humanos
estiran golpeados huesos: hambre o frío
son otra aguda vida en la espesura de prisión.
Meneando sus cabezas los hay pegados
a los barrotes: Compañeros, es ésta una pesadilla
de la que debemos despertar. El sueño
vuelve a nos y su cosmóvoro acalefo.

* No es sueño la vida

88
UNO COME TANTI, OPERAIO DI SOGNI*

Hijos amargos de la dulce patria:


puntazos de bayoneta revierten condenación:
al viento patronal se agitan banderas
del harapo con una estrella de nieve:
todo fue necesidad: imperativo siempre:
niño y sus ojos largos: luego el corazón
que anima esta intemperie
de hombres: pero acaso
en sus perversiones del juicio, en esta
orgiástica cobardía moral: uniformado
o torturador sepan nunca, cuánto y cuánto
te amamos, oh diosa oscura.

*Uno como tantos, obrero de sueños

89
FUEGO PERIMÉTRICO

Sinfoniza mi teniente
sobre los propósitos nacionalistas:
chilenísimos
de la honorable (pero dónde?):
en efecto: nos: elementos civiles:
temblones: espantados prigué...
advertimos los matados para el heroísmo:
tanta arrogancia
y gallardía tanta
concluye
con
la
mano
al
cinturón
signado
en
metálico
U. S. ARMY.

90
PRESIDIO MILITAR

Suena el Campanil Inglés


sus aldabonazos de hambre,
estómago y cabeza se desfronterizan
en niebla. Compadres comentan
sus comidas del sur; pero el silencio es
cuando alguno relata su paso por la Esmeralda,
en Valparaíso, donde funcionaba el Comité
de Recepción: allí daban de puntapiés
en los testículos: a muchachas
con cigarrillo les queman los pechos:
o las desfloran con golletes de botellas de cerveza.

Desde el ventanuco de la celda: en horas
desciende un jeep, hasta un gato todavía más
desolador que el poblado, también es una ancianita
leída en novela de otra represión: Ana Cofré?

91
EL ANTIABRAZO DE PISAGUA

Conmovedor desconocido
que por la patria grande errando
la cuenta perdiste
de los golpes militares.
Guiñapos nos volvía
la grita de la soldadesca:
su brutalidad:
que no saben, mierdas,
los chilenos
mueren
siempre
de
pie;
entonces tu voz: pero qué hacen, che soldados chilenos,
yo soy tu hermano, si somos todos hermanos;
al recobrar el conocimiento sentíamos
como el asesinato de un poeta,
pero no: compañero de la ternura
en el infierno: tus oficios son de la gracia:
allende los Andes, humanísimo titiritero,
desde tus hermanos tal vez otra liberación.

92
ENVÍOS

Nunca supe de ti
pero entre una vida
y otra isla
el corazón hicimos,
desgarrándonos.

En prisión
una bruma de niño,
tampoco un muchacho:
en sus ojos, floreces:
no, no es la sal
ni el aliento
de tu duplicada
extensión:
otro el manantial,
el vergel es otro
en la latitud
de las familias.

Adolescencia amarga:
tu visión como, el redoble
del amarilis
bajo el aire más diáfano:
de otra boca mueres
con extraño fruto.

93
Desde la tierra tus brazos
levantas y manitas
color del sollozo;
retorna el vidrio
llovido de un velocísimo
tren oscuro.
Oscuro.

94
JE NE POURRAI JAMAIS ENVOYER
L’AMOUR PAR LA FENÊTRE*

Apretando la escudilla de la comida única


no son de hambre estas lágrimas, no;
ni por los excrementos que borbotan
a tajo abierto mientras yantamos en cuclillas,
la dignidad es nuestro instinto.

La grasa grita en la ropa de treinta días;


mal barbados el rostro más noble toma un aire idiota;
ay amorosa mía, carne de piojos se vuelve
tu bienamante; orgía de balazos
el amedrentamiento, allá fuera.

