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Capítulo 1 Psicoterapia Budista

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Capítulo 1

“Arrepentirse no es sentir remordimiento sino encarar las


propias faltas, advirtiendo que son faltas y tratando de hacer lo
major de un mismo para no cometer el mismo eroro una y otra
vez. Si uno hace eso, ya está hacienda enmiendas” Sheng-
Yen “en “Cómo ser infalible”

Uma breve história da psicoterapia com base no


Budismo
Muitos são os antecedentes da psicoterapia Zen ou
psicoterapia com base no Budismo atual, segundo tem sido
elaborada, explicada e desenvolvida na Argentina e no resto
da América Latina - entre outros pelo abaixo-assinado
psiquiatra, argentino Dr. Jorge Luis Rovner (1963- ...).
Para poder acompanhar nosso percurso começaremos,
arbitrariamente, no início do século XX, quase setenta anos
após as primeiras traduções do Canon Budista para as línguas
germânicas e românicas.

Também arbitrariamente esta história incompleta enquanto à


menção de um número significativo de autores muito
relevantes da psicologia e da filosofia anteriores e posteriores
ao período narrado, incluindo alguns que floresceram durante
o século passado e ainda continuam fazendo o bem no
presente. Isso tudo de forma a tornar a leitura mais fácil e
fluída.

