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Las Formas de Subsistencia: Íl Tráficos Y Mercados: Introduccion M Estudio de La Historia

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9i JOSEP FONTANA INTRODUCCION M ESTUDIO DE LA HISTORIA 95

Las perspectivas de futuro acerca de la producción de alimentos son muy

4.
diversas. Mientas Lester Brown y el guipo del U'ofldwatch Lis titule nos dicen que
las cosedlas de cereales se han estancado y prevén un futura alarmante, que se LAS FORMAS DE SUBSISTENCIA:
vería seriamente agravado si la población de Orina aumenta su consumo, como ÍL TRÁFICOS Y MERCADOS
parece previsible, Yaclav Smil descalifica estas perspectivas y nos asegura que,
realizando algunos ajustes, existe la posibilidad de garantizar la alimentación de la Uno de los aspectos esenciales de la historia de ios seres humanos, sin el
población mundial durar,te. las próximas generaciones cual no ae entendería su progreso, es la capacidad que tienen de cooperar a través
Como se puede ver, los problemas de la agricultura no sólo eran cosa del del intercambio, tal corno se manifiesta desde la prehistor.a. El intercambio se basó
pasado, sito que resultan virales en el presetrte. primero en la existencia, en puntos determinados, de recursos naturales,, como la
obsidiana o la sal,6768*que eran escasos en otros lugares, pero más adelante tuvo como
objeto los producios agrarios que se cultivaban pensando en permutar los
excedentes no consumidos (como el vino o el aceite!, o las manulacluras (como la
cerámica y los tejidos).
LECTURAS RECOMTMn DAS Los intercambios tienen como término de referencia el «mercado»: una
palabra que designa a la vez el lugar donde los hombres se reúnen para comprar,
Biodi, Marc, La historie rural jraitcesa, Barcelona, Critica, 1973. vender o cambiar; el área territorial en que se realizan intercambios de productos (y
Bttxó, Ramón, Arqueología (le las plantas, Barcelona, Critica, 1997. así se puede hacer una gradación que va desde los mercados locales hasta un
Cohen. MarkNathan, La crisis alimentaria ¡le la prehistoria. Madrid. Alianza. 1987. mercado mundial), o el conjunto de las reglas que fijan la forma de estos
Duby, Georges, Economia / ta r i y vi.da campesina en el Occidente m edieval, Barcelona, intercambios, entre las cuales tiene que figurar necesariamente la existencia de unas
Península, 1973. condiciones institucionales y culturales que garanticen el «trust», la confianza en
Foasici, Robert, Histut :u del campesinado en el occidente medieval, B,tícelo.u. Crítica,
que los tratos hechos son fiables y duraderos, que es en buena medida lo que
1985,
Uarrabou, R., y i.M. Naredo, eda., La ferii litación en !os sistemas agrarios. Una perspectiva justifica que se hable de «sociedades de mercado»,
histórica, Madrid, Fundación Argentaría, 1996. Los pensadores escoceses del siglo XVlíI, que vivían la experiencia de una
Genicot. L.. Comunidades rurales en el occidente medierai. Barcelona, Crítica. 199). Gran Bretaña en un rápido proceso de crecimiento económico basado en su
Rosener, Werner, Los ctinioesinos en lo E dad Media, Barcelona, Critica, 1990. expansión comercial, convirtieron el mercado en la pieza explicativa central de su
Slicher van Bath, B.H., Historia agraria de Europa occidente}, 500-1856, Barcelona, visión de la economía, que en muchos aspectos sigue siendo hoy dominante en el
Península, 1974. pensamiento del liberalismo económico. Para Adam Smith, en La riqueza de las
Thompson, E.P., Costumbres eir cormíri, Barcelona, Critica, 1995. naciones, la base del crecimiento económico era la división social del trabajo, que
permitía a los hombres especializarse cu producir lo que podían o sabían hacer
mejor para intercambiarlo con lo que hacían otros (y les llevaba, a la vez, a
colaborar entra ellos en las diversas operaciones de la fabricación de im
producto). Se trata, como se ve, del principio del crecimiento por especialización,
que hemos visto antes en la agricultura, pero extendido ahora al conjunto de la
economía, y no sólo en lo que se refiere a los intercambios, sino también a la

