Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cimientos para Una Política Fiscal Saludable en Colombia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

1

Cimientos para una política fiscal saludable.

Anyiee Yzamar Cuartas Giraldo

Catalina Estrada Giraldo

Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia

Especialización en Gestión Tributaria

Teoría y Política Fiscal

Profesor Cristian Andrés Sánchez Salazar

27 de marzo de 2023
2

Desigualdad social, desempleo, déficit, inflación, deuda, equilibrio, inversión e


inestabilidad del sistema tributario y muchos más, son indicadores macroeconómicos que
nos muestran cómo está un país en términos económicos y que a su vez miden la gestión
del gobierno en cuanto a la apropiada implementación de políticas económicas que
contribuyen al mejoramiento de estos índices.

Todos los gobiernos, de una u otra forma buscan la estabilización del país, mantenerlo
atractivo para inversionistas y mejorar el ingreso del estado. Anteriormente, el gobierno se
centraba más en la inversión militar y menos en educación, hoy por el contrario se puede
observar que la educación es el sector con mayor monto de recursos ya que es uno de los
instrumentos más fuertes para reducir la pobreza y la desigualdad. (Junguito & Rincón,
2004)

En Colombia existe una brecha muy grande entre ricos y pobres lo que lo hace el país
más desigual en aspectos como distribución de tierras, oportunidades de trabajo y
actividades económicas. Por ello también, la importancia de una política fiscal con el fin
de redistribuir la riqueza atendiendo al principio de progresividad, que los ricos paguen
más, y aumentando el gasto público orientado a la disminución de la pobreza (Zamora
Polo & Osorio Romero, 2022).

Sin embargo, existen otros aspectos que pueden generar mayor incidencia en esta
desigualdad y pobreza. Uno de ellos es la corrupción que, a pesar de que se presenta a
nivel mundial, es más arraigada en países de Latinoamérica acentuando precisamente
estas desigualdades sociales, al dificultar la gestión eficiente y desviar la disponibilidad de
los recursos que un país dispone. (Arcila Agudelo, Rivera Echeverri, & Barón Ramirez,
2022).

Si bien es importante establecer políticas fiscales para estabilizar el país en pro del ciclo
económico que se esté atravesando en el momento o que se prevea para un futuro y
lograr mantener estables todos estos indicadores, es importante también establecer un
control fiscal a estas funciones de recaudo y gasto para hacer frente a estos problemas de
corrupción y que los verdaderos resultados puedan observarse con mayor transparencia.

Este control es necesario implementarlo desde los municipios, distritos y departamentos


ya que las situaciones de las entidades territoriales pueden generar un impacto en la
posición fiscal del Gobierno nacional (Pérez Valbuena, Marín, Morón, & Barrios, 2021); y
claro está, desde cada una de las instituciones que componen los gastos del presupuesto
general de la nación.

Es por ello que, después de que la misión Kemmerer planteara su recomendación para
que la Contraloría se hiciera responsable de controlar la gestión financiera del estado y de
que la auditoria general de la nación ejerciera control fiscal sobre la primera, lo que se
pretende es establecer un control interno preventivo que permita a las instituciones actuar
desde el mismo estándar preventivo y no cuando ya el daño esté hecho o, en términos
coloquiales, que lleguen a apagar incendios. (Arcila Agudelo, Rivera Echeverri, & Barón
Ramirez, 2022).
3

Al ejercer un eficiente control fiscal sobre el recaudo y la distribución de los recursos del
estado, éste podría infundir al pueblo una seguridad razonable en la disminución de la
corrupción y por ende, en la malversación de fondos, lo que haría necesario e importante
comenzar a recaudar con una aceptación voluntaria de los impuestos por parte de los
ciudadanos y empezar a desarrollar una cultura tributaria, ya que, como dice Bonilla S.
Edna, “La cultura tributaria es uno de los mecanismos que contribuyen a hacer más
completos los sistemas tributarios”. (Bonilla Sebá, 2014).