O leitor, penso eu, vêm para se maravilhar com os nomes que


são bem conhecidos hoje, diferentes autores e correntes de
psicoterapia ou a pretensão de ter tomado alguns aspectos
parciais de sua ideia do budismo (alguns deles budistas
reivindicada) ou não dizer, mas eles fizeram
todos modos quienes- por las circunstancias que sean- de
ello no dan cuenta de sus obras, discursos o aún pero, hacen
una estrambótica mezcolanza que, literalmente, da para todo.
Iatrogénica y generadora de sufrimiento.
Allí, el delgado límite de la atribución de la autoría de una
observación y autoría de un pensamiento en la ignorancia de
haberlo extraído de otro lado en un extremo y la clara
ocultación de hechos y su “adaptación” como propio por otro
lado es extremadamente fácil de atravesar y depende de las
condiciones individuales que orlan a cada quién y sobre la que
no haré ninguna mención; salvo la escueta observación que
estoy haciendo en estas líneas.
En etapas de más vehemencia, soy más crítico con esto, pero
hoy prefiero solo identificar el punto y que cada quien saque
sus propias conclusiones.
Uno de estos antecedentes los provee la indióloga y
traductora británica Caroline A. F. Rhys Davids 1857 , quién
fue la primera en conceptualizar los escritos del Budismo
canónico en términos de una Psicología en Occidente..
En 1900 esta experta publicó una traducción del primer libro
del Theravada Abhidhamma,(que correspondería a una
recensión de la doctrina atribuida al Buda desde la perspectiva
de la corriente más antigua dentro de la Vía) el “Dhamma
Sangan”, bajo el título "Manual Budista de Ética Psicológica"
o ,más sencilla y enormemente “ Psicología Budista”
Como tal fue publicada en ese año 1900 por la editorial en
Gran Bretaña.
En la introducción de este trabajo fundacional, Rhys Davids
escribió: " La filosofía budista es Ética de principio a fin. Esto
es indiscutible. Pero entre sistemas éticos hay un mundo de
diferencias en el grado de importancia dado al aspecto
psicológico de esta ética... Los budistas eran, de cierta forma,
más avanzados en ética que Aristóteles, en un modo que
ahora describiríamos como científico. Rechazando la asunción
(aceptación) de una psique (o alma) y de sus más altas
manifestaciones... estaban satisfechos de resolver que la
conciencia del hombre ético, era un complejo continúo de
fenómenos subjetivos. Que nacía, se desarrollaban y
desaparecían. Los grupos distinguibles de dharmas, (o
estados fenoménicos mentales, aparecen a cada segundo en
la conciencia, en obediencia a ciertas leyes causales, físicas y
morales, que es, al fin, el resultado de estados de conciencia
precedentes...”
El subrayado es mío.
Aquí dharmas debe interpretarse ( en plural ) como todos los
estados transitorios de las distintas partes del Universo ,
incluyendo nuestro cuerpo o nuestra mente.
En un pasaje próximo hablaremos con más extensión de este
importante tema.
En otro modo, es lo que se llamaría Kharma o ley de causa-
consecuencia.
Con otras palabras, lo que ocurre en nuestra conciencia no es
diferente de lo que ocurre en el resto del universo. Basado en
causas previas, aparecen consecuencias posteriores.
Con un dato nada menor desde la mirada budista y de su
aspecto psicoterapéutico: Una situación cualquiera, le demos
importancia o no (por ejemplo las puertas del subterráneo se
cierran en nuestro rostro. impidiéndonos entrar al vagón) se
suele deber a múltiples causas y nunca a una sola.
Para que ese fenómeno ocurra, sólo en una descripción a
vuelo de pájaro fueron necesarias, para que ocurra ese
evento, por ejemplo: que yo hubiera llegado a la estación de
subte (por ejemplo que nada me lo hubiera impedido, no
hubiera muerto o enfermado previamente, hubiera tenido los
medios para pagar el metro, hubiera estado en la explanada
adecuada al destino al que estuviera por ir, que no hubiera
paro de subtes, que no hubiera dificultades con el servicio de
luz, nadie me hiciera daño en la explanada, hubiera estado
atento al tiempo que las puertas habían estado abiertas y
miles de etcéteras.
De forma que, en una primera excursión a nuestra
Psicoterapia, nunca atribuimos un evento que nos ocurre a
una única causa, sino a una enorme ecuación momentánea,
fenoménica, que cambia segundo a segundo, que tiene
muchas variables que ni siquiera conocemos y que muchas
veces se modifican de modo del todo inaccesibles para
nosotros y que la enorme mayoría de esas variables no
estuvieron, no están ni estarán bajo nuestro control. Nos guste
o no.
Dicho de otro modo la psicoterapia budista, desconocedora
del conjunto de las acciones que han conducido a una
consecuencia dada, jamás se inclina por atribuir a una única
causa el total de la consecuencia, enfatizando en decir que la
ecuación de la vida es muy compleja( y tal vez cuanto más
sufriente más compleja) y que empeora las cosas el
unicausalismo extremado al que hemos sido llevados o nos
llevamos que muchas veces no es sino una exagerada
sombresimplificación de los eventos. Y que muchas veces lo
único que genera es una innecesaria inculpación de nuestro
accionar. Un acto no compasivo, malvado, agresivo.
Es función del terapeuta mostrar la complejidad de muchos
eventos, en mi opinión, citando aquellos que puedan en ese
mometo parecerle más relevantes, hacerlo de un modo
compasivo y en términos de probabilidades (“esto es , en mi
criterio, más posible que ello”, “esto es –según veo poco
probable”,etc) y nunca dar una única y desdichadamente
única explicación tal como “esto es por esto”, dado que no
solemos tener certeza plena del cien por cien de lo que
estamos diciendo.
Y somos muchas veces iatrogénicos.
La conservación de un respetuoso silencio frente a la desdicha
del otro es absolutamente noble y digna de encomio. El más
completo silencio, sin una breve o no tan breve ayuda a
nuestro paciente, consultante, interlocutor o como deseemos
llamarle; se puede volver completamente deletérea para
muchos pacientes, cuales sean las razones por las que el
terapeuta hace esto (un marco teórico, una costumbre, el no
pleno entendimiento de la situación, el natural aburrimiento de
escuchar proveniente del paciente la misma historia y miles de
étceteras) debe tener el límite ético ( que es mi modesta
opinión) de asistir sin una ayuda de alguna forma es nada
menos y nada menosque una acción bondadosa y
humanitaria a nuestro semejante.
Muchaos pacientes , por propia experiencia recuerdan esos
largos silencios sin entender nada de eso, más que el o la
terapeuta parecía “estar en otra” mientras el o la paciente le
hacía patente su sufrimeinto.
En ese punto volveremos después cuando mencionemos los
cuatro inconmensurables.
El Budismo ve en ayudar a los seres sintientes otro modo más
de ayudarnos, cual sea nuestro oficio u ocupación, sin esperar
devolución ni recompensa alguna (lo que en chino se dice Wei
Wu Wei, “hacer sin una finalidad específica , “Hacer sin
hacer”, Sólo hacer, etc.)
Sobre estos temas abundaremos mucho en los capítulos
