¿CÓMO MEJORAR

LA RELACIÓN
CON NUESTRAS
HIJAS E HIJOS?
Índice

Introducción 2

Papá y mamá 3

Comunicación 4

Consejos sugeridos 5

Tips para estrechar vínculos afectivos 9

Bibliografía 11

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 Introducción

El ajetreo de la vida diaria, el trabajo, las actividades en el hogar y un largo listado

de cosas pendientes absorben la mayor parte de nuestro tiempo. Al llegar a casa,

sentimos cansancio y posponemos para después la realización de actividades en

conjunto con nuestras hijas e hijos.

No debemos olvidar la importancia que tiene el mantener la comunicación y una

sana convivencia con ellas y ellos, que son nuestro motor.

Es por eso que la Unidad de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia

elaboró el presente manual, como una herramienta de apoyo a las mamás y papás

que laboran en el Infoem, esperando que los tips y consejos que se brindan, les sean

de utilidad.

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 Papá y mamá…

Sabemos que quieres mejorar la relación con tus hijos e hijas, es por eso que te
daremos algunos consejos que te ayudarán a lograrlo.

Empecemos por revisar algunos conceptos básicos para una mejor comprensión del
tema.

 La Infancia o niñez: Término aplicado a

los seres humanos que se encuentran en
fases de desarrollo. Comprende desde el
nacimiento hasta la adolescencia. Es en
esta etapa donde a través del juego se
descubre el mundo que nos rodea, se
forma nuestra personalidad y se asientan
valores y creencias.

“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el
futuro” – John F. Kennedy

Al término de la infancia comienza la adolescencia, etapa en la que como madres y

padres, llegamos a sentir desesperación al interactuar con quienes están en esta edad
y tenemos la sensación de no poder apoyarles.

 La adolescencia: Es un periodo de muchos

cambios en la vida de las personas, en los
ámbitos psicológico, social, emocional y físico,
siendo éstos los más significativos.

Conforme nuestros hijos e hijas crecen, la situación

se vuelve complicada en muchas ocasiones, ya que
no están en la niñez ni en la adultez y comienzan a
tener actitudes que a veces nos resultan difíciles de
comprender.

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También pueden llegar a mantener formas de actuar negativas y menos afectuosas
hacia su núcleo familiar, eluden sus responsabilidades y empiezan a tomar sus
propias decisiones sin consultarnos.

Mejorar la relación con tus hijas e hijos a cualquier edad, es una de

las claves para que la convivencia en casa sea tranquila y agradable,
lo que no siempre es sencillo, porque son muchos los elementos que
se deben tener en cuenta.

Sabemos que necesitan de tu cuidado, pero debes comprender que

hay que dejarles crecer. Lo importante para conservar una buena
relación, es no dejar que el hogar se convierta en una batalla campal.

Comunicación

¿Sabías que….? La comunicación basada en la confianza es fundamental en todas las

etapas de la vida.

Es un proceso que consiste en la transmisión e intercambio de mensajes, esencial

para la vida en sociedad. Permite que las personas se expresen, establezcan
relaciones y sean capaces de organizarse, radicando en ello la importancia de llevar
una buena comunicación en la niñez y adolescencia de nuestras hijas e hijos para así
mejorar la convivencia.

Ahora… ¿Cómo tener una buena comunicación?

Como madres y padres tenemos el compromiso de potenciar la comunicación que

tenemos en el día a día con hijas e hijos. Es necesario tratar de entender sus mensajes
verbales y no verbales para satisfacer sus necesidades y generar un vínculo positivo
en nuestra relación.

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 En la niñez y la adolescencia, las personas presentan diferentes
capacidades y posibilidades de comunicación. A menor edad, ésta
será a nivel no verbal, pero en la medida en que van creciendo, su
capacidad de vocabulario y lenguaje irá aumentando y su vía de
expresión será más directa y compleja.

A continuación te daremos algunos consejos para mejorar la

comunicación:

Consejos sugeridos

 Comienza el día con una actitud positiva: Despiértales con una sonrisa y un
abrazo para que recarguen energías. Las rutinas estresantes ocasionan
hostilidad en el hogar. Sé detallista, a la larga lo recordarán.

 Escúchales con atención: Cuando te cuentan algo, es momento de dejar todo

aquello que estés haciendo. Demuéstrales que les estás poniendo atención y
omite opiniones o críticas, a veces solamente quieren que les escuches y poder
expresarse libremente.

 Cuéntales sobre ti: Platícales cómo te ha ido en el día, cómo te sientes, alguna
anécdota en especial, esto les brindará la confianza necesaria para establecer
un vínculo de comunicación efectiva.

 Comparte tiempo de calidad: Haz planes que resulten atractivos para ti y

para tus hijas e hijos, como:
a. Salir a comer
b. Dar un paseo
c. Ver una película o realizar actividades que les unan

 Procura no hostigarles: Podemos sentir mucho amor pero hay que

aprender a darles su espacio. Cuando se acerquen, aprovecha para
pedirles mimos. Procura cambiar los “nos” o “te lo prohíbo” por
“me gustaría” o “estaría bien”. Cuando hagan algo que te agrade,
diles lo alegre que te sientes y lo mucho que valoras su gesto. Una
cosa es poner límites y otra es que piensen que les quieres más o
menos en función de su comportamiento. Deben saber que eres
incondicional.

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  Permíteles que resuelvan sus propios problemas: Es normal que
queramos solucionar las dificultades a las que se enfrentan, sentimos que
al hacerlo les protegemos. Hay que dejar que se caigan para que aprendan
a levantarse. Tienen que experimentar en todo momento para crecer.

 No tomes todo como algo personal: Trata de profundizar y reflexionar

un poco más en tus emociones. En la adolescencia, las personas suelen
estar irritables y muchas veces pueden llegar a contestarnos mal; en estos
casos toma un respiro y recuerda que es parte de esta etapa.

 Practica la escucha activa: Haz que sientan que les comprendes tanto
en los buenos momentos, como en las rabietas o la tristeza. El mantener una
escucha activa ayudará positivamente en su autoestima, así como en la
formación de su futura personalidad.

 A la hora de marcar límites: Debes tener en cuenta que la última palabra la

tienen los padres y madres. Hay que hacer lo posible para que las niñas y
niños comprendan las ideas que hay detrás. Los límites son necesarios para
educarles, a través de ellos entienden cómo comportarse y relacionarse
sanamente con otras personas para ser felices.

 Jueguen: El juego es fundamental en todas las etapas de la vida, ya que por

medio de él ejercitamos nuestras capacidades o destrezas. Diviértete todo el
tiempo que te sea posible con tu hijas o hijos, siempre lo recordarán.

 Mantén la calma: Muchas veces nos enfadamos o simplemente tuvimos un

mal día. Trata de tomar un descanso antes de reaccionar ante cualquier
situación, esto ayudará a que la relación con tus hijas e hijos no se deteriore,
recuerda que no es su culpa.

 Evita hacer comparaciones: Compararles puede resultar negativo y afectar la

formación de su propia personalidad. Las personas en general queremos ser
diferentes, aunque pertenezcamos al mismo grupo (hermanas, hermanos,
primas, primos).

 Ayúdales a identificar sus emociones: Debemos enseñarles a comunicarse,

para evitar la sensación de frustración y los problemas para construir lazos
afectivos.

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 Ármate de herramientas para manejar el
conflicto: Cuando se presenten diferencias y
discusiones, enséñales a controlar sus
impulsos antes de reaccionar, deben aprender
a manifestar calmadamente sus necesidades e
incomodidades.

 Predica con el ejemplo: En la niñez se

aprende mucho a través de la observación,
aunque a veces creas que no es así, tu ejemplo
será siempre un modelo, ya que desde
temprana edad, nuestras hijas e hijos intentan
imitarnos.

 Refuerza su autoestima: Recuérdales siempre sus logros, puedes realizar una

lista de todo lo que realizaron en la semana, pídeles que la escriban o dibujen,
esto aumentará gradualmente su confianza.

 Evita discutir frente a tus hijas e hijos: Las discusiones en pareja les afectan
y causan daños psicológicos y emocionales. Recuerda que aprenden de lo que
ven, enséñales que discutir no es la forma adecuada de solucionar los
problemas.

 Practica la crianza asertiva: Tener un padre que regaña y una madre que
consiente en determinada situación, o viceversa, genera confusión en la niñez
y la adolescencia y ante una situación así, corremos el riesgo de perder
autoridad. Por eso, es importante hablar y que mamá y papá determinen la
mejor forma de resolver el conflicto.

 Por ninguna razón les hables mal de papá o mamá:

No les generes un malestar emocional sea cual sea la
situación, recuerda que tu mayor aliado es el tiempo
y que en la medida en que crezcan, podrán juzgar las
acciones de otras personas, sin necesidad de que
seas tú quien se exprese mal.

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 Enséñales a ganar y perder: Algunas personas somos poco tolerantes a la
frustración, es por eso que desde la niñez, deben saber que no siempre se gana
y que perder les ayudará a poner más empeño para obtener éxitos en su
futuro.

 El valor de las cosas: Muéstrales el

esfuerzo que se debe hacer para
obtener lo que se desea; solo así
comprenderán la importancia del
cuidado de sus cosas. Aunque a
veces queremos darles todo a
manos llenas, también es bueno
limitarles.

 Disfruta cada momento a su lado: Cuando menos te des cuenta, tus hijas e
hijos habrán crecido y desearás regresar el tiempo a cuando eran pequeños,
así que disfrútales mucho y diles cuanto les amas todas las veces que puedas,
pues el tiempo no regresa.

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 Tips para estrechar vínculos afectivos

Al pasar tiempo de calidad en familia, creamos vínculos afectivos fundamentales

para construir relaciones sanas a lo largo de nuestra vida. Esto lo podemos lograr
realizando actividades sencillas en donde todos y todas participemos de manera
activa y con la mejor actitud.

A continuación te daremos algunas ideas:

 Aprovecha la hora de la comida para conversar: El desayuno, la comida o la

cena son momentos en los que generalmente la familia se reúne. Si es tu caso,
aprovecha para preguntar ¿Qué tal les ha ido en el día ¿Qué se les ofrece?
Hacerlo de forma natural, no a modo de interrogatorio.

 Leer: Hacerlo juntos y juntas crea un espacio en donde puedes fomentar

valores además de crear un hábito para toda la vida. Dedica 15 minutos al
día a esta actividad.

 Ver una película o serie: Preparen palomitas y elijan el título conjuntamente.

Una comedia siempre es una buena opción y existen muchas para todos los
gustos. Con esta actividad compartimos algo que interesa a nuestras hijas e
hijos y nos da pauta para tener temas de conversación o debate en común.

 Escuchar música: Aprovecha cualquier ocasión para poner música, al

trasladarte de un lugar a otro, al momento de cocinar, a la hora de jugar, no
importa donde estés, recuerda que a través de la música se desarrolla la
percepción auditiva y la sensibilización motriz.

 Conversen sobre lo mejor y lo peor el día: Un truco para saber si todo va

bien en sus vidas, es hacerles dos preguntas simples: ¿Qué fue lo mejor del
día? y ¿Qué fue lo peor del día? Te sorprenderás con sus respuestas. Ponlo
en práctica y comparte también tus experiencias.

 Cocinar: Aprovecha el tiempo que pasas en casa para practicar algunas

recetas, permíteles crear nuevos platillos, con esto les prepararás para la edad
adulta y además pasarán un rato agradable.

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 Juegos de mesa: Son excelentes para pasar tiempo en familia, con ellos
ayudarás a que desarrollen su imaginación, sus capacidades cognitivas y a
cumplir con normas de convivencia.

 Decorar la casa: Hazles partícipes de los cambios decorativos que se hagan

en casa. Tienen la capacidad para ayudar a pintar una pared o a limpiar un
mueble, es cuestión de que les motives para hacerlo. Procura que su
habitación sea un espacio cómodo y que tenga su toque personal.

 Hacer manualidades: Con ello se estimula la convivencia, perseverancia y

creatividad, puedes utilizar materiales que tengas en casa, no es necesario
gastar. Existen muchos tutoriales en internet que te pueden orientar sobre
cómo elaborarlas.

 Ver un álbum de fotos: Esta actividad fortalece los vínculos familiares. Ver
fotos de cuando eran pequeños y pequeñas e incluso de cuando aún no
nacían, es un momento perfecto para mejorar su sentido de pertenencia y que
se conozcan mejor. También puedes compartirles imágenes antiguas de tu
familia, se asombrarán al ver cómo han cambiado los tiempos, las modas y el
contexto familiar.

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 Bibliografía

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