El objetivo de esta cultura puede variar entre obtener más contribuyentes u obtener mayor
recaudo, independientemente de esto, los resultados deberían ser positivos. Países
Iberoamericanos como Argentina, Brasil, Chile, España, Guatemala, México y Perú han
implementado programas lúdicos, cívicos y pedagógicos direccionados a fundar una
cultura de responsabilidad fiscal en los ciudadanos desde edades tempranas; y en
Colombia, específicamente en Bogotá, los resultados de estas actividades iniciadas desde
1995 por el alcalde Antanas Mockus, han sido efectivos en términos de recaudo durante
los periodos 2000 – 2012 ubicando el crecimiento real de ingresos tributarios en un 7.8%
anual; así como en términos de cumplimiento de metas de recaudo, en donde el recaudo
sobrepasa el 100% de la meta según datos 2010-2013 y, adicionalmente, un aumento del
30% de contribuyentes que decidieron pagar sus impuestos, al año 2010 (Bonilla Sebá,
2014).

En consecuencia de todo lo anterior, con unos buenos cimientos para una política fiscal
saludable, es decir, una vez que la corrupción es reducida al mínimo y que los ciudadanos
quieran pagar sus impuestos, se haría pertinente establecer una perspectiva desde las
finanzas del gobierno y solo quedaría racionar sobre cómo se puede distribuir de manera
equitativa y óptima el recaudo obtenido, hoy por hoy y bajo el gobierno actual teniendo en
cuenta los factores que se esperan que ocurran de acuerdo al plan financiero 2023 del
ministerio de hacienda y crédito público el cual establece que para 2023 se espera una
desaceleración en el consumo de los hogares a causa de las altas tasas de interés y la
devaluación de la moneda; también que la inversión y la exportación de bienes no
tradicionales y de servicios impulsarían un crecimiento en el PIB y simultáneamente
serían las actividades que potenciarían la reducción de la inflación ubicándola en un 7.2%
y en un 5.1% para 2024, además de que las importaciones mostrarán una aceleración en
su crecimiento y que habrá una recuperación gradual especialmente en el sector turismo.
Todo esto de la mano de la creación de empleos de alta calidad, el aumento de la riqueza,
la reducción de la desigualdad y el aumento de los ingresos tributarios por medio de la
reforma tributaria que es lo que quiere y pretende mostrar el gobierno actual. (Ministerio
de Haciendo y Crédito Público., 2022)

Sin embargo, para la OCDE a Colombia le falta mucho para alcanzar los niveles
establecidos por dicha organización, enfatizando en que se debe conseguir de manera
estratégica y eficaz las fuentes de financiamiento para el desarrollo sostenible
favoreciendo a los más pobres, tanto en la progresividad como en la capacidad
redistributiva y estableciendo un sistema tributario más sencillo, con menos exenciones y
privilegios a ciertos grupos de contribuyentes lo que hace reducir la tasa efectiva de
4

tributación, pero con bases tributarias más amplias, que motiven la creación de empresas
y ayude al crecimiento de la región. (Zamora Polo & Osorio Romero, 2022)

Colombia tiene grandes oportunidades de crecimiento y desarrollo en un ámbito mundial,


los medios de comunicación e internet abren fronteras y se han encargado de que ahora
las personas estén más conscientes de lo que pasa desde nuestro gobierno para nuestro
pueblo y para el resto del mundo, y las oportunidades que trae el resto del mundo para el
pueblo colombiano. Esto contribuye de igual modo a ejercer un mayor control ciudadano –
político y por ende ejercer una mayor presión del pueblo hacia los funcionarios públicos
con el fin de que ejecuten de forma íntegra sus responsabilidades en pro del beneficio
común. Simultáneamente, hace surgir un estado más competitivo y comparativo en la
búsqueda de mecanismos de recaudo y redistribución del ingreso cada vez más óptimos.

También podría gustarte