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Atman Anatman y Brahman

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Atman, Anatman y Brahman

La mente pura es en sí misma Brahman; de eso se deduce que Brahman no es otra


cosa que la mente del sabio.

-Ramana Maharshi
En este texto, veremos someramente una posible armonización entre
los conceptos de Atman, Anatman y Brahman del budismo Mahayana
y el Advaita Vedanta a pesar de que parecen conceptos opuestos y
doctrinas enfrentadas.

Hay que decir, para dar sentido a esa armonización, que algunas
meditaciones Mahayana y las Advaita Vedanta son muy, muy
parecidas, tanto las samatha (que llaman meditar o reposar en el ser
en A.V.) como las vipassana (que llaman auto-indagación).

Así que el sentido común dice que los meditadores de ambas


doctrinas deberían transitar sendas parecidas si hacen prácticas
parecidas. Sin embargo pareciera, si leemos la teoría doctrinal en
cada caso, que los meditadores realizan hechos, no solo no
demasiado parecidos, sino opuestos.

Desde mi punto de vista hay al menos cuatro posibles respuestas a


ese hecho:

 Una es que todo sea auto-sugestión, por tanto "si crees X"
realizas X, y si "crees no-X" realizas no-X.
 La otra es que las prácticas sean sutilmente diferentes y eso
marque una diferencia gigantesca con el tiempo. En cualquier
eso significaría que "si medito así, realizo X" pero "si medito un
poco diferente, realizo no-X".

Estamos diciendo en el primer caso que, conceptualmente y en el


segundo que no conceptualmente, es posible "influir" sobre las
realizaciones y que estas ocurren "a la carta". Una idea inquietante.

Estas dos opciones no se pueden descartar de saque simplemente


porque no nos gusten, será tarea de cada mediador reflexionar sobre
ellas y decidir.

Descarto, por supuesto, el razonamiento naive habitual de "mi


doctrina es cierta, por eso he podido realizarla y lo de los demás es
auto-sugestión". No suena razonable, dado que meditadores de
ambas doctrinas opinan de igual manera en el 100% de los casos (o
casi), es decir estadísticamente ocurre que el 100% de personas que
opinan diferente a ti son todas sugestionables, lo cual es ridículo.
Sobre todo porque en general hablamos en todos los casos de
personas notablemente sabias.

Pero hay una cuarta posibilidad y es que a pesar de que realmente


las experiencias sean muy parecidas (parecidas, pues tampoco
parecen ser exactamente iguales ni entre miembros de la misma
doctrina) el filtro de nuestro dogma y de nuestro lenguaje haga que
las expliquemos de la manera en que "nos han enseñado" que deben
explicarse y por tanto suenen muy diferentes.

Si eso fuera así, finalmente todo sería una cuestión de "cómo


transmitimos y mediatizamos con el lenguaje y el dogma esa
realización" más que de que la realización fuera diferente.

Pero ¿es eso posible?

Esta cuarta posibilidad es la que se usa como base para este texto.

Empezaremos por la idea A.V. (Advaita Vedanta) de Atman.

El concepto de Atman en hinduismo se relaciona con el alma que se


reencarna. De hecho por eso el budismo tiene tantas dificultades para
describir el renacimiento, pues no cree que exista un Atman eterno.

Ese digamos que es el concepto teórico. Luego está, como en


budismo, lo que los meditadores relatan y que es de lo que se tratará
aquí.

En ese caso, para el A.V., Atman es el testigo eterno, es decir ese


“yo” sin características de los meditadores y que también se relaciona
con la consciencia pura, el espejo, y demás metáforas.

Al final, dejando de lado "ideas", lo que se realiza es que "somos"


más allá de los pensamientos, que cuando no pienso, esos otros cinco
sentidos que aparecen en la consciencia siguen ahí y parece que
podemos seguir funcionando en el mundo, es decir seguimos siendo
inteligentes y capaces.

Así se consolida la idea de que hay un "testigo" más allá del


pensamiento (lo de "eterno" o no eterno es siempre imputado
adicionalmente, desgraciadamente) y también se empieza a intuir
que de alguna manera la acción va por libre, no depende de ese
testigo, por eso es testigo y no actor.

En budismo también se realiza tal cosa, no puede ser de otra manera


pues aparentemente los cerebros y mentes de los hinduistas y de los
budistas son equivalentes, pero no se le llama Atman y no se
considera eterno, ni tan siquiera "atómico", sino efimero y compuesto
pero sobretodo, una función de la mente.