siguientes.
Siguiendo lo que decía Rhys Davids (que sucediera en su
actividad específica al fallecimiento de su marido y quien no
ha recibido aún el justísimo reconocimiento que merece, por
las causas que sean- y la misoginia y el machismo no pueden
ni deben ser descartadas ni asumidas sin más ni más)
debemos añadir que también nuestros estados mentales
estados mentales (sensaciones, pensamientos, ideas,
sentimientos, razonamientos, etc.) ocurren, según la
perspectiva de nuestra psicoterapia en el marco de la mirada
budista, en gran medida a causa de los condicionamientos
mentales que hemos recibido y para los que hemos sido
entrenados y que, a partir de los primeros años de nuestra
segunda década de la vida tiene como principalísimo causante
de nuestro condicionamiento a nuestra propia mente. Lo que
el Budismo llama, la creación de la esclavitud a nuestra
mente, basada en el error ignorante de creemos que somos
nuestra (tal como el mismo Buda describió como unas de las
causas del sufrimiento en la Segunda de las Cuatro Nobles
Verdades)
Este condicionamiento mental, en el que el budismo hace
hincapié sistemáticamente recibe muchos nombres, y su
centralidad se irá desarrollando en páginas por venir.
Entre los muchos nombres que recibe se la llama ”mente
condicionada”. “mente condicionante” pues se encarga de
condicionar a los demás segundo a segundo. “mente reactiva”
pues reacciona constantemente ante todo tipo de estímulos
(internos o externos, por ejemplo “ver” en las formas de las
nubes”, “interpretar” de un modo alguno que una persona se
vista de tal o cual manera, etc.)
Como no somos conscientes de ese proceso (lo que no
significa que los procesos se deban llamara inconscientes, en
el sentido del psicoanálisis clásicamente le da; como
encararemos después con completa extensión) los repetimos
ad nauseam todo el día, todos los días. Y nos seguimos
autoentrenado.
Para actos pequeños y para mayores, En compañía o en
soledad.
Aunque esta última palabra, “soledad”, es únicamente
aparente para el Budismo y su psicoterapia,
Nunca estamos solos.
Nunca.
Nunca.
Siempre estamos en compañía y presencia de nuestra mente
condicionada que nos habla, habla y habla.
Que nos da consejos, nos ordena, inculpa, responsabiliza,
desresponsabiliza, nos induce a toda clase de venenos
mentales (ira, celos, bronca, envidia, victimización y miles de
etcéteras) y hace del conjunto de nuestra vida muy
desdichada, como un gran camino a un Gólgota, del que no
hay escapatoria-aparentemente- sino a través de, por ejemplo,
consumir algo que nos alga “olvidar” algo , tales como drogas,
alcohol, adicciones varias, exceso de trabajo, competencia
feroz por el éxito, gurúes iluminados, etc.
Este entrenamiento mental, ha sido, desde la década de los
60 muy bien estudiada y desarrollada, hasta año por año de
nuestra vida por los estudiosos y creadores de la Teoría de la
Mente, según algo comentaremos después y pedimos al lector
que investigue en el tema.
En otras palabras, no pensamos, sentimos, razonamos,
emocionamos de un modo “natural” sino de un modo
“naturalizado” por años de entrenamiento mental.
Y ese entrenamiento mental la causa principalísima de nuestro
sufrimiento cotidiano.
Ese entrenamiento mental es tan profundo y poco conocido
por quien lo posee, que puede confundirlo con algún género
de funcionamiento de un presunto “inconsciente”, lo que en la
perspectiva budista no sólo es erróneo, carente de la
posibilidad de ser comprobado ni falsable (como pediría Karl
Popper para cualquier disciplina que se quiera llamar
científica) sino que pone en el propio individuo sufriente la
“culpa” de su dolor, y lo obliga a pasar años y décadas
tratando de descubrir cómo y por qué funciona de un modo
cualquiera una creación inexistente.
El tema es más sencillo.
Fuimos condicionados por personas y sociedades
condicionadas,de un modo que mucho se asemeja al modelo
pavloviano, luego nos dedicamos a mantener y mejorar ese
condicionamiento axiomático y a nuestra vez a condicionar a
nuestros semejantes.
El cese de todo sufrimiento, empieza en salir de la errónea
identificación de que somos nuestra mente condicionada. Esto
es, desde los comienzos, una psicología y una psicoterapia.
La psicoterapia basada en el Budismo.
Rhys Davids (que no era psicóloga sino como ya se dijo
previamente sino traductora experta del Sánscrito al Inglés)
seguirá diciendo:
“…De modo que el Budismo, desde una etapa temprana de
su desarrollo, analiza y clasifica procesos mentales con una
remarcable profundidad y sagacidad....." ( Rhys Davids, 1900
pp. xvi-xvii)
El subrayado es mío.
Obsérvese la fecha por favor.
En 1900 aparece en Occidente un libro llamado “Psicología
Budista”. Es en Gran Bretaña.
Algunas revisiones de ese mismo texto aparecerán en 1923.
Mucho antes que cualquiera de las psicoterapias presentes y
predominantes después y aún hoy día.
Lo que, naturalmente no las demerita en lo más mínimo. Ni lo
hará jamás
El Budismo es, sin sombra de duda, la primera de las
Psicoterapias de la Historia de la Humanidad, nacida hace
2600 años y cuyo libro prínceps es el Dhammapada, del que
se hablará más adelante, con largueza.
El Budismo es una psicología y psicoterapia experimental,
lógica, comprobable, empírica, humana, amorosa y compasiva
de principio a fin.
La orientación psicológica del Budismo, es un tema que Rhys
Davids persiguió por décadas como se evidencia en sus
siguientes obras de 1914 y 1936.
Muy poco después del libro de Rhys Davids, tendrán lugar,
cruzando el Atlántico un número de eventos de la mayor
importancia para la Psicoterapia Budista.
En Diciembre de 1903, durante una conferencia en Harvard, el
eminente psicólogo William James (hermano del celebérrimo
escritor Henry James) y creador del Funcionalismo, estaba
refiriéndose al futuro de la Psicología en los años por venir.
Es famosa la historia de que había invitado al monje budista
de lo que hoy es Sri Lanka Anagarika Dharmapala (que podría
traducirse del sánscrito como “el vagabndo sin techo de
Dharmapala “(Calcuta,India) donde había hecho su
formación).
Se suele citar en estos términos: “Un importante evento en
termino de la Psicología Budista fue la invitación del célebre
psicólogo William James al monje Anagarika Dharmapala
(1864–1933), conocido como Padre Dharmapala de Ceylan
(ahora Sri Lanka), a hablar a una de las clases cuando
Anagarika Dharmapala estaba atendiendo unas actividades en
la Universidad de Harvard en Diciembre de 1903. James le
dijo a Anagarika Dharmapala, delante de sus alumnos: Tome
mi silla y yo me sentaré entre mis estudiantes, Usted está más
equipado para dar una conferencia sobre Psicología de lo que
yo lo estoy”
Dharmapala se expresó destacado en algunos elementos de
la doctrina budista.
Tras esto, James se tornó a los estudiantes y remarcó :” Esta
es la psicología que todos y cada uno de las personas que
desarrolle y trabaajen en Psicoterapias estará estudiando