* Nunca podré echar el Amor por la ventana

95
VIGILIA

Humberstone, Cobija, Pisagua Vieja... sucursales del


Paraíso comparadas con otras extensiones de muerte:
colosales construcciones de metal sarroso y alambradas
donde cuelgan impresos del pasado siglo, gentes de tonos
terracota al filo de milimétricos miedos.
Espacios unidos por costura de oxidada, humana la-
bor, su certidumbre de carie, de socarradura seca. Vuela su
cuerpo de hombre a las puertas de su propia ancianidad,
pero tales visiones como pergamino en planetas extraños
son interrumpidas por los pequeñitos marginales que so-
breviven con familias y/o sus dramas: constituyendo acaso
mutantes del retorno. Grieta de una realidad develada tal
vez cuando muertos. Entonces ni el silencio de nuevos
baldíos puede tornarse extraño.

96
MOVIDA DE ALAMBRADAS

La posible liberación de centenares


sonríes, musa chorpatélica,
mi pomona de otomías,
pero una poquedad es la que entiende:
a otra cárcel van: algo menos angosta
pero muchísimo más larga.

22. 10. 73

97
Sotto, scura la terra si bagna di sangue*

Cesare Pavese

*Abajo, la tierra oscura se baña de sangre

98
ARAUCANÍA CON NOSTALGIAS

Con el puelche retorna


tu nombre de pequeña corola blanca,
oh tú, que desertizas el odio
en este hoy
sin vivir ni morir
semejas
flor de la ceniza, pulchén acaso.

99
AUSOL DEL ESTALLADO

Es el canto del chucao


otra expresión del misterio de la selva:
canta otra vez y la montaña tórnase humana
pero el avecilla nunca se la ve.
Permanencia de lo desconocido:
nevados que enrojecen al teñir la oración;
aquél que levantó armas contra su hermano
tiembla cuando hunde la azada en su huerta:
alucinado topa el rostro de muertos que resisten
a morir: gestos hay de agonía como semillas
que inquieren hasta el sobresalto.

100
[AUSENCIA DEL PAN...]

Ausencia del pan, ausencia


que puede convertir la oscuridad
en historia.
Conciencia de libertad, conciencia
que a los muertos pone de pie
en marejadas
y más resueltos a los vivos: suena
su torrencial campana
que las noches torna
una sola alba.

101
RANQUIL

Visión de la sangre de siempre: el viento


tornasola, vuelve
coruscantes las viboreras en flor:
otro tiempo: ultimados a pesadumbre
los colonos, luego comidos por negros pajarracos.
Injuriando la nieve, maldecidos de la araucaria,
los carabineros levantan sus botas contra la madre:
chiquillos envejecieron mil años.

Leiva Tapia enzarzado a fondo,


quién puede olvidar el sonido de la sangre
cuando cae?

De noche, inmensos relámpagos hoscos


echan los volcanes: telúrica lumbrada
que hace temblar a los pacatos.
La hombredad es pasión de la tierra.

102
ÉPICA IHP Y/O PUMA

Quince millas mar


adentro: a la cuadra
de San Antonio
odiados y odiantes
ponen por vez última
en riñones upelientos
las metracas,
one at time
al filo de la puerta
la orden:
el que no salta es momio.

Tomorrow morning
aguerridos inf(r)as
acordonan las playas.

103
SIEGA LA CIEGA CON GRUESOS ANTEOJOS

Indefensión que alienta


al estridor de vuestra ferretería de muerte;
crueldad y desenfreno a la diestra,
la izquierda es la condición del dolor.

Posesa aberrante pero su máscara:


defensa pero de los amos,
lívida de viciadura: arrorró
de criatura podrida su dictamen.

Grieta por donde asciende


un fondo de sangre.

104
TAL VEZ UNA PALINODIA

De noche catarsis: las patrullas


desatan en ráfagas: hasta los perros
que azulan de miedo; con la sangre
del altivo araucano puso casa
de putas el huinca disvalor...;
pero en el aquí el corazón se apeñusca;
desde la ciudad
donde parece acabarse el mundo
-cuéntate otra imperator analfabeto
que conoces la o por cuadrada-
se amenaza al profesorado.
En patio de escuela, los brazos en jarra,
con una especie de pasos de raspa es la ronda:
A la niña marinera la van a fusilar;
la van a fusilar;
en boca de menores, mercedes
de la gracia se vuelven nigérrimo duende:
Oye tú, desgraciado: hijo de milico!