En budismo esta situación es simplemente “la fase del espejo” que en


cada doctrina se describe de una manera y con diferentes nombres.
En Mahamudra por ejemplo, tal como vimos hace unos días, son los
dos primeros yogas. Hoy día tiene a llamarse en inglés "I Am" (la
realización de que "soy"), supongo que simplemente por no usar la
palabra "atman".

En el Zen hay una anécdota de Hui Neng donde gana este un


combate de poesías, ante un practicante que todavía está en la fase
del espejo. El perdedor decía:

Nuestro cuerpo el árbol de bodhi es


y nuestra mente un espejo puro y claro.
esmérate en limpiarlo momento a momento una y otra vez,
no dejando asentarse mancha alguna.

¿No podría esta poesía ser hasta de un hinduista? Yo diría que sí… por
eso perdió... mostraba un estadio medio de evolución espiritual.

Es muy interesante que Mahamudra divida la fase de Atman en dos


yogas, siendo el primero simplemente el mindfulness habitual y el
segundo menos ordinario. Es interesante porque Nisargadatta, que
era hinduista y de influencia A.V., ya avisaba de que “el primer
testigo es falso”, luego para el A.V. también podríin haber dos fases
en Atman.

La primera fase, que es el testigo de muchos neo-advaitas y del


mindfulness tan de moda, no es más que ejercer la atención habitual:
solo observamos y abandonamos forzadamente la conceptualidad.
Este testigo no tiene nada de trascendental, in supone cambio mental
alguno, es la misma atención con la que toda la vida hemos atendido
pero alargando su presencia y encarada a que se abandone la
obcecación por el pensamiento conceptual y empiece a atender al
resto de fenomenología y a disfrutar de su ahora. Todo ello de una
forma notablemente ruda y forzada (pero necesaria) hasta que se dé
la realización de Atman/I am/Despertar o como querais llamarla.

Ese primer gran cambio, lo llamemos como lo llamemos (Despertar,


por ejemplo) nos deja en el Atman “real” de los hinduistas (excepto
porque nadie sabe si es eterno o no, por mucho que lo afirmen) y en
budismo Mahamudra te deja en lo que aquí llamamos yoga de no-
conceptualidad.

La única diferencia es que para el budista sigue siendo algo


intermedio, por compuesto y no-eterno, pero sobre todo por ser
todavía una construcción mental, una etapa. Aunque es cierto que el
budismo también sufre de escritos más o menos sabios y muchas
veces parece confundirse también este "Atman" con “la naturaleza
búdica" o la vacuidad.

Pero este estado que todavía está bastante inflado de “sujeto”, que
no tiene nada de no-dual, sigue planteando una dicotomía. Ahora ya
no-conceptual, entre un "yo" construido por pensamientos y el
"mundo" también modelado a base de ideas, pero sigue existiendo
esa dicotomía o dualidad.

Y desde luego no es liberación total (ni Nirvana, ni Moksa), lo cual es


sensato pues para ninguna de las dos doctrinas es el final, así que no
deja de sorprenderme la cantidad de sujetos que hoy día afirman que
"han sido liberados" en esta etapa. Como referencia contraria, aparte
de todo el budismo y el A.V. tradicional, tenemos algunos neo-
maestros como Adyashanti, Anadi o G. Weber que vieron con claridad
como de parcial era esta realización.

Incluso llamarlo testigo o espejo es falso, mejor atman o Yosoy/Iam,


porque realmente la fenomenología no refleja "algo" que está "ahí
fuera". La fenomenología es solo-mente y no hay nada ahí fuera que
sea de colores, o tenga olores, etc... todo eso son fenómenos co-
emergentes únicos que no tienen "reflejo" en lugar alguno.

Me viene ahora a la cabeza una forma más de intentar verlo (la n-


sima+1):

El ojo, la vista podría parecer el espejo, el reflejo de algo externo, no


lo es pero podría parecerlo, pero ¿y el tacto?

Las cosas pueden ser rugosas o lisas, pero la sensación del tacto solo
puede ocurrir de forma co-emergente al establecer contacto entre
dedos y superficie. Esa sensación no está en los dedos, y tampoco
está en la superficie, solo está cuando ambas cosas entran en
contacto, como una chispa que surge solo si chocan pedernal con otra
roca dura. La chispa es co-emergente. El tacto es co-emergente.

Así debe verse toda la percepción. Ese es el significado de la co-


emergencia budista, un concepto que a menudo resiste a nuestro
entendimiento. Y por eso la consciencia no es un espejo ni se le
parece, porque no refleja nada que existiera "fuera". Esa forma de
ver la consciencia sería falaz.

Pero dejando todo esto de lado, para el A.V. aún queda otro gran
paso que es la inmersión de Atman en Brahman (como las olas y el
mar, se suele decir). Y para el budismo... pues más o menos...