dentro de 25 a partir de hoy. (Guruge,1965, p. 681).
El subrayado es mío. Si bien pasaron más de 25 años, la
predicción basada en la honestidad moral y modestia de
James se está confirmando cierta.
Angarika no era un desconocido en Harvard. En el mes
anterior, el 23 de Noviembre de 1903 había dado un
conferencia en el New Lecture Hall sobre "El propósito de las
enseñanzas de Gotama Buddha."
Fue presentado por el Profesor C. R. Lanman del
Departamento de Estudios hindúes. Anagarika, que se hallaba
en su tercera visita a ese país habló del modo como el
Budismo era mal representado en el mundo occidental. Hizo
énfasis en que la creencia popular de que el Budismo es una
religión de pesimistas y explicó como su concepto fuetomado
de la formación del Buda.. “El Budismo, dijo es una suerte de
psicología absoluta, es una religión de la felicidad
absoluta”.”Su más importante enseñanza es la pureza de
mente y cuerpo y que era la única religión no propagada por la
sangre”
A partir de allí, muchas escuelas –fundamentalmente el
psicoanálisis y sus diferentes versiones derivadas hicieron
aparición y la Psicoterapia basada en el Budismo quedara
oscurecida y reducida a unos pocos practicantes.
El único psicoanálisis en progreso en esos años en que
aparece la Psicología Budista en Occidente era el primerísimo
Freudiano, como más de un lector conoce, siendo que otras
perspectivas son posteriores y aún muy posteriores a la
Psicoterapia Budista.
No es que algo, por antiguo sea intrínsecamente bueno.
El matar es tan antiguo como la humanidad, pero no es bueno.
Pero cuando un cuerpo doctrinario con, muchas pruebas,
empiria y sin apelaciones a la fe, con gran cantidad de
excelente material de lectura y análisis llega a un lugar; se
hace poco menos que sorpresivo que aún hoy la enorme
mayoría de los terapeutas de Argentina y Latinoamérica no
hayan tenido ocasión de escuchar esta campana.
Algo semejante me ha sido dado ver en varios países de
Europa y aún de Oriente.
Y doblemente seria es la situación cuando quienes no los
hacen son aquellas personas que están formándose en el
grado o en el postgrado y que sólo suponen (en el más
frecuente de los casos) que se trata de una Psicoterapia
cercana a la New Age, La Era de Acuario o cosas así a veces,
inducidos por sus propios profesores que ignoran mayormente
el tema,repito sin haber examinado el punto detenidamente
sólo un poco.
El gran maestro birmano (que desarrollara gran parte de su
acción desde la India) Acharya N.S. Goenka (1924-2013),
quién fue introductor de un grupo muy antiguo de
meditaciones específicamente budistas, el Viapassana (sobre
lo que también hablaremos a su debido momento) en Europa,
decía a su público, mayormente occidental, en sus giras para
formar personas en la meditaciones la frase que en su
momento y aún hoy me parece sumamente amable,
bondadosa y útil:” Dele una oportunidad justa al Budismo”
No que reaccione inmediatamente diciendo no (pues no le dio
una oportunidad justa), ni reaccione inmediatamente diciendo
sí (pues tampoco le dio una oportunidad justa) y tome su
tiempo para considerarlo todo con gran profunda sabiduría y
con enorme práctica
Estimados lectores:”Dele una oportunidad justa a la
Psicoterapia Budista o del Zen”
Lo que no quiero dejar afuera es al escribir esta primera
aproximación es que muchos connotados psicoanalistas,
Lacan por ejemplo, y otros que mencionaré después, hayan
carecido del abrevar del Budismo.
En el caso de Lo Real, está fuera de discusión que apareció
en la obra de Lacan el concepto por muchas causas y una de
ellas fue su exposición con el Zen en el Japón de postguerra,
como ampliaré después. Lacan estuvo muy familiarizado con
el Budismo, dado que hasta aprendió un poco de japonés para
entender algunos textos de propia mano, pero sobre esta
influencia y la influencia sobre otras psicoterapias modernas
hablaremos más en extenso en unos capítulos.
El psicoanalista analítico suizo Carl Jung (1875-19619 escribió
el prólogo al libro del maestro zen Daisetz Teitaro Suzuk
(1870-1966) :“ Introducción al Budismo Zen”, publicado por
primera vez en 1948.
En su prefacio, Jung resalta la iluminadora experiencia del
satori (que es la forma súbita del Nirvana o extinción completa
de todo condicionamiento mental y la paz que lo acompaña)
como la insuperable transformación de completitud de los
practicantes zen.
El texto entre paréntesis es mío.
Y aun reconociendo la incompetencia de los intentos
occidentales de comprender y abarcar el satori ia través del
intelectualismo occidental, Jung expresa:
"El único movimiento dentro de nuestra cultura que
parcialmente tiene y parcialmente deberá tener, alguna
comprensión de estas aspiraciones (a tal iluminación) es la
psicoterapia. No es entonces por casualidad, que este prefacio
sea escrito por un psicoterapeuta.... Tomando básicamente
Psicoterapia como una relación dialéctica entre doctor y
paciente....el objetivo es la transformación....." (Suzuki & Jung,
1948, p. 25).
No mucho después, el filósofo humanístico y psicoanalista
Erich Fromm (1900-1980) señaló: "...hay un inconfundible y
creciente interés en Budismo Zen entre los psicoanalistas"
(Fromm et al., 1960, pp. 77-78).
Suzuki, Fromm y otros psicoanalistas colaboraron en un taller
desarrollado en 1957 sobre Budismo Zen y Psicoanálisis, en
Cuernavaca, México. En su contribución, Fromm declarará:
“El psicoanálisis es una expresión característica de la crisis
espiritual del hombre occidental, y su intento de búsqueda de
una solución" (Fromm et al., 1960, p. 80). Fromm disputa que,
al advenimiento del siglo XX, muchos pacientes tratados por
las psicoterapias tradicionales buscaron tratamiento debido a
síntomas médicos que obstaculizaban su funcionamiento
social. No obstante, para mediados de siglo, la mayoría de
pacientes del psicoanálisis habían superado sus síntomas y
funcionaban bien pero, ahora, sufrían de un "vacío interior".
"El sufrimiento común es la alienación del propio ser
provocada por uno mismo, por el prójimo, y por la naturaleza;
la conciencia de que la vida se escurre de nuestras manos
como arena, y de que uno morirá sin haber vivido, que uno
vive en medio de la abundancia y aun así sin poder disfrutar"
(Fromm et al. pp. 85-86).
Parafraseando ampliamente a Suzuki , Fromm continua:"Zen
es el arte de ver en el interior del propio ser; un camino de las
ataduras a la libertad; libera nuestras energías naturales; ... y
nos impulsa a expresar nuestra habilidad para la felicidad y el
amor (p. 115)."...Lo que puede ser dicho ciertamente es que el
conocimiento del Zen, y una preocupación, puede tener la más
fértil y esclarecedora influencia sobre la teoría y técnica del
psicoanálisis. Zen, tan diferente en sus métodos a los del
psicoanálisis, puede aguzar el foco, arrojar nueva luz en la
naturaleza del insight, y penetrar en el sentido de lo que hay
que ver; que es ser creativo, que es sobreponerse a las
contaminaciones afectivas y falsas intelectualizaciones…”