67. La sal empezó a ser esencial para la ¡V. humana a partir del Neolítico, cuando una
alimcnlaciin más rica en earhohiitraroi la hizo indispeniable. Un lugar como Mollstctt debió su
importancia a las minas de sai y a un comercio que explica que se encuentren allí objetos importados de
toda Europa. En diversos lugares riel mundo, y muy especialmente en África, la sal servia de moneda o
era', intercambiada incluso pnr esclavos o por oro (Jacques Nenquin, Salt. A Stttdy ót cernís™':
prehistnry, Bruges, íleTempel, 1961).
68. «Como la capacidad de intercambiar es La que da tugara la división del trabajo, La extensión de esta
división ha de estar siempre limitada por la extensión de esta capacidad, o oca. en atras palabras, pot la
extensión del mercado», Adam &n\itb, U.’u.íé of *a.i:>r:,, í, V
96 JO SEP FOt-JTANA INTRODUCCIÓN AL E5VDIO DE LA. HISTORIA 97
organización del trabajo productivo. A través de sus efectos sobre la división del hileras de rcuios y irnos 1?0 hombres moviéndolos, que tenia problemas de manejo
trabajo, por tanto, el mercado se convertía en el gran motor riel crecimiento porque los remeros debían actuar con mocha conjunción, siguiendo el ritmo que se
económico y del progreso humano. les marcaba, y esto exigía mucho entrenamiento. Estas embarcaciones usaban la
vele tanto como les era posible, y se servían del remo por tumos, sin poner en juego
4,1, COMERCIO Y NAVEGACIÓN EN LOS TIEMPOS ANTIGUOS a todos los hombres, excepLo en el combate, en que utilizaban toda la Fuerza de
remo a la vez para ganar un máximo de velocidad.
Desde el Paleolítico superior encontramos comunidades europeas que A diferencia de las naves de guerra, largas y estrechas para alcanzar una
utilizan materiales que proceden de lugares que distan hasta 500 kilómetros de su velocidad máxima en el combate, las de transporte eran redondas y más pequeñas,
asentamiento, lo que presupone la existencia de un intercambio organizado. Hace y navegaban esencialmente a vela (el espado que habí latí ocupado los remeros se
4.000 años empezaba a desarrollarse en el Mediterráneo oriental un tráfico muy necesitaba para la carga).
activo de vino y aceite, en unas redes de intercambio que se extendían en temo a La navegación a vela dependía de las condiciones climáticas estacionales.
sus islas. De este origen surgiría el comercio de fenicios y griegos, que llevarían Hcsíodo dice que sólo se puede navegar en loe meces de julio y agosto, pero esto es
sus productos, y su cultura, basta el extremo occidental del Mediterráneo. exagerado. Lo normal en el Mediterráneo era hacerlo desde el 10 de marzo al 10 de
Este pnmer comer o a larga distancia era fundamentalmente naval. Para noviembre como máximo, y la época ideal era la que va de abril a septiembre.
entender sus limitaciones conviene conocer cómo se hacia la navegación en la Fuera de éste tiempo sólo se salía a la mar por motivos excepcionales. La causa de
antigüedad. Todas las embarcaciones derivan de tres tipos esenciales: los tronces ello no eran aólo tas tempestades de invierno, sir.o los problemas de visibilidad; una
vaciados, las almadías o baisas c!e troncos, bambúes o maderas atadas (el nombre navegación que duraba pocos días y que no se alejaba práctica me ate de la costa, no
de «balsa» procede del de un árbol americano de madera muy ligera que se necesitaba ningún instrumento (el mapa y el portulano son para la navegación de
utilizaba para hacer este tipo de embarcaciones), y las cestas recubiertas de pieles o altura), sino tan sólo capitanes que conociesen bien la costa, las comentes y los
de algún otro material impermeable. El tipo más simple es la almadia, que todavía escollos. El hecho de que en invierno hubiese nubes y nieblas que dificultaban la
navega en Brasil -las jangadas- o en los puertos fangosos de Taiwàn (la visibilidad era un grave inconveniente para esta navegación.
embarcación que construye Uliscs cuando marcha de Calipso es una balsa de veinte
troncos). De la abundancia de un material excelente como es el bambú derivan las 4.2. LA CONSTRUCCIÓN DE UN MERCADO EUROPEO
embarcaciones tradicionales de China, los llamados juncos, cue pueden llegar a
tener 40 metros de eslora,65 son de fondo plano, sin quilla, y tienen un timón La proliferación de los intercambios hizo nacci la moneda, una pieza de
profundo que ayuda a equilibrarlos. En la tradición de la casta, propia de las zonas metal (cobre, plata y ore, esencialmente) que liene un valor fijado y avalado por
sin árboles, se hace primero una armadura interna y se recubre posteriormente con una determinada autoridad, y que parece que hizo su aparición inicialmente en Asia
una superficie impermeable (como hacen los esquimales, y como se hacía en Menor hacia el 600 a.C. (hacia el siglo V I i C. apareció también en un foco
Irlanda o en el Éufratcs). autónomo chino). E! Imperio romano, que se edifico sobre ios tráficos antiguos del
El tronco vaciado ha dado origen a la canoa, que es poco estable para Mediterráneo, ofreciendo a los países que se integraban en él las posibilidades de
navegar a vela; necesita entonces, o bien unirse a otra, o bien añadir balancines que un gran mercado interior, tendría como expresión de esta unidad la moneda
la equilibren (catamaranes). De este tipo surgió el barco europea, elevando a ambos imperial que se extendería no sólo por el ámbito romano, sino también fuera de él.
lados del trunco fonos de madera cujatadas cen piezas interiores que dibujaban el En este mercado, el trigo iba de Alejandría a Italia en grandes cantidades; ei
casco de la nave. vin n yel acrite de Hispani ano só lo se destinaban a los mercados italianos, sino
Toda embarcación destinada a! mar era en principio de vela Habla otras,'eu también a los de la Galia y del norte de Áfiíca. Pero el imperio no era i n mundo
especial Jas militares, que se movían también a remo, lo que les permitía prescindir cerrado. Tenía, por una paite, ielaciones con la India y con China y, por otea, las70
de la dirección del viento para maniobrar, pero las condenaba a no ir muy lejos
porque necesitaban una gran dotación y, en consecuencia, muchas provisiones, 70. lia caso especial de barco deguem gigante toe e! que hiio consliuirPtolomeo IV de Egipto: era de
sobre todo agía. La gran realización de la náutica griega fue la trirreme, con tres 127 m de largo (eslora), 17 de ancho (manga) y 22 de altura (puntal). Parece qne era de doble casco y se
dice que necesitaba 4.000 temeros (a rozón de cinco a ocho por cada ramo) y 2.H5Í) marineros para
mandarlo. Era dificilísimo de tuani obrar, de manera que peí maneen amarrado en d puerto y nunca hizo
69, La eslora es la longitud de la embarcación; la manga, su anchura, y al puntal, la altura del casco. servicio activo: emana especie de aima de disuasión.
98 JOSfP FONTANA U'ttWUOUCCIONAL ESTL'DD DE LA HiSTORIA 99

mantenía, mucho más activas, con el mundo bárbaro europeo de más allá de sus entúpeos y desplazarla las ferias al sur, hacia ludia Será también a partir de este
fronteras, que eran una zona de contacto más que una separadon. Al hundirse d momento cuando la moneda adquieta una mayor importancia en la vida cotidiana'
Imperio romano de occidente se mantuvieron las relaciones de los pueblos (es el tiempo en que los campesinos verán conjunta das las entregas de frutos y las
escandinavos con el área del antiguo imperio, a la ver que se abría una nueva vía de prestaciones de trabajo por pagos en dinero). El oro africano y la plata del centro de
intercambio del norte de Europa con Oriente que atravesaba la actual Rusia hasta Europa alimentaron con dificultad estos ciicuitus, hasta que la llegada de la plata
Biza neto, desde dónele iba hacia ei Vülga y d mar Caspio para comerciar cun los americana los transformó por completo.
árabes de Bagdad. Por lo que se refiere a la moneda, se empezé imitando la del La trama de relaciones de la Europa occidental eon la del este no se
imperio, perú desde el siglo VII comenzaron a aparecer m onedas «nacionales» limitaba, sin embargo, a las rutas marítimos del Báltico, donde los holandeses
garantizadas por las nuevas monarquías. adquirían el triga que aprovisionaba a media Europa, sino que tenía también una
Hemos hablado ames de la colonización agraria de la Europa al norte de los compleja articulación terrestre. Había una corriente de tráfico que llevaba hacia el
Alpes. Esta expansión está estrechamente unida a una conquista global de! íiesic las pieles de Rusia (cada año llegaban a los mercados de la Europa occidental
territorio que se manifestará con la aparición de un gran murara de ciudades al menos ur. millón de pieles que los rusos iban a buscar hasta Siberia), a la vez
comerciales en un espacio muy auipliu que va desde Dublin hasta Kiev, y que que el ganado vícuno de Polonia, Bohemia, Hungría y Ucrania o los metales (plata
suscitará intercambios uto entre campo y ciudad, como entre comarcas y y cobre, necesarios para acuñar monedas) de Hungría y Eslovaqnia. Como
regiones diversas. Estudios sobre la Inglaterra medieval sostienen que del siglo "XI contrapartida de ésta había otra corriente que llevaba del oeste hacia el este tejidos
al XIV sa crearon miles de mercados seminales nuevos, aumentaron tanto el de calidad, vinos y productos metálicos. Una dudad como Cracovia teoia, en los
comercio como la masa tóemetana disponible, y tuvo lugar un proceso de últimos siglos de la Edad Media, un área de comercio que iba desde el mar Negro
comercialización determinado mucho más por la acumulación de miles de (donde se cambiaban especias de Oriente por tejidos) hasta los puertos del Báltico,
pequeñas compras que por la demanda de ios señores eclesiásticos y laicos. Estas Londres o el uoite de Italia (comerciantes de Vcnccia, Genova y Florencia habían
transacciones a escalo regional se integraron con posterioridad dentro de mi llegado a Cracovia por las mías del mar Negro, se habían instalado allí y habían
conjunto de relaciones y de tráficos de alcance europeo. invertido en minas, tierras e inmuebles).
Mientras en el norte de Emopa crecían ¡as conexiones entra Inglaterra, Este mercado interior europeo, donde se combinaba la acción del gran
Flaudes, Holanda y la liga de las ciudades de la Hansa, heredera de los tráficos de comercio que negociaba en las ferias intenta cío nal es (con protagonistas como los
los vikingos, que controlaba el comercio del Báltico y penetraba hacia el interior de Fugger, que tenían negocios muy diversos por toda Europa, desde Polonia a
Europa, hasta llegar, a fines del siglo XEV, a Moscú, en el Mediterráneo España, que eran lo bastante ricos como para financiar la elección imperial de
venecianos, genoveses y catalanes organizaban imperios marítimos que les Garlos V y que llegaron a. tener uní serie de factorías en la Indio) con la de los
permitían e s ta b le c e r contacto con los puertos de Levante, a los que llegaban las mercados locales en los que tenían lugar los intercambios esenciales entre el campo
mercancías de Oriente, o establecer colonias mercantiles en el mar Negro. y la ciudad, y con la pequeña actividad de los buhoneros, que recorrían a pie los
Baos dos circuitos europeos tendrían ai principio sus contactos principales caminos con sus mercancías, creció durante la Edad Media -que nunca fiie la época
en las ferias de la Champaña n en las del sur de Alemania. El crédito, nacido en el de «economía de subsistencia» que quería el tópico tradicional-, aumentó
Mediterráneo occidental en los siglos X-X1I, permitía obviar el inconveniente que considerablemente entre 1500 y 1650, alimentado en buena medida pur los flujos
representaba una masa monetaria insuficiente y de baja calidad (de plata con de la plata americana, que llegaba hasta los puntos más remotos del continente,
aleación de cobre). Desde el final del siglo XIII, la revolución comercial que desfalleció un poco en los ciento cincuenta años siguientes, a causa del auge del
propició el uso de k letra de cambio (que evitaba tener que desplazar grandes comercio marítimo, por un lado, pero también de las dificultades que se derivaban
cantidades de monedas para atender las transacciones comerciales), la organización de una época de guerras europeas constantes, hasta llegar ai momento, en el siglo
de compañías/1 la mejora de los métodos contables y el desarrollo de la banca XIX, en. que la construcción de las lineas de ferrocarril transformó no sólo los
liarían todavía más densa la red de relaciones que unía los centros comerciales1 intercambios, sino la vida entera de los hombres.

1 1. La formación de saciedades colectivas de diverso tipo permite movilizar capitales que se invierten
4.3. ASIA Y ÁFRICA EN EL COMERCIO INTERCONTINENTAL
con una responsabilidad limitada, lo que evita arriesgar todos los ahorros personales en un soto negocio.
Este sistema servirá sebee todo para financiar el comercio naval (se hacen hasta 64 partes de una Hemos estado hablando sobre todo del Mediterráneo y de Europa, porque
embarcación), los molinos, la explotación del coral, etc. nuestra civilización tiene su origen en los intercambios culturales que lian tenido
JO S ÍP PGNÍANA iNTKODIJCCIÓt-J AL ESTUDIO DE LA HISTORIA 101
[00
lugar en estos ámbitos. Pero tunviene tener en cuenta que en otras zonas del mundo tfe la India, comerciaban con África y quizá llegaron a Australia. Entre NOS y 1433
se han producido procesos parecidos, y muy especialmente en tomo a un mar que b «flota del tesoro», mandada por el almirante eunuco Zlicnq He. hizo siete
ha sido tanto o más importante que el Mediterráneo para el desarrollo de la cultura grandes viajes hasta el golfo Pérsico y hasta (as costas de África. La «finta del
humana: el océano índico. Mis adelante, a partir del siglo XVI, el océano Atlántico tesoro» era un conjunto de naves de carga, de abastecimiento y de defensa que
ha Sido el escenario de unos contactos cutre tres continentes que han marcado llegó a llevar 28.000 tripulantes, con unas dimensiones globales que no se
profundamente el desarrollo del mundo contemporáneo, de forma similar a como superaron hasta el siglo XX «China se podía haber convertido en un gran poder
puado marcados en el futuro el sistema de relaciones establecidas en las últimas colonial cien años antes de la gran era de la exploración y de la expansión europea.
décadas en el áren tic1 Pacifico. Pero no lo hizo»7273. Posteriormente, cuando el comercio chino se replegó, los
El primero, sin embargo, lia sido el índico. El espacio marítimo que se contactos se liarían en los puertos de las ciudades comerciales de Mal.'lisia y de la
extiende desde las costas orientales de Álfica hasta el sureste asiático, y qus actual Indonesia, como Malacca, situada en al limite de los monzones, que tenia
penetra hacia el Mediterráneo per el mar Rojo y hacía el Próximo Oriente por el una población que se ha estimado de 5 0 .0 0 0 a 2 0 0 .0 0 0 habí tantas y q u e se
golfo Pérsico, l'.a sido desde les orígenes de la civilización un lugar de frecuentes aoasteda con el arroz qte los ju n c o s llevaban de Sísim, Pegu y Java, En estas
navegaciones, favorecidas por la regularidad de los monzones que soplan de sur a ciudades se intercambiaban los producios de China con los que llevaban los
norte en veranil y de norte a sur en invierno, y que hacen pesióles recorridos a vela comerciantes musulmanes que controlaban e! tráfico desde la India hasta las castas
de larga distancia. ui ¡ciilales de África.'3
Hacü por lo menos sido mil años habla ya tráfico marítimo en el golfo Entre el siglo XIV y el XVI estos flujos llegaron a su punto máximo, en un
Pérsico y líate cinco mil que Mesopotomia y la civilización del valle dei indo ámbito que estaha dominado en buena medida por la cultura islámica, Los tráficos
comerciaban entre si. En el inicio de nuestra era, hace dos mil años, había en el abarcaban incluso mercancías de consumo común -cobre, hierro, atroz o caballos-
índico una densa red de tráficos comerciales que iban desde Madagascar hasta el transportadas en grandes embarcaciones que llevaban también numerosos
sor de China, en un amplio mercado en el que se intercambiaban productos de la peregrinas: musulmanes que iban a la Meca, hindúes que se dirigían a Benarés,
lejana Europa (en la India se han encontrado objetos y monedas de oro procedentes budislas en viaje hacia Ceylán e incluso cristianos asiáticos que iban a Etiopia,
de Roma), marfil de África, estaño de Malasia y sedas de China. siguiendo las huellos de Santo Tomás,
Estos intercambios liegaion a tener tanta importancia que se ha potiidn Aparte de este comercio marítimo había también en Asía unas ratas
afirmar que entre 1250 y 1350 se estaba aquí en pleno proceso de formación de un terrestres que no sólo relacionaban estos países entre si -la India con China, por
mercado mundial, que difería del que Europa construyó en su provecho a partir del ejemplo- sino que cmzahan Asia central y llegaban hasta los puertos del
siglo XVI por el hecho de ser un sistema «policéntricoiy que no estaba dominado Mediterráneo oriental (el Levante) o del mar Negro, por la ruta conocida como «de
por un solo pueblo, sino que admitía la participación en pie de igualdad de la seda», pero por donde circulaban también muchos otros productos y que
europeos, asiáticos y africanos. conducía mercancías accidental es en dirección a Oriente (en el siglo XIII los
En un extremo de este ámbito estaban las ciudades-estado del este de África, mongoles no sólo importaban tejidos de occidente sino que instalaron artesanos
como Kilwa, una población con mezquitas y palacios, habitada por gentes de las musulmanes en China para que produjeran brocados de oro). En los puertos
más diversas procedencias, que debía SU importancia ai hecho de controlar la accidentales -desde la colonia genovesa de Caifa, ett el mar Negro, hasta
producción de orn del interior africano (del reino de üumswa 0 Monomatapa, del Alejandría de Egipto, visitada habitualmente por catalanes, italianos y franceses- se
cual se conservan las grandes miras de Zimbnwe, la «gran casa de piedra»). Eos podían encontrar mercancías de diferentes partes del mundo y esclavos de las más
comerciantes de Kilwa llegaban hasta el sureste asiático, donde intercambiaban sus distintas razas y religiones. Un viajero sevillano, Pedro Tafirr, nos ha dejado una
productos can los de China. descripción de Kaffa hacia 1435. Era una ciudad grande (como dos veces Sevilla,
En el otro extremo de esta ruta estaba China, dcnde el viajero musulmán Ibn ros dice) y muy próspera, dedicada al comercio de esclavos, de pieles, de especies
Batuta nos ha descrito una ciudad com ercial que era d.' más grande que m.S ojos y de piedras preciosas. «Aquí se venden -dice Tafur- más esclavos y esclavas que
han visto en toda la tierra, con una longitud que equivale a tres dias de marchan».
Se componía de seis recintos protegidos por ana gran muralla exterior; en uno 72. Logias Lcvatb&s, W hen C hina r u ic d th e sea s, New York, Oxford University Press, 1996, p 7fl
vivian los judíos, los cristianos y los mrnastrianos; en otro, los musulmanes. 73. Este lipu de ¡iiieicambtos confirmarla hasta jmiclio indi tarde. Frente a las costas de Víccnsm se lia
Ere ésta una época, en que China había roto su aislamiento y en que grandes giconlntdu un barco chino que se hundió * fines del siglo XVIH / que trampertaha a Batavia uu
cargamento de 20.000 juezas de pete elana para venderlas a los holandeses, que las [[avahan a Europa.
ju n c o s que podían transportar hasia 400 pasajeros frecuentaban los puertos del sur
!l- J. :x £ o o.r ■
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en lodo el rcsio del mundo». Les crisliunos leu ¡un bula del Papa para compra: y indico ya hemos hablado. Las dei Atlántico eran muy diferentes en tina primera
mantener esclavizados a cristianos de muchas naciones upara que ¡iu acaben en etapa estuvieron dominadas por los jiavcgaores musulmanes que iulr-mannldaban los
manas de moros y renieguen de la fe». productos del Sahara con los íts Andalucía y del sur de Portugal, Luiste que a
Peco estas es1aciónex entre Oriente y Occidente pe se liinitwhan al recorrido pérdida de las costas ibéricas abrió este espacio mari timo a los portugueses,
de las caravanas por las rutas del desierto, siró que se asentaban a i unas redes primero, y después a otros comerciantes europeos;, que veniali a buscar sobre Lodo
comerciales sólidamente establecidas: en las colonias de armenios instaladas en las el oro de Ghana, hasta que, desde el siglo XVII, Ir. demanda creciente de mano rb
ciudades (desde Marsella o Amsíerdam hasta China) o, en los siglos XVII y XVIII. obra de las plantaciones americanas convirtió a los esclavos en la más impunante
en la diispora de los comerciantes indios en Irán (donde parece que llegaron a ser de las exportaciones africanas (desde fines del siglo XIX, después de la prohibición
miles), en Turan (la tierra de los uzbekus) y en Rusia, con una fuerte implantación de la «trata», !o serian el aceite d í coco y los maníes). A cambio de los esclavos los
en Astrakhán y posteriormente en Moscú (figura 9). africanos recibían sobre todo tej idos, productos metálicos, arm ar y bebidas
alcohólicas. Estas importaciones, no obstante, nunca alcanzaron un volumen que
pudiese afectar el desarrollo eco no ni ico africano, ni positiva ni negad vai oente, y
esta situación no cambió hasta la conquista colonial. Es a partir de ésí.i que se
puede hablar de rara situación de dependencia que se ha prolongado haute el
presente. África tuvo un papel importante en el surgimiento del mercado mundial
que Europa comenzó a co ofigurar a partir del área del Atlántico, pera no se
benefició de él.

4.4. LA COINSTRUCCIÓN DE UN MERCADO MUNDIAL

A fines de la Edad Media los avances en la navegación hicieron posible que


los europeos se arriesgaran en nuevas rutas marítimas mucho más largas. En el
Mediterráneo predominaban las embarcaciones de comercio da vela latina o
triangular, excelentes cuando el viento es regular y constante, pero poco adecuídas
para navegar contra el ’dento -navegar de bulina- vii ando la vela con frecuencia.
Para las nuevas rutas del océano se tuvo que utilizar la veta cuadrada, que permitía
distribuir la superficie de trapo en unidades más pequeñas y manejables, y
disponer, a la vez, de un máximo de extensión de vela al viento. Las embarcaciones
que realizaron los grandes descubrimientos europeos, del tipo de h carabela, con
dos o tres palos adaptados para llevar velas cuadradas, erar, ligeras74*y sencillas, y
podían navegar con tripulaciones muy reducidas, condición obligada..para hacer
viajes largos sin escalas, a causa de la necesidad de llevar suficiente previsión de
Figura 9. Este mapa <ju lus áuibitus del ro n . m ciiuiri.in » en c] siglo X líl sintetiza la agua.73
compleja realidad de los intercambios internacionales y muestra sus puntos le contacto.
Con todo, la navegación en los grandes espacios marítimos, donde tic se
Por lo que se refiere a Africa, lo más parecido a un tráfico intracontinental
fue el cumci cío de caravanas cutre la zona al sur del Sahara, de donde procedía el 7-1. De Ine ire& embarcaciones que llevaba Colón an ¿J viaje del descubrimiento* la Sutifa .diaria íiiu im
oro de Ghana. y los puertos dei Mediterráneo. Más al sur, en la zona tropical, la nave de unas LOO toneladas (hay un petrolera alcanza fácilmente les IQC.OOfl’), lo Pmt-z era úna cámbela
con aparejo jedondíi (Je velas Duadradis) y la Nina, una carabela latina* cuyo velamen Im’bo que
falta de animales de tiro y la propia estructura del territorio impedían el desarrollo reformar er, Canarias porque no seguía bien La marcha de Las atrae,
de unoS intercambios terrestres importantes, si exceptuamos los que se daban entre 1$. Ei problema del ajma era muy gravf para las m vía de remos. Una galera con unos 30 ó 40 marineros
el interior y la costa. Esto explica que el comercio se efectuase sobre todo por mar y unos 1-10 remeros necea] taha per fo menos cir.cn barrí Lea de agua por día, lu cual limú&ba la autonomía
y que hubiese escasos contactos entre el África oriental, que comerciaba en el de la embarcas ien a doe semanas, en el caso <fe las más ligeras, y a ro más de odio o nueve dias» en e|
de loa giúude». 3c&ulca evidente que habría oído imposible adentrarme en el Atlántico con barcos ce
Indico, y la occidental, que lo hada en el Atlántico. De las redes de comercio en el remo.
i 04 JO SEP FONTANA' (N IK C O X 'C O V AL tS P JU O DF LA HI5IORIA
105

podía observar visualmeitre la costa, resultó durante mucha tiempo dificultosa por podían utilizin' el trabajo esclavo o nial pagado de grandes m asas de indígenas,71 La
el hecho ric que los navegantes pedían determinar !a latitud con sus instrumentes, plata pasaba de ellos al resto de los europeos y permitía mantener un comercio
pero erar, incapaces de calcular la longitud, lo cual les podía desviar mucho más activo con Oriente, donde era la mercancía ideal para adquirir unos
considerablemente de las rulas deseadas, 1cesta que a mediados de! siglo XVIU un productos que en Europa tenían buen mercado: las especias, primero, y más
relojero inglés, Johti Harnson. construyó un cronómetro lo bastante exacto y adelante, al disminuir h demanda de éstas, el té y los tejidos de seda y de algodón.
resolvió de este modo el problema Este comercio asiático se lo apropiaron desde el siglo XVH los lio land eses y
Dispuestos a introducirse en el beneficioso comercio de las especias que se los ingleses, que no siguieron los sistemas de monopolio estatal del comercio que
hacia por los pítenos del levante mediterráneo, y que entonces controlaban ios se habian establecido en España y Portugal, sino que negociaban a través de
venecianos, los portugueses buscaron tina ruta alternativa, que era mocito mas compañías por acciones, que eran más eficientes, por un lado, y permitían, por otro,
larga, pero que tenía la v e n ta ja de permitirles llegar directamente a tos lugares de movilizar grandes capitales colocando las acciones en los mercadas financieros de
producción y les ahornaba intermediarios: en 1498 Voseo de Gama consiguió llegar Londres y de Amsterdam. Para valorar Su éxito baslaiá decir que las exportaciones
a la India circunnavegando ÁfticE.. Pero las pequeñas carabelas tur parecían holandesas de plata se multiplicaron por 2,5 entre 1600 y 1780. v las de la
adecuadas para e! transporte de mercancías en viajes tan largos como el de la India, compañía inglesa de la India lo hicieron por cuatro desde mediados del siglo XVII
que duraba aproximadme ote no año y medio desde la salido de Lisboa, hasta el a mediados del siglo XVUI.
regreso al mismo puerto, lo s [.ualugneses empezaron a utilizar naves cada vez Podem os v e r la naturaleza de este trá fim a través de unas cifras (valores,
mayores, que [legaban a llevar de ochocientos a mil hombres, amontonados y en expresados en m illones de pesos) que nos m uestran cuáles fueron las m ercancías
malas condiciones, do manera que en ocasiones moría la mitad de ellos antes de coloniales más importantes que Holanda y Gran Bretaña trajeron de Asia y de
haber llegado a destino. América en 1751-1752:
Hasta hace poco tiempo se hablaba de esta llegada de los europeos al Indico
como de un episodio de la «expansión europea». Las cosas son más complejas.
Portugueses, ingleses, holandeses y franceses, que empezaron ahora a frecuentar Asia: tejióos 6,2
estas aguas, eran pueblos relativamente atrasados en relación con el desarrollo
industrial de China o de la India y, si podían hacer r.egocios en Or iente, era porque pimienta 1.1
vendían sus servicios de transportistas poniendo sus embarcaciones a participar en
el comercio asiático, o porque llevaban la única mercancía europea que interesaba té 2,8
realmente en aquellos mercados, y en especial cu China: la plata.
América: azúcar 8
Las nuevas provisiones de plata que hicieron posible que creciera el
comercio de los europeos en Oliente eran el resollado de Otra empresa de
tnbcco 3,7
exploración europea. Los castellanos bus cuban también ur.a ruta hacia las especias
asiáticas, y io intentaron dando la vuelta al mundu con el fin de llegar a las Indias
Las especias, como la pimienta, tienen ahora un papel secundarte, superadas
por c; oeste En este intento, como es sabido, encontraron América por el camino y
con mucho por los tejidos, Había además dos nuevas mercancías cuya demanda
esto hizo surgir unas nuevas condiciones que transformaron por completo el
aumentada i áridamente en Europa, c! té y ci café, y lo más importante fríe que
volumen y la naturaleza de los intercambios intracuropeos (crearon «ti circuito de
éstas hicieron a su vez necesaria la importación de otra que se convertiría en el
la plata entre Medina del Campo, Amberes y el norte de Italia y dieron lugar a una
principal motor del comercio mundial: el azúcar. Para producir las grandes
«revolución de los precios», causada por el aumento repentino de la ¡nasa
cantidades de azúcar que necesitaba el consumo europeo de té y de café, y para7*
monetaria) y también los de los europeos con otros continentes, ya que permitieiot)
articular un auténtico mercado mundial, alimentado por la circulación de grandes
cantidades de plata americana, que los españoles obtenían a bajo precio porque16 77. Lis minas americanas r.o eran de una riqueza excepcional, de modo que no liabtia sido rentable
trabajarlas con mineras europeos asalariados. Lo que resultaba excepcional era que junto t ellas, ea Perú
16. Al volver Vajeo de Gama a Lisboa habí» con el conde de Vinnuso, m ¡ -u al saber que lea indios y en México, habla millones de hombres que vivían en sociedades organizadas y que se podían
exigías aro y piala a cambio de sus predicas, dijo: «¡Entonces son ctus les que nos han descubierto n encuadrar sin mucha dificultad en an trabajo forzado, coata consecuencia de sus propias tradiciones
Minia!rs.
EOSDÓOSta.
a , JEf- . Oí ".a N* . v c O Jt- .L jC D 4 re t l
0(1

obtenerlas a precios exequible;, hubo que organizar en Amenea una economía de 4.5. LA FORMACIÓN DE LOS MERCADOS NACIONALES
plantación que utilizaba el trabajo de esclavos traídos de África. La razón por la
cual h esclavitud tifr.cena alcanzó sus cifras más elevadas en e¡ siglo XVI11 y a Dea Itimbrados pui el papel milagroso que habitual mente se ¡.signa a la
principios del sig lo XIX fue el desarrollo de un mercado mundial que no era v; de tec nologia, la utilizamos como explicación (te la mayor parre de los grandes
mercancías de lujo (sedas y porcelanas de China) como en el pasado, sino que se cambios económicos y culturales. La base económica riel antiguo régimen europeo
basaba en producios de consumo de masa. habría sido transformada por cí impacto de la máquina de vapor, por la
Pero este crecí mi cuto no podía seguir finidamen taco en h plata, cuya mecanización del hilado y, filialmente, por el ferrocarril. No lian sido, sin embargo,
producción no crecía al ritmo que exigía el deaarrollo del comercio mundial. Los las máquinas las que han cambiado la sociedad, sino el cambio social el que ha
ingleses, asentados en la zona de Bengala, donde se producían los rejidos de hecho posible la difusión de las máquinas: la tecnología ha tenido un papel
algodón estampados (indianas), se dieron cuenta de que éstos no sólo eran ins uuntental, ha acelerado las transíbrmaciones, pero no os su causa.
apreciados en Europa, sino que tenían grande; posibilidades de venia en torios los En el origen de los desarrollos económicos que han hecho posible la
mercados tropicales del inundo. integración de «mercados nación al es» con una amplia división social del trabajo
Controlaron primero la producción de la India, hasta que, más tarde, están los cambios políticos c institucionales, que reflejan un nuevo equilibrio de
decidieron que era mejor ; aducir ellos mismos los tejidos en Gran Bretaña. Para poder en la sociedad. En la Inglaterra de fines del siglo XVII y comienzos del
esto necesitaban fibra y ¡a obtuvieron en sus plantaciones de América del norte, XV1ÍI la formación de un mercado nacional se vio favorecida por el asentam iento
donde hubo que llevar todavía más esclavos aliacanes, Hacia fines del siglo XVIII de un sistema político estable, con unas instituciones representativas que
el gran negocio británico no era tanto la industria, contra lo cue pretende la visión garantizaban los derechos de U propiedad y la fiabilidad de los contratos. Como ha
típica de la revolución industrial, como una actividad compleja que unía el tráfico dicho Hilton L. Root: «La capacidad de una economía para alentar la inversión
de esclavos africanos, las plantaciones de America, diversas operaciones necesaria para sostener ur. crecimíenio económico a largó plazo depende en última
financíelas y el comercio internacional-711 Así surgió el llamado «comercio instancia de la fiabilidad de los contratos políticos. Si cada nuevo príncipe o
triangula'»: las embarcaciones europeas llevaban productos diversos (tejidos, ministro cambia los contratos de su predecesor, una sociedad sólo podrá sostener
armas, etc.) a África, allí adquirían esclavos que llevaban a América y volví un a inversiones i corto plazo y el crecimiento económico resultaré asfixia do».8(1
Europa cuu algodón, azuctit y uliua mercancías «coloniales». Este clima social no sólo favoreció n los grandes negociantes que se
fin si mercado de China, en cambio, la (mica mercancía alternativa a la piala dedicaban al comercio exterior, sino que estimuló también los intercambios
que podían asar los comerciantes ingleses para aumentar sus intercambios era el interiores y ayudó a que se produjera lo que se lia denominado la «revolución dei
opio, que cultivaban en la India, y cuando el gobierno chino intentó prohibir sil consumo», basada en el aumento de una demanda de masa que se mnnifesiarfa
venta, por razones luí manitari as, los ingleses les obligaron a aceptarlo a cañonazos, sobre todo en tas compras de tejidos y dé productos para el ramaje del hogar. í es
en las des «guaras del Opio».71 ubjclüs implicados en estos tráficos eran a menudo muy modestos, pero la
generalización de su uso revela que se habían producido grandes cambios en las
t í . Conocemos, por ejemplo, les negocios tic una compañía larmadu por seis come reíanles británicas
furnias de vida y en los hábitos de la gente común. Ha sido esencial, por ejemplo, la
que empacaron dedicándose a importaciones diversas y pesaron después ai ir.'ílK.-'i de esclavos, buena aceptación jde los liteneilias de cocina y de mesa de peltre (una aleación de
eensiruyerdo naves y r; en J JAS. 1hista de Dnucc. en el lio Siena Leona, donde reyezuelos y estaño con plomo o zinc, que era como ia pía La de los pobres) y, en un nivel
principes africanos les preveían de ]son:bres para la veuta. Allí mismo la; vendían a los niic.i.its superior, la de la cerámica, revolucionada por imo de los genios de la
europeos y amen Canos, aunque se reservaban los mejores para sus propias plantaciones en Jamaica,
Virginia y Florida. A esta anadian las ganancias por la; préstamos qae hacían a los plantadores industrialización, Wedgwood. que entendió mejor que nadie los móviles de compra
americanos que Jes compraban esclavos, y oíros negocios fhiancieius. El más Importante de esios de los consumidores.
comercian.es, Oswald, abasteció a las ejércitos ingleses que luchaban en Europa durante la guerra de los Habia en Europa una pasión por la porcelana de China, un producto que sólo*80
Siete Años y en i 782 file enviudo ¡t París pan intervenir en las negociaClores de paz con los Estados
Unidos (era amigo de Benjamín "r.iiikin con quien lutria litclu negocias).
79. £! cultivo y la venia del apio proporcionaba unns ingresos considerables al gobierno británico, a la que la india. Se usaba iii muchas medicinas, ea especia) en los jarabe; que las madres trabajadoras
compañía de la India y a los cnimcreí antee, especialmente a Jardine Mathesoa and Ce. Ique todavía deban a su; hijo; pequeños para que durmiesen mientras chas estaban cu la ¡abrica; pero también lo
eiiste lioy y es una empresa importante en el comercio del sureste de Asia). Jardine consideraba que el consumían los propios trabajadores como un estimulante para olvidar las miseria; de su vida (Martin
del opio era un negocio de caballeros y Matlreson acabó su vida siendo diputado y viviendo en un Boath, Opima. A histary, Londres, Simón and Schuster, 19%).
castillo. Hay que tener en cuenta, por otra parte, que en el siglo XIX el opio se consumía en Europa 80. Hilton L. Root, y*á» ;nnn:<;ili c,f n.'i'jiRC'. Ucrkt PY. Univerrity nfGalifomia’PiEss, 1994, 'i 711.
occidental y en América del Norte «come hoy la aspirina, por lo menos; En 1860, Gran Bretaña
importaba 127.000 kilogramos de opio ai año, sobre todo de Turquía, que lo producía de mejor calidad
IOS J J 3EP FONTANA INTROC.UCOÓN M F3 H.0 ÍO D!T !A R'SrCÍÍM 109

estima al ule ¡inte de las grandes bi tunas, ¡icio tan codiciado que cu diversos países (intercambiaban sus manufacturas coii las nata ies primus y los productos agrícolas
se construyeron fabricas -Sév;es (Francia), Meissen {Sajorna), tiuen Retiro de las zonas minos (Usan o liadas), que fue estinuladu por la disminución de les
{España)- destinadas sobre todo a atender la demanda de ios palacios de los precios ce] transporte que hicieron pnsihla los ferrocarriles y los barcos de vapor
soberanos. Wcdgwood supo creta una cerámica en- ¡a que lo fundamental era una con casco ce hierro (ios fletes a través del Atlántico coy ero n a la mitad entre í 8f 9 y
decoración elegante, adecuada a los gustos de la época {tina mezcla de modernidad 1900). Asi se llegó a una situación en que, como han dicho O Rotirite y
y clasicismo, que se reflejaba incluso en el nombre de su fabrica, Etruria), y acertó Williamson, «campesinos ames autos aliciente de Rusia, agricultores de Karsas y
a hacer la publicidad que convenía para dar prestigio a sus productos: no vendía artesanos del Tapón entraron en íntimo contacto con el mercado mundial»,81
calidad, sino diseño. Se pensaba que esta división del trabajo, que reproducía a escala
Muy importante ha stdo también la comercialización de la moda fenierira. internacional la que había tenido lugar er. el interior de los países que se habían
Se imitaría por primera vez el vestido de la aristocracia y se pon dina al alcance de industrializado, cumpliría las previsiones que sostenían que la especial izad ó :i
un mercado de consumidores muy amplio, gracias a cosas tan elementales como las basada en las ventajas comparativas de ios diversos participantes en el comercio
muñecas planas de cartón a las cuales se sobreponen vestidos de papel impreso y, mundial produciría d enriquecimiento de todos.
Hcbie todo; a las revistas de modas: antes de acabar el siglo XV1I1 ya había en Pronto se vio, sin embargo, que este sistema engendraba desigualdad. Los
Inglaterra una docena de almanaques y anuirías de modas (en 1771 The ¡adíes países desarrollados, favorecidos por el crecimiento de su producción industrial,
/»aguzóle publicaba el primer figurín en color). que se veía potenciado por Ia3 venina ai exterior, podían mejorar su tecnología y
La difusión de la moda, con la utilización de nuevos tejidos y nuevos progresar cada vez mis en relación con los otros, condenados a renunciar a una
diseños y con su exigencia de renovación del vestuario de acuerdo con les gustos industrialización propia, a menos que, corno harían los Estados Unidos, ptotegiesen
del momento, lia sido un estimulo decisivo pata el progreso de la industria textil. Si sus industrias nacientes de la competencia exterior imponiendo unes aranceles
las cualidades dei tejido de aígedón explican su éxito en loa mercados tropicales, elevados a las importaciones. La ilusión det crecimiento general en un merccrlo
ha sido la brillantez de los estampados de las indianas lo que lia hecho que se global unificado se mantuvo hasta la primera guerra mundial. Al acabarse ésta, e)
vendan timhién en los mercados europeos. 60 por cíenlo del comercio internacional lo integraban alimentos y materias primas
Este aumento de la demanda interna ha originado un proceso que se lia ico que o bien habían aumentado excesivamente su producción (entre 1911 y 919 la
alimentando a oi mismo y que ha ganado velocidad progresivamente, hasta llegar, de trigo creció más que la población del mundo) o bier. fueron víctimas de ios
en un momento dado, a generar suficiente volumen como pera pasar a la cambios en la demanda. El exceso de oferta de productos agrarios y Je materias
mecanización de la producción y a la fábrica. Ha sido la demanda la que lia primas llevaría a tina acumulación de stocks invendidos y a una caído de sus
estimulado el desarrollo y la implenientacióri de nueva tecnología, y no la precios en relación con los de los predije toa industriales. A ello re añadieron los
tecnología la que ha creado la demanda. efe .-toa de la crisis de los años treinta, que hizo disminuir el comercio internacional
Este proceso ha idn acompañado, además, de una transformación total de los hasta el punto que en 1933 su valer era la terceta parte del de 1929. Las economías
transportes. La velocidad uorraa 1 da un v iaje por tierra era, hasta el siglo XVIII, de de los plises subdesarrollados que estaban más vinculados a ¡o í mercados
treinta a cuarenta kilómetros al día. Pero las necesidades de un comercio interior internaciono!es pagaron las consecuencias de este contracción. Los sueño; de un
creciente obligaron a mejorar las taitas y tos medios de transporte. En Inglaterra, crecimiento económico conjunto con lns potencias industriales se desvanecieron y
por ejem p lo , se em pezó a conslrnir, a fines del siglo XVIIt, una extensa red de la nueva situación creó graves problemas sociales.
lurtifjíke roads o carreteras de peaje, que permitió que el transporte se multiplicase La segunda guerra mundial y 1a etapa inmediatamente posterior de
por dos entre 1765 y el final del siglo y que se volviese a duplicar entre 1800 y reconstrucción reanimaron el comercio internacional, pero éste adoptó abura una
1820, a la vez que se constriñan canales que permitían desplazar mercancías nueva estructura: ya no se trataba de intercambies entre paires productores
pesadas como el carbón El ferrocarril culminó esta transformación. primarios y países industrializados, sino que el comercio se desím-ollnhn rnd¡- \ n
más entre los mismos paires avanzados {véase fig u ra 10 en Fág. 110). Se ha
4.6 . LA REORJENTACIÓN DEL COMERCIO MUNDIAL producido, po: un lado, l.r sus litación de algunas materias primas nf.t tírale; porS I.

De 1800 a 1880 Europa concentraba de un 70 aun 80 por ciento de todo el


comercio mundial [y Gran Bretaña sola, de ur. 25 a nn 30 por ciento). Este era SI. G’Jéortkc, Kcvir. II. Y J.C.Willirmson, Glaba'ízariQn ‘" ¡ hé>! <-. The eri-u/W/u/p u f a /ráre/eeiró-
; c.!.lr \ atltintii eio/tuiij'. Cuiubi LLge, \U-.v K-lir l i 1999,
sobre todo un comercio de los países europeos cor. el resto ¿el mundo
.á. Ar jh. ■r; pi 'ji- >i ;r 'L i'' Tf !
, Ifí

oilíuí sintéticas y, por orto, los excederte:; de córenles de les lisia tíos Unidos, servicio de i;t deuda), están cada día más endeudados;. De 19K0 a 1994 d volumen
Canadá y Australia lian convertido a estos países en les principales pro veedores rom] de la deuda da i i- prisas «en vías de desarrollo» sé lia triplicado, Necesitados
agravios de un mundo subdesaiTolladu en que el crecimiento tic la pob.ación y el de obtener recursos con los que pagar, se ven obligados a orientar su producción de
aumento de la agricultura de exportación, a costa ele la de subsistencia, han hecho acierdu coa las demandas de las países compradores, y están sujetos a las
aparecer la necesitad de importar, cereales. fluctuaciones de unos precios sobre los que tienen escasa capacidad de
incidencia.a_
En las últimas décadas, por orín parle, las mercancías han perdido
importancia a medida (pie los flujos internacionales lian tomado gradualmente un
carácter especulativo y están configurando una «economía simbólica» desacoplada
de la vieja «economía real», que se articulaba sobre el finjo de bienes y de
servicios. «Lo que caracteriza la situación ecunúmica actual -ha dicho el
economista japonés Shigeto Tsuru- es que el centro y el foco de la economía
capitalista se ha desplazado de la producción do hieres y servicios a la compra,
venta y multiplicación, de activos financieros». En 1973 las transucdones diarias
de cambie extranjero eran de 20 millardos (miles de millones) de dólares al día y su
relación con el volumen del comercio mundial era de 2 a 1; en 1995 ascendían ya a
1.260 millardos y la relación era de 70 a 1: el volumen tic las transace ion es diarias
Figura 1(1. Comercio intraglobal (las cifras indican los vil ores en centenares de millones de
dólares norceameiieraos) ¡guala el total de las reservas mundiales de- oro y divisas. La c o m p ra y venta de
divisas no está ya relacionada cor. las necesidades de adquirir bienes y servicios,
Hemos consolidado un modelo de comercio internacional que se basa cada sino que se ha convertido en un objeto por si misma. En este clima se explica que
vez más en los intercambios entre los países ricos (en el año 1993 los Estados se creasen fondos dedicados a la pura especulación, como el LTCM (Long Tenn
Unidos, la Europa occidental y los países industrializados de Asia reunían un 87 Capital Management) norteamen cano, al que dos premios Nobel de economía
pin cierno de ludo el comercio internacional, pero el suyo era sabia todo nn llevaron al desastre como consecuencia de mía apuesta fallida por la convergencia
comercio realizado entre ellos mismos), y que prescinde casi por completo de los de tipos de interés, o que incluso compañías cuya finalidad es la producción de
países pobres (de los años ochenta hasta 1995 la participación de Africa eu el bienes colocasen sus reservas en operaciones de derivados que eran casi un juego
comercio mundial ha pasado de un 4 por ciento del total a poco más de un 3 por de azar: Procter and Gamble, por ejemplo, perdió 102 millones de dólares en una
ciento), ya que no los neocsila ni como consumidores, del mismo modo que se lia operación de ¿ i f f sw a p , una apuesta acerca de la rapidez con que convergirían las
visto que en el interior de los países desarrollados se puede prescindir de un sector titeas de interés de Alemania y de las Estados Unidos, mientras el grupo alimentario
de la propia sociedad que se empobrece progresivamente -duraate los últimos japonés Yakul Honsha perdió 750 millones de dólares apostando a una subida de
veinticinco añoa, por ejemplo, la desigualdad ha aumentado considerablemente en los tipos de interés que no se produjo.
los Estados Unidos, con e1 resultada de que en 1995, en una etapa de cree imié uto Todo esto sucede en un mundo donde se han producido grandes cambios,
económico y con unas rasas de paro muy bajas, la oficina del censo reconocía que donde especulad oree como Georges Soros, con su Quantum Fund, registrado en la
más de 36 millones de norteamericanos (uno de cada siete aprmimadainenle) isla de Curayao, pueden liaeet laiiibalem la moneda de un país y donde se habla de
vivían en condiciones de pobreza- sin que esto obstaculice el aumento de la riqueza una tánlasmagónca «revolución invisible» de la «propiedad social del capital» para
global. referirse a la importancia que lian adquirido como inversores los fondos de
Lo peor para los productores primarios es, además, que su posición panal artes (resultado de lu privatización de las seguras sociales, como ci tnviin'ii, r.i
desfavorable en el mercado mundial se ha vistu todavía agravada por SU de la quiebra del etilado del bienes lar), que en 1994 tenían uncís activos que
endeudamiento. Desde comienzos del siglo XX los paises desarrollados han samaban 10 billones de dólares, equivalentes al valor de mercada de todas l?.s82
esportada ntás capitales que mercancías, a menudo en forma de préstamos, que lian
llevado a un endeudamiento creciente de los países subdesarrollados, que aunque 82, ”i endeudamiento les ha obligado can frecuencia a aceptar los programas de «ajuste estruetucal»
destinan buena parte de Jos ingresos que obtienen por sus exportaciones a pagar sus' prepuestos por di fianoo MunJiol y el Fondo Moaeterio Internacional, que han Eignifícado generalmente
deudas (en Camboya el valor total de las exportaciones es inferior al monto del aumento de su depeudeucu (paceño¡anda la produeoióu para la exportación a costa de Le óe
a limentos) y d e la pobreza d el conjunto do Ia pob E&ción.
112 JOS^P FONTANA INfRODUCCÓn Ai is t m o Df LA H.'S0?W 11 i

compañías cotizadas en las tres bolsas mundiales más irapo ríanles, pero que tio esté

5. LAS FORMAS
claro que tengan capacidad para revolucionar gran cosa.“
Los efectos de esta era de tráfico mundial!J bajo las regías de un liberalismo DE SUBSISTENCIA:
sesgado en favor de los más ricos han sido precisamente los contrarios de los que III. INDUSTRIA Y DESARROLLO
profetizaba la teoría y lian conducido a una polarización del crecimiento que ha
aumentado la distancia entre ios países ricos y los pobres. Un informe de fas Aunque los orígenes' de nuestra concepción del desarrollo pueden rastrearse
Naciones Unidas revela que de 1360 a 1993 la diferencia entre ia renta por rápita en la Antigüedad clásica, con la identificación ,dcl mundo social con el de la
de los países industrializados y la de los subdesarro liados se lia triplicado.sí Pero lo naturaleza, fueron los pensadores escoceses de la Ilustración los primeros que
más grave es que este empobrecimiento no es sólo relativo (no se trata únicamente plantearon upa visión de la historia que veía la evolución de las sociedades
del fecho de que los ricos se enriquezcan), sino que en muchos casos se está humanas como una sucesión progresiva de etapas de crecimiento que se definían
produciendo en términos absolutos: en setenta países diferentes los ingresos medios por ios «morios de subsistencia», en una secuencia de cuatro estadios: caza,
son hoy inferiores a los de hace treinta años; en treinta países los Indicadores de ganadería, agricultura y comercio. A cada uno de es los cuatro caladlos le
Desarrollo Humano de 1994 eran, interiores a los de 1993 y en veintiuno de éstos la correspondían concepciones diferentes de la propiedad y de ia organización social,
esperanza de vida al r icer bahía retrocedido (mientras en los países más que daban lugar a instituciones, y marcos legales diversos y que imprimían una
desarrollados la esperanza de vida supera lc3 75 años, en Sierra Leona no llega a profundo huella en la cultura. En el siglo XIX Marx modificó este esquema,
tos 3 + y en Ruanda es de menos de 23). organizándoto en función de las relaciones que se establecían entre los hembres en
Centra las ilusiones de Adam Smiíh, el desarrollo del mercado no ha cada etapa de su desarrollo histórico, y propuso un conjunto de «modos de
significado un progreso general, sino que ha hecho más ricos a algunos y más producción» que se desarrollaban en una sucesión que, partiendo de la sociedad
pobres a lodos los demás. primitiva, pasaba progresivamente por el egclnvisrno antiguo, el feudalismo
medieval y el capitalismo moderno, aunque había un «modo de producción
LECTU RA S RECOM END ADAS asiático» que no correspondía a esta secuencia y que dejaba abierta la posibilidad
L'. ig. M iixinc, f d . M ercados y m attufacttnas en E uropa, Barcelona, Critica, 1935. de pensar líneas de evolución alternativas.
K indlcbcrgci, C harles P., H istoria financiera de E uropa, Barcelona, Critica, 1988. En nuestro tiempo, no obstante, la preocupación por el crecimiento
López, Robert, L e revolución comercial en la Europa m edieval, Barcelona, El Albir, 1981. económico -que nos hace dividir el mundo en países desarrollados y
Patty. J.H., E l descubrim ieiio de¡ mar, Barcelona, Crítica, 1939.
subdesarrollados- ha llevado a una visión de la historia marcada por un gran corte
Pnlanyi, K arl, et cl.. Comercio y m ercado en los im perios an tig u a s, Barcelona, Labor, 1976
determinante, el de la «revolución industrial», que habría maugarndo la época del
Spnffotd, Peter. Dînera y m oneda en la F.ia-npa m edieval, Barcelona, Critica. 1991.
Subrahcianyam , S., Vasco de G am a, Barcelona, Crítica, Í998.8345 «crecimiento económico moderno» (de hecho se suele identificar «crecimiento» e
«industrialización»), en función de lo cual se echa todo lo anterior al poza de lo
«preindustrial», un rótulo que unifica abusivamente, como decía E.P. Thompson, a
«tejedores del oeste de Inglaterra, plateros persas, pastores de Guatemala y
8 3 . Er el m undo de lo q«e se llama el «capitalismo gris» en qne «todavía oímes ¡tablar mucho de tas
bandidos corsos».1 Como máximo, se llega a dividir el curso de la historia en tres
empresas LUUtiLLieciarrales alendo asi que ¿atoa tienen m eaos activoe que los fdedtiE de pensiones y de etapas, separadas por dos revoluciones: la revolución neolitica. que pone fin a la
segures, y en algunos aspectos cruciales dependen do dina y d esú s gestores». Unos gestores qne, por el época de los cazadores-recolectores e inicia la de los agricultores, y la «revolución
volumen de lus recursos que manejan, tienen lino covrsidenrble Influencia en los mercados (Rubín industrial», que marca el comienzo de los tiempos modernos.
Rlackbum, oThe ricw culleclívisar. Pensión reform, grey capitalram and roruplcx socíalisnrrr, en AAv
leQrgideiy. 233. 1999, pp,3-fi5).
Estas interpretaciones asignan un papel crucial a la «revolución industrial»
8 4 . U i tráfico, por otra parte, cu rápido crecimiento. En la década de los noventa el comercio mundial ha un concepto del cual nos ocuparemos más adelante, y han pretendido deducir de su
crecido a ir , a: m u c iu rnayuics q u t las d d sám enlo de la producción. estudio un juego de reglas que puedan servir de receta para suscitar el crecimiento
85. La fortuna de 358 muid mil loriarlos es superior s la sama de los ingresos de 2.3CO millones de las económico en los países subdesarro liad os actuales. Fracasadas, como veremos,
personas m is pobres, es decir, de casi la mitad de la especie liumaiia. Comentando el hecho de que lu
población de .os Estados Unidos, que representa el tí I I' cíenlo de la del mundo, córenme el 10 per estas ilusiones, hoy se tiende a ver estos procesos de forma menos simplista, como
ciento de las matan rs primas, Alien Ginsberg escribe: «Si el ó por ciento consume ci 40 por ciento de la
madera, la carne: el uratio, el cromo y e[ petróleo del mundo, ¿i qué puede aspirar el 9d por cíenlo
resisnte? ¿A una prosperidad igual?» ((America agalo», 1989). 86. E.P Tlijnmp.mn, C nfttínthvs p.n m nuín, ft aimions, Critica, 1991, p. 12.

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