Así que si Atman finalmente se disuelve en Brahman (que no es


personal) no parece razonable esa insistencia en que es “eterno” (o
“real” en confusa terminología A.V.). Esta insistencia solo se puede
explicar como una adherencia excesiva al culto profesado (el
hinduismo) por parte del A. V. que creo que logró ir más allá de lo
que su propia religión le dejaba, igual que ha pasado con algunos
místicos cristianos.
¿Cómo va a disolverse algo eternamente real? Luego no lo era…
Ciertamente era como las olas en el mar, una construcción sutil que
emerge de un mar mucho más profundo y extenso. Pero la ola al final
no era más que una configuración contingente, algo pasajero, algo
potencialmente "disoluble".

Y así Hui Neng gana el combate a ojos del patriarca y hereda su


título, escribiendo:

No existiendo árbol de bodhi,


ni la superficie de un espejo claro,
siendo todo vacuidad,
¿dónde, pues, se asentaría mancha alguna?

Así que ya veis, en el siglo VII ya estaban a vueltas con el error de


"parar demasiado pronto" y creer que ese espejo era budeidad. El
Zen nada más nacer, ya estaba en el filo de la navaja del neo-Zen.

Seguir adelante es la única manera de resolver la dualidad del sujeto


sin características respecto al resto del universo (el fenómeno frente
a la presencia vácua, dicho en términos budistas).

Si esta dualidad no es resuelta "Samsara nunca será Nirvana" pues el


testigo/atman siempre se verá enfrentado a un universo que le aflige
no-conceptualmente y entonces el practicante avanzado se ve
abocado a ese ansia de "cesación" que hemos visto en muchos
maestros "con atman".

Así que la perfección del nirvana será realizable solo cuando "anule el
Samsara", es decir abandone el mundo, sea de forma definitiva o
temporal, o simplemente cuando se siente a meditar o esté solo. Y el
resto del tiempo, de alguna manera el mundo o bien molesta/aflije en
el peor caso, o en el mejor, no es Nirvana, solo una neutralidad
insulsa a sobrellevar.

Al no haber integrado sujeto y universo, no se integrarán Samsara y


Nirvana.

Ese proceso de no-dualidad, de inmersión o abandono en lo


fenoménico, en Mahamudra cubre los dos segundos yogas y como el
segundo de ellos (que es el cuarto y último) ya es budeidad según la
doctrina, tengo que concluir que Brahman y Anatman son
equivalentes.

Y tiene sentido pues ambos son “sin sujeto” o no-duales. ¿Es


Brahman con Atman? No, claramente, no. Luego ¿es Anatman? el
sentido común dice, que sí, al menos si tomamos esa definición en
sentido amplio.
Aquí, creo que es el budismo el que insiste en exceso en su cuerpo
doctrinal y en usar el término Anatman o no-yo, confundiendo a
veces a sus practicantes, pues ser todo el contenido fenoménico
mental y ser también el resto de procesos de la inteligencia, suena
confuso expresarlo como no-yo o no-alma (anatman).

Doctrinas refinadas, como Mahamudra, han matizado ese resultado y


usado expresiones como "un-sabor" algo más acertadas, pues
aunque es cierto que la función del sujeto va desapareciendo, insistir
en ese "no-yo" acaba creando confusión.

Es decir, que la propuesta sugerida aquí es que realmente la no


dualidad de nuestra mente, que es su verdadera esencia, se realiza
tras una fase de Atman por la que debe pasarse y que puede además
convertirse en una "residencia permanente" si no se dan las
adecuadas condiciones para el paso a ese otro paradigma más
trascendental.

A ese paradigma más trascendental o no-dualidad podemos llamarla


Anatman o Brahman o no-dualidad o como sé desee llamar, da
exactamente igual, y decimos que es no dual, porque la función
mental del sujeto ha desaparecido...

Porque otro error en los debates conceptuales por Internet es


empezar a liarse con la no-dualidad de todo. Pero no, si todo fuera
no-dual, todo el universo sería una masa gris sin diferenciación.
Blanco y negro no son lo mismo, ni ver y oler. ni pensar o no pensar,
ni ayer y hoy. Puede que compartan algo o mucho, incluso podemos
aceptar que sus fronteras son meramente conceptuales (100%
cierto) pero no son lo mismo. Un-sabor es una forma elegante de
expresarlo. Tienen un fondo común pero no son lo mismo. Por eso
hablamos de no-dualidad y no de igualdad o fusión.

La no dualidad espiritual hace referencia a los polos, sujeto-


objeto/fenómeno o sujeto-acción. Y surge con la eliminación del polo
"innecesario" que es el sujeto, tampoco se eliminan ni acción, ni
fenómeno.

Pero ¿cómo es eso? ¿cómo se vive eso?

Si todo es especialmente difícil de explicar en un camino interior,


Brahman/Anatman, lo es y mucho.

¿Cuál es el sonido de una mano aplaudiendo? (dicen en el Zen Rinzai)

Se puede intentar describir, y hay muchos textos al respecto, de


ambas doctrinas, pero no nos entra en la cabeza porque simplemente
el pensamiento conceptual es intrinsecamente dual y por tanto no
entiende y no puede entender la no-dualidad fenoménica.

La no-dualidad en la acción es algo más senclilla de explicar, por eso


usamos metáforas como "el llover" para indicar lo que es acción sin
actor, al final eso es tan sencillo como renunciar a la idea de un
controlador con libre albedrío.

Igual que cuando conducimos o paseamos mientras pensamos en


otra cosa. Finalmente la conducción o el paseo ¿no ha ocurrido sin
intervención del sujeto mental que crees ser? ¿sin ti? Pues eso.

Al principio cuesta estar presente, no perdido en tus pensamientos, y


estando presente dejar que la conducción te lleve a destino sin
interferir. Pero eso sí puede hacerse ya incluso en una fase de atman
madura, y de ahí la sensación de "solo eres un testigo" no hacedor.
Recuerdo la primera vez que me paso eso, hace muchos años, era
pelando una naranja...

Esa forma de existir puede potenciarse hasta el extremo pero no deja


de ser una disociación de la acción.

De los dos polos, el extremo a eliminar es "el espejo" por


innnecesario.

Curiosamente la intuición de alguien que crea en atman le llevará en


la línea contraría: "el mundo no es real, solo atman es real". Pero
desgraciadamente el mundo se empeña en afectar a ese atman y la
perfección no será alcanzable en vigilia. Por eso la cesación, sea
temporal o permanente parece la única salida de aquel que refuerza
atman indefinidamente.

Pero si el testigo en lugar de alejarse cada vez más de la


fenomenología, lo que hace es lanzarse sin miedo sobre la
fenomenología y la acción, y abandonarse allí, disolverse allí, la no-
dualidad irá surgiendo.

Pero ¿cómo se puede entender la no-dualidad fenoménica? ¿entender


el fenómeno sin observador? ¿Quién ve lo visto? ¿Quién o qué está
ahora mismo oyendo las teclas sonar y viendo el texto aparecer en la
pantalla?

No te lo sé decir, solo sé decir que ocurre y que está ahí, pero que si
hubiera que buscar un sujeto no sabría donde ponerlo, no está más
detrás que delante de las letras que aparecen en el pantalla porque
no hay delante ni detrás... Hay eso, y un plano no tiene profundidad
alguna, volumen alguno donde quepa un sujeto.
¿Es eso no-yo (anatman)?

Bueno, quizá no es la mejor forma de expresarlo, aceptado. Entiendo


que la palabra Anatman surgió como respuesta a la fijación en Atman
que debía ocurrir en su momento (y que sigue ocurriendo).
Simplemente eso. Anatman tiene sentido porque los practicantes
espirituales, entre los que me incluyó, continuamente caemos de
nuevo en la idea del sujeto, lo vamos cambiando de sitio y haciéndolo
más sutil, pero tendemos a enquistarlo.

Pero la no-dualidad fenómenica solamente es difícil de explicar... por


lo demás es obvia y razonable.

Es científico y sabido que todo fenómeno es mente, ¿para qué íbamos


a necesitar un observador dentro de nuestra propia mente? ¿Un
observador dentro del observador? ¿tiene eso sentido? ¿para qué? Y
si es que sí, ¿no necesitarás también un observador dentro del
observador que creaste dentro de ti? ¿y así ad-nauseam?

Suponer un observador dentro de la mente, tiene finalmente un


punto naive, inocente. Como cuando a los niños les dibujamos un
corazón o una máquina cualquiera y pintamos un enanito dentro
haciendo el trabajo, cosa que sabemos que no hace falta, el trabajo
se hace por parte de todas las piezas, módulos y/o sistemas de la
maquinaría, pero así el niño lo entiende mejor.

Eso mismo es lo que estamos asumiendo para nuestra mente.

El fenómeno ya está ahí, en nuestra mente a disposición de todos los


procesos que lo necesiten, y así ocurre... es solo que no nos cabe en
el intelecto y mientras estemos en el primer yoga, lo que no cabe en
el intelecto nos parece incoherente o hasta imposible.

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