El subrayado es mío.
No hay que olvidar que Fromm era un caso raro. Por un lado
era un formado e influyente psicoanalistas pero por el otro se
atrevía a la heterodoxia frente a su propia mente concdionada
y las mentes condicionantes de los demás. Meditaba todos los
días y llevaba una vida alejada de las luchas de facciones del
por entonces dominante psicoanálisis que podríamos llamar
“académico
En el mismo sentido, años después el maestro y meditador
Chögyam Trungpa Rinpoche (1939 – 1987) afirmó en 1974:"El
Budismo vendrá a Occidente como una psicología".
Chögyam no era psicólogo sino un joven maestro budista
tibetano a cuya obra se debe una enorme expansión ya no
sólo del Budismo sino de la Psicoterapia específica en los
Estados Unidos en la introducción a su libro de 1975,
“Destellos de Abhidharma” escribió:"Muchos psicólogos
modernos han encontrado que los descubrimientos y
explicaciones del abhidharma coinciden con los propios
recientes descubrimientos y nuevas ideas; como si el
abhidharma, que fue enseñado 2500 años antes, hubiera sido
vuelto a revelar en el idioma moderno" (Trungpa, 1975, p.2)
El libro de Chögyam Trungpa Rinpoche continua describiendo
la secuencia fenomenológica que solo dura un nanosegundo,
por la cual una sensación se convierte en consciente usando
el concepto Budista de los “ cinco agregados”, del que tendré
oportunidad de mencionar en breve.
Christmas Humphreys . el abogado y juez británico que se
movió hacia la Doctina del Buda (1901-1983) se ha referido a
las colaboraciones entre psicoanalistas y budistas de
mediados del siglo veinte, como un encuentro entre "dos de
las más poderosas fuerzas operantes en la mentalidad
occidental de hoy". Desde entonces, una variedad de
reconocidos maestros, clínicos y escritores tales como Alan
Watts y muchos otros tales como David Brazier, Jack
Kornfield, Joseph Goldstein, y Sharon Salzberg que han
intentado aunar o integrar la psicología y el budismo de alguna
manera que ofrezca significado, inspiración, liberación y
sanación.
El propio Watts, escribirá un libro que compara las diferentes
formas de abordaje en Psicoterapias en su famoso libro.”
Psicoterapia del Este, Psicoterapia del Oeste”
La primera edición castellana (Abril 1973) de la obra de Watts
81915-1973), quien además era un polígrafo y disertante de
radio de fuste y cuya vida parece novelesca dice, entre otras
cosas:“El punto débil de la psicoterapia occidental está en que
comparte los mismos presupuestos que trata de curar: los
presupuestos de la angustia. Presupuestos culturales que
generalmente remiten a una concepción dualista del hombre y
la realidad: la idea de que el hombre es un ego más o menos
angélico cabalgando sobre los demonios del pantano original;
una concepción que desde Platón hasta Freud, pasando por
Darwin, ha ido alimentando una falsa conciencia problemática.
A diferencia de la psicoterapia occidental, los caminos
orientales de liberación son, ante todo, críticas culturales. Su
objetivo es, precisamente, diluir la falsa conciencia
problemática, lo que Watts llama la Gran Mentira Social. El
presente libro contrapone liberación oriental y terapia
occidental, analizando sus diferencias, pero también sus
afinidades.”
Sobre la concepción dualística que menciona Alan Wats,
volveré a lo largo de este libro, por ser absolutamente erróneo,
sin fundamento, creación de nuestra mente condicionada (que
en algunos texto con los que conviene familiarizarse se la
llama mente envenenadora o mente alucinada y creadora de
alucinaciones),
No eludiré el concepto de mente alucinada en modo alguno
pues la severidad de este tema es extraordinariamente
importante para contribuir al cese del sufrimiento de nuestro
pójimo y de nosotros mismo.
En 1974, el monje budista Pannaji escribió:”…me gustaría
tomar el camino del medio, que sería tratar las enseñanzas del
Buda como una Psicoterapia. Yo diría que si el Budismo se
introduce en el mundo moderno como una psicoterapia ,el
mensaje de Buda se entiende correctamente” (“El Budismo y
la Psicoterapia”, Buddisht Quarterly,10, 1974”)
Esto fue dicho en una revista científica con referato, en
Inglés ,hace más de 40 años.
Y agrega; “donde la religión ha fracasado, la ciencia ha
llenado el vacío .Pero tal vez irónicamente, donde la religión
ha fracasado a causa de su falta de certeza ,la ciencia
también ha fracasado por su incapacidad para comprender el
problema (del sufrimiento) en sus raíces existenciales.
El subrayado es mío.
Fa Gong Shakya dice con vehemencia en 1974 :”
Ciertamente el Budismo se ha desarrollado en esta era,
debido en gran parte, al hecho de que los objetivos, los
métodos y el lenguaje de la psicoterapia parecen estar de
acuerdo con esta antigua religión (el budismo)”
El subrayado es mío
Y continúa.” Ciertamente, de alguna manera, deberemos que
ambas comparten un terreno significativo; es a Buda, después
de todo, a quien se refieren comúnmente como “el gran
médico” (esta frase aparece levemente modificada en Watts
que llama al Buda el primer psicólogo de la historia de
humanidad)” y, como cualquier terapeuta, hizo suyo el objetivo
de identificar, explicar y poner fin al sufrimiento humano.¿ No
haría lo mismo cualquier terapeuta?.También hay muchos que
han identificado a las Cuatro Nobles verdades como un
formato deliberadamente creado para explicar el sufrimiento y
su cura…”
La frase entre paréntesis me corresponde.
Las Cuatro Nobles Verdades, son el método psicológico-
médico para entender el origen del sufrimiento humano y su
cese en esta vida. Se verá con mayor extensión después.