105
RESUNTA

Con parado de roperos de tres cuerpos, semejan los


padrinos de una de gánsters espectacular; así, han de
periclitar de chuchumecos. Lo viviente sobrepasará a la
muerte, se aduce. Pero la indecencia puede todavía más.
Estos (per)genios convierten la política en arte pavura.
Fierreros corazón de chacal y sesos de zancudo. Gänze*
al paso del bombo reserva moral.
Bosques, aguas..., hasta el subsuelo mismo será arrasa-
do por expresión sin concesiones del neoliberalismo. No
combate ningún atraso este ejército contra los pobres,
acrecentadores de la deuda externa, contrainsurgentes
inflacionan cifras como aparición de alicantos. Sólo falta
a los inermes pedir recurso de amparo al parnaso de pre-
varicadores. Honor es un campanín para confabulados
del burro sacro.
Unilateral guerra acontece muy grande el plomo de su
achirlador general. Porque esbirros salpicando los muros,
potencian a los nadie para no comprendan jamás, que lo
son en verdad: todo.

*Gansos.

1973, diciembre

106
Textos de las solapas de la primera edición

Al filo de ser arrancados por Todo un universo esquizofréni-


la nunca pacífica mar océana, un co: mientras altavoces oficiales
largo y angosto escalofrío se nos nos dejan como papa la cabeza
volvió tierruca. A la desesperada, con su triunfalismo, musgoso
pervivimos entonces. La palabra suena sus salvas el desencuentro.
devino mayor entre los recursos (…)
del desamparo. Hundidos en el nigérrimo
(…) sin retorno, los poetas acometen
Moléstase y hasta se ofende su corazón contra este asco de
al escritor, cuando se indaga guerra: «salmos de actualidad»,
por su privado / mundanidad. tal define el desollado de Char-
Granos del granero humano, casi leville.
nada tenemos para contar. Pero Apernado que no perdona
reducciones y máscaras, los mi general «enemigo». Confusa
pliegues y sicosis más recónditos la cosa pero velocísimos vamos
van en estos textos...; datas para los cosos para su fosa. Mañana,
el lecto-delator. cuando la democracia, hienas
Se nos acusa de afaxia; de pardas han de autoconferirse
estatuirnos oscuros, crípticos, virtuosos; mañana, estos lívidos
hiperliterarios..., juicios que se despertarán polizontes en una
pasan por alto la precariedad y el tierra loca de vida.
terror: elementos tan significati-
vos en estos desgarradores años. 1978, enero

108
Texto de la contraportada de la primera edición

EN EL VELOCÍSIMO QUE VAMOS,


SI ACASO UN EPÍLOGO

Tiempo fundacional: ya por entonces madre gea interpeló por la


improntación humana a ser de belleza, quien al pronto respondió:
tranquila, mi señorona, preocúpate de criarlos: porque al final final
te los comerás a todos.
(…)
No bastó al reprobado* entre malditos, desmadre de su imagina-
rio para concebir al sovietincha gulag ni los campos de concentración
de la Alemania nazi. En universo neurosis, Franz Kafka (1883-1924)
prefigura nuestros infiernos. Personajes K. y José K. padecen efecto
multiplicador; mediante gansterismo de Estado se despersonaliza a
millones. Cristo atado a la columna simboliza al hombre escarnecido
por los poderes injustos, incluidas también estructuras de sus propios
simoníacos. Mascaritas del «socialismo real» han caído como calzón
de puta. Pero nunca como ahora, ruleteó espiral de lo demoníaco el
dinero. El veinteavo siglo es remecido por los holocaustos, prolon-
gados por la humareda desde factorías de lo excremencial.
… Alguno, como el klammoide de Chile, hasta se confortiza un
«dios» alcahuete de sus desafueros y el abismo de sangre.
(…)
Testimonia el autor en estas cuartillas, su paso por el infamísimo
73. En naves-prisión derivaron embarcaciones en bahía de Valparaíso,
luego centenares fueron ninguneados hacia Pisagua. Tal cuenta este
libro. Pero para nada espere el lector el facilongo del lineal periodís-
tico. De estas apuntaciones de alteridad no es invalidante el silencio.

La Canela, julio 3 de 1992

* Marqués de Sade (1740-1814).

109
Nota a esta segunda edición

Inxilio se publicó por primera vez en 1993 en


una autoedición de 100 ejemplares, en la locali-
dad de Los Tebos (caleta Horcón). Esta segunda
edición trató de conservar al máximo el diseño
original, tanto en el tamaño del libro, como en
las características tipográficas del interior. Debi-
do al uso libre del lenguaje en esta obra, fuimos
fieles a la versión original de la publicación.

110
ÍNDICE

HAVOCK . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Estado de pandorga interna . . . . . . . . . . . . . . 9
Hellstar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Relajón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Otrosí del infierno . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Cómanme, perros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Chincolito acusado de matar escopeta . . . . . . . . . . 17

PERFIL DE CORVOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Cementerio de campaña . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
País colores quemados . . . . . . . . . . . . . . 29
Consejo verbal de guerra . . . . . . . . . . . . . . . 30
Carepalo la fotocopia del edén . . . . . . . . . . . . . . 31
Vuelve por sus galas, primavera . . . . . . . . . . . . . . . 35
Asimetría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Preventivo en provisoria casa y/o futbolero presunto . . . . 40

ALAMBRADA SOBREVIDA . . . . . . . . . . . . . . 43
El regreso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Pueblo ocupado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Humazón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47
Tierra de siempre . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49

ESQUIZOCRIPTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
Infancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
Estudiante(s) pero no estudioso(s) . . . . . . . . . . . 54
Mañana (en) zarpa(s) un barco . . . . . . . . . . . . . 56
Intraexilio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Payasogate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59

GLORIOLA Y POMPAS OTRAS . . . . . . . . . . . . 61


Timotina Labinette / Inquisidor adocretos . . . . . . . . 63
Pitongo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
De otro carva vip . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Chorrocientas estrellas . . . . . . . . . . . . . . . 66
Impudor del silencio . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

111
Osnofla Reyes, el guatón Romo y
depredadores varios de la sangre común . . . . . . . . 69
Mariposa encantada v/s tuluncona . . . . . . . . . . .70
A 8, Titán 69 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

CUADERNILLO PRIGUÉ . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Bando Cero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Toderos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Vendehumos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Milicada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
Abocastro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79
Operativo Caín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
Circuito de espadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Pero la vida desborda . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Ultimitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83
Ni protozoario dios el poeta . . . . . . . . . . . . . . . 84
Marina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Gorra con laureles y su hombrecito . . . . . . . . . . . . 87
La vita non è sogno . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Uno come tanti, operaio di sogni . . . . . . . . . . . . . 89
Fuego perimétrico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Presidio militar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
El antiabrazo de Pisagua . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Envíos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Je ne pourrai jamais envoyer l ‘Amour par la fenêtre . . . . . 95
Vigilia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Movida de alambradas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Araucanía con nostalgias . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Ausol del estallado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
[Ausencia del pan...] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Ranquil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Épica IHP y/o Puma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Siega la ciega con gruesos anteojos . . . . . . . . . . . .104
Tal vez una palinodia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
Resunta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Textos de las solapas de la primera edición . . . . . . . . . 108


Texto de la contraportada de la primera edición . . . . . . 109
Nota a esta segunda edición . . . . . . . . . . . . . . . 110

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Colofón

EDICIONES
Inxilio © Juan de Quintil (seudónimo
de Hernán Carvajal), RPI n° 80.198,
fue editado y diseñado en los talleres
inubicalistas del puerto de Valparaíso.
Para los interiores se utilizó papel Bond
Ahuesado de 80 g y para la portada
Couché de 250 g. Se imprimieron 250
ejemplares en agosto del año 2015.
Agradecemos a Sebastián Moncada
por la transcripción, a Lucy Oporto
por sus exhaustivas correcciones y
revisión del texto, a Víctor Rojas
Farías por su impulso a esta edición
y a Felipe Montalva por su colabo-
ración. La edición estuvo a cargo
de Felipe Moncada. La impresión fue
financiada gracias a Ediciones Agora
e Inubicalistas. Que la memoria de
las víctimas del horror político en
Chile, no desaparezca en el ruido.

INUBICALISTAS & AGORA

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