Ya sé, los lectores están algo fatigados de tantas
enumeraciones.
Sepan que el autor está tratando de hacer las cosas los más
sencillas y al unto posible. Pero estas enumeraciones son
inevitables, pues es el capital mínimo necesario para entender
y , eventualmente poner su práctica profesional desde esta
perspectiva ortodoxa y moderna.
El subrayado es mío.
Desde otra perspectiva psicoterapéutica y a guisa de
introducción), el  Dr Albert Ellis, fundador de la “Terapia
Cognitivo-Comportamental" (TCC), ha escrito:
"Muchos de los principios incorporados en la teoría de la
psicoterapia emotiva-racional no son nuevos: algunos, de
hecho, fueron originalmente establecidos varios miles de años
atrás, especialmente por los filósofos y griegos y romanos
estoicos (tales como Epicteto y Marco Aurelio y por algunos de
los antiguos pensadores taoístas y budistas." (Ellis, 1991, p.
35.)
Para dar algún ejemplo, el Budismo identifica a la ira y a la
mala voluntad como obstáculos básicos para el desarrollo
espiritual. Un antídoto Budista común para la ira es el uso de
la técnica de contemplación activa de los pensamientos que
fluyen. Esto es similar al uso de la técnica TCC como
“entrenamiento emocional” la que Ellis (1997, pp. 86–87)
describe de la siguiente manera:
"Piense en una experiencia intensamente placentera que haya
tenido con la persona con la que ahora está enojado. Cuando
usted haya fantaseado acerca de esta experiencia tan
placentera y de hecho haya experimentado sentimientos
positivos y cálidos hacia esa persona como resultado de este
recuerdo, continúe el proceso. Traiga a su memoria
experiencias placenteras y buenos sentimientos y trate de que
estos dominen a sus sentimientos hostiles."
Este entrenamiento emocional de Ellis es mencionado con
mucha extensión casi 2600 años antes, bajo el concepto
budista de “reentrenamiento mental”, que es mucho más
abarcativo, en opinión de este autor.
No deja de ser llamativo el enorme parentesco no sólo de
ambos nombres y que algunos aspectos técnicos (no su
basamento último, en mi criterio no lo son)
Voy a dejar para otros capítulos ocasión la muy evidente
influencia que tuvo el Budismo en la creación de La
Psicoterapia Gestáltica y muchas otras.
Más cercano en el tiempo, el psicólogo Gerald Virtbauer , de la
Universidad de Viena mostró en su texto :”Budismo como
sistema psicológico: Tres aproximaciones” del 2009 hará un
fino desglose de tres encuadres teóricos del Budismo como
una Psicoterapia.
Serán, según este autor:
a) Una psicología, “un arte de inquirir a la mente humana”, con
sus modos específicos.
b) La integración de conceptos del Budismo en Psicoterapias
de Occidente previamente establecidas, a las que enriquecen y
modifican
c) La aparición de una Psicoterapia específicamente budista,
occidental, que entraría dentro del actual concepto de Neo
Budismo.
Esto que Virtbauer llama Neo Budismo es, en mi opinión
completamente equivocado, No porque el concepto esté mal
sino porque daría a entender que la Psicoterapia basada en el
Budismo, en su carácter de “Neo” podría prestarse a al menos
dos confusiones
a) La primera es que se confunda con formaciones de auto-
ayuda de naturaleza alguien del orden de “la voluntad lo
puede todo”, “puedo atraer lo que deseo con el poder de mi
mente” o “voy a declara como será mi día/vida/relación”.
Para todas esas personas que transitan todo mi afecto y mis
mejores deseos, pero nada tiene en absoluto que ver con el
Budismo ni la Psicoterapia basada en ella. Lo mismo que no
tendrá que ver con gemoterapia, adivinaciones o trabajos
diabólicos o angélicos; lo que importa de mi parte el más
grande y profundo por cada persona que esté involucrada en
ella. Peor , nuevamente no es Budismo ni Psicoterapia
basada en el Budismo, al menos como me fue enseñado,
aprendí, creo y ejerzo en mí y en mis pacientes. Una terapia
de la Libertad. Ortodoxa y Moderna.
b) Pues nada tiene que ver el Budismo y su Psicoterapia con
ningún “neo”. Salvo que por neo aceptemos milles de
escritos, disertaciones, prácticas, millones de personas
involucradas en esas prácticas desde hace 2600 años. Lo
que lo puede hacer a este tema “neo” es más una cuestión
relacionada con que los occidentales conocimos este modo
de ver el mundo ya su psicología hace menos de 200 años.
Pero nunca es tarde si la dicha es buena, decía mi mamá
Sara.
Con bastante grado de desconocimiento mundial pero di de
reconocimiento local el psiquiatra y psicoterapeuta de origen
ceilanés y formado en Gran Bretaña Padmal de Silva (1944-
2007) es autor de un notable ensayo llamado “Budismo y
Psicoterapia” (2000),En su introducción a su vez cita a
D.Kalupahana, en su interesante, “Los principios de la
Psicología Budista” de 1987 quién aborda la vinculación entre
textos canónicos budistas y muchas de las aplicaciones en
psicología contemporánea. Por ejemplo el Abhidhamma Pitaka
( uno conjunto de formulaciones organizadas según las
enseñanzas del buda en una de las tres cestas o conjunto de
saberes que deben tener y conocer los monjes budistas)
contiene un recuento altamente sistematizado de
comportamiento humano y de la actividad de nuestra mente”
La frase entre paréntesis es mía
El estadounidense W.L.Mikulas en “Eastern and Western
Psychology. Journal of Integrative and Eclectic
Psychotherapy,10:221-240, 1991) expresó; “De hecho, Ha sido
argüido que el Budismo es internamente una psicología, muy
cercanamente relacionada a la ciencia y las técnicas que el
Buda había subrayado como empíricamente observables”

El gran maestro budista Robert Aitken dijo en 1993.”


Estrictamente hablando, sin embargo, el Budismo no es una
religión a causa de que no tienen escrituras sagradas, sus
palabras no son ley, no hay dogmas rigurosos, no hay Salvador
ni Ser Divino a través de cuyo favor o intersección la propia y la
eventual salvación
Poco después escribirá el psiquiatra norteamericano Mark
Epstein (1953-…)en 2004 “Pensamientos sin pensador”: “El
Budismo debería haber sido la psicología predominante a ser
estudiada y aplicada en el Oeste. James no anticipó que en los
siguientes años.las ideas de Sigmund Freud (1856-
1939)reinarían en la arena de la Psicoterapia. Más allá su
predicción acerca del Budismo ( en tanto ya una psicología de
uso regular en Occidente aplicable a todos, con aceptación de
sus diversidades individuales y religiosas) parte del asunto no
se hizo realidad por la extendida concepción de que religión y
psicología son incompatibles (tanto para el psicoterapeuta
como para los pacientes).

Más cercanos en el tiempo” en su libro “ Psicología Analítica y
Budismo Zen”, Simone Miyahira (2005) vuelve sobre el tema
de relación reciproca de las psicoterapias occidentales y
orientales.

El tema del Budismo como Psicoterapia fue explícitamente


abordado por autoridades mundiales en Octubre 2008 durante
el XVIII encuentro de Mind and Life que estuvo destinado a “La
auto causación mental y el libre albedrío: Intercambios entre el
Budismo y la Ciencia acerca de la mente humana”

Entre los objetivos que intenta alcanzar una Psicoterapia


basada en el Budismo , hay una que gozosamente comparte
con la mirada de Ludwig Wittgenstein (1889-1951) acerca de
la Filosofía y el propio Zen.
Como muy bien analiza H Hudson en la Revista
Observaciones Filosóficas , en el brillantísimo
artículo:”Wittgenstein y el Budismo Zen” al afirmar:” Cuando
Wittgenstein habla de traer los términos metafísicos de
regreso a sus usos en el lenguaje ordinario, él no lo hace
desde un espíritu de hostilidad a la metafísica (de la que es
uno de sus más grandes maestros) sino porque desea mostrar
cómo ello ilumina la lógica gramatical más profunda de
nuestro lenguaje”
Esa idea, tal vez, esté contemplada en su bella expresión: “La
filosofía es una lucha contra el hechizo de nuestra inteligencia
por el lenguaje”
Y diríamos nosotros, desde una Psicoterapia Zen, que el traer
los términos más coloquiales a la terapia, evitando caer en
sobreanálisis, conceptos que muchas veces nuestro paciente
escucha como críticos, mal entiende y por ello mal actúa,
permite retornar a las fuentes de la sabiduría corriente (y evitar
ese enamoramiento por el lenguaje, según afirma el gran
Wittgenstein).
Es el propio Buda quien da un ejemplo extraordinario a
propósito de serle preguntado, en una ocasión, acerca de las
Cuatro Nobles Verdades por un grupode circunstantes
mientras iba de un lugar a otro. En el espíritu de indagación no
le parece que hay expectativa alguna de aprendizaje, sino
más de sorna y pedido de que “el mono baile”
El Buda rehusó responder, diciendo que cualquier respuesta
era inútil e irrelevante visitas las presentes intenciones de sus
interlocutores , para la resolución del problema específico de
la liberación del sufrimiento y que toda respuesta que pudiera
dar tenía la característica de ser incontestable o indecible ¡¡!!
Los signos de admiración son míos y basados, por enésima
vez, en la sensación de estar en presencia de una respuesta
perfecta, lógica, clara y compasiva
O como diría el apotegma budista:”Si hay discípulo hay
maestro”
Ese maestro puede ser un libro, un paisaje, un acontecimiento
doloroso, uno alegre, una persona, una meditación y miles de
etcéteras.
Fasta que uno desarrolla, sin dejar a sus otros muchos
maestros, su propia y confiable maestría; que llamamos en el
Budismo la Naturaleza búdica. Es decir que todos podemos
convertirnos en un o una Buda, sin más que nuestro recto
esfuerzo, nuestra recta sabiduría y nuestra recta práctica.
El Mismo Wittgenstein (que otro travieso azar del universo
pondrá en su niñez en el mismo aula de la escuela elemental
con otro austriaco muy famoso; Adolf Schicklgruber; aunque
en grados diferentes más famosamente conocido por Adolf
Hitler) dirá, en su obra capital (el Tractatus Logico-
philosophicus, 7 de 1922): "De lo que no se puede hablar hay
que callar”
Una expresión que suscribiría en Buda, en mi opinión.

Una Introducción (breve) al Dhammapada


Como mencioné previamente el primer libro de psicologís de
la humanidad fue el Dhammapada.
Su datación es imprecisa pero como se trata de sutras en el
sentido de pequeños aforismos, luego ordenados según
temáticas o capítulos según los temas que aborda, no debe
ser muy posterior a la muerte del Buda (483-368 a.C).El
número romano denota el capítulo y el corriente el número de
frase dentro de ese capítulo.
Su primera frase ya es muy reveladora.
Así dice:”Las condiciones en las cuales nos hallamos
actualmente son el resultado de nuestros anteriores
pensamientos. Si una persona habla o actúa motivada por un
mal pensamiento, el dolor irá tras ella, como la rueda del carro
tras la pezuña del buey que lo arrastra” en su primer versículo.
Continúo con algunas frases que en este punto me parecen
relevantes y van creando interés mayor por conocer esta joya
de la psicología mundial.
”En verdad, la atención es la senda hacia el Nirvana ; la
negligencia nos conduce a la muerte. Los que son atentos
jamás perecen, pero los que son negligentes es como si ya
estuviesen muertos.” Cap. II, 1.
”Así como el arquero, con gran cuidado y destreza endereza
una flecha, de modo similar, el sabio pacientemente endereza
su mente , la cual es vacilante, inquieta, inestable, difícil de
sujetar y difícil de controlar. “ Cap III, 1
“Así como el pez, cuando es sacado del agua, salta y se
mueve convulsivamente, así también, la mente se mueve con
gran agitación cuando se la trata de sustraer del domino de las
pasiones ilusorias”. Cap III,2.
“La mente es difícil de subyugar; ella es extremadamente sutil
y tiene el hábito de correr detrás de sus fantasías. El sabio
debe vigilarla atentamente; una mente controlada conduce
hacia la Real Felicidad. “ Cap III,4.
Aquí real Felicidad puede entenderse como felicidad
trascendente, más allá de toda dualidad sensible
“La mente es por naturaleza dispersa, vagabunda e
incorpórea; ella vive como si estuviese oculta en una cueva .
Aquellos que logran vencerla se libran de los poderosos lazos
de la Ilusión.” Cap III, 5
““Que todos me admiren. Que me elogien y enaltezcan. Que
me obedezcan en todo”. He aquí cómo piensa el necio; y sus
deseos, así como también su orgullo, crecen sin cesar. “ Cap
V, 15
“Una cosa es la persecución de las riquezas y otra muy
distinta es la búsqueda del Nirvana.” He aquí cómo piensa el
monje, el discípulo de Buda, y no corre tras los bienes del
mundo, sino que pacientemente cultiva el desapego.” Cap V,
16.
Podríamos, obviamente continuar citando diferentes pasajes
de este texto, pero creo que con los ya referidos el lector
puede hacerse una idea de hacia dónde apunta el
Dhammapada. Es una psicología entendida en sentido escrito,
escrito en forma llana, que puede conseguirse gratis
fácilmente en internet en forma legal y cuya lectura superficial
puede demandar un máximo de un día y su entendimiento y
aplicación profunda toda una vida. Dhammapada es una
psicoterapia sugerida para el aquí, ahora y así. Destinado a
todos los seres, cualesquiera sean sus creencias y
particularidades individuales.
No son textos religiosos, como se verán, sino opiniones
humanas sobre los problemas humanos creados por nuestra
mente condicionada y condicionante, reactiva y dada a saltar,
como un mono salvaje (una imagen muy corriente usada para
referirse a nuestra mente siempre inquieta), de rama en rama
sin fin ni propósito.
Grageas Budistas

“Al rendirse a nuestros más profundos miedos, nos ponemos


en contacto con el reconocimiento fundamental de que sólo
estamos y somos, el verdadero piso está siempre disponible
para nosotros”Ezra Bayda, “More than this body”

“Cuanto más nos sentimos libres de la internalización de la


Mirada de los otros, más liberados nos sentimos” Thanissaro
Bhikkhu. “Under your skin”

“El mejor maestro espiritual es como desafiar tus debilidades”


Atisha.” Your Best”

“ Yo veo en el amor real la más fundamental en nuestras


capacidades innatas. nunca destruidas no importa lo que
vayamos atravesar o ya hayamos atravesado” Sharon
Salzberg. “Real